Dead Meadow, el psychedelic rock es atemporal.
Dead meadow es una de las bandas más relevantes de la escena psychedelic norteamericana de finales del siglo 20 y la primera década del siglo 21, su sonido se basa en la premisa de la no continuidad dentro de la música. Pues desarrollan un argumento sonoro que dista de sus contemporáneos musicales. Platicamos con Jason Simon previo a su presentación en la #SemanaIR!.
“La música no es simplemente replicar los sonidos que escuchas todos los días, se trata de crear algo que te guste a ti y que a partir de ahí genere un concepto. Nuestro sonido es así porque nos gusta, es la música con la que convivimos todos los días. No tiene relación con nuestro tiempo pero eso no importa”.
A pesar de ese discurso, su sonido se expandió a un nivel inesperado para ellos. Popularidad por la cual hicieron una sesión con el legendario John Peel, sesión que fue la primera que no se grabó en los estudios de la BBC.
“Nunca esperamos conseguir el éxito, simplemente ocurrió. Después de nuestro primer disco, tuvimos la oportunidad de grabar una sesión para John Peel, simplemente fue mágico porque cuando empiezas a tocar, no esperas que alguien como él te escuche y mucho menos quiera que grabes una sesión”.
La industria musical ha cambiado y los sellos discográficos se adaptan a las necesidades del mercado. La escena independiente es la que más ha mutado, pues el consumo de estos se ha masificado, lo cual trae consecuencias para los músicos.
“Dedicarse a la música es un trabajo de tiempo completo, claro que se disfruta, por eso lo hacemos. Sin embargo, la escena es complicada porque te encuentras muchos intereses que hacen difícil mantenerse firme en los principios. Aunque, en todas las disqueras en las que hemos estado, nos hemos sentido muy afortunados”.
Los géneros se mantienen alejados de su realidad histórica siempre y cuando los músicos lo justifiquen dentro de un concepto. Para Dead Meadow, el concepto es hacer la música que ellos disfrutan y bajo la premisa de no rendirle cuentas a nadie por su sonido.
“Crear un sonido propio debe de ser la primera meta de cualquier músico, sin ello, no se puede considerar un trabajo honesto. Para nosotros ese es el punto esencial de cualquier trabajo que hagamos, más allá de si cumple o no con las necesidades del mercado, ya que eso es secundario. Nuestros seguidores son los realmente importantes y son ellos los que nos ayudan a darle empuje a nuestro proyecto”.
La crisis de la industria y los sonidos baratos han creado un desanimo dentro de los escuchas, quienes a pesar de la tecnología, difícilmente hayan un concepto musical que los haga vibrar y pensar. La época del single no es fácil para nadie.
“Consideremos que la música es una expresión artística que debe de dejar algo, puede ser una idea o simplemente una sonrisa pero siempre debe de operar así, pues la finalidad de la música es construir paisajes de una realidad que no existe pero que nosotros queremos que exista. Dead Meadow lo hace todo el tiempo, por eso seguimos siendo una banda”.
La separación de algunos de sus integrantes durante sus casi dos décadas de existencia, no ha provocado un daño real dentro del sonido o la ejecución, incluso, las reuniones temporales han creado una unión más grande para sus integrantes actuales y anteriores.
“Una separación es difícil porque implica muchos aspectos tanto profesionales como laborales. Nosotros nos hemos mantenido unidos a pesar de que no todos tocamos al mismo tiempo. Eso nos hace fuertes porque nos da un sentido de pertenencia a la banda que pocas veces se halla en agrupaciones que llevan mucho tiempo tocando juntas”.
Dead Meadow se presentará el próximo 31 de agosto en el Foro IndieRocks! en lo que será uno de los mejores conciertos del año.
“Estamos muy emocionados de tocar en la Ciudad de México. Será una experiencia increíble, esperamos verlos por ahí. ¡Nos vemos en la #SemanaIR!”
