Después de su show en El Palacio de los Deportes, así presentaron su nuevo disco Los Fabulosos Cadillacs anoche.

Con un Plaza Condesa a reventar, Los Fabulosos Cadillacs, demostró que no necesita un set lleno de éxitos para conmover a su público. Durante ocho años Vicentico y compañía estuvieron planeando el lanzamiento de una ópera rock, un disco conceptual que pudiera enmarcar su visión de la sociedad así como demostrar, de una vez por todas que no son una simple banda de rock.

El lugar se encontraba lleno, la expectativa crecía. Un escenario simple adornado con una gran pantalla y unos cuantos atriles llamaba la atención de los espectadores. Las luces se apagaron y la “Obertura del faro” sonó por los parlantes. Los músicos tomaron posiciones y el público se preparó, con cerveza en mano, para escuchar a los ídolos de una generación en lo que sería una presentación única.

Después de interpretar “No era para vos”, Vicentico se tomó un minuto para explicar el concepto del show: “Vamos a tocar La Salvación de Solo y Juan completo, espero que lo disfruten”. Y así fue, durante una hora la banda argentina interpretó una por una las canciones de su obra más ambiciosa. El público lo recibió bien, la mayoría ya sabía a lo que iba, sin embargo existía uno que otro despistado que se vio sorprendido y decepcionado por las palabras de su héroe, aunque esto no arruinó la noche.

Si bien ninguna de las canciones del disco tiene potencial para ser un gran éxito como “Matador” o “Mal Bicho”, eso no resultó en un impedimento para el disfrute del show, esto debido a la calidad de las mismas así como a los visuales realizados en vivo por el argentino Dr. Alderete, ilustrador encargado de realizar el arte del disco y que es conocido en México por su labor como colaborador de Sonido Gallo Negro.

Aunque este íntimo concierto estaba pensado exclusivamente para presentar la ópera rock, la banda se tomó el tiempo de tocar algunos clásicos al final del show. “V Centenario”, “Mal Bicho”, “Matador” y “Gallo Rojo” fueron algunas de las escogidas para cerrar el evento y darle al público lo que quería. En este contexto fue que sucedió el mejor momento de la noche: Vicentico y Flavio haciendo una versión acústica de “Basta de llamarme así”, misma que, a más de uno le puso la piel chinita. El concierto terminó con “Yo no me sentaría en tu mesa”, himno de la amistad que se ha convertido en el grito de batalla de la banda gracias a su pegajoso coro.

Al final la gente salió contenta, incluso los despistados que no sabían a lo que iban. La banda pudo presentar su obra, el público pudo ver el concepto completo y por qué no, bailar los éxitos que lo hizo enamorarse de Los Fabulosos Cadillacs.

Si existe algo negativo en este concierto, o mejor dicho, gira, podría ser la ausencia de la mitad de los miembros originales, mismos que son reemplazados por músicos jóvenes quienes, aunque calidad no les falta, no logran transmitir la esencia de las canciones viejas, llegando a sonar en ocaciones como una banda de covers. Esperemos que pronto regresen los integrantes ausentes o que los nuevos logren captar la esencia de la banda.