Black Country, New Road — For the first time

La crudeza de estar vivo y el equilibrio estridente de ser honesto al respecto.

La primera vez que diste un beso. La primera vez que fuiste a un concierto. La primera vez que te fumaste un porro. La primera vez que sentiste que el corazón se salía de tu pecho al expresar lo que sentías: libertad.

Pensar. Gritar. Bailar. Cantar. ¡NO! Pensar una y otra vez. Soñar. Creer. Cambiar. Gritar. ¡NO! Vivir. Buscar el verbo exacto, las formas, el cómo en un destino sin sentido y un presente catastrófico mientras te palpita el corazón y aflojan tus rodillas por el incierto porvenir. 

¿Cómo encontrar algo que capture todo lo anterior y muchas sensaciones más? Pues bien, solo basta escuchar For the first time de Black Country, New Road para que a ese párrafo introductorio puedas agregar todo lo que quieras. Haz tuyo el álbum, no lo sueltes y crea, crea, crea. ¡Transfórmalo! Porque muy probablemente se convertirá en la inspiración de más de una persona en el mundo.

De principio a fin, el LP es un imperioso deseo de sublimar el caos en música y provocar, provocar, provocar... ¿qué?, la lujuriosa duda y el vértigo hacia lo siniestro. Y es que nadie sabe cómo será el futuro, pero por lo pronto conocemos que suena a klezmer, pop, punk, jazz, electrónica, y cualquier género con el que se pueda experimentar. 

Todas las canciones de For the first time se grabaron durante un periodo de seis días en marzo de 2020 en compañía del productor Andy Savours, quien trabajó en la mezcla del LP m b v (2013) de My Bloody Valentine. Sale a través del sello discográfico Ninja Tune y contiene solo dos canciones nuevas (la que abre y la que cierra el álbum); los demás tracks se publicaron como sencillos el año pasado y se han interpretado en vivo desde 2018, año en que la banda se formó. 

Con su debut discográfico, la banda oriunda del sur de Londres se expresa cruda, sincera y honestamente. 

Black Country, New Road_2021

Registrar el recuerdo onírico de la noche anterior. 

A primera vista, Black Country, New Road es un grupo de siete jóvenes de aproximadamente 22 años que pasan un buen rato, sin embargo su talento y destreza para coordinarse en el escenario es tan fantástico como aterrador. Están creando algo que, si bien no es nuevo, es absolutamente refrescante e identitario, y muy probablemente se convertirá en una de las grandes promesas de la música contemporánea.

De semblante pálido y sombrío, su propuesta te eriza la piel e irradia alegría e inquietud, tanto por las interpretaciones individuales como por el universo sonoro total, y cuya entrada principal es una montaña rusa de emociones.

En ese sentido, la banda arranca con “Instrumental”, pista de casi 5 minutos y medio en la que Charlie (baterías) y Tyler (bajo) preparan los versátiles caminos a dónde nos llevará el disco. Posteriormente, May (teclados), Luke (guitarra) e Isaac (guitarra y voz) se unen anunciando que la noche está por llegar. Después, Lewis (saxofón) se incorpora generando un carnaval de sensaciones, el cual se amplifica conforme se integra el violín de Georgia. Cada integrante se presenta de forma bestial e increíblemente planeada.

En varias entrevistas, la banda ha mencionado que querían sonar exactamente a como lo hacen en vivo. Realmente lo logran. Es sorprendente cómo la mente humana busca los medios para transmitir el poder de la música en cualquier formato posible (aunque los contextos no sean favorables). De esta forma, todo lo que escucharás en los próximos 40 minutos con 46 segundos es el registro idóneo de esa experiencia tan mágica llamada concierto. 

Particularmente “Instrumental” se creó a partir de la experiencia de Lewis Evans y Georgia Ellery interpretando música klezmer y desde mi punto de vista, representa la adrenalina que se dispara al iniciar algo nuevo pues resulta que conforme transcurre la canción, el esplendor de la energía de ser joven y querer comerse el mundo entero nos hace un llamado a la destrucción de cánones establecidos.

Por otra parte, en “Athens, France” escuchamos frases como “I’m very young. But I am working. Working on the glow up...” mientras las baterías se despliegan suavemente en acordes de violín, los cuales por momentos se vuelven paisajes sonoros delicados y tranquilos, ofreciéndonos momentos de reflexión. 

De hecho, la canción es como si durante una caída libre algo te sujetara y te transportara a un limbo, a una suspensión en el tiempo o a un sueño. Pronto te das cuenta de que esa no es la realidad e impulsas tu despliegue en picada (nuevamente) a través del puente que ha creado el hermoso riff de guitarra con el que culmina la canción. 

Athens, France” es demasiado suave para sentir y tan compleja para ser verdad. 

“References, references, references”. 

La disonancia agresiva y enérgica de “Science Fair” nos encamina hacia un ambiente de música electrónica alucinante que guiña con el soundtrack de alguna película de terror. Después, todo es éxtasis, catarsis: liberación de endorfinas a mil por minuto. 

 Además, la melodía del violín que Georgia aporta como leit motiv a la historia que nos va contando Isaac Wood genera una ansiedad muy particular, cuya cumbre son intensos versos como “I love this city, despite the burden of preferencesWhat time to be alive. Oh! I know where I’m going, It’s black country out there…”. 

Cabe destacar que las frases escritas por Wood imploran convertirse en poemas más largos. Con esbozos de sarcasmo y críticas mordaces a un sujeto indirecto, se abren siempre espacios para la improvisación así como escenarios repletos de creatividad. 

Por otro lado, la canción es la primera llamada a una nueva peripecia que burbujeará en "Opus". Es un nuevo orden el que se está creando mientras transcurre la música con todas las influencias que le dan forma, empezando con Slint como referencia más próxima.  

En “Sunglasses” el tiempo se detiene. En aproximadamente 10 minutos de duración, la banda consigue hablarnos sobre un futuro del que a veces como jóvenes no nos sentimos parte. Empieza misteriosamente triste y conforme avanza la pista, el saxofón abre aún más ese espectro depresivo para dar pie a intensos versos como “...and I’m so ignorant now, with all that I have learnt. So ignorant now, with all that I have learnt”, luego de haber descrito las características más cotidianas de alguna familia y  vecindario inglés.

Y sin embargo, la depresión post punk no se detiene ahí pues da paso a la furia y mutación interpretativa de Isaac, quien ya no recita tímidamente sino que grita lo que siente. Nos recuerda que realmente somos más que "adecuados" para el papel exigido por la ficción creada y ¡al diablo con los prejuicios! ¡Deja ya tus antidepresivos para otro momento! 

“Y supongo, que de alguna manera…”

Track X” es la pista más sensible y delicada del álbum. Aborda el amor desde una perspectiva sensualmente inocente. Captura esa sensación de fracaso en el amor pero con las firmes intenciones y el humor adecuado de seguir intentando que algo suceda. Es como escuchar a la infancia fluir entre matices de colores mientras los coros y las armonías vocales atrapan pequeños recuerdos suspendidos en el aire, transformándose posteriormente en destellos vibrantes. 

El resultado es una especie de felicidad profundamente estremecedora. Además, la agrupación no duda en hacer referencia a  Black Midi, banda amiga que ha ejercido gran influencia tanto en la forma de cantar de Wood como en el estilo musical. 

“I told you I loved you, in front of black midi. I told my friend Jack that it could’ve been you.

 I know it was funny, but I was struggling to.”

For the First Time culmina con “Opus”, una canción escalofriante. Veníamos de algo más relajante y de repente, la banda avisa que lo anteriormente escuchado solo es el comienzo. El klezmer nos ubica de nueva cuenta en una celebración que no corresponde a la letra expuesta pero que es un cúmulo de deseos dancísticos.

De esta forma, Black Country, New Road expone realidades de una forma avasalladora y triste. Al mismo tiempo, su música funciona como crítica misma de lo cantado y es precisamente ese contraste entre versos con música, lo que se vuelve un diálogo retador y constructor de puentes hacia el caos. 

Los errores del pasado que tanto han causado dolor y lo construido con base en ello se está derrumbando frente a nosotros. La valentía predomina pero, ¿estarás dispuesto a escuchar el llamado? ¿A no ignorarlo? 

