20 años de alta evolución: The Vines.
The Vines surge en los últimos suspiros del siglo 20, haciendo propia la herencia de la psicodelia beatlemana, del poderoso, aunque también crudo, grunge nirvanesco y siendo eco de la sonoridad noventera del britpop. Su fundador, el cantante y guitarrista Craig Nicholls, tenía todo este legado en sus hombros que junto al bajista Patrick Matthews y el baterista David Oliffe, a quienes conoció trabajando en un Mcdonalds, plasmó en su álbum debut de Highly Evolved.
En un intento original de homenajear a The Beatles, la banda australiana comenzó su carrera haciéndose llamar Rishikesh, pueblo de la India en el que los cuatro de Liverpool hicieron su viaje espiritual. Después de tocar algunos años en el underground, fueron firmados por el legendario sello Capitol, hecho que los lanzó a la fama mundial.
Lanzado en julio del 2002, Highly Evolved, fue recibido con alabanzas de la crítica musical a nivel mundial, un éxito en ventas que fue acreedor a disco de platino en Australia, disco de oro en Estados Unidos y Canadá y disco de plata en Reino Unido.
Highly Evolved tiene distintos tintes sonoros que no deja lugar a la monotonía ni a repetir la misma canción 10 veces en el álbum. En el tenor de balada encontramos “Homesick”, una muestra de la melancolía de no tener hogar y sentir que nada te va salvar, inmediatamente después “Get Free”, la canción más popular y poderosa del disco que nos hace levantarnos del asiento para dar un salto hacia la libertad y el desenfreno pensando en el clásico y tan deseado california dreamin.
“Mary Jane”, oda a la compañera herbal, nos envuelve en atmósferas psicodélicas suavemente revisitadas para el confort de nuestro oído con un amplio espectro sonoro, ideal para dejarse acariciar por oleadas de humo y paisajes naturales.
“Ain't no room”, track cargado de guitarras reverberantes, baterías ponchadas y gritos desgarradores es una muestra del desdén e inconformidad de una juventud que siente que no tiene hogar en ningún lugar. Una apología a vivir la locura de la fauna urbana sin pensar en qué va a pasar mañana.
Para el cierre del disco, "1969" nos adentra en el sentimiento de una generación que siente nostalgia por algo que no le tocó vivir: los 60, década de la liberación sexual e ideológica que a la distancia se idealiza y se añora que vuelva a suceder, porque somos el fruto de lo que pasó en esos días aunque no sepamos cuál va ser la cosecha el día de mañana. Es el soundtrack que toma por asalto y nos lleva directo a soñar con lo que nunca fuimos.
Tal vez Highly Evolved no tenga la más innovadora y fresca propuesta pero sin duda estaba en sintonía con su época en cuanto a la poderosa manufactura de sus canciones con paisajes psicodélicos, feroces tintes punk-pop y post-grunge adornado con pinceladas de power-pop. A 20 años de su lanzamiento sigue conteniendo en su esencia eso que musicalmente marcó el inicio del nuevo milenio.
