Jim James le hace un cover a Abbey Lincoln

Con "The World Is Falling Down" Jim James le rinde tributo a la cantante.

El vocalista de My Morning Jacket anunció hace unas semanas su siguiente material en solitario, un segundo disco de covers que le dará seguimiento a Tribute To, publicado en el verano del 2009. Este fue su primer lanzamiento como solista. Ahora el músico estadounidense ha compartido un adelanto de este EP.

Lo nuevo de Jim James es una versión de "The World Is Falling Down", tema que le da el nombre al décimo álbum de estudio de la cantante de jazz Abbey Lincoln, estrenado en hace 26 años con la ayuda de los músicos Jackie McLean y Clark Terry.

Esto fue lo que dijo el interprete sobre su cover. "A pesar de que esta canción es de 1991, se sintió muy relevante en este momento. Creo que muchos de nosotros sentimos que el mundo se está cayendo a pedazos en este momento, que los poderes están tratando de dividirnos y separarnos. Cuando escuché esa canción, resonó profundamente en mí, porque hay tanto dolor pero siento que ella también está ofreciendo esperanza y comprensión de que necesitamos la ayuda de los demás en tiempos de crisis".

El disco de Jim James, Tribute To 2 saldrá a la venta el próximo 8 de diciembre a través del sello discográfico ATO Records (The Claypool Lennon Delirium, King Gizzard & The Lizar Wizard).

Puedes escuchar ambas versiones justo aquí:

Corona Capital 2017 — Día 2

Día 2 - Noviembre 19.

Pese a que pintaba a ser un día más nublado y húmedo, el domingo resultó ser el día con el ambiente más generoso, divertido y hasta sexy del festival. El cansancio de los que rockearon el día anterior no fue impedimento para que la gozadera siguiera (o aumentara), y los que solo venían para esta fecha contagiaron su frescura. También tenía que ver que era el día con el cartel dirigido a un nicho más específico, así que la mayoría de los presentes estaban ahí por un amor genuino a la música y a pasarla bien escuchándola.

Este amor se sentía en todos lados: en la mini barbería instalada para darte un estilo que fuera de acuerdo a la banda que querías ver; en la zona de food trucks en donde desfilaron kebabs, alitas, burritos y conchas rellenas; en los murales de artistas locales que rindieron homenaje a los que perdimos en el año (una costumbre muy bonita que se ha mantenido desde Coronas pasados); en las tiendas de discos, quioscos de bebidas, palapas de descanso y juegos mecánicos, que también van subiendo de nivel de extremidad conforme pasan los años –no me extrañaría ver un salto de bungee en futuras ediciones–. Nunca hay un momento desperdiciado cuando se trata de un Corona Capital, y todo lo que transcurrió ese día sustenta ese argumento.

Las bandas

La jornada inició de manera funky y llena de soul con Honne. La dupla integrada por Andy Clutterbuck (voz) y James Hatcher (multiinstrumentista) inició el romanticismo desde las primeras notas de “Treat You Right”, y permaneció con “Coastal Love”, “Good Together” y “3am”. Si la gente no había desayunado, sirvió como un buen café cargado y espeso para iniciar el día. Al otro lado, LANY empezaba a prender con su indietronica bailable y luminosa. Para quienes no estaban tan familiarizados con el músico de Los Ángeles, “Good Girls”, “Made in Hollywood”, e “It Was Love” fueron introducciones que deleitaron a los asistentes y sonarán en los servicios de streaming de uno que otro durante los siguientes días.

Después tocaría el turno de Whitney, un ensamble que ya cuenta con la afiliación de muchos al ser resultado de la ruptura de Smith Westerns. Julien Ehrlich, cantante y baterista, también estaba genuinamente estupefacto por cómo todos sabían sus letras y cachaban perfecto el timing de entrada de las guitarras, bajos y trompetas. Incluso calmaba a toda su congregación que ya deseaba escuchar “No Woman”, su tema más representativo, al ofrecer “Golden Days”, “The Falls”, y “Follow” como entremeses llenos de folk rock psicodélico. Gran parte de cada Corona Capital es ver a los artistas que tienen una enorme afinidad y respeto por tocar aquí y a los que llegan por vez primera y están un poco inciertos de cómo serán nuestras reacciones; este caso correspondió a la última categoría y todo culminó en sonrisas tanto arriba como abajo del escenario.

Hubo poco tiempo para continuar con el letargo provocado por Whitney y la calma del día cuando irrumpieron los Crystal Fighters con un carnaval lleno de banderas, sarapes y nopales mexicanos. Su mezcla de funk, punk español, ritmos africanos y electro pop resultó en un carnaval improvisado por sus acólitos más fieles y otros que simplemente pasaban por ahí. “Yellow Sun”, “I Love London”, “All Night” y “Plage” fueron el acompañamiento de caras pintadas, banderas de todos los colores y afiliaciones, globos de marcianos y cervezas que circulaban sin fin, con algunos derrames de por medio.