Opus” clama cambio, transformación, mutación y acción de una vez por todas. 

“Everybody’s coming up. I guess I’m a little bit late to the party… Now everybody’s coming up… I guess I should’ve had something else to say. And now everybody’s coming up…

What we built must fall to the rising flames.”

Para la portada de For the first time, la banda eligió una imagen de stock del sitio web Unsplash tomada por @asafyrov. A simple vista puede parecer una decisión random, pero una vez que terminas de escuchar el álbum y observas de nueva cuenta, puede que sea solo el guiño de un ímpetu de crecer con inquietud y curiosidad. Un deseo de descubrir qué hay más allá del horizonte y asombrarse.

Algunos miembros de Black Country, New Road participan en proyectos alternos, componen en solitario o con otros artistas. Otros estudiaron música clásica o bien optaron por ser autodidactas. Su propuesta es una cápsula del tiempo que te devuelve a la realidad y te aparta un poco de este mundo virtual, pero sin un discurso moralizador o con afán de juzgar. Están tocando música sobre el caos actual, sin que ese sea su objetivo.

Si conecta tan fuertemente con alguien, no será por coincidencia sino porque es un álbum colectivo, un álbum en el que cabemos todos consciente o inconscientemente. 

*Por último, te recomiendo mucho seguir el siguiente enlace, pues al final del video encontrarás un bonus track no oficial titulado “Basketball Shoes“. Además, justo aquí puedes disfrutar de “Bread Song”, una nueva canción presentada en el show virtual que la banda ofreció a través de Bandcamp.

Entrevista con Ólafur Arnalds

Mientras haya paz.

Es innegable que la situación actual de confinamiento y pánico creadas por la creciente presencia del COVID-19 no solo ha marcado para siempre la manera en la que se rige el mundo en todas sus vertientes, incluyendo el entretenimiento. Ha sido también una constante lucha para todos nosotros por conservar día a día el orden y la sanidad mental para no querer tirarlo por la borda. Aún cuando en países tan remotos como Islandia las cosas parecen pintar de manera más positiva, Ólafur Arnalds siente el peso de la situación.

Aunque parezca una instancia de timing fortuito por parte de los dioses musicales, Arnalds lanzó el año pasado some kind of peace, su quinto material de larga duración. Una serie de expresiones catárticas con fuerte emotividad que pueden ir de lo tenue a lo dramático que combinan las preciosas melodías lacónicas y experimentos en las estructuras a las que Arnalds ya nos tiene acostumbrados con una inusitada honestidad que lo convierten, por su propia admisión, en su disco más personal a la fecha. Con motivo de su salida y qué es lo que puede significar musicalmente en estos tiempos inciertos, tuvimos una breve charla virtual con Arnalds.

Empecé a componer el disco en la segunda mitad de 2019, los temas y la estructura básica del material. En vez de crear conceptos muy abstractos o extravagantes, quise hacer algo más personal y dejar que la música tuviera que ir hacia donde mejor fluyera naturalmente, sin esconderse detrás de nada. Luego vino la pandemia y decidí componer el resto del disco con un enfoque mucho más fuerte en lo personal. Al final del día, lo que importa más ahora somos nosotros mismos, nuestros seres queridos, nuestra comunidad y permanecer juntos. Y eso solidificó la composición final del disco,” afirmó Arnalds.

A la par de su composición, el multiinstrumentista estaba a la mitad de un viaje entre Indonesia e Islandia, como parte de las expediciones creativas que suele realizar para inspirarse. También estaba supervisando los últimos toques en su nuevo estudio de grabación, el cual estuvo planeado y construido de acuerdo a sus dos principios fundamentales para la composición musical: el tiempo y el espacio.

“[some kind of peace] estuvo inspirado en sus inicios por estos dos mundos y dos vidas simultáneas. Intenté canalizar estas energías y la yuxtaposición de ambas mientras pensaba en ambos países. Estos momentos de retrospectiva de tiempo y espacio te obligan a preguntarte quién eres con mayor fuerza, explicó Arnalds.

“Todo se trata del tiempo y su expansión. No se trata de irse a casa después de trabajar como si fuese un trabajo. Y tampoco es como que me siente frente al piano todo el día. A veces solo estoy sentado sin hacer nada hasta que llega la inspiración. También es muy importante el espacio. Apenas terminé de construir mi estudio a finales del año pasado y para mí era muy importante saber en qué punto podía estar a cierta distancia del teclado, de la consola o de la salida. Cómo me podía desenvolver en cada rincón. Todo eso se volvió aún más indispensable al crear,” detalló Arnalds.

Las canciones mismas se alejan de los métodos ortodoxos (al menos para Arnalds) de composición, pero intentan mantener una pureza. Por ejemplo: “Spiral” tiene una estructura cíclica que empieza incorporando violines hasta introducir elementos más atípicos, como un cilindro de fonógrafo, cada uno tocando la misma melodía hasta que se convierte más en una experiencia nostálgica que en mera repetición. Como deducción, ¿se podría afirmar entonces que el lado personal de Arnalds es más juguetón y experimental?

[Risas] es un punto justo e interesante. Como comentas, 'Spiral' está hecha para ser escuchada y vivida como una memoria. Así que sigue siendo minimalista, pero dentro de sí misma cambia periódicamente su significado. Al final es otra cosa totalmente diferente para cada escucha. Hay piezas importantes de mí y de todo mi bagaje en el disco. Otro ejemplo es ‘We Contain Multitudes’ basada en una cita de un poema de Walt Whitman, que me fascina. Cuando escuchen esa canción, lo que quiero es que el escucha capte la esencia de Whitman que yo capto, y así sucesivamente con todas las canciones del disco,” compartió Arnalds.

A diferencia de otros músicos que han aprovechado o se han condicionado por el tiempo y circunstancias limitadas para expresar su arte sin promoverlo en espacios públicos, como conciertos o exhibiciones, para Arnalds ha representado una sucesión natural de la creación de su disco, sobre todo por cómo ha encontrado acercarlo al público sin una gira o festivales.

“Yo personalmente no he tenido tanto tiempo libre como otros músicos o artistas en estos días [risas]. Definitivamente han sido retos interesantes para saber cómo transmitir música a la gente sin shows en vivo. Creo que los shows por livestream, aunque son atractivos, son limitados y efímeros. Para crear algo más duradero, estuve haciendo un cortometraje. Se llama “When We Are Born” y es un acompañamiento visual del disco. Esa ha sido mi respuesta a cómo presentar mi música con todos los elementos que son esenciales para mí al tocar en vivo, pero que desafortunadamente no puedo tener en estos momentos,” concluyó Arnalds.

El Santuario: un espacio para encontrar medicina sonora

Tuvimos la oportunidad de ser recibidos en las cómodas y relajantes instalaciones de El Santuario en Valle de Bravo y conocer más sobre la terapia del sonido.

Este resort creado a la orilla del lago de Valle de Bravo, en una montaña de cuarzo, lleva varias décadas operando bajo la conexión que el empresario Michel Domit nos cuenta en voz propia, ha tenido con esta tierra y la pacha mama.

Ha habido un periodo de “despertar” en más gente que busca diferentes alternativas y terapias para encontrar su bienestar. Este espacio creado en una historia bastante especial, que nos platica Michel Domit, busca exactamente ofrecer meditaciones guiadas, yoga, temazcal, espacios de relajación y ahora promover la músico-terapia, a la que en los últimos años más gente se ha acercado, no sólo por el lado de artistas experimentales que han surgido desde hace varias décadas sino también por el acercamiento a nuevos públicos que buscan esto como realmente un proceso medicinal, un apapacho espiritual.

Yo creo que el mundo, en el último medio siglo, ha cambiado radicalmente, yo me acuerdo cuando iba a la universidad y me sentaba a meditar en los campos, la gente me veía como si estuviera verdaderamente loco. Hoy en día, el mundo está descubriendo que lo único importante es el ser”, relata Domit.

Para conocer más esta actividad, conversamos con el artista mexicano Osiris Heyerdahl que lleva 25 años realizando este estudio y práctica por todo el mundo. El inició su trayectoria como músico y explorando se cuestionó la limitaciones de la “música occidental”. “Es bella también, pero es limitante, deliberadamente la hicieron con ciertas estructuras armónicas melódicas que impidieron el uso de las frecuencias”, platica Osiris.

