Fotografo: Diego Figueroa

Instagram: @halofive

Corona Capital 2021: Día 1

En la misma curva donde dos semanas atrás Checo Pérez afianzó un histórico tercer lugar en el Gran Premio de la Ciudad de México 2021, Tame Impala nos devolvió la esperanza de un futuro mejor.

Gel antibacterial. Sana distancia. El protocolo completo de sanidad al que nos hemos acostumbrado. Comprobante de vacunación o prueba negativa a COVID -19. El regreso a los eventos musicales masivos tiene un sabor agridulce. Entre cancelaciones por circunstancias diversas, todos ponemos de nuestra parte para recuperar un poco de las alegrías que quedaron suspendidas por el confinamiento. 

Traída directamente desde Venus, HANA inaugura el escenario principal con un set electrizante. Mezclando secuencias espaciales con tesituras de voces femeninas, nos da un fugaz paseo de 30 minutos por la constelación de Andrómeda. Volvemos al planeta Tierra sanos y salvos con “We Appreciate Power”, el tema colaboración con su sister, Grimes

“Pero el perfume de tu piel jamás que se me olvide...”. Cuco toma el teclado para acompañar a boy pablo en un hit que está por salir. El proyecto Chileno - Noruego hizo su debut en nuestro país en 2019 con un contundente sold out en el Foro Indie Rocks!. Dos años después regresa para cosechar los frutos de su álbum debut, Wachito Rico. Su combinación de guitarras tropicales, efecto flanger y una pizca slacker rock, nos transporta a un paraíso con vista al mar. “Dance, Baby!”. Dentro de muchos años, varios recordarán sus amores juveniles gracias al beach pop de Nicolas Muñoz y su equipo.

Con el cielo parcialmente nublado, la corriente marina nos lleva con rumbo hacia el noroeste para desembarcar en el escenario Corona Cero. Con su acento típicamente inglés, SG Lewis nos recibe sobre la arena y nos obsequia un collar de flores exóticas y una piña colada. El joven de 27 años que, recién este año presentó su primer larga duración, luce notablemente contento de percibir el calor del público mexicano. Tras unos cuantos temas,  tomó su guitarra y se bajó de la mezcladora y explotó el baile con sus “Chemicals” que entraron directamente en nuestro torrente sanguíneo.    

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Para las 17:00 H, el calor del sol, que en ningún momento se sintió abrazador, comenzó a perder intensidad. La afluencia de gente fue notablemente menor que en ediciones anteriores, sin embargo, fue reconfortante volver a ver sonrisas (ocultas detrás del cubrebocas). 

La batería alta en esteroides de Turnstile inauguró el slam. La primera presentación del acto de hardcore punk en México estuvo marcada por la facilidad con la que arrastran al público al pie del escenario para redimir su estrés a empujones y saltos cavernícolas. Claros deudores del rap metal de Rage Against the Machine y del grunge de Pearl Jam, los de Baltimore explotan como dinamita. Verlos en vivo es como escuchar sus grabaciones a speed up de 1.5; por eso no es de sorprender que hayan terminado casi 15 minutos antes de lo programado. 

Jack Antonoff es un tipo al que generalmente le gusta mantener un bajo perfil. Cuando no le está produciendo a Lorde, Lana del Rey o Clairo, le gusta salir de gira con Bleachers. Loco y extrovertido sobre el escenario, corre de un lado para el otro. Salta cualquier “obstáculo”. Hace cómplices a sus músicos y el público le responde con baile y gritos. Perfeccionista del sonido, se trajo dos baterías al Corona Capital para que le pudieran seguir el paso a su guitarra hiperactiva. Optimista sin remedio. “Rollercoaster” y la gente se deja ir como en un parque de diversiones. 

La “Venganza de Moctezuma”. A través de Instagram, Disclosure se disculpó porque un problema estomacal en uno de los hermanos Lawrence les iba a impedir presentarse. Sumado a la cancelación de St. Vincent (días antes por un caso de COVID - 19 positivo en uno de los miembros del crew) y el repentino pero comprensible abandono de The Kooks del cartel (Luke Pritchard voló de regreso a casa porque se convertiría en padre), la mesa quedó puesta para que Tame Impala cerrara el primer día de actividades sin rush previo. 

Cayó la noche y una ligera llovizna nos trajo la psicodelia líquida de Khruangbin. Ya sea por la ascendencia mexicana de la vocalista Laura Lee o por los paisajes desérticos que evocan sus canciones, el trío texano siempre es bien recibido en nuestro país. Tras el cover instrumental de “Bam Bam” (Sister Nancy, 1982), una densa nube de humo con THC se levantó y disipó la amenaza de lluvia. “Time (You and I)”; en un abrir y cerrar de ojos, luego de 20 meses en casa, algunas parejas salieron para poder disfrutar de la música en vivo al aire libre y con la luna de testigo de su amor.   

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Mientras en una inmensa carpa, Slowthai no terminó de conectar con el público, el escenario Bosque le quedó pequeño a Dayglow que se armó su propio festival dentro del Corona Capital 2021. Esperábamos que la irreverencia del inglés desatara una locura; sin embargo, el ánimo de los asistentes no estaba como para perder la cabeza. Francamente, Tyron tampoco está pasando por un buen momento, sabemos de los problemas que viene arrastrando desde hace un buen tiempo. Ojalá haya oportunidad de verlo en el futuro, en circunstancias más favorables. 