El rock inglés llegó en la forma de Mystery Jets, que se encargaron de sonorizar un ocaso hermoso. Siendo otra banda con gran aceptación aquí, cada verso de “Telomere”, “Serotonin”, “Saturnine”, “Young Love” y la favorita indiscutible “Two Doors Down” fue reproducido letra por letra por los fanáticos con verdadera pasión. Mismo caso para The Drums, que pusieron a surfear al público (bueno, al menos en sus cabezas) al compás de “Days”, “Money”, “Blood Under My Belt” y “Best Friend”. Posteriormente, se pudieron apreciar las primeras estrellas en un enorme cielo negro y despejado arriba de Cold War Kids, que deleitaron con “Miracle Mile”, “Love is Mystical”, “Mexican Dogs” y “Hang Me Out to Dry”. Nada como guitarrazos y pianos sin control para despedir al sol y botanear con alitas, nachos, palomitas, esquites, sopas instantáneas y todo lo que la imaginación culinaria pueda concebir.

Grouplove manifestó su felicidad por venir a tocar aquí en el escenario vecino, con la ayuda de una boca inflable gigante, gran química entre los vocalistas Christian Zucconi y Hannah Hooper y la posterior destrucción de instrumentos luego de maravillar con “Tongue Tied”, “Seagulls”, “Colors” y un cover de “Sabotage” de Beastie Boys. Al otro extremo del Autódromo, The Shins ya estaba dando serenata a sus admiradores con canciones como “Australia”, “Kissing the Lipless”, “Simple Song” y, por supuesto, el combo infaltable de “Caring Is Creepy” y “New Slang”, muy queridas aquí gracias a su presencia en el soundtrack de Garden State, que probablemente es de las películas favoritas del 90% de los que asisten a un Corona Capital. Así que sí, fue algo de suma importancia.

Otro de los momentos más enternecedores y musicalmente ricos fue la presentación de Grizzly Bear. La banda neoyorquina se caracteriza por hacer música más introspectiva, nutriente y hasta tenebrosa, pero su recepción fue como la de cualquier otro acto escandaloso y estridente. Los primeros acordes de “Four Cypresses” iniciaron la jornada a este bosque encantado que Ed Droste y el resto de los “osos” formaron con sus canciones. Después de escuchar “Yet Again”, “Losing All Sense”, “Mourning Sound”, “Knife” y “Two Weeks” en vivo, ya ni dan ganas de privar el placer de que estas piezas solo se escuchen con audífonos. Si algún miembro de la audiencia entró con la idea de “¿y estos qué?” y salió deslumbrado, no los culpo.

Era momento de moverse a ver a alt-J, otra de las deudas pendientes más grandes que ha tenido la música alternativa internacional en nuestro país. El trío inglés no decepcionó y la concurrencia desbordaba más allá del espacio designado al escenario Corona Light; hasta las filas de los camiones de comida y comercios artísticos suspendieron labores para disfrutar del show. Pese a que interpretaron “3WW”, “Tessellate”, “Nara”, “Dissolve Me”, “Matilda”, “Left Hand Free” y “Breezeblocks” con maestría y fuerza, su set quedó a deber para muchos por lo limitado del tiempo y el apego a los arreglos originales, sin muchas sorpresas.

La cursilería y el zapateado llegó a su punto cumbre con el show caleidoscópico y lleno de furor que ofreció Phoenix. Con uno de los despliegues de luces más interesantes y llamativos del festival, Thomas Mars y sus colegas franceses invitaron a las parejas a abrazarse, moverse y disfrutar con “J-Boy”, “Entertainment”, “Lisztomania”, “Too Young/Girlfriend”, “If I Ever Feel Better”, “Long Distance Call”, “Fior de Latte” y “1901”. Nosotros amamos a Phoenix y ellos a nosotros; así es esto entre las bandas de indie rock francés y sus seguidores mexicanos. Hubiera sido una cita ideal de no ser por el monstruo que estaba surgiendo a varios metros de distancia y a veces entrometía con sus estridencias. Eso afectó mucho la experiencia de ver a Phoenix, pero Mars compensó todo al mezclarse con el público y repartir abrazos y besos. Todo muy lindo, aunque era tiempo de ver el origen de tanto escándalo. ¿Qué podría ser tan grande para ahuyentar a todos?

Los headliners

Uno pensaría que después de tanta fiesta, tanta diversidad y tanta explosión sónica no habría nada que obliterara todo eso y que ya nos podemos ir con buen sabor de boca. Pero no. Realmente nada te prepara para un show de Green Day, como los miles de asistentes al Corona Capital 2017 atestiguaron ayer. Nada. Vamos, hasta hubo explosiones en el sentido literal de la palabra.

Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tre Cool son prácticamente considerados santos entre la comunidad punk de México, y la gran mayoría les tiene considerable estima tanto por sus clásicos noventeros como por sus recientes epopeyas de ópera rock. Para los que nunca habían asistido a una presentación en vivo del trío californiano, quizás no se esperaban tanto despliegue de carisma, pirotecnia, fidelidad, nacionalismo y hasta comedia chusca. Si su introducción con conejitos raros a ritmo de “Blitzkrieg Bop” y la entrada triunfal de los músicos con “Asi habló Zaratustra” no eran suficientes, no habían visto nada. ESTA era la banda por la cual el costo de los boletos se dispararon inesperadamente. ESTA era la banda que ameritaba esas ampollas en los pies, caderas adoloridas y estacionamiento costoso.

Green Day demostró que no es una banda que se encasilla en un género y que solo sus discípulos van a aceptarlos con la debida atención merecida, o que por haber lanzado un par de discos que ya son parte de la cultura popular universal por su temática política/portada icónica ya se fueron al lado oscuro del mainstream. No; Green Day es una banda para todos colóquese en cualquier contexto ideológico, generacional o temporal. Nunca olvidaré haber visto a un chiquillo de quizás 8 o 9 años cantando “Minority” con el corazón en la mano; al grupo de amigas que sacó su lado colegial quizás ya olvidado con “She” o a una pareja de personas ya entrados en sus 40 repetir ca-da pa-la-bra de “Jesus of Suburbia”.

Quizás 2 horas y 50 minutos suenen un poco indulgentes para los que no conocen de sus proezas maratónicas en vivo, pero hubo una sensación general de satisfacción y hambre de algo más entre los que presenciaron este Espectáculo con E mayúscula. La longitud del tiempo tiene su porqué: la primera hora es dedicada a sacar los éxitos como metralleta, como “Know Your Enemy”, “Bang Bang”, “Holiday”, “Boulevard of Broken Dreams”, “Geek Stink Breath”, “Longview” y “Nice Guys Finish Last”. Durante la segunda hora, su prioridad fue interactuar con el respetable, consistiendo en subir a fans al escenario a tocar con ellos (y regalarles sus instrumentos), covers, ejercicios de coreo y vocalización, presentaciones humorísticas de la banda y la colaboración en medleys de otros himnos del rock.

La tercera es cuando sacan las armas grandes y las hordas de fuegos artificiales para despedirse con clase (aunque ellos mismos odiarían ese término). Pues bien, si la duda quedaba en que “American Idiot”, “Basket Case” o “Still Breathing” no podrían sonar más épicas, aquí fue silenciada. Como cereza en este volátil y asombroso pastel, Billie Joe nos despidió con un mini set acústico compuesto de “21 Guns” y “Good Riddance”, Y con eso, todos pudimos decir buenas noches al mundo, seguros de que si existiese cualquier adversidad al siguiente día, siempre está la buena música para decirnos que todo estará bien.

Así concluyó otro Corona Capital lleno de color, ambiente y diversidad musical y antropológica. El presupuesto es cada vez mayor, las propuestas son cada vez más interesantes y muchas bandas siguen repitiendo no por el hecho de que “hay vacantes y solo ellos podían”, sino por su predilección por hacer de México su última y más importante parada en una gira. Hay quienes vienen a tocar también para compartir cartel con otras bandas de su admiración. Pero todo se resume en el por qué nosotros vamos: por decir “yo estuve ahí.” “Yo estuve ahí cuando conocí a la que ahora es mi esposa durante el set de Lana Del Rey en el 2016”; “yo estuve ahí cuando hubo un torrente masivo de lluvia en 2014 y tuve que salir corriendo de Massive Attack empapado hasta las chanclas”; “yo estuve ahí en el primero, cuando todo se trataba de ver a Pixies e Interpol. Todos tenemos uno de Coronas pasados y puedo asegurar que más de uno tiene una anécdota igual de especial para el festival de este año. Quizás no hubo inundaciones o climas adversos o pleitos en las entradas o salidas, pero  –igual es una idea descabellada y nacionalista de mi parte– podría ser el Corona del año en donde México se mantuvo de pie y decidió que el show debía continuar.

Si bien, parte de vivir un festival de esta índole es disfrutar de una manera más sensorial tus riffs, coros y beats favoritos, uno de los puntos débiles que cobró gran importancia fue el nivel de audio. Esta variable impidió una distribución más adecuada a todo el público que intentaba buscar una buena posición para escuchar bien, creyendo que ya tenían los oídos desgastados. Factores como este, sobre todo si se trae a bandas con alto calibre aural como Green Day o cuestiones más intrínsecas en sus melodías como Phoenix o The Shins, son cruciales para lograr una experiencia exitosa. Aunque el ambiente sobrepasó las expectativas de muchos, la calidad del sonido dejó bastante que desear. Otra área de oportunidad para el siguiente año muchachos.

Yung Lean estrena el video "Metallic Intuition"

Como parte de su más reciente material Yung Lean nos comparte un nuevo clip protagonizado por un sangriento asesino.

Hace algunos días Yung Lean lanzó su LP  Stranger bajo el sello Year 0001, ahora –como parte de la promoción– ha dado a conocer el videoclip de la canción "Metallic Intuiton".

