Fotografo: Bere Rivera

Hola soy Bere Rivera o BRO como muchos me conocen, soy egresada de la carrera de Diseño y Comunicación Visual de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM.

Me especializo en la fotografía de retrato y espectáculos principalmente. He trabajado para Bud Light, Dos Equis Mx, Mercedes Benz Fashion Week México y colaboro en Indie Rocks! Magazine.

Instagram: @bereriveraoficial

Festival Indio Catrina 2018

¡Festival Indio Catrina, lo chulo de Cholula!

Con el afán de llevar hacia ustedes lo mejor de los festivales musicales que acontecen fuera de la capital, este fin de semana fuimos a la tercera edición del Festival Indio Catrina, un festival pintoresco, lleno de alegría y un cartel cada vez más ambicioso.

El colorido paisaje colonial de las calles, el comercio local de artesanos y las opciones gastronómicas alrededor del parque pirámide de Cholula fueron un gran aliciente para adentrarnos en este bonito pueblo, mismo que al esperar mayor aforo en esta edición, dispuso de un mayor espacio y cuatro escenarios donde retumbaría no solo lo mejor de la escena musical local, sino también varios actos internacionales de mayor talla.

Luego de haberlos visto como acto telonero en el concierto de Porter, Bándalos Chinos fue de los primeros actos en aparecer en el escenario principal Indio quienes nos invitaron a irnos de viaje con ellos a través de las canciones de su nuevo álbum BACH, teniendo como invitado a Adán Jodorowsky.

Desafortunadamente recibimos el anuncio de la cancelación de Le Butcherettes y Omar Rodriguez-López Band, por lo que tuvimos algo de tiempo extra para llegar con calma del otro lado del parque al escenario Takis, donde The Marías nos puso a vibrar con su música, incluso haciendo un cover a “Lava Lamp” de Cuco.

Un ataque de hit tras hit nos aguardaba, pues Chetes presentó un set digno de reconocer, ya que retomó sus más grandes éxitos como “Arena”, “Completamente”, “Querer” o “Efecto Dominó”, hasta algunos temas del gran proyecto Zurdok, como “Estático” y “Abre los Ojos”.

La invasión chicana continuaba, pues ahora sería turno de escuchar a Chicano Batman, que llenó de baile y alegría la pista, particularmente cuando “La Manzanita” sonó a través de los parlantes, generando inmediatamente parejas a nuestro alrededor quienes no dudaron en comenzar a bailar tremendo cumbión.

Con un gran número de oyentes, Porter tomaba su turno en las acciones del escenario Catrina, con un set que unió las gargantas de sus seguidores, tanto los más jóvenes que cantaban con fuerza “Cuxillo”“Murciélago”, hasta los fans más añejos que extasiados disfrutaban de clásicos como “Host of a Ghost”“Espiral”.

Dado a que Juan Son también formaba parte del cartel, se escuchaban comentarios entre el público que esperaban una utópica aparición sorpresa junto con Porter, cosa que no sucedió. Juan Son hizo un show modesto, estrenando sus nuevos sencillos “Wind” y “Siento”, así como temas de antaño como “Nada”“Mermaid Sashimi” y “Cuervos”.

Súbitamente, Fobia comenzó su recital, uno de los actos que poseen mayor trayectoria en la escena musical mexicana y que nadie quería perderse. Esta banda nos regaló joyas como “Dios Bendiga a los Gusanos”, “Regrésame a Júpiter” y “Miel del Escorpión”, mientras que emocionados la gente ovacionaba cada movimiento sobre el escenario. “Veneno Vil”, “El Microbito” y “Hoy Tengo Miedo” fueron las rolas más coreadas.

La espera por ver de nuevo a Café Tacvba fue bastante larga, ya que el escenario Indio tuvo un retraso de más de 30 minutos. “Futuro” y “Matando” fueron los temas iniciales, para seguir con “Como Te Extraño”, un tema que seguramente todos los presentes conocían. Rubén dio un discurso sobre la paz, la armonía y el amor, previos a una lista de éxitos: “Volver a Comenzar”, “Puntos Cardinales”, “Chilanga Banda”, “Déjate Caer”, “Eres” y “El Baile y el Salón”.

Corriendo nos trasladamos a donde Weezer ya hacía de las suyas al estilo “Beverly Hills”. El público fiel que le esperó, coreaba “Hash Pipe”, “Pork and Beans” e “Island In The Sun” y la atmósfera que se vivía en el escenario Catrina era increíble. Los covers no faltaron, desde “Happy Toghether” de The Turtles y “Take On Me” de A-ha hasta “Africa” de Toto. Nuestra emoción por ver tal show lleno de explosividad era mucha, misma que se incrementó al final del set, cuando Rivers Cuomo portó el jersey de los tiburones de Veracruz. Su set finalizó con “Say It Ain’t So” y un último cover a “Paranoid” de Black Sabath, mientras que una cortina de papelitos que caían de lo alto del escenario cubrían nuestro rostro lleno de felicidad.

El plato fuerte llegaba directo desde Sudáfrica. El coro de los monjes sirve de cortinilla para que GOD suelte la pista de “Pitbull Terrier”. La locura sobre la pista es inmediata, los cuerpos brincan y sudan a la par, “Fatty Boom Boom” retumba en todo lo alto, mientras que Yolandi Visser baila cadenciosamente al ritmo de “Girl I Want 2 Eat You”.

De las plataformas sobre las cuales el DJ, los raperos y bailarines explotaron de euforia, estaban colgadas unas mantas blancas, mismas que a lo largo de todo el show, Ninja se encargó de decorar con un aerosol negro, dibujando figuras humanoides con rostros deformes. Mientras eso ocurría, los éxitos “Ugly Boy”, “Cookie Thumper!”, “Baby’s on Fire” y “I Fink U Freeky” nos volaban los sesos. Como siempre, Die Antwoord dio un show lleno de energía, Ninja estuvo haciendo crowd surfing sobre su público y Yolandi nos sorprendió con su baile y el tono agudo de su voz.

Hasta aquí llegó la cobertura del Festival Indio Catrina, un festival que festeja la diversidad de géneros musicales y que seguramente vendrá con mayor fuerza en 2019, pues gracias a esta edición se consolida como uno de los festivales más importantes de la provincia mexicana.

San Pascualito Rey y The Chamanas en el Lunario

Todo nos trajo hasta hoy: la última noche de Otaola con San Pascualito Rey.

La velada nostálgica inició con los chihuahuenses The Chamanas que, a través de su indie pop con toques folk, agradecieron la invitación a los pascuales quienes fueron recibidos entre aplausos y gritos por parte del ansioso público que ya los esperaba.

El último concierto en el que Alex Otaola tocaría con San Pascualito Rey se convirtió en una despedida, en donde el turno de cantar, llorar y hacer catarsis fue para los fans así como para con el muy querido guitarrista. "No te vayas cabrón, quédate", gritaban los presentes mientras un ambiente desgarrador dentro de los corazones de la banda comenzaba a descender en el Lunario del Auditorio Nacional, incluso antes de los pascuales iniciarán el emotivo recital.

Con un setlist especialmente seleccionado por Alex Otaola para su último concierto como guitarrista de San Pascualito Rey, la agrupación fundada en el lejano 2000 arrancó la noche con "Comezón" seguida de "Todo se cae" y "Enemigo", mientras que "Olvídate de mi", track incluido en su segunda placa titulada Deshabitado (2007), transportó a sus incansables seguidores –y no seguidores– al pasado. Sus inconfundibles líricas rezaban "olvídate de todo lo que yo te di, me vas a lastimar aquí, me vas a lastimar aquí". "Nunca me cansaré de este momento cabrones", dijo un sonriente Pascual Reyes al termino de la rola.

Más tarde durante el intermedio, algo que casi nunca se ve en el Lunario, aparecieron entre el público los Trombotones, los primeros invitados de la velada, para amenizar la espera del set acústico que vendría instantes después.

Luego de unos minutos, cubrieron el escenario con una fina manta traslúcida donde se proyectaban luces en forma de sol de color verde y amarillo. Así interpretaron algunos temas acústicos como "Si pudieras ver", "Arde el pecho", con Luca Ortega como invitado especial.

"Solares", "Caminito" y "Carne abierta" marcaron momentos mágicos y nostálgicos en lo que fue el último show de San Pascualito Rey con Alex Otaola, uno de los mejores guitarristas de México y América Latina, quien lucía un semblante repleto de sentimientos encontrados, nostalgia, tristeza, pero a su vez mucha entrega a la música que ha sido parte de la ultima década de su vida. 

"Es fenomenal, lo único que les puedo decir es que sufro, sufro, sufro", dijo Otaola al público antes de continuar con "Sin precaución", "Así es el amor", "En la oscuridad", y el clásico moderno del rock en español "Te voy a dormir". Una de las rolas más esperadas del show fue "Si te vas" que, junto a Jairo Zavala mejor conocido como Depedro, emocionó incluso hasta las lágrimas a la audiencia.

Todos y cada uno de los asistentes sentían más una despedida que un concierto, un "hasta luego" que los transportaba a otro ambiente, incluso atrás se escuchaban murmullos que decían: "¡pónganle las golondrinas!", "¡no nos dejes cabrón!".

Todo llegaba al final y era momento de pasar el estandarte guitarrístico a alguien más. Alex Otaola tomó el micrófono y voceó: "Pedí que en algún momento de la noche estuviéramos los seis juntos en el escenario, por favor denle un gran aplauso a Vicente Jáuregui", a quien recibieron agridulcemente. Como símbolo del momento, materializaron la sabrosura instrumental cha-cha de "Bailón", el canto a la desesperanza amorosa de la desgarradora "Nos tragamos" del Sufro, Sufro, Sufro (2003) y la energía nostálgica e interpretativa de "Todo nos trajo hasta aquí""Fin del mundo" fue última canción del set que culminó una de las páginas más fructíferas del rock nacional para el gran guitarrista Alex Otaola con San Pascualito Rey.

Alemán en el Pepsi Center WTC

Eclipsando a la escena.

“Antes decía que no éramos miles, solo los necesarios. Hoy sí somos miles”, dijo Alemán mientras el Pepsi Center WTC coreaba su nombre. En ese momento el MC de los Cabos se dio cuenta que lo había logrado, quizás no llenó el lugar, pero cada una de almas presentes se encontraba a sus pies.

Todo pasó en un domingo cualquiera. Mientras la ciudad se despertaba de la resaca provocada por un sábado histórico, la escena de hip hop nacional se preparaba para un concierto que pintaba pa ser especial. Durante semanas, sino es que meses Alemán, el rapero del momento, estuvo promocionando este show, como la presentación de su vida, adelantando que tendría numerosos invitados y que iba a dar un espectáculo de más de dos horas. Todos esto elevó las expectativas pues con el curriculum de Alemán uno podría esperar desde raperos nacionales, hasta europeos. De hip hop malandro al trap más fresa. Todo unido bajo un solo nombre Erick Alemán, “Alemalandro”, pa' los cuates.

Acto 1: Yoga Fire & Dezzy Hollow

Justo a las 20:00 H. en punto subió al escenario Trillhouse, la nueva joya de Homegrown. Apenas había empezado a soltar unos beats cuando tomó el micrófono para presentar a Yoga Fire. En ese momento las luces se apagaron y todo el Pepsi explotó. No es para menos, si bien Yoga no tiene el éxito de Alemán, sí maneja el respeto callejero al ser uno de los pioneros del trap mexicano y uno de los raperos que mejor se adapta a las nuevas tendencias del hip hop. Su set fue duro y directo. Desde temas como “Higher Level” que suenan más a hip hop callejero, hasta canciones como “Taboo”, que te llevan más al dembow. Si bien su presentación fue corta, fue un claro ejemplo de lo que se trata el hip hop en 2018: diversidad.

Poco después de que Yoga dejó el escenario subió el segundo abridor: Dezzy Hollow. Y bueno, qué se puede decir de uno de los mejores MC underground del momento. Chicano, con un sonido actual pero que mantiene la esencia West Coast con la que creció. De hecho su respeto es tal que momentos antes de que empezara su participación sonó “Nuthin' But A G Thang”, canción emblema del sonido de la costa oeste de Estados Unidos. Lo malo aquí fue que el público ya estaba desesperado por ver a Alemán, por lo que forzó a que Dezzy cortara su set y solo tocara tres temas, es una pena pues se trata de uno de los mejores raperos de la actualidad y no pudimos apreciar en su totalidad su talento.

Acto 2: Climax

El momento había llegado, las luces se volvieron a apagar. Un video de Alemán, tomó las pantallas. En él se podía apreciar como grabó el disco que se estaba presentando esa noche. Las sesiones en una casa rentada, las pláticas con los colaboradores; la fiesta, la mota. Una vez terminado el video se bajó el telón del escenario y Tocadiscos Trez soltó el beat de “El Patrón”, canción con la que se inauguró la fiesta, porque más que concierto, esto se trataba de una fiesta.

El hecho de que eligiera esta canción para abrir significaba dos cosas: la primera mandar el mensaje de quién estaba en el escenario, el duro, el más cabrón de la escena. La segunda fue que desde el principio los invitados iban a tomar el escenario y así fue. De inmediato el escenario se inundó de gente: Cozy Cuz, Yoga Fire Dezzy Hollow, fueron los primeros en tomar el micrófono junto al anfitrión. Esto provocó que el show no tuviera momentos bajos, a partir de ese momento todo fue climax. En las pantallas se apreciaba una toma del público brincando al ritmo del poderoso beat.

Después siguió “Estilo y Flow”. Estás primeras canciones son representativas de lo importante que es Alemán en el hip hop nacional. La primera, como dije, provocó una explosión de brincos, digno del momento actual de la música urbana, mientras que la segunda representa un sonido más austero, más barrio, más malandro. Eso es lo que hace grande a este rapero, la capacidad de unir lo actual con lo tradicional sin perder la credibilidad en el camino. Cabe mencionar que ambas canciones pertenecen al mismo disco, o sea que no se trata de etapas o de que antes sonaba de una manera y hoy de otra. No, este es Alemán en 2018, dos caras de la misma moneda representadas por el loco de Cabo.

Como dije el show fue largo y tuvo muchos invitados, si hablamos de todo este texto sería más bien una novela corta así que me enfocaré en lo más relevante.

“Corre”, canción de Simpson Ahuevo, fue un momento importante pues se trata de una canción que tiene potencial de himno generacional pues trata un tema universal: el abuso policial. No importa quién eres ni a qué clase perteneces seguramente te has topado con el oficial corrupto que busca cualquier pretexto para sacarte dinero, quizás por eso esta canción fue recibida con tanta euforia, todos son uno ante esta problemática. Lo curioso de este momento es que esta canción no es de Alemán aunque participa en ella, sin embargo no tocó “Déjame Volar”, canción que sí es del rapero de San Lucas y en la que participa Simpson, cosa que sí pasó en el concierto del segundo en SALA este mismo año, quizás se dieron cuenta que “Corre”, tiene más relevancia y al no poder meter ambas se decidieron por esa.

Otro momento relevante fue la participación de Snow Tha Product, esta rapera chicana es una pieza clave en el hip hop gabacho pues de la voz a la comunidad latina de una manera que no se veía desde Cypress Hill. La canción que interpretaron juntos fue “Dale Gas”, que salió hace poco más de una semana por lo que no fue coreada por el público, sin embargo cada uno de los asistentes se deleitó con una de las mejores raperas del momento aunque fuera por un par de minutos.

Durante varios momentos del concierto se escuchaba al público corear “Keo, Keo”, esperando al trapero español. Lo primero que se vio Kidd Keo, fue la presentación del video de “Reyes del Trapicheo”, pero lo que la gente quería era verlo en acción y fue hasta que sonó “Touchdown” que lo pudieron apreciar, no cabe duda que a pesar de no ser tan relevante en el trap español como Yung Beef o C. Tangana, se trata se uno de los mejores representantes del género, cosa que le ha sido recompensada en nuestro país sobre todo en este 2018 que se ha dado un par de vueltas por territorio mexicano.

Sin embargo y a pesar de también contar con la presencia de C. Tangana, el español que se llevó las palmas fue Yung Sarria, y no es para menos si se toma en cuenta que la canción con más reproducciones de Alemán, “Tantas veces”, la grabó junto a este rapero originario de Cali, Colombia aunque reside actualmente en España. Este fue uno de los momentos clave del concierto pues se pudo ver corear a cada uno de los asistentes mientras el humo de mota inundaba al recinto.

A pesar de todo la mejor invitada de la noche fue la madre de Alemán que subió al escenario abrazar orgullosa a su hijo, sellando así el momento más emotivo de la noche.

Ausencias importantes

La noche se completó con gente como Akapellah, Adán Cruz, FNTXY y DEE. Sin embargo algunas ausencias como Muelas de Gallo que no fue por problemas de salud. Tampoco estuvieron presentes Remik González, El Pinche Mara ni Go Golden Junk, a pesar de que sonaron temas en los que participan, algunos himnos de la escena como “Alterados” o “Skrt”. Se que suena a mucho pedir pero si ya se habían tomado la molestia de traer a tantos invitados de fuera del país, quizás hubiera estado bueno que los nacionales también estuvieran presentes.

Porter en el Teatro Metropólitan

Murciélagos, xoloitzcuintles y colibríes.

Llegó la noche de Porter en el Teatro Metropólitan para presentar de manera oficial el EP Las batallas del tiempo, el cual fue lanzado en plataformas digitales el mismo día, y del cual pudimos escuchar por primera vez (versión estudio y en vivo): “Himno eterno”, la cual solo la habían escuchado un grupo de personas dos días antes en el showcase de Porter para su disquera Universal. La piratería afuera del Metropólitan, siempre al tiro, ya tenía las camisetas con la portada del nuevo EP; y quedará pendiente el resto del álbum, el cual será completado con otro EP de cuatro canciones, y un sencillo (o mini EP) de dos canciones.

Porter tuvo la gentileza de invitar a Bándalos Chinos, grupo de Buenos Aires, para que le diera banderazo inicial a la noche (como también lo hizo para el concierto de Porter en Pachuca), y el grupo argentino nos presentó su nuevo material Bach, al ritmo de un yacht-rock con un poco de funk, que recuerda al “rocksito” inocuo de principios de los años 80, hubo solos de sax y esas cosas.

A las 21:00 H. en punto subió el grupo de Guadalajara, el platillo principal, para la ovación de un Metropólitan que estaba como al 90% de su capacidad, técnicamente un lleno, e inmediatamente dejó caer un fragmento de “Este cosmos”, para conectarla con la melódica “Host of a Ghost”, y como es tradición para cualquier concierto en este recinto, el público era dedicado y conocedor, recibía cada canción con la misma ovación como si fueran otra vez los primeros compases de “Este cosmos”, ya fueran canciones antiguas, queridas y conocidas, o cualquiera de las nuevas.

David Velasco personalizaba el sonido de la banda y se notaba suelto, bailando de vez en cuando, especialmente con el guitarrista más prendido, Víctor Valverde. La banda estuvo ataviada en lo que parecían unos sarapes negros, o unos tuxedos (vaya discrepancia, lo sé), hechos a la medida, muy chic, eso sí; y a los costados del escenario se veían al principio del concierto unos grandes rehiletes girando velozmente. Velasco, que es efusivo en el escenario, pero no tan elocuente para las entrevistas, ofreció las siguientes palabras antes del primer número del nuevo material. “Las batallas no son personales, todos estamos en esta búsqueda”.

Y escuchamos la rolaza de “Bandera”, canción que de alguna manera engloba la temática general del nuevo material, la bandera que se erige dentro de esta sucesión de batallas que llamamos vida, bandera tejida con desamores y sufrimiento del pasado, pero indistinguible entre tantas, porque todos sufren y eventualmente, siguen adelante. “Lo sé, perdón, soy un ser humano”, cantaba Velasco, como lamentando nuestra condición errante. Para la canción bajó del techo un feto gigante inflable, de mal parecido y abstracto. “A mí me parece que es uno de esos peces que habitan el fondo del océano”, me dijo mi vecina del asiento de un lado.

Diego Rangel se aventaba unos riffs pegajosos en el bajo y a veces replicaba el instrumento en lo que me parecía ser un bass synth, como en “La China”, donde el teclado producía algunos de los bajos más profundos que he escuchado en este recinto, y el grupo en general programaba algunos sampleos y loops en las consolas para construir un sonido más robusto, tal como sucedió en el debut de la noche, “Himno eterno”.

¿Y la sopa de zapote, apá?

El mentado “Xoloitzcuintle Chicloso” apareció al final del set principal, lo cual inundó de éxtasis a la audiencia, la cual reconoció la canción después de varios segundos. Y Velasco entonó las antiguas coplas de Juan Son, al ritmo de disco, sobre un pobre perro que le dieron toloache y luego lo hicieron tacos (hay que ser buena onda como Velasco para no haber dicho: “ni de pedo canto esa madre”).

Para el encore, Velasco tomó la guitarra y empezó una rendición acústica de “¿Qué es el amor?” (la pregunta ancestral dentro de la música popular, What is Love?), acompañado de Rangel en el teclado, antes de que se uniera toda la banda e interpretaran el verdadero himno eterno, “Espiral”, la cual nos devolvió de madrazo al 2005, y mientras todas las personas levantaban sus manos hacia el techo del Metropólitan, Porter disfrutaba su noche bañado en luces azules y amarillas, y a nuestro alrededor nos envolvía un olor que yo juraba era de piña, “es como a flores”, opinó la vecina.

Un concierto emotivo y completo fue el de Porter en el Teatro Metropólitan, fue la oportunidad de ver el regreso, con nueva música, de una de las bandas mexicanas más relevantes de los últimos 15 años.

 

Semana de las Juventudes 2018

Pal pueblo lo mejor.

Una edición más de la Semana de las Juventudes se dio con aciertos y defectos. En medio de polémica de gasto público y despilfarro en una banda que cobró 10 millones de pesos por tocar mientras parece haber otras misiones más importantes para el INJUVE, el organismo dedicado a montar el evento año con año.

Sin embargo, al final, al público que asistió solo le importó dos cosas: música y gratis.

Dia 1: Círculos de Paz

El primer día de actividades en el Zócalo se caracterizó por su diversidad. Hip hop, reggae, cumbia, surf, ska, hubo de todo en la plaza principal de la CDMX

La primera presentación la dio Lng/SHT. El rapero de Cancún está viviendo uno de sus mejores años ya que llenó El Plaza Condesa, firmó con Universal y ahora tocó ante miles de personas en el Zócalo. Su set incluyó temas de todos sus materiales, desde su primer EP hasta su última participación en el tributo a Chico Che. Todo mientras desfilaban invitados de la talla de Muelas de Gallo (Banda Bastön), Daniela Spalla y Cocó Cecé.

Después siguió Rastrillos, la banda de reggae más ecléctica del país. Al igual que su predecesor, Rastrillos, se dedicó a recorrer su carrera con la diferencia de que esta banda cuenta con 25 años de carrera. Su show sirvió para relajar la tarde, algo necesario ya que la intensidad no volvería a bajar en el resto de la jornada.

Quizás uno de los nombres que mejor representan el nombre de México en el extranjero es el Instituto Mexicano de Sonido (IMS), esto gracias al talento que tiene su creador Camilo Lara a la hora de mezclar lo tradicional y lo contemporáneo. Esa mezcla volvió a poner los ánimos hasta arriba en un Zócalo que para esta hora ya lucía bastante lleno.

Lost Acapulco fue la última banda en subir al escenario antes de los principales de la noche, digamos que fue la encargada de terminar de calentar los motores antes de arrancar la verdadera fiesta de la noche. Su set empezó con canciones de sus discos más recientes y poco a poco se fue metiendo en temas más viejos como “Surf Mongol”, “Tangatutanga”, “Frenesick” y “El garage de Gina monster”, los cuales terminaron por poner al lugar en un estado de éxtasis y listo para el gran cierre.

Por último llegó el tiempo de Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio. Para ese momento se calculaban cerca de 100 mil almas en la plancha del Zócalo capitalino, todas listas para lo mejor de la noche.

Después de un intro, la primera canción que sonó fue “Solín” seguida de “5to Patio Ska”, lo cual no era una sorpresa, la banda suele abrir con ese combo poderoso desde hace bastantes años, incluso antes de que la segunda fuera grabada. Con esto comenzaron los famosos círculos de paz de la “Maldita”.

Las verdaderas sorpresas llegaron después al rescatar temas como “Rafael”, la cual dedicaron a toda la comunidad LGBTTTQA+, haciendo énfasis, a través de imágenes, en los travestis indígenas. La banda destacó que esta canción salió en el primer disco por lo que lleva 30 años pensando que todos los humanos tienen los mismos derechos sin importar su elección al amar.

Otra joya rescatada fue “Sur del sur”, muy relevante en tiempos de caravanas migrantes y la discriminación que las mismas han destapado en el pueblo mexicano.

Mismo caso fue la interpretación de “Mujer”, otro clásico del primer disco, mismo que dedicaron a todas la mujeres víctimas de violencia al tiempo que condenaron los feminicidios que ocurren en nuestro país.

Pero qué sería de un concierto de Maldita Vecindad sin los clásicos. Durante las casi dos horas del show desfilaron canciones, por no decir, himnos, como “Pata de perro”, “Un poco de sangre”, “Don Palabras” (que incluyó una presentación especial por la periodista Carmen Aristegui), y claro, “Pachuco” y “Kumbala”, siendo la última la más coreada de la noche, sonando espectacular y dando fin a una larga primer jornada de la Semana de las Juventudes en el Zócalo.

Dia 2: La noche de ¿Pixies?

Para el segundo día, los organizadores se fueron por un repertorio más rockero. Si la primera jornada había sido un festejo de la diversidad, el sábado tuvo muchas más guitarras que tambores latinos.

Para empezar Rey Pila. Es difícil saber si fue el horario o el calor, o algún otro factor externo, pero a pesar de dar una buena presentación, el público, salvo aquellos que evidentemente iban a ver a la banda.

Con Comisario Pantera las cosas comenzaron a prenderse más, su público era más numeroso y cantaba más fuerte que el de sus predecesores, con lo que se podía empezar a sentir el ambiente de festival.

Sin embargo las cosas realmente explotaron cuando Titán salió al escenario. No cabe duda que el grupo liderado por Silverio (sin su personaje solista) y Jay de la Cueva, es una verdadera joya nacional a pesar de no contar con el éxito comercial que merece. Su set de casi una hora puso a todos a brincar y bailar dejando a un público listo para las últimas presentaciones.

DLD fue la penúltima banda en subir al escenario de la Plaza de la Constitución y vaya que dio gusto el recibimiento que recibió. Desde el primer momento el piso tembló cual terremoto. Las canciones elegidas para la noche fueron prácticamente puro hit lo cual provocó por momentos que la voz del vocalista Francisco Familiar no se escuchara pues el público lo opacaba en ciertos versos.

La presentación de DLD puso en duda si Pixies sería capaz de superar lo que la banda chilanga había logrado que fue: poner a sus pies a decenas de miles de personas.

Bueno, después de casi 40 minutos de espera, las luces se apagaron, el público lanzó un gran grito al cielo y los acordes de “Gouge Away” empezaron a sonar. Lo primero que llamó la atención fue que el volumen parecía un poco más bajo que el las anteriores presentaciones del festival, lo cual siempre es factor aunque no determinante en un concierto. “Crackity Jones”, “Monkey Gone To Heaven” y “Caribou” completaron una primera entrega de viejos clásicos de la banda originaria de Boston con lo cual parecía cumplirse la promesa de que estaríamos por presenciar uno de los mejores shows, gratuitos, en la historia de nuestra ciudad.

Sin embargo fue cuando empezaron las canciones de sus últimos dos discos que los ánimos se calmaron para nunca más recuperarse por completo, salvo por aquellos fans de hueso colorado de la banda.

No hay que malintrepretar, el show fue bueno y las canciones más recientes no carecen de calidad, al contrario, algunas son mejores que sus temas de los años 80, sin embargo al carecer del título de clásico pierden el punch en vivo ante un público compuesto de algunos fans, pero mucho más curiosos y borrachos hambrientos de cantar melodía conocidas.

Estos bajones de ánimo fueron levantados con canciones fácilmente reconocidas como “Mr. Grieves” o “Here Comes Your Man”, aunque el público no se conectó en su totalidad con la banda hasta la última ronda de canciones: “Broken Face”, “Debaser”, “Isla de Encanta”, “Gigantic”, “Wave of Mutilation” y claro: “Where Is My Mind?”, está última la más esperada y coreada de la noche.

El show de Pixies fue un regalo para todos sus fans, sus verdaderos fans, aquellos que disfrutaron cada una de las casi 40 canciones interpretadas la noche del 10 de noviembre en el corazón de la CDMX. Para aquellos que conocían solo los clásicos, pudo ser un camino tortuoso sobre todo en el primer tercio del show, sin embargo estoy seguro valió la pena. Por último, aquellos que se esperaron 37 canciones para escuchar “Where is My Mind?”, les puedo decir que al menos la peda estuvo buena.

CutOut Fest 2018

El Festival de Arte y Animación Digital más importante de México realizó con gran éxito su décima edición.

A lo largo de cuatro días, CutOut Fest 2018 ofreció al público una gran cantidad de propuestas relacionadas con la creatividad tecnológica. Se proyectaron decenas de cortometrajes animados provenientes de distintos puntos del globo; hubo conferencias y charlas con grandes exponentes de la industria a nivel internacional; exhibiciones artísticas; talleres; workshops; arte urbano; y hasta una batalla de GIFs.

 

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El crecimiento de medios y plataformas que hoy son parte de nuestra vida cotidiana se ha dado de manera acelerada. Hace una década no existía la resolución 4k, WhatsApp, Airbnb, Spotify o Uber. Hace 10 años, contra todo pronóstico, nació en Querétaro uno de los proyectos más ambiciosos de la era digital en México. La tarea era difícil, pero no imposible. Afortunadamente, la meta estuvo clara desde el principio: generar un espacio de convivencia directa entre los realizadores del arte electrónico y el público general. Esto con el fin de incentivar el desarrollo y la profesionalización del área.   

CutOut Fest ha mantenido su misión hasta la fecha. Año con año, el festival ha logrado ampliar su oferta de actividades e incrementar su audiencia. Para esta décima edición se estableció el Decálogo sobre las #NuevasFormasDeVer:

1.- Observa hasta deshacerte.
2.- Piensa en lo que nunca piensas.
3.- Ejecuta por instinto.
4.- Ilustra con templanza.
5.- Edita como vampiro hambriento.
6.- Aprópiate del espíritu de las vanguardias.
7.- Lee cine.
8.- Habla con tus amigos.
9.- Diviértete.
10.- Construye templos de inspiración.

 

Día 01

El jueves 1 de noviembre comenzaron las proyecciones de la selección oficial en las categorías de Universitaria, Experimental, Videoclip, y Narrativa. Por la tarde, en la Galería Libertad, fueron inauguradas tres exposiciones: Filo de la Carne, del mexicano Edgar Bacalao; La Joie, gráficos con realidad aumentada de los franceses MNSTR & ART BY FRIENDS; y Les Francs Colleurs del colectivo francés 9ème CONCEPT.

Por la noche, en la Cineteca Rosalío Solano, el director del festival dio por inaugurada formalmente la décima edición del CutOut Fest. Miguel Del Moral agradeció la participación de los colaboradores, patrocinadores, instituciones, medios aliados y talento por el esfuerzo conjunto.  

Día 02

Las proyecciones en el gran Teatro de la Ciudad continuaron de manera fluida. Desde las 11:00 H. y hasta las 20:00 H. fueron exhibidos los trabajos audiovisuales que llegaron de distintas partes del mundo para la competencia. Las cuatro categorías mencionadas se alternaban por períodos de una hora.  

Viernes, en pleno Día de Muertos, comenzaron las charlas con los artistas en la Cineteca Rosalío Solano, un espacio que se encuentra a un lado de la sala principal del Teatro de la Ciudad. La logística de las conferencias es tradicional: el realizador habla sobre su trabajo a lo largo de una hora con el apoyo de algunas proyecciones audiovisuales. En terminando cada presentación, el conferencista se trasladaba a un pequeño stand instalado en el lobby para conversar de con el público interesado de manera más directa; esta dinámica fue nombrada como Hello my name is. Ahí mismo, la gente aprovechaba para tomarse algunas fotos para el recuerdo o pedir autógrafos.    

A las 12:00 H. el mexicano Freddy Chávez habló sobre su reciente incursión como co-escritor y director en un proyecto más personal que llevará por título Duérmete Niño. También compartió algunas de sus experiencias y anécdotas de su trabajo en cintas como Teenage Mutant Ninja Turtles, Sin City 2, Pacific Rim, Tron Legacy, The Dark KnightBlade Runner 2049, entre otras.

Continuando con las charlas, el colectivo brasileño Bicicleta Sem Freio agradeció la posibilidad de regresar a Querétaro para una edición más del festival. Hace un par de años, sus dos miembros realizaron un mural colaborativo de gran tamaño con la artista francesa Fafi. Para este 2018, se les encomendó toda la imagen gráfica; cosa que lograron de gran manera. Figuras aglomeradas con contornos difusos y los colores contrastantes caracterizan su propuesta visual. Nótense que sus influencias van desde Alfons Mucha hasta James Jean.  

Para cerrar el día de conversaciones, el español Sergio Lara habló sobre la paciencia, dedicación y atención al detalle que requiere trabajar con las técnicas del stop motion. Entre sus colaboraciones más reconocidas se encuentran Anomalisa de Charlie Kaufman e Isle of Dogs de Wes Anderson.

De manera paralela, en el Museo de la Ciudad, los mexicanos Mr. Lemonade y Vago –acompañados del venezolano Chocotoy– ofrecieron una divertida sesión de dibujo con las personas que llegaron para dejar volar su imaginación sobre las hojas en blanco en su modalidades analógicas y digitales.

A las 18:30 H. comenzó la ya tradicional Batalla de GIFs. El Foro del Museo de la Ciudad se llenó totalmente para este encuentro marcado por la creatividad y la intensidad de los participantes. La competencia se desarrolló en dos categorías: Selección Oficial y Público General. Los concursantes debían tener su trabajo montado en alguna plataforma online; dos creadores presentan su propuesta y un jurado elige al mejor. El vencedor se enfrenta a un nuevo retador y así hasta al final. Daniel Hobbit se coronó como el nuevo Gif Master en la primera con su trabajo titulado Bola en la ingle; y Mario Alfonsín se alzó ganador, en la segunda.

 

Día 03

El sábado todo fluyó en la misma lógica del día anterior: proyecciones de la selección oficial; charlas con artistas y su respectiva convivencia. En lugar de la Batalla de GIFs, en el Foro del Museo de la Ciudad se realizó el Maussanwave, una reinterpretación a partir de loops, cutups, mahups y otros recursos multimedia sobre el programa Tercer Milenio. Este montaje multimedia reflexiona sobre la ansiedad que provoca el encuentro con vida extraterrestre; se desarrolla a partir de las ideas cyberpunk sobre el futuro.

Este día, nosotros decidimos concentrarnos en el seguimiento de las actividades de Noah Harris, un diseñador inglés que ha trabajado con Gorillaz. Asistimos a su conferencia, fuimos a la sesión en el Hello my name is y tuvimos la oportunidad de entrevistarlo.

Noah creció en el campo, rodeado de grandes paisajes verdes, vacas y granjeros. En los años 90, la cultura rave en Inglaterra le cambió la vida. Interesado por las dinámicas sociales asociadas a la música electrónica y la juventud, se fue interesando cada vez más en la cultura mediática.

Durante un tiempo siguió los pasos de su madre fotógrafa. Cuando tuvo que elegir una formación profesional, se decantó por el diseño gráfico porque un amigo suyo trabajaba de ello y quiso intentarlo. Descubrió que era algo que realmente le apasionaba y que tenía mucho talento. Cuando terminó la carrera se mudó a Londres en busca de un trabajo.

Su tránsito de diseñador gráfico a director. "Se dio de manera orgánica. Una de las entrevistas laborales que tuve fue con una compañía de publicidad para televisión. Ahí es cuando tuve que comenzar a pensar y desarrollar el movimiento para mis propuestas. Fue un gran paso; aplicar 10 segundos de animación a un logo, por ejemplo, es un reto; pero al final es parte de un proceso creativo más extendido", señaló.

A la par de encargos laborales, también le gusta desarrollar proyectos personales en los cuales puede poner en marcha su imaginación de una manera más libre. Harris confiesa que es un proceso diferenciado. Si se trata de una asignación, parte de la idea o el concepto que la empresa pretende comunicar; a partir de ello genera propuestas visuales que representen de manera clara el mensaje de la pauta. Cuando trabaja por su cuenta, puede comenzar con formas y figuras que van entretejiendo sus propias dinámicas narrativas. Se ha destacado en su campo por una atención al detalle en los valores de producción y por una chispa de sorpresa en cada trabajo.

Una de las grandes pasiones de Noah Harris es la música. Su género favorito es el house y durante 20 años, alternó su profesión con ser DJ. Las responsabilidades laborales y familiares lo han alejado de ello, pero confiesa que es de las cosas que más ama. La cultura rave aún influencia su trabajo. "Tenía 17 años en 1991 cuando todo comenzó, salí de casa para volverme independiente y descubrí este ambiente; en comparación con ello, lo demás me resultaba un tanto aburrido. Pienso que lo que hago ahora se relaciona de algún modo con ello ya que durante cinco años fue una parte muy importante de mi vida. Es una influencia aún; amo su sentido del hedonismo y amo la actitud de hacer lo que quieras", reconoció.

Un día cualquiera recibió un mail de Remi Kabaka, reconocido percusionista. Lo habían recomendado para hacer una colaboración con la banda virtual más famosa del mundo. En 2016, la empresa E.ON lanzó una serie de nuevos productos innovadores. Para millones de usuarios europeos de energía, seguía siendo solo otra empresa de servicios públicos sin rostro. Así que se asoció con Gorillaz para crear un video musical que mostrará un lado divertido y amigable de energía solar. Su tecnología pionera de almacenamiento solar impulsó todo en la pantalla, desde el gato gigante hasta los más de 1000 juguetes robóticos. "Fue una labor titánica de varios meses. Tuvimos que conseguir una gran variedad de juguetes orientales libres de patente, algunos tuvimos que ensamblarlos porque venían empaquetado en partes. Se requirió de mucha inventiva para hacer un montaje atractivo, filmamos por pequeñas secuencias y luego animamos. El resultado fue satisfactorio", apuntó Noah.

Dado el buen trabajo y las múltiples nominaciones a premios de animación, se le encomendó la tarea de realizar la animación para "Garage Palace", un track que se desprende de la edición deluxe de Humanz.

Luego de bocetear algunos trazos decidió que la idea guía de la animación estaría relacionada con los videojuegos clásicos para maquinitas de monedas. "Tuve que vectorizar a Little Simz como un personaje animado. A partir de ahí lo demás fue surgiendo de manera orgánica. Lo siguiente fue acoplar a los personajes de Gorillaz a la estética que estaba buscando; se notan algunas partes que fueron semi pixeleadas de manera deliberada", comentó.

En el video, la rapera inglesa se embarca en una aventura junto a 2-D, Murdoc Niccals, Russel Hobbs y Noodle en una aventura por tierra y cielo. En el camino combaten contra zombies, ninjas, aviones caza y cohetes; el enfrentamiento final es contra una especie de Buda gigante. La propuesta visual "está influenciada por los juegos de rol de los años 90, juegos que yo mismo disfruté, apuntó Noah Harris.

La noche del mismo sábado en la Cineteca Rosalío Solano, se realizó la ceremonia de clausura del CutOut Fest 2018. Varios jurados conformados por tres integrantes del talento invitado calificaron los trabajos que llegaron a competencia en las categorías de Universitaria, Experimental, Videoclip, y Narrativa. Adicionalmente, el SAE Institute otorgó una beca para una realizadora mexicana. De nueva cuenta, e director del festival Miguel Del Moral agradeció la participación de los colaboradores, patrocinadores, instituciones, medios aliados y talento por el esfuerzo conjunto.

¡Hasta el año entrante, CutOut Fest

Entrevista con Thurston Moore

La poesía que esconde lo disonante. Una entrevista con Thurston Moore.

Thurston Joseph Moore nació en 1958 y, desde siempre, tuvo ese “algo” que lo hace único: su figura alargada, su cara que no envejece y esa manera introspectiva de hablar bajito, su pasión desmedida por la música y la literatura, su necesidad constante por expresarse a través del arte. Durante tres décadas Sonic Youth fue su casa; desde hace algunos años, escribir se ha vuelto protagónico en su vida.

Me encontré con él en la terraza de un café para nuestra entrevista. Nos conocimos hace 10 años cuando mi banda abrió un concierto para la suya. No esperaba que me reconociera; sin embargo, lo hizo y, en medio del gesto amable, me preguntó cómo iba todo.

En la mesa de al lado, una chica sonriente intentaba construir un poema en español. Era Eva Prinz, su actual compañera y socia en Static Peace Libary, editorial que tienen desde hace 10 años. Ambos vinieron a la ciudad a propósito de una lectura de poesía.

¿Por qué escribir?

Aunque es conocido por desafiar los convencionalismos sonoros a través del sonido distorsionado de su Jazzmaster, Thurston Moore ha escrito desde siempre.

“Escribir para mí obedece a la misma razón que hacer música: hay algo en la acción de crear que realmente me conecta con el hecho de estar vivo en este mundo. La poesía es algo realmente ingenioso ¿sabes? Más allá de las palabras y su significado, se trata de cómo lucen sobre el papel, de la ruptura de lo lineal, de su ritmo, de su sonido… de su completa arquitectura. Todas estas capas la convierten en un arte sumamente valioso que logra utilizar el lenguaje como una herramienta central de expresión capaz de balancearse entre lo confesional y lo experimental… Hay tanto en ella, justo cómo en el acto de componer o tocar”.

Pronto quise saber si recordaba el primer poema que había escrito. Con los ojos muy abiertos soltó una pequeña carcajada. "¿¡Mi primer poema!? … Quizá fue sobre un caballo. Lo escribí en casa de mi abuela en Alabama durante los años 60… Era un poema de niño pequeño escrito sobre un papel a rayas de color amarillo… Creo que aún lo conservo".

El amor por los libros

Todo aquel que escribe, construyó su deseo, al leer, primero, la obra de otros. En el caso de Moore la relación con la lectura comenzó muy pronto.

“Desde pequeño estuve rodeado de arte, literatura y música… Recuerdo que cuando visitaba las casas de otros chicos de mi escuela me preguntaba ‘¿Dónde están todos los libros, dónde está el arte, dónde?’… Hasta que me di cuenta que nosotros no éramos una familia convencional. Me enamoré de los libros a una edad muy temprana, primero de los comics (solía escribir cartas a sus autores pidiéndoles que siguieran haciendo lo que hacían y luego se las leía a mi madre antes de ponerlas en el correo).

Leía todo tipo de libros extraños que estaban en casa, solo por el simple hecho de que estaban ahí. En alguna ocasión mi padre se acercó a mí con un libro de James Joyce llamado Retrato del artista adolescente, diciéndome: ‘Creo que esto podría interesarte’. Al comenzar a leerlo me di cuenta de que no era una novela ¡sino un estudio sobre ella! (risas)… Pensaba, ‘Esto es tan complejo, ¿De qué se trata? … ¡Es un libro hablando sobre otro libro!’ -era muy joven entonces, quizá tendría unos 12 o 13 años-.

Después de un rato fui a donde mi padre y le dije: ‘ Esto no es realmente una historia, es algo que habla acerca de ella’. Él lo miró y dijo: ‘Oh parece que te he dado el libro equivocado’…Ese error se convirtió en algo realmente importante ya que me mostró la existencia de un universo extenso en el mundo de la escritura”.

El inicio de su voz

Al pasar los años, el pequeño Thurston Moore construyó su propio lenguaje artístico en una mezcla de improvisación, noise y poesía:

“Siempre supe que la música que me interesaba estaba muy relacionada con lo literario, que el rock and roll era hecho por gente inteligente como Lou Reed o Patti Smith; así que, las primeras figuras que realmente captaron mi atención fueron personajes como ellos.

En mi juventud todo se resumía a leer sobre rock and roll y quienes estaban escribiendo sobre el tema a principios de los setentas. Eran figuras tan interesantes como los artistas; Lester Bangs hablando sobre Lou Reed, por ejemplo.

Cuando Patti lanzó el EP Hey Joe/ Piss Factory en el 74 recuerdo haber notado de inmediato algo emocionante: aquellos que escribían sobre rock empezaban a cruzar la frontera haciendo discos. Tal descubrimiento fue completamente excitante para mí y aposté por ese ideal sumergiéndome en su universo. Ese fue quizá el comienzo de todo… Aquellos músicos, quizá, no eran los mejores desde los lineamientos de la técnica tradicional; sin embargo, para mí lo eran ya que utilizaban una nueva forma de expresar el impulso creativo.

Esta nueva forma de expresión hablaba de las grandes ciudades, de sus subterráneos, de la pobreza; se trataba de ser más como Ginsberg o Kerouac y abrazar la crudeza de la realidad… Me gustaba aquello, era mucho más atractivo”.

Spoken word, música, estructura

En medio de nuestra –literalmente– acalorada conversación, una camarera apareció con un par de margaritas gigantes. Thurston hizo una pausa para ofrecerle una a Eva quien soltó una risita en tono de travesura: “Son solo las 12 del día, ¡me encanta México!”, Moore iluminó su rostro. “Tu felicidad es mi deber”, agregó complacido.

De vuelta a nuestra charla, le pregunto: Durante un concierto es posible establecer una especie de diálogo sin palabras con la audiencia ¿Qué sucede en una lectura de poesía?

“Leer en público es un acto desafiante en muchos niveles, un acto que exige a la audiencia invertir su energía en tratar entender lo que ‘el otro’ intenta transmitirle. Recuerdo que la primera vez que leí Aullido, el famoso poema de Allen Ginsberg, había en mi interpretación un significado muy distinto al que percibí cuando vi a Allen leer su propia obra…Honestamente no estoy muy interesado en el spoken word; la poesía, para mí, se trata más sobre escribir que sobre leer en voz alta.

Asisto a lecturas de poesía porque estoy interesado en la personalidad de aquel que lee. Me considero un poco fanático, así es que voy a ver poetas, primero, porque me interesan como personas... Siempre me he visto fascinado por aquellos escritores que consagran su vida a su obra. Existen exclusivamente para la poesía, son poesía. Sin embargo aunque desde hace mucho he estado inmerso en ese universo, mis intereses han tomado un camino un tanto más interdisciplinario…”.

Las entrevistas de este tipo generalmente son breves, así es que me apuré a hacer mi ultima pregunta: “La vida del artista es complicada y más de una vez nos vemos envueltos en el dilema de continuar el camino, ¿En algún momento pasó por tu mente renunciar?”

Con una mezcla de asombro y seriedad me contestó. “¿Renunciar? Nunca he pensado en lo que hago como un trabajo. Lo veo como una forma de vida. Si renunciara, ¿qué es lo que haría?. Por otro lado, si te refieres a mudarme al sur de España por unos años y vivir en una pequeña cabaña; por supuesto que lo he pensado… Sin embargo, no creo que eso sea una acción necesaria. Hago lo que hago porque realmente lo disfruto, mi objetivo no es la búsqueda de fama, he logrado superar ‘el ego’.

Por otro lado, disfruto estar inmerso en la comunidad de músicos y artistas; creo que hay una fuerza de vida ahí pienso que sin ella quizá me sentiría un poco devastado… ¿sabes? Tengo la impresión de que me volvería más ensimismado en una situación que implicase valerme por mi mismo”.