La otra cara de la moneda es Sloan Christian. Este chico a sus escasos 22 años es la personificación de la alegría y el optimismo. Definitivamente una de las grandes sorpresas para esta edición. Con 274 millones de reproducciones en Spotify, “Can I Call You Tonight?” rápidamente se convirtió en una de las canciones favoritas que las relaciones de pareja a distancia se dedican. Al interpretarla, todo mundo se olvidó del caos y se entregó a repasar los versos. 

La franja horaria de los headliners quedó prácticamente vacía. Sin St. Vincent, Disclosure y The Kooks (que, por cierto, días antes se presentó en el Teatro Metropólitan), se tuvieron que realizar un par de ajustes de última hora. El show de LP se recorrió una hora para realizarse de 20:50 a 21:55 H y Cuco fue anunciado con un set sorpresa de media hora. El chicano que, dicho sea de paso debutó en México como parte de la Semana Indie Rocks! 2019, nos deleitó con versiones acústicas de dos de sus grandes éxitos: "Lo Que Siento" y "Lover Is a Day".

En compensación por las dificultades, los organizadores anunciaron que las personas que compraron su boleto solo para el sábado podrían ingresar gratis al día siguiente para el complemento del festival.

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A escasos días de coronarse con un Foro Sol y teniendo ni más ni menos que a MGMT y Clairo de teloneros, Tame Impala tuvo que suspender -y posteriormente cancelar- su presentación en la Ciudad de México. Marzo del 2020, el mundo se declara en alerta por pandemia. La historia es por todos conocida. Con mucha incertidumbre el último gran evento musical masivo que se realizó fue la edición 21 del Vive Latino.

20 meses después, Kevin Parker se puso a mano con uno de sus fandoms más fieles. Es un cliché, pero todas las bandas dicen que están ante su público favorito. Puede que en muchos casos sea una arenga para exacerbar el ánimo de las audiencias; en el caso de Tame Impala tiene un alto grado de veracidad. Escogió nuestro país para cerrar su año: Pa’l Norte, Guadalajara y CDMX, respectivamente. Su próxima fecha confirmada hasta el momento es el Primavera Sound de Barcelona en junio del 2022.

Con toda puntualidad, a las 22:20 H, la banda saltó al escenario para entregarnos 100 minutos de sinestesia, rayos láser y una ola de éxitos. “One Year”, en realidad casi dos son los que tuvimos que esperar para escuchar este tema en vivo de su nuevo disco: The Slow Rush. “Borderline” para comenzar a abrir las puertas de la percepción. Su versión de seis toneladas de “Elephant” llevó el show al siguiente nivel. El aro de luz y los visuales nos hicieron alucinar.

Combinando novedades, clásicos radiofónicos y tesoros guardados, ejecutaron “Lost In Yesterday”, “Beverly Laurel“ (b-side que rara vez tocan en vivo), “Feels Like We Only Go Backwards”, “Endors Toi”, “The Less I Know, The Better” y “Eventually” solo por mencionar algunos tracks. Con “Let It Happen” la catarsis estuvo completa. El confeti y los rayos láser que cayeron sobre nuestros hombros durante “New Person, Same Old Mistakes” son la promesa de que las cosas irán mejor de aquí pal’ real. ¡Mil gracias, Kevin Parker!

 

Bauhaus en Parque Bicentenario

Nueva y oscura normalidad.

Probabilidad de lluvia, posibilidad de volver a un concierto bajo ciertas directrices extrañas: un certificado de vacunación como tu nuevo all access, una prueba de COVID-19 para evitar riesgos, cubrebocas obligatorio (y si no traías podrías incluso comprar uno en el stand de mercancía oficial con el logo de la banda), y sana distancia limitada ante la ansiedad por obtener el mejor lugar. 

El Parque Bicentenario rompe su calma familiar, y mientras padres e hijos terminan su jornada de paseo, comienzan a aparecer sombras con tatuajes, capas y uñas negras. Seguramente la curiosidad y los murmullos ante esta invasión de entes ávidos de oscuridad y de rendirle tributo a su condición. De nuevo la comunidad que viste de luto hasta en los días más alegres tiene un pretexto para encontrarse y celebrar a los próceres de su modo de vida. 

La estructura del escenario cual templo al que añoramos volver, Soriah y su ritual de iniciación sonora, gutural, frenética, tribal y difusa. Automatic y su jovial forma de remitirnos al sonido de Berlin, Visage, o hasta Le Tigre, el espacio abierto que poco a poco se fue llenando, más que de la excentricidad, de la naturalidad de aquellos que viven bajo las sombras, la pasarela de largos peinados mohicanos, gabardinas y capas de la era victoriana, como si Jack el Destripador reviviera su sed de sangre en pleno Azcapotzalco, sombreros y olanes, pintura blanca en el rostro y de negro la envestidura, calaveras y catrinas, una fiesta previa a la noche de las almas. 