Dirigido por Suzie & Léo, este clip se desarrolla en un escenario occidental que nos remonta al viejo oeste. Aquí podemos ver a Yung Lean ocultándose con la ayuda de una familia de un sangriento caza recompensas que no tiene buenas intenciones y que causa una masacre. Este audiovisual es la continuación de su cortometraje Stranger.

Dale play y compártenos tus impresiones en nuestras redes sociales:

Su más reciente placa –también titulada Stranger– ya está a la venta y de acuerdo a la crítica, es uno de los materiales más maduros del oriundo de Suecia, donde podemos encontrar sonidos hipnóticos y muy buenas rimas.

Jonatan Leandoer Hastad —nombre real de Yung Lean— está próximo a iniciar el Stranger Tour que recorrerá ciudades de Europa y Estados Unidos para poder promocionar este interesante material producido por Yung GudYung Sherman y Whitearmor.

Si no lo has escuchado te lo dejamos a continuación:

Escucha lo nuevo de Black Rebel Motorcycle Club

Black Rebel Motorcycle Club nos presenta su nuevo sencillo “King of Bones”.

Por: Antonio Barbosa

La última canción que vendrá en su siguiente material está disponible como descarga al preordenar Wrong Creatures. En meses anteriores el grupo compartió dos canciones: “Little Gone Wild”, la cual mostró con un video y “Haunt”, que al igual que este release, solo se limita al track.

Wrong Creatures será el octavo álbum de estudio de los californianos Black Rebel Motorcycle Club, y es el sucesor de Specter at the Feast de 2013. Su estreno es el 12 de enero del año siguiente, bajo el sello discográfico Vagrant Records.

Peter Hayes, vocalista y guitarrista de Black Rebel Motorcycle Club, habló un poco sobre las letras y lo que pensaba durante la producción de este nuevo proyecto. “Me encuentro escribiendo mucho sobre la muerte. Me hallo teniendo una discusión con la muerte, que suena oscuro. Para mí, es humor negro”.

Por el momento Black Rebel Motorcycle Club sigue su tour por Europa, pero irá a Norteamérica y Australia a principios del año siguiente. Además se presentará en el festival HIPNOSIS en la Ciudad de México el 9 de diciembre, así que no te los pierdas.

Puedes escuchar "King Of Bones" justo aquí:

Tourist nos presenta el clip de "Hush"

Disfruta de esta composición visual y elegantes beats de Tourist.

Luego de que el productor y compositor del Reino Unido, Tourist estrenará su Wash EP, ahora nos presenta el videoclip de "Hush", que se caracteriza por ser un tema dance agridulce y nostálgico.

Este metraje fue dirigido por Dillon Moore y en el podemos ver a William Phillips —nombre verdadero de Tourist— tocando el piano en casa de algunos de sus amigos en Los Angeles como son Benny Blanco, Rostam de Vampire Weekend y RL Grime.  El resultado final es la mezcla de lo que tocó con la versión final que aparece en su EP, una combinación que le da más poder al track.

Checalo a continuación:

De Wash EP  el productor nos ha compartido dos interesantes clips como son: “Sleepwalking” y "We Stayed Up All Night" que siguen la línea nostálgica que ha decidido mostrar en esta era.

El músico y compositor británico acreedor del Grammy Award publicó el álbum U el año pasado, obteniendo muy buenos resultados gracias a los sencillos “To Have You Back” y “Run” que alcanzaron los primeros lugares en las listas de la BBC Radio 1.

Si no lo has escuchado a continuación te lo dejamos:

Foo Fighters hace cover a AC/DC

En honor del cofundador de la banda AC/DC, Malcolm Young, Foo Fighters tocó la canción “Let There be Rock".

Por: Antonio Barbosa

El pasado sábado, durante en su presentación en el festival Corona Capital, la banda estadounidense Foo Fighters abrió el show con un cover de la icónica Let There be Rockde 1977 de AC/DC, ya que el ex guitarrista de la banda de hard rock murió ese mismo día a la edad de 64 años. El músico se retiró de los escenarios en 2014 debido a problemas de salud.

Antes de su presentación el vocalista del grupo Dave Grohl, compartió a través de la cuenta de Instagram de Foo Fighters unas palabras dedicadas a Malcolm Young, sus memorias sobre AC/DC y cómo lo había influido a querer ser parte de una banda de rock.

Una publicación compartida de Foo Fighters (@foofighters) el

Con una imagen de Malcolm Young en el fondo del escenario y preguntando al público si querían algo de rock and roll, Dave Grohl quiso darle homenaje al ex integrante de AC/DC junto con los demás miembros de Foo Fighters. Lograron con un cover lleno de energía y que fue aclamado por sus seguidores.

Escucha ambas versiones a continuación:

Mira el video de este show de The White Stripes

Se acaba de estrenar un clip de The White Stripes dando un show en una escuela primaria.