Conocemos la genialidad de la música en muchos aspectos, en general por que conectas profundamente de manera emocional de mil formas, sin embargo Osiris nos platica es manipulada para ciertas frecuencias que te inducen o te llevan a ciertos espacios energéticos limitantes. “El campo de la música vibracional rompe con esa estructura, y reconecta con la ancestralidad que en todas las culturas del mundo siempre se ha utilizado la música como la fuente de conexión a lo divino, porque, no es que inventaran esa música, esto se trata de reconectar con los sonidos de la naturaleza, del propio cuerpo, del propio sistema de la luz, o sea, la velocidad de la luz tiene sonido, la creación, la existencia, el agua, todo tiene un sonido”.

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Es importante destacar que esta terapia realizada en un espectacular espacio de naturaleza busca enfocar la música análoga a un tipo de frecuencias, alineando, afinado la resonancia cósmica –le llama él– que te dan ciertos materiales de la tierra, en otro campo vibracional. “Es muy interesante explorar la música académica también porque sabes por qué y dónde hicieron los bleeps para que ahí se quedara, digamos como un pájaro enorme, gigante, pero enjaulado, con límites, volando aquí para allá. La música ancestral rompe esa jaula y es un ave libre, que reconecta con la herencia mágica divina”. Lo que es el sonido per sé, y en todas las tribus, en todas las culturas, siempre existen cantos de cuna, mantras, cantos celestiales, cantos de alabanza que desde los siglos han estado conectados a estas frecuencias vibracionales que nos menciona.

La música vibracional antigua tiene otro lenguaje, otra estructura, otra forma que con la terapia del sonido estudia qué frecuencias tiene tu cuerpo, cómo se crea la disonancia, y el sonido, cómo afecta tus redes neuronales y ayuda a personas a través de ciertos instrumentos que se han utilizado por milenios.

Pensando que el sonido es una herramienta que surge a nivel celular, molecular, neuronal y que todo se teje entre sí, Osiris no habla sobre este positivo poder. “Es un fenómeno que sucede en el cuerpo humano, tú puedes expandir tu sonido y llevarlo a diferentes formas sonoras con instrumentos y meditación, como el sonido que crean los pájaros, las ballenas, los primeros rayos del sol que conectan con la frescura de la tierra –crean sonidos en quintas–, el espermatozoide cuando toca el óvulo, todo crea un armónico”.

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La historia nos ha llevado por muchas etapas para utilizar el sonido para iniciar guerras, ceremonias, ha sido usado por marcas, partidos políticos para conectar superficialmente y crear emociones efímeras. Sin embargo, conociendo efectos y con años de estudio, se le da un uso más pensando para ver qué efectos produce –por ejemplo– una flauta nativa de 10.000 mil años que crea la frecuencia indicada para estimular la glándula pineal.

Hay muchos músicos desde los 60 que empezaron a romper el paradigma de la música, la estructura de la música occidental. Entonces empezaron a oscilar todo este boom psicodélico, fue increíble porque empezó a destapar, justo con la guerra de Vietnam, esta rebeldía de ir a la guerra y justo despertó este llamado con María Sabina, muchos grandes artistas como John Lennon, The Rolling Stones, y empezaron a crear este interés porque empezamos a volver a conectar con la fuente divina, a través de la vibración del sonido. Aunque no era tal cual pura, como los tibetanos, los chippewa, los momos, los indios que todavía cantan estos mantras, pero se acercaban, era una emoción excitante de volver a conectar a la divinidad con el sonido, y te liberaba, te vuela”.

Para Osiris es relevante fomentar el uso de instrumentos terapéuticos, de una manera bien usada, con años de preparación para compartir los beneficios de la manera correcta. Es importante ya que en estas actividades hay más gente que requiere estas técnicas pero a su vez, surge cada vez más gente estafadora. Es fundamental incentivar esto con el buen uso de los instrumentos vibracionales pero sobre todo con respeto, el respeto que se merecen al ser milenarios, un respeto divino al ser emisores de los sonidos de dioses, literalmente.

La experiencia que vives con esta musicoterapia es sumamente especial, apapachadora si le permites a tu mente y cuerpo de vivirla plenamente, convertirte por unos minutos en un “conducto” simple. Un ser más que forma parte de este inmenso universo. Checa las opciones terapéuticas que El Satuario tiene para ti en este link.

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Gracias a todo el staff de El Santuario por la invitación a esta experiencia.

John Tarantella, despecho con sabor a indie

Este músico colombiano hará resonar tu cabeza con solo dos tracks bajo el brazo y su bedroom pop.

Con una interfaz, un ordenador, audífonos y un par de micrófonos este artista evoca un sonido característico que dispersa en el aire la tradición popular colombiana en sus letras y conjunciones sonoras espaciosas. Cantante, compositor y productor sudamericano: John Tarantella es parte de la nueva ola latina que trae este 2021. 

Oriundo de Tuluá, Valle en Colombia, esta nueva propuesta arriba con el tema “Un Vinito.mp3”, una mezcla de sintetizadores cocinados a la new wave, leads pegadizos, guitarras recargadas de delay, con un constante y rotundo backbeat que te incita a bailar y relajarte un rato. Además, el multiinstrumentista acompaña el track con un videoclip dirigido por Santiago Alejandro Molina, que transita por paisajes urbanos, veraniegos, y captions hogareños. 

El colombiano debutó en agosto del pasado con su sencillo “Amor en 8 bits”, mismo que marca una referencia lo-fi y melancólica que  se podrá escuchar para este año en su primer EP .  

Tarantella cataloga su estilo bajo el género de despecho indie a razón de la fuerte influencia de la lírica contenida en la música tradicional y popular colombiana (como el vallenato, popular y despecho), esto en adhesión a la corriente musical actual en la que encasilla su música con atmósferas espaciosas, voces procesadas y una estética sencilla. 

A su corta edad, John incursionó en la música con su participación en tripletas de despecho y en presentaciones dentro del programa televisivo El Show de las Estrellas con Jorge Barón como requintista, experiencia que ayudó a sintetizar sus referencias en este nuevo proyecto. 

No olvides seguir a John Tarantella en todas sus redes sociales 

Escucha su nuevo sencillo “Un Vinito.mp3”: 

 

Sabino presenta su nuevo EP, 'Yo Quería Ser Yo'

Bueno, en realidad no es tan nuevo, pero a la vez es nuevo … ¿Si la cachas?

El único heredero al trono y creador del imperio del sab-hop congratuló a todo el reino con un regalo del 14 de febrero: Yo Quería Ser Yo, un nuevo compilado de temas que tenía muy en el olvido. 

Como ya es costumbre, el rapero celebra cada año el día del amor y la amistad con mucha música y shows en vivo (como en el Teatro Metropólitan en 2019, o en el Pepsi Center WTC 2020), pero a raíz de la pandemia Pablo Castañeda decidió tomar otro camino, y desempolvar algunos tracks que tenía guardados, los cuales Genarito (su perro) decidió descartar bajo el argumento “de que las producciones de su “papá”, le parecían demasiado infantiles…”   

Con el tiempo este EP mutó para bien, y con el agrado de Genarito, Sabino decidió presentar estas 5 piezas “... que suenan a Sabino del año ¡2099!”. Este reproducción extendida contiene temas como “Kentekere”, “Qué pasó?”, y la reversión de “Guapa!”, que con ritmos urbanos, tintes de trap y el característico sab-hop confirman la referencia futurista y evolutiva del artista.  

Además, el sab-hopero arrancó el año con “Déjame Olvidar”, un tema de Leonel García el cual puedes escuchar aquí

Ponte los audífonos y escucha Yo Quería Ser Yo de Sabino:

Notorious B.I.G. llega a Netflix con un nuevo documental

El filme fue producido por su madre y es el primero en enfocar la historia en la vida del rapero y no en su muerte.

Hace casi 24 años que el rapero y productor Christopher George Latore Wallace A.K.A. Notorious B.I.G. dejó físicamente este plano debido a una herida por arma de fuego, pero sus canciones siguen siendo escuchadas por muchos. Esto es algo que Netflix tiene bastante claro y gracias a ello ha anunciado un nuevo film enfocado en el rapero.

