La fumata en ocasiones conduce al infierno.
Técnicamente, se le conoce como fumata a la columna de humo que emerge de la Capilla Sixtina al terminar una ronda de votación para la elección de un nuevo Papa. Aquel personaje que se convierte en líder de la institución católica. En el idioma del sludge y la basura industrial donde se crean sonidos densos, Javier Alejandre (guitarra), Maximo Mateo (voz), "Mico" Cardoso (batería) y Juan Tamayo (bajo), le dieron otro significado a la palabra. Una referencia donde el humo no busca el cielo, al contrario, baja hasta lo más profundo entre disonancia y distorsión para mostrarnos el infierno.
Con ganas de crear algo más alejado de sus proyectos, los integrantes de Terror Cósmico, Vinnum Sabbathi, Apocalipsis y El Ahorcado, respectivamente, se unieron para formar Fumata y hacer su propio ruido. “Nos conocimos desde que nuestras bandas empezaron a tocar. Cuando era la época del colectivo Lxs Grises. Somos buenos amigos y quisimos jammear algo entre nosotros y por ahí empezó el asunto. “Mico” que es el baterista, Javi que toca la guitarra y yo lo iniciamos, cuando ya teníamos algo en forma fue cuando buscamos a Israel para la voz”, comenta Juan en una banca afuera de la Roma Records.
El cuarteto orilla su sonido al sludge y doom metal, mostrando riffs densos y potentes. Gritos que raspan el cerebro y tarolas que son despedazadas, Fumata se debe escuchar fuerte y sin miedo a que se reviente el tímpano de tu oído. “Fumata tiene la idea de que cada integrante se saliera de su sonido. Crear algo que no sonara a ninguno de nuestros otros proyectos. Algo muy particular fue la voz, en las bandas donde tocamos no tiene lugar, aquí sí. Y lo mejor es que todas las letras son en español”, comenta Juan.
Fumata se maneja con violencia. Un carro que va rápido y sin frenos pasando desde pantanos hasta caminos de terracería. Siempre sucio y que salpica a todo aquel que este cerca. Las letras pesimistas y derrotistas demuestran una sociedad corrompida. Una donde el dolor es una latente de sentir común. ¿Las bandas de doom trabajan en español? La respuesta es sí.
“A nosotros nos gusta más el español. Si bien no tenemos un dominio perfecto de él, es el idioma donde mejor nos podemos expresar. Yo no creo que el inglés te asegure atención mundial, luego esa es la intención de llegar a más gente y que te entiendan, pero desde mi punto de vista si te gusta la música, el idioma puede traspasar barreras. Era lo más cómodo y era lo ideal, el español expresa mucho más en ciertos temas que el inglés. Las letras son puras ideas. Promesas sin cumplir, suicidio, pesimismo, misantropía y crítica totalmente destructiva hacia nuestro comportamiento como personas. Era lo que traía en ese momento, de repente escribir es complicado porque no sabes cómo expresarlo. Simplemente es lo que sucedía”, habla Maximo después de exhalar un poco de humo proveniente de su cigarro.
Aunque Fumata es una banda relativamente joven, el cuarteto ya se aventuró en una gira por Europa organizada por ellos mismos. Con algunos contratiempos y baches en el camino, el proyecto mexicano reventó con fuerza amplificadores en el Viejo Continente. “En general se logró el objetivo. Aprendimos mucho y tuvimos momentos muy bizarros. En general lo resumiría en que nos fue muy bien a pesar de los atropellos. Incluso que la música fuera en español le sorprendía al público europeo, seguro se vuelve a repetir”.
Hablando de ser una banda independiente y de un género con un nicho tan específico con el sludge y el doom, Fumata afirma que mientras una persona mueva la cabeza y destroce el lugar, seguirán haciéndolo. “Tiene su nicho, todos los géneros al final del día, sobre todo las que son más underground le rascamos de una manera similar. Tú haces los shows, tú buscas la forma de crear, no estás dependiendo de alguien más. En cuanto al género es pequeño, pero va tomando fuerza. Ya hay festivales que te dan la oportunidad de hacer tu ruido”. Lee la reseña del Doom City Fest donde se presentó la banda recientemente.
Fumata fue confirmado en el cartel de Nrmal 2020 junto a Flying Lotus, Wand, Bush Tetras, entre otros proyectos independientes y con un sonido muy particular, vaya, nada que haga Nrmal tiende a fallar. “Para mí es curioso porque tuve la oportunidad de tocar con Vinnum Sabbathi en la edición de 2017 y también se presentó Terror Cósmico y Nazareno El Violento, entonces tres de los integrantes de Fumata ya tocaron en Nrmal por separado. Quiero creer que de ahí tenían la referencia de nosotros y un día nos contactaron para invitarnos al festival. Es muy significativo porque es un evento que no se puede predecir. Y cuando salió el cartel fue más aún porque se nos hizo muy loco que nos hubieran incluido. Se agradece”, responde Juan mientras el ajetreo del tráfico y el calor pega más fuerte en la colonia Roma.
En estos días la música y todo arte en general se consume de manera fugaz, tanto que puede hacerse desechable a los días de su estreno. Y aunque no es una regla general, lo digital volvió a nuestra generación en la de inmediatez para escuchar y soltar.
La tendencia en general es que el consumo sea digital y muy rápido. Pero creemos que los fans de doom y sludge suelen ser sentimentales. Tienen el apego al formato físico. Al vinilo y escucharlo completo. Está muy presente. Pero tener Bandcamp y todo lo digital también es afortunado. Con un clic puedes llegar a cualquier parte del mundo. Es una herramienta simplemente”.
La banda al parecer tomará un descanso después de un 2019 lleno de ruido y un 2020 que será fugaz en cuestión de duración para disfrutarlos en vivo, pero aseguran esto apenas es el comienzo y vendrá más música. “Ahorita se atascó un poco de fechas y en la Ciudad de México vamos a tocar hasta el hartazgo. Aunque es bueno, todo está muy junto y creemos serían de las últimas del año. Juan se tiene que ir con Vinnum Sabbathi un ratote, entonces, a partir de ahí vamos a tomar el resto del año para ponernos a componer. Lo primordial es grabar un disco nuevo de larga duración. Lo lógico después de eso es buscar fechas, pero ya sería hasta el 2021”.
