Cate Le Bon — Pompeii

Un viaje redondo por la tragedia y la existencia con Cate Le Bon como guía.

A medida que la fama de la cantante galesa crecía y se convertía en una de las favoritas de la crítica especializada, Cate Le Bon logró algo que no todos pueden hacer: mantuvo el enigma, la esencia del misterio. Todos estamos buscando algo en Le Bon, ver el mundo a través de sus ojos y lo extraño es que ella nos lo permite. En cada disco ha tenido la paciencia de explicar su proceso creativo y contar el concepto detrás. Aun así, siempre nos sorprende y siempre estamos ansiosos por lo siguiente que hará.

Cuando se trata de Cate Le Bon, somos individuos que mueren de curiosidad, pues muy por encima de los charts y los premios, con cada disco el punto de comparación es el uso del ingenio, cómo plasmará sus ideas y preguntas en las letras de cada tema y cómo contagiará las emociones de incertidumbre con su música.

Este 2022 llegó Pompeii, su sexto álbum de estudio, una ventana a su singular experiencia de la pandemia: cómo tuvo que huir de Islandia, el dilema de sentirse afortunada o apenada por lo que pasaba a su alrededor y cómo fue el refugiarse en una casa en Cardiff donde ella vivió cuando tenía 20 años.

Comenzamos con “Dirt on the Bed”, canción que nos lleva directamente a esa casa y cómo la sensación de lo familiar puede jugar con tu mente, cómo el recordar dónde están los interruptores te permite reclamar emociones que habías olvidado. No llevamos ni dos minutos y ya estamos ante en un dilema filosófico: “¿Somos nuestros recuerdos queramos o no?”. Le Bon parece querer llevarnos a la catarsis reduciendo nuestra existencia a simples archiveros que respiran.

El debate existencialista recorre todo el disco y surge de diferentes formas, con diferentes preguntas, por ejemplo en “French Boys” ataca de frente nuestra búsqueda de identidad, cómo deseamos convertirnos en algo único y terminamos siendo el peor de los clichés.

Ahora, no todo son letras cargadas de dudas filosóficas, de hecho la música llega a ahogar el peso de las letras en la gran mayoría de las canciones, como en “Harbour”, que nos obliga a enfrentarnos con nuestros últimos momentos pero con una tonada que te es imposible no disfrutar. Algo que puedes notar desde el principio es que, en comparación con su último trabajo, la intérprete se arriesga con un sonido mucho más accesible y cercano a lo pop, aunque eso nos de una combinación agridulce.

La base de este material es el funk y los adornos son jazz, una combinación conocida y que nos lleva en un viaje sin escalas al 2013, uno de los mejores momentos de la cantante, cuando sacó Mug Museum, el disco con el que muchos nos terminamos de enamorar de este proyecto.

Ahora, hay diferentes momentos destacados en este disco, comenzando con “Moderation”, tal vez la canción más radiante de Pompeii, un tema que nos transforma en entes deseantes movidos por nuestros hábitos.

También el mismo “Pompeii”, sencillo que le da nombre al disco, es otro de los puntos clave, pues es la canción más elaborada y donde Cate Le Bon se pone el reto de hacernos chocar con la triste verdad de que todo rastro de nosotros puede desaparecer en un instante.

Si hay un problema con este álbum, es que a partir de “Running Away”, todo se vuelve un poco homogéneo e incluso flojo. Es como un ensayo que hiciste un día antes de la entrega, comienzas fuerte y finalizas con la única intención de entregar algo. Por ejemplo, “Cry me Old Trouble”, que no lo considero un mal track, se ve pequeño en comparación con los temas más fuertes del disco por su letra redundante y porque peca en caer en lugares comunes.

Afortunadamente Pompeii cierra bien con “Wheel”, una canción edificante y una despedida solemne en la que nos deshacemos de ataduras ¿la preocupación de nuestra existencia tal vez? Agradezco que Cate Le Bon nos haya llevado a lo más profundo de sus inquietudes, pero estoy más agradecido que no nos haya dejado a la deriva en medio de su crisis.

Beirut — Artifacts

Una inmersión en el archivo del recuerdo, la nostalgia o cualquier otro sentimiento de un chico adolescente.

En ocasiones regresamos al pasado con tal de revivir aquel mar de emociones que nos hizo ver la vida con otra perspectiva. Una inmersión a la que recurrimos con frecuencia para inspirarnos en nuestro día a día ; mismo viaje que experimentó Zach Condon al abrir el baúl de su adolescencia y crear nuevas líricas para Beirut.

Lo que comenzó con un viaje a la memoria y al sentimiento, más tarde se convirtió en un pasadizo de canciones amadas, olvidadas y que nunca han visto la luz del día; de reminiscencias, arrepentimiento, orgullo y amor. El conjunto perfecto que marcó a Artifacts, el más reciente proyecto discográfico que lanzó la banda estadounidense a principios de año.

La colección incrementó a medida que Zach alumbraba con su antorcha lo que tenía en la bóveda, donde las pocas pistas inéditas de sus primeros pasos en la música tomaron protagonismo y se transformaron en 26 temas de corta y larga duración. Un archivo de versiones, rarezas y caras que se remontan a una esencia fresca pero hogareña.

El funcionamiento interno que yace en el álbum se divide en cuatro perspectivas de un chico adolescente: lado A, B, C y D; compuesto con gemas ocultas que brindan una sensación de tranquilidad y relajación. La primera mitad del disco muestra los procesos introspectivos de lo que acontece en nuestro alrededor y que lleva como nombre Lon Gisland, Transatlantique, O Leãozinho, en el que destaca el tema "Elephant Gun".

El segundo apartado, titulado The Misfits, es más experimental y está repleto de fascinantes callejones sin salida con ideas creativas y pensamientos de arranque. Es allí donde radican las melodías suaves y dulces, donde "Fyodor Dormant" se roba el espectáculo sonoro.

El lado C y D, titulado simplemente New Directions and Early Works y The B-Sides, son unas completas cajas de rarezas, desde composiciones teñidas de electrónica hasta el sutil sonido del lounge jazz de la nueva canción "Fountains and Tramways".

Es así como el disco de Beirut nos presenta los hilos que atraviesa un ser en el romance, la poesía, las voces dulces; el pop o cualquier otra variante. Un material que revela una calidad ambiental ambiciosa y a veces melódica, pero que es difícil de digerir de una sola vez.

A pesar de que Artifacts nos lleva al universo de Zach Condon con bandas sonoras instrumentales, himnos indie conmovedores y bocetos experimentales. Este no se puede apreciar por la densidad de sentimientos que junta en un solo material, ya que provoca que sus fanáticos lleguen a la mitad del camino y se pierdan una inmersión estética de pensamientos.

A 45 años del 'Rumours' de Fleetwood Mac

En 1977, Fleetwood Mac se convirtió finalmente en una banda pop. Y pagó un duro precio por hacerlo.

La agrupación tuvo su primera encarnación de blues y psicodelia con el guitarrista Peter Green, el baterista Mick Fleetwood y el bajista John McVie. La inestabilidad de Green por el LSD y los crecientes choques musicales darían como resultado una reinvención de la banda, al quedar únicamente Fleetwood, McVie y la esposa de este último, Christine, recién integrada. La enigmática guitarra de Lindsey Buckingham y la inigualable presencia vocal casi pagana de su entonces novia, Stevie Nicks, sellaron el trato para renacer y consolidar de una vez por todas a Fleetwood Mac.

Tras tours interminables de su último disco, bautizado homónimamente para este nuevo capítulo, la banda se encontraba en una situación envidiable en el término profesional, pero deplorable en sus relaciones interpersonales. Buckingham y Nicks peleaban y regresaban todo el tiempo. Los McVie empezaron a divorciarse. La esposa de Fleetwood había tenido una aventura con su mejor amigo. Y la presión de la disquera por seguir sacando material nuevo los atosigaba demasiado como para apartar tiempo y poner en orden estos asuntos. La única ventaja perceptible de todo ese tumulto fueron las composiciones inspiradas por tantos dimes, diretes, conflictos, deseos y resignaciones que darían como resultado el bautizar a su nuevo disco Rumours.

Los cinco tomaron los prácticamente aislados estudios Record Plant en Sausalito, California, un recinto cubierto casi en su totalidad de madera, sin ventanas o mucho contacto con el mundo exterior. Las mujeres decidieron quedarse en unas residencias cerca de los muelles, mientras que la parte masculina se alojó cerca del estudio. La practicidad y acústica del estudio, junto con un presupuesto abierto por parte de la disquera, dieron rienda suelta a un sinfín de experimentos con micrófonos, instrumentos y setups. Pero también permitió suministros considerables de cocaína, alcohol y fiestas que duraban hasta el amanecer.

En medio de todo este bacanal de excesos, radica el disco. Una vez que el grupo sacaba todo de su sistema y quedaban completamente sobrios, era el momento de la terapia real. La primera mano alzada es la de Buckingham, quien admite abiertamente ser reemplazado sentimentalmente en la vida de Nicks con “Second Hand News”, acompañado por filosos riffs y los ritmos galopantes de Fleetwood. Nicks le contesta con una agridulce despedida llena de posible esperanza en la preciosa “Dreams”, en donde lo catastrófico siempre viene antes de la calma.

Buckingham vuelve a tomar la palabra para dirigir su reproche ante un desliz con otra mujer en “Never Going Back Again” y Christine entra para empezar a mediar las cosas con optimismo un tanto siniestro en “Don’t Stop”, que solo cuenta con la armonía de Buckingham para coincidir con ella. El guitarrista parece haber dado por sentado la disolución del fuerte vínculo emocional que lo unió con Nicks durante mucho tiempo, pero la cantautora no se quedará de brazos cruzados. Lejos de intervenir o detener estas trifulcas, la parte rítmica de Fleetwood y McVie parece también encontrar puntos en común con la telenovela de sus vocalistas con contundente percusión y líneas de bajo tan creativas como melancólicas.

La proeza musical de Buckingham es abrumadora desde el inicio del disco, al igual que su ingenio y capacidad de lastimar. Esto llega a un clímax en “Go Your Own Way”, en donde la furia es palpable en su voz a medio quebrar durante el coro y en el estridente rasgueo de su instrumento al final. Aquí es donde Christine decide que ha tenido suficiente de estas riñas y se aísla para entonar un desgarrador poema, “Songbird”. El aislamiento es tan metafórico como literal, ya que lo grabó casi en solitario en un auditorio vacío, acompañada por un piano, un ramo de flores, 15 micrófonos en todo el foro y la guitarra de Buckingham.

Para este punto, la apertura de los vocalistas también inspira a que Fleetwood y McVie saquen sus propios dramas lírica y musicalmente. Es momento de que los cinco se confronten entre sí y a sí mismos en la pieza central del álbum, “The Chain”. Durante la deslumbrante armonía triple de los vocalistas, uno puede incluso sentir cómo se maldicen uno al otro frente al micrófono. Para el desenlace de la canción, McVie suelta una letal línea de bajo que parece querer dejar sin cabeza a sus compañeros de banda y Fleetwood, su eterno aliado, lo cubre con baterías que llegan corriendo para desmenuzar. Las chicas y Buckingham dan una pelea espectacular, para culminar en una paradoja interesante: podremos despedazarnos, pero nunca nos haremos daño. Así es la cadena que los une.

Christine también tiene otras cosas que sacar de su corazón, como su reciente enamoramiento con el director de iluminación en los conciertos de la banda. Este emocionante e incierto idilio es relatado en “You Make Loving Fun”. El ego de Buckingham vuelve a asomarse para cuestionar por qué el amor lo sigue eludiendo, pero sin querer realmente saber la respuesta en “I Don’t Wanna Know”. Es casi hipócrita querer llegar a esos pensamientos cuando él - y el resto de sus compañeros de banda - son los propios arquitectos y responsables de sus propias desdichas, pero es justamente uno de los mensajes clave del material: ¿puedo amar o soy capaz de recibirlo cuando yo mismo lo desecho?

Evidentemente Fleetwood, el hombre más grande en físico y emociones, lo logra, al poder reconciliarse con su mujer casi al final de las grabaciones. Christine celebra el momento con “Oh Daddy”, un afectuoso tema con buenos deseos para “Big Daddy”, apodo que recibió Fleetwood por parte de la banda por su altura y capacidad de mantenerlos a todos en orden.

Parece ser que todos han dejado a sus demonios en la mesa, pero Nicks aún tiene un as bajo la manga. Como aquella bomba que se detona al final de la película, Nicks, sirena tentadora y vulnerable a la vez, abraza por completo sus adicciones y nueva libertad en “Gold Dust Woman”. Sin existir un final feliz, el disco deja en su conclusión algo siniestro y perturbador. Como cuando al entrar en alguna relación y sabes que, indudablemente, los fantasmas volverán a salir.

En su momento, Rumours fue alabado ampliamente por la crítica por su innovación musical y lo crudo de sus letras, pero durante muchos años, el drama tras bambalinas a veces opacaba la música, incluso permitiendo un morbo inescapable durante los siguientes años en la carrera de la banda.

A 45 años de su lanzamiento, se trata de un trabajo de calidad monumental que se sostiene por sí mismo, libre de cualquier contexto. Ha vendido más de 45 millones de copias y su desmenuce de las relaciones a corazón abierto sentó las bases para futuros trabajos como Shoot Out the Lights de Richard & Linda Thompson; The Boatman’s Call de Nick Cave; Sea Change de Beck y Melodrama de Lorde, por mencionar algunos. Rumours no solamente consolidó a Fleetwood Mac como una de las bandas pop más grandes del mundo, sino que también nos enseñó a encontrar la catarsis musical celebrando una ruptura, no solo lamentándola.

Top 5 con los mejores tracks de la semana

Sube el volumen y disfruta las recomendaciones de la semana.

Ya es febrero, ya comiste tamales y ahora el amor romántico está por todos lados. Pero si eso no es lo tuyo, Indie Rocks! tiene las cinco rolitas perfectas de estreno para que pases este fin de semana con la mejor compañía musical y muevas el cuerpo al ritmo de The Linda Lindas, Kamasi Washington, Röyskopp y más.

En este top elegimos los mejores sonidos, los más disfrutables y los que sabemos que te van a encantar. Además tenemos una playlist hecha especialmente para ti, la actualizamos cada semana y en ella podrás encontrar estas y más canciones buenísimas de las últimas semanas. Te recomendamos seguirla y escucharla en aleatorio para que la experiencia sea 10/10.

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Mooring, el ensueño del shoegaze revive de su letargo

El nombre de este cuarteto de Guadalajara, Jalisco, ya ha comenzado a resonar entre los amantes del ruido.

Con la sensibilidad del shoegaze noventero más los juegos corales de Slowdive y de LSD And the Search For God, pero con una personalidad sin igual que solo pudo nacer a partir de una larga herencia de rock y experimentación mexicanos… Así se presenta Mooring, un cuarteto de la ciudad de Guadalajara que llegó para tender un puente entre el ruido del presente y la nostalgia del pasado con un sonido que bebe de la influencia de los pioneros del shoegaze.

Mooring dio sus primeros pasos como banda bien entrado el 2020, si bien sus integrantes ya contaban con experiencia de proyectos musicales alternos. El grupo se conforma por Nathalia Romo (sintetizador y voz), Carlos Ferrer (batería), Mar Ochoa (bajo) y Carlos Kardusen (guitarra y voz). Esta alineación debutó con canciones como “The Way” y “Violeta”, las cuales hasta el momento solo han figurado en las presentaciones en vivo del grupo y le han servido para pavimentar su camino entre la escena ruidosa de México, con conciertos al lado de nombres como Norwayy, Los Blenders, Par Ásito y hasta una presentación en la pre-fiesta del festival MonkeyBee 2021.

Ahora, Mooring se alista para dar entrar de lleno a las grandes ligas del shoegaze mexicano con su álbum debut, el cual se titulará Blue Dream y verá la luz el próximo 25 de marzo de manera independiente. Como primer adelanto, el grupo nos presenta “Someday”, su primera grabación de estudio, la cual deja ver su pasión por las atmósferas de ensueño y la sensibilidad que caracterizó a los primeros años del rock ruidoso. Dale play a continuación y espera el estreno del video oficial este 18 de febrero.

Pronto habrá más información de Blue Dream. Mientras tanto, no olvides seguir al grupo en Facebook, Instagram y Bandcamp para que no te pierdas sus actualizaciones.

“Call Me Home”, el nuevo tema de SASAMI

Catarsis emocional.

Huye del vacío emocional con “Call Me Home”, el nuevo sencillo de la cantante y compositora estadounidense, SASAMI. Este es el corte número cuatro de su próximo álbum de larga duración, Squeeze, el cual estará disponible para este 25 de febrero vía Domino

A través de una dramática balada y una explosión psicodélica, Sasami Ashworth coloca coros celestiales e inmersivos donde el dolor y el escaparate a la melancolía son los protagonistas. Además de una lírica que "trata sobre la oscuridad de no sentir nada y del dolor sigiloso de la apatía que puede tragarte entero si se lo permites. Trata de escaparse de la ciudad, conducir toda la noche y saber que siempre tendrás un hogar al que volver". 

Dedicado a cualquiera que haya hecho estallar su vida sólo para recordar lo que es sentir algo", describe la vocal sobre este single

Con este nuevo disco, la intérprete de “Turned Out I Was Everyone” pretende que sus escuchas utilicen tales pistas como una banda sonora que ayude a procesar la ira, la frustración, la desesperación y las emociones violentas o agresivas. A su vez, contendrá la participación especial de Meg Duffy de Hand Habits, Kyle Thomas de King Tuff, Christian Lee Hutson, Barishi, Pascal Stevenson de Moaning y No Home; junto a la co-producción de Ty Segall

Previo a este lanzamiento, se publicaron los temas "Say It", "Skin A Rat" y "The Greatest". Escúchalos aquí. 

Descubre más de SASAMI a través de Indie Rocks!

Korn estrena “Lost In The Grandeur”

Es la última canción promocional que la banda ofrecerá antes de la salida de su nuevo disco.

Porque nunca tenemos suficiente Korn, la banda ha estrenado hoy "Lost In The Grandeur", el último adelanto de su próximo álbum Requiem que estará disponible a primera hora mañana en todas los servicios de streaming. Este nuevo tema llega después de "Start The Healing" que salió el 11 de noviembre, seguida de "Forgotten" que vio la luz el pasado 13 de enero. Así, la banda deja puesta la mesa para recibir Requiem, álbum que todos los fans esperan con ansias, pues es el primer disco de Korn después de The Nothing que salió en septiembre del 2019.

 

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"Lost In The Grandeur" es por mucho el track menos pesado de los tres sencillos que hemos podido escuchar de Requiem, aunque tiene un inicio bastante explosivo, se relaja en los versos. La voz de Jonathan Davis no es extinguida guturalmente hasta el final de la canción, porque durante la primera mitad de la misma el vocalista de limita a cantar de manera mesurada. La canción tiene como video oficial un clip dónde vemos animaciones tridimensionales creadas una vez más por el artista EFFIXX, quien también creo la animación del video de "Forgotten".

Recuerda que ya puedes pre guardar Requiem en tu plataforma musical favorita e incluso puedes ordenar una copia en cualquiera de sus ediciones físicas en este enlace.

“The Manatee (A Story of This World Pt. III)”, lo nuevo de Circuit des Yeux

La canción se estrenó hoy y llegó con un peculiar video oficial.

El año pasado Circuit Des Yeux lanzó su disco -io (puedes checar la reseña aquí) y fue completamente un éxito, lamentablemente hubo canciones de la época de grabación que quedaron fuera, una de ellas fue "The Manatee (A Story of This World Pt. III)" un single que acaba de ver la luz hoy y que bien pudo tener un lugar en aquel álbum. La canción viene con un video oficial dirigido por Rudy Rubio en el que vemos la imagen que tiene la cantante Haley Fohr de un manatí.

En este tema escuchamos una batería tranquila, parece que en lugar de baquetas se utilizaron escobillas. La voz entra directo con el primer compás de la canción, es suave y alcanza notas bajas y altas, síntoma de una preparación vocal muy buena. El bajo es otro elemento que debe ser resaltado por conducir el ritmo de la canción y sostener a los demás instrumentos. Al final "The Manatee (A Story of This World Pt. III)" cierra con los violines que escuchamos a lo largo de la misma pero llegando a una intensidad impacta en la mente de quién llega hasta este punto en calma.

 

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Además de esta canción, Circuit Des Yeux anunció las primeras fechas de su gira por Norteamérica y Europa, misma que iniciará el 24 de febrero en Vancouver y culminará en Chicago el 17 de junio. Esperemos que en los espacios que hay entre algunas fechas podamos tener una visita de Haley Fohr y compañía en nuestro país.

King Crimson comparte avance de su documental 'In the Court of the Crimson King'

El documental incluirá conversaciones y entrevistas con algunos de sus miembros clave.

La legendaria banda de rock progresivo King Crimson ha compartido un nuevo avance de su próximo documental In the Court of the Crimson King, la producción retrata la gira que la banda realizo durante los años 2018 y 2019. La película fue dirigida por Toby Amies a petición de la banda, la cinta se estrenará en marzo en el festival de cine SXSW.

El avance muestra una conversación íntima del líder de la banda Robert Fripp durante un concierto en vivo. In the Court of the Crimson King incluirá material de archivo y entrevistas con los miembros que han pertenecido a la agrupación que van desde el baterista Bill Bruford hasta el tecladista y saxofonista Ian McDonald.

Mira el trailer a continuación.

Nos acercamos a Toby Amies, un cineasta independiente, y le pedimos que hiciera un documental musical original, que re imaginara el formato, y le dimos total libertad creativa para hacerlo", dijo el representante de la banda, David Singleton.

En 2019, King Crimson realizó una gira masiva para celebrar el 50 aniversario de la banda y lanzó un boxset edición especial para su álbum debut de 1969, In the Court of the Crimson King.

 

 

Tori Amos presenta su concierto Tiny Desk (Home)

Decorados sencillos y un ambiente íntimo envuelven al concierto.

Tori Amos es de las artistas que sabe mezclar el ataque lírico y rígido del rock alternativo de los 90 y plasmarlo en mediaciones poéticas con sutiles toques de piano. Una reivindicación que volvió a usar en su nueva sesión en vivo: Tiny Desk (Home).

La presentación forma parte del sello NPR Music, donde la cantante estadounidense interpretó un conjunto de tres canciones a través de un piano Bösendorfer cuya música sirvió como un faro para tantos oyentes durante su carrera de 30 años

Entre las piezas que entonó se encuentran "Ocean to Ocean" y "29 Years" tomadas de su álbum debut Ocean To Ocean de 2021, así como "Baker Baker" de Under the Pink, lanzado en 1994. Las pistas fueron acompañadas bajo la producción de Bob Boilen y la dirección en video de Maia Stern.

Los próximos conciertos de Tori Amos serán por América del Norte con 33 fechas durante la primavera, las cuales pronto comenzarán por Reino Unido e Irlanda. Esta gira abarcará su álbum debut del año pasado y que es una combinación de parentesco y amor, de dislocación emocional y geográfica.

Dale play a la presentación.