Redescubriendo la opera prima de Alejandro González Iñárritu.
Hace 20 años se estrenó Amores Perros y en México la hemos visto hasta el hartazgo, por eso ahora la vemos como cualquier cosa. Pero estamos en el momento perfecto para revisitarla, descubrir cosas nuevas y volver a alucinarnos como la primera vez que la vimos.
Siendo completamente sincero y sin mentir por convivir, cuando la vi por primera vez me emocioné titánicamente, es entretenida, dinámica, el guión es muy redondo y uno se identifica fácilmente con una o varias de las historias en ella, pero su grandeza va más allá de lo evidente.
La unión hace cosas muy chidas
Este debut cinematográfico es lo que es por la genialidad sembrada por cada uno de sus involucrados. Humberto Busto, quien interpreta a Jorge, valedor de Octavio (Gael García), vivió en la calle para adentrarse más a su personaje. Marco Pérez (Ramiro), hermano de Octavio, se mudó a la locación que sería su casa para acostumbrarse y actuar con mayor naturalidad.
Goya Toledo, quien personifica a la modelo Valeria, se dejaba todo el día la prótesis en su pierna para sentir el dolor y la desesperación del personaje. Jorge Salinas, actor que trae a la vida al secuestrado Luis Mirando Solares, se quedaba amarrado y amordazado por mucho tiempo para experimentar más de cerca un secuestro.
Iñárritu nunca realizó esas peticiones, fueron ellos mismos los que se llevaron al limite para crear esta gran obra. El mismo Iñárritu reconoce a sus actores como parte creativa de la película y con esa magia todos crearon algo más grande de lo que se imaginaban.
La música genera grandes momentos si sabes usarla
Muy pocos sabemos que Alejandro González Iñárritu también es músico y además tiene oído absoluto, ¡qué locura! Por eso la música es muy importante para él, pero para darle más importancia a la música se apoya con muchos momentos de silencio.
Es casi llegada la medía hora de película que escuchamos la primera rola, cuando le regalan su Walkman a Susana (Vanessa Bauche) y se escucha “Coolo” de Illya Kuryaki & The Valderramas.
A partir de ahí, la música toma más protagonismo creando escenas más memorables, como cuando Octavio empieza a triunfar en las peleas de perros y suena “Sí, Señor” de Control Machete o el momento en que Susana y Octavio por fin tienen sexo mientras suena “Lucha de Gigantes” de Nacha Pop, al mismo tiempo que el hermano de Octavio recibe tremenda golpiza.
El soundtrack consta de dos discos, en el primero viene la música de la película y en el segundo música inspirada por la película. Originalmente todas las rolas del disco 2 se llamarían “Amores Perros”, solo cambiaría el nombre del artista, pero no fue así… Aunque hubiera sido interesante.
Lo más importante de todo es el score, creado por Gustavo Santaolalla para hacernos sentir la negrura que experimentan los personajes. Las notas largas y su místico ronroco usados al final de la película mientras el Chivo se va con su perro es increíble, puedo oír ese motivo mientras escribo esto.
Lo que se viene para la celebración de los 20 años
Alejandro González Iñárritu tiene preparada una remasterización de audio y efectos visuales para irnos de nalgas en su reestreno en cines por sus 20 años, así como una proyección en el Zócalo junto a un concierto con los artistas participantes del soundtrack.
Eso quiere decir que veríamos la reunión de Control Machete, Zurdok, Titán, a los españoles Dover, Moenia, Los Del Garrote y quizás a Gustavo Santaolalla musicalizando en vivo. Pero también podríamos ver a The Hollies, gran, gran, banda británica, interpretando sus grandes clásicos, lo que para mí podría ser uno de los más grandes triunfos de esta celebración.
