De cómo Cassius nos sigue hipnotizando en la pista de baile.
Ya los he escuchado…, no sé en dónde, pero su nombre suena familiar. Cruzo mi camino con ellos, pero no recuerdo de qué parte los conozco, no tengo certeza de dónde habré oído sobre ellos. No es que tengan un sonido familiar, sino que estoy convencido de que he visto algo relacionado con ellos en otro momento. Tengo la misma sensación de si se tratara de una persona que he visto a diario y no le presto atención, repentinamente la conozco, me sorprendo y pienso en por qué no le había puesto atención con anterioridad. Así pasa un poco con ellos –ya recordé que se llaman Cassius– y su nuevo material, el fabuloso Ibifornia.
Es cierto que su nombre no es nada nuevo, que llevan años –desde 1988– en la escena musical de Francia, que han hecho remixes a agrupaciones de renombre [Air, Daft Punk] y que han colocado temas en la cabeza de quienes gustan de la música electrónica ("I <3 U So"), pero probablemente este álbum, compuesto por 10 temas, sea la mejor manera para re escucharlos y para desbocar el gusto por su música. El sonido está un poco lejos del french house que habían mostrado en sus trabajos previos, ahora se acercan a una electrónica tropical balanceándose en funky house, disco y electropop en temas dance y piezas lentas.
Philippe Zdar y Hubert Blac-Francart (Boom Bass) llevaban cinco años sin publicar un tema con su nombre en el cargo de músicos, aunque no en el de productores (Drake), pero regresaron con un nuevo beat poderoso, que se adhiere a mis sentidos en cuanto lo escucho y hace sudar mi cuerpo. Junto con Ryan Tedder (OneRepublic), el productor francés JAW, John Gourley (Portugal. The Man), Pharrell Williams , Mike D. y Cat Power crean un momento de 57 minutos con forma de “V” en el que el clímax musical convertido en un trance dentro de la selva –de ahí la portada– se encuentra hasta abajo. Caer o dejarte llevar es más fácil mientras la velocidad aumenta hasta alcanzar el beat del techno en la pieza homónima de casi nueve minutos.
Ibifornia es una tierra nueva, un nuevo continente, en donde:
“I es porque I love you,
b es porque Brotherhood,
I es porque Immaculata”…
Los descubridores de está tierra montan un trance con sonidos de aves, simios, insectos y felinos mientras unos bongoes son golpeados a un ritmo festivo y un synth pone el ambiente en donde se deslizan todos los instrumentos. Al terminar esa fiesta de beats, comienza el ascenso en "Hey You!", electro rock parecido al mejor Primal Scream de los noventa con coros incluidos. Este tema, junto con "Feel like me", "Blue Jean Smile", "The Sound of Love" y "Ponce" son la otra parte, la menos bailable, la más melancólica, no por ello, menos disfrutable. Si Ibifornia es la mezcla de Ibiza y California, esta segunda parte es la música en un atardecer rojo de una ciudad estadounidense, mientras que la primera es el medio día de una isla española que bailó hasta que el sol se fue ocultando.
Cassius volvió con mucha fuerza, no la suficiente para poner un clásico, pero la necesaria para mirarlos de nuevo y pensar en por qué no los había escuchado, como cuando cruzas camino con alguien y sientes una conexión que te lleva a pensar en dónde la habías visto.
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