Este año el cantante Jack White ha estado sacando sorpresas para todos los nostálgicos seguidores de la banda a través de su empresa Third Man Records, desde reediciones y estrenos en streaming hasta un libro para niños. Hoy el músico de Detroit ha revelado un metraje de una de sus presentaciones más polémicas.

El clip que acaba de compartir pertenece a sus años con The White Stripes, específicamente al mes de noviembre del año 2003, época en la que sacaron Elephant, su cuarto álbum de estudio y uno de los grandes éxitos de la agrupación. Este video es de su show en la escuela primaria de Freemans Bay en Auckland, Nueva Zelanda.

En aquel lugar el dúo conformado por Jack y Meg White tocó un set de siete canciones, en las que se incluyen "Hotel Yorba", "Little Room" y "We're Going To Be Friends", de esta última cabe mencionar que el interprete la usó para su cuento infantil, el cual fue publicado el día de hoy.

Antes de este estreno ya había un audiovisual de The White Stripes tocando un un cover de "Boll Weevil" del talentoso cantante Lead Belly. Este ha estado disponible en YouTube desde el año 2012 gracias a un fanático de los estadounidenses.

Puedes ver ambos videos justo aquí:

Corona Capital 2017 — Día 1

Una convergencia incomparable: Corona Capital 2017.

¿Por qué vamos a un Corona Capital? ¿Por qué a veces gastamos dinero que no tenemos, usamos transportes que desconfiamos y desgastamos el cuerpo y alma durante todo un fin de semana para ser parte de el? Muchos dicen que por cierta banda específica, otros por hábito. La realidad es que el ir a un Corona Capital ya ha trascendido el aspecto de “vengo a ver a tal” o ser una excusa para tener sol, amistad y desmadre. Ir a un Corona es ser parte de un microcosmos diseñado y producido por y para todo melómano mexicano que quiere dejar de funcionar en el mundo por dos días y vivir en éste. Aquí la buena comida y el arte fluyen en cada esquina; se hacen nuevos amigos o encuentros románticos aunque todo lo que tengamos sea el tiempo en el que toque un artista y se crean vínculos más especiales entre banda e individuo. Como país no hemos tenido un año fácil, entonces existe la probabilidad de que este escape a otro mundo fue más necesario que antes, y con ello el significado es más contundente.

Día 1 - Sábado 18 de noviembre

A diferencia de instancias anteriores, el clima prometía ser apacible y caluroso, pero con todas las vicisitudes que traerían los vientos cada vez más fuertes de noviembre, por lo cual el código de vestimenta iba desde las tradicionales tiaras de flores con sombreros y camisas sin manga hasta abrigos pronunciados, suéteres franelosos y hasta outfits de animales que parecían botargas sudorosas. En fin, siempre hay cabida para todos los gustos.

El cartel de ese día bien podría considerarse el más digerible y variado de los dos, que fue un buen tino por parte del departamento de logística del festival para la atracción y disfrute del respetable. Desde el dance pop contagioso de Sheppard y el hip hop, post punk de Banks & Steelz, hasta los recovecos de legendarios actos alternativos de los años noventa como PJ Harvey y Foo Fighters, generaciones y tendencias tuvieron oportunidades de mezcla y encuentro como lo debe hacer un buen repertorio de música alternativa. Para eso tenemos listas de Spotify o iTunes llenas de todo, ¿no?

Las bandas

Mientras la gente hacía su acostumbrado peregrinaje desde la salida del metro o las paradas de los camiones hasta la puerta de entrada del recinto, no sin antes pasar por alguna botana, bebida o cigarro para meter de contrabando, Sheppard empezaba a recompensar la puntualidad de los primeros asistentes en el escenario Doritos con “Hold My Tongue”, “Smile” y su inconfundible “Geronimo”. En la Levi’s Tent –el escenario designado para la música electrónica y experimental del festival– la alemana Anika sedujo con su toque avant garde a temas como “I Go to Sleep” de The Kinks, “Yang Yang” de Yoko Ono y “Masters of War” de Bob Dylan, dándoles una nueva vida como si fueran de la autoría de una chanteuse peligrosa de la Factory de Andy Warhol.

El escenario Corona Light recibió a las joviales hermanas Closner, mejor conocidas como Joseph. Su folk pop apasionado y buena onda inició la jornada en esta sede con “SOS (Overboard)”, “Blood & Tears”, “Whirlwind” y un cover a “Moonlight Mile” de The Rolling Stones. Pocos momentos después, el escándalo y desfachatez tendrían lugar en el set de Cherry Glazerr. Entre risas malvadas y rasgueos impertinentes, la frontwoman Clementine Creevy hacía reír a los asistentes con anécdotas embarazosas de sus pantalones y entonaba éxitos como “Nuclear Bomb”, “Had Ten Dollaz” y “Apocalipstick” por igual.

