TOPS nos proporciona un disco lleno de nostalgia y hermosos momentos.
Es imposible no relacionar la música con emociones. Hasta el momento, en el planeta Tierra, cualquier composición es realizada por un ser humano, y por consecuencia, es imposible que esta persona no transmita directa o indirectamente lo que siente. Cuando escuchamos cualquier pieza musical, nosotros logramos captar estas sensaciones que querían transmitirse, o incluso, generamos nuevas emociones inesperadas. Una canción con la que algunos pueden sonreír, para otros, a lo mejor causa lágrimas amargas.
Sin embargo, hay ciertas bandas que logran perfectamente transmitir y empatizar con su audiencia ciertas emociones. TOPS, banda originaria de Canadá, es un excelente ejemplo, ya que a lo largo de casi una década de existencia y cuatros discos, ha sido capaz de contagiarnos de felicidad y tristeza.
Desde sus origines, ha logrado tener un estilo particular que capta perfectamente ese sentimiento entre la melancolía y nostalgia de los seres humanos, un umbral entre la felicidad y la tristeza. Con su más reciente entrega, I Feel Alive (2020), no se distancian ni un centímetro de esta capacidad, para brindarnos una obra sobresaliente.
El disco arranca excelente con “Direct Sunlight”, un dulce paseo por una tarde calurosa con divertidos sintetizadores y coros, así como una brillante flauta transversal que la frontwoman, Jane Penny, a veces toca en sus presentaciones en vivo. Estas vibras continúan con la homónima “I Feel Alive”, que nos deleita con unos excelentes acordes en guitarra, y “Pirouette”, con su divertida letra.
Hasta aquí, esta nueva producción presenta una agradable evolución del disco anterior, Sugar at the Gate (2017), que de alguna forma se perdió en el camino y se alejó de las raíces de la banda. De un sonido soft rock con dulces distorsiones y sintetizadores, se enfocó más a la parte de rock y dejó esa estética lo-fi que tenían los primeros discos.
Ahora, en esta nueva entrega se logra un balance interesante, y muestra de esto es la tierna balada “Ballads & Sad Movie” con interesantes juegos en la voz, “Cold & Closer” que entreteje sus armonías intrépidamente, y “Witching Hour” con un pegajoso coro que tendremos en nuestra mente por bastante tiempo.
Hasta el momento, TOPS ha logrado perfectamente unir el sonido del presente y pasado, con una clara visión hacía donde quieren ir. Canciones como “Take Down” o “Drowning in Paradise” hacen una añoranza increíble a clásicos como “Rings of Saturn” y “Diamond Look” de su primer álbum, respectivamente.
La producción cierra positivamente con “OK Fine Whatever”, una pieza increíblemente orquestada a la que podemos regresar continuamente para encontrar pequeños detalles, “Looking to Remember”, excelente para una tarde lluviosa con una taza de café o chocolate caliente, y por último, “Too Much” que baja el ritmo para arroparnos en azucarada despedida.
En definitiva, un excelente disco por parte de los canadienses, a quienes ya hemos tenido el gusto de ver en un par de ocasiones en el festival Nrmal así como en el Corona Capital Guadalajara 2019. Esperemos que continúen con este excelente trayecto de su carrera y algún día los podamos disfrutar de nuevo en vivo.
