Música multidimensional para tiempos difíciles.
Recién se estrenó en todas las plataformas el quinto disco de este quinteto atrincherado en Austin y una vez más han logrado hacerlo. Han creado un álbum para drogadictos, utilizando todos los recursos posibles para desligar nuestra alma en una experiencia extracorporea.
El viaje comienza al dar play
El disco empieza con “Schmetterling”, lanzando de inmediato unos buenos arreglos psicodélicos muy barrocos y en cierta manera abrumadores. Pero abrumadoramente relajantes, sus adornos musicales invitan a la calma o a la felicidad absoluta para soltar el cuerpo y bailar sin control.
Este tipo de mood calmo, creado para específicamente para flotar, ya se venía trabajando en Adult Fear, donde utilizaban composiciones relajadas y un tanto minimalistas, esa es la gran diferencia con Interloper. En su disco pasado aplicaron el “menos es más”, pero acá es totalmente lo contrario mientras más recursos, sonoridades y arreglos es más fácil envolver al escucha sin ninguna demora.
Gran parte del disco comparten sensaciones placenteras conquistando nuestro lado negativo, nuestro Apocalipsis interno, sin siquiera pelear, con la misma vibra de su existencia, cada track de Interloper transforma todos nuestros pensamientos malignos en energía luminosa fluyendo por cada átomo de nuestro ser.
Pero pasando un poco más de la mitad de disco comenzamos a escuchar tonalidades un poco más oscuras, letras cada vez más nostálgicas y melancólicas, quizás es la respuesta de Holy Wave a un viaje guiado. Primero te elevan y poco a poco te van soltando leves golpes de realidad para que no aterrices tan abruptamente una vez que termine el disco.
“No Love”, una de mis grandes favoritas del disco, inicia con un suave y nostálgico sintetizador al que poco a poco se le van uniendo los demás instrumentos y voces para llevarte hasta la cima con una estruendosa sección de metales sonando libremente agresivos, un buen recurso para hacer explotar una canción y momentos después dejarla caer suavemente para terminarla por completo.
El gran poder de los sonidos del pasado
La suave dulzura de las voces, los repetitivos ritmos motorik, los largos pasajes instrumentales, la increíble paleta de colores creada por sus múltiples configuraciones de pedales, las letras transcendentales de amor y paz con tono político, ideales para surfear los malos pensamientos; son recursos clásicos del psych que Holy Wave decidió tomar de todos sus ídolos para crear su nuevo disco.
Tomar referencias de los músicos que te sirvieron como influencia directa para crear música no es algo malo, a menos que lo hagas completamente obvio y nada ingenioso.
Lo que hace Holy Wave, es cierto que no es algo completamente novedoso, pero lo hace muy bien, las canciones están muy bien pensadas, el viaje que te provoca el disco es redondo, de ida de vuelta y cuando aterrizas quedas satisfecho de haber vivido esta experiencia.
