Ciudad: CDMX

Finales de la #BattleForceMX de Nike

Princess Nokia, Immasoul y Danger dieron cierre a la #BattleForceMX de Nike.

Desde hace tiempo el arte y la cultura urbana han logrado una enorme popularidad en la Ciudad de México. A pesar de eso, aún no había un evento de gran magnitud donde se pudiera disfrutar de todas esas disciplinas, no hasta que Nike entró para apoyar a la escena.

Durante las últimas semanas, Nike hizo que la capital se estremeciera con la enérgica vibra de freestylers, b-boys, ilustradores y todos aquellos que han hecho de los Air Force 1 un emblema para el hip hop. Esta enorme celebración tenía que cerrar con una fiesta única y memorable.

El lugar del evento fueron los Quarry Studios, un lugar que mezcla espacios abiertos con una imponente estructura de concreto, algo que refleja bien el concepto del Battle Force. El show inició con las finales de basquetbol pero en cuanto cayó la noche el deporte le cedió paso al arte.

Los finalistas de la competencia de freestyle: Zticma, Yoiker, Lobo Estepario y Potencia, se abrieron paso en el increíble escenario del Battle Force. Todos estos MCs de talla internacional elevaron su voz, derrocharon talento y se hicieron de varios nuevos admiradores, pero la victoria solo era para uno.

Al final Zticma se coronó como el campeón de la Battle Force tras derrotar a Yoiker en un aplastante combate de rimas.

El siguiente evento fue la competencia de breakdance, donde los crews dieron un espectáculo de disciplina, agilidad y coordinación. Aunque el otro equipo dio pelea, los Unik Breakers se llevaron la victoria por muestras individuales y demostraron por qué son uno de los grupos más importantes de nuestro país.

Los enfrentamientos terminaron y los ganadores fueron declarados, pero aún había mucho por ver. Mientras la gente esperaba el primer acto de la noche, pasaron el rato en las actividades que incluían exposiciones de arte, objetos interactivos y un taller para personalizar tus tenis Nike.

Immasoul, quien hace solo unos días lanzó su sencillo "Osadía" abrió el escenario principal. La artista originaria de Quintana Roo tiene un talento natural para acaparar la atención del público, tanto su voz como presencia son algo que cautiva y que no te suelta.

Poco después salió Danger, el rapero de Baja California que se ha encargado de promocionar la cultura urbana en toda la república con proyectos sociales. El músico tuvo varios invitados: beatboxers, freestylers y la vocales de su novia Zoe.

Finalmente, dando cierre el evento, llegó la interprete neoyorquina Princess Nokia, quien hizo explotar los Quarry Studios con su impetuoso estilo. Bebidas salían volando, se escuchaban alaridos en todo el lugar y nadie dejó de bailar ni por un segundo. Fue el final perfecto para una noche inolvidable.

La final del Battle Force fue algo imperdible, pero el proyecto en general es algo notable. Fueron varias semanas para celebrar la cultura urbana en nuestro país, para que decenas de artistas se dieran a conocer y cientos de personas se acercaran un poco más a un arte que necesita más exposición. Además hay que agradecer a Nike por tomar en cuenta a la Ciudad de México y ayudar a que nuestros talentos destaquen en el mapa mundial.

Die Antwoord en el Pepsi Center WTC

Lo bueno dura poco.

El año poco a poco va a llegando a su fin. No hay muchos que estén pensando en conciertos, para la mayoría de la gente diciembre es un mes dedicado a las posada, la familia y vacaciones. No así para las miles de personas que se reunieron el lunes 10 de diciembre en el Pepsi Center WTC para disfrutar el que terminaría siendo uno de los mejores shows del año: Die Antwoord.

Esta banda sudafricana vino a nuestro país a presentarse en el Festival Catrina en Puebla, sin embargo todos sabían que no se podían ir de México sin pisar la Ciudad de México, y qué mejor que hacerlo en el recinto donde un año antes se consolidó como una de las consentidas de nuestro país: Pepsi Center WTC.

El día podría parecer no adecuado para conciertos. Al fin y al cabo quién sale de fiesta en lunes. Simple: los melómanos, aquellos que no se pierden la oportunidad de ver un buen show en vivo, sin importar la desvelada. El concierto empezó pasando las 21 H. Lo primero que se escuchó fue un intro, que a muchos les pareció eterno, más que nada por la ansiedad que provoca la espera.

La primera canción en sonar fue “Pitbull Terrier”, poderosa, directa a la yugular, al igual que el resto del show, que no dio tregua y mantuvo a todos hasta arriba.

Algo que hay que destacar de Die Antwoord es que se trata de un dueto multidisciplinario. A pesar de ser básicamente un grupo de hip hop, su concierto no se trata de un DJ tirando beats y dos MC tirando rimas. No, todo desde la iluminación, el escenario y el vestuario hasta la misma actitud de Ninja y Yo-landi es distinta a la de cualquier otro grupo de hip hop en la actualidad. Eso sin meternos en su música que rompe por completo los estereotipos del género.

Durante la noche, mientras sonaban temas como “Fatty Boom Boom”, “Girl I Want 2 Eat You” y “Banana Brain”, Ninja se dedicó a realizar un mural de grafiti cada que Yo-landi se apoderaba del micrófono. Mientras que la propia MC, se dedicó a recorrer el escenario de dos pisos, demostrando que el cansancio no es algo que se encuentre dentro de su vocabulario.

Un momento especial de la noche fue cuando Ninja subió al escenario a una niña de nombre Maya. Era su cumpleaños así que puso al público a cantarle “Happy Birthday”, mientras la cargaba en sus hombros. Una muestra de humanismo no muchas veces visto en bandas o artistas de ese calibre.

Regresando a la música, en total sonaron 12 temas en poco más de una hora, siendo las más coreadas: “Ugly Boy”, “I Fink U Freeky” y “Enter The Ninja” con la cual dieron por terminado su show.

El concierto duró poco, pero nadie salió quejándose. La energía que se vivió fue única, no hubo momentos de descanso, no hubo tiempo para digerir lo vivido, todos quedaron pasmados con el show que acababan de presenciar. ¿Pudo ser más largo? Sí. Pero no todo bueno es bueno porque dura.

JMSN regresa a la Ciudad de México en 2019

🚨 ¡ATENCIÓN! 🚨

Por causas de fuerza mayor, el show de #JMSN programado esta noche en el Foro Indie Rocks! cambia de sede a Jardín Juárez (Av. Chapultepec #61, Colonia Centro).

Los boletos son los mismos. El acceso comenzará a las 21 H.

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El próximo 22 de febrero el productor multiinstrumentista JMSN traerá su acto en vivo a la CDMX como parte de su gira promocional del álbum: Velvet.

El cantante oriundo de Detroit se presentará ante el público citadino el próximo 22 de febrero para compartirnos su reciente material, donde muestra una evidente apreciación por el R&B y su producción impecable.

Christian Berishaj, mejor conocido como JMSN, es un artista que comenzó su carrera musical en el año 2012, cuando sacó a la luz su primer trabajo discográfico Priscilla, este álbum lo posicionó como un artista en tendencia, que lo ha llevado a colaborar con grandes artistas como: Kaytranada, J Cole, Mac Miller y más.

Su presentación marcará su segunda aparición en la Ciudad de México y un parteaguas para la carrera del músico prodigio norteamericano, ya que busca posicionarse dentro del espectro musical de la mexicanos.

Previo al show del estadounidense, Noa Sainz estará encargada de abrir la noche con sus recientes tracks que se han colocado en el gusto del público.

El costo del concierto será de $400 en preventa y $500 el día del evento y ya puedes conseguir tus boletos a través del sistema Boletia

Puertas: 21:00 H.

Confirma tu asistencia en el evento de Facebook.

Ladytron se presentará en El Plaza Condesa

Luego de siete años sin pisar nuestro país, Ladytron volverá a la capital en febrero.

Como parte de su próximo material, Ladytron ha dado a conocer una fecha en la Ciudad de México. Esto ocurre luego de siete años, mismos en los que se ausentó de la música.

La fecha para este show presentado por Noiselab, será este 27 de febrero en las instalaciones de El Plaza Condesa. Los boletos ya están disponibles en el sistema Ticketmaster.

Pista: $947 MXN
Balcón: $1,184 MXN
Palco: $1,184 MXN
Salas: $1,184 MXN
Personas con Discapacidad: $947 MXN

Lo nuevo de Ladytron fue lanzado el 15 de febrero pasado, tras siete años de ausencia. El cuarteto de pop electrónico ha lanzado dos sencillos  “The Island” y “The Animals”que han sido recibidos con gran aceptación del público gracias a su calidad musical.

Este proyecto está conformado de 13 canciones que tienen un sello distintivo pero al mismo tiempo conserva su esencia, además de que lo describen como "diverso y emocional".

Puedes leer nuestra reseña dando clic en la imagen:

Babasónicos en el Pepsi Center WTC

Babasónicos, tu gente está en México.

Anoche gozamos de un set que nadie tacharía de Infame. Discutible sería cualquier opinión contraria, pues el goce de los asistentes dice Mucho por sí solo. A Propósito, la fría noche que ayer nos azotaba obligaba a nuestras gargantas a calentarse cantando las canciones provenientes de Jessico o del Impuesto de Fe, añorando el cálido sol de Miami, razón por la cual, la banda argentina dio un concierto Romantisísmico que nos llevó incluso hasta un Trance Zomba.

27 canciones fueron las que nos llevaron por gran parte de la trayectoria musical de Babasónicos, una banda consentida en México y que en cada una de sus presentaciones llena de sentimiento el escenario. “Cretino”, tema de su nueva placa fue la designada para inaugurar el recital, seguida de un combo infame armado por “Risa” y “Fan de Scorpions”, momento que unió la garganta de gran parte del público.

“La Lanza” nos apunta directo al corazón que palpita agitadamente, luego que el baile y los brincos calentaran la pista de baile de la mano de “El Maestro”, mismo que evaluaría el fanatismo de los asistentes con canciones que no tocan habitualmente, como “Exámenes” o “Patinador Sagrado”.

Uno de mis tracks favoritos, “Tormento”, suena emotivamente, calentando el ambiente para irnos directo a la yugular al corear “Suturno”. Como es costumbre, Babasónicos junta dos temas en uno solo, siendo en esta ocasión “Soy rock” y “Ciegos por el diezmo”, creando una “Fiesta Popular” de guitarrazos sobre el escenario.

Fuera del tema telonero, no habíamos tenido oportunidad de escuchar las nuevas canciones en este concierto, por lo que nos lanzaron un bloque conformado de “La Pregunta”, “Bestia Pequeña” y “Trans-Algo”, temas de los que fui muy fan por cómo suenan en vivo, no solo por los arreglos que contienen, sino por la teatralidad que Adrián Dárgelos posee al interpretarlas.

A la par que “Desfachatados” nos ponía a festejar a la mexicana, un par de trifulcas en la pista de baile incomodaron al público. "¡Abran la frontera, la estampida veo llegar!" Espero ninguno haya terminado con el “Cuello Rojo” o tirado cual “Pendejo”.

Sin abrir los ojos nos teletransportamos a donde desearíamos estar, mientras “Como Eran Las Cosas” nos traía recuerdos de años atrás. Momento de quitarnos la nostalgia y la melancolía con una ráfaga de éxitos: "¿Y Qué?", “Carismático”, “Yegua” y “Putita” armaron un ambientazo dentro del Pepsi Center, donde el público se escuchó cantar en todo lo alto, por lo que Babasónicos nos aplaudió agradecido y se despedía momentáneamente.

Luego de unos minutos, los argentinos regresan a escena, con el misticismo de “Flora y Fauno” nos envuelve en cada nota. Finalmente, el momento de despedirse llegaba. Adrián agradece a su fiel público mexicano, quienes después de que nos preguntara “¿dónde está mi gente?” responderíamos con un vitoreo que retumbó en las paredes del inmueble. “El Colmo” fue la canción que nos unió en una sola voz, concluyendo con una canción extra sacada de último momento, “Estoy Rabioso”.

Babasónicos se confirma como una de las bandas hispanoparlantes más queridas en México, demostrando su vigencia luego de muchos años de trayectoria y seguramente siendo inspiración para los nuevos talentos emergentes.

Zoé en el Palacio de los Deportes

Las raíces de un imperio, Zoé en vivo.

Año 2007. La comediante estadounidense, Ellen Degeneres, triunfa como presentadora durante la 79a entrega de los premios Oscar, Britney Spears conmociona al mundo del espectáculo con su nuevo look a rape, Radiohead impone tendencia en la forma de adquirir música a través de internet y Zoé celebra una década de vida, ofreciendo su primera presentación en el Palacio de los Deportes.

Once años después, la agrupación mexicana regresó al domo de cobre para concluir la primera parte de la gira promocional de Aztlán. Un álbum lleno de referencias al antiguo imperio azteca, con el que la banda regresa a las raíces sonoras plasmadas en sus primeras entregas.

Fue así como el quinteto conformado por Jesús Báez, Ángel Mosqueda, Sergio Acosta, Rodrigo Guardiola y León Larregui hizo su arribo al escenario, acompañado por una cautivadora escenografía llena de luces y visuales que fueron el complemento perfecto durante la velada.

La penumbra se hacía presente y la agrupación nos llevaba de viaje a “Venus” con la interpretación de su primer tema. La velada cobraba un tono Azul lleno de melancolía y la banda nos recordaba que “No hay mal que dure”.

“Fue hace 11 años que estuvimos aquí”, comentaba Larregui al tiempo que el eco del recinto se tragaba sus palabras y el sonido del ukulele se hacía presente con “Últimos Días”.

Con el corazón abierto

La noche daba paso a “Nada”, uno de los primeros éxitos que de forma inmediata robaron los aplausos y el canto de los asistentes. El concierto tomaba un rumbo romántico, el escenario se llenaba de estrellas y la música de Zoé nos abrigaba con la calidez de sus letras. Fue así como comenzó a sonar el coro “te lo digo desde el alma, con el corazón abierto…” perteneciente a “Arullo de estrellas”.

La primera mitad de la velada fue completada por un desfile de éxitos conformado por “10 a.m.”, Paula", el estruendo generado con “Poli”, “Vía Láctea” y “Labios Rotos”.

No seremos políticamente correctos. Nuestro papel es ser críticos, hacer ruido y cuestionar”. “Estamos en un momento muy importante de manifestar el México que queremos” mencionó Larregui antes de interpretar Hielo y dar pie al primer encore de la noche.

El presente es el único momento seguro

El escenario se pintó de verde y tras unos minutos de espera la banda regresó con “Reptilectric”, “una puerta llena de símbolos y mensajes”. El ambiente llegó a su punto más alto con “Luna” y “No me destruyas”, antes de recordarnos que “estamos en un momento muy importante de manifestar el México que queremos” e invitarnos a soñar con un futuro lleno de esperanza, al ritmo de “Soñé”.

El segundo encore llegó, y con él, uno de los momentos más especiales de la noche, cuando los asistentes pedían su regreso a gritos y adornaban las gradas con las luces de sus celulares.

Ante aquella brillante postal, la banda regresó para “agradecer infinitamente por estos 21 años de amor” y recordarnos que “el presente es el único momento seguro", antes de regalarnos una impecable ejecución de “Clarividad”, llevarnos de viaje a otra dimensión y traernos de vuelta al ritmo de “Love”.

Boy Harsher en Normandie

Oscuridad a cargo de Boy Harsher.

La noche dejó salir su lado más oscuro. Con tan solo rodear el foro Normandie la larga fila, teñida de negro, daba la bienvenida a todos los que estaban ansiosos de formar parte del ritual donde el encargado de poseer los cuerpos era el dúo Boy Harsher.

Después de una pequeña espera, Adam 12, miembro de She Wants Revenge, nos recibía mientras dejábamos de lado las chamarras dispuestos a entregarle nuestro espíritu a la pista de baile. Su set que jugaba con la dualidad entre gruesos beats de hip hop y sonidos oscuros con temas de She Past Away y Lebanon Hanover entre otros. Una apuesta arriesgada y muy pocas veces vista en este tipo de shows donde la oscuridad reina, pero Adam controlaba de tal forma el ambiente que nadie dejó de bailar y no se contenían los gritos de emoción cuando hacía un poco de scratch porque sí. Además de mostrar su dominio con los tempos, resaltó su maestría en la mezcla con vinilos.

Pasando la medianoche, como un ritual en medio de una poderosa luz roja, Augustus Muller y Jae Matthews hicieron presencia sobre el escenario. Boy Harsher está lleno de pasión y cada uno de sus temas está bastante cuidado, por lo que no sorprende que optaran por un inicio suave, creando un momento de comunión entre estos dos entes que se mostraban frente a nosotros. El atmosférico sonido de la flauta rompió el silencio y dejó salir los primeros acordes sintetizados que dieron comienzo a su show. Seguido de un largo aplauso al escuchar de la voz de Jae al anunciar su felicidad de estar por primera vez en nuestro país.

Nuestros cuerpos se volvieron uno, la comunión se dio de forma natural entre las paredes de concreto de este recinto que, por sus características nos dieron el mejor sentimiento para escuchar a este dúo. Incluso el sonido fue más nítido que en algunas otras presentaciones y la potencia del dark wave mantenía los brazos y las botas en alto. Durante casi una hora, pudimos disfrutar de temas de Country Girl, y por supuesto el EP Lesser Man, que los posicionó de inmediato como favoritos del público.

Un pequeño silencio invadió las paredes de Normandie, el final de este show se presentía y con esto las ansias de escuchar la canción por la que probablemente muchos estábamos ahí y con la que conocieron a este grupo, “Pain”. Al escuchar sus primeros acordes, la catarsis explotó; los cuerpos se sacudían más que nunca y se entregaban al seductor sonido de esta pieza. Con una sensualidad desbordante y la fuerza de los bajos este tema dejó a todos más que satisfechos.

Esta noche fue un recorrido que fluctuó entre la velocidad y las atmósferas hipnotizantes y profundas de temas como su nuevo sencillo “Face the Fire” donde puedes perderte y soñar con otros mundos posibles. Boy Harsher dio una buena presentación, gustó y llenó las expectativas de todos sus fans, por lo que no dudamos que estén de regreso pronto, pero que vamos a extrañar en el festival Cloak And Dagger, que por algunos problemas tuvo que ser pasado al mes de marzo.

Hercules & Love Affair en El Plaza

Un affair que no se consumó.

Luego de media hora de un abridor notoriamente improvisado –y no anunciado–, Andy Butler subió al booth a las 21:53 H. “Nuevamente estoy aquí, you are in my heart Mexico” dijo el productor y advirtió que aquel show sería distinto.

La música comenzó a sonar, segundos después la voz de Anohni ayudó a identificar que se trataba de una versión distinta de “Time Will”, track que 10 años atrás funcionó también para la apertura de su debut homónimo Hercules & Love Affair. En seguida entraron a escena la artista queer Love Bailey y el coreógrafo Julio Marcelino, quienes durante todo el set se encargaron de cubrir con sus prendas escarlata cada centímetro del escenario.

El beat –que no paró en ningún momento– se desnudó poco a poco para dar entrada a los vocales Mashrou’ Leila en “Are You Still Certain?”. En este instante mi mente solo pensaba en la ausencia de Rouge Mary y Gustaph, cantantes con los que Andy ha toureado los últimos cuatro años.

Para “I Try to Talk to You”, Butler incrustó en la armonía algunos fragmentos del principio de la canción original, sin embargo la mayoría de la gente notó que era ese tema hasta que empezó la grabación de la voz de John Grant. Algo faltaba, pero yo no estaba seguro que me disgustara del todo.

De un momento a otro, los visuales se volvieron casi estroboscópicos para dar inicio a los característicos violines de “Painted Eyes” –y hablo solo de los violines porque el track no tenía la estructura original–. Luego de seguir con “Raise Me Up” hubo una breve pausa.

“Dame un poquito de tus corazones para estas personas”, haciendo referencia a los bailarines que tampoco pararon. Andy Butler aprovechó este intermedio para disculparse por la previa cancelación del show. “Este año no es muy fácil para mi pero 2019 is gonna be fucking big”, además anunció que se encuentra trabajando en un nuevo proyecto con personas aún por dar a conocer.

El segundo bloque musical nonstop estuvo integrado por canciones como “My House”, “Do You Feel The Same?”, “You Belong”, “My Offence” y “Blind”. Tras hacer otra pausa para hacer un chiste que involucró su decepción al enterarse que el Patrick Miller no abre en sábado, continuó con “Controller” y finalizar la noche con “Omnion”.

En estos últimos temas –a excepción de “Blind”– fue notorio que la gran mayoría de la audiencia no estaba conectando con estas “nuevas versiones”. Aunque no se tratara de un DJ set de sus propios éxitos, la manera en cómo fueron programados los tracks para armar cada canción –más la falta de Rouge Mary y Gustaph– hizo que el mood estuviera muy alejado de un live.

Si este fue tu primer concierto de Hercules & Love Affair, probablemente quedaste satisfecho, pero la decepción es innegable para aquellos que hemos podido disfrutar al menos una de las previas ocasiones en que este proyecto nos ha visitado. El amorío de aquella noche nos dejó con ganas de más.

 

Cocó Cecé en el Lunario

La noche de Cocó Cecé.

La artista de Ciudad Juárez ha trabajado arduamente en estos últimos años, y esta fecha en el Lunario es sinónimo de cosechar el trabajo hasta ahora sembrado. La cantante se ha ganado un lugar en la escena con base a trabajo y honestidad, tiene una sólida base de fans que se dieron cita al show para abrazarla y cantar con ella.

Mientras todo se preparaba, el coloso de reforma estaba listo para albergar el enésimo concierto de Luis Miguel, playeras de Luisito Rey y nostalgia inundaban el lugar, pero atrás del Auditorio Nacional, la vibra era diferente. Cocó Cecé le habla a una generación reciente, con mucho ánimo y entregada a su artista, un evento para todas las edades que registró una buena entrada.

A las 20:15 H. empezó todo, Super Tigre la banda de San Luis Potosí fue la encargada de calentar el ambiente. Con un set corto pero bien ejecutado, dejó todo listo para que los colombianos de TELEBIT se apoderaran del entarimado, los de Bogotá representaron el primer platillo fuerte de la noche.

Después de un largo intro, la banda soltó “Somos coyotes” arrancando el alarido del respetable. Si bien Cocó era el plato fuerte de la noche, el grupo fue muy bien recibido. También sonó “Amuleto”, “Ley de gravedad” y “Ciegos corazones” –tal vez la canción más coreada de su show–. Fue un acto en vivo contundente, con mucho punch, por momentos bailable y por momentos muy introspectivo, TELEBIT satisfizo las expectativas. Al final interpretó “Meridianos” y “Entre piedras y carbón” dejando el ambiente en su punto.

El momento de Cocó Cecé había llegado y arrancó gritos desde que puso un pie en el escenario, donde lucía acompañada de seis músicos que amalgamaron muy bien. Las primeras palabras que expresó fueron de agradecimiento y un “lo logramos ya estamos aquí”. Escribiría que la cantante le habla a su público como si los conociera, pero en realidad sí los conoce. “Muchos de los que están aquí los conocí en el metro”, expresó sin poder evitar sonreír mientras contemplaba cada rincón del respetable.  

La capacidad vocal y su fuerza de interpretación no están en discusión, pero observarlo en un escenario como ese fue conmovedor. “Amor en la Metrópoli” fue la canción con la dio la bienvenida, también sonó “Todo para mí”, “Niki” y “Bestias de Ciudad” donde el performance lo completaron unos bailarines vestidos de rosa y verde fluorescente.

El público cantó todo y cada que podía le deba muestras de amor a la artista, quien aprovechaba para entablar pequeñas conversaciones, dando aires de un concierto pequeño e íntimo.

Para interpretar “Para dos” invitó a escenario a Mau de Costera, además de aprovechar y estrenar “Tamaño Nuclear” que explicó, trata sobre la fuerza que te dan los amigos en los malos momentos. En “Todo para mí” quedó sola en el escenario para tocarla sola con su guitarra, y llegó una de las más esperadas y ovacionadas, “Marginado”

También expresó que uno de sus planes es hacer una expo con todos los dibujos que le han regalado con la presencia de psicólogos para quien necesite ayuda se pueda llevar un buen consejo. Además habló del suicidio y lo importante y bello que es poder vivir. Así dio paso al cierre con “Supuestos” terminando en un discreto llanto, y darle un fin conmovedor a la noche, donde todos salieron más que satisfechos.

San Pascualito Rey y The Chamanas en el Lunario

Todo nos trajo hasta hoy: la última noche de Otaola con San Pascualito Rey.

La velada nostálgica inició con los chihuahuenses The Chamanas que, a través de su indie pop con toques folk, agradecieron la invitación a los pascuales quienes fueron recibidos entre aplausos y gritos por parte del ansioso público que ya los esperaba.

El último concierto en el que Alex Otaola tocaría con San Pascualito Rey se convirtió en una despedida, en donde el turno de cantar, llorar y hacer catarsis fue para los fans así como para con el muy querido guitarrista. "No te vayas cabrón, quédate", gritaban los presentes mientras un ambiente desgarrador dentro de los corazones de la banda comenzaba a descender en el Lunario del Auditorio Nacional, incluso antes de los pascuales iniciarán el emotivo recital.

Con un setlist especialmente seleccionado por Alex Otaola para su último concierto como guitarrista de San Pascualito Rey, la agrupación fundada en el lejano 2000 arrancó la noche con "Comezón" seguida de "Todo se cae" y "Enemigo", mientras que "Olvídate de mi", track incluido en su segunda placa titulada Deshabitado (2007), transportó a sus incansables seguidores –y no seguidores– al pasado. Sus inconfundibles líricas rezaban "olvídate de todo lo que yo te di, me vas a lastimar aquí, me vas a lastimar aquí". "Nunca me cansaré de este momento cabrones", dijo un sonriente Pascual Reyes al termino de la rola.

Más tarde durante el intermedio, algo que casi nunca se ve en el Lunario, aparecieron entre el público los Trombotones, los primeros invitados de la velada, para amenizar la espera del set acústico que vendría instantes después.

Luego de unos minutos, cubrieron el escenario con una fina manta traslúcida donde se proyectaban luces en forma de sol de color verde y amarillo. Así interpretaron algunos temas acústicos como "Si pudieras ver", "Arde el pecho", con Luca Ortega como invitado especial.

"Solares", "Caminito" y "Carne abierta" marcaron momentos mágicos y nostálgicos en lo que fue el último show de San Pascualito Rey con Alex Otaola, uno de los mejores guitarristas de México y América Latina, quien lucía un semblante repleto de sentimientos encontrados, nostalgia, tristeza, pero a su vez mucha entrega a la música que ha sido parte de la ultima década de su vida. 

"Es fenomenal, lo único que les puedo decir es que sufro, sufro, sufro", dijo Otaola al público antes de continuar con "Sin precaución", "Así es el amor", "En la oscuridad", y el clásico moderno del rock en español "Te voy a dormir". Una de las rolas más esperadas del show fue "Si te vas" que, junto a Jairo Zavala mejor conocido como Depedro, emocionó incluso hasta las lágrimas a la audiencia.

Todos y cada uno de los asistentes sentían más una despedida que un concierto, un "hasta luego" que los transportaba a otro ambiente, incluso atrás se escuchaban murmullos que decían: "¡pónganle las golondrinas!", "¡no nos dejes cabrón!".

Todo llegaba al final y era momento de pasar el estandarte guitarrístico a alguien más. Alex Otaola tomó el micrófono y voceó: "Pedí que en algún momento de la noche estuviéramos los seis juntos en el escenario, por favor denle un gran aplauso a Vicente Jáuregui", a quien recibieron agridulcemente. Como símbolo del momento, materializaron la sabrosura instrumental cha-cha de "Bailón", el canto a la desesperanza amorosa de la desgarradora "Nos tragamos" del Sufro, Sufro, Sufro (2003) y la energía nostálgica e interpretativa de "Todo nos trajo hasta aquí""Fin del mundo" fue última canción del set que culminó una de las páginas más fructíferas del rock nacional para el gran guitarrista Alex Otaola con San Pascualito Rey.