Sun Kil Moon — This Is My Dinner

El hiperrealismo de Mark Kozelek.

Muchas veces, las obras artísticas contienen mucho de quien las idea. Es algo que puede encontrar a quienes aprecian el producto, como aliados incondicionales, puesto que la sinceridad a la hora de crear, suele ser apreciada. No obstante, también conlleva un riesgo para el artista. Son pocas las personas que disfrutan ser transparentes con los demás, y si esa transparencia se prolonga hasta miles de escuchas, los pensamientos pueden acabar con la tranquilidad de cualquiera.

Mark Kozelek es, probablemente, el hombre más despreocupado sobre la Tierra. Por supuesto que esto es una exageración, pero por momentos parecería que es así. Una carrera que se prolonga años y años, primero con los Red House Painters y ahora, en tiempos recientes, con ese sobrenombre Sun Kil Moon. Claro que es un juego de palabras (el Sol mata a la Luna), pero también, desde ahí se puede apreciar una de las pasiones fervientes que tiene Mark: el pugilismo. Moon Sung-kil o Sung Kil Moon tuvo una carrera boxística no tan llamativa, quizá su mayor logro fuera que un músico de Ohio lo tomara como inspiración para grabar música. En la carrera de Mark, figuran cosas como ser el personaje que comenzó a cantar “Tiny Dancer” en Almost Famous para dejarnos una de las escenas más memorables de los últimos tiempos. Y también cosas como decirle a una audiencia: "Everybody, all you fucking hillbillies, shut the fuck up. I don't give a fuck if I get paid or not, I'm gonna walk". Polaridades. Uno de esos artistas que cautivan por el misticismo a su alrededor.

Y al parecer, no puede dejar de escribir. Escribe mucho, en verdad. This Is My Dinner es un disco con 10 canciones, pero con una duración de hora y media. A partir de aquí ya se puede sentir el primer filtro con Sun Kil Moon. Seguramente, si un extracto de una de sus canciones saliera en la siguiente gran película de amor indie, podría parecer como un artista que podría estar encabezando festivales alrededor del mundo. Pero cuando te sumerges en la obra completa, la densidad es tal que le alcanza para estar en festivales pero en letras más pequeñas. Eso no es malo, de hecho quizá ahí está su fortaleza. Mark Kozelek podría estar haciendo canciones con coros pegadizos y cobrar muchas regalías, pero a raíz de lo que escribe, podríamos inferir que la pasaría mal.

Críticas e ironías, pasajes que parecerían que están directamente sacados de una conversación que Mark tiene con su propia computadora. Una honestidad que tira por la ventana todo glamour. Como ejemplo tenemos la canción “Candles”, en donde confiesa la culpa por haber dejado prendidas unas velas en su casa y cómo unos trabajadores tuvieron que llamar a los bomberos para evitar una tragedia y cómo quizá estaría en la cárcel de lo contrario. Al mismo tiempo evoca a su padre, las advertencias, recuerda que una vez se quiso despedir de Elliott Smith pero luego pensó que lo vería de nuevo, cosa que nunca sucedió. Después de una larga plática, todo deriva en el momento en donde estaba escribiendo la canción. La misma canción dice que estaba a punto de terminarla pero llegó una azafata para pedirle que por favor cerrara su computadora, y luego todo culmina como una canción incompleta, repitiendo una frase: "And this is my incomplete song from seat 12C Scandinavian Airlines from Copenhagen to Stockholm". ¿Falta de creatividad o genialidad en la franqueza? Una oda a Estocolmo que se extiende por casi 14 minutos y, sin embargo, al terminar quisieras volver a escuchar para repasar lo que se ha dicho.

Sun Kil Moon

Quizá otro punto dicotómico de Mark entre fortaleza y debilidad, sea que es indispensable entender lo que está hablando. La instrumentación es delicada y se siente más como un acompañamiento para el verdadero protagonista, que es el discurso. Pero quizá me equivoco, probablemente alguien que no entienda ni un poco de inglés, encuentre algo embelesante en cómo se dicen las cosas. Igual dicen que los humanos tenemos desarrollado el sentido de la audición para distinguir cuando alguien se quiere comunicar con nosotros. Igualmente, creo que si buscas las letras en Internet y las escuchas a la par, vas a querer pasar una tarde con Mark mientras te habla de lo que sea, porque lo mundano se convierte en fantástico, cuando se habla de ello con tal desparpajo y en un contexto en el que normalmente el lenguaje figurativo abunda.

Los momentos graciosos son sublimes, también. En el cover de “Rock ‘n’ Roll Singer” de AC/DC, una banda que ha estado muy presente en el material grabado de Mark, cuando llega la parte de cantar “Rock n roooooooooooll”, la o se prolonga tanto, tanto, tanto, que llega a ser incómodo la primera vez, y luego da risa. En “Linda Blair”, Mark, de nuevo en un transporte para llegar a otra ciudad, escucha a una niña pequeña toser detrás de él, mientras dice que suena como Linda Blair en El Exorcista e imita los sonidos. Pocos artistas quisieran que te rías de lo que hacen, pero muchos quisieran que te rieras con ellos. Eso consigue Sun Kil Moon.

