Checa el cover de Lorde a St. Vincent

Foto Emma Swann

A lo largo del Melodrama World Tour, Lorde ha demostrado que es buena para reversionar rolas.

Lorde sigue de tour y durante su parada en el Barclays Center de Nueva York, invitó a su productor Jack Antonoff al escenario. El resultado: un cover al tema "New York" de Annie Clark a.k.a St. Vincent.

Durante el performance se puede ver Lorde interpretar el track de MASSEDUCTION, mientras Antonoff toca el instrumental con una guitarra, misma que le da un toque acústico. Luego de esta interesante adaptación, el también integrante de Bleachers, pasó a tocar el piano para que la neozelandesa cantara los temas "Hard Feelings" y "Liability" incluidos en su más reciente placa Melodrama.

Lo puedes ver a continuación:

Ahora dale play a la versión original curiosamente producida por Jack Antonoff:

Esta no es la primera vez que Lorde interpreta un cover ya que el pasado mes de marzo, en el inicio de la etapa norteamericana de su gira, la también compositora, interpretó el tema “Solo” de Frank Ocean. El track forma parte del álbum Blond, que de acuerdo a la originaria de Nueva Zelanda, fue pieza clave para la creación de su más reciente LP.

Además de versionar la canción de OceanElla Marija Lani Yelich-O’Connor —nombre real de Lorde— sorprendió a los asistentes con una nuevo tema titulado “Precious Metals”, un descarte de su más reciente placa.

Frances Bean Cobain estrena canción original

En su cuenta de instagram Frances Bean Cobain compartió un extracto de su primer tema propio.

Hoy es el aniversario luctuoso de Kurt Cobain, líder de la eminente banda de grunge Nirvana que falleció en 1994 a la edad de 27 años. Y como conmemoración su hija Frances Bean Cobain compartió en la famosa red social un video de ella cantando una parte de lo que será su sencillo debut como músico.

Es normal esperar una trayectoria musical de la hija de dos líderes de bandas de rock, como ya mencionamos Kurt y la también vocalista Courtney Love de Hole, sin embargo ella había decidido mantenerse fuera del camino y acercarse a las artes.

Aunque ya habíamos notado que la música estaba en su ser, tal vez no como carrera pero sí como su hobbie, dejándolo en claro cuando compartió sus covers: "The Middle" de Jimmy Eat World "Hallelujah" de Leonard Cohen en instagram. Pero ahora sorprendió a sus seguidores al anunciar y compartir un extracto de una canción original.

Aún no dio a conocer el título, pero se pueden escuchar los siguientes versos a capela: "I think I saw you when I was small/ I think I found you/ A penny for your good thoughts".

Al compartirlo, lo dejó ver junto a una frase: "A) hay tantos momentos memorables en este clip B) Estoy súper inquieta porque no puedo tocar la guitarra con las uñas largas, así que estoy sentada en mi habitación cantándome a mí misma C) No tener televisión en mi casa es la mejor decisión porque me obliga a ocupar mi tiempo en cosas que alimenten mi mente y alma en lugar de desperdiciar energía en pensamientos que no debería de pensar".

El video fue removido recientemente de su cuenta de instagram por razones desconocidas, pero te compartimos una imagen del post original.

 

Otro año sin Kurt Cobain

Años después, Kurt Cobain suena a todo volumen.

And if you fool yourself, you will make him happy,
He'll keep you in a jar, then you'll think you're happy,
Nirvana "Sappy".

“Something in the Way” evoca uno de los tantos brotes psicóticos en los que un silente Kurt Cobain peleaba consigo mismo esperando que la corriente del río arrastrara un cadáver para dibujarlo en su diario, respirando la inmundicia y la miseria, añorando que el agua fuera la cura para el permanente dolor intestinal, aguardando el abrazo cariñoso de una familia disfuncional que nunca estaría ahí, escribiendo en los pilares del puente mensajes subliminales que se convertirían en frases para una generación que se sentiría identificada con su amargura, pero también con su sarcástica sonrisa.

En sus últimos días prefería sentarse en una banca afuera de la flamante casa que le había comprado la gloria de un contrato discográfico, esperando la gran explosión, necesitando sentirse mejor, recapacitando sobre todo lo que había pasado tan rápido: el ascenso a la fama, de los bares con calcomanías en la pared del baño al Festival de Reading, de los 600 dólares que costó Bleach a los millones que le había dado Nevermind, de la soledad a la paternidad como alta causa de una relación destructiva –dar la vida antes que quitarla, es mejor arder que extinguirse–.

