Jungla de psicodelia y distorsión, Ritual Dvination es energía imparable con la que Here Lies Man se reinventa.
Escuchar a Here Lies Man siempre nos recuerda que lo peor que se le puede hacer al rock es encasillarlo. Aquel estigma sobre la creencia de que si quieres trascender debes tomar un rumbo fijo y dejar del lado la experimentación ha sido borrado del mapa de la agrupación desde su álbum debut de 2017, y ahora, Ritual Divination es un eslabón más a esta cadena de música incansable, que parte del virtuosismo, la energía y las ganas de llegar a nuevos horizontes.
Entonces, ¿Qué podemos esperar de Ritual Divination? ¿En qué manera puede ser auténtico un álbum que tiene como elementos principales las guitarras, bajos, baterías y sintetizadores? La respuesta es el factor humano. La agrupación conformada por algunos ex integrantes de Antibalas vuelve a entrar a escena con un sonido que ha logrado perfeccionar con los años para crear una obra frenética, que parece no quererse terminar.
Lo anterior se menciona gracias a la energía que proponen las baterías de Geoff Mann, que entran en un combate de diálogos contra el bajo de JP Maramba. Este conflicto alimenta una atmósfera llena de remates y cambios de ritmo que llenan el oído. Las guitarras de Marcos García y los teclados de Doug Organ crean un caos inteligente, que parte de riffs y arreglos que se repiten constantemente, hasta dejar una vibra satisfactoria.
A través de Ritual Divination se puede encontrar afrobeat, heavy metal, psicodelia y stoner, entre otras vertientes, las cuales son agresivas y orgánicas. Este disco cumple con el objetivo cinematográfico que siempre ha buscado Here Lies Man, mismo que consiste en hacer sentir a los escuchas dentro de una película. Puede ser un filme de acción, al estilo Indiana Jones, o también puede ser una trama de gánsteres que entran en batalla. Lo que si es un hecho es que siempre hay movimiento, dinamismo y carácter, eso no para.
Canciones como "I Told You (You Shall Die)", "Can't Kill It" (que por momentos recuerda a "Paranoid Android" de Radiohead), "I Wander" y "Come Inside" son bestiales. Tienen una velocidad y complejidad tan disfrutable que no puedes dejar de saltarlas. Los riffs son muy sencillos de recordar, y esto te da un deseo enorme de corearlos.
Otras canciones como "What You See", "Run Away Children" y "You Would Not See From Heaven" muestran una alternativa más plena y psicodélica, orientada al afrobeat. Las baterías crean un ritmo tan bailable y delicioso que uno se permite sacar esos pasos de baile que son malísimos, que ni siquiera tienen sentido, pero que en medio de una fiesta con amigos se disfrutan bastante, porque la música se siente.
La muerte, los sueños y la noche toman el protagonismo de las cortas letras de cada canción. Parece ser un viaje introspectivo sobre algunas sensaciones reprimidas, pero no desde una idea oscura, más bien desde un panorama de caos, donde hay que moverse o el mundo te come. Las ideas son muy claras, y esto permite disfrutar de la atmósfera sin ataduras. Temas como "In These Dreams", "Underland" y "Night Comes" son fundamentales para comprender el discurso.
Siempre ha sido nuestra intención explorar. Y, a medida que nos adentramos en este panorama musical, se revelaron nuevas características", señala la banda en su perfil de Bandcamp.
Ritual Divination es una llegada más concisa al sonido con el que Here Lies Man conecta. A lo largo de una hora muestra geniales pasajes sonoros y te deja todo claro, pese a ser tan complejo. La formula se torna repetitiva y puede ser cansado escuchar los 15 tracks de un jalón, tal vez por falta de costumbre, o por lo extensas que pueden ser las canciones que tienden a ocupar secciones bastante repetitivas.
Los métodos guitarrescos de Tony Iommi son una influencia vital en este disco, mismo que no podemos esperar para disfrutar en vivo con saltos, baile, y una constante emergencia que te pone tenso pero te libera al mismo tiempo. Disfruta Ritual Divination a continuación, y adquiere tu copia vía RidingEasy Records en este enlace.
