La pesadilla gótica de Playboi Carti.
El cambio de década también trajo consigo el inicio de una transición generacional de los referentes pop que se ha ido desarrollando de manera gradual y casi imperceptible. Los conceptos que diferencian al mainstream del underground son cuestionados, la segmentación en nichos recobra la fuerza perdida durante los primeros 20 años del siglo XXI y los artistas de culto regresan a la conversación. En ese sentido, dentro del hip hop, Playboi Carti es quizá el eslabón angular que ejemplifique todos esos paradigmas de una industria en estado de metamorfosis.
El rapero ha construido su carrera entorno a más mitos que realidades: desde material filtrado que funcionan mejor que los singles oficiales, hasta la figura de respeto que se ha ganado como entusiasta del arte barroco y la moda de alta costura, Whole Lotta Red es el último objeto de deseo de una escena que se desprende de sus fundamentos melódicos para matrimoniarse con el caos.
El sucesor de Die Lit es una anomalía dentro del género... Un esfuerzo de 24 canciones que se niegan a dar tregua. Y si bien no se especifica la aportación de cada uno, la asesoría de Virgil Abloh, Kanye West y Matthew Williams se percibe más allá de la estética que lo acompaña: Whole Lotta Red llegar a ser tan estrambótico, sombrío y desenfrenado como lo son la joyería de Alyx, la sonoridad industrial de Yeezus y el hype de OFF WHITE.
El combo de productores liderado por Art Dealer, Jasper Harris y Outtatown montan una narrativa gótica que traza el camino casi fantasmal de un Playboi Carti asediado por la fama, la adicción por la codeina y lo cercana que se siente una muerte en esas condiciones.
Sin duda, el sampleo de sonatas de Sebastian Bach y Alessandro Scarlatti es la decisión instrumental más osada del disco. "Stop Breathing", "Vamp Anthem" y "F33l Lik3 Dyin" sintetizan la efectividad de compactar 24 beats como cimientos y a partir de ahí, estirarlos y hacerlos convivir para lograr una cohesión orgánica en la que todos los tracks pertenezcan al mismo universo.
Por otro lado, que Kanye West, Kid Cudi y Future conformen tu lista de invitados luce como sinónimo de consistencia y éxito; por el contrario, en la práctica evidenció una mala elección de colaboradores según la energía que domina el disco. El rango en el que rapean los tres se siente fuera de sintonía de lo que propone Carti, por lo que sus respectivos versos suceden con monotonía.
Whole Lotta Red está concebido como un proyecto integral, lo que deriva en su principal problema: carece de canciones memorables y por lo tanto, de curvas climáticas que maticen la saturación de los beats.
Lo que apuntaba para ser la primera gran obra maestra de Playboi Carti, se convirtió en el paso transitorio donde confirmó el dominio de ciertos recursos, la evolución de otros y el fracaso rotundo de los demás; y aunque siempre es importante resaltar la ambición creativa, para el rapero de Atlanta, la distancia entre conceptualizar y ejecutar todavía es significativa.
