Punkeando para vos.
Desde 1995 la banda de punk argentina 2 Minutos, ha pisado año con año nuestro país. Sus shows siempre son iguales: intensos, agresivos, poderosos. Incluso son iguales desde el punto de vista musical, siempre las mismas canciones y ¿saben qué? No importa. Año con año la legión de fanáticos se congregará donde sea que se presente el grupo y gritará –una vez más– los himnos más poderosos del punk en español porque 2 Minutos es un sentimiento que no puede parar.
2 Minutos está acostumbrado a los problemas. Sus conciertos muchas veces solían acabar inesperadamente debido a la violencia entre los asistentes, y aunque últimamente esas acciones se ven cada vez menos, eso no quiere decir que no los persiga cierto nivel de mala suerte.
En esta ocasión los problemas no fueron durante el show, si no antes. Provenientes de Chicago, la banda se quedó atorada en el aeropuerto y tuvo que pasar su show para un día después. Uno pensaría que eso provocaría automáticamente una baja en la asistencia pero no –como ya quedó claro– la pasión por esta banda no tiene límites y al fin y al cabo: ¿qué es un día más?
La banda empezó con “¡Qué mala suerte!”, tema que quedaba perfecto en la situación. Desde el comienzo el slam inundó la sala y no paró hasta que la música dejó de sonar.
Como ya dije al principio del texto, la banda repite mucho las canciones entre actuación y actuación. Esto se debe a que tiene bastante claro que hay rolas que no puedes quedar fuera, sobretodo aquellas de sus primeros dos discos, en los cuales son la base de cada concierto que da la banda. Es por eso que la pasión que se desborda en cada show por parte del público es impresionante ya que, imaginen que el concierto de su banda favorita solo incluya aquellas canciones que más les gustan, pues eso es un set de 2 Minutos.
La banda siguió con “Tema de Adrián”, “Vago”, “Barricada”, “No me moleste”, todas, menos la última de aquellos discos legendarios de principios de los noventa.
Cabe mencionar que esto es punk, y aunque la banda no es tan radical como otras que se toman la actitud de valemadre muy enserio, si hay que mencionar que tienen toda una forma de vida que hace pensar que no les importa lo que piensen los demás. Por ejemplo, por alguna razón la mitad del grupo entró primero y Mosca, el vocalista, al parecer le pareció buena idea pasar al baño justo en ese instante. Al salir al escenario llegó con su mochila como si apenas llegara al soundcheck, lo cual no molestó a nadie, al contrario fue bastante gracioso.
Otra característica es lo poco que la banda se comunica con el público más allá de presentar el nombre de la canción y a veces el disco en el que viene. La única conexión que necesita este quinteto es la música.
Regresando al show. Sonaron temas como “Canción de amor”, “Otra vez”, “Lejos estoy” y “Falta”, cada uno más coreado que el anterior.
Sin embargo, aquello que parecía que no podía mejorar, mejoró. De pronto invitó al guitarrista de Kapanga, que por cierto vive en el mismo barrio que la banda, a interpretar “Valentín Alsina” y “Amor Suicida”, ambos himnos, no solo de la banda sino del punk latinoamericano en general.
“Demasiado tarde”, “El mejor recuerdo”, “Otra mujer”, “Ya no sos igual” y el cover de Misfits, “I Turned Into a Martian”, dieron por terminado el concierto o al menos eso parecía ya que invitaron de nuevo a integrantes de Kapanga para interpretar “2 Minutos”, el cual es el último himno de la banda y que viene incluido en Un mundo de sensaciones, disco de 2006.