“Rosegarden Funeral of Sores”, Bauhaus rompe el silencio que nos aquejaba, la sequía que nos mantenía cautivos, disipa el miedo por esta nueva normalidad, y entre el humo y las luces el bajo seductor y arcano vuelve a marcar los pasos de nuestro corazón, y la voz que nos devuelve cierta esperanza, nos deja ver que nuestro hartazgo al fin rindió frutos: "Virgin mary was tired, so tired, tired of listening to gossip, gossip and complaints”

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“Double Dare” David J de nueva cuenta imponiendo el frenesí con el bajo, Daniel Ash más que manipulando, dañando las 6 cuerdas de su guitarra, Kevin Haskins marcando el ritmo trepidante, y Peter Murphy vociferando, mutando, gritando, retador e indomable, con una luz blanca iluminando su condición inmortal. “In the Flat Field”, donde algunos discretos pasos de baile comienzan a emanar, cuando los tragos se intensifican, “A God in an Alcove”, en el orden como están las sagradas escrituras en aquel vinilo que no dejaba de girar. “In Fear of Fear”, por aquellos que aún no nacían cuando ya sonaba esta canción, “She’s in Parties” para aquellos que tal vez no dominan la discografía completa, pero que saben que el legado de Bauhaus es invaluable. 

La forma primigenia y básica de una banda como demostración de un todo, no se necesitan pantallas para figurar, ni una gran orquesta para crear sinfonías fundamentales, la energía escénica que resiste el paso del tiempo, nuestros viejos ídolos devolviendo nuestra juventud. “Kick in the Eye” y su ánimo funk entre la bruma, “Bela Lugosi’s Dead” como alta causa, porque de nuestros sarcófagos salimos a respirar, cual vampiros sedientos de sangre y cerveza, en la noche medio nublada como lugar feliz, y con estas notas como himno de resurgimiento. Cual espontáneo al ruedo, un sujeto se atreve a intentar tomarse una selfie con Peter Murphy en pleno escenario, este lo aleja, la improvisada seguridad lo tumba, minutos después otra invasión disipada, la necedad por figurar donde a nadie le importas.

3 Bauhaus-Parque Bicentenario-Diego Figueroa-20Pero sigue el eco de esa voz que nos seduce, el delay de los instrumentos que nos droga, el himno de una generación que en la oscuridad encontró su propia luz, y en la música sus influencias: porque están presentes los que conocieron a la banda como tal, y los que en Interpol encontraron la forma de indagar sus influencias, los que encontraron similitudes con She Wants Revenge, los que siguieron la pista de Love and Rockets, los que portan playeras de Nine Inch Nails, los que conocen más a The Cure, los que se vestían también como Caifanes, o los que extrañan a Siouxie and the Banshees

 

“The Passion of Lovers” por aquellos que de la mano continúan por la senda oscura, “Stigmata Martyr” por los que reposan en el suelo de ebriedad e hicieron que los paramédicos acudieran a checar su bienestar, “Dark Entries” como frenética absolución de todos nuestros pecados, y como celebración por haber sobrevivido a una pandemia, el ánimo punk que nos dio fuerza para soportar, la música que en sus diferentes formas siempre nos va a salvar, ese track que más que sofocarnos nos enaltece y llena de vida. 

Un encore plagado de covers incluyendo la infaltable aparición de “Ziggy Stardust”, saldo blanco en una noche negra, nada que ver con aquella última visita en el Cine Opera, los tiempos han cambiado, ahora hubo zona VIP, pago con tarjeta y vaporizadores a la venta, no hubo portazo, pero sí gente que se quedó escuchando desde afuera o en el estacionamiento, el Parque Bicentenario fue por una noche un buen camposanto para reflexionar, para volver a encontrarnos con gente que no veíamos desde hace mucho tiempo, y para reconectar con la música en vivo que tanto necesitábamos. 

Ciclo Hipnosis: MEELT + ACTY + Strange Color

De lo orgánico a lo hipnótico: circunvoluciones sonoras del tercer showcase.

Los sonidos proyectados desde la curaduría prismática de Hipnosis se abrían paso una vez más hasta nuestros oídos, sorteando el tiempo gris eléctrico de los últimos días junto al sabor de ansiedad colectiva que nos deja la pandemia llegaba la tercera fecha del ciclo de showcases organizados por el festival, presentando en esta ocasión a MEELT, ACTY y Strange Color en la cartelera del foro Indie Rocks!

La banda conformada por Uriel Mena al bajo y Alejandra Acosta en la batería fue la encargada de dar el kick off inicial en la cara del público; MEELT rompía la atmósfera de stand by con el tronar del primer riff y disparos percutivos que mantendrían presentes a lo largo de toda la presentación. Después de “Último Vagón”, “En Tu Cara / Bicampeón” y “La Noche Quedó Atrás” la línea sonora del concierto empezaba a definirse como un movimiento de loop incesante evolucionando sobre sí mismo.

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“Un slam con sana distancia.” Colocaba Acosta como preámbulo a “Buscapleitos”, haciendo sentir obligada la intensidad corporal cuando el dueto dejó caer “Golpe de Calor” seguida de “Bruce Willis Estaba Muerto”.

