La habilidad transformar el ruido en melodías amigables: The Switch.

El 2011 siempre será recordado como el año en que Sonic Youth anunció su separación debido al divorcio de Kim Gordon y Thurston Moore, la pareja que parecía llevar una vida perfecta y era el ejemplo a seguir de todos sus seguidores, aunque al final una infidelidad provocó el fin de uno de los conjuntos más influyentes en la historia del rock contemporáneo.

Pero a pesar del amargo desenlace, era natural que ambas partes de la dupla continuarían en el campo del arte, por lo que en el caso de Gordon, su acción inmediata fue fundar Body/Head, un dueto que complementa Bill Nace, artista sonoro que cuenta con una extensa experiencia en el terreno de la música experimental al lado de Mats Gustafsson, Chris Corsano, John Truscinski y otros tantos ejemplos.

En esta nueva faceta, el binomio se adentra en un bosque fantasmal y misterioso mediante el uso de un par de guitarras eléctricas que son exorcizadas de las formas más variadas posibles para obtener una gama indescifrable de sonidos que van de la contemplación hasta delirantes cacofonías.

Después de la publicación de un par de EPs, un LP y un álbum en vivo, este año la pareja está de regreso con el lanzamiento de The Switch, material de apenas cinco canciones, pero que presenta un total de 40 minutos de experimentales sonidos que navegan sin rumbo fijo porque la principal preocupación de ambos músicos siempre ha sido el no limitarse ni apegarse a un género en específico.

De esta manera, el nuevo trabajo –que al igual que todos sus lanzamientos previos ha sido editado por Matador Records– invita a disfrutar de la música con los ojos cerrados y los oídos abiertos. Las composiciones no presentan las estructuras tradicionales de una canción pop y precisamente ahí radica su mayor virtud.

A su vez, mientras las guitarras suenan como serruchos que están a punto de destruir tímpanos, es posible escuchar delirantes susurros a cargo de Kim Gordon, quien a través de su triste voz de sirena es capaz de provocar emociones hasta en un robot.

A pesar de que puede resultar un trabajo complicado para quienes están más acostumbrados a la cara más amigable del Sonic Youth que salía en MTV e inspiró a Kurt Cobain, el resultado de este nuevo material de Body/Head hace recordar las sesiones de experimentación y ruido que el conjunto neoyorquino grabó con su propio sello SY Records, y en las que no existían los compromisos comerciales, solo mostrar que la imaginación no tiene límites.