Años después algunos apenas recuerdan cómo les llegó la noticia y algunos no supieron de Kurt hasta después de su partida. Hoy, 5 de abril, es tan solo una fecha estimada de su muerte. Hemos leído demasiado, escuchado diversas teorías y conclusiones a medias, visto imágenes y documentales con la anuencia de abogados por cuestiones de derechos, verdades a medias e historias a conveniencia.

Lo único que nos queda es poner sus viejos cassettes, girar sus discos o darle play en nuestro servicio de stream favorito. La vida cambia pero no el sentimiento por escuchar los salvajes riffs y la poesía maldita, los solos difusos y los gritos desesperados de alguien que se atrevió a rechazar abrir tours de Guns N' Roses y U2, de alguien obsesionado con el suicidio y que irónicamente compró el auto más seguro que podía manejar: el alma atormentada para algunos, el cobarde drogadicto para otros.

Cuál sea la opinión, la verdad más sensata es que Kurt Cobain no mentía cuando escribía, no nos estafaba cuando tocaba, no quería nuestro dinero ni un bobblehead con su rostro para vender como objeto de colección. Quería que también nosotros creáramos antes que autodestruirnos. “In My Life” de The Beatles sonó en su memorial porque, como muchos, en John Lennon encontró la salvación, y en esta cadena de músicos que se han ido y que han inspirado y siguen inspirado seguiremos viviendo y escuchando, y esperamos que aquellos que cantaban de nosotros sin conocernos no mueran. Cuando llega el inevitable día no basta con recordarlos, hay que hacer algo en honor a lo que nos dejaron: dedicarles unas letras, poner su música y transmitirla, porque solo así se alcanza la vida eterna, sonando a todo volumen.

¡Arctic Monkeys anuncia disco!

La banda liderada por Alex Turner confirmó el lanzamiento de lo que será su sexto material discográfico, Tranquility Base Hotel & Casino.

Cinco largos años han pasado desde la publicación AM (2013)el álbum clave que posicionó definitivamente a Arctic Monkeys en las letras capitales dentro de los carteles de varios de los festivales más importantes del planeta. Luego de una "sequía" considerable, está mañana se confirma lo que se venía suponiendo desde finales del año pasado: la publicación de otro LP.

Lo nuevo de Arctic Monkeys  llevará por título Tranquility Base Hotel & Casino y será puesto en circulación el viernes 11 de mayo. De acuerdo con el comunicado oficial, este material fue grabado en estudio de Los Ángeles, París y Londres. También se revela que fue producido por el propio Turner en conjunto con James Ford.

Todo parece indicar que durante su tour internacional la banda ya estará tocando los sencillos promocionales, y el disco entero estará disponible en servidores de streaming. Puedes consultar las fechas confirmadas aquí.

El material estará disponible en formato CD estándar, los diversos servidores digitales de escucha en línea y en vinilo color plata. Puedes preordenar el álbum en el siguiente enlace: Arctic Monkeys  Tranquility Base Hotel & Casino.

Portada de Tranquility Base Hotel & Casino

Tracklist de Tranquility Base Hotel & Casino

1. "Star Treatment"
2. "One Point Perspective"
3. "American Sports"
4. "Tranquility Base Hotel &Casino"
5. "Golden Trunks"
6. "Four Out Of Five"
7. "The World’s First Ever Monster Truck Front Flip"
8. "Science Fiction"
9. "She Looks Like Fun"
10. "Batphone"
11. "The Ultracheese"

 

Unknown Mortal Orchestra — Sex & Food

Un insólito viaje que trata de reinventar la psicodelia.

Por cerca de una década, Ruban Nielson ha comandado una orquesta sin nombre, que ha tratado de confeccionar una paradoja en los estándares correctos de la psicodelia. Con Sex & Food llega el lado más exploratorio e intuitivo de los neozelandeses, con atmósferas que alientan una magnífica paz, y que muestra riffs que no fueron creados de manera forzada, sino que nacieron por sí solos en una tarde repleta de creatividad. Y tal vez, todo en conjunto se encarga de estructurar una antología de todo lo bueno que confiere ser Unknown Mortal Orchestra.

“Major League Chemicals” sin duda es un comienzo perfecto al preámbulo creado por “A God Called Hubris”. Con un increíble sintetizador y guitarras que rayan en un viaje sublime, Sex & Food opta por empezar sin titubeos y por mostrar todo el lo fi en el cual la agrupación ha cimentado su carrera. “Ministry of Alienation” quizá sea uno de los mejores temas en el catálogo de la banda originada en Oceanía. La canción, muestra la construcción sólida de lo que es la neopsicodelia, y sobre todo, las increíbles formas que puede llegar a formar. Con calma, Unknown Mortal Orchestra nos involucra totalmente con un saxofón que sobre sale de manera casi autónoma.

“Hunnybee” es una pausa, una pista que alberga alegría en tus oídos. Arreglos funk con una sutil línea de bajo y guitarras sin distorsión. Una suave voz de Nielson hace olvidarnos del mundo por un instante. Todo para empatar perfecto para que se reproduzca la acústica "Chronos Feasts on His Children", un medio tiempo de cinco pistas que te hacen sentir algo por sí solas, y que constituyen una pieza musical única que va en ascenso y descenso, pero que devela una Unknown Mortal Orchestra más madura y que no la da miedo escaparse del libreto.

La culpa y la caballería sugiere subir los ánimos, “American Guilt” suena fuerte y contundente. Desde hace 10 años en el continente más pequeño del planeta se crea psicodelia sin pretensiones, en un estado de pureza abrumador. Casos gigantescos como Tame Impala y Pond son la fundamental esencia, pero Unknown Mortal Orchestra es un ejemplo aparte. Magníficos músicos que no se atan a un sonido y crean riffs llenos de poder que pueden mover cualquier audiencia alrededor del mundo. Estamos a la mitad de la irrealidad en la que nos transporta el quinteto que sigue en un gradual crecimiento creativo.

El lado más pop y electrónico surge en un disco que podría con facilidad ser dividido en dos; esta segunda parte, con tonalidades disco que van redescubriendo una nueva forma de entender y escuchar la música de Unknown Mortal Orchestra. “The Internet of Love (That Way)”, “Everyone Acts Crazy Nowadays” y “This Doomsday” son ejecutados de manera casi prodigiosa. Los dotes en las cuerdas son explotados y los sintetizadores suenan como respaldo para crear una marea de distintos ritmos con letras mucho más pensadas, y que dejan entrever una extensiva evolución de Nielson como artista y persona.

El recorrido musical se va disipando y la cuarta etapa en la carrera de Unknown Mortal Orchestra llega a su fin. Con “How Many Zeros”, “Not in Love We’re Just High” y “If You’re Going to Break Yourself” el conjunto neozelandes nos muestra las verdaderas virtudes de un género que es reexplorado. Que sin la necesidad de riffs llenos de ruido, pueden engancharte en un pequeño episodio de delirio en menos de una hora.

Sin miedo a equivocarme, puedo afirmar que Unknown Mortal Orchestra ha creado el disco más puro y transparente en sus ocho años de existencia. Banda que con altos y bajos, siempre ha estado en la vanguardia por su manera de construir sus brechas sonoras. Y que aunque ha tenido una evolución constante y notoria, mantiene la esencia musical corroída en su ser desde su debut homónimo. Larga vida a la letal orquesta.

Entrevista con Psychic Ills

Foto Kenny Jossick

Transportarte a otro lugar con su música, el propósito de Psychic Ills.

La idea de que el movimiento de psicodelia y garage está muriendo entre la oferta de proyectos y conciertos en la caótica Ciudad de México será cuestionada más pronto de lo que se cree. HIPNOSIS trae ecos este año, creando una cadena de shows que arrancaron con The Make-Up la semana pasada, en donde pude aprovechar para entrarle al mosh pit y acompañar a Ian Svenonius en su cálida presentación. En mayo veremos el regreso de (fucking) Oh Sees y dentro de pocos días tocó el turno de los neoyorkinos Psychic Ills (Tres Warren y Elizabeth Hart). A propósito de su visita, tuvimos una charla con Liza, bajista del proyecto.

Cuando escuché por primera ocasión a Psychic Ills fue con el track “I Don’t Mind”, entonces me atrapó la mezcla de sonido country soul y psicodelia. La mezcla de géneros es un ejercicio que le ha venido bien a varios proyectos, al igual que a los de Nueva York. “Tenemos ciertas influencias country en nuestro sonido, no solo en Inner Journey Out, nuestro más reciente álbum, sino en varios materiales editados. Hemos mezclado ciertas características country que definen mucho a Tres. Para la canción que comentas nos gustó realmente el resultado, gracias a la voz de Hope Sandoval.

Trabajar de manera independiente con Sacred Bones Records debe tener sus ventajas; no es como que todo el espectro de las grandes disqueras sea abrumador, de ahí la importancia de saber su perspectiva al momento de trabajar en su proyecto de más de una década de solidez. “Siempre trabajamos muy en conjunto Tres y yo. La guitarra y batería es lo que más sobresale al momento de tocar, ya sea grabando o en un escenario. En nuestro último material hicimos muchas pruebas para incluir elementos adicionales; por ejemplo, en las cuerdas quisimos meter más efectos de sonido y generar un poco de violencia en las canciones instrumentales. Hemos tratado de agregar cosas inusuales. En vivo tenemos un sonido con más instrumentación que la de estudio”, comparte Liza.

Cuando pienso en Nueva York, quizá no percibo la vibra psicodélica tanto como en Texas, por ejemplo. La preferencia para muchas bandas en cuestión de shows en vivo se encuentra incluso en otros estados o países contrarias a las de origen. Para Psychic Ills no existe el favoritismo al momento de elegir dónde tocar.

“Los venues en Nueva York están cambiando todo el tiempo y no duran mucho funcionando. Quizá es por eso que hay demasiados y no tenemos uno que sea tan importante para nosotros. Siempre hay lugares nuevos y eso nos gusta. Quizá no tengamos un lugar favorito en Nueva York, pero hicimos un concierto muy pequeño en diciembre que nos gustó bastante, fue en Union Pool, muy pequeño, pero divertido”.

Foto Kenny Jay Jay

Psychic Ills comenzó en 2003, eso me dice que han trabajado mucho para que permanezcan juntos. Al respecto, deben existir ciertos aprendizajes de trabajo en equipo, Liza opina al respecto. “Tres le imprime el toque personal a las canciones, él es quien escribe la mayoría de las canciones o ideas. Entre los dos trabajamos juntos para encontrar la estructura de cada canción, es decir, en cuestión de instrumentación. Él y yo hemos trabajado desde el principio en Psychic Ills, pero en realidad somos cinco personas trabajando ahora en esto. Ambos trabajamos en otros proyectos de música adicionales y yo también soy bailarina en mi tiempo libre”.

Mucha gente relaciona la psicodelia con los visuales proyectados en una pantalla detrás del escenario y esto los mantiene en el movimiento psicodélico, por así decirlo. En el caso de ellos, no traen un concepto subjetivo al momento de subirse a un escenario. Liza tiene una percepción sencilla sobre su show en vivo. “Con la banda que somos ahora, tenemos algo divertido para el show. Nuestro baterista es fantástico, en sí todos le metemos mucha energía para hacer algo divertido en vivo”.

Además de la parte visual en la psicodelia, se encuentra la parte alucinante que, muchas veces se debe a las drogas. Para muchos, la relación de la música con las drogas es obvia, sin embargo Liza opina lo contrario, incluso con nervios de responder a la pregunta, sostiene: (Primero se escucha su risa en el altavoz, después…) “No lo sé, creo que algunas veces la música te hace sentir como si hubieras consumido drogas, aunque no lo estés haciendo. Realmente creo que mucha gente cree que las drogas son necesarias para estar en esto, pero no lo es”.

Con el gig de The Make-Up nos quedó claro que caer en un estado hipnotizante es más sencillo cuando el artista conecta con el público. Para Liza, la palabra HIPNOSIS le hace pensar en un estado mental sujeto a la creación de un contraste del espacio y tiempo. “La palabra hipnosis me hace pensar que, aunque estemos tocando en México, queremos transportarlos a otro lugar y que sientan ese contraste”, comparte entusiasmada.

Nos encantó ver a los neoyorquinos haciendo lo propio en el Foro Indie Rocks!, en donde nos transportados a otras latitudes con un poco de psicodelia con tintes de country soul. Además, el talento nacional de The Volture y Moon Moon.

“Nos emociona tocar en México y de tomar la oportunidad que nos dieron de presentarnos”, compartió Liza. También hicieron lo propio en Futuro Festival y nos morimos de ganas por que se repita en el Foro Indie Rocks!.

 

Milky Chance en El Plaza Condesa

La banda prende El Plaza Condesa con su sonido electrizante.

Los ritmos explosivos de Milky Chance convirtieron El Plaza Condesa en el paraíso de los amantes de la música bailable la noche de ayer. Después de recorrer su gira por Norteamérica la banda logró presentarse por primera vez en nuestro país para conquistar al público mexicano con su pasión musical y sobre todo con los beats deslumbrantes de su reciente placa discográfica Blossom.

Desde las 19:30 H. los seguidores del grupo empezaron a llegar, la mayoría venía entre amigos o con su pareja, pero no faltó quien se animará a disfrutar del concierto alone. El lugar a las 21:00 H. ya estaba repleto de personas; todos ansiosos chiflaban y gritaban para demostrarle a la banda alemana que necesitaban de su dosis musical para brillar mientras salía la luna. No fue hasta las 21:15 H. que el escenario se prendió con las luces de colores y la energía de Milky Chance.

El vocalista y guitarrista Clemens Rehbein vistió de pies a cabeza un atuendo negro mientras el DJ y productor Philipp Dausch lució casual con una camisa blanca y una chamarra que después desapareció debido al calor que inundó el recinto. Desde el inicio, el grupo tuvo una actitud súper positiva con sus tracks “Doing Good” y “Cocoon”, haciendo que su público se amontonara sobre el escenario, cantará, y disfrutará de la música que corría por sus venas.

Se percibía como se sintonizaba el ritmo de los instrumentos, la voz del cantante, la audiencia y sobre todo el ambiente de El Plaza, como si fuera un instante perfecto que se esfumaría poco a poco en el tiempo. Eran las 21:30 H. y Milky Chance ya había conseguido hacer explotar el auditorio con “Flashed Junk Mind” al llevar su sonido eléctrico y pop al siguiente nivel. Además, Clemens no dejaba de reflejar su calidez y buena vibra por medio de sus palabras: “Estamos muy contentos de estar aquí con ustedes”.

No hubo ninguna canción que no se escuchará corear del grupo, pero sin duda, las que más retumbaron El Plaza fueron “Blossom” y “Firebird”. Eran las 22:00 H. y Milky Chance mostró su lado más relajado y romántico con “Ego”, todos sacaron sus celulares y encendedores para alumbrar el sitio mientras acompañaban las letras melancólicas de la composición.

La agrupación se despidió a las 22:20 H., pero al ver que su público no se cansaba y quería más, tuvo que cumplir con su deber y regresar al escenario para hacer sonar la canción que todos esperaban: “Stolen Dance”. Al terminar ese track la intensidad se intensificó con “Sweet Sun” a tal grado de que Philipp se aventó al público después de haberse subido a una de las bocinas a tocar un solo con la armónica. Por último, los artistas se abrazaron y mostraron orgullosamente su bandera alemana mientras sus seguidores gritaron e hicieron el símbolo de corazón con sus dedos de las manos como muestra de cariño hacía Milky Chance.

David Byrne en el Teatro Metropólitan

¿Apropiación cultural?

En los últimos años la sociedad occidental ha vivido una serie de condiciones en las cuales integrantes de una pseudo-burguesía artística han intentado hacerse del control de expresiones culturales de sociedades de las que no son participes social, económica, política ni, por supuesto, culturalmente. El objetivo de este grupo de personas es retomar lo curioso, lo que representa al otro y poseerlo para hacerlo pasar por propio.

El Teatro Metropólitan vivió una noche en donde se encontraron dos músicos que representan visiones diferentes sobre retomar la influencias artísticas y culturales de sociedades alrededor del mundo. Propuestas contrarias que demuestran que el arte es un compromiso político.

El Instituto Mexicano del Sonido fue el encargado de abrir la noche en el recinto del centro histórico. Media hora de show se vivió para un auditorio que se encontraba a la mitad de su capacidad se impacientara por la aparición del ex líder de Talking Heads.

Un minuto después de las 21:30 H. llegó al escenario David Byrne quien ataviado con su, ya clásico, traje gris tomo asiento en medio del escenario para comenzar su presentación. Una decoración sencilla, pero que al estar mezclada con los juegos de luces que durante la presentación jugaron un papel muy importante creó la atmósfera perfecta para un show con una teatralidad exacerbada.

Pasaron los minutos y poco a poco el ensamble de músicos que acompañan a Byrne en esta gira entraron al escenario, todos portando el mismo traje, descalzos y siguiendo a David en un acto cuasi religioso-musical. Con más de cuatro décadas en el mundo musical, Byrne ha creado una sólida base musical que en sus diferentes proyectos se ha ejecutado con su particularidad y con base en las condiciones de posibilidad de cada proyecto.

La selección que hizo David para este concierto incluyó canciones de su más reciente disco American Utopia, clásicos de Talking Heads y una selección especial de su colaboración con St. Vincent. Cada uno de estos proyectos solo se relacionan por la voz que lo caracteriza, pero sonoramente tienen pocos puntos de relación entre ellos, pues cada uno surge a partir de contextos diferentes.

El gran diferenciador de David Byrne es que retoma cada uno de sus proyectos, pero junto con su ensamble los reversiona para generar una presentación homogénea que hace disfrutar aún más el show porque ninguna canción se siente forzada y todas entran dentro del libreto que el director de escena Byrne se ha encargado de armar para dotar de cada una de ellas partes de una coreografía que hace sentido particularmente y en su unión global.

Retomando el título de este texto y la introducción del mismo, la apropiación cultural ocurre cuando la persona que se apropia del elemento artístico está desligado de la realidad donde surge éste. David Byrne es todo lo contrario a este tipo de apropiación cultural, porque el ensamble que ha conformado es el mejor ejemplo de la multiculturalidad y de conjuntamente crear una serie de sonidos que les pertenecen.

Byrne conoce las culturas afro-caribeñas, sudamericanas y de Asia-pacífico, por ello no duda en utilizar todo el aprendizaje adquirido de estas sociedades para transmutar su sonido y alejarlo de sus inicios en Nueva York para incluirlo en creaciones musicales donde la nacionalidad se difumina para dejar que el arte guíe las creaciones. Percusiones y cuerdas llevan cada una de las canciones interpretadas durante la noche, cada una es una versión única de la canción pues Byrne nunca se queda estático y busca innovar en todo momento hasta con esos elefantes blancos que han construido su carrera como “Once in a Lifetime” o “The Great Curve”.

Pocos músicos deciden salir de su status quo para seguir creando desligado de sus inicios, la mayoría de las carreras solistas es solo regenerar el sonido una y otra vez para nunca trascender y quedar atado a un sonido primigenio. Byrne rompe con ello y decide hacer música desde diferentes géneros y sociedades, por eso puede crear una comunidad como lo hizo en este concierto; la conexión con la gente demuestra que la música es un lenguaje universal y que no es necesario apropiarse de una cultura para usar sus sonidos, lo que si es necesario es conocer esa cultura, comprenderla y sumar a talentos de la misma para la creación.

En el siglo XXI muchas personas utilizan elementos de culturas que no comprenden para mantenerse en las tendencias en diferentes disciplinas, pero en un mundo donde eso ocurre, saber que existen músicos con compromiso político y social como David Byrne es un aliciente, pues él nos da una cátedra de integración, que en este momento no existe y busca eliminarse para volver a la otredad clásica y seguir juzgando sin conocer para, así, mantener los prejuicios.

La noche terminaba, tras el encore que incluyó una canción de Talking Heads y una puesta en escena musical filipina, el público sentía que era el final del concierto, había un sentimiento de satisfacción porque todos sabíamos que presenciamos un show que será irrepetible. Fue en ese momento cuando Byrne y su séquito tomaron de nueva cuenta el escenario para el momento más emotivo y político de la noche.

“Hell You Talmbout” de Janelle Monáe fue la última canción que interpretaron. Y lo hicieron con un claro mensaje para nosotros, no debemos olvidar a las personas que se encuentran desaparecidas porque ellas siguen ahí perdidas por la culpa de gente despiadada, personas a las que que la vida humana no les importa. “Say his name” se repitió en el escenario y en las butacas durante cinco minutos, mientras uno a uno los nombres de personas que no están con nosotros fueron recitados, silencio abismal mientras se hacía el recorrido de los nombres, desesperación de vivir en un mundo donde alguien más puede decidir tu destino porque ejerce un poder fáctico. David Byrne hace política, sí, hace política porque su arte y estilo de vida son un acto político ligado a una efervescencia por mejorar el mundo y no dejarlo perder.

Byrne representa nuestros sueños por rescatar a las sociedades de personajes que solo nos dañan. Bajo el contexto en que los mexicanos nos encontramos, la elección de la última pieza musical nos motiva a nunca dejar de luchar por nuestros ideales.

David Byrne se retira del escenario, ahora sí, el concierto ha terminado, pero nos llevamos un mensaje para no detenernos y seguir combatiendo por un mundo mejor. El Metropólitan queda como testigo mudo de una noche maravillosa donde se creó una comunidad gracias a la música.

The Messthetics — The Messthetics

Un espacio de liberación creativa.

Tener proyectos alternos puede ser un arma de doble filo; por un lado, obtienes un espacio de liberación, una herramienta para realizarte y llevar a cabo una idea que, tal vez, no tiene cabida en tu trabajo o vida; por otro lado, tienes una responsabilidad más y menos tiempo libre.

Esto aplica en cualquier ámbito de la vida, especialmente en la música, donde los proyectos alternos son cada vez más comunes, aunque, muchas veces, la necesidad e importancia de su existencia son cuestionables por la falta de originalidad o por no igualar a la banda de la que provienen sus integrantes. Sin embargo, The Messthetics –el nuevo proyecto de Joe Lally y Brendan Canty, integrantes de Fugazi, y Antony Pirog, integrante de Skysaw y New Electric–, es un proyecto alterno que vale la pena escuchar.

Su álbum debut de nombre homónimo al grupo, es una agradable mezcla de math rock con breves momentos de jazz y un ocasional toque de folk. Es un disco que se debe escuchar con la mente abierta a nuevos sonidos, ya que no suena a los otros proyectos de los músicos estadounidenses.

Todo empieza con “Mythomania”, un track con percusiones de jazz iniciales que van acompañas por las guitarras que, poco a poco, comienzan a tornarse más estridentes y protagónicas.

Continúa “Serpent Tongue”, uno de los mejores sencillos del material, con una esencia rockera y una serie de escalas musicales que, como hace referencia el nombre de la pista, te crea imágenes de una especie de serpiente zig zagueando en tu mente.

Continúan “Once Upon a Time”, una canción relajante con un sonido que bien podría ser la introducción de cualquier película de la edad media y “Quantum Path”, una rola cuyas guitarras recuerdan por momentos a Led Zeppelin y que se va convirtiendo en un math rock que bien podría tocar Battles.

Siguen detalles destacables como “Your Own World” y “Radiation Fog” , canciones de duración corta con notas desgarradoras y emocionantes, y “The Inner Ocean”, corte de duración larga, que se presta para clavarte en tus pensamientos y meditar.

Finalmente, cierran “Crowds and Power”, canción con un sonido poderoso y “The Weaver”, que contiene ligeros toques de folk para otorgar calma después de la tormenta de la pista anterior.

En resumen, The Messthetics no es un disco que pasará a la historia como una de las joyas de esta década, es un espacio donde Joe Lally y Brendan Canty pudieron desahogar el math rock que solo pudieron explotar por momentos en Steady Diet Of Nothing de Fugazi, así como Anthony Pirog pudo demostrar sus dotes de jazz y el math rock que también demostró en New Electric.

 The Messthetics es un álbum que tienes que escuchar más de una vez para desmenuzar sus sonidos, así como para poder disfrutarlo completamente. Es un álbum que destaca por su equilibrio, su sonido variado y la química que desarrollaron sus integrantes.

Entrevista con GusGus

Foto Alexander Elizarov

Un hotel de house y el soundtrack de la vida: GusGus.

¿Cuánto has estado en este hotel? (Pregunta ella)
No lo sé. (Responde él)
¿Más de una semana?
Más de una semana.
¿Más de un mes?
Más de un mes.
¿Cuánto cuesta?
Creo que unos 750 millones de euros o algo parecido.
¿Cuánto vas a quedarte?
¿Cuánto vas a quedarte tú?
Me voy mañana por la mañana. Creo que es hora de que vuelvas a casa.
Probablamente...

Él ha dejado su hogar por un conflicto con ella, su pareja; se ha mudado a un hotel en París y ella (Natalie Portman) ha ido a buscarlo, le llama desde el aeropuerto para preguntarle por el número de cuarto. Él se llevó sus pertenencias: sus discos, sus pinturas, sus libros, su iPod –que conectado a una bocina reproduce “Where Do You Go To (My Lovely)?" de Peter Sarstedt en cuanto ella entra–, y sus pequeños objetos personales... en el cortometraje Hotel Chevalier del director estadounidense Wes Anderson el hombre (Jason Schwartzman) ha transformado el cuarto del hotel en su hogar.

Pero no es su hogar. “Los hoteles son un lugar de paso”, dice Daníel Ágúst Haraldsson de GusGus. Sentado en un restaurante “muy hermoso y colorido” de Tepoztlán, Morelos, el integrante de la banda islandesa se toma unos días de descanso antes de que ponga en trance a Guadalajara. “No soy fan de los hoteles ni de los aeropuertos, pero tengo que ir a esos sitios para hacer lo que amo y lo que amo es tocar en vivo. Los hoteles no son muy personales, por supuesto que hay unos muy agradables, pero no puedes decir que sea tu hogar. Algunas veces puedes ser un extranjero ahí y si te quieres aislar o si quieres paz está bien, pero a lo largo pierdes comunicación con la gente”.

GusGus tiene un hogar que no está precisamente en Islandia, pero Daníel no se da cuenta de dónde está ese lugar. Sin embargo, durante la conversación con Indie Rocks! lo sugiere en diferentes ocasiones. La banda tiene un nuevo álbum Lies Are More Flexible, que presentará en la primera edición del festival Corona Capital Guadalajara el 7 de abril y con el cual quiere crear un ambiente hipnótico de house y downtempo, un espacio para que la audiencia “se pueda encontrar a sí misma, disfrute, sonría y grite el show completo”. Quiere también que los asiduos a su sonido adictivo piensen en el entorno, en el ambiente y se sientan cómodos.

El nombre del álbum tiene una “idea filosófica sobre la verdad, de cómo es maltratada, cambiada y usada para persuadir. Puedes encontrar una verdad flexible o diferentes tipos de verdades o diferentes puntos de vista sobre la verdad; es más fácil decir mentiras, porque son más flexibles para manipular a una audiencia, eso es lo que estamos atestiguando ahora. Puedes jugar con la verdad, pero todos los hechos en la ecuación tienen que ser 100% correctos para que sigamos hablando de verdad. Queríamos que la gente pensara en ello, que pensaran sobre qué es lo que ven en redes sociales y en las noticias”.

Foto Kjartan Hreinsson

El ahora dueto –qué curioso nombre, GusGus, suena gracioso si se dice en voz alta, ¡GusGus! ¡Guuus-Guuus!– se sentó en el estudio a pensar en su nuevo lanzamiento. “Cuando hacemos música estamos seguros de que vamos a hacer nuestro álbum favorito, nuestras canciones favoritas, de que haremos un álbum clásico, ahí empieza la exploración, eso nos da valor para ir más lejos en la creación, tiene que ser una investigación; una búsqueda del alma, la mente y el cuerpo. Cómo vamos a crear esta música, cómo vamos a reflejar nuestras emociones, cómo va a ser este soundtrack de nuestras vidas”.

La situación del hogar vuelve de nuevo, poco a poco se va entendiendo de qué se trata, primero queda claro que no está en un país en particular, que no es una ciudad y que no es un inmueble. “Toma tiempo que la gente conozca las nuevas canciones, cuando presentábamos canciones que eran nuevas y ahora son ya viejas teníamos que esperar a que la audiencia las entendiera, para que conectara con ellas, los ingredientes de las nuevas canciones son igual de poderosos que los que tenían las anteriores, algunas de éstas son más pop, más accesibles, las nuevas son más profundas”. Ha quedado claro, para la banda su hogar está en su música, en esos espacios en donde ellos la tocan, la ejecutan, le dan vida.

“Para hacer un álbum das todo lo que tienes y cuando haces eso puedes sentirte vacío, un poco deprimido, sientes un hueco en tu alma. Queremos crear un panorama de sonido que la gente ame, ser honestos con nuestra existencia, es un proceso que toma mucho tiempo, no queremos acelerarlo, queremos hacer lo correcto. Nosotros vemos la creación de un álbum como una pieza de arte. Como artistas no queremos hacernos famosos y ricos, queremos desarrollar conceptos en los que creemos, con los que podamos vivir y con los cuales podemos viajar”, agrega apasionadamente Daníel Ágúst Haraldsson.

Su próximo hogar está en Guadalajara, detrás de su equipo, frente a una multitud que sedienta de beats y baile se sienta como en casa, que pueda apagar la luz y dejarse guiar hacia un lugar especial.

“Tenemos altas esperanzas de la gente y de nosotros, de que podamos crear el ambiente adecuado para que haya una comunicación de música y baile, para una experiencia física y espiritual inolvidable o que por lo menos el público disfrute mientras nos estamos entregando; cada show de nosotros es muy energético, es como nuestro lugar, es... es… es GusGus”.