En una entrevista que hizo Conor Oberst a Mark, el compositor de I'm Wide Awake, It's Morning, le decía que sus letras parecían casi hiperrealistas, y creo que es la mejor manera de describir lo que sucede con Sun Kil Moon. A veces es más un monólogo que una canción. Particularmente este disco trata sobre el tour de noviembre de 2017 y podría funcionar también como una especie de audio diario. Una bitácora que funciona para conocer a un artista, aunque como todo buen representante de su profesión, esconderá algunas cosas, cambiará nombres y, quizá, exagere las cosas, pero para hace que parezcan tan naturales, hay que tener un talento inimaginable.

Un disco largo pero que da para horas y horas de reflexión, de análisis, de risas, de descubrir referencias y que reitera que Mark Kozelek es uno de los músicos más despreocupados de la actualidad, o el mejor y más fascinante farsante con una guitarra.

Corona Capital 2018: Día 1 presentada por AT&T

Algo para todos.

Día 1

Como cada noviembre en la Ciudad de México, llega esa época especial para todo melómano en donde tiene que elegir su atuendo más colorido y alusivo a la cultura pop; sus compañeros de guerra para que lo acompañen por senderos tremebundos llenos de piedra, pavimento y pasto (aunque algunos caigan en el intento) y que luzcan esos esfuerzos de haberse aprendido tantas canciones, buscar a tantos artistas desconocidos y sacar sus mejores movidas de baile duro o romántico. Es noviembre de Corona Capital, y ahora ofrece algo para todos.

Muchos habían tenido reservas acerca del cartel por tener en el repertorio a artistas usualmente ubicados en festivales de indumentaria, pero al darse sede todos este pasado 17 de noviembre en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, todo tuvo sentido: el Corona siempre fue pensado bajo el precepto aquél de la música, ese que predicó Madonna en el año 2000: la música hace que la gente se reúna. Y hubo algo para todos, tanto en temática artística como en amenidades, que nuevamente dio pie a lo carnavalesco, lo extremo y lo tierno. Entre ruedas de la fortuna, columpios y casas de descanso de diversas marcas, miles de almas se conocieron por vez primera, mientras que otros cimentaron amistades y relaciones a ritmo de canciones agresivas, melancólicas y agitadas, como debe de ser.

La tarde soleada comenzó con los sureños de Blank Range, quienes recibieron a los asistentes puntuales con el rock sin adulterar de “86 My Mind” y “Ember in the Ash”. A la concurrencia que cada vez llenaba más el recinto, los acompañaron dos de los grandes representantes del llamado bedroom pop: Clairo y Gus Dapperton. Cada uno con juventud y simpatía de sobra demostraron el enorme culto que ya tienen entre el público mexicano y dieron gala de su enorme potencial para ganarse un recital en solitario.

A varios pasos, los australianos de Pond dieron sonoridad a la incandescencia del día con su psicodelia llena de sintetizadores y guitarras. Liderados por uno de los miembros de Tame Impala, Nick Allbrook, cubierto de plata en su atuendo y maquillaje, los músicos interpretaron “3,000 Megatons”, “Fire in the Water”, “Sweep Me Off My Feet” y un breve tributo a los Bee Gees con “Jive Talkin’”. Minutos después, Sparks, la legendaria banda glam de Los Ángeles, dio cátedra de lo que es dar un show electrizante y divertido y convirtió el Escenario Corona en un club underground de los años setenta. Al ser su primera vez en México, los hermanos Russell y Rob Mael se sintieron conmovidos al ver que miles de voces coreaban “Tryouts for the Human Race”, “This Town Ain’t Big Enough For the Both of Us” y “The Number One Song in Heaven”.

Como era de costumbre, los globos, coronas y disfraces de peluche desfilaron entre los árboles y bocinas, mientras que el buen ambiente se palpaba mayor al tener a escuchas con varios gustos y perfiles. Toda la buena vibra fue exacerbada por el propósito del festival para hacerlo más ambientalmente amigable, de modo que tus vasos de chela o platos de hot dogs iban directamente a las fábricas cerveceras o a las comunidades indígenas necesitadas. Si esto tiene más impulso en otros festivales, no estaríamos lejos de tener una especie de Live Aid pronto. No es exageración.

Mientras un atardecer deslumbrante de naranjas, amarillos y azules iluminaba los campos, Jenny Lewis subía al Dorito’s  Bunker en un outfit reminiscente a los que usa la icónica Dolly Parton, con carisma para igualar. La oriunda de Las Vegas, Nevada lució su coquetería country con temas como “Rise Up (With Fists!!)”, “See Fernando” y “One of the Guys”. Del otro extremo,  los californianos elegantes de Shannon & The Clams convirtieron la Levi’s Tent en una cafetería de los años cincuenta con el R&B, surf y twist de “Hey Willy”, “Did You Love Me” y “The Boy”.