Se trata de Biggie: I Got a Story to Tell, un documental donde será contada gran parte de su vida, desde que era pequeño, hasta su ascenso al estrellato del rap y todo lo que esto conllevó. Dentro de este nuevo material podrás encontrar distintas apariciones de personas con las que Biggie Smalls colaboró en vida, como la cantante Faith Evans y el rapero Lil Cease.

Dicho documental cinematográfico fue producido por la madre del rapero, Voletta Wallace y Sean “Diddy” Comb, quien fuera manager de Biggie. Netflix liberará Biggie: I Got a Story to Tell el próximo lunes 1 de marzo y mientras eso pasa, puedes disfrutar del trailer que te dejamos a continuación.

Este será el primer documental que se centre en las experiencias de la vida de mi hijo y no en las circunstancias de su muerte. Es una celebración de quién era y de dónde venía. Así es como él hubiera querido ser recordado", menciona Voletta Wallace.

Te dejamos con Life After Death (1997), álbum de donde sale el nombre del documental y último que el rapero grabó antes de su fallecimiento.

Ólafur Arnalds anuncia estreno de película y EP

El intérprete está listo para compartir con el público un extracto de su vida privada y lo que le rodea.

When We Are Born es la película que toma como base la singular y conmovedora vida del músico, compositor y productor, Ólafur Arnalds. Dentro de ella se toca, principalmente, la cuestión sobre cómo Arnalds y quienes lo rodean, directa e indirectamente, avanzan en la vida según como esta los vaya moviendo. 

La película fue filmada durante el verano de 2020 en Islandia, país que vio nacer al intérprete; en la parte creativa de la misma se formó un increíble equipo integrado por el director francés Vincent Moon (Arcade Fire, Bon Iver), la coreógrafa Erna Ómarsdóttir y el director de fotografía Thor Eliasson. Así que lo que tienes asegurado es una gran historia a través del baile y excelentes tomas que tus ojos van a agradecer.

When We Are Born será estrenada en streaming el próximo 7 de marzo y los boletos para verla ya están a la venta, para comprar el tuyo solo debes dar clic aquí. Hay distintos paquetes, chécalos y elige tu favorito. Aquí te dejamos el trailer para que le des play:

Ólafur-Arnalds-Documental

Pero eso no es todo, el músico tiene listo el EP A Sunrise Session, el cual será liberado en poco tiempo y dentro de este se incluye “Back To The Sky”, canción que forma parte de some kind of peace (2020), pero ahora con un giro un tanto distinto. 

A continuación puedes escucharla y ver el nuevo video dirigido por krassasig.

Rupert Neve, pionero en la ingeniería de audio, muere a los 94 años

"El mundo ciertamente suena mejor porque él estuvo aquí".

Rupert Neve —legendario ingeniero de audio, empresario e inventor de aparatos de grabación— murió a los 94 años el pasado 12 de febrero en su casa ubicada en Wimberley, Texas, lugar en donde él y su esposa Evelyn vivieron juntos durante 27 años. De acuerdo con un comunicado, la causa del deceso fue "neumonía no COVID e insuficiencia cardíaca".

Neve nació en Newton Abbott, Inglaterra en 1926 y gran parte de su infancia la pasó en Buenos Aires, Argentina. A los 17 años se ofreció como voluntario en el Cuerpo Real de Señales del Ejército Británico durante la Segunda Guerra Mundial y a su regreso trabajó para otras empresas y fabricantes de productos electrónicos antes de fundar su propia compañía, Neve Electronics, en 1961.

Asimismo, construyó un sistema móvil para grabar grupos corales y eventos públicos en discos de acetato; suministró sistemas de megafonía para eventos relacionados con la princesa Isabel (ahora reina Isabel II) y el ex ministro Winston Churchill.

Sus inventos han sido utilizados por artistas como Fleetwood Mac, Tom Petty, The Who, Grateful Dead, Santana, entre otros.