“Esta canción es de los Mengers, vamos a ir a quemar Pantitlán”. Soltaba Mena para conectar lo que sería la última ráfaga del set, logrando con “Doctor Psiquiatra” un contraste poco encontrado hasta ese momento. “Permanencia Voluntaria” daba cierre al desenfado punk y sensación de grito ahogado que nos regaló el proyecto, siendo el turno de los hidalguenses para tomar el escenario.

Amparo Carmen Teresa Yolanda inundó desde el primer acorde el aire del recinto en texturas eléctricas y experimentación sonora, hilando casi 18 minutos seguidos de pista tras pista que culminaban en el primer silencio otorgado por los músicos. Las pausas casi enteramente mudas que marcaban el inicio y fin de cada track lograban limpiar el paladar auditivo de los asistentes, enfatizando el contraste entre murmullo humano y el wall of sound en el que se había convertido el show.

Las mesetas de intensidad llegaban con “La Guerra Interior” y “Obsesivos Días Circulares”, traduciendo la naturaleza orgánica del movimiento sensorial en pulsaciones constantes. ACTY nos arrastraba a un trance de shoegaze, noise y el desgarre de la voz de Iván Aguilar entre la instrumentación abrasiva.

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La agrupación terminaba en un guiño a los fanáticos del balompié con “El 10” para cerrar en la violencia del spoken word vía “Los Intraterrenos”, reventando por última vez en la noche los tímpanos del Indie Rocks!

Después del impulso garage y oscilaciones hard ambient de las bandas anteriores llegaba Strange Color para dar la última estocada al ruido de esa noche. Abriendo setlist en un despliegue de psicodelia indie con “Estratagema” el proyecto mexiquense prendía el primer chispazo a la serie de melodías lisérgicas que nos tenían preparadas.

“Estamos al borde, al borde de los tiempos perdidos”, pronunciaba Ricardo Gil, frontman del proyecto.

La atmósfera se moldeada al ritmo de “Lightness”, encontrando su faceta más salvaje prendida al riff de “Fuzzphene”. La potencia en el groove percutivo de Ernesto Figueroa acompañado de las armonizaciones a seis cuerdas de Alex Carbajal lograban resolverse en una caída suave hacia “Three Sundays”.

El tercer show pre Hipnosis terminaba así con un nuevo track compuesto por la banda durante el aislamiento, seguido de “Talismán”, poniendo la cereza de psych sound sobre este triplete de experiencias sonoras.

Ciclo Hipnosis: El Culto del Ojo Rojo + Rostro del Sol + Román Tamayo

La noche y el día se pintan de colores cálidos.

Y, de nuevo, la sombra del ‘semáforo amarillo’ cayó sobre la Ciudad. Sientes su presencia en las cortinas cerradas, en los locales vacíos y en la ausencia física y mental de los transeúntes. El color rojo, aquella temida señal de advertencia, pesa sobre el ambiente como un fatídico destino que aún puede evitarse. Pero, irónicamente, el amarillo y el rojo fueron los colores que tiñeron la segunda noche del Ciclo Hipnosis, un espacio de escapismo para esconderse por un momento del semáforo epidemiológico y su orwelliana vigilancia.

La noticia del ‘semáforo amarillo’ tomó por sorpresa a la metrópoli y confirió un sentimiento de derrota anticlimática frente a una pandemia que considerábamos domada. En este escenario de tensión y miedo, donde la bonanza volvió a parecer endeble, nada resultaba más adecuado que volver al ritual del heavy psych: el peso de sus guitarras se elevaría como el fuego, y calmaría los temores de un puñado de almas enfundadas en chaquetas y cubrebocas negros.

Fue este público el que, tras la llegada de la luna, recibió el golpe fulguroso de Rostro del Sol. Configurado como un sexteto con teclados y dos metales, el grupo de Ciudad de México encendió los cuerpos del Foro con un explosivo caos sonoro, cuyo informe sonido evolucionaba deliberadamente del heavy psych al jazz y al boogie. Retazos de King Crimson, Charlie Parker y Magma se mezclaron en un místico caleidoscopio (no por nada, el baterista lucía una playera de este último). Y fue aquí donde retumbaron los primeros gritos de catarsis, acompasados por un incipiente headbang y los tímidos pasos de un baile de salón.

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Rostro del Sol demostró ser un grupo para apreciarse mejor en el escenario, pues los integrantes lucieron sus habilidades sin opacarse en ningún momento, sino mediante un trabajo en conjunto con incontables solos y transformaciones de precisión milimétrica. Así lo marcaron con “Bop C Sketches”, “Effect of Creation”, “Backyard's Blues”, así como “Cynical Mind”, anunciada como su ‘primerísimo primer sencillo’ y recargada con un eterno solo de batería. La promesa de nuevo material, cuyo nombre permanece desconocido hasta para la banda, se sembró esta noche en el escenario.

