Elegante y divertido, así es un concierto con Jonny Pierce.
Era un viernes dos de septiembre de 2011, cuando The Drums compartía Portamento; un álbum que con gran responsabilidad daba continuidad a su homónimo, debut y aclamado material discográfico, el cual incluye temas como “Me And The Moon” y “Down By The Water”, joyitas que en la actualidad son cien por ciento atesoradas por sus fieles seguidores, y que hace 12 años nos volvían locos por primera vez. Para fortuna de todos, la que para aquel momento era la segunda y nueva entrega trajo consigo una decena (y eventualmente un par más) de nuevas canciones que, en pleno 2022, juntan más de 300 millones de reproducciones en plataformas digitales. En agradecimiento a ello, Jonny Pierce decide visitar de nueva cuenta a uno de sus públicos favoritos: el mexicano.
Es así como la noche del 23 de marzo el Pepsi Center se cubrió de magia, brillo, elegancia y destellos. Pero antes de llegar al punto clave, debo mencionar que Los Blenders fue la banda local que se encargó de abrir el show. Entre emoción por algunos asistentes que sintieron esto como un premio doble, y desconcierto por otros tantos que al parecer no estaban enterados de este acto, en punto de las 20:15 H comenzaron a escucharse las rolitas “Ponte Punk” y “Amor Prohibido II”, entre algunas más que dejaban ver en la pista una que otra cabeza moviéndose en modo de goce y aceptación.
En pequeños momentos que se presentaban en el inter de canción y canción, Alejandro Archundia agradecía el buen recibimiento; y no es para menos, la banda se presentó el pasado fin de semana en el festival Vive Latino y a principios de esta abrió el show gratuito de IDLES en House Of Vans. ¡Días muy activos para Los Blenders! Su fugaz participación en el recinto del World Trade Center culminó cuando comenzó a escucharse “Ha Sido”, una buena elección para dejar a todos con los ánimos en alto y con ansias de querer que lo que estaba por venir llegara ya.
Para eso de las 21:20 H, de lo más alto del escenario comenzó a bajar un letrero que durante el resto de la noche sería parte protagónica del concierto; Portamento es lo que decía, y mientras este llegaba al centro de la vista de todos, los gritos, empujones y celulares en alto listos para capturar la aparición de The Drums no se hicieron esperar. Todo estaba casi listo, solo faltaba lo más importante…¡Jonny Pierce! Salió al escenario con un par de guantes azules brillantes y una playera amarilla que, en conjunto, bien podría ser una referencia a Brutalism, álbum que la banda lanzó en 2019.
Llegó la primera canción y la emoción de aproximadamente 4 mil asistentes cada vez era más grande, los gritos y coros se hacían uno con la voz proveniente del micrófono, y las luces blancas y repentinas daban ese toque de elegancia y diversión que Jonny tiene siempre presente, dentro y fuera de los shows. Para eso de la cuarta canción la sofocación, sudor, brincos, gritos, fotos y videos estaban más que presentes. ¿La razón? “Money”. Al ritmo de “I want to buy you something, but I don’t have any money. No I don’t have any money” y de los característicos pasos de baile que se iluminaban desde la tarima, el Pepsi Center retumbaba de felicidad.
Así fue como “I Need A Doctor”, “How It Ended”, “I Don’t Know How To Love”, “Days” Hard To Love” y el resto del álbum celebró en grande un año más de vida. Un año que suma poco más de una década y que a pesar del paso del tiempo se sigue disfrutando como si recién se hubiera estrenado. Portamento es un LP clave el la historia de The Drums, tiene canciones que son icónicas para la banda y que en giras especiales como esta, o en cotidianas como las que se acostumbran en cualquier otro momento, se disfrutan muchísimo arriba y abajo del escenario. Tanta fue la emoción por parte de Jonny Pierce que en distintos momentos se detenía para capturar con la mirada y corazón el cariño tan grande que le tienen sus seguidores, y evidentemente lo agradeció en repentinas ocasiones.
El setlist referente al disco estrella de la noche se terminó, pero eso no fue suficiente para la banda. Se sumaron canciones aclamadas por el público, como “Lets Go Surfing” y obviamente “Meet Me in Mexico”. El concierto culminó en punto de las 22:40 H; y entre vasos de cerveza, vacíos y tirados, los asistentes regresamos a la vida cotidiana, la vida de un miércoles cualquiera por la noche, la vida en la que The Drums sigue viajando por el mundo para compartir su magia mientras que aquí nos quedamos nosotros, con un gran recuerdo de una visita más de la banda a nuestro país.