Ya eran casi las 17 H, un horario idóneo para la presencia de bandas consideradas más de culto en nuestro país. Esto se evidenció claramente cuando los ingleses de Daughter subieron al Corona Light. La convocatoria era considerable y cada alma presente se sabía cada letra y cada melodía de “How”, “Human”, “Youth” y “Smother”, mientras la banda aprovechaba para improvisar y consentir a sus adeptos. Angel Olsen continuó con los ánimos melancólicos en un set lleno de elegancia y sobriedad retro –en donde todos los integrantes de su banda iban con trajes iguales, como si se trataran de sus chambelanes–. Al ritmo de “Shut Up and Kiss Me”, “Heart Shaped Face”, “Sister” y “Not Gonna Kill You”Olsen demostró por qué es una de las cantautoras más sensibles y potentes de su generación.

Cualquier atardecer se vive mejor con música y no hubo mejor acompañamiento para una vista crepuscular tan resplandeciente que el show de Mogwai. Aunque su rock instrumental mitigó la chispa que muchos ya estaban acumulando, los escoceses no escatimaron y realizaron versiones estremecedoras de “Coolverine”, “Party in the Dark” y clásicos como “Hunted By a Freak” y “Mogwai Fear Satan”. Si todas esas máscaras de animales, sombreros de copa, penachos y demás parafernalia festivalera que portaban los asistentes se habían esparcido durante ese acto, todos se volvieron a congregar para atestiguar la fiesta ochentera futurista de Metronomy. Los ingleses aprovecharon los primeros brotes de oscuridad que llenaban los campos del Autódromo para llenar cada hoja y cada árbol de neón con “Miami Logic”, “Old Skool”, “The Bay”, “Love Letters”, “Everything Goes My Way” y “The Look”, entre otras.

La noche cayó sobre el Autódromo Hermanos Rodríguez a la par que uno de los actos más esperados ocupaba el escenario Corona Light. Junto a su conjunto caracterizado como banda de guerra, PJ Harvey vino con cantos de ataque llenos de encanto y sensualidad. Esta configuración, con todo y tambora, marimba, trompetas y acordeones, le dio el punch esperado a temas emblemáticos como “The Ministry of Defence”, “The Glorious Land” y “The Words That Maketh Murder” al mismo tiempo que reinventó éxitos como “To Bring You My Love”, “White Chalk” y “Down By the Water". Uno de los mejores momentos de todo el festival.

Corona Capital también se ha convertido en un foco de proyección para agrupaciones con conceptos más arriesgados o poco usuales, así como un showcase para que artistas consumados muestren otra faceta de su carrera. Así como en años anteriores tuvimos DJ sets de James Murphy, Giorgio Moroder y Kevin Parker de Tame Impala, ahora Banks & Steelz engalanó este espacio. La dupla integrada por Paul Banks y The RZA, líderes de Interpol y Wu-Tang Clan, respectivamente, maravilló a propios y extraños en el Levi’s Tent con su propuesta que suena exactamente a lo que uno pensaría al mezclar estas bandas, o hasta mejor. Al ritmo de “Love + War”, “Speedway Sonora” y “Giant”, la carpa alternativa se convirtió por unos minutos en una mancha oscura llena de luciérnagas cuando el par de músicos pidió que se apagaran las luces del foro y que los asistentes encendieran celulares y encendedores. El cariño que le tiene México a ambos artistas es evidente, y pocos actos tuvieron una respuesta igual de vivaz.

La emoción colectiva continuó su curso con otra de las bandas de culto en nuestro país que tuvo la oportunidad de presentarse en el escenario más grande a una hora importante: Elbow.

El conjunto de Manchester, Inglaterra claramente no sabía qué esperar del público mexicano al ser su primera vez en tierras aztecas y se sorprendieron con la reacción a cada una de sus bellas composiciones. El grupo, liderado por Guy Garvey, decidió no ofuscarse y amplió sus esfuerzos, de modo que éxitos como “The Birds”, “Lippy Kids”, “Mirrorball”, “Magnificent (She Says)” y “Grounds For Divorce” sonaron como una extensión bestial de sus iteraciones de estudio. Garvey se rindió ante México y parecía que le iban a crecer brazos colosales y nos iba a apapachar. Esperaremos su regreso, que probablemente será muy pronto.

Al culminar la presentación de Elbow, uno tenía que cruzar cielo, mar y tierra rumbo al escenario Doritos y encontrar un sitio no solo para sentarse y tomar un descanso, sino para solamente plantar los pies. ¿Recuerdan ese episodio de Los Simpson en donde la familia compra una alberca y la gente se va metiendo conforme hay espacios minúsculos? Eso fue más o menos la experiencia vivida con The xx. El trío integrado por Oliver Sim, Romy Madley Croft y Jamie Smith tiene un enorme fanatismo en el país y no hubo mayor muestra visual y sensorial que en la primera fecha del Corona Capital de 2017.

