La tercera edición del Festival Knot Fest México se llevó acabo en el Centro Dinámico Pegaso, lleno de subgéneros del metal y con el cierre del primer concierto en México de A Perfect Circle.
El sol a plomo del medio día de ayer en Toluca calentaba el Centro Dinámico Pegaso mientras recibía, poco a poco, a los asistentes de esta nueva edición del Knot Fest México. El público —con muchos niños en él— mostraba orgulloso en el pecho el logo de su banda favorita.
Nubes de polvo se levantaban en el camino largo que llevaba al acceso principal. En las afueras, los comerciantes se aprovechaban de los bolsillos del público metalero que, curiosamente, es uno de los que menos escatima en gastar. Al llegar, una fila interminable iba y venía varias veces. Tiempo aproximado de entrada: una hora.
El panorama se abría al pasar el marco de entrada y dejaba ver la rueda de la fortuna al fondo, los tres escenarios —de considerable distancia entre sí—, así como las incontables carpas como parte del concepto del festival.
El evento inició oficialmente con la escena local: en el Tecate Stage, los mexicanos Cerberus, mientras que en el Magoots Stage daba apertura el estilo progresivo intrumental de Parazit, trío de Guadalajara. Por su parte, desde Cuernavaca, el baconmetal (subgénero que involucra sonidos de puercos en su música) de Lack of Remorse inauguraba el Day of The Gusano Stage.
Tras el show de deathcore y numetal de los hidrocálidos Here Comes the Kraken y la previa cancelación de los siempre brutales Asesino (sustituidos por S7N), se dio pasó a las bandas internacionales. De Canada, el trío de rock industrial Deadly Apples y el sexteto de metal progresivo ONI. Desde Atlanta, el metalcore de Atila. De California, el deathcore de Suicide Silence y desde Kansas, el rap y hip hop del productor, y compositor Tech N9ne, quien ha colaborado con el vocalista y líder de Slipknot, Core Taylor.
El show de los japoneses Maximum the Hormone y su punk pop funk metal puso de buenas al escenario principal. Su baterista y cofundadora Nawo Kawakita así como su vocalista Daisuke Tsuda animaban al público en su idioma y en el nuestro (o al menos lo intentaban). Un refrescante y muy animado show con temas como "Bikini Sports Ponchin", "F" y "Shimi". Acto seguido, la banda de raíces latinas que cerró el Vive Latino del 2004 Ill Niño dio muestra de su estilo nu y tribal metal, con muy buena respuesta de sus espectadores
Entre traslados de un escenario a otro, las filas cada vez más largas para servicios denotaban el aumento de asistencia, mientras el sol cedía un poco.
Hatebreed regresó por segundo año consecutivo al festival celebrando dos décadas de su primer LP Satisfaction is the Death of Desire. Simultáneamente, Periphery y sus tres guitarras afinadas en tonos muy bajos (estilo Meshuggah) se presentaba en el escenario menos concurrido del festival.
Un consentido en México y una de las bandas finlandesas más importantes para el metal tomaba el Day of the Gusano: Children of Bodom (otra banda que se encuentra celebrando 20 años de su primer disco) y su líder y guitarrista —uno de los mejores del metal, según la crítica—, Alexi Laiho.
La banda más política del cartel tomó sus instrumentos. Anti-Flag, único grupo de punk del festival. De líricas anti-imperialistas y pro derechos humanos, el grupo de Pennsylvania dejó toda su energía en temas como "American Attraction", "This is the End" o el acelerado cover a la banda sin la cual no estarían ahí: The Clash y su clásico "Should I Stay or Should I Go".
Por su parte, el grupo más brutal del cartel se dejó ver. Desde Buffalo, Cannibal Corpse —afectados claramente por una mala ecualización de sonido que no solo se notaría en este acto— demostró que es una banda auténtica de metal, sin pretensiones ni poses, y con una carrera fiel al death metal, sin bemoles ni experimentos. La voz gutural de George "Corpsegrinder" Fisher (una de las más pulidas del género) dejó ver su poder en canciones como "I Cum Blood", "Stripped, Raped and Strangled" y "Hammer Smashed Face" (tema que interpretan en la película Ace Ventura).
Llegó el turno de uno de los cuatro grandes del trash metal. Anthrax, banda clásica de Nueva York —también afectada por el sonido— que llenó el Day of the Gusano de seguidores que no tardaron en hacer slam y bailar en círculos bajo los acordes de canciones como "Got the time", "Madhouse" o "Breathing Lightning"; Joey Belladonna respondió a esto con un claro "Te amamos México". Para entonces, ya caída la noche y con ella el frío penetrante, el recinto lucía repleto.
Tras la esperada intervención del metalcore melódico de Bullet for my Valentine (grupo originario de las tierras celtas de Gales), puso pie en el escenario principal Corey Taylor y su banda Stone Sour. El líder del grupo —que tomó varias veces la guitarra— lució encantado con nuestro país (uno de mis favoritos para tocar) y su público al que llama "mi familia". El set list dejó, entre otros, los temas "Say You'll Haunt Me" y "Absolute Zero" en una presentación de metal digerible —con todo y pistola de confeti brillante incluida— que dio paso a el acto más esperado por la mayoría: Korn.
El Tecate Stage fue adornado con un muro blanco de amplificadores Mesa Boogie (los más usados del festival) en cuya mitad lucía la traslúcida batería Pearl en color rojizo de Ray Luzier; un verdadero showman que bien podría competir como el mejor baterista de todo el evento. La banda tomó lugar y presentó un set lleno de temas coreados como "Falling Away from Me", "Y'all Want a Single", "Shoots and Ladders"(con la gaita del vocalista Jonathan Davis, cuya voz, con ese particular timbre, aún se mantiene), "Got the Life", "Blind" y "Freak on a Leash". Al terminar, una parte importante de los asistentes abandonaban el foro.
Finalmente, llegó la hora de la primera presentación de A Perfect Circle en México. Una manta blanca gigante cubría el escenario. Tras varios minutos de espera, los tonos de "The Package" sonaron mientras en la manta veíamos las sombras de los integrantes, con Maynard James Keenan en el centro. Al caer la manta, en la parte de la canción donde explotan las guitarras, el grupo completo se dejó apreciar, con los gritos del público de fondo. Siguió "The hollow", uno de los temas consentidos, y la melancolía de "The Noose" enmarcada por la noche del Estado de México. "Weak and Powerless" después, con un previo "Gusto en conocerlos" de Maynard (de traje negro y peluca) . Al finalizar "Rose", Billy Howerdel agradeció con señas al los seguidores más cercanos a la tarima. El primer cover de la noche, "Imagine" puso a cantar a la mayoría. "By and Down" dio una idea del gusto por el también vocalista de Tool por las sombras del escenario, al desaparecer varias veces. "Thomas", seguido del segundo cover, "People Are People" de Depeche Mode. Después de temas como "Magdalena", "Stranger" o su propio remix de "3 Libras" el final se acercaba. La penúltima pieza fue a la vez la más nueva de su repertorio: "The Doomed", recién estrenada. El cierre del set y del Knot Fest México de este año llegó con el poder "The Outsider". Así, su primer concierto en nuestro país nos dejó una ejecución impecable y la presencia escénica única y armonía en voz de la dupla Maynard-Howerdel (en conjunto al apoyo de Iha, McJunkins y Friedl (también baterista de Puscifer). Un gran debut en nuestro país que esperamos no sea el único.
Así, el Knot Fest México regresó a su edición de solo un día lleno de riffs, headbangings, distorsión, dobles bombos y una gama de géneros para todos los gustos. Cuestiones como cierta desorganización, el empate sonoro de algunas bandas que se llegó a escuchar, el personal que no se da abasto, entre otras (ninguna de ellas sin resolución) deberían de tomarse en cuenta en uno de los festivales más importantes del metal en nuestro país.