Ciudad: CDMX

SOLD OUT: Peter Murphy celebrando 40 años de Bauhaus en el Metropólitan

No te pierdas de este show único en la Ciudad de México que celebra a Bauhaus.

En 1978 la historia del rock tuvo un giro impresionante gracias a la aparición de Bauhaus, agrupación de origen británico que experimentó con sonidos góticos, mismos que se convirtieron en clásicos. Para iniciar el 2019 como se debe, Peter Murphy regresará a la Ciudad de México para conmemorar los 40 años de la banda junto a David J, bajista original

El Teatro Metropólitan será testigo de este show el próximo 11 de enero a las 21:00 H. en el que se interpretará en su totalidad el disco debut de Bauhaus, In the Flat Field y algunos temas de otras producciones.

Los boletos ya están a la venta en el sistema Ticketmaster en los siguientes precios:

Preferente VIP: $1,500.00
Preferente A: $1,200.00
Preferente B: $900.00
Balcón C: $900.00
Sección D: $700.00
Sección E: $600.00

Como parte de este aniversario, el pasado 23 de noviembre se liberó un EP titulado The Bela Session que incluye la sesión original del track “Bela Lugosi’s Dead" y tres temas inéditos.

Por su parte, Peter Murphy se ha destacado como uno de los padrinos del rock gótico a lo largo de 30 años y eso lo ha documentado en 10 discos, siendo el más reciente, Lion.

MUTEK 2018: Experience

Conectando la electrónica con los espacios.

Una vez más, MUTEK aloja el cierre de su programa en el Museo Tamayo, siendo su actividad de acceso libre y de contribución cultural en espacios públicos. Esta edición, la curaduría musical aparentemente tuvo toda la idea de celebrar XV años con una expectativa de calidad en su contenido. Kuniyuki Takahashi y su aparente eterna relevancia en los submundos del house y techno dentro de la electrónica japonesa; su presencia en el festival solo confirma el emparejamiento de talento día con día. Los espacios públicos permiten que eventos con contenido electrónico provoquen mucha más atención al descontextualizar los espacios fácilmente. Paperworks y su constante aproximación a IDM convirtieron el Tamayo en una fábrica robótica/electrónica en el comienzo del evento, por lo que la audiencia que iba cruzando y recién se había instalado, pudo reaccionar fácilmente y digerir sin mayor inconveniente. La evolución del contenido potente de Paperworks hacia la excelencia del dance en la firma de Takahashi, los que se quedaban cada vez eran más y el desarrollo del ambiente fue lo que lo permitió. La emoción en la audiencia había crecido hacia el del set de Takahashi, así que para la llegada de Brandt Brauer Frick (BBF), quien no se lo esperaba ya estaba contextualizado de cualquier forma.

La llegada del trío alemán acertó con el atardecer y realmente se sintió un breve respiro de atención total al comienzo de su presentación, acompañados por la Orquesta Filarmónica Mexiquense y dirigidos por Rodrigo Macías. El concierto confirma toda la información previa que uno puede recabar de la agrupación alemana; el entrenamiento musical es evidente y su acercamiento a la electrónica desde métodos clásicos son lo que los convierte en una representación excelente de las capacidades de la música electrónica al ser ejecutadas desde la instrumentalización. Brandt, baterista, es en su debido porcentaje, una estrella en la definición de lo que es la electrónica a partir de las recreaciones a partir de capas rítmicas conectadas. Brauer y Frick, tecladista y pianista respectivamente, acompañan y contrasta los espacios creados por los instrumentos de la Filarmónica con melodías agudas y punzantes. El techno y el house constantemente están presentes en sus bases rítmicas (4-on-the-floor) y eso lo convierte en una experiencia aún más relevante. Sin duda ha sido una de las mejores selecciones que el festival ha hecho para alojar la despedida de una edición llena de talento y supremacía en ejecución.

Posada Hipnosis 2018 en el Foro Indie Rocks!

Grupo Indie Rocks! te invita a cerrar el año en el Foro Indie Rocks! con invitados psych de lujo.

Para cerrar el año y como agradecimiento a nuestros compañeros, socios y audiencia, Grupo Indie Rocks! cierra el año con una posada con invitados especiales: Reverberation Radio, mejor conocido como el DJ set de los integrantes de Allah-Las, regresa a pinchar vinilos al Foro Indie Rocks!.

La noche también estará acompañada de Brandon Welches integrante del grupo de garage rock Crocodiles, y uno de nuestros DJs nacionales favoritos, DJake De La Cueva, quien dará inicio al festejo y nos hará mover las caderas.

Bajo el formato de nuestras ya clásicas Noches HIPNOSIS, la fiesta comenzará en punto de las 21 H. y las entradas serán únicamente regaladas a través de las redes del grupo: Indie Rocks!, Foro Indie Rocks! e Hipnosis, manténte atento a nuestras dinámicas y acompáñanos a cerrar el año.

MUTEK 2018: Nocturne 2

Nocturne 2: de la delicadeza a la abrasión.

Allá va la celebración de los quince años de MUTEK en México. Tras Nocturne 1, más tranquilo y clavado, la edición 2018 del festival de música electrónica más importante del país comenzó su cierre con un programa lleno de baile y sonidos abrasivos. Se hizo evidente que los asistentes habían reservado sus energías para el Nocturne 2: los escenarios y las barras de bebidas se sentían llenos y el público parecía más inquieto que el día anterior.

El dúo Nonotak, habituales de MUTEK, se despidieron del festival con su show Eclipse tras haber ocupado en la semana el domo digital del Papalote Museo del Niño. Ya conocíamos la aproximación arquitectónica al arte digital de Noemí Schipfer y Takami Nakamoto, que consiste en sutiles manipulaciones del entorno espacial para generar experiencias inmersivas. Quizás el escenario les quedó grande o la producción pequeña, pero el show de anoche no fue tan espectacular como trabajos anteriores del dúo transnacional. Sobre precisos ritmos electrónicos, vectores de luz se desdoblaban para dar lugar a un espectáculo que parecía más un concierto de techno que una experiencia visual.

En la sala C, que anoche estuvo más llena que nunca, Delia Beatriz presentó un nuevo set de dark ambient. Como Debit, la mexicana expatriada en Nueva York ha sido constante en sus lanzamientos que fusionan el ambient con la música de club y una sensibilidad latina, lo cual resulta siempre en una reflexión sobre la relevancia cultural del DJ en la actualidad. La tarima decorada con plantas del escenario C, combinando lo orgánico y lo lumínico, fue el escenario idóneo para un set que, como las runas proyectadas detrás de Debit, entregaba códigos arcanos que hablaban del presente y del futuro.

Una constante en esta edición del festival, o por lo menos en este segundo programa nocturno, fue la supremacía de los shows conducidos por mujeres. Edna King presentó ante un público enérgico un set tan emocional, femenino y humano como abrasivo y violento. Crueles ritmos de breakbeat y dark techno arrancaban a los presentes vitoreo que parecían animar a la canadiense. Curiosamente, éste fue uno de los momentos más festivos de la noche.

Uno de los momentos más esperados del Nocturno 2 demostró ser también uno de los más herméticos. Lageos, la colaboración de Actress con la London Contemporary Orchestra, sigue siendo uno de los lanzamientos más sorprendentes del año y los mexicanos estábamos expectantes de ver el show de uno de los músicos electrónicos más histriónicos e impredecibles del momento. Desde hace 10 años, Darren Cunningham ha formado una carrera en la que es imposible clasificarlo ni como productor ni como DJ, que puede pasar en segundos de lo barroco a lo minimalista, de lo orgánico a lo robótico y de lo clásico a lo disidente. El set de ayer, menos cruel que, digamos, el de Amnesia Scanner, no fue sin embargo menos desconcertante. El inglés se encontraba escondido detrás de su mesa, de forma que, a ratos, la única presencia remotamente humana sobre el escenario parecía ser la de un organismo humanoide, ni ser viviente ni robot, parado detrás del micrófono con pose desafiante. La música iba del noise al glitch, en un crescendo improbable y estéril, aparentemente más interesado por los silencios entre sonidos que por los sonidos mismos.

El holandés adoptado en Chile, Uwe Schmidt también fue una presencia importante y recurrente en esta edición de MUTEK. Pudimos verlo el jueves en colaboración con Robin Fox y anoche lo vimos presentando Deep State, un espectáculo iracundo y meditativo acerca de los mecanismos de control propios de la modernidad global. Detrás de Atom™, imágenes militares se encadenaban con grabaciones de brutalidad policial. Con su peculiar sensibilidad pop, que lo lleva a explorar cánones estéticos alejados de lo que entendemos por “arte digital”, Atom™ tocó un techno industrial e insistente, recordándonos quizás que la tecnología no sólo son lásers y luces, sino también los aparatos de opresión que paralizan nuestra frágil democracia.

Tras una larga espera, pudimos ver en el escenario C a Varg. En lo que constituyó uno de los sets más certeros de la noche, el sueco Jonas Rönnberg se lució con un recorrido por ritmos de ambient, de dark techno, de industrial e incluso sonidos que podrían parecer de trap y rock gótico. El entusiasmo del público contrastaba con la atmósfera oscura del show. “It’s a Cold world”, nos recordó el último sample del set. Y todos nos fuimos.

 

Bandalos Chinos en el Foro Indie Rocks!

La banda enamoró a la CDMX.

El Foro Indie Rocks! fue testigo de la primera y exitosa presentación de la banda argentina Bandalos Chinos en tierras mexicanas en donde interpretó su nuevo material discográfico llamado Bach.

Alrededor de las 23 H y con un foro repleto de fanáticos y nuevos seguidores, la banda dio pasó a una de las veladas más inolvidables del año. Sus integrantes aparecieron uno a uno para posicionarse ante sus instrumentos; Goyo Degano en voz y teclados, Tomas Verduga llevando guitarra y coros, Iñaki Colombo con otra de las guitarras, Nicolás "El Lobo" Rodriguez en un bajo, Matías Verduga en la batería, mientras que Salvador Colombo en sintetizadores.

La presentación abrió con “Isla” y el público enloqueció, esta es una de las canciones que la banda lanzó en el 2016 y con la que marcó territorio en nuestro país. Sin pausa continuó con “Vámonos de viaje”, la canción con la que disco Bach abre y que puso a cantar y bailar a todos para así darle continuidad a las canciones del disco como “Súper V”, ”El Temblor” y ”El club de la montaña”.

“Gracias amigos, en verdad gracias. Es increíble”, comentó Goyo, su vocalista. Un vaivén de sentimientos y sonidos que por palabras de la banda, sacó de anécdotas con amigos y de vivencias personales.

El momento más romántico llegó. “La siguiente canción es de amor. O desamor jaja”, comentó Goyo entre gritos de euforia y llegaron las primeras notas de “Demasiado”, una hermosa balada con toques de rock que puso a muchos enamorados a corear y  abrazarse.

Bach ha marcado una nueva etapa en la carrera de la banda, pues su productor Adan Jodorowsky le dio un nuevo toque de luz a sus canciones, siendo este último una de las sorpresas de la noche.

“Queremos traer al escenario a un invitado muy especial. Esto no estaría pasando sin el”, y así, con esa presentación salió al escenario salió Adan Jodorowsky vestido de lentejuelas azules a cantar “Tú órbita” para poner al público a bailar. “Acido” y “El concierto” fueron las canciones finales de la presentación de estos talentosos argentinos que el el público mexicano ha acogido de manera emocionante y tras ver la respuesta de su presentación este sábado, seguramente los estaremos teniendo de vuelta muy pronto.

MUTEK 2018: Nocturne 1

La institución electrónica.

Tras XV años excediendo las expectativas y límites de lo que la cultura es capaz de comunicar, MUTEK transformó audiencias y las consumió por completo en la selección tan puntual en los actos de Nocturne 1. La curaduría audiovisual es impecable y sus ejecuciones jamás tendrán un hueco en el medio, las piezas interactivas solo hacen más real la sensación de que se produce un espacio único por noche y ambientado por la eterna relación entre tecnología y espacio. La fábrica se mantiene como el descubrimiento y acoplamiento más adecuado a la esencia de MUTEK; un lugar con espacios interminables y estructuras continuas; frío y que solo con dichas cualidades en conjunto, se produce una experiencia en comunidad de tal magnitud. Las instalaciones interactivas, cada vez mejor compuestas, crean una mini-experiencia estética que, al registrarse, innegablemente se asociará dicha estética con el arte de MUTEK; el arte digital.

Las representaciones audiovisuales este año se complementaron por la coordinación lumínica en los escenarios, apoyadas con pantallas y LEDs; Gaspar Peralta utilizó las condiciones de la Sala C, una pequeña atmósfera con helechos reales de fondo y estrobos por doquier, y la contextualizó a su ambient ultra-light con las luces más suaves que se verían en toda la noche; un breve episodio de desconexión a la tranquilidad.

Tanto Smerz como Aurora Halal llevaron al límite su potencia durante sus presentaciones, recordando a la misma de Holly Herndon y Jlin en 2016; donde ambos actos femeninos se elevaron como dos de los más relevantes de dicha edición. Aurora y Nina comparten un lugar ahora en donde ambas voces del techno se han comunicado sin interrupción con la audiencia por completo durante hora y media y han demostrado y confirmado que la voz femenina del techno es imperdible. Smerz aprovechó su comunicación con el público mediante su música y crearon un show único de alta calidad; las voces más exactas para acompañar las producciones impecables. Amnesia Scanner desde la Sala B nos introdujo a un plano de ciencia ficción guiado por sus cambios de género y mixes perfectos de glitchy bass, sin perder la atención del público ni por un segundo; más bien parecían hackers atacando la mente de todos, recordando que aún eso tiene una cierta belleza en el contexto digital.

Las presentaciones previas a las 12 de la noche hacían sentir la especialización que MUTEK ha adquirido para desarrollar un festival con calidad al máximo. Con la presentación de Apparat, MUTEK elevó innegablemente la barra en las sensaciones que un acto había impregnado en un público; al mismo nivel de Marcel Dettmann y la visible felicidad que sintió representada en acercarse y saludar al público al concluir su set. Dos actos donde el público y el autor se sintieron en sincronía al 100% durante toda la presentación. Apparat es un experto en el posicionamiento de beats durante una presentación en vivo, más a la hora de convertiros al dance. Concluyó su presentación con "A New Error" de Moderat y así registró el momento de comunión autor-espectador más fuerte que he sentido durante los últimos cinco años del festival. Marcel es un maldito titán del techno y no hay ni habrá nada como él; cuando se sintió el agradecimiento que tuvo la audiencia, solo se volvió más increíble. Realmente hablar de Marcel es identificar la intelectualidad que la música puede desarrollar en un individuo con tanta experiencia; su set fue magistral y sin un solo segundo de desconexión; controló a la audiencia como un líder y la sensación del espacio-público cada vez se sentía más adecuada. Ninguna de los escenarios estuvo saturada jamás y esos aspectos solo hacen que la experiencia se vuelva aún más alta en la escala.

Por último, el acto que cerró la Sala c, aquella pequeña habitación donde antes había algo tranquilo y ambient; ahora se transformó en una capilla del noise donde Prurient asaltó la paciencia y retó a la audiencia a una experiencia muy difícil de digerir sin previo aviso. De cualquier forma, cuando lograbas conectar con la presencia del noise como un espacio también, se revelaba la excelencia detrás de todas las capas de sonidos. Prurient definitivamente es un acto que MUTEK debe registrar como otra producción magnífica de un espacio audiovisual y una experiencia como audiencia retadora y completamente satisfactoria.

 

 

Matanga Records Party III en el Foro Indie Rocks!

Una fiesta de sabores exóticos ideal para romper esquemas.

La música viene de todas partes, en empaques diversos y siempre hay más sabores de los que es humanamente posible probar. Matanga Records es un sello discográfico creado para ser un nicho de nuevos talentos y propuestas musicales que parecieran no caber en ningún otro lugar.

La fiesta de este 23 de noviembre se presentaba con la frase "Las bandas desconocidas que amarás conocer" y aunque parecía una apuesta demasiado alta al final de la velada estaría completamente de acuerdo con ello.

A las 21 H. el Foro Indie Rocks! se notaba vacío, apenas un grupo de personas se reunían en el patio del venue fumando y platicando de cualquier cosa. Un cuarto de hora después comenzaba a tocar Cruz del Monte, que tocó tan solo un par de temas que comenzaron a calentar los ánimos de las escasas 20 almas que nos encontrábamos dentro del recinto.

Pasó un poco más de tiempo y los espacios en el foro comenzaban a llenarse, aunque muy lentamente. Hamurabi fue la segunda banda de la fiesta y con su poderosa energía y los cadenciosos sonidos lograron que el público reaccionara de una vez por todas comenzando a bailar y beber con desenfreno. La combinación de luces, alcohol y sonidos atmosféricos había dejado un letargo en el aire que provocó que mucho olvidáramos el paso del tiempo.

Era el turno de TinaKristina, una chica en el bajo acompañada de su baterista, que con una mezcla de funk, reggae, rock y soul nos deleitó con una voz llena de sensualidad y pasión. La gente cada vez se veía más cómoda y el calor ya comenzaba a sentirse en el foro de la colonia Roma, algo que provocaba que la cerveza se vendiera con presumida rapidez. Podías encontrarte gente bailando sola, o grupos de amigos disfrutando de la fiesta con un vaso en mano y una sonrisa de gozo en sus rostros.

La sorpresa más grata, personalmente, fue la presentación de Ángel Strife y La Contienda: un show lleno del sabor latinoamericano y un pop ejecutado a la perfección. Lo sedoso de su voz envolvía el foro y entraba en el cuerpo para hacernos mover los pies al ritmo de la guitarra que el venezolano hacía sonar. Merece las líneas el mencionar la conexión que el artista hizo con el público, además de lograr que cada quién sacara sus mejores pasos, una conexión que provocaba éxtasis en el público y un júbilo irrefrenable al momento de bailar.

Para el siguiente acto el Indie Rocks! ya se sentía lleno de vida, la gente que al parecer había esperado hasta ese instante para hacer acto de presencia recibió a King Edi K. Escoltado por un conjunto de metales el setlist de King Edi K fue una rara mezcla de beats programados en un MPC, una guitarra en manos del propio Edi y el conjunto de metales que se convirtió en un show catártico. Incluso pudimos ver cómo la misma Tina y Ángel Strife se contaban entre el público para disfrutar de la música que estaba sonando a través de las bocinas. Fue el momento cumbre de la noche.

Les siguió Solovino, una banda de Querétaro que con su funk y ritmos caribeños tocó para apenas un puñado de personas, pues los demás asistentes se hallaban fumando en el patio del foro o se habían retirado después de escuchar a King Edi. Pero esto no significó un problema para la agrupación, que con muchísimo carisma y habilidad musical logró que los pies cansados de quien escribe esta reseña se volvieran a mover y con ellos todo el cuerpo.

Quizá parecía exagerado en un inicio el pensar que salir del show amando a bandas desconocidas pudiera suceder, pero puedo asegurarles que esta noche me hizo, cuando menos, abrir los horizontes de lo que la música puede ofrecer y sin pensarlo ya tengo a un par de nombres del line up de esta tercera fiesta de Matanga en mi playlist diario.

 

Max & Igor Cavalera en el Circo Volador

Una de las duplas congénitas más importantes del metal, dejaron cuerpo y alma en una noche magnífica llena de temas clásicos.

Sepultura, en la época de Max & Igor Cavalera, grabó su nombre en los anales históricos del metal latinoamericano como ninguna otra banda. Figuras del peso de Phil Anselmo, Lars Ulrich o Scott Ian han manifestado su gusto y admiración por la música del grupo nacido en las tierras brasileñas de Belo Horizonte. Anoche, vimos y escuchamos por qué.

Max e Igor Cavalerajunto a Andreas Kisser y Paulo Jr.tocaron el cielo y se ganaron el respeto de la crítica mundial con álbumes que se convirtieron en material indispensable del metal. Su gloria comenzó a resquebrajarse en la cima de la fama, tan sólo 10 años después de su material debut de 1985, Bestial Devastation (LP que los hermanos grabaron sin que ninguno pasara los 18 años de edad). También tuvieron que pasar 10 años para que Igor dijera adiós y se reuniera con su hermano mayor para formar Cavalera Conspiracy; proyecto que en 2015 pisó suelo mexicano y que el año pasado, a una década de su álbum debut Infliktedlanzó su cuarta placa Psychosis.

En 2016, Max & Igor Cavalera festejaron el 20 aniversario del grandioso y trascendental Roots (su último disco juntos con Sepultura), tocando parte del disco más otros temas propios y ajenos, en el Circo Volador; espacio por excelencia del metal en la CDMX que ayer los recibió nuevamente para la presentación en vivo de un set que incluyó dos joyas del death-thrash: Beneath the Remains y Arise.

Ambos materiales, además de ser relevantes para el subgénero, fueron claves para la carrera de Sepultura. Beneath the Remains fue el primero en ser grabado bajo el sello Roadrunner (Black Label Society, Dream Theater, Lamb of God, Mastodon, Suffocation). Arise fue el último de su etapa death-thrash y una transición hacia ese sonido que les dio unicidad en el mundo del rock. Por otro lado, ambos álbumes fueron producidos por el gurú del death metal Scott Burns, que ha trabajado con monstruos del calibre Obituary, Cannibal Corpse, Deicide, Death o Napalm Death.

Con todo esto, el regreso de los hermanos a nuestra capital y su respectivo set de material clásico pintaba para ser una noche fabulosa, y vaya que lo fue. Una enorme fila daba la vuelta al lugar. Los puestos de playeras y otros recuerdos se sumaban a algunos vendedores de arreglos navideños, pintando la calle de un colorido curioso.

El recinto abrió sus puertas y nos recibió con esa estructura tan práctica a manera de teatro que permite apreciar los shows muy bien. Una manta en el escenario lucía el logo de la banda de Michoacán, Mexxika, encargada de abrir la noche con su estilo tribal (el grupo incluye en sus filas a un joven percusionista) que ellos describen como power hard metal. Tibia recepción del público que aún no llenaba el lugar. La presentación, con buenos solos de guitarra, sin pena ni gloria. El público, más por apoyo que por gusto, los despidió de buena manera.

Siguió el turno de Evil Entourage, de Tampico, Tamaulipas, que promociona su reciente LP Into the VoidDeath metal que sorprendió a la mayoría. Técnica y brutalidad de principio a fin que motivó a un público hasta entonces aletargado a inaugurar el slam (un poco austero, dichos sea de paso). En resumen, una agrupación que vale mucho la pena seguir. Los comentarios a mi alrededor coincidían con esto. Al final de esta intervención, el Circo Volador lucía casi lleno; estábamos listos para lo que venía.

Con un “¡Cavalera, Cavalera!” en coro, la espera nos dejó escuchar un “This Love” de Pantera que todos cantaban. Mientras el llamado a los hermanos brasileños se repetía, algunos comenzaban a impacientar. Marc Rizzo (guitarrista de Soulfly, Cavalera Conspiracy y ex miembro de The Misfits) aguardaba paciente detrás de sus amplificadores Marshall. Finalmente Igor apareció y tomó posición en su batería que lució una portada por bombo de los discos a presentar. La ovación fue inmediata. No tardó mucho en salir su hermano y colgarse su ESP signature de camuflaje naranja. El intro de “Beneath the Remains”título que da nombre al álbum de 1989 cuya reedición en 1997 incluyó un cover a la banda paulista Os Mutantes, “A Hora e a Vez do Cabelo Nascer” y dos drum tracks sonó en los arreglos lineales y un “¡Viva México!” de Max comenzó el concierto; el cataclismo.

De inmediato, el slam nos movió de nuestro sitio. La energía desde ese primer y devastador riif fue manifiesta. Las letras eran cantadas por la mayoría y así siguió en la mayoría del evento. Thrash metal de calidad mundial. Who has won?, Who has died?” gritamos todos. Un comienzo imborrable.

“Inner Self” no dio tregua. El ambiente, a la altura de lo que escuchábamos. El lugar, pletórico. Max nos dejaba cantar partes de la canción y lucía contento y animado; era recíproco. El solo a cargo de Rizzo, intachable (sin que esto se lea como algo que es superior a lo que el gran Andreas hacía en la agrupación).

Siguió “Stronger than Hate”, cuya letra pertenece a Kelly Shaefer (Atheist, Neurotica, Stones of Madness). Le precedió un "¿cómo están cabrones?" en el respetable castellano que le permitió a Max alentarnos a lo largo de la noche. El vigor no menguaba. Seguía el thrash en su más grande esplendor. Hay quienes dicen que en la época del Beneath the Remains, Sepultura tenía una calidad igual o mayor a grupos norteamericanos como Slayer; ayer quedó claro.

Max gritó varias veces “Mass…” y contestamos “...Hypnosis”. El cuarto tema del LP siguió la línea de velocidad y poder que marca todo el álbum. Igor, una bestia. Es evidente que Sepultura tuvo como primer baterista a uno de los mejores de la historia del metal.

“Slaves of Pain” continuó taladrando los oídos. La melodía de la guitarra final fue coreada por la mayoría, por encargo del vocalista.

“Primitive Future” es el último track del LP y fue también el tema que cerró la parte del Beneath the Remains para dar paso al otro grandioso álbum que nos presentaban en vivo. "Under the Mexico´s great sky, we shall Arise!" gritó Max tras escucharse el intro de la canción homónima a la placa de 1991.

La versión en vivo fue más rápida que la de estudio. El slam no paraba. Las letras cantadas al unísono y los saltos, tampoco. Uno de los mejores temas de Sepultura; uno de los mejores episodios de la noche.

Llegó una de las canciones favoritas de quien escribe este texto: “Dead Embryonic Cells”Notoria la manera en que la mayoría seguía cantando todas las letras. La parte después del solo fue a mi parecer el ápice del concierto. Uno de esos momentos que esperas en la vida y que al llegar no decepcionan.

Tocó el track favorito de Max en Arise (en sus propias palabras): “Desperate Cry”. En su ejecución y actitud vimos que fue real lo que dijo. El hermano mayor aprovechó para decir, de manera contundente, que estábamos frente al “verdadero Sepultura y gran parte aceptó la idea.

En “Altered State”, el cantante pidió que se apagaran las luces del escenario para iluminar el lugar con nuestros móviles. "¡Vamos todos, cabrones!" solicitó y al cumplirse se hizo un intermedio donde se pudo apreciar el espacio abarrotado. Otro gran lapso del show.

Después del último tema del set de Arise“Infected Voice”, el cuarteto nos presentó dos covers: el consentido “Orgasmatron”“ I Believe in Miracles” de Ramones para después cerrar con otro de sus temas emblemáticos: “Troops of Doom”.

El encore dejó dos obras definitorias en la banda de Belo Horizonte, mientras Igor lució el jersey de la selección mexicana de fútbol: “Refuse/Resist”—canción que Scott Ian, de Anthrax, considera como la que se escuchará el día del Apocalipsis, y en la cual pudimos ver un débil wall of death— y “Roots”, que literalmente cimbró el piso. El cierre definitivo fue una mezcla de “Beneath the Remains” y “Arise” que Max nombró “Beneath the Arise”.  Él pidió levantar las “manos con fuego” y el público contestó con un “¡Olé, Olé, Olé, Cavalera, Cavalera!”. La despedida de los hermanos fue una bella postal con ellos mostrando la bandera mexicana.

Así, vivimos una noche magnífica y poderosa con varias de las composiciones más importantes en la historia del metal. Dos años después de su última visita a la CDMX los Cavalera regresan al mismo sitio en un evento que pocos olvidaremos por su calidad, energía y por haber visto a dos verdaderas figuras que marcaron un antes y un después en el género. Simplemente queda agradecer y lanzar una pregunta al aire (no, no es si habrá reunión): ¿tendremos en vivo los primeros discos de Sepultura?

MUTEK 2018: A/Visions 3

Entre pasado y futuro.

Hoy comienza la parte fuerte de la celebración de los 15 años de MUTEK en México y el último de los programas de A/Visions dejó a los aficionados con ánimos de fiesta. Más hacinados que en otras ediciones y en medio de una atmósfera burbujeante, presenciamos tres shows que combinaban códigos visuales del pasado y del presente. Nada más adecuado para esta experiencia que el entorno del Proyecto Público Prim, un espacio que reconcilia el pasado histórico y la vanguardia cultural.

Primero nos reencontramos con Push 1 Stop, esta vez acompañada por el quebequés Wiklow. A través de una membrana, aludida en el nombre del show, Cadie Desbiens-Desmeules proyectaba visuales vectoriales acompañados por el techno quebrado de Michael Dean. El patio de la casa resultó el escenario ideal para un espectáculo que se disfrutaba en dos dimensiones. Un leve laggeo en las luces desmeritó levemente un show simple pero certero, no demasiado alejado de trabajos anteriores de Push 1 Stop.

El show de Intercity-Express representó exactamente este sincretismo entre presente y futuro. Tetsuji Ohno lleva muchas décadas ya en el mundo del arte digital y la música electrónica y su show de anoche constituyó una experiencia multimedia en toda la extensión de la palabra. Entre beats que iban del techno al glitch, Ohno combinaba capas análogas y digitales en un espectáculo visual que más que una coreografía era un experimento en combinación de formatos. Accidentalmente, el aspecto generativo del espectáculo se hizo palpable en un momento en que Ohno perdió la señal de video, permitiéndonos reconocer el carácter inmediato de su arte. Algunos asistentes no lo apreciaron así y mientras algunos vitoreaban otros lanzaban gritos de ánimo.

Esta energía se prolongó durante el show de Atom™ y Robin Fox, un auténtico experimento en  combinación de cánones estéticos. Una vez más, la cuadratura del Patio de Prim permitió apreciar la multidimensionalidad de Double Visión 2.0. Como el propio nombre indica, Double Visión 2.0 representa una dicotomía de puntos de vista y un encuentro entre pasado y futuro. La peculiar aproximación pop de Uwe Schmidt, a ratos más Kraftwerk que Señor Coconut, sirvió de contrapunto a los lasers programados por Robin Fox que parecían querer perforar las paredes de la casa antes de lanzarse en elegantes coreografías. En la pantalla, síntesis tradicional de video daba paso a visuales 3D para luego mostrar imágenes de box, demostrando una vez más que en los códigos del arte digital no está todo escrito.

 

Iceage en SALA

El enigma, poder, y eclecticismo musical detrás de un show de Iceage.

La última vez que vi a Iceage no pude escuchar bien durante tres días, esta ocasión no quedé sordo, pero la energía y pasión que proyectó en vivo fue la misma, esa actitud tan espontánea y sincera de interpretar su música y de comunicarse con el público logró llevarnos por un estridente viaje de 16 canciones que confirmó el glorioso regresó de Iceage a México después de cinco años de su presentación en el festival Corona Capital.

Antes de que empezara el concierto, podíamos ver entre el humo el logotipo de la banda en lo alto del escenario brillando, como una confirmación de lo que estábamos a punto de presenciar. “Hurrah” fue la primera de la noche y entre la potencia de la canción, casi al final, el sonido de la guitarra de Johan Surrballe desapareció, pero el show continuó, para así dar la bienvenida a “Pain Killer” y “Under the Sun”, de su disco Beyondless también. Hasta este punto se podía notar la tensión entre la banda por las fallas técnicas y el público permanecía un tanto fuera de espacio.

La hermandad es algo que se refleja dentro de la banda, siempre están pendientes del otro, y después de una palmada de apoyo en la espalda de Johan por parte del vocalista Elias Rønnenfelt, Beyondless siguió sonando en todo su esplendor con “Plead the Fifth”. Después de una pausa, en la que Elias dijo estar feliz de regresar a nuestro país después de un largo tiempo, “The Lord’s Favorite” del disco Plowing Into the Field of Love, abrió ese momento en que la energía explotó por primera vez y el slam y headbanging se hicieron presentes, mientras Iceage demostraba por qué son los favoritos del Señor.

La actitud de la agrupación es sincera y seria, pero penetrante, Elias siempre establece más contacto con la gente, pero el contacto no solo es físico, también establece penetrantes miradas que se esconden detrás de su cabello o realiza su característico baile moviéndose de un lado a otro mientras sostiene el micrófono con una mano y cable, mientras brinca dando vueltas sobre un pie por todo el escenario. “Thieves Like Us”, “Beyondless” y “The Day the Music Dies” fueron otras canciones que sonaron de su reciente disco, y aunque Iceage hizo un buen trabajo, no pudimos escuchar “Beyondless” con total fidelidad al faltar instrumentos como el violín y saxofón.

Incluso pudimos escuchar “Balm of Gilead”, un sencillo que sacó recientemente y que surgió de una colaboración con The Black Lips, banda con la que continúan de gira por Estados Unidos. “White Rune” de su disco debut New Brigade nos transportó en el tiempo a un viejo sótano perdidos entre la intensidad del punk y el sudor en nuestros rostros, mientras Elias viajaba por todo el lugar impulsado por los brazos del público.

Después el sonido country rock de “Abundant Living”, impulsado por la potencia de su batería y el profundo sonido del bajo de “Morals”, acompañado de la destructiva “Ecstasy”—estas dos últimas de su álbum You’re Nothing—, crearon un ambiente caótico y ruidoso, junto con los gritos de Elias mientras cantaba “pressure, pressure, oh god no, pressure”, que salían como lamentos que no podían ser contenidos ni un momento más en su cuerpo.

Cuando los primeros acordes de “Catch It” comenzaron a sonar todos estábamos extasiados, esperando ese punto que terminaría por destruir el lugar. Y así fue, el rechinar de las guitarras hizo explotar nuestros cerebros y lo único que podíamos decir era “you reel in then you catch it, catch it, catch it, catch it, come make me real”, mientras Elias sostenía los brazos del público como señal de unión. Esa canción marcaba el final, pero los asistentes querían más y comenzaron a gritar “Iceage, Iceage” al mismo tiempo que daban golpes sobre el piso del escenario y la banda no tardó en regresar para realizar un encore y agradecer mientras Elias lanzaba besos hacía el público.

Iceage nos dio un puñetazo en la cara lleno de honestidad, talento y mucho rock que se impregnó en nuestros cuerpos y mentes y creó un espacio en el que todos fuimos un mismo ente disfrutando de la música.