La primera parte de exuberancia pop jovial de la noche llegó de la mano de Panic! At the Disco, una banda que ha pasado por tantos estilos y cambios de alineación en su trayectoria como fanáticos y escépticos. Esas diferencias quedaron en la parte de afuera cuando Brendon Urie (el único miembro constante) dio una repasada a su trayectoria musical con “The Ballad of Mona Lisa”, “Say Amen (Saturday Night)” y “Nine in the Afternoon,” que pusieron a bailar a poperos y hipsters por igual.

Al caer la noche, las cosas tomaron un giro más retro con el shoegaze de The Jesus & Mary Chain. A diferencia de su afamado sonido en sus álbumes, en donde la baja fidelidad y las reverberaciones dominan los canales de audio, en vivo son una bestia totalmente diferente, con una claridad que dejó atónitos a sus aficionados y a quienes los descubrían por vez primera. Jim Reid y el resto de sus escoceses compañeros dieron una repasada a “Amputation”, “April Skies”, “Head On” y la esencial “Just Like Honey”.

La afición musical de la Curva 4 se dividió en tres partes iguales: los nostálgicos del indie clásico de The Kooks, que logró una convocatoria bestial al entonar éxitos como “Eddie’s Gun”, “Bad Habit”, “Always Where I Need to Be” y “Naive”; los que se sentían sexys a causa de BØRNS y “Blue Madonna”, “American Money” y “Faded Heart”; y los que tenían ganas de bailar que recibieron el retorno de Friendly Fires con emoción descomunal, al ritmo de “Jump In the Pool”, “Lovesick”, “In the Hospital”, “Skeleton Boy” y “Paris”. Cada uno de estos actos aseguró su lugar en el corazón de los mexicanos y demostró el por qué suelen hacer sus aperturas o cierres de tour en tierras aztecas.

Llegó el esperado momento de los actos principales. La neozelandesa Lorde convirtió el Dorito’s Bunker en un cuento de hadas oscuro, incierto y seductor, gracias a su equipo de bailarines, diseño de producción y vestimenta sui generis. Aún con 22 años, la cantante mostró un completo dominio del escenario y mucha emotividad, al anunciar que decidió cerrar su Melodrama Tour tras muchos intentos de venir. La gente se rindió a sus pies con canciones como “Sober”, “Homemade Dynamite”, “Tennis Court”, “Magnets”, “Green Light” y “Royals”. Definitivamente consiguió un lugar en la realeza musical consolidada en México, si disculparán mi sutilidad.

El momento épico de la noche sin duda fue para Tom Rowlands y Ed Simons, mejor conocidos como The Chemical Brothers. Lograron que el paso entre foros fuese casi imposible entre todos los que deseaban sacudirse hasta no poder y todos los que procuraban a sus acompañantes y bebidas. Si uno tenía suerte, podía disfrutar del magno show que armaron con visuales hipnotizantes y robots gigantes mientras sonaba una mezcla compuesta de temas ya legendarios como “Go”, “Do It Again”, “Swoon”, “Elektrobank/Piku Playground”, “Believe”, “Star Guitar”, “Hey Boy Hey Girl”, “Galvanize” y “Block Rockin’ Beats”. El sangre y sudor para lograr siquiera un rinconcito para moverse a gusto y disfrutar de la luces y sonido valieron la pena al final. Uno de los actos para recordar en la historia del Corona Capital.

Finalmente, el festival consintió a quienes habían comprado con apuro en la preventa, a los que pelearon hasta la camisa y el bono bien merecido por el Buen Fin para obtener un boleto; a conocedores de la música y escuchas casuales; a los asiduos de la fiesta y los más elegantes y reservados con un verdadero showman hecho y derecho: el señor Robbie Williams. Wow. Si la idea es siempre cerrar con un acto de calibre internacional, dieron en el clavo con una opción poco convencional para lo que nos tienen acostumbrados, pero Williams se lució teniendo en cuenta que gran parte de la multitud no iba exactamente por él.

Williams tomó posesión de las masas y las moldeó a su antojo, ya sea para unas lecciones de canto con unas sesiones a cappella de “Livin’ on a Prayer”, “Take On Me”, “Rehab” y “Don’t You Want Me” o poniendo a prueba su memoria lírica con “Love My Life”, “Come Undone”, “Millenium”, “Somethin’ Stupid” y “Rudebox”. Además, derrochó gallardía de gentleman británico al cortejar a una chica en el público con “She’s the One” y subió a su mismísimo papá para que lo acompañara en una emotiva rendición de “Better Man”. Para dar el último toque a su bloque, deleitó a todos con “Tripping”, “Feel”, la esperada “Rock DJ” y por supuesto, “Angels”, que hizo que más de uno sollozara a moco tendido. Todo esto mientras salía ataviado con una playera de la Selección Mexicana y la famosa chamarra de “Mexico is the Shit”. Si Williams había sellado el trato hace unos días con su base de seguidores hace unos días en Guadalajara, ahora logró esa rara tarea de que todas las personas, sea cual sea su edad, grupo favorito o preferencia, se unieran en una misma nota, letra o melodía.