Al sonar los primeros tintineos de “Intro”, no se sabía si la tierra temblaba por los bajos aglutinantes, la euforia de la multitud o el curso natural de la Madre Tierra que aún es tema delicado en este año para muchos de nosotros. Este suave vals de voces entre Sim y Madley Croft y la destreza de Smith en los tornamesas y percusiones que impresiona cada vez más se han ganado un lugar especial en los corazones de escuchas mexicanos, y el coreo masivo de “Crystalised”, “Say Something Loving”, “Lips”, “Infinity”, “VCR” y “On Hold” lo respalda. Aunque la calidad de audio y los esfuerzos no fueron del nivel al que nos tienen acostumbrados  –la mejor opción es verlos en un foro más discreto– el rubor en las caras de los tres músicos al escuchar las porras de “¡Oliver, Romy, Jamie!” valió la pena presenciar este suceso.

Los headliners

Foo Fighters tiene una historia muy particular con México. Tras muchos rumores, dimes, diretes, promesas e ilusiones, tocaron por primera vez en 2013 y llenaron dos fechas en el Foro Sol en el intento. Puedo mencionar ese momento en el que Dave Grohl lloró cuando la audiencia replicó el puente musical de “Best of You”, como evidencia de la afición. Por lo mismo, miles de fans esperaban una réplica igual o más poderosa que la de hace 4 años, aunado a que se sumaran más oídos por la diversidad que brinda el festival. ¿El resultado? Un show a la par de sus anteriores presentaciones y la reputación que los precede como una de las bandas más grandes a nivel mundial. Pero, ¿era suficiente? Tal vez si; tal vez no.

Como arranque del show, interpretaron una versión muy fiel y cargada de adrenalina de “Let There Be Rock” de AC/DC. Ya después empezaron a ponerse serios con una palomeada de todos sus éxitos más conocidos: “All My Life”, “Learn to Fly”, “The Pretender”, “Rope” y “These Days”. Ya que gran parte de su visita se debía a la promoción de su nuevo material lanzado este año, Concrete and Gold, hicieron la diligente maniobra de promocionarlo con tres temas: “The Sky is a Neighbourhood”, “Sunday Rain” y “Run”, que han logrado una gran aceptación a juzgar por los alaridos, brincos y tarareos de los asistentes de una manera similar a temas emblemáticos como “Times Like These”, “Breakout” y “Walk”.

El virtuosismo y camaradería entre Grohl y compañía son innegables, ya que entre ellos pueden improvisar, reestructurar o destruir sus canciones en vivo como pocas bandas lo hacen. Taylor Hawkins merece una mención especial por haber realizado un épico solo de batería que harían a John Bonham y a Keith Moon orgullosos; si hubiera una versión humana de Animal de los Muppets, sería él. Pero el verdadero show es Grohl mismo: melenudo y barbón, es como ese tío jocoso y rebelde que todos quisiéramos tener, y su interacción con el público mexicano estuvo llena de calidez y afecto. Incluso mencionó que, gracias a nuestra respuesta en 2013, pudieron tener los recursos económicos para realizar su proyecto multimedia Sonic Highways, motivo por el cual nos dedicó una emotiva versión de “My Hero”.

Los Foos habían ganado nuevamente los corazones de miles y sellaron el impacto grandioso de su visita cerrando con la ya mencionada “Best of You” y “Everlong”. Cada elemento y cada cabeceo rockero estuvieron en su lugar y bien merecidos, pero existe la impresión de que este show fue demasiado bien cuidado y justo lo que todos esperaban, sin más ni menos. Probablemente por tratarse de un festival y no de un concierto individual fue que la agrupación de Seattle se mesuró y no hizo tantos covers, versiones alternas o sacó algunos temas poco escuchados del cajón. Es una banda que se aprecia más como experiencia única y no como headliner de un festival por la fuerza de sus presentaciones y el repertorio que presentan. Quizás ese es el caso para todas las bandas de estadio que son invitadas junto a otras más. Bueno, eso pensé hasta que vino el día siguiente.

Dromedarios Mágicos estrena video

Dromedarios Mágicos estrena videoclip para el tema "Luli"

Estudios Universitarios (2017) es el primer largo del proyecto chihuahunse liderado por Diego Puerta Gamboa, varios EPs y múltiples singles fueron los inicios con los que tocó puertas y más que eso, llegó a los corazones de multitudes encantadas por una voz suave y líricas con temas románticos que cuentan la vida de adolescentes soñadores y enamoradizos.

El folk pop que nos regala Puerta a su corta edad sigue dando de qué hablar y abriendo espacios junto a músicos como AJ Dávila y Los Románticos de Zacatecas.

Grabado en su natal Chihuahua y dirigido por Elijah Celayo, bajo una estética blanco y negro con un estilo casero y sincero el video presenta una tarde de amigos. "Luli" retrata la simpleza de una tarde platicando, nos recuerda la sutileza femenina que Celayo representa de manera precisa a través de tomas cerradas y close ups. La historia nos remonta a los años de la infancia donde salir con los amigos de la cuadra era nuestro momento favorito del día y ya entrados en la adolescencia resultaba el lugar perfecto para empezar la interacción con el sexo opuesto.

Dromedarios Mágicos continua promocionando Estudios Universitarios por la República Mexicana en lugares como Guadalajara, Morelia y Monterrey.

HIPNOSIS 2017: Entrevista con Death Valley Girls

Del Valle de la Muerte a la Ciudad de México sin escalas.

Bonnie Bloomgarden podría ser tu mejor amiga; es efusiva, alegre y chistosa. Es apasionada por la música, conocer personas, y sus otros temas de interés: las conspiraciones, el cine de terror, y en general, cualquier cosa dark. Diría que es la risueña brujita del garage rock, pero hoy en día, uno no sabe en qué tipo de problemas se puede meter por andarle diciendo bruja a una mujer, aunque sea de manera afectuosa…así que no lo haré. La banda de Bonnie, Death Valley Girls, estará presentando su ríspida versión del garage el próximo 9 de diciembre en el festival HIPNOSIS, y será la primera vez que estarán en México, como banda.

“Fui al festival Corona Capital en la Ciudad de México porque un amigo estaba tocando, la emoción y la energía de la gente era increíble, ya queremos estar en esa energía, creo que va a ser el festival más divertido, el mejor show que hemos dado, y sabes, conocimos a algunas de las bandas en el Desert Daze y fueron super amables con nosotros, hemos estado en contacto con ellos, con preguntas y cosas así”, dijo Bonnie.

¿Quién era tu amigo del cartel del Corona?

“(Risas) el baterista de Dinosaur Jr., pero no tienes que mencionar esa parte…o bueno si, que importa”, respondió.

Death Valley Girls emergió en Los Ángeles en el 2013 dentro de una nutrida escena de garage y psych. “Hay muchas bandas buenísimas, como los Schitzophonics, CAT Scan; ah, y Frankie & the Witchfingers, ellos son buenísimos, oh man!, deben llevarlos para allá (México) pronto, son muy buenos”, dijo Bloomgarden sobre sus contemporáneos en L.A. En el 2014 grabaron su debut, Street Venom, un esfuerzo corto pero conciso de solo 30 minutos sobre lo que es la esencia de la banda: garage sin adornos; un tipo de hard rock antes de Sabbath, antes de Zeppelin, antes de tanto mamaseo, básicamente como si estuviéramos hablando de una banda de 1969.

“Tocando en vivo y estar de gira es lo que me emociona más; un álbum, es cómo que no es para ti, es para las demás personas, pero tocar en vivo y simplemente poder compartir la energía con las personas, sabes?, poder hablar con la gente sobre sus historias sobrenaturales, eso no lo puedes hacer en el estudio (risas). El estudio es un lugar raro, es como una experiencia psíquica, es muy cansado”, me dijo Bonnie.

Bloomgarden, el guitarrista Peter Schemel (hermano de Patty Schemel, legendaria baterista de Hole, despedida durante las grabaciones de Celebrity Skin…pero esa es otra historia), la bajista “Pickle”, y la nueva baterista Laura Harris, a quien reclutaron del grupo Ex Hex, después que “The Kid” tuvo que salir del grupo (“ella se fue a hacer moda”, dijo Bonnie al respecto); son los que andan promoviendo el reciente álbum, Glow in the Dark. Un conjunto de canciones que presenta un sonido más experimental que el debut, más pop quizás.

Pregunta cliché, ¿cuál es tu canción favorita del álbum y porqué?

“Oh man!, em…”, respondió.

¿Te digo la mía para empezar?... "Seis Seis Seis". Es rústica y salvaje, tiene una guitarra a la mitad bien loca, como si la hubieran soltado de una correa. ¿Y la tuya?

“Pues si esa es la tuya, entonces es la mía también (risas)”, contestó.

Claro que no…

“No lo se, si es diferente. Pero una que me gusta escuchar si estoy atrapada en el tráfico y si traigo el CD, es escuchar ‘Pink Radiation’, no tienes la menor idea de donde salió, es ‘The Kid’ en las vocales, son puras mentiras las que inventamos, nos dijimos ‘holy smokes!, de donde salió eso?’; fue muy raro, esa fue una experiencia muy rara, aparte de que dura mucho la canción”, comentó Bloomgarden.

“Nosotros creemos que todas las canciones ya existen en el espacio exterior, nos encuentran en momentos diferentes, como que a veces llega toda la letra, entra en mi meeeente (alarga la palabra para darle un efecto cósmico), o llega toda la música, o a veces solo fragmentos de una cosa. No parece que vengan de nosotros mismos, vienen de otro lugar, no sabemos exactamente de donde, pero es un proceso espiritual más que nada”, continuó.

Después de darle una repasada al contenido musical, me preparé para entrarle a lo bueno de la entrevista: ¡conspiraciones y películas de terror!…cuando me avisaron que el tiempo había terminado. Una pena, pero ahí estaremos en primera fila, en el Deportivo Lomas Altas, viendo a Bonnie y los chicos, con el rímel corrido y el pentagonal satánico en sus frentes, moviendo a la raza cual ritual pagano roquero, en lo que será la primera edición de HIPNOSIS.