Pero Rostro apenas encendía el fuego que culminaría con la llegada de El Culto del Ojo Rojo. A medio paso entre la destreza blusera de Led Zeppelin y el stoner de Sleep, el power trío de Ciudad de México recordó a las víctimas del eterno encierro cómo debe escucharse un verdadero concierto de rock. Las guitarras retumbaron con fiereza como gruñidos salvajes que llenaban el escenario en una danza de expansión y contracción, mientras la masa del público comulgaba en un ritual donde el headbang y los gritos de éxtasis derivaron incontrolables. “Hombre Prometeo”, “El muerto” y el nuevo sencillo anunciado como “Las murallas pegadas a la escafandra eléctrica”, marcaron el descenso al irrefrenable delirio con “Growl” y “Sin Miedo a Morir”, momentos culmen donde la formación de un moshpit pendía de un hilo…

...Pero el moshpit no sucedió. Porque la sombra del ‘semáforo amarillo’ aún pesa sobre la vida nocturna de la Ciudad, y el acercamiento físico se mantiene como una latente amenaza. Sin embargo, el temor al caos inminente que permea en las calles del exterior se convirtió por un momento en un recuerdo borroso, y se diluyó en dos horas de clamor y furia. La noche, con su abrigo enfurecido, nos hizo teñirnos completamente de rojo.

Hipnosis presenta: A. Savage en el Foro Indie Rocks!

Country, rock y vibes cósmicas: la noche que todos necesitábamos.

Después de un año de permanecer confinados por la pandemia, finalmente se empieza a ver esa luz al final del túnel. Los añorados conciertos comienzan a re-agendarse en sus diferentes formatos; auto-conciertos, streamings y por supuesto, los presenciales. En un panorama mucho más sólido, anoche, Hipnosis presentó el show de Andrew Savage -líder de Parquet Courts-; un momento que podría sintetizarse como el recuerdo más melancólico de los días felices y las noches largas.

El anuncio de su presentación llegó de sorpresa para todos y eso solo reanimó la esperanza no solo de los que gustan de su proyecto, sino de todos aquellos que extrañan estar rodeados de personas, coreando melodías y moviéndose al ritmo de la música. Así sucedió este primer encuentro íntimo directo desde el restaurante que habita dentro del Foro Indie Rocks!

Asistir a un evento de Hipnosis, ha sido, es y seguirá siendo toda una experiencia. La presentación arrancó en punto de las 21:00 H con la presentación del músico y productor de Torreón, Apache O' Raspi, quien con su guitarra eléctrica en mano dedicó las primeras notas de "Rampante", una rola que apenas ofreció un primer adelanto del porvenir de la noche. Inmediatamente "El Afecto Afecta" sonó y las ondas cósmicas empezaron a apoderarse de los cuerpos de los asistentes; la gente comenzó a ceder ante los sonidos producidos por la banda.

1 Apache O'Raspi-2

Pronto llegó la primera intervención por parte de Apache O' Raspi, un hombre de pocas palabras que no hizo más que agradecer la asistencia de los presentes. Todos sabemos que su música es su mejor discurso. Los riffs curativos inundaron el ambiente y así resonó un cover de "Cuando Me Enamoro" antes de que Geo Equihua hiciera presencia en el escenario; la energía de ambos se convirtió en la motivación que todos necesitábamos. Durante una hora se gozó de rock, folclore y positive vibes.

A las 22:00 H y ya con un ambiente mucho más relajado, A. Savage subió al escenario para interpretar las canciones que componen a Thawing Dawn, su primer disco solista publicado en 2017. Sorprendentemente el líder de Parquet Courts se mostraba nervioso, una situación entendible; el disco se compone por 10 cálidos temas que cuentan una visión sobre el amor en los tiempos modernos. Andrew fue breve en su presentación, dedicó apenas un saludo y explicó que había viajado desde Nueva York y que el destino lo había puesto en ese escenario, inclusive admitió que se sentía nervioso, pero eso no impidió que su música llegara al corazón de las personas.

Rolas como "Wild, Wild, Wild Horses", "Thawing Dawn" y "Buffalo Calf Road" resonaron mientras los presentes disfrutaban con calma de una cerveza rodeados de sus personas especiales. La guitarra acústica hizo su labor de acompañar al cantante en esta íntima velada que poco a poco iba llegando a su fin. La combinación de ese estilo country y blues abrazó el mensaje del cantante: su introspección sobre el sentimiento más profundo.

Cuando A. Savage culminó, rápidamente Hugo Quezada se instaló en una tornamesa para pinchar ondas galácticas durante el resto de la noche. Los que aún permanecían en el Foro Indie Rocks! comenzaron a animarse y a bailar al ritmo de la selección. Así sucedió este inesperado encuentro que permitió volver a disfrutar de aquello que tanto nos gusta: la música en vivo.

Ximena Sariñana en autoconcierto

La vida no es fácil, pero al menos pudimos ver a Ximena Sariñana en vivo.

Como un embotellamiento en el que sí nos gustaría estar, así describió Ximena Sariñana el ambiente del autoconcierto que ofreció el domingo 16 de mayo, ante el sonido de las bocinas de los autos que se dieron cita en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez. Un lugar que se caracteriza por la rapidez de los monoplazas que por ahí circulan, ahora reunió una vez más a decenas de autos estacionados para presenciar este show, y algunos cuantos más aficionados desde casa con el streaming que se transmitió a la par. Vamos poco a poco experimentando de nuevo eventos en vivo y presenciales.

Ximena, con demasiada emoción por ser su primera presentación en un escenario formal en poco más de un año, adornó el escenario con unos hongos y frutas inflables, y estuvo acompañada por un grupo de bailarinas y unos visuales en las pantallas que complementaban la oferta visual del concierto. Solo ella sabrá la diferencia que se vive desde el escenario cuando tenías a los fans desde primera fila, a ver ahora toldos y gente enmascarada, pero en realidad no pareció afectarle. Se le veía sonriente y platicada como era en tiempos pre-pandemia, por lo que el ánimo de su parte nunca flaqueó y la gente respondía como podía, encendiendo las luces, sonando los claxons y gritando detrás de los cubre bocas que debían permanecer colocados.

Ximena Sariñana_autoconcierto (10)

Los clásicos infaltables, "Cobarde", "Mediocre", "Different", estuvieron presentes. Sus colaboraciones también tuvieron cabida en el setlist como "Mis Sentimientos" donde sus músicos adaptaron el sonido cumbia de Los Ángeles Azules aunque se notó su ausencia, "Monitor" de Volován que nos llevó a inicios de los 2000, con todo y mención a ICQ incluida (los menores de 30 no sabrán qué es esto) y "Aire Soy" de su dueto con Miguel Bosé que para este show fue reemplazado por sus músicos acompañantes. Ah, y si querían saberlo, la pronunciación de “Casi sin querer” fue la apropiada. Esta presentación sirvió también para el debut en vivo de sus canciones "TBT 4 Ever", "Una Vez Más" y "A No Llorar", que por obvias razones habían sido lanzadas pero solo conocíamos en su versión de estudio.

DLD, Los Claxons y Rebel Cats en auto concierto

Una pequeña victoria más.

Conciertos en línea, festivales televisivos pre grabados, fines de semana con presentaciones de festivales de años pasados, auto conciertos. Seguimos buscando la forma de volver a sentir esa vibra que nos daban los conciertos como los conocíamos y que nunca pensamos que fueran a cambiar. Curiosamente este viernes tuvimos casi todos estos acercamientos con la oferta de Austin City Limits en YouTube, Future Islands "en vivo" via digital, y el trío de Rebel Cats, DLD y Los Claxons en la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez.

Para muchos, nuestra "última vez" fue el Vive Latino, y así nos lo recuerda Vince de Rebel Cats en algún momento de la noche, al mencionar que no habían pisado un escenario para tocar frente a su público en los ya casi 7 meses de esta situación extraordinaria. ¿Cómo se ve un concierto ahora? Si bien no es el primer "auto concierto" en la ciudad o sus cercanías, esta es de las primeras dentro del formato que OCESA ha nombrado "Irrepetible" que combina el concierto en vivo mas la opción de streaming. Así, si decides verlo desde la comodidad de tu casa, sabes que lo que estás viendo sucede en ese mismo instante en el Autódromo, en donde los autos y la distancia social ocupan el espacio que antes se veía repleto de aficionados codo a codo.

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Ahora no queda más que hacer el ambiente con tu grupo de amigos. 4 personas por auto o 6 por camioneta. Afortunadamente el rockabilly de Rebel Cats se presta para empezar bien la tarde. No hace frío así que no hay pretexto para quedarse en el auto. Llegar temprano te ubicará más cerca al escenario, más cerca de la banda y esto se nota en que los fans se prenden más. Hacia atrás, algunos saltos mínimos, gente asomándose por el quema cocos, o salirse del auto a ver. No estamos acostumbrados a tanta distancia entre nosotros, pero lo tenemos que hacer.

Una forma de soportar este cambio radical en nuestras vidas es encontrando lo positivo en lo que podamos, así que, a título personal, hacer 30 minutos del sur de la ciudad al Autódromo lo podemos contar como la primera victoria de la noche. ¿Cuándo íbamos a imaginar estos trayectos al dirigirnos a un concierto? Y más donde ahora no tenemos que buscar estacionamiento y caminar los kilómetros de la pista que los pilotos de Fórmula 1 recorren en cuestión de segundos. La costumbre nos quiere hacer pensar que nada ha cambiado, pero al escuchar el grito de "¡Hola México!" de parte de Mauricio de Los Claxons, ¡Cómo lo extrañábamos! Muy platicadores entre canciones, los regiomontanos son los que lograron el mejor ambiente de la noche. Ambos vocalistas no dejaron pasar ninguna oportunidad para maldecir al virus, implorar que "hay que parar esta madre" para volver a lo que conocíamos.

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Esta no es una noche cualquiera y todos lo sabemos. Francisco Familiar de DLD, quienes ya habían formado parte de un concierto por transmisión digital, nos dice lo agradecido que está la banda de que la gente haya decidido asistir, y envía saludos a los que ven desde casa. En definitiva debe ser gratificante ver rostros cantando tus canciones después de tanto tiempo.

Salir a un evento masivo no es decisión fácil estos días, por lo que cualquier cosa que nos haga feliz debe ser tomado como recompensa. Como fan también tenemos que tener la responsabilidad de cumplir la instrucción de portar el cubrebocas al salir de tu espacio asignado. El frío comienza a llegar y no sé si es por eso, que al parecer muchos iban a ver más a Los Claxons, segunda banda de la alineación, o temer que la salida se fuera a complicar, pero poco a poco la gente fue saliendo del lugar. Nada que haga perder el ritmo a DLD, quienes con pocas palabras, dejan que la música hable por ellos.

Una buena noticia, la salida no fue muy complicada y lo mejor, nos ahorramos la caminata de vuelta a nuestro auto para emprender el camino a casa ya que nunca nos alejamos de él. Una pequeña victoria más.

Bravo Festival 2020 en Valle de Bravo

Bravo Festival 2020: un evento cultural en medio del bosque.

El estado de alerta por el COVID-19 no impidió que muchas personas se dispusieran a vivir un fin de semana rodeados de naturaleza, fuera de la ciudad. Bajo las adecuadas medidas seguridad e higiene, se llevó a cabo otra edición del Bravo Festival 2020 en Valle de Bravo, Edo. Mex.

El día comenzó con algunos sonidos africanos provenientes de Kuumba, un dúo multidisciplinario conformado por los mexicanos, Marie Glez y Estefano Sarmiento, quienes con sus interesantes ritmos, lograron que la música fuera una expresión corporal. El sol -aunque estaba en su máxima potencia- no impidió que los asistentes se movieran al ritmo de la música, al contrario, parecía que se estaban cargando de energía. 

Mientras las personas seguían llegando, Brolorizo se encargó de amenizar el escenario principal con un poco de R&B y música disco. Continuando así con el DJ y productor Flamingosis, quien hizo resonar un poco de funk en el venue. La gente, seguía bailando al ritmo de la música mientras otros se dirigían al área de comida donde hubo una vasta selección de alimentos y bebidas para todo el público: pizzas, carne asada, hot dogs, hamburguesas, esquites, paletas heladas y más.

Hasta el momento, el ambiente se sentía muy familiar ya que incluso, había áreas recreativas para que los niños se divirtieran mientras los adultos disfrutaban de más música. En esta ocasión, Bravo Festival 2020 presentó a Mildlife, un proyecto oriundo de Melborune, Australia, que logró simpatizar con todos los presentes; logrando así, un encuentro íntimo. Un poco de jazz, música disco y groove lleno de distorsiones hicieron que la tarde cayera en una puesta de sol preciosa.

El ritual para invocar al Dios de la lluvia.

Solo bastó con que Rodrigo Gallardo diera inicio a su presentación para que el ambiente cambiara de manera radical. Esa interesante fusión de música andina y elementos orgánicos, unió al público en un mismo escenario con un solo objetivo: lograr que con el baile y la música se hiciera un llamado a la naturaleza. Parecería irreal, pero sonaba "Agua de la Tierra", cuando una fuerte lluvia se soltó en Valle de Bravo. Momento memorable, cósmico y sublime.

La lluvia tampoco fue un impedimento para que el festival siguiera. Las presentaciones de Romare, Mira, Carlita y Pional continuaron. Así también, en otro stage del lugar, una serie de DJs daban vida a uno de los momentos cumbre de la noche. Naza, Patricio, Nico Borgio y Jarreau Vandal pusieron ambiente con un vasta selección musical que iba desde el house hasta el reggaetón.

Proyectos musicales de techno y hip hop, se encontraban en el otro extremo del Rancho Agustín, cubiertos por un domo que invitaba a los presentes a vivir una experiencia más íntima con los DJs. El cálido ambiente permitió que todos sacaran sus mejores pasos cuando los artistas mexicanos Miss Mara, Young Drums y Pamela Dom presentaron su set. El frío de la madrugada a penas y se sentía. Y así, bailando, los cuerpos siguieron recibiendo música hasta el amanecer. Bravo Festival 2020, demostró ser un evento que combina a la perfección la naturaleza, la música y la cultura en un solo lugar.

Billy Joel en el Foro Sol

Adiós México, sincéramente Billy Joel.

Recuerdo la primera vez que escuché a Billy Joel: Tenía 10 años y estaba en el auto con mi papá. Él tenía uno de esos enormes estuches de plástico para CDs y siempre me dejaba elegir la música. De entre entre todos sus discos decidí sacar Glass Houses por su vistosa portada. Quedé fascinado desde el primer track pues, a pesar de jamás haberlo escuchado antes, su sonido y letras me eran muy familiares. Ese mismo día me aprendí varias canciones. 

Billy Joel es un músico contagioso, que te atrapa sin importar edad o gustos, y eso se dejó ver durante el concierto de el Foro Sol, la última presentación del cantante en nuestro país. La media de edad probablemente estaba entre los 40 o 50, pero en los pasillos del recinto veías caminar todo tipo de personas: jóvenes, niños, y hasta metalheads

El concierto inició en punto de las 21:30 H. Todo fue muy rápido, en cuanto el escenario iluminó el enorme piano de cola, Billy Joel comenzó con “Big Shot” y “Pressure”. El inicio fue abrupto y extraño, pues el músico no interactuó con el público hasta la tercera canción: “The Entertainer”. Pero un “gracias, buenas noches” bastó para cambiar la atmósfera por completo. 

Billy Joel tocó 27 canciones y de cierta manera dividió su concierto en tres partes. Durante la primera, en el inicio del show, pudimos escuchar casi todo el repertorio de The Stranger y 52nd Street con canciones como “Honesty”, “Zanzibar”, “Vienna” y “Just The Way You Are”

El cantante nos iba llevando a su paso, lento pero seguro. Con canciones bien conocidas pero tranquilas y apacibles. La gente estaba disfrutando a bastante a pesar del terrible viento helado que nos atacaba. Incluso Billy Joel tuvo que ponerse un beanie y una bufanda a causa del frío. Además, mantuvo una taza de café sobre su piano en todo momento. 

La que podríamos llamar segunda parte, consistió más que nada en canciones del disco Turnstiles, Storm Front y algunos covers, como “YMCA” de Village People y el tema de ópera “Nessun Dorma”, interpretado por el guitarrista de Billy, Mike Delguidice

Tuvimos varios momentos destacados en esta segunda parte, como el tributo de Billy Joel a su ciudad natal con “New York State Of Mind” y “Only The Good Die Young”, que nos fue incitando a levantarnos de nuestros asientos. Pero de lo más especial fue cuando el músico tocó “She’s Always A Woman”, ya que el Foro Sol se llenó de luces por parte del público, logrando una escena que enchinaba la piel. 

Luego de más de 20 temas, justo antes del encore, Billy le dio a la gente lo que muchos venían esperando: “Piano Man”. La canción, que creció en los 70 como petición en los bares, no fue cantada por un puñado de bebedores nostálgicos, sino por miles de fans mexicanos entonando al unísono. Hubo gente que entregó todo en esa canción e incluso las pantallas nos permitieron ver a un par de asistentes llorando de manera desconsolada. Un buen ejemplo de cómo mueve la música de Billy Joel

Luego de unos minutos, Billy y su banda regresaron al escenario. Ya habíamos recorrido casi toda la discografía del pianista, pero aún nos debían canciones imprescindibles. Comenzaron con “We Didn’t Start The Fire”, que contó con las incontables referencias ilustradas en las pantallas; siguió “Uptown Girl”, que puso a varios a bailar y regresó a otros cuantos que ya se planeaban partir; y todo finalizó con dos de los favoritos ochenteros, “It’s Still Rock and Roll To Me” y “You May Be Right”

Billy Joel se despidió del público mexicano con una enorme sonrisa, satisfecho y con mucha energía. Nos entregó, en esta última visita, un concierto grandioso, solemne y memorable. Fue un show al nivel de esos conciertos que uno fantasea mientras ve los DVDs de shows en el Madison Square Garden o el Wembley Stadium, DVDs que por cierto mi papá también tenía en sus enormes estuches de plástico.

Ghost en el Palacio de los Deportes

En medio de religiosas, muere el Cardinal Copia y comienza una nueva era: Ghost en la Ciudad de México.

Casi dos años han pasado desde que Ghost estrenó su cuarto trabajo discográfico. Prequelle marcó una diferencia en la carrera de la banda, un álbum de carácter fresco e irreverente, tanto como el frontman en turno, el Cardinal Copia.

La Ciudad de México fue elegida para cerrar la serie de conciertos que la banda ofrecería en apoyo a este último álbum de estudio. Es así como a las 20:30 H. el Palacio de los Deportes se convirtió en el punto de reunión para la misa negra.

Los cantos gregorianos se silenciaron, las luces se apagaron, la cortina negra cayó y al ritmo de la pieza instrumental "Ashes" los destellos rojos aparecieron junto a los gritos de un público enérgico. "Rats" trajo el potente inicio de la batería, los guitarrazos de los Nameless Ghouls y la aparición en el escenario del Cardinal. Cabe mencionar que el sonido era fuerte, lo cual emocionó aún más a los asistentes aunque, claro, el ruido rebotaba en el venue causando una dispersión del sonido limpio.

El fondo, fueron los ya conocidos vitrales de iglesia que adornaron el evento de principio a fin. El concierto prosiguió con "Absolution", el riff de guitarra de "Faith", "Mary on a Cross", "Cirice" pero algo extraño sucedió en "Miasma", se notaba al Cardinal Copia agotado, incluso cayó al piso una vez, algunos de sus acólitos lo reanimaron; no pasó mucho tiempo después cuando un grupo de monjas lo rodearon, bloquearon la visibilidad y fue en ese momento, en pleno escenario, donde el Cardinal Copia murió. Luego de unos instantes, las monjas abrieron paso y entre ellas salió un nuevo personaje, con una túnica azul rey y detalles dorados, se podía observar al Papa Emeritus IV.

El setlist continuó con el nuevo líder (encarnado, como en todas las demás ocasiones, por Tobias Forge), canciones como "Ritual", "Satan Prayer", la balada "He Is" y "Kiss The Go-Goat" se hicieron presentes. El sonido de la banda era fuerte pero se escuchaba a la par de los coros del público con la frase "Hail Satan, Archangelo" perteneciente a la canción "Year Zero".

Hace un tiempo, en mi reseña del álbum Prequelle, afirmé que "Dance Macabre" sería un excelente momento en vivo, y así fue, las voces se alzaban y la emoción se hacia notar. Fue después de esta canción que llegaría el final de la noche con una infaltable: "Square Hammer".

Ghost es una banda que se aleja de ser la más brutal o la mas compleja en el terreno del metal, pero sin duda, es una banda que hace bien su trabajo. Habiendo concluido esta gira y esta faceta, nos toca estar a la expectativa del nuevo orden que seguramente traerá el nuevo Papa Emeritus IV.