A lo largo de su vida recibió muchos reconocimientos y en 1997 le fue otorgado un premio Grammy por su trabajo y dedicación. Además, en 2013 Dave Grohl lo invitó a participar en su documental Sound City. 

El impacto de Rupert Neve en la industria del audio difícilmente puede ser exagerado. No es exagerado decir que millones de personas en todo el mundo escuchan música todos los días que se produjo utilizando equipos que incorporan los diseños de Rupert en algún lugar del proceso, ya sea desde la grabación vocal hasta la mezcla final, de principio a fin.", expresan sus familiares en un comunicado. 

Rupert Neve estuvo casado con Evelyn durante casi 70 años, se mudaron finales de 1994 a Texas y en 2002 obtuvieron la ciudadanía estadounidense. En 2005, junto a su esposa fundó Rupert Neve Designs y entre los dos construyeron docenas de productos utilizando materiales digitales y analógicos. La pareja tuvo cinco hijos: Mary, David, John, Stephen y Ann; nueve nietos y cinco bisnietos.

Descanse en paz, Rupert Neve. Si te interesa conocer más sobre su interesante vida, dale click aquí.

Yuck anuncia su separación

En el marco conmemorativo de su décimo aniversario, la banda británica se despide de los escenarios.

La banda británica, Yuck, ha anunciado oficialmente su separación, una noticia que llega a la par con la celebración del décimo aniversario de su álbum homónimo debut.

Max Bloom formó Yuck en 2008 con el guitarrista y vocalista principal Daniel Blumberg después de la disolución de su grupo anterior, Cajun Dance Party. A ellos se unió también la bajista Mariko Doi y el baterista Jonny Rogoff y lanzaron Yuck en 2011 a través de Fat Possum. No obstante, Blumberg abandonó el proyecto en 2013 para centrarse en su propia música, y Bloom se convirtió en el líder. Con la incorporación de Ed Hayes para hacerse cargo de la guitarra rítmica, la banda lanzó dos álbumes más que fueron, Glow & Behold de 2013 y Stranger Things de 2016.

Siento que es correcto decirles que ya no estaremos de gira ni haremos nueva música juntos. Hemos lanzado 3 álbumes juntos y estoy muy orgulloso de todo lo que hemos logrado, pero todos sentimos que era importante saber cuándo trazar la línea. No fue fácil aceptarlo. También quiero agradecer personalmente a todos los que se quedaron con nosotros después del cambio de alineación. Fue algo extremadamente difícil para mí navegar. Si seguiste apoyando a la banda a lo largo de los años, debes saber que significó más para mí de lo que probablemente te imaginas. Este no ha sido un viaje fácil para nosotros. Pero nuestro álbum debut representa algo muy especial para mí. Había una química especial y única entre mí, Daniel, Jonny y Mariko que no puedo identificar, pero creo que se puede escuchar en la música", comentó Max Bloom a través de Twitter.

Acá abajo puedes ver el comunicado de despedida de Yuck.

Tayrell libera su 'Tayrell Radio Vol. II'

El dúo mexicano nos revela una serie de mixtapes que comenzó a realizar en esta cuarentena. ¡Ya están disponibles a través de SoundCloud!

A mediados del año pasado Tayrell dio a conocer su Tayrell Radio Vol. 1, una serie de mixtapes que no había podido lanzar por diversas razones, incluyendo la situación actual de la pandemia. No obstante, a través de su Instagram se dio a conocer que en SoundCloud podríamos escuchar estas grabaciones junto con un nuevo track que formaría parte de su más reciente EP de remixes Take it Slow. Esta primera edición tiene una duración de casi 40 minutos y la puedes escuchar aquí abajo:

 

Ahora, el dúo le ha dado seguimiento a este proyecto, por lo que ha lanzado su Tayrell Radio Vol. II, un regalo para todos sus fans con una portada hecha por Marc Majewski. En este caso la serie de mixtapes también se unen en una sola pista, pero en este caso la duración es mayor, pues podremos escuchar durante una hora algunos sonidos ambientales que recrean una atmósfera con aves y onirismo, pasando también por una buena dosis de soul y R&B. No te pierdas esta segunda edición de grabaciones nunca antes mostradas por la banda y dale play a continuación: