Live Out 2019 en Parque Fundidora

Tecate Live Out 2019, donde la edad musical es una sola.

Cuando llega el otoño a Monterrey, ya se sabe que el día de disfrutar la música y el ambiente que el Tecate Live Out tiene para nosotros, está cada vez más cerca. Y así sucedió el sábado 19 de octubre de 2019.

Health estaba listo para ofrecernos un show demencial, creando un ambiente de sonidos y estados eclécticos, sazonados con una audiencia que pedía más, atentos a las notas de temas como "Slaves of fear", "Strange days", "Stonefist", entre otras. Para que la magia sea posible, se necesita darlo todo en el escenario y Health sabe cómo hacerlo. El Tecate Stage, tenía a sus pies un público esperando por la actuación de Jenny Lewis, quien arrancó su presentación con "Heads Gonna Roll", para dar paso a "Wasted Youth", seguida de "The Voyager", entre otras, como "Silver Lining", poniendo nostálgicos a los presentes, pero sin perder el característico estilo Lewis, dando paso a "Red Bull and Hennessy", para despedirse con "One of the guys" como cierre.

Conforme el sol fue descendiendo por detrás de la Sierra Madre, el público aumentaba su presencia en el Parque Fundidora para poder darle un recibimiento cálido a LP. Escuchamos entre gritos de la audiencia y aplausos, temas como "Strange", "When we’re high", "Girls go wild", "Other People", entre otras más, pasando así a dar término a uno de los shows más emblemáticos de esta edición del Tecate Live Out, con "Lost on you", poniendo al tope de emociones a todos los asistentes. Un momento que quedará clavado en el corazón de muchos. The Drums estaba listo para dar arranque a su show. Ofreció un repertorio que incluía temas tales como "Best Friend", "Heart Basel", "Body Chemistry", "Money", entre otras. No podía falta "Blood under my belt", dejándonos ver a Johnny con sus mejores y característicos pasos en el escenario y así, despedirnos con "Down by the water".

Cage The Elephant, nos entrega un show con trucos sobre el escenario, dando así paso a "Spiderhead", "Too late to say goodbye", "Tokyo smoke" y una colaboración muy especial con nada más y nada menos que Beck, interpretando juntos "Trouble". Suena "House of Glass", seguida de "Come a little closer". Las emociones afloran con "Cigarette Daydreams", a modo de despedida. The Neighbourhood hace su aparición en el Tecate Stage. "You get me so high", le da el inicio, continuando con "Prey", seguida de "Greetings from Califournia", además de "The Beach" y un tema inédito. Ya para cerrar, la elección fue "Stuck with me", despidiéndose del público regiomontano para así, dar paso a una de las bandas más emblemáticas de los 90.

The Offspring arranca su presentación con "Americana". "All I want" continúa con la emoción a tope de los asistentes, poseídos completamente por las características guitarras y la voz del Dr. Dexter Holland y Noodles. Suenan además, "Whole lotta Rosie", cover de AC/DC al estilo The Offspring, así como "Gone Away" con Dexter Holland al piano. Y de este momento, a "Pretty Fly (for a White Guy)", las cosas se pusieron muy diferentes. La ronda final de The Offspring nos dejó escuchar "The Kids Aren't Alright", "You’re gonna go far, kid", para finalizar con "Self Steem". Vampire Weekend inicia con "Sympathy" mientras un público ya por mucho, excitado por el subidón que había dejado The Offspring, no podía más que dejarse llevar por el muy distintivo ritmo que traen. estos neoyorkinos. La cosa estaba inmejorable cuando tocaron "Cousins", seguida de "A-Punk". La recta final estuvo a cargo de "Oxford Comma", "Worship You" y "Ya Hey", concluyendo así, una de las presentaciones más divertidas de la noche.

Para la media noche, el Parque Fundidora estaba lleno de un público expectante por la llegada de Beck, quien abre su show con "Loser" para continuar con "Up All Night". A continuación, suena "Girl" y "Qué onda Güero", dos de las favoritas de los asistentes, quienes no podíamos dejar de ver a Beck como un amigo de toda la vida, cuyo show no podía dejar de ponerse mejor en cada canción tocada, especialmente porque el público, vivía al unísono del ritmo que trae Beck. Continúa el mood con "Saw Lightning". Suenan "Gamma Ray" e "E-Pro", para llevarnos después por el camino de un sonido más cálido con "Lost Cause" en acústico y "Blue Moon", un momento mágico para recordar. Y como el show de sorpresas que ofrece, no nos dejó ir sin cerrar de forma espectacular, acompañado de Cage The Elephant, interpretando "Night Running" y despidiéndose de un Tecate Live Out 2019 sensacional.

Coordenada 2019 en la Explanada del Estadio Akron

Coordenada 2019: Un festival que gusta y sorprende.

La invasión musical aterriza nuevamente en Guadalajara, donde por sexta ocasión consecutiva, el festival Coordenada 2019 atacó a nuestros corazones, en esta ocasión, teniendo como sede la Explanada del Estadio Akron.

Comenzamos esta fiesta desde el viernes, donde Bandalos Chinos inauguró el escenario Tecate Light, uno de los cinco escenarios disponibles. La banda argentina se ha vuelto una de las favoritas del público mexicano, pues la alegría de sus melodías la hizo ideal para encender los ánimos entre los asistentes.

¡Llegó él patrón, atención, todos a chambear! Alemán ahí viene, vestido de negro y con el príncipe de la canción como estandarte sobre su sudadera. Suelta la pista de “El Triste”, homenajeando a José José. “Narco Jr.”, “Pinches Puercos”, “Del 98” y “Rucón” fueron de los temas más coreados. Para este show, presentando “Humo en la Trampa”, se hizo acompañar de su clica de Homegrown Mafia: Fntxy, Cozy Cuz, Dee y Yoga Fire.

Aunque fueron de las últimas bandas en ser anunciadas, The Drums convocó a un gran número de fanáticos que les aclamó cada canción. “Mirror”, “Let’s Go Surfing” y “Money” fue un combo inolvidable, pues canción tras canción se iba incrementando la euforia colectiva que llena de vida a los festivales y que tanto amamos.

El clima era inmejorable, pues las nubes nos protegían del sol y las corrientes de viento eran refrescantes, y con la caída de la noche, se creaba una atmósfera disfrutable para recibir el show de Juanes. Porque admitámoslo, todos nos sabemos al menos una de sus canciones, o al menos la tarareamos. Desde los viejos temas como “A Dios le pido”, “La paga” o “Fotografía” o algunos más recientes y bailables como “Oye mujer” (original de Raymix) y el ballenato “La Plata”, Juanes dio un show donde la alegría se respiraba en el aire.

Café Tacvba, un clásico en los festivales mexicanos desde hace 30 años de existencia, hizo lo que mejor hace, congregar a la gente. Su presentación trajo temas muy viejos a nuestros oídos: “Labios Jaguar” y “Debajo del Mar” canciones que salieron cuando aún ni hablar sabía. Los típicos discursos de Rubén no faltaron, siendo en este caso una excepción pues alzó la voz en contra del actual presidente por su pobre esfuerzo en contra de los recientes actos de violencia en el país. Cercano al final del show, una gran sorpresa apareció en el escenario: Alemán colaboró con los tacubos cantando “Chilanga Banda”.

Cerrando uno de los escenarios principales, Vampire Weekend hizo gala de su talento, demostrando cuánto ha crecido como banda. Con una producción impresionante que traía visuales llenos de colores y texturas, sumados a un globo terráqueo gigante, su nuevo álbum Father of the Bride lució en su primer presentación en México.

Para concluir las acciones del primer día de festival, Hercules & Love Affair incendia la pista de baile, aunque con un DJ Set que no convenció tanto al público, pues a medida que el set avanzaba, cada vez se veía menos gente.

Día 2

Luego de un excelente primer día, regresamos el día sábado más emocionados y esperando que el clima siguiera siendo amistoso, pues ante un pronóstico de lluvia, esperamos que Tláloc se apiadara de nosotros.

The Guadaloops contaba con poco tiempo para tocar, aún así siempre es una experiencia placentera, la dualidad entre Franco y Fermín enaltece su show en vivo. El público respondió de gran manera ante las canciones de sus discos Almanueva y De Locos y Monstruos.

Conmemorando al ska en su día, Tokyo Ska Paradise Orchestra hace homenaje a Madness al interpretar un cover de “One Step Beyond”. La locura se desata y varios círculos entre la gente se fueron abriendo para armar slam.

Directo desde la CDMX, Little Jesus congregó las voces del respetable abarcando temas de toda su discográfia, siendo el Disco de Oro el principal protagonista, pero sin nada que destacar de alguna otra de sus presentaciones en festivales.

Babasónicos, la banda con el “Ingrediente” ideal para un atardecer, donde la entrega y la empatía que establece Dárgelos con su fiel séquito lo hacen ser uno de mis frontman preferidos y que su avalancha de grandes temas en esta presentación lograron llevarse varias ovaciones por parte del público. Al finalizar, la lluvia cayó sobre nosotros.

Lo que siguió para mí fue de lo mejor, pues el gran Billy Idol demostró la amplia experiencia que él y sus músicos han acumulado. “Dancing with Myself” levantó la ola de celulares sobre nosotros, pero donde la gente perdió los cabales fue en “Rebel Yell” y “White Wedding”, pues los vasos con líquidos dudosos volaron por los aires, las manos de los asistentes aplaudían al ritmo del bombo y Billy, contagiado por el público, se quitó la playera y la agitó en todo lo alto.

Mientras Ska-P congregaba a las masas y Santa Sabina clamaba el nombre de Rita y revivía los viejos recuerdos del ayer, la gente esperaba paciente por uno de los platos fuertes de la noche. The National trajo a Guadalajara una probadita de su gira I am Easy to Find, con un setlist hermoso que comenzó con “You Had Your Soul With You”, pasando por lo emotivo de “Bloodbuzz Ohio” y “Graceless” para finalmente concluir este bello concierto con “Terrible Love” y “About Today”.

Nos fuimos muy contentos de este festival, agradeciendo las mejoras en la logística, encantados con el color que hubo a lo largo del venue y maravillados con la amabilidad y la entrega del público tapatío.

No Te Va Gustar en el Teatro Metropólitan

No Te Va Gustar: La mejor manera de reinventarse.

Un cuarto de siglo no pasa en vano. La experiencia siempre suma y con No Te Va Gustar se notó desde el primer acorde.

El 19 de octubre quedará en la historia como el día en que una banda uruguaya conquistó México. Se trató de una reinvención total de la música de un grupo que empezó como una banda más de ska y terminó siendo una de las mejores propuestas de rock de Latinoamérica. 

La noche empezó con "Nada fue en vano" y "Comodín", canciones que, como anunció la banda, no entran en el show común eléctrico, pero que sin embargo forman parte de su historia. 

La primera canción familiar fue "Al vacío" que sufrió cambios. El más importante fue la inclusión de una voz femenina, una chica uruguaya radicada en México que le dio un toque totalmente original a un clásico de la banda.

Concierto de NO TE VA GUSTAR en el Metropolitan, foto: Paulo Vidales/OCESA

No Te Va Gustar siguió demostrando porqué es una de las mejores propuestas del continente, con una docena de músicos en el escenario reinventarnos totalmente clásicos del grupo aunque también presentaron canciones nuevas como "Ojos" la cual fue compuesta años atrás pero solo fue grabada hasta este último material.

La música siguió sonando y el show de dos horas se fue como agua mientras repasaban cada uno de sus discos y contaba anécdotas curiosas el vocalista entre canciones.

Lo mejor de la noche llegó al final, cuando en lugar de rescatar canciones se dedicó la banda a reversionar viejos clásicos.

El momento en el que el público se sintió más identificado fue cuando, de nuevo con voz femenina, sonó "Chau" una de las baladas más reconocidas del grupo. Es importante reinvertarse y más cuando llevas tantos años tocando. Salir de gira e interpretar canciones menos conocidas del repertorio habitual puede sonar una locura pero para No Te Va Gustar fue un riesgo que estaba dispuesto a tomar y al final rindió frutos. Larga vida a esta banda que demuestra que ser auténtico es solo una cuestión de actitud.

Reyno en el Teatro Metropólitan

Entre coristas, chellos, violines y los asistentes ayudaron a Reyno a llevar las fuerzas ancestrales al cielo en el Metropólitan.

Una noche única y mágica se vivió en el Teatro Metropólitan gracias a Reyno. Con la sorpresa de grabar su primer material en vivo y cerrar otro ciclo de la banda y su álbum Fuerza Ancestral. Además presentar su nuevo tema "Ríos".

La encargada de abrir la noche fue Cuarto Seis una banda de rock originaria de la Ciudad de México. Que, a través de sintetizadores, guitarras limpias y letras, demostraron sus más profundos sentimientos. Los chicos no perdieron la oportunidad de presentar su nuevo álbum Música de Elevador, en el que Christian se vio involucrado en la pre-producción.

El amor y el desamor no se se hizo esperar, pues desde el primer momento la atmósfera se llenó melancolía y emoción al escuchar las primeras notas. La melodía de “Horizonte” comenzó a retumbar, las luces se encendieron y, tanto Pablo como Christian, salieron de gala al escenario. Acompañados en todo momento por coristas, y una gran producción para interpretar las diferentes canciones. Aunque en los primeros temas los chicos se notaron un poco tímidos, bastó la presencia de su primer invitado Jay de la Cueva para dejar que el ánimo fluyera y el ambiente se encendiera.

REYNO.
Abridores: Cuarto 6.
Invitados: Jay de la Cueva, Bibi Marín (Reik), Ángel Mosqueda (Zoé) y Adán Jodorowsky.

Para mostrar su talento arriba del escenario, Jean tomó la batería, mientras Pablo se adueñó del micrófono y el piano para interpretar “No te vayas” de su última producción. Además, por unos momentos, fue Pablo quien lideró a los violines y chellos. Otro de los invitados sorpresa fue Adan Jodorowsky, el músico franco-mexicano que conectó sorprendió al público con su interpretación.

Los clásicos no pudieron faltar "Dos mundos", “Nunca me dejes”, “Me voy”, “Amarrado”, “Ay de ti” y “Fluye” fueron coreadas por cada uno de los asistentes al foro. El amor en el ambiente no podía pasar desapercibido, pues desde jóvenes y adultos se miraban entre verso y verso.

Antes de despedirse agradecieron la asistencia de todos los fans que los han acompañado a lo largo de más de seis años. Además de todo el apoyo para hacer posible la grabación del video que estará disponible próximamente.

Finalmente cerraron con broche de oro al interpretar “Ahrimán”, tema de su primer álbum Viaje por lo eterno.

La madurez de Reyno tanto arriba del escenario como en sus composiciones relució toda la noche, un proyecto que inyecta de energía y de luz a aquellos que lo escuchan.

 

Cherry Glazerr en Galera

Desenfreno total con Cherry Glazerr en Galera.

La banda de Los Ángeles ha crecido a pasos agigantados en estos dos últimos años. Su talento es real, su sonido es llamativo y tiene personalidad. Aunque no es la primera vez que pisa nuestro país, esta visita es importante para el grupo por ser el primer show que hace por su cuenta. Este es un concierto solo para fans, que nos dirá mucho sobre dónde está parado este proyecto y cómo funcionan las nuevas promesas del indie rock en México.

La cita fue en Galera, venue que a pesar de llevar poco tiempo ya ha recibido a importantes artistas. El sitio era inmejorable, pues no solo era pequeño e íntimo, también la estructura daba la sensación de que estábamos en cualquier warehouse europeo clandestino. Invitaba a la locura, a la espontaneidad y ser impulsivos.

El grupo dio comienzo rápidamente con “Ohio”, uno de los temas más agresivos de su repertorio. La canción, aunque punzante y provocadora, asentó bien el tono de la noche y sorprendió a varios de los asistentes.

Cherry Glazerr no se guardó nada y soltó sus cartas fuertes desde el principio. “Had Ten Dollaz” sonó solo unos minutos de haber iniciado el show. La canción encendió al público en Galera y avivó las cosas. La banda confía en lo que tiene y no depende de algunos singles.

Siguieron “That’s Not My Real Life” y “Self Explained”. La gente respondió bastante bien a los tracks de Stuffed & Ready a pesar de que este disco no tiene más de unos meses. Con su tercer álbum de estudio, la banda ha regresado mejor y más grande.

En todo momento Clem Creevy se mantuvo en un vaivén de emociones. Entre cada canción mostraba su alegría e impresión por el buen recibimiento del público, pero una vez que tomaba su guitarra se transformaba en esta figura mordaz y enfurecida. “Nurse Ratched” nos mostró el lado obscuro, mientras “White’s Not My Color This Evening” fue uno de los momentos más explosivos.

El punto más flojo de la noche llegó con “Grilled Cheese”, pero ya habíamos agotado las baterías antes con “Trash People”. Algunos conocían todas las canciones y los que no, estaban contagiados por la energía y actitud de Cherry Glazerr. Nadie podía quedarse estático, ni, aunque quisieran.

“Wasted Nun” jugó directo con nuestra imaginación. Ya no estábamos en Galera, estábamos en Los Ángeles viendo el nacimiento del fem grunge. El grupo toma mucha influencia de las all girl bands americanas de los 90, pero no es una parodia como Greta Van Fleet con Led Zeppelin. Cherry toma un concepto para ofrecer algo nuevo y, sobre todo, algo suyo.

La noche se hacía corta, llevábamos varias canciones, pero estábamos dispuestos a más. Nadie quería parar y el grupo aún tenía un par de sorpresas. “Daddi” fue la que más llamó la atención, casi tan aclamada con “Had Ten Dollaz”. La banda ya tiene verdaderos fans en México y al parecer les encantó el nuevo disco.

Antes del encore, la agrupación fascinó al público con “Apocalipstick” y “Sip O’posion”. Elllos ya habían cumplido, Clem y el público de la CDMX fue amor a… tercera vista. Mejor que Corona Capital, mejor que con Billy Idol; el show de Galera levantó la mano como la mejor experiencia que ha tenido Cherry Glazerr en México.

La mayor parte de los asistentes estaba pidiendo el regreso de la banda y otros, debo confesar, ya querían irse a sus casas, pero tampoco se movían hacía la salida. En general, creo que todos estábamos a la espera de más, aunque fuera una pequeña dosis.

Finalmente, el grupo volvió a subirse al escenario para tocar un cover de Nirvana. La referencia pasó bastante desapercibida, pero no la emoción del momento. Comenzó un mosh y la gente se estaba esforzando por disfrutar al máximo cada canción. Sabíamos que nos quedaba poco tiempo y mantuvimos el frenesí hasta la última nota de “I Told I’d Be With The Guys”.

Como dije, la noche en Galera ha sido la mejor de Cherry Glazerr en México, pero esperemos que su base de fans siga creciendo. No éramos pocos, pero tampoco muchos, y queda claro que esta banda merece reflectores más grandes. Si fuiste a verlos, corre la voz; si no los conoces, te invito a que lo hagas, para que sea mejor cada vez que vengan.

TOP: Discos de la semana

Mitad de octubre y tenemos una selección de discos esta semana recomendados por el Equipo Editorial de Indie Rocks!

Llegó el fin de semana y tenemos nuevos discos que te pueden interesar. Destaca la segunda entrega de Foals en el año, el nuevo disco de Mark Lanegan, el cuarto álbum de Battles, los beats de Floating Points y Vagabon quien muestra sus dotes multinstrumentista. Recuerda que puedes dar tu opinión en nuestras redes sociales.

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Foals
Everything Not Saved Will Be Lost Part 2
Warner Music

 

Vagabon
Vagabon
Nonesuch

Mark Lanegan 
Somebody's Knocking
Heavenly Recordings

Battles
Juice B Crypts
Warp Records

Floating Points
Crush

Ninja Tune

Jenny Lewis en El Plaza Condesa

Un tornado de música campirana para liberar el alma.

Pocos minutos antes del show de Jenny Lewis, el escenario se ilumina con una intensa luz roja, se escuchan grandes clásicos de la música popular mexicana a piano solo y los asistentes se encuentran metidos en platicas muy profundas.

Del lado derecho se escucha la intensa discusión de cómo se nos complica tener una buena administración de dinero, del lado izquierdo, y en otro idioma, recuerdan que el Aha Shake Heartbreak de Kings of Leon era increíblemente bueno y como poco a poco se empezaron a ir al demonio.

Precisamente la generación que escuchó ese disco en 2004 y que ahora odia a Kings of Leon, es el tipo de audiencia que viene a un concierto como este.

El Plaza no estaba tan lleno, aún hasta el final del concierto, nunca llegó al lleno total, ¿pero eso importa para presenciar un gran concierto? Por eso era tan fácil escuchar las voces de varios círculos de plática, conversaciones que al comenzar el show se convirtieron el aplausos, baile y risas de gran satisfacción.

Un breve intro musical es el que da la entrada a Jenny Lewis que sale amedrentando a los presentes quienes aplauden con tan solo verla montada en el escenario.

Los demás miembros de la banda apenas se acomodan sus instrumentos, los afinan y ajustan sus asientos cuando un par de teléfonos con luces neón, sobre el teclado de Jenny, se encienden y comienza la noche con “Heads Gonna Roll” a guitarra, piano y voz.

“Wasted Youth”, la segunda canción de la velada, comienza a sonar ya con todos los músicos vibrando al mismo tiempo y todo se escucha de súper lujo.

El bajo, el órgano, la batería y la guitarra realizan una economía de sonido bien gestionada, ahorrándose acordes innecesarios, manteniéndolo todo simple a lo individual para que en el ensamble todo tenga una ejecución más precisa y fina.

Esa estrategia les da más control en la ejecución y sobre todo ayuda a la voz de Jenny a jugar con diferentes rangos que obviamente mandan al demonio la cordura del público que lanzan gritos eufóricos completamente impredecibles. A veces gritos de mariachi, a veces algún tipo de grito polinesio de batalla o hasta gritos de emoción al estilo Pérez Prado.

Una onda muy rara, pero divertida, todo eso es lo que provoca la gran voz de Jenny, que se ha vuelto más potente y mucho más experimentada durante el transcurso de su carrera.

Pero la voz no es lo único que Lewis ha evolucionado, también su visión del show en vivo ha mejorado increíblemente. Ella sabe muy bien lo que quiere, usar un jumpsuit con hartos brillitos, una escalera pequeña difícil de subir con tacones gigantes, globos enormes para que el público termine de divertirse en grande o un micrófono dentro del auricular de un teléfono para interpretar “On The Line”.

Esa selección de recursos, más la forma en la que Jenny Lewis se desenvuelve en el escenario, hacen que el show se vuelva tremendamente disfrutable. Cada instante está pensado premeditadamente, pero también un poco de improvisación entra en el show para hacerlo más orgánico y divertido para quienes se posan frente al público.

Y sí, éramos un quórum un poco mínimo, pero eso no impidió que liberáramos todo lo que traíamos dentro en una catarsis con gritos y baile.

Billy Idol en el Palacio de los Deportes

Rebelde e indoblegable ¡Billy Idol desata furia en el Palacio!

Luego de que sonara durante días en la radio y tras la inagotable publicidad en redes, por fin se dio el primer concierto de Billy Idol en nuestro país.

El músico británico pisó tierras mexicanas a sus 63 años y con casi cuatro décadas de carrera en solitario. Honestamente, creo que Billy tardó en venir, pero ver a una de las figuras más importantes de los 80 era algo que no nos podíamos perder.

La gente empezó a llegar al Palacio de los Deportes cerca de las 19:30 H. Desde metro velódromo ya se distinguían las chamarras de piel, notas y estoperoles. También las canas y las arrugas.

Iniciamos la noche con Cherry Glazerr, banda de Los Ángeles que ya ha estado en México y que ahora vuelve para promocionar su tercer álbum de estudio. El grupo liderado por Clementine Creevy logró transportarnos a la época del fem grunge y darnos una idea de lo que sería ver a una banda como Hole o Throwing Muses en un show de gran magnitud.

A decir verdad, a Cherry Glazerr no le sienta tan bien un recinto de ese tamaño y mucho menos el Palacio de los Deportes. El sonido no les ayudó para nada y no pudieron contagiar toda su energía. A pesar de todo, la banda agradó y muchos estuvieron preguntando el nombre del grupo para buscarlo en su celular. Pronostico que les irá mejor en Galera y, ya les diré en mi siguiente reseña.

No esperamos mucho para que saliera Billy y tampoco tardó en arrancar. La noche inició con “Cradle Of Love” y pensamos que poco a poco iría soltando sus hits, pero para la segunda canción Idol ya nos tenía bailando con “Dancing With Myself”. Siendo sincero, quemó este tema muy rápido, él todavía no entraba en calor y nosotros tampoco. Más que comenzar fuerte, el principio fue tropezado.

La gente cantó temas como Flesh For Fantasy de la misma manera que sencillos más recientes. Durante el show, el músico hizo sus conocidas poses, levantaba el puño y hacía las mismas expresiones de sus portadas. Sin embargo, le costaba mantener el ritmo y mostrar esa agresividad en el escenario. No sé si solo fue cuestión de la edad o también tuvo que ver la altura y el cansancio.

El momento bizarro ocurrió justo a la mitad del setlist, cuando Billy Idol tomó el micrófono para ponerse personal. Para no hacer esto largo, el cantante dijo que no estuvo con su papá en sus últimos días por estar “rockeando con nosotros”. Lo gritó con un orgullo que contagió a muchos pero que a mí me causó desconcierto. Eso no está bien, Billy.

El músico le dedicó “Ghost In My Guitar” a su papá y como acto de consideración, los asistentes prendieron la luz de sus celulares para iluminar el Palacio de los Deportes. Fue emotivo, sí, pero no me podía quitar de la cabeza lo que había dicho antes.

Siguió “Eyes Without A Face” y aunque lo de las luces ya se había gastado, fue uno de los mejores momentos de show. La canción hizo que todos se levantaran y que vibrara el lugar. Billy dejó todo puesto para el solo de guitarra de Steve Stevens.

El guitarrista, compañero de Idol desde la década de los 80, se robó la noche. Su talento dejó maravillados a muchos y Billy le dejó gran parte del show para aprovechar e ir al backstage en repetidas ocasiones. Durante su solo de guitarra, el músico tocó algunas notas de “Stairway To Heaven” y la gente se le entregó con un rugido ensordecedor. Steve solo estaba bromeando y dejó a muchos con las ganas.

Billy Idol sí tocó algo de Generation X y fue “Your Generation”, el primer sencillo de la banda. La gente reaccionó bien, pero creo que el artista tiene más fans por su carrera en solitario que por su etapa punk.

El británico decidió hacer explotar el Palacio con “Rebel Yell” y la gente terminó por entregarse al frenesí. Billy se retiró para el encore, pero pasó tanto tiempo en el backstage que nadie se enteró de lo que había pasado.

Luego de su quinto regreso al escenario, Billy mantuvo la efusión con “White Wedding”, un favorito de su servidor. La verdad, ahí ya teníamos un cierre memorable, fuerte y poderoso pero el plan del músico era terminar con “Mony Mony”, el cover de Tommy James and The Shondells que popularizó en los 80. Fue un final inesperado, pero sobre todo extraño. No obstante, el ídolo estadounidense se las arregló para darnos una noche increíble.

Billy Idol, por primera vez en México, fue un éxito y adoración a primera vista. La gente salió encantada y estoy seguro que Billy, al igual que muchos músicos de sus mismas condiciones, ve en México una oportunidad de volver a su mejor época.

HIPNOSIS Presenta: Jonathan Bree en C3 Stage

El misticismo del hombre sin rostro: Jonathan Bree.

Las nubes y una brisa ligera cubren al C3 Stage, sin embargo el calor abrumador y la gran emoción por conocer el místico show de Jonathan Bree se sienten en el ambiente.

Victor Rosas, mejor conocido como Rosas, fue el encargado de inaugurar el concierto. Su presentación desprendió calma y paz sobre el ambiente, pues la manera sensitiva de interpretar sus temas, aunado al acompañamiento de su guitarra fueron una combinación que logró ganarse a un público que atento disfrutaba el momento.

Minutos después, cinco individuos enmascarados se hicieron presentes, entre ellos, la figura estelar de la noche: Jonathan Bree. Todos vistiendo de blanco de la cabeza a los pies, siendo el baterista, el bajista/guitarrista y dos bailarinas los que complementarían la enigmática presencia de Jonathan.

Uno de los grandes atractivos del show es la combinación de elementos visuales: las proyecciones en las que se observaban videoclips sincronizados perfectamente con el bailar de las chicas sobre el escenario, las luces simétricas que coincidían en momentos hacia donde Jonathan ejecutaba su espectáculo y las cortinas de humo que de momento ocultaban todo detrás de ellas.

De pronto, una de las bailarinas toma el micrófono y comienza a cantar “Say You Love Me Too”, canción donde Jonathan cruzó micrófonos con la antes mencionada, a la par que un fondo en blanco y negro resaltan las palabras del coro. Cada paso que daba el Neozelandés sobre el escenario se lograba con una gracia admirable, mientras que la inquietud por adivinar las expresiones en su rostro no dejaba de pasar por mi cabeza.

La exactitud en el ejecutar de cada músico, la coordinación entre las bailarinas, la enorme presencia de Jonathan y el ritmo incesante entre canción y canción, hizo de este un gran concierto, donde pudimos ver distintas transiciones entre los miembros de la banda, intercambio de instrumentos y posiciones sobre el escenario, incluso, hasta el uso de dos raquetas que simularían ser guitarras.

Luego de un setlist de 13 canciones, las proyecciones sobre las pantallas agradecen al público y señalan el final del show. Cada integrante se despide de un público que fue atento y educado al mantenerse en silencio durante los momentos precisos, lo que hizo de este concierto una experiencia más disfrutable.

Sin pensarlo dos veces, recomiendo asistir a sus próximas presentaciones a aquellos que no han tenido la oportunidad de hacerlo así como a aquellos que aún no sé han adentrado a lo hipnótico de este proyecto musical. Incluso, puede que al final logres llevarte una foto o su merch autografiada, pues Jonathan y una de sus colaboradoras se dieron el tiempo para convivir con sus fans y tomarse fotos al final del evento.

10 000 Russos en el Foro Indie Rocks!

10 000 Russos o la apología de la distorsión como forma de arte.

22:20 H en punto comenzó la noche musical en el Foro Indie Rocks! donde se rindió una ofrenda a la distorsión como forma de arte y donde reinó una psicodelia actualizada.

El dúo Nada se sirvió del banquete durante 26 minutos en los que sus integrantes se lucieron solo con bajo y batería. Una chica en el escenario con su voz y bajo lidera el inicio de este encuentro y lleva al público a querer más. Quizá el único inconveniente para Nada fue no terminar de explotar pues primero consiguió encender los ánimos y tuvo tiempo para darse a conocer; pero ya en pleno vuelo pudo subir un poco más como para mostrarnos sus sonidos desde otras alturas. Sin embargo por algún motivo se quedó ahí. Quizá solo sea cuestión de tiempo, de más recitales y más música para que lo logren y cuando así sea seguramente lo harán genial.

Un receso de banda en vivo fue quizá necesario para que el público digiriera mejor lo que se acababa de presentar. El temple es importante y fundamental en noches como esta. Fue el turno entonces para el folk psicodélico y decaído de Pedro Tirado, quien es una oda a la construcción musical putrefacta, honesta y sin ninguna pretensión más que ser así. Lo consigue. Valiente este músico en su apuesta que se vio acompañada por cajón, bajo y batería. La música de Pedro es la que nace a las 10:00 H después de toda una noche de fiesta hasta lo más hondo. Acá, a diferencia de la primera banda, fue que el tiempo frente al público fue más de lo necesario y eso pudo llegar a cansar a algunos asistentes, mismos que no dejaron de agradecer la música que ahí se presentaba.

Pedro Tirado

Así, llegó el turno para el trío compuesto por Pedro Pestana, André Couto y João Pimenta. Poca gente en el público pero quienes ahí estuvieron se sintieron muy afortunados de llegar a ese momento de la noche. Brutal la banda portuguesa 10 000 Russos. Puedo asegurar que en el tiempo reciente no se había presentado un sonido tan particular y bien realizado por estos pagos y vaya que por acá viene la música más interesante a probar suerte. No cabe duda que cuando el talento sobra se luce en su totalidad en vivo, porque el trío conformado por batería, guitarra, bajo y pedales, hizo un derroche de post punk, psych y distorsión llevada a lo majestuoso.

Notas sobre lo extraño reinaron el lugar mientras visuales misteriosos hacían juego con las luces en el escenario. La música de 10 000 Russos parece no tener una estructura que sirva de soporte para su despegue y vuelo, incluso así logran crear algo que en verdad podría por momentos rozar lo sublime. Paisajes distorsionados que hacen pensar en la rabia interna o en un futuro pos apocalíptico, sonido que da la impresión de pulverizarse para volverse partículas que envuelven y retienen al espectador.  La evocación de sonidos de sintetizador industrial, logrados gracias a la genialidad de sus músicos, es parte clave para el éxito de esta banda, que toco poco en verdad, apenas una probada de lo que pueden llegar a hacer en vivo, no pudo faltar uno de sus éxitos “Usvsus”. Creo que parte del espíritu nocturno de esta ciudad se sintió agradecido con esta propuesta musical, que esperemos no tarde en volver.