Así terminó el primer día del Corona Capital con las razones por las que seguimos esperando con ansias noviembre y realizamos ese venerable ritual de preparación: las sorpresas, los servicios, las actividades, la camaradería e, indudablemente, la calidad musical. ¿Nos deparará algo similar el día de mañana? Aún hay más…

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Deep Purple en la Arena Ciudad de México

Noche fenomenal a cargo de Deep Purple, una de las bandas más icónicas que dice un prolongado adiós con su The Long Goodbye Tour.

Este año que Deep Purple cumple cinco décadas de haberse formado, el grupo del Reino Unido tuvo una cita más con sus fanáticos mexicanos, después de presentarse con éxito en la reciente edición del Hell & Heaven. El pretexto fue la promoción de su álbum de estudio número 20, Infinite, lanzado el año pasado bajo el sello earMUSIC y que le valió su lugar más alto en las listas de popularidad de su nación en más de 30 años.

El recinto que recibió a estos verdaderos artífices del heavy metal fue la Arena Ciudad de México, que no lució lleno pero acogió a un público que vitoreó a los ingleses de principio a fin.

En punto de las 21 H., In Flames, la banda sueca de death melódico cuya última placa, Battles, data del 2016, se encargó de abrir la noche. Desde antes de ingresar, ya se notaban varios seguidores del grupo quienes esperaban el regreso de la agrupación a la CDMX.Colony”,tema homónimo de su LP que está a poco de cumplir una década de haberse lanzado, inauguró el set de los nórdicos. La recepción en general fue calurosa. 

A lo largo de su presentación, In Flames fue poco a poco animando al público con temas como “Delight and Angers” y “Here Until Forever” (previo a éste, una parte importante de la arena coreaba el nombre de la banda). El vocalista Anders Fridén se dijo privilegiado de compartir escenarios con las leyendas a quienes le estaban abriendo, mientras el baterista Tanner Wayne presumía la bandera mexicana en su playera. “The End” dio cierre a ésta potente intervención, un tanto desconcertante para algunos —un hombre detrás de mí, luciendo un traje impecable, gritaba sentado un contundente “¡ya no más, por favor!”—, pero en general muy bien recibida.

Como ya se sabía, Eddie Trunk, el hombre al frente de “That Metal Show”, presentó a los íconos ingleses y grabó material para el documental del pequeño tour de 10 fechas que Deep Purple dará en nuestro país. Sumado a esto, Trunk continuó con las transmisiones de la gira en México para su programa de radio Trunk Fest. En punto de las 22:30 H., el conductor apareció en el escenario. “Es mi gran honor presentarles a una de las más grandes bandas de todos los tiempos…”.

Looks variados se dejaron ver en el recinto: metaleros empedernidos, hombres trajeados, mujeres con el cabello morado, motociclistas enfundados en piel e incluso uno que otro vaquero rocanrolero. El inicio del show, inmejorable. Pocos esperábamos un tema tan emblemático, tan pronto. Los primeros acordes de “Highway Star” se distinguieron y el público no dejó su emoción resguardada. Ian Paice, desde un principio, mostró sus dotes en los tambores —tocó un hermoso Pearl Drum Kit Signature que lleva el mismo nombre de la canción mencionada— y dio prueba de su lugar en la élite de los mejores bateristas.

Siguió, ligado, y también del grandioso Machine Head, “Pictures of Home”La parte del solo de Gloveracompañado de sus amplificadores TC Electronics y su bajo Vigier, impecable. Inevitable aquí no recordar al mítico Ritchie BlackmoreInevitable también hablar de Deep Purple y no mencionar a sus distintas alineaciones, mismas que sus fanáticos bautizaron como “Marks” y de las cuales la consentida sigue siendo la conformada por el músico inglés ya referido que también formó parte de Rainbow, otra banda icónica cuya voz fue el gran Dio, el legendario Jon Lord uno de los mejores tecladistas que ha dado el género, Glover en el bajo, la voz inconfundible de Ian Gillan y ese portento de baterista que sigue siendo Ian Paice.

Hoy, la agrupación que incluye a los virtuosos Steve Morse en la guitarra y a Don Airey sustituyendo a Lord en los teclados, se mantiene vigente y representa la alienación más estable que ha tenido el grupo. En total, ocho formaciones distintas con más de 10 músicos; su legado, indiscutible.

Del disco en el que debutaron Glover y Gillan (quien mostró una voz muy cuidada), In Rock, continuó el set “Bloodsucker”Después, otro clásico de la banda: “Demon's Eye”A mi lado, un hombre de sombrero negro y una playera que mostraba el coyote de Ciudad Neza bailaba al más puro estilo urbano. La ejecución de Purple, magnífica.

Tras interpretar “Sometimes I Feel like Screaming” y “Uncommon Man”, llegó el turno de otro de los temas favoritos del público: “Lazy”, no sin antes dedicarla al gran Jon Lordcuya fotografía lucía en las pantallas del lugar. Después, recordando la promoción de su última pieza de estudio, The Surprising” (gran tema), “Time for Bedlam” y “Birds of Prey”.

Llegó aquí el momento pináculo de la noche. Un solo a cargo de Don Airey que incluyó temas emblemáticos para México como su himno nacional o “Bésame Mucho”sumado piezas de jazz, música de cámara y una variedad de recursos técnicos y tecnológicos que dejaron boquiabierto a quien escribe éste texto. Simplemente fabuloso.

El grupo originario de Hetford siguió con canciones simbólicas para su carrera como “Perfect Strangers”homónima del disco de 1984 que marcó el regreso de la banda después de su separación, ocho años antes—, o “Space Truckin'”. Seguido a éste, un hito del hard rock y el heavy metal y uno de los temas fundamentales del rock: “Smoke on The Water”.

Ian Paice sugirió si queríamos una más, y la respuesta fue contundente. El encore nos presentó el cover de Joe South “Hush” y dio cierre a la fecha con otra composición esencial de la carrera de Purple: “Black Night”.

Con esto, quien alguna vez fue considerada la banda más potente del mundo regresó a nuestra ciudad. Aunque el lugar mostraba huecos, los asistentes compensaron la ausencia con mucha energía. A cambio, el grupo dejó muestra de su relevancia y sus dotes individuales que, en conjunto, dejan un espectáculo con pocas cosas que reprochar. Según los mismos miembros de Deep Purplela gira de su adiós pretende prolongarse lo más que se pueda. Mientras llega la despedida, esperamos volver a verlos. De no poder, damos gracias por sus 50 años de música y por dejarnos varias canciones en el soundtrack de nuestras vidas.

14 aniversario de Reactor 105.7 FM en el Foro Indie Rocks!

Rebel Cats, Los Mesoneros, Sexy Zebras y Johnny Nasty Boots celebran los 14 años de Reactor 105.7 FM.

La noche del pasado viernes 16 de noviembre, se celebró el aniversario número 14 de la famosa estación de radio Reactor 105.7 FM, en el Foro Indie Rocks!; dicha fiesta contó con la presencia de Rebel Cats, Los Mesoneros, Sexy Zebras y Johnny Nasty Boots, quienes fueron los encargados de musicalizar y dar vida al evento.

Las puertas se abrieron a las 19:00 H., algunos de los asistentes fueron puntuales y llegaron temprano para poder encontrar un buen lugar para escuchar a sus bandas favoritas, otros, en cambio, optaron por llegar justo cuando iniciara el show. A las 20:00 H. la banda mexicana Johnny Nasty Boots dio inicio a los festejos.

Juan Herrera (Johnny Nasty), Alfredo Espinosa y Mr. Chochi, fueron los encargados de abrir el show, tocaron sus grandes éxitos durante una hora, preparando los ánimos de los fieles seguidores de Reactor 105.7 FM, la actitud del público incendio el Foro, todos cantaban y saltaban, un gran inicio para una gran noche.

Johnny Nasty Boots es una banda de rock mexicana, que debutó con un álbum homónimo en 2017; Su esencia se encuentra en la energía que pone en cada una de sus canciones e interpretaciones en vivo, pero aún más importante, en su autenticidad, ya que ha logrado crear un estilo propio que los distingue de cualquier otra banda de la escena musical mexicana.

Los siguientes en entrar a escena fueron los españoles Sexy Zebras, quienes tocaron durante una hora sus simples pero pegajosas canciones como: "Yeah", "Hey Mama", "Salvajes", "El fugitivo", entre otras. Vestidos como si fueran rumbo a una pelea de box subieron al escenario y comenzaron a hacer vibrar a los asistentes. Durante el show invitaron a Ale Bonilla y a Juan Herrera (Johnny Nasty), quienes lograron cautivar a los asistentes.

La banda española Sexy Zebras tuvo sus inicio en 2005 lanzando algunos EP, sin embargo, Nada más lejos de la realidad es el álbum debut de la banda y con el cual logró mayor reconocimiento en su país de origen. Sus ritmos son frescos y enérgicos, y aunque sus letras no son trascendentales, la combinación de ambos te invita a bailar o a unirte en un slam, tal como pasó en la celebración de los 14 años de Reactor 105.7 FM.

A mitad de la fiesta, mientras los ingenieros de sonido cambiaban y afinaban los instrumentos musicales, los locutores de la emblemática estación de radio subieron al escenario para convivir con sus fieles seguidores, una de las dinámicas que utilizaron fue dar regalos, así que María Letona fue la encargada de lanzar playeras a los ansiosos fans, mientras esperaban la entrada de la siguiente banda.

Uno de los grupos más esperados fue Los Mesoneros, que llegó para hacer bailar y cantar con sus rolas corta venas a todas las personas que se encontraban en el Foro Indie Rocks!. Iniciaron con su reciente sencillo "Dime como tú quieras", Luis Jiménez, vocalista del grupo venezolano, logró enamorar a más de una fan con su sexy movimiento pélvico y su peculiar voz, la cual hizo a los fans corear sus canciones por una hora.

Con broche de oro, Rebel Cats cerró la celebración por los 14 años de Reactor 105.7 FM, e hizo de la noche un gran baile en el que ninguna persona logró quedarse quieta. Los pioneros de la corriente rockabilly han logrado mantenerse a la vanguardia por el cariño de su público, pero sobre todo por ser fieles a sí mismos y a su proyecto, el cual los ha llevado a pisar grandes escenarios.

Rebel Cats, Los Mesoneros, Sexy Zebras y Johnny Nasty Boots les regalaron una noche mágica, llena de energía, emociones y baile a los fieles radioescuchas; estas bandas lograron que la celebración del 14 aniversario de la estación de radio Reactor 105.7 Fm fuera una verdadera fiesta, en la que ningún invitado salió sin haber bailado un poco.

¡Felicidades por tu aniversario Reactor 105.7!

Disfruta del streaming de Corona Capital 2018

¿No alcanzaste boletos? No te preocupes que aquí puedes ver vía streaming los detalles del Corona Capital 2018.

El Corona Capital se ha convertido en uno de los festivales más importantes de nuestro país. Este año la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez se engalanará con las propuestas musicales más importantes del mundo.

Este evento es uno de los más esperados del 2018 ya que su cartel está compuesto por grandes nombres como LordeThe Chemical BrothersNine Inch NailsThe War on DrugsMGMTNew Order,The KooksCHVRCHESRobbie WilliamsBastillePanic! At The DiscoODESZABØRNSBad SoundsSasha Sloan, entre otros.

Sabemos que estamos a horas de que comience y muchos se quedaron sin boleto o están bastante lejos. Es por eso que en Indie Rocks! tenemos el streaming para que disfrutes de cada uno de los actos que se llevarán este fin de semana.

Si no conoces a parte del cartel te dejamos una selección especial realizada por el equipo editorial de Indie Rocks! con las canciones que no pueden faltar. Da clic aquí.

Dale play a continuación:

Sábado Señal 1

Sábado Señal 2

Domingo Señal 1

Domingo Señal 2

Checa los horarios para ver a tus artistas favoritos en la comodidad de tu casa:

Gepe en el Centro Cultural Roberto Cantoral

El romance folclórico de Gepe.

Hace algunos meses vivíamos la emoción de la visita de Gepe al Foro Indie Rocks!, un espectáculo festivo, explosivo, con el cantante bailando en el escenario portando una máscara de luchador, una fiesta y una montaña rusa de emociones, o lo que es lo mismo, un show convencional del chileno; esto hacía pensar que su regreso a nuestro país tardaría un poco pero afortunadamente no fue así.

En los meses después de su visita se cocinó la salida de su disco Folclor Imaginario, si bien nunca el artista ha dejado de lado en su música los sonidos de Latinoamérica, con este LP se entrega de lleno a ellos, un homenaje a Margot Loyola que como consecuencia traería uno de los en vivos más especiales en la carrera de Daniel.

Quien ha ido a El Cantoral entiende lo peculiar que resulta vivir un recital ahí, el escenario rodeado casi los 360 grados de butacas, la cercanía del público, además de ser un recinto estéticamente maravilloso, parecía el lugar perfecto para ver a Gepe romper el molde, y lo fue.

Una alineación de siete músicos, más un desfile de instrumentos, como arpa, charango, acordeón, guitarras, contrabajo, saxofón, trombón, cajón; todo lo necesario para que sonará Folclor Imaginario más versiones adaptadas de sus éxitos, contrario a otros actos, esta gira ofrece algo más intrínseco y profundo.

Alrededor de las 20:30 H. y después de una introducción instrumental el cantante saltó al escenario para interpretar “Qué sacarán con quererme” seguido de “Hablar de ti”, para así darle la bienvenida a un público que no dejaba de festejar, ver a Daniel interpretando “El volcán”, “Tu nombre” o “La vertiente” y explicando un poco la historia de cada canción, solo reafirmó la madurez que ha alcanzado como artista, y cómo ha logrado consolidar su versatilidad, estamos presenciando tal vez a una de las mejores versiones de Gepe (si no es que la mejor).

El éxtasis se presentó muy pronto con “Alfabeto”, donde el teatro se puso de pie y bailó hasta donde las butacas lo permitieron, también hubo tiempo para mencionar al pueblo mapuche y mostrar solidaridad con Flor Canelo, e interpretar una tremenda versión de “Amor violento” de Los Tres en honor a Álvaro Henríquez.

El teatro entero coreó “Ser amigos”, “Fruta y té”, y al grito de “a ustedes se les viene y a nosotros se nos va” llegó “Invierno”, no faltaron “San Miguel”, “Joane”, ni “Marinero Capitán”. La atmósfera del lugar era suave, relajada, el público se mostraba en conexión íntima con su artista, había algo de magia. Con “Bomba Chaya” bajaron del escenario y regresaron con “Las hojas de los naranjos”, y dar cerrojazo con “Hambre”, el concierto había llegado a su final y la gente pedía más.

La noche fue un éxito y seguramente del agrado de todos, Gepe logró darle su estilo al folclor como consecuencia de un proceso artístico natural, y es que tarde o temprano esto iba a pasar, uno siempre termina regresando a sus raíces y enamorándose de ellas.

Exploded View en el Foro Indie Rocks!

Déjà vu y otras formas de experimentar junto a Exploded View.

La palabra déjà vu no está en el diccionario de la lengua española (RAE)... porque tiene origen francés. Básicamente significa: “ya visto antes”.

Anoche, mientras un nuevo frente frío congelaba la Ciudad de México, uno de los proyectos más disruptivos en la industria calentaba el ambiente. Para los que no conocen a Exploded View, es proyecto conformado por la alemana Anika Henderson y los mexicanos Martin Thulin "Fancy Free” a cargo de batería y guitarra, Hugo Quezada del bajo y Amon Melgarejo, quien alterna guitarra y sintetizadores. Su historia comenzó justo en México y ha tenido eco suficiente para almacenar tres LPs en su existencia. El pretexto para verlos pisando escenario de nuevo en tierra mexa fue Obey, su trabajo más reciente.

Cuando la energía fluye, existen milagros o secretos bien guardados como B.A.R.D.O.S.S. del sello independiente Wicce Records. Ellos son un grupo capitalino al que no le interesan los parámetros musicales, exponen un sonido experimental que oscila entre el rock progresivo, psicodélico nato y experimental per sé. Ruidosa, alquímica y psicodélica de otro planeta fue la presentación de Omar Carapia, Fabián Márquez y Gerardo Peralta como primer platillo de la noche que, para ser el primero fue bastante fuerte. Más proyectos como éste a la luz, por favor (cadenas de oración).

Anika subió al escenario con el mismo collar que le vi puesto en Corona Capital hace un año. Largo hasta tocarle casi el ombligo, redondo y grande como si fuera un oráculo. Ahora parecía un ángel blanco, y en trance, como es costumbre cuando sale a cantarnos sobre existencialismo, oscuridad, muerte, fiestas, alucinaciones, escepticismo y demás que con el agudo e introspectivo carácter, hasta cierto punto indómito.La comunidad que ha creado HIPNOSIS va en aumento, los asistentes se codeaban entre sí, como en todo concierto, a diferencia de ellos que se saludan como familia que se reúne a celebrar y a pasarla bien. Una pareja de amigos que se conocieron en la fila para comprar playeras de King Gizzard feat. KeMonito en HIPNOSIS 2018 se veían de nuevo y disfrutaban del trance. Exploded View creó una conexión mental y corporal con todos. Eso no hubiera sucedido en su presentación en Corona Capital, de día y con poca audiencia debido al horario, ni debajo de un escenario con carpa. Gracias, HIPNOSIS.

Además de varios pertenecientes al Obey, sonaron los ya conocidos tracks “Orlando”, “Dark Stains”, “Lost Illusions”, “No More Parties in the Attic”, donde Anika se paseó cual Nick Cave entre el público para cantar y bailar sin miedo a la intimidad. El virtuosismo de Hugo Quezada y Amon Melgarejo para intercambiar roles entre guitarra y sintentizadores fue un volón de sesos al instante.

Todo un déjà vu lo que pasó entre Exploded View y la comunidad HIPNOSIS. Tienen el súper poder de transportarnos a una psique que recuerda haber estado en el pasado, en el mismo lugar, escuchando los mismos sonidos espeluznantes, pero relajantes que hacen engaños a nuestras mentes y sentidos. ¿Me pregunto si ellos también habrán sentido que regresaron a sus orígenes?

A Taste of Sónar 2018

La noche que la CDMX desapareció en una fábrica de harina.

Baile, música, creatividad y tecnología, esos son los estandartes de un festival que se creó en 1994 en Barcelona y que ahora llegará a México. Es único en su tipo, ya ha pisado otras ciudades como Bogotá, Hong Kong, Reykjavik y por supuesto no podría faltar la CDMX.

Para celebrar su llegada se anunció A Taste of Sónar, encabezada por nada más y nada menos que por el DJ Laurent Garnier. Se llevó a cabo en la ex Fábrica de Harina, en Azcapotzalco.

El venue era particular en sí mismo, una fábrica abandonada, repleta de murales y graffiti por todas partes. Luces que iban del rojo, al azul, pasando por el naranja. Mientras el ambiente iba calentándose poco a poco a medida que caía la noche.

Era el lugar idóneo, al entrar parecía por un segundo que estabas fuera de la ciudad, que entrabas en una escena de alguna película. Lo que ocurría adentro, salía por completo del caos y de todo lo que vivimos afuera.

BBY JSS comenzó, la gente comenzaba a llegar, recorría el lugar y se adaptaba al ambiente, después, Iñigo Vontier sacudía los cuerpos que cada vez se veían más y más juntos, al mismo ritmo y en la misma sincronía.

Sónar es un festival que siempre ha salido de ser solo un encuentro musical, expande sus horizontes a la creatividad y el arte. Y la ex Fábrica de Harina a pesar de ser pequeña y ser sólo una fiesta de celebración englobaba todo aquello y la gente, lo sabía.

Alrededor de las 23:00 Metrika salió detrás de unas luces rojas y de pronto, algunas luces caían del techo al suelo, eran reflejadas hacia otros puntos por espejos y así, las cosas se pusieron aún mejor.

El momento estelar de la noche llegó cuando Laurent Garnier, el DJ francés tomó el control de la noche, las luces eran espesas y era complicado verlo detrás de la tornamesa pero no era necesario, la gente bailaba por igual y se desconectaba de un mundo que parecía seguir a fuera.

A Taste of Sónar fue solo una cucharada de lo que será el Festival Sónar por primera vez en México, sinceramente, no considero que haya manera de que nos defraude.

Café Tacvba celebra 30 años de carrera con un nuevo unplugged

Será la primer banda en hacer dos MTV Unplugged.

Café Tacvba es una banda que se ha encargado de mantenerse a la vanguardia a lo largo de todos sus años de carrera, buscando innovar y experimentar para seguir agradando a su público y atraer a gente nueva; en esta ocasión la agrupación mexicana ha sorprendido con la noticia de un nuevo Unplugged para la cadena televisiva MTV.

En 1995 Rubén Isaac Albarrán Ortega, Emmanuel del Real "Meme", José Alfredo Rangel Arroyo y Enrique Rangel Arroyo grabaron su primer MTV Unplugged, en aquel entonces solo contaban con dos discos, y su setlist se compuso por 12 canciones, las cuales fueron “La Ingrata”, “El Metro”, “Esa Noche”, “María”, “El Ciclón”, “Bar Tacvba”, “El Baile y El Salón”, “Las Flores/La Huazanga”, “El Puñal y El Corazón”, “Una Mañana” y “Chica Banda”. 

Después de casi 24 años de la grabación de este emblemático material audiovisual, Los Tacvbos se convierten en los primeros músicos en Latinoamérica en realizar dos Unplugged para MTV. El acústico se espera para mediados de 2019, año en el que la agrupación cumple 30 años en la escena musical independiente mexicana.

Recordemos que hace unas semanas fue liberada la sesión que la agrupación mexicana Café Tacvba realizó para Tiny Desk de NPR, en la cual –los originarios de Ciudad Satélite– hacen un recorrido con cuatro sencillas pero poderosas canciones, “Olita de altamar”, canción que se desprende de El objeto antes llamado disco“Diente de León”, lanzada el año pasado en Jei Beibi, el clásico extraído de Re lanzado en 1994, obviamente nos referimos a “Las flores” y finalizó con “Que no”, una de las favoritas del público, extraída de Jei Beibi

En lo que llega el tan esperado Unplugged, disfruta de Café Tacvba en el aniversario número 20 del Vive Latino.

Ariel Pink sorprende con "Mopehead", su nuevo video

Foto: Suki Dhana

Ariel Pink comparte un misterioso video con "Mopehead", su nueva canción.

El año pasado, el músico de Los Ángeles publicó Dedicated to Bobby Jameson, onceavo álbum de estudio que fue muy bien recibido por parte de la critica y que fue un éxito comercial por temas como "Feels Like Heaven" y "Another Weekend". Hoy, a más de un año de esa publicación, el interprete hace su primer y tal vez único lanzamiento del 2018.

Lo nuevo de Ariel Pink se llama "Mopehead" y, según la descripción en YouTube, el artista la grabó en la sala de su casa el mes pasado. Se ha vuelto muy común que el estadounidense use su hogar como estudio de grabación, como lo hizo con su último material.

El track de casi ocho minutos no cuenta con una melodía, ni siquiera hay instrumentos. Todo fue creado, en su mayoría, con extrañas grabaciones de la tv e incluso sonidos de estática, logrando un collage sonoro poco convencional.

La canción de Ariel Pink viene acompañada de un video, el cual complementa muy bien con tomas de diferentes películas y shows de televisión. Se distinguen partes del filme Viernes 13, algunas caricaturas antiguas e incluso el videojuego de Tomb Raider.

Puedes ver el video de "Mophead" justo aquí: