Foro: Pepsi Center WTC

Die Antwoord en el Pepsi Center WTC

Lo bueno dura poco.

El año poco a poco va a llegando a su fin. No hay muchos que estén pensando en conciertos, para la mayoría de la gente diciembre es un mes dedicado a las posada, la familia y vacaciones. No así para las miles de personas que se reunieron el lunes 10 de diciembre en el Pepsi Center WTC para disfrutar el que terminaría siendo uno de los mejores shows del año: Die Antwoord.

Esta banda sudafricana vino a nuestro país a presentarse en el Festival Catrina en Puebla, sin embargo todos sabían que no se podían ir de México sin pisar la Ciudad de México, y qué mejor que hacerlo en el recinto donde un año antes se consolidó como una de las consentidas de nuestro país: Pepsi Center WTC.

El día podría parecer no adecuado para conciertos. Al fin y al cabo quién sale de fiesta en lunes. Simple: los melómanos, aquellos que no se pierden la oportunidad de ver un buen show en vivo, sin importar la desvelada. El concierto empezó pasando las 21 H. Lo primero que se escuchó fue un intro, que a muchos les pareció eterno, más que nada por la ansiedad que provoca la espera.

La primera canción en sonar fue “Pitbull Terrier”, poderosa, directa a la yugular, al igual que el resto del show, que no dio tregua y mantuvo a todos hasta arriba.

Algo que hay que destacar de Die Antwoord es que se trata de un dueto multidisciplinario. A pesar de ser básicamente un grupo de hip hop, su concierto no se trata de un DJ tirando beats y dos MC tirando rimas. No, todo desde la iluminación, el escenario y el vestuario hasta la misma actitud de Ninja y Yo-landi es distinta a la de cualquier otro grupo de hip hop en la actualidad. Eso sin meternos en su música que rompe por completo los estereotipos del género.

Durante la noche, mientras sonaban temas como “Fatty Boom Boom”, “Girl I Want 2 Eat You” y “Banana Brain”, Ninja se dedicó a realizar un mural de grafiti cada que Yo-landi se apoderaba del micrófono. Mientras que la propia MC, se dedicó a recorrer el escenario de dos pisos, demostrando que el cansancio no es algo que se encuentre dentro de su vocabulario.

Un momento especial de la noche fue cuando Ninja subió al escenario a una niña de nombre Maya. Era su cumpleaños así que puso al público a cantarle “Happy Birthday”, mientras la cargaba en sus hombros. Una muestra de humanismo no muchas veces visto en bandas o artistas de ese calibre.

Regresando a la música, en total sonaron 12 temas en poco más de una hora, siendo las más coreadas: “Ugly Boy”, “I Fink U Freeky” y “Enter The Ninja” con la cual dieron por terminado su show.

El concierto duró poco, pero nadie salió quejándose. La energía que se vivió fue única, no hubo momentos de descanso, no hubo tiempo para digerir lo vivido, todos quedaron pasmados con el show que acababan de presenciar. ¿Pudo ser más largo? Sí. Pero no todo bueno es bueno porque dura.

Babasónicos en el Pepsi Center WTC

Babasónicos, tu gente está en México.

Anoche gozamos de un set que nadie tacharía de Infame. Discutible sería cualquier opinión contraria, pues el goce de los asistentes dice Mucho por sí solo. A Propósito, la fría noche que ayer nos azotaba obligaba a nuestras gargantas a calentarse cantando las canciones provenientes de Jessico o del Impuesto de Fe, añorando el cálido sol de Miami, razón por la cual, la banda argentina dio un concierto Romantisísmico que nos llevó incluso hasta un Trance Zomba.

27 canciones fueron las que nos llevaron por gran parte de la trayectoria musical de Babasónicos, una banda consentida en México y que en cada una de sus presentaciones llena de sentimiento el escenario. “Cretino”, tema de su nueva placa fue la designada para inaugurar el recital, seguida de un combo infame armado por “Risa” y “Fan de Scorpions”, momento que unió la garganta de gran parte del público.

“La Lanza” nos apunta directo al corazón que palpita agitadamente, luego que el baile y los brincos calentaran la pista de baile de la mano de “El Maestro”, mismo que evaluaría el fanatismo de los asistentes con canciones que no tocan habitualmente, como “Exámenes” o “Patinador Sagrado”.

Uno de mis tracks favoritos, “Tormento”, suena emotivamente, calentando el ambiente para irnos directo a la yugular al corear “Suturno”. Como es costumbre, Babasónicos junta dos temas en uno solo, siendo en esta ocasión “Soy rock” y “Ciegos por el diezmo”, creando una “Fiesta Popular” de guitarrazos sobre el escenario.

Fuera del tema telonero, no habíamos tenido oportunidad de escuchar las nuevas canciones en este concierto, por lo que nos lanzaron un bloque conformado de “La Pregunta”, “Bestia Pequeña” y “Trans-Algo”, temas de los que fui muy fan por cómo suenan en vivo, no solo por los arreglos que contienen, sino por la teatralidad que Adrián Dárgelos posee al interpretarlas.

A la par que “Desfachatados” nos ponía a festejar a la mexicana, un par de trifulcas en la pista de baile incomodaron al público. "¡Abran la frontera, la estampida veo llegar!" Espero ninguno haya terminado con el “Cuello Rojo” o tirado cual “Pendejo”.

Sin abrir los ojos nos teletransportamos a donde desearíamos estar, mientras “Como Eran Las Cosas” nos traía recuerdos de años atrás. Momento de quitarnos la nostalgia y la melancolía con una ráfaga de éxitos: "¿Y Qué?", “Carismático”, “Yegua” y “Putita” armaron un ambientazo dentro del Pepsi Center, donde el público se escuchó cantar en todo lo alto, por lo que Babasónicos nos aplaudió agradecido y se despedía momentáneamente.

Luego de unos minutos, los argentinos regresan a escena, con el misticismo de “Flora y Fauno” nos envuelve en cada nota. Finalmente, el momento de despedirse llegaba. Adrián agradece a su fiel público mexicano, quienes después de que nos preguntara “¿dónde está mi gente?” responderíamos con un vitoreo que retumbó en las paredes del inmueble. “El Colmo” fue la canción que nos unió en una sola voz, concluyendo con una canción extra sacada de último momento, “Estoy Rabioso”.

Babasónicos se confirma como una de las bandas hispanoparlantes más queridas en México, demostrando su vigencia luego de muchos años de trayectoria y seguramente siendo inspiración para los nuevos talentos emergentes.

Alemán en el Pepsi Center WTC

Eclipsando a la escena.

“Antes decía que no éramos miles, solo los necesarios. Hoy sí somos miles”, dijo Alemán mientras el Pepsi Center WTC coreaba su nombre. En ese momento el MC de los Cabos se dio cuenta que lo había logrado, quizás no llenó el lugar, pero cada una de almas presentes se encontraba a sus pies.

Todo pasó en un domingo cualquiera. Mientras la ciudad se despertaba de la resaca provocada por un sábado histórico, la escena de hip hop nacional se preparaba para un concierto que pintaba pa ser especial. Durante semanas, sino es que meses Alemán, el rapero del momento, estuvo promocionando este show, como la presentación de su vida, adelantando que tendría numerosos invitados y que iba a dar un espectáculo de más de dos horas. Todos esto elevó las expectativas pues con el curriculum de Alemán uno podría esperar desde raperos nacionales, hasta europeos. De hip hop malandro al trap más fresa. Todo unido bajo un solo nombre Erick Alemán, “Alemalandro”, pa' los cuates.

Acto 1: Yoga Fire & Dezzy Hollow

Justo a las 20:00 H. en punto subió al escenario Trillhouse, la nueva joya de Homegrown. Apenas había empezado a soltar unos beats cuando tomó el micrófono para presentar a Yoga Fire. En ese momento las luces se apagaron y todo el Pepsi explotó. No es para menos, si bien Yoga no tiene el éxito de Alemán, sí maneja el respeto callejero al ser uno de los pioneros del trap mexicano y uno de los raperos que mejor se adapta a las nuevas tendencias del hip hop. Su set fue duro y directo. Desde temas como “Higher Level” que suenan más a hip hop callejero, hasta canciones como “Taboo”, que te llevan más al dembow. Si bien su presentación fue corta, fue un claro ejemplo de lo que se trata el hip hop en 2018: diversidad.

Poco después de que Yoga dejó el escenario subió el segundo abridor: Dezzy Hollow. Y bueno, qué se puede decir de uno de los mejores MC underground del momento. Chicano, con un sonido actual pero que mantiene la esencia West Coast con la que creció. De hecho su respeto es tal que momentos antes de que empezara su participación sonó “Nuthin' But A G Thang”, canción emblema del sonido de la costa oeste de Estados Unidos. Lo malo aquí fue que el público ya estaba desesperado por ver a Alemán, por lo que forzó a que Dezzy cortara su set y solo tocara tres temas, es una pena pues se trata de uno de los mejores raperos de la actualidad y no pudimos apreciar en su totalidad su talento.

Acto 2: Climax

El momento había llegado, las luces se volvieron a apagar. Un video de Alemán, tomó las pantallas. En él se podía apreciar como grabó el disco que se estaba presentando esa noche. Las sesiones en una casa rentada, las pláticas con los colaboradores; la fiesta, la mota. Una vez terminado el video se bajó el telón del escenario y Tocadiscos Trez soltó el beat de “El Patrón”, canción con la que se inauguró la fiesta, porque más que concierto, esto se trataba de una fiesta.

El hecho de que eligiera esta canción para abrir significaba dos cosas: la primera mandar el mensaje de quién estaba en el escenario, el duro, el más cabrón de la escena. La segunda fue que desde el principio los invitados iban a tomar el escenario y así fue. De inmediato el escenario se inundó de gente: Cozy Cuz, Yoga Fire Dezzy Hollow, fueron los primeros en tomar el micrófono junto al anfitrión. Esto provocó que el show no tuviera momentos bajos, a partir de ese momento todo fue climax. En las pantallas se apreciaba una toma del público brincando al ritmo del poderoso beat.

Después siguió “Estilo y Flow”. Estás primeras canciones son representativas de lo importante que es Alemán en el hip hop nacional. La primera, como dije, provocó una explosión de brincos, digno del momento actual de la música urbana, mientras que la segunda representa un sonido más austero, más barrio, más malandro. Eso es lo que hace grande a este rapero, la capacidad de unir lo actual con lo tradicional sin perder la credibilidad en el camino. Cabe mencionar que ambas canciones pertenecen al mismo disco, o sea que no se trata de etapas o de que antes sonaba de una manera y hoy de otra. No, este es Alemán en 2018, dos caras de la misma moneda representadas por el loco de Cabo.

Como dije el show fue largo y tuvo muchos invitados, si hablamos de todo este texto sería más bien una novela corta así que me enfocaré en lo más relevante.

“Corre”, canción de Simpson Ahuevo, fue un momento importante pues se trata de una canción que tiene potencial de himno generacional pues trata un tema universal: el abuso policial. No importa quién eres ni a qué clase perteneces seguramente te has topado con el oficial corrupto que busca cualquier pretexto para sacarte dinero, quizás por eso esta canción fue recibida con tanta euforia, todos son uno ante esta problemática. Lo curioso de este momento es que esta canción no es de Alemán aunque participa en ella, sin embargo no tocó “Déjame Volar”, canción que sí es del rapero de San Lucas y en la que participa Simpson, cosa que sí pasó en el concierto del segundo en SALA este mismo año, quizás se dieron cuenta que “Corre”, tiene más relevancia y al no poder meter ambas se decidieron por esa.

Otro momento relevante fue la participación de Snow Tha Product, esta rapera chicana es una pieza clave en el hip hop gabacho pues de la voz a la comunidad latina de una manera que no se veía desde Cypress Hill. La canción que interpretaron juntos fue “Dale Gas”, que salió hace poco más de una semana por lo que no fue coreada por el público, sin embargo cada uno de los asistentes se deleitó con una de las mejores raperas del momento aunque fuera por un par de minutos.

Durante varios momentos del concierto se escuchaba al público corear “Keo, Keo”, esperando al trapero español. Lo primero que se vio Kidd Keo, fue la presentación del video de “Reyes del Trapicheo”, pero lo que la gente quería era verlo en acción y fue hasta que sonó “Touchdown” que lo pudieron apreciar, no cabe duda que a pesar de no ser tan relevante en el trap español como Yung Beef o C. Tangana, se trata se uno de los mejores representantes del género, cosa que le ha sido recompensada en nuestro país sobre todo en este 2018 que se ha dado un par de vueltas por territorio mexicano.

Sin embargo y a pesar de también contar con la presencia de C. Tangana, el español que se llevó las palmas fue Yung Sarria, y no es para menos si se toma en cuenta que la canción con más reproducciones de Alemán, “Tantas veces”, la grabó junto a este rapero originario de Cali, Colombia aunque reside actualmente en España. Este fue uno de los momentos clave del concierto pues se pudo ver corear a cada uno de los asistentes mientras el humo de mota inundaba al recinto.

A pesar de todo la mejor invitada de la noche fue la madre de Alemán que subió al escenario abrazar orgullosa a su hijo, sellando así el momento más emotivo de la noche.

Ausencias importantes

La noche se completó con gente como Akapellah, Adán Cruz, FNTXY y DEE. Sin embargo algunas ausencias como Muelas de Gallo que no fue por problemas de salud. Tampoco estuvieron presentes Remik González, El Pinche Mara ni Go Golden Junk, a pesar de que sonaron temas en los que participan, algunos himnos de la escena como “Alterados” o “Skrt”. Se que suena a mucho pedir pero si ya se habían tomado la molestia de traer a tantos invitados de fuera del país, quizás hubiera estado bueno que los nacionales también estuvieran presentes.

SOLD OUT: The Chemical Brothers regresa a México

Luego de su explosivo acto en el Corona Capital 2018, la dupla de música electrónica anuncia una fecha en México para 2019.

ACTUALIZACIÓN: La agrupación ha anunciado que el show oficialmente está agotado.

The Chemical Brothers fue uno de los actos que más sorprendió en la pasada edición del Corona Capital 2018, pero no basta con una sola presentación. Es por eso que –con motivo de su próximo material discográfico No Geography, cuya fecha de estreno está prevista para la primavera de 2019– se presentará en la Ciudad de México el 12 de mayo.

El venue que albergará su show será el Pepsi Center WTC y los boletos estarán a la venta de la siguiente manera: Los accesos para el club de fans iniciará el 4 de diciembre, 5 y 6 de diciembre en preventa bancaria y el 7 de diciembre al público en general.

Precios:

Don Ramón VIP $1,600
Box Superior $1,100
General $980
Sección C $720
Zona Discapacitados $980

Su nueva gira abarcará países como Estados Unidos —con la participación especial de The Black Madonna— y Reino Unido, sitio en el que Tom y Ed se presentarán en algunas arenas en noviembre próximo.

Mira el video del anuncio:

Public Image Ltd. en el Pepsi Center WTC

Fotos Cynthia Flores

Entre berrinches y patadas.

Apenas a dos años del tan esperado debut de Public Image Ltd. en la CDMX, John Lydon y compañía volvieron a México de la mano de Euritmia para celebrar 40 años llenos de controversia, alegrías, grandes canciones y, sobre todo, muchas ganas de patear al prójimo.

Que los boletos se agotaran semanas antes del show en el 2016 auguraban que en esta ocasión el aforo sería mucho mayor; sin embargo, a pesar del 2x1, no se logró que el Pepsi Center WTC alcanzara siquiera la mitad de su capacidad.

Sin banda telonera, hecho que agradecemos quienes tenemos que pararnos temprano al día siguiente, PiL salió al escenario apenas unos minutos después de las 21 H. mientras muchos aún estaban en el baño o esperaban su turno en la fila de las cervezas.

El audio, no impecable pero decente, nos hizo pensar que después de tantos años los ingenieros por fin hallaron la fórmula mágica para evitar que los conciertos se escuchen como si estuviéramos dentro de una cacerola. Gracias a eso pudimos disfrutar en todo su esplendor canciones clásicas como “The Body”, “Memories” y “Disappointed” entre treintañeros y cincuentones que, con trago en mano, cantaban y se contoneaban al compás de la música.

Quienes han tenido oportunidad de ver a PiL más de una vez saben que no hay pierde, pero que tampoco hay espacio para las sorpresas. La banda sube y hace suyo el escenario, acompañando a John Lydon que, sin tener que pararse de cabeza o hacer gran cosa, impone respeto y hasta miedo.

Tras una versión extendida de “Death Disco”, Lydon le regaló al público mexicano una rabieta en la que atacó a uno de los camarógrafos del recinto, pidiéndole que dejara de grabar e incluso amenazando a los organizadores que observaban desde uno de los balcones con cara de no entender lo que estaba pasando.

Afortunadamente, el berrinche no pasó a mayores y el show continuó su curso. Como era de esperarse, cuando llegó el turno de “This Is Not a Love Song” y “Rise” más de una docena de personas se conglomeró al centro de la pista para participar en una suerte de slam en el que más que repartir golpes, la gente entró a embarrarse en el sudor y la mugre de los demás.

Tras salir unos minutos, la banda volvió al escenario para un pequeño encore compuesto por “Public Image” y su redención a “Open Up” de Leftfield, cuya voz original siempre ha estado a cargo de John Lydon. Sin mayores palabras, PiL se despidió, se encendieron las luces y algunos aprovecharon para tomarse una selfie con su playera de Sex Pistols y el escenario de fondo.

Mientras el público se encaminaba hacia la salida se podía ver por todos lados cómo viejos amigos se encontraban y se tomaban fotos como si de una reunión generacional se tratara. Si bien a prácticamente a todos los que en algún momento se dijeron punks se los ha comido el capitalismo y el sistema, la vida les regala espacios como este para recordar cuando usaban botas, traían los pelos de colores, tomaban mezcal barato y dormían en las escaleras de metro Pantitlán.

Foster The People en el Pepsi Center WTC

Fotos Michel Trevilla

Un viaje de luces y armonías a través de la trayectoria.

Una velada que inició con mal augurio; un retraso en la entrada, una lluvia que detuvo la ciudad, un recinto sin paquetería y gente que no perdía las ganas de ver a Foster The People salir al escenario. Así se describe el último lunes del mes de octubre.

Dieron las 21:00 H. en punto y Los Mesoneros, banda telonera, salió al escenario con un Pepsi Center WTC todavía medio vacío, rompiendo cualquier bostezo o aburrimiento con “Algo bueno”, “Luna”, “Un segundo”, “Dime como tú quieras” y “Te lo advertí”, canciones que levantaron los ánimos de casi todos los presentes.

Media hora después, el set telonero había dado por terminado y la gente ya esperaba el plato principal, la razón para desvelarse en el primer día de la semana, y para aquellos formados desde muy temprano en la mañana, a su banda favorita. 21:35, 21:40, 21:47… el ansia comenzaba a saborearse en el lugar con un poco de música clásica de fondo, y a las 22:01 ya podíamos ver las siluetas de Mark Pontius, Sean Cimino, Isom Innis, Tyler Halford, Phil Danyew, y el aclamado Mark Foster.

Con un potente sonido, se escucharon los primeros acordes de “Coming of Age”, coreada de principio a fin y seguida por “Don't Stop” y “Lotus Eater”, se encargaron de dejar un mood listo para el resto de la noche, mientras que “Pseudologia Fantastica” nos llevó en un viaje de perfecta iluminación multicolor, con una textura casi de algodón de azúcar, que incitaba a querer probar el escenario.

El arte de organizar un buen setlist siempre ha sido motivo de admiración, y cuando hay variedad de ritmos, sonidos y conceptos, se aprecia un cambio de vibra en un concierto. Con siete canciones de Torches, cuatro de Supermodel, y cinco del álbum más reciente, Sacred Hearts Club, cada fan de cada disco, fue complacido.

Una sorpresa en la lista de canciones preparadas fue “Love”, incluida únicamente en la versión de Best Buy del primer álbum de la banda. Aunque uno de los momentos cruciales de la noche fue un outro de “Are You What You Want To Be?” hacia “Houdini”, una de las características de Foster The People en vivo es que disfrutan hacer nuevos arreglos y armonizaciones sumamente agradables al oído y hasta cierto punto pueden llegar a ser tiernas.

Pero la conexión que hubo entre “Houdini” y “Call It What You Want” fue una de las más explosivas de la velada, la gente sabía qué esperar de estas canciones en vivo y tanto el público como la banda dieron todo de sí mismos para hacer de estas dos canciones algo casi perfecto.

Se acaba el tiempo y solo quedaba espacio para algunas canciones más, pero siempre hay chance para un pequeño cover, y así sonó en el recinto “Bigmouth Strikes Again”, de The Smiths, dándole un toque ‘acústico’ a este enérgico concierto. “Helena Beat” y la asegurada “Pumped Up Kicks” nos llevaron al encore con “Loyal Like Sid & Nancy” para después terminar la noche con “Sit Next To Me”.

Antes de la última canción, Mark Foster leyó unas palabras que tradujo al español. “En estos tiempos, continuaremos luchando por lo que es correcto, seguiremos apoyando a la clase obrera, y continuaremos haciendo nuestro mejor esfuerzo. Todos somos familia, todos somos hermanos y hermanas para Dios”. Después de cada canción coreada, cada grito, salto, baile y aplauso, la gente salió del lugar, algunos se acercaron a la mercancía, otros corrieron al metrobús, y otros más esperaron un taxi, y cada una de esas personas se llevó el gran sabor de boca que Foster The People siempre deja tras un buen concierto en la Ciudad de México.

Bomba Estéreo en el Pepsi Center WTC

Fotos Edwin Lopez

Es Bomba Estéreo: fiesta en la jungla.

No cabe duda que Bomba Estéreo es una de las bandas latinas más importantes de la actualidad. Cada vez que parece que desaparece del reflector sorprende con una nueva canción que los vuelve a poner en el mapa. Este año esa canción de llamó “To My Love”, misma que sonó una y otra vez y hasta en la sopa durante el primer semestre de este año. Quizás fue por eso que la banda decidió intentar un recinto más grande para su presentación en CDMX y nada mejor que el Pepsi Center WTC para enfrentar este reto.

Al llegar al lugar lo primero que se podía notar era la escenografía que simulaba una jungla, lo cual tiene sentido pues precisamente el nombre del tour es Jungla Tour, así que todo bien ahí.

A las 20:00 H. todo estaba listo, sin embargo antes de los colombianos subió al escenario Girl Ultra, lo cual dio oportunidad a los rezagados de llegar. La chilanga calentó la noche con un R&B a veces sensual, a veces de despecho, o sea: R&B.

“Durante la próxima hora y media vamos a olvidarnos de lo que pasa afuera”, dijo Liliana Saumet mientras lucía un abrigo verde que a su vez cubría un vestido rojo que contrastaba de maravilla con la escenografía natural. Liliana no mintió, desde un inicio la música te hacía olvidar todos lo problemas de afuera gracias a su "Cumbia sicodélica".

Canciones como “Soy yo” o “Somos dos”, pusieron a bailar a un público tan variado que incluyó desde niños que cantaban cada palabra en los hombros de sus papás, hasta jóvenes adultos que habían conocido a la banda hace años en sus inicios y que conocían, también cada letra y cada baile que salía del escenario.

Algo que caracteriza los conciertos de Bomba Estéreo, es que no hay un momento de tranquilidad, ni siquiera las canciones “tranquilas” te permiten un minuto de descanso, todo es intenso, todo es baile, todo es sudor. Sin embargo aún así existe un momento en el que todo explota, en el que la energía llega al máximo. Ese momento incluye sus tres canciones más exitosas.

Es cuando empieza a sonar “To My Love”, que todo llega a niveles orgásmicos de baile e intensidad. Como ya se estableció esta canción sonó hasta en la sopa este año a pesar de tratarse de un track que tiene varios años. Después de esa explosión viene “Fiesta”, la cual sube aún más la intensidad.

Para terminar viene “Fuego”, esa canción que los convirtió en figuras fuera de su natal Colombia, esa que puso a bailar cumbia hasta al más rockerito, en este punto Liliana aprovecha para presentar a los músicos y terminar con una explosión que deja a todos con ganas de más.

Al final te das cuenta que Liliana tuvo razón, durante hora y media te olvidaste de todo y todo pasó tan rápido que no queda más que retirarte con una sonrisa en la boca.

Nick Cave & The Bad Seeds en el Pepsi Center WTC

La elegancia sobre el escenario. Nick Cave regresó para absolver nuestras almas.

¿Cómo te preparas contra lo inevitable? La muerte de un familiar llega como un balde de agua helada. Como si cientos de cuchillos te atravesaran el corazón y no tuvieras la oportunidad de defenderte, un dolor el cual nadie está preparado para recibir, ni debería de estarlo. Una pena que quema y destruye una pequeña parte de tu alma. Que aunque es el ciclo de la vida, nunca se sabe con exactitud cómo reaccionar ante su irremediable llegada. Han sido tres años de continua pesadumbre para Nick Cave, con la lamentable partida de su hijo de 15 años, el músico australiano reflejó su dolor en Skeleton Tree, un excelso material de larga duración que rayó en lo sublime por casi 40 minutos. En esta ocasión escuchamos una vulnerabilidad en la voz de Nick, que lo hizo llevar su carrera a otro nivel. Ya no estaba enojado, ni tenía esa rabia en la piel. Confeccionó un tributo a su sangre y nos invitó a unirnos a su pena. Desconcertante y profundo, las letras penetraban en el abismo. Una fúnebre despedida que era necesaria, y en la cual todos empatizamos con la situación y aceptamos la invitación.

Ayer después de cinco años de espera, Nick Cave volvió a México, y con ello llegaba otra pregunta: ¿qué sería distinto de su show pasado? La respuesta llegó desde el primer minuto: Todo, absolutamente todo. Con 15 minutos de retraso, las luces se apagaron por completo en el recinto para que "El Diablo" y sus seis discípulos llenaran de oscuridad la capital. Con una tétrica entrada, “Jesus Alone” fue el primer tema que inundó nuestros oídos. “With my voice, I am calling you”, sentenciaba con el verso el cantante de 61 años a sus seguidores mientras una gigante imagen en blanco y negro de él sobre el escenario se reflejaba en una pantalla trasera. Nos estaba invocando, la ceremonia había comenzado. Con un público enardecido, el músico vestido completamente de un elegante traje negro hizo un ademán para que el lugar quedara en un silencio sepulcral. Ssssshhhhhh. El escenario era suyo, y “Magneto” hacía gala de presencia. Algunos celulares se entrometían entre la vista, pero la mayoría guardábamos respeto, creíamos que era un digno momento para alejarnos de la tecnología. Un blues completamente desgarrador, una urgencia abrumadora de matar apagada por el movimiento del amor. El barítono retumbaba en el lugar, las leyendas eran ciertas: los vampiros eran reales.

Y es verdad, el audio dejaba bastante a deber, pero cuando llegó la tercera canción mejoró considerablemente. Nick preguntaba, nosotros gritábamos: “Do You Love Me?”. Un escenario vestido en rojo nos hacía recordar el icónico Let Love In. Después de la interpretación del clásico, “El Diablo” se transformó con “From Her To Eternity”, pateó sus notas, aventaba su micrófono, se arrodillaba enfrente del público. Gritaba y escupía hacia el piano que tocaba esporádicamente junto a Warren Ellis. Algo lo poseía por completo y nosotros éramos partícipes de ellos. Segundos después, cuando se creía que la calma reinaría en el lugar, un demonio esperaba afuera de nuestra puerta, “Loverman” empezaba a sonar en lo alto. Hay que recalcar algo en este punto, Nick es una bestia. Su cuerpo emana una energía impresionante. Caminaba, bailaba alrededor de sus músicos, se acercaba al público y los tomaba de las manos, un auténtico show man. Enseguida de terminar con su anécdota de ultratumba, sonaba otra irremplazable de su carrera: “Red Right Hand”. El escenario cambiaba nuevamente de color, ahora las luces se tornaban con un fantasmal tono azul. El vampiro relataba historias de su etapa más lúgubre. Y sus seguidores, recibían con ardor en su cuerpo las letras del salvaje artista nacido en Warracknabeal.

Terminando con el feroz bloque, la calma llegó con Nick tomando el piano por asalto. “The Ship Song” sonaba y el silencio volvía al venue en cuestión de segundos. “We make a little history, baby”, cantaba el líder de The Bad Seeds mientras algunas parejas se tomaban de las manos, otras se abrazaban y besaban, un conmovedor momento invadía lugar. Con un aire cálido, a todos se nos olvidaban por un momento nuestros problemas, el ritual había comenzado, ¿y no es acaso ese el propósito de la música? Ciertas veces solemos olvidarlo, ayer lo recordamos cuando todos coreamos al unísono “Into My Arms”.

Con los sentimientos a flor de piel, Nick Cave nos platicaba sobre los momentos en los que se había derrumbado, donde caer a la lona era un habitual en su vida, “Shoot Me Down” llegaba de sorpresa, y a nosotros también nos derrumbaba escucharlo cantar con tanta conmoción. Y cuando se creía que los ánimos por fin subirían, la banda retomó el Skeleton Tree para interpretar “Girl In Amber” y “Distant Sky”, esta última con la participación de Else Torp, tanto en voz como de manera virtual, proyectando su imagen en la pantalla trasera. La voz de la soprano danesa es impresionante, se te eriza la piel instantáneamente al escuchar el melodioso canto. Una forma increíble para terminar el nostálgico bloque.

Y sí, algunos estuvimos al borde de las lágrimas cuando llegó la tormenta “Tupelo”. Un huracán que nos hizo olvidar los 20 sensibles minutos que habían terminado hace apenas un momento. Nick por fin se despojaba de su saco, se quitaba el chaleco y su pecho quedaba al desnudo con una cruz dorada llena de sudor. Una gran bestia se acercaba, una nube negra venía de cerca. Una curiosa analogía por el clima que cubría la capital. Con un “This is a story, about some girl call Bee”, la banda interpretaba “Jubilee Street” y todos volvíamos a enloquecer. Es de verdad impresionante presenciar en directo las facetas que viven dentro de Nick Cave. Brilla y complace, y en un parpadeo vuelve su desdeñado e insolente alter ego a apoderarse de su cuerpo. Es irreverente y parece que tiene 28 años nuevamente. Algo fuera de lo común yace en el australiano.

Ya habíamos escuchado clásicos y temas nuevos, en muy poco tiempo se vivía de todo en el show del vampiro y “The Weeping Song” auspiciaba un cercano final. Es difícil no imaginar la voz de Blixa Bargeld acompañando los versos, pero la transformación de epílogo que le ha otorgado el frontman de la banda al tema es simplemente brutal, convirtiendo los casi cinco minutos de duración al doble puesto que se baja del escenario a conectarse con el público. Arriba de la consola de audio, Cave daba indicaciones de cómo aplaudir para acompañar el ritmo de la canción, sin duda un momento memorable del concierto.

Antes de su regreso a las tarimas, el bajo de la inconfundible “Stagger Lee” ya retumbaba en el lugar. El artista subió, pero parte del público lo acompañó, al menos unas 30 personas arribaron al escenario para acompañar a The Bad Seeds en la interpretación del tema. El vampiro jugaba con ellos, les cantaba al oído y por un momento una chica lo tuvo de frente retándolo como si fuera un acto histriónico. Lo mismo sucedió con “Push The Sky Away”, pero ahora el pequeño grupo que estaba arriba los mandó sentar, mientras todos en el lugar empujábamos el cielo con nuestras manos. Pocas veces puedes sentir tanta conexión con un músico, ayer fue uno de esos días que mágicamente sucede. Y con una despedida de escasos cinco minutos, los elegantes artistas australianos volvieron para un encore de tres canciones: “The Mercy Seat”, “City of Refuge” y “Rings of Saturn”, la última mencionada con un Warren Ellis haciendo los característicos coros de forma muy graciosa.

Puedo asegurar que ayer se vivió uno de los mejores shows del año, y que también pudimos presenciar uno de los mejores sets en la carrera de Nick Cave & The Bad Seeds. Se le veía ecuánime, se le veía feliz al vampiro. Descubrimos que regresar al escenario le limpió el corazón, llevando su música a un plano sentimental muy distinto a lo que nos tenía acostumbrados. En dicho trayecto tuvo la gentileza de absolvernos el alma y elevarnos con él. Todos sufrimos, pero tú nos has enseñado a sobrellevar cualquier guerra sin caer derrotados. A luchar hasta el último aliento sin mirar atrás. Gracias por tanto Nick.

 

Reyno en el Pepsi Center WTC

Reyno y su respuesta para respirar entre dos mundos.

Hace poco menos de un mes, Christian aprovechó el estreno de "Levedad" y conversó con Indie Rocks! Durante la entrevista, el vocalista y guitarrista de Reyno dio algunos detalles del kick off que sus seguidoras y seguidores podían esperar durante su presentación en el Pepsi Center WTC: Un repertorio de sus tres álbumes de estudio ambientado en un escenario que permitiera mantenerse en una espiral anímica y sensorial.

Además de la promesa de un diseño visual atractivo y de una experiencia sonora que atravesara por temas de Viaje Por lo Eterno, Dualidad y Fuerza Ancestral, el "tirar la casa por la ventana" incluyó la participación de Tessa Ia, Marcela Viejo y Daniela Spalla. La euforia por escuchar por primera vez el contenido de Fuerza Ancestral y por revivir la atmósfera del sold out del Teatro Metropólitan se hicieron visibles con la energía con la que se entonaron los elogios a Tessa y Marcela mientras sonaban "Acicálame", "Pantano Mexicano" y "Desde Mi Imaginación".

Tras despedir a Marcela Viejo con "Pequeñas Promesas", el público —integrado en su mayoría por parejas jóvenes— comenzó a apretujarse. "Amiga, si te llega un empujón, te juro no fui yo. Atrás de mí tengo a todo el ejército", se alcanzó a escuchar entre una de las primeras filas. Los 20 minutos en los que el staff se encargó de preparar los instrumentos sirvieron para realizar todas las actividades previas al espectáculo: Colarse por espacios diminutos para tener mejor lugar —No le hace, sí cabes. Yo ya entré—, comprar algo de beber, acomodarse los tenis —Me voy a poner loco. Mejor me amarro las agujetas—, planear el trip para el Festival Catrina, y ¿por qué no? comenzar a preparar la voz para el momento en el que Pablo, Christian, Ale, Santiago, Carlos, Rojo, Matías y Alonso se integraran a la vibración y turbulencia continua del Pepsi Center WTC.

Los ensayos de porras y de los versos de "Hasta El Último Día" entre los círculos de fans evidenciaron su potencial cuando al apagarse las luces se escuchó un estruendoso '¡Oe-Oe-Oe, Reyno, Reyno!'. El clima entre diversos coros y puños se propagó hasta convertirse en el limbo de la eternidad, el cual dio inicio con las primeras melodías de "Horizonte".

Posterior a mecerse entre las metáforas de la luna, el sol y el viento, Christian admiró la presencia y el tamaño de la familia Reyno. "Sin ustedes, nada de esto sería posible" expresó segundos previos a sorprender a las y los presentes con tres temas de Dualidad. Los ocho minutos en los que sonaron "Pacífico" y "No Olvidé" prepararon los pulmones y el estado emocional de la audiencia para dar apertura a las primeras melodías de "Fluye".

Todos aquellos que estuvieron presentes en la Plaza de la Mexicanidad y el Centro Dinámico Pegaso son testigos de que los momentos en los que se entona "Lo pasado ya es pasado y el presente está en mi piel" plantean la posibilidad de que las plantas de los pies sean absorbidas por la tierra y que los tonos de sus voces permitan derrumbar el cielo. A su vez, el equilibrio armonizado de "Fluye" estuvo representado por la mención (implícita y explícita) de los nombres de algunas y algunos ex al momento que sonaba "yo te deseo lo mejor, que todo salga bien y mucha suerte". 

La ruptura con el hilo de los temas de Dualidad estuvo representada por el acompañamiento de Daniela Spalla en "Amor Lúcido". Si bien la intérprete de "Pinamar" advirtió de su presencia, la dupla entre el estilo setentero de Spalla y el performance acústico de Christian ocasionó que la construcción de una atmósfera lírica compuesta por nubes, sueños y melodías de balada formara parte de la realidad.

Al igual que su música, las presentaciones en vivo de Reyno hacen referencia a los vocablos que describen su trayectoria artística: Dualidad y fuerza. La confrontación entre las estrofas y rimas de "Me Desprendo", "Remi" ,"Me Voy" —tema que no habían tocado en tres años— y "Control" demuestran que es posible destruir las cadenas, entregarse al amor y soltarse a la vida aun cuando se está en medio del vacío. Posterior al ir y venir entre el arrepentimiento y la inmortalidad de los buenos momentos, Christian y Pablo decidieron encontrar un punto de equilibrio y comenzó a sonar "Fórmula", uno de los temas favoritos de la banda.

Seguido del encore —lapso en el que las y los fans aprovecharon para expresar su satisfacción y goce—, el reparto de las canciones se caracterizó por un diálogo conjunto entre Fuerza Ancestral y Viaje Por lo Eterno. El trayecto entre 2014 y 2018 estuvo representado por la energía fugaz de "Amarrado" y el tono poético de "Rayo De Luz". Previo al cierre —y desde las orillas del mar en "Lejos" hasta la psicodelia de los años 60 con "Química"— las y los asistentes experimentaron una marea de sentimientos referentes a distintas dimensiones de espacio y tiempo.

Para las primeras notas de "Ahrimán", la suma de todas las cosas dio como resultado una fórmula secreta que corrió por las venas de todos y que los convirtió en cenizas que acompañarán a Pablo, Christian, Ale, Santiago, Carlos, Rojo, Matías y Alonso en una turbulencia continua. Con un setlist de poco más de hora y media, Reyno dio respuesta a cómo respirar entre dos mundos: Moverse con una fuerza ancestral hacia un viaje por lo eterno.

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The Vaccines en el Pepsi Center WTC

Nuestra casa es su casa: The Vaccines.

Jueves 27, de esos días raros donde sale el sol, y decides no cargar chamarra, llega la tarde y una nube gris cubre toda la ciudad, en seguida la lluvia comienza a alterar la movilidad y en fin, algo a lo que ya estamos acostumbrados, de pronto se hace de noche y es hora de partir al Pepsi Center WTC, un pequeño gran escenario que para muchas bandas representa un peldaño imponente, rumbo al ascenso a las grandes ligas, y para bandas extranjeras es como un “la estás armando en un país que los quiere”. Para los londinenses este escenario significa “México también es su casa”. Luego de su participación como headliner en el festival Pulso GNP en Queretaro, The Vaccines llega a la ciudad de México para seguir dándonos el placer de escuchar Combat Sports  el que para mí gusto, es un álbum nuevo con raíces viejas, aquí podemos recordar bastante de lo que fue What Did You Expect from The Vaccines?.

Los Blenders se encargó de empezar a calentar el escenario, mismo que lució un letrero bastante peculiar, papel brillante al estilo de los años 80 cubría la palabra The Vaccines, y la multitud empezaba a crecer justo para presenciar otro acto de los londinenses. Tras dar las gracias, Los Blenders dejó al público para dar paso a The Vaccines, fue cuando una luz morada acompañada de una melodía tétrica, atrajo la atención de todos los asistentes, gritos y caras de expectativa llenaron el Pepsi Center WTC, sin esperarlo, toda la escena se convirtió en una pista de baile cuando sonó "Dancing Queen" –really?– tarareando el coro que todos nos sabemos por nuestros papás, tíos etc, la multitud bailaba y por un segundo nos remontamos un tonto a películas tipo Saturday Night Fever, ¿era eso lo que quería lograr la banda? en fin, cuando el humo se hizo más espeso, Justin Young, Freddie Cowan, Árni Hjörvar, Timothy Lanham y Yoann Intonti dieron inicio a lo que fue, un concierto enérgico y por demás bailado por el público. "Nightclub" fue la pieza con la que comenzó todo este espectáculo, bastante bien elegida para apropiarse de cada uno de los espectadores, y no soltarnos hasta el final.

Era bien sabido, para todos los asistentes, que temas como “Wreckin’ Bar”, “Teenage Icon” y “No Hope” son sinónimo de euforia, saltos hasta el techo y pulmones cansados de cantar, mientras algunos escapábamos del slam que los más entusiastas armaron mientras el ímpetu de Young se desbordaba por la orilla del escenario aumentando la adrenalina traducida en saltos y empujones descontrolados. Para la primera media hora del concierto, el calor ya empapaba la ropa, entonces otro tipo de calor, no sofocante, sino embelesador vino con "Wetsuit", donde más de uno cerró los ojos para enredarse en la voz de Justin que acariciaba a su público y nos remontaba a sus inicios en 2011.

Lanzando miradas sugerentes, cantando a cada parte, de extremo a extremo del escenario, Justin Young fue, una vez más el frontman entregado al momento, modulando su voz con cuidado y a su gusto, mientras simpatizaba con los espectadores. Varias fueron sus palabras para el público mexicano, pero justo antes de presentar “Your Love Is My Favorite Band”, Young nos declaró su amor y los gritos recorrieron todo el recinto.

Esta noche, poco distaba de la potencia con que se presentaron hace en tres años en El Plaza Condesa, a lo largo de la hora con treinta minutos, la agrupación inglesa desmenuzó lo mejor de su repertorio, “Post Break- Up Sex”, “I Always New” e “If You Wanna” fueron piezas que no podían faltar en su setlist, pero claramente, Combat Sport era la estrella de la noche, de este material resaltaron “Surfing in the Sky”, “Put It On a T-shirt"“Take It Easy” y claro, “I Can’t Quit”, siendo esta la que dio paso al encore, donde los últimos temas bajaron el ritmo agitado que todos (al menos yo si) los admiradores cargamos durante todo el concierto.

Volviendo al escenario, sin bandera de México –no sé porqué– The Vaccines nos regaló sus últimos momentos con nosotros. Uno de los temas finales, como no podía faltar, “A Lack Of Understanding”.

En esos últimos minutos de la presentación, empezaba a extrañar bastante “All In White”, para cerrar la noche, Young dio las gracias, y cantando la primera línea "Break me on the thirty-seventh hour…" sabía de cual se trataba, así, el gran final de la noche se tornó melancólico, y uno de los temas más sensibles llegó a cada fibra de mi cuerpo y no pude más que corear con todo el público a mi alrededor esa última canción.