Fotografo: David Barajas

Instagram: @daviddbarajas

Sofrito + Soundway Records en el Foro Indie Rocks!

Los ritmos tropicales encendieron al Foro Indie Rocks!.

Por segunda ocasión, Nochenegra unió fuerzas con Indie Rocks! para hacernos bailar toda la noche al ritmo de vinilos mezclados en vivo.

Los actos principales fueron Frankie Francis de Sofrito, un colectivo londinense de DJs y productores que combinan ritmos tropicales y Norsicaa por parte de Soundway Records, un label inglés caracterizado por sus sonidos funk y afrobeat.

En esta fiesta, también tuvimos oportunidad de disfrutar los sets de Discobi de Field Trips y, por supuesto, de Pocz, DJ y cofundador de Nochenegra.

Revive la fiesta con esta galería y sigue pendiente para más información sobre futuras fiestas por parte de Nochenegra e Indie Rocks!

Boris en el Foro Indie Rocks!

Boris: La necedad de lastimar nuestros sentidos.

Para aquellos inquietos que encuentran su calma en los altos decibeles, para aquellos ansiosos por escuchar sonidos de manufactura densa y demencial, la última semana de agosto del 2019 será recordada por mucho tiempo, entrañablemente, y esperamos que la iniciativa por traer bandas que a veces no imaginamos ver por estos lares, siga floreciendo cual enredadera para ahorcarnos. 

K. fue el primer gran aliciente de una noche infecta de maldad, el espíritu de Lxs Grises rebosante y abstracto, Bardoss y su agradable sicