Pønce reversiona “Heartbreaker” de los Bee Gees

Leonardo Ponce le impregnó su propio toque a un clásico de los Bee Gees.

El compositor mexicano, Pønce, lanzó recientemente el cover de "Heartbreaker", una canción de Bee Gees. Cabe destacar que esta canción ha pasado por varios intérpretes, pues originalmente fue escrita para que la cantara Dionne Warwick en 1982 convirtiéndose en un rotundo éxito por la gran voz de la artista y por el clásico sonido creado por Barry, Maurice y Robin Gibb. No obstante, los Bee Gees regrabaron el track en 1995 para un álbum compilatorio titulado Love Songs, sin embargo fue aplazado para lanzarse hasta 2005 junto con otro álbum de Greatest Hits.

Ahora, Pønce le impregna su propio estilo a "Heartbreaker" al interpretarla en español. La música también pasa por diferentes cambios, pues deja de lado los sintetizadores metálicos que figuran instrumentos de viento, para reimaginar el tema de un modo más urbano con beats oscuros que se suavizan y se alargan para mezclarse con la voz del músico.

Aunado a ello, llega con un video dirigido por Alestellar que nos hace sumergirnos entre luces azules, violetas y rojizas que bañan el cuerpo de Pønce mientras canta, lo cual le da mayor énfasis a los sentimientos transmitidos en la letra de "Heartbreaker". Dale play a continuación:

Te recomendamos que te quedes en Indie Rocks! para mayores actualizaciones de la música de Pønce.

Alvaro López (Los Bunkers) presenta su documental

El vocalista y compositor chileno estrena su documental filmado hace seis años.

Alvaro López, además de ser reconocido por ser el vocalista de la agrupación Los Bunkers, emprendió su proyecto en solitario, López, desde hace poco más de cinco años. Gracias a su trabajo, el músico chileno ha tenido la fortuna de recorrer en distintas ocasiones, los rincones de Latinoamérica. Hace seis años, tras ofrecer un show en Buenos Aires, el cantante se decidió pasar tiempo con su hija y también, aprovechó para grabar su primer documental de la mano del realizador audiovisual Tomás Utillan

El filme de casi 30 minutos no fue algo planeado, sino más bien se realizó de una manera espontánea y aprovechando la sesión de fotografías que el músico tenía pendiente con Matías González, otro de los involucrados en este mediometraje. Al no estar programado, las secuencias se fueron dando por sí solas y por eso es que se logra observar a López en su faceta más íntima haciendo lo que más le gusta, cantar, pasear, convivir con su hija y hasta beber tranquilamente en su casa.

AlvaroLópez_Documental

Sabíamos que Alvaro estaba en la ciudad y que Matías tenía el compromiso de hacerle unas fotografías. Entre la conversación y las risas, las canciones de Alvaro, interpretadas a su voz y guitarra, se tomaban el protagonismo de esas noches calurosas de verano. Sin pretensión de hacer una película, la misma se fue dando de forma natural cómo un retrato de esas dos noches de compartir y entre copa y copa, su música nos sorprendía como la lluvia veraniega que nos cae en un momento del film", explicó el director Tomás Utillan.

Alvaro López presentará este documental filmado totalmente en blanco y negro a finales de febrero. Es importante que te mantengas pendiente a las redes sociales del cantante para que no te pierdas de su estreno. Mira el trailer a continuación:

PREMIERE: Matavenados presenta metraje para “Churea”

La identidad del norte de México en sonidos firmes e instrumentales.

Matavenados es un proyecto de post rock instrumental que empezó a cosechar éxitos hace poco más de cinco años. Aún cuando los instrumentos son su única voz, su mensaje se comprende y se centra particularmente en indagar la identidad y cultura de una zona exclusiva del país, en este caso Hermosillo, Sonora, su lugar natal. A finales de noviembre la agrupación liberó Trapiche (2020), un EP de tres temas que abre un encuentro prehispánico con "Churea", tema para el cual presentan el video oficial en exclusiva para Indie Rocks!

Churea es el nombre que se le asigna al correcaminos, esta ave del desierto que nos coloca en un escenario perfecto para observar a detalle la danza de pascolas y venados; una de las tradiciones de las comunidades yaqui y mayos.

Matavenados siempre han mantenido de manera muy abstracta la identidad sonorense en sus sonidos. Los títulos de sus canciones son regionalismos que probablemente solo alguien de por acá de Sonora los pueda comprender. Por eso se buscó que el video también llevara algo de esta identidad", explicó el director.

José Covarrubias "El Bin", se encargó de dirigir este metraje para la agrupación en el que reina la identidad del norte de México en medio del desierto. Nuestros personajes manifiestan esta importante danza frente a una animación de un venado. Los colores del paisaje, las vestimentas y la suavidad de la pista se combinan a la perfección para transportarnos a un momento muy especial.

El personaje principal de la historia es un pascola yaqui que niega su destino de cazar al venado y elige perdonar su vida, acción por la cual queda atrapado en el juyania. La danza de pascolas y venados es una manifestación ancestral arraigada en las tribus de la región noroeste -principalmente de la yaqui, pero también presente en la mayo, guarijía y seri- que después de miles de años de tradición se siguen conservando. Todo esto en conjunto con la pieza musical de Matavenados hace una mancuerna equilibrada", agregó José Covarrubias.

Da play ahora para poder disfrutar del metraje:

Pale Waves — Who Am I?

En búsqueda de una identidad, Pale Waves encontró un nuevo camino.

Para su segundo material discográfico, la banda de Manchester, Pale Waves, apunta al cambio y expone sus influencias y sus vulnerabilidades. Who Am I? nos presenta una interrogante desde el título y a lo largo de sus once temas explora temas de identidad, de orientación sexual y de relaciones de una manera amena, identificable y llena de energía que hace que se vaya volando su de por sí corta duración.

Así como su EP y luego su álbum debut les generó comparaciones con sus compañeros de disquera -Dirty Hit-, The 1975, esta vez la vocalista Heather Baron-Gracie no escondió la influencia del sonido de Liz Phair o Courtney Love en estas nuevas canciones, pero es el sonido pop dosmilero de Avril Lavigne el que más salta al oído desde que abre el disco con “Change”, la cual también fue el primer sencillo y una demostración del nuevo sonido de Pale Waves. Esta vez trabajaron con Rich Costey (Muse, Biffy Clyro, Foster The People) en la producción.

Los sintetizadores y texturas reminiscentes al pop ochentero que caracterizaban su sonido quedan de lado en esta ocasión para dar lugar a un power pop con más elementos orgánicos del rock como guitarras distorsionadas o acústicas y un sonido más moderno que el anterior, pero sin perder esos coros pegadizos y melodías memorables que los caracterizan.

La fecha de salida de Who Am I? en víspera del 14 de febrero queda como anillo al dedo pues Baron-Gracie plasma en varias de estas canciones sus sentimientos hacia su novia, desde el más profundo enamoramiento que ha dado un giro de 180 a su vida (“Easy”), el miedo a la pérdida (“Odd Ones Out”, “Fall To Pieces”), la añoranza (“Wish U Were Here”) o en “She’s My Religion”, un tema clave en el álbum donde enfatiza la importancia de usar pronombres que representen a la comunidad LGBTTI -como ha declarado la vocalista en entrevistas-, pues muchos de sus seguidores son parte de esta.

La autoaceptación es otro tema que se hace presente en este álbum, especialmente “Tomorrow” tiene esa energía y espíritu alentador que seguramente muchos de sus fans tomarán muy a pecho. “Sexuality isn’t a choice / Don’t let anyone tell you it’s wrong” canta Baron-Gracie a todo pulmón como testamento de valor, lo cual resuena también al contar con un integrante trans en la batería de Pale Waves.

“You Don’t Own Me” es otra destacada aquí, la banda deja salir su riot girl interior en esta potente canción que refleja ira ante las actitudes machistas o discriminatorias. Todas esas veces que alguien le dijo “deberías sonreír más”, que intentaron controlar su forma de ser o de vestir quedan plasmadas aquí, a lo que Baron-Gracie responde con un contundente dedo medio (“no eres mi dueño y haré lo que yo quiera / Preferiría arrancarme los dientes que ser lo que quieres que sea") y agresivas guitarras, la suya y la de Hugo Silvani.

El amor no solo se manifiesta aquí como el de pareja, “Run To” sirve como tributo a la madre de la vocalista de Pale Waves, donde plasma la manera en que esta ha sido siempre su ángel de la guarda y alguien que siempre ha estado ahí para ella. Apropiadamente es en esta canción donde encontramos una de las más emocionales y potentes entregas vocales de Baron-Gracie en medio de la constantemente enérgica batería de Ciara Doran.

El álbum cierra en una nota melancólica pero esperanzadora con el track titular, una balada de piano que inspira a alzar la linterna del celular -o el encendedor si eres de la vieja escuela- cuando vuelvan los conciertos. Se siente tan lejano aquel 2018 cuando el cuarteto se presentó en el Corona Capital a plena luz del atardecer.

Who Am I? es media hora de emotividad, energía, guitarras y ritmos sacudidores, pero con suficiente variedad sonora para mantener el interés del escucha de principio a fin. Habrá quien lo encuentre excesivo en azúcar, juvenil o muy apegado a sus influencias y a las fórmulas, pero si lo que buscas es power pop que te remonte a la época en que usabas un discman y letras que te inspiren a seguir adelante -lo cual no cae nada mal en tiempos pandémicos-, este es un disco que disfrutarás. Te invitamos a escucharlo a continuación.

Black Country, New Road — For the first time

La crudeza de estar vivo y el equilibrio estridente de ser honesto al respecto.

La primera vez que diste un beso. La primera vez que fuiste a un concierto. La primera vez que te fumaste un porro. La primera vez que sentiste que el corazón se salía de tu pecho al expresar lo que sentías: libertad.

Pensar. Gritar. Bailar. Cantar. ¡NO! Pensar una y otra vez. Soñar. Creer. Cambiar. Gritar. ¡NO! Vivir. Buscar el verbo exacto, las formas, el cómo en un destino sin sentido y un presente catastrófico mientras te palpita el corazón y aflojan tus rodillas por el incierto porvenir. 

¿Cómo encontrar algo que capture todo lo anterior y muchas sensaciones más? Pues bien, solo basta escuchar For the first time de Black Country, New Road para que a ese párrafo introductorio puedas agregar todo lo que quieras. Haz tuyo el álbum, no lo sueltes y crea, crea, crea. ¡Transfórmalo! Porque muy probablemente se convertirá en la inspiración de más de una persona en el mundo.

De principio a fin, el LP es un imperioso deseo de sublimar el caos en música y provocar, provocar, provocar... ¿qué?, la lujuriosa duda y el vértigo hacia lo siniestro. Y es que nadie sabe cómo será el futuro, pero por lo pronto conocemos que suena a klezmer, pop, punk, jazz, electrónica, y cualquier género con el que se pueda experimentar. 

Todas las canciones de For the first time se grabaron durante un periodo de seis días en marzo de 2020 en compañía del productor Andy Savours, quien trabajó en la mezcla del LP m b v (2013) de My Bloody Valentine. Sale a través del sello discográfico Ninja Tune y contiene solo dos canciones nuevas (la que abre y la que cierra el álbum); los demás tracks se publicaron como sencillos el año pasado y se han interpretado en vivo desde 2018, año en que la banda se formó. 

Con su debut discográfico, la banda oriunda del sur de Londres se expresa cruda, sincera y honestamente. 

Black Country, New Road_2021

Registrar el recuerdo onírico de la noche anterior. 

A primera vista, Black Country, New Road es un grupo de siete jóvenes de aproximadamente 22 años que pasan un buen rato, sin embargo su talento y destreza para coordinarse en el escenario es tan fantástico como aterrador. Están creando algo que, si bien no es nuevo, es absolutamente refrescante e identitario, y muy probablemente se convertirá en una de las grandes promesas de la música contemporánea.

De semblante pálido y sombrío, su propuesta te eriza la piel e irradia alegría e inquietud, tanto por las interpretaciones individuales como por el universo sonoro total, y cuya entrada principal es una montaña rusa de emociones.

En ese sentido, la banda arranca con “Instrumental”, pista de casi 5 minutos y medio en la que Charlie (baterías) y Tyler (bajo) preparan los versátiles caminos a dónde nos llevará el disco. Posteriormente, May (teclados), Luke (guitarra) e Isaac (guitarra y voz) se unen anunciando que la noche está por llegar. Después, Lewis (saxofón) se incorpora generando un carnaval de sensaciones, el cual se amplifica conforme se integra el violín de Georgia. Cada integrante se presenta de forma bestial e increíblemente planeada.

En varias entrevistas, la banda ha mencionado que querían sonar exactamente a como lo hacen en vivo. Realmente lo logran. Es sorprendente cómo la mente humana busca los medios para transmitir el poder de la música en cualquier formato posible (aunque los contextos no sean favorables). De esta forma, todo lo que escucharás en los próximos 40 minutos con 46 segundos es el registro idóneo de esa experiencia tan mágica llamada concierto. 

Particularmente “Instrumental” se creó a partir de la experiencia de Lewis Evans y Georgia Ellery interpretando música klezmer y desde mi punto de vista, representa la adrenalina que se dispara al iniciar algo nuevo pues resulta que conforme transcurre la canción, el esplendor de la energía de ser joven y querer comerse el mundo entero nos hace un llamado a la destrucción de cánones establecidos.

Por otra parte, en “Athens, France” escuchamos frases como “I’m very young. But I am working. Working on the glow up...” mientras las baterías se despliegan suavemente en acordes de violín, los cuales por momentos se vuelven paisajes sonoros delicados y tranquilos, ofreciéndonos momentos de reflexión. 

De hecho, la canción es como si durante una caída libre algo te sujetara y te transportara a un limbo, a una suspensión en el tiempo o a un sueño. Pronto te das cuenta de que esa no es la realidad e impulsas tu despliegue en picada (nuevamente) a través del puente que ha creado el hermoso riff de guitarra con el que culmina la canción. 

Athens, France” es demasiado suave para sentir y tan compleja para ser verdad. 

“References, references, references”. 

La disonancia agresiva y enérgica de “Science Fair” nos encamina hacia un ambiente de música electrónica alucinante que guiña con el soundtrack de alguna película de terror. Después, todo es éxtasis, catarsis: liberación de endorfinas a mil por minuto. 

 Además, la melodía del violín que Georgia aporta como leit motiv a la historia que nos va contando Isaac Wood genera una ansiedad muy particular, cuya cumbre son intensos versos como “I love this city, despite the burden of preferencesWhat time to be alive. Oh! I know where I’m going, It’s black country out there…”. 

Cabe destacar que las frases escritas por Wood imploran convertirse en poemas más largos. Con esbozos de sarcasmo y críticas mordaces a un sujeto indirecto, se abren siempre espacios para la improvisación así como escenarios repletos de creatividad. 

Por otro lado, la canción es la primera llamada a una nueva peripecia que burbujeará en "Opus". Es un nuevo orden el que se está creando mientras transcurre la música con todas las influencias que le dan forma, empezando con Slint como referencia más próxima.  

En “Sunglasses” el tiempo se detiene. En aproximadamente 10 minutos de duración, la banda consigue hablarnos sobre un futuro del que a veces como jóvenes no nos sentimos parte. Empieza misteriosamente triste y conforme avanza la pista, el saxofón abre aún más ese espectro depresivo para dar pie a intensos versos como “...and I’m so ignorant now, with all that I have learnt. So ignorant now, with all that I have learnt”, luego de haber descrito las características más cotidianas de alguna familia y  vecindario inglés.

Y sin embargo, la depresión post punk no se detiene ahí pues da paso a la furia y mutación interpretativa de Isaac, quien ya no recita tímidamente sino que grita lo que siente. Nos recuerda que realmente somos más que "adecuados" para el papel exigido por la ficción creada y ¡al diablo con los prejuicios! ¡Deja ya tus antidepresivos para otro momento! 

“Y supongo, que de alguna manera…”

Track X” es la pista más sensible y delicada del álbum. Aborda el amor desde una perspectiva sensualmente inocente. Captura esa sensación de fracaso en el amor pero con las firmes intenciones y el humor adecuado de seguir intentando que algo suceda. Es como escuchar a la infancia fluir entre matices de colores mientras los coros y las armonías vocales atrapan pequeños recuerdos suspendidos en el aire, transformándose posteriormente en destellos vibrantes. 

El resultado es una especie de felicidad profundamente estremecedora. Además, la agrupación no duda en hacer referencia a  Black Midi, banda amiga que ha ejercido gran influencia tanto en la forma de cantar de Wood como en el estilo musical. 

“I told you I loved you, in front of black midi. I told my friend Jack that it could’ve been you.

 I know it was funny, but I was struggling to.”

For the First Time culmina con “Opus”, una canción escalofriante. Veníamos de algo más relajante y de repente, la banda avisa que lo anteriormente escuchado solo es el comienzo. El klezmer nos ubica de nueva cuenta en una celebración que no corresponde a la letra expuesta pero que es un cúmulo de deseos dancísticos.

De esta forma, Black Country, New Road expone realidades de una forma avasalladora y triste. Al mismo tiempo, su música funciona como crítica misma de lo cantado y es precisamente ese contraste entre versos con música, lo que se vuelve un diálogo retador y constructor de puentes hacia el caos. 

Los errores del pasado que tanto han causado dolor y lo construido con base en ello se está derrumbando frente a nosotros. La valentía predomina pero, ¿estarás dispuesto a escuchar el llamado? ¿A no ignorarlo? 

Opus” clama cambio, transformación, mutación y acción de una vez por todas. 

“Everybody’s coming up. I guess I’m a little bit late to the party… Now everybody’s coming up… I guess I should’ve had something else to say. And now everybody’s coming up…

What we built must fall to the rising flames.”

Para la portada de For the first time, la banda eligió una imagen de stock del sitio web Unsplash tomada por @asafyrov. A simple vista puede parecer una decisión random, pero una vez que terminas de escuchar el álbum y observas de nueva cuenta, puede que sea solo el guiño de un ímpetu de crecer con inquietud y curiosidad. Un deseo de descubrir qué hay más allá del horizonte y asombrarse.

Algunos miembros de Black Country, New Road participan en proyectos alternos, componen en solitario o con otros artistas. Otros estudiaron música clásica o bien optaron por ser autodidactas. Su propuesta es una cápsula del tiempo que te devuelve a la realidad y te aparta un poco de este mundo virtual, pero sin un discurso moralizador o con afán de juzgar. Están tocando música sobre el caos actual, sin que ese sea su objetivo.

Si conecta tan fuertemente con alguien, no será por coincidencia sino porque es un álbum colectivo, un álbum en el que cabemos todos consciente o inconscientemente. 

*Por último, te recomiendo mucho seguir el siguiente enlace, pues al final del video encontrarás un bonus track no oficial titulado “Basketball Shoes“. Además, justo aquí puedes disfrutar de “Bread Song”, una nueva canción presentada en el show virtual que la banda ofreció a través de Bandcamp.

Entrevista con Ólafur Arnalds

Mientras haya paz.

Es innegable que la situación actual de confinamiento y pánico creadas por la creciente presencia del COVID-19 no solo ha marcado para siempre la manera en la que se rige el mundo en todas sus vertientes, incluyendo el entretenimiento. Ha sido también una constante lucha para todos nosotros por conservar día a día el orden y la sanidad mental para no querer tirarlo por la borda. Aún cuando en países tan remotos como Islandia las cosas parecen pintar de manera más positiva, Ólafur Arnalds siente el peso de la situación.

Aunque parezca una instancia de timing fortuito por parte de los dioses musicales, Arnalds lanzó el año pasado some kind of peace, su quinto material de larga duración. Una serie de expresiones catárticas con fuerte emotividad que pueden ir de lo tenue a lo dramático que combinan las preciosas melodías lacónicas y experimentos en las estructuras a las que Arnalds ya nos tiene acostumbrados con una inusitada honestidad que lo convierten, por su propia admisión, en su disco más personal a la fecha. Con motivo de su salida y qué es lo que puede significar musicalmente en estos tiempos inciertos, tuvimos una breve charla virtual con Arnalds.

Empecé a componer el disco en la segunda mitad de 2019, los temas y la estructura básica del material. En vez de crear conceptos muy abstractos o extravagantes, quise hacer algo más personal y dejar que la música tuviera que ir hacia donde mejor fluyera naturalmente, sin esconderse detrás de nada. Luego vino la pandemia y decidí componer el resto del disco con un enfoque mucho más fuerte en lo personal. Al final del día, lo que importa más ahora somos nosotros mismos, nuestros seres queridos, nuestra comunidad y permanecer juntos. Y eso solidificó la composición final del disco,” afirmó Arnalds.

A la par de su composición, el multiinstrumentista estaba a la mitad de un viaje entre Indonesia e Islandia, como parte de las expediciones creativas que suele realizar para inspirarse. También estaba supervisando los últimos toques en su nuevo estudio de grabación, el cual estuvo planeado y construido de acuerdo a sus dos principios fundamentales para la composición musical: el tiempo y el espacio.

“[some kind of peace] estuvo inspirado en sus inicios por estos dos mundos y dos vidas simultáneas. Intenté canalizar estas energías y la yuxtaposición de ambas mientras pensaba en ambos países. Estos momentos de retrospectiva de tiempo y espacio te obligan a preguntarte quién eres con mayor fuerza, explicó Arnalds.

“Todo se trata del tiempo y su expansión. No se trata de irse a casa después de trabajar como si fuese un trabajo. Y tampoco es como que me siente frente al piano todo el día. A veces solo estoy sentado sin hacer nada hasta que llega la inspiración. También es muy importante el espacio. Apenas terminé de construir mi estudio a finales del año pasado y para mí era muy importante saber en qué punto podía estar a cierta distancia del teclado, de la consola o de la salida. Cómo me podía desenvolver en cada rincón. Todo eso se volvió aún más indispensable al crear,” detalló Arnalds.

Las canciones mismas se alejan de los métodos ortodoxos (al menos para Arnalds) de composición, pero intentan mantener una pureza. Por ejemplo: “Spiral” tiene una estructura cíclica que empieza incorporando violines hasta introducir elementos más atípicos, como un cilindro de fonógrafo, cada uno tocando la misma melodía hasta que se convierte más en una experiencia nostálgica que en mera repetición. Como deducción, ¿se podría afirmar entonces que el lado personal de Arnalds es más juguetón y experimental?

[Risas] es un punto justo e interesante. Como comentas, 'Spiral' está hecha para ser escuchada y vivida como una memoria. Así que sigue siendo minimalista, pero dentro de sí misma cambia periódicamente su significado. Al final es otra cosa totalmente diferente para cada escucha. Hay piezas importantes de mí y de todo mi bagaje en el disco. Otro ejemplo es ‘We Contain Multitudes’ basada en una cita de un poema de Walt Whitman, que me fascina. Cuando escuchen esa canción, lo que quiero es que el escucha capte la esencia de Whitman que yo capto, y así sucesivamente con todas las canciones del disco,” compartió Arnalds.

A diferencia de otros músicos que han aprovechado o se han condicionado por el tiempo y circunstancias limitadas para expresar su arte sin promoverlo en espacios públicos, como conciertos o exhibiciones, para Arnalds ha representado una sucesión natural de la creación de su disco, sobre todo por cómo ha encontrado acercarlo al público sin una gira o festivales.

“Yo personalmente no he tenido tanto tiempo libre como otros músicos o artistas en estos días [risas]. Definitivamente han sido retos interesantes para saber cómo transmitir música a la gente sin shows en vivo. Creo que los shows por livestream, aunque son atractivos, son limitados y efímeros. Para crear algo más duradero, estuve haciendo un cortometraje. Se llama “When We Are Born” y es un acompañamiento visual del disco. Esa ha sido mi respuesta a cómo presentar mi música con todos los elementos que son esenciales para mí al tocar en vivo, pero que desafortunadamente no puedo tener en estos momentos,” concluyó Arnalds.

El Santuario: un espacio para encontrar medicina sonora

Tuvimos la oportunidad de ser recibidos en las cómodas y relajantes instalaciones de El Santuario en Valle de Bravo y conocer más sobre la terapia del sonido.

Este resort creado a la orilla del lago de Valle de Bravo, en una montaña de cuarzo, lleva varias décadas operando bajo la conexión que el empresario Michel Domit nos cuenta en voz propia, ha tenido con esta tierra y la pacha mama.

Ha habido un periodo de “despertar” en más gente que busca diferentes alternativas y terapias para encontrar su bienestar. Este espacio creado en una historia bastante especial, que nos platica Michel Domit, busca exactamente ofrecer meditaciones guiadas, yoga, temazcal, espacios de relajación y ahora promover la músico-terapia, a la que en los últimos años más gente se ha acercado, no sólo por el lado de artistas experimentales que han surgido desde hace varias décadas sino también por el acercamiento a nuevos públicos que buscan esto como realmente un proceso medicinal, un apapacho espiritual.

Yo creo que el mundo, en el último medio siglo, ha cambiado radicalmente, yo me acuerdo cuando iba a la universidad y me sentaba a meditar en los campos, la gente me veía como si estuviera verdaderamente loco. Hoy en día, el mundo está descubriendo que lo único importante es el ser”, relata Domit.

Para conocer más esta actividad, conversamos con el artista mexicano Osiris Heyerdahl que lleva 25 años realizando este estudio y práctica por todo el mundo. El inició su trayectoria como músico y explorando se cuestionó la limitaciones de la “música occidental”. “Es bella también, pero es limitante, deliberadamente la hicieron con ciertas estructuras armónicas melódicas que impidieron el uso de las frecuencias”, platica Osiris.

Conocemos la genialidad de la música en muchos aspectos, en general por que conectas profundamente de manera emocional de mil formas, sin embargo Osiris nos platica es manipulada para ciertas frecuencias que te inducen o te llevan a ciertos espacios energéticos limitantes. “El campo de la música vibracional rompe con esa estructura, y reconecta con la ancestralidad que en todas las culturas del mundo siempre se ha utilizado la música como la fuente de conexión a lo divino, porque, no es que inventaran esa música, esto se trata de reconectar con los sonidos de la naturaleza, del propio cuerpo, del propio sistema de la luz, o sea, la velocidad de la luz tiene sonido, la creación, la existencia, el agua, todo tiene un sonido”.

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Es importante destacar que esta terapia realizada en un espectacular espacio de naturaleza busca enfocar la música análoga a un tipo de frecuencias, alineando, afinado la resonancia cósmica –le llama él– que te dan ciertos materiales de la tierra, en otro campo vibracional. “Es muy interesante explorar la música académica también porque sabes por qué y dónde hicieron los bleeps para que ahí se quedara, digamos como un pájaro enorme, gigante, pero enjaulado, con límites, volando aquí para allá. La música ancestral rompe esa jaula y es un ave libre, que reconecta con la herencia mágica divina”. Lo que es el sonido per sé, y en todas las tribus, en todas las culturas, siempre existen cantos de cuna, mantras, cantos celestiales, cantos de alabanza que desde los siglos han estado conectados a estas frecuencias vibracionales que nos menciona.

La música vibracional antigua tiene otro lenguaje, otra estructura, otra forma que con la terapia del sonido estudia qué frecuencias tiene tu cuerpo, cómo se crea la disonancia, y el sonido, cómo afecta tus redes neuronales y ayuda a personas a través de ciertos instrumentos que se han utilizado por milenios.

Pensando que el sonido es una herramienta que surge a nivel celular, molecular, neuronal y que todo se teje entre sí, Osiris no habla sobre este positivo poder. “Es un fenómeno que sucede en el cuerpo humano, tú puedes expandir tu sonido y llevarlo a diferentes formas sonoras con instrumentos y meditación, como el sonido que crean los pájaros, las ballenas, los primeros rayos del sol que conectan con la frescura de la tierra –crean sonidos en quintas–, el espermatozoide cuando toca el óvulo, todo crea un armónico”.

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La historia nos ha llevado por muchas etapas para utilizar el sonido para iniciar guerras, ceremonias, ha sido usado por marcas, partidos políticos para conectar superficialmente y crear emociones efímeras. Sin embargo, conociendo efectos y con años de estudio, se le da un uso más pensando para ver qué efectos produce –por ejemplo– una flauta nativa de 10.000 mil años que crea la frecuencia indicada para estimular la glándula pineal.

Hay muchos músicos desde los 60 que empezaron a romper el paradigma de la música, la estructura de la música occidental. Entonces empezaron a oscilar todo este boom psicodélico, fue increíble porque empezó a destapar, justo con la guerra de Vietnam, esta rebeldía de ir a la guerra y justo despertó este llamado con María Sabina, muchos grandes artistas como John Lennon, The Rolling Stones, y empezaron a crear este interés porque empezamos a volver a conectar con la fuente divina, a través de la vibración del sonido. Aunque no era tal cual pura, como los tibetanos, los chippewa, los momos, los indios que todavía cantan estos mantras, pero se acercaban, era una emoción excitante de volver a conectar a la divinidad con el sonido, y te liberaba, te vuela”.

Para Osiris es relevante fomentar el uso de instrumentos terapéuticos, de una manera bien usada, con años de preparación para compartir los beneficios de la manera correcta. Es importante ya que en estas actividades hay más gente que requiere estas técnicas pero a su vez, surge cada vez más gente estafadora. Es fundamental incentivar esto con el buen uso de los instrumentos vibracionales pero sobre todo con respeto, el respeto que se merecen al ser milenarios, un respeto divino al ser emisores de los sonidos de dioses, literalmente.

La experiencia que vives con esta musicoterapia es sumamente especial, apapachadora si le permites a tu mente y cuerpo de vivirla plenamente, convertirte por unos minutos en un “conducto” simple. Un ser más que forma parte de este inmenso universo. Checa las opciones terapéuticas que El Satuario tiene para ti en este link.

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Gracias a todo el staff de El Santuario por la invitación a esta experiencia.

John Tarantella, despecho con sabor a indie

Este músico colombiano hará resonar tu cabeza con solo dos tracks bajo el brazo y su bedroom pop.

Con una interfaz, un ordenador, audífonos y un par de micrófonos este artista evoca un sonido característico que dispersa en el aire la tradición popular colombiana en sus letras y conjunciones sonoras espaciosas. Cantante, compositor y productor sudamericano: John Tarantella es parte de la nueva ola latina que trae este 2021. 

Oriundo de Tuluá, Valle en Colombia, esta nueva propuesta arriba con el tema “Un Vinito.mp3”, una mezcla de sintetizadores cocinados a la new wave, leads pegadizos, guitarras recargadas de delay, con un constante y rotundo backbeat que te incita a bailar y relajarte un rato. Además, el multiinstrumentista acompaña el track con un videoclip dirigido por Santiago Alejandro Molina, que transita por paisajes urbanos, veraniegos, y captions hogareños. 

El colombiano debutó en agosto del pasado con su sencillo “Amor en 8 bits”, mismo que marca una referencia lo-fi y melancólica que  se podrá escuchar para este año en su primer EP .  

Tarantella cataloga su estilo bajo el género de despecho indie a razón de la fuerte influencia de la lírica contenida en la música tradicional y popular colombiana (como el vallenato, popular y despecho), esto en adhesión a la corriente musical actual en la que encasilla su música con atmósferas espaciosas, voces procesadas y una estética sencilla. 

A su corta edad, John incursionó en la música con su participación en tripletas de despecho y en presentaciones dentro del programa televisivo El Show de las Estrellas con Jorge Barón como requintista, experiencia que ayudó a sintetizar sus referencias en este nuevo proyecto. 

No olvides seguir a John Tarantella en todas sus redes sociales 

Escucha su nuevo sencillo “Un Vinito.mp3”: 

 

Sabino presenta su nuevo EP, 'Yo Quería Ser Yo'

Bueno, en realidad no es tan nuevo, pero a la vez es nuevo … ¿Si la cachas?

El único heredero al trono y creador del imperio del sab-hop congratuló a todo el reino con un regalo del 14 de febrero: Yo Quería Ser Yo, un nuevo compilado de temas que tenía muy en el olvido. 

Como ya es costumbre, el rapero celebra cada año el día del amor y la amistad con mucha música y shows en vivo (como en el Teatro Metropólitan en 2019, o en el Pepsi Center WTC 2020), pero a raíz de la pandemia Pablo Castañeda decidió tomar otro camino, y desempolvar algunos tracks que tenía guardados, los cuales Genarito (su perro) decidió descartar bajo el argumento “de que las producciones de su “papá”, le parecían demasiado infantiles…”   

Con el tiempo este EP mutó para bien, y con el agrado de Genarito, Sabino decidió presentar estas 5 piezas “... que suenan a Sabino del año ¡2099!”. Este reproducción extendida contiene temas como “Kentekere”, “Qué pasó?”, y la reversión de “Guapa!”, que con ritmos urbanos, tintes de trap y el característico sab-hop confirman la referencia futurista y evolutiva del artista.  

Además, el sab-hopero arrancó el año con “Déjame Olvidar”, un tema de Leonel García el cual puedes escuchar aquí

Ponte los audífonos y escucha Yo Quería Ser Yo de Sabino:

Notorious B.I.G. llega a Netflix con un nuevo documental

El filme fue producido por su madre y es el primero en enfocar la historia en la vida del rapero y no en su muerte.

Hace casi 24 años que el rapero y productor Christopher George Latore Wallace A.K.A. Notorious B.I.G. dejó físicamente este plano debido a una herida por arma de fuego, pero sus canciones siguen siendo escuchadas por muchos. Esto es algo que Netflix tiene bastante claro y gracias a ello ha anunciado un nuevo film enfocado en el rapero.

Se trata de Biggie: I Got a Story to Tell, un documental donde será contada gran parte de su vida, desde que era pequeño, hasta su ascenso al estrellato del rap y todo lo que esto conllevó. Dentro de este nuevo material podrás encontrar distintas apariciones de personas con las que Biggie Smalls colaboró en vida, como la cantante Faith Evans y el rapero Lil Cease.

Dicho documental cinematográfico fue producido por la madre del rapero, Voletta Wallace y Sean “Diddy” Comb, quien fuera manager de Biggie. Netflix liberará Biggie: I Got a Story to Tell el próximo lunes 1 de marzo y mientras eso pasa, puedes disfrutar del trailer que te dejamos a continuación.

Este será el primer documental que se centre en las experiencias de la vida de mi hijo y no en las circunstancias de su muerte. Es una celebración de quién era y de dónde venía. Así es como él hubiera querido ser recordado", menciona Voletta Wallace.

Te dejamos con Life After Death (1997), álbum de donde sale el nombre del documental y último que el rapero grabó antes de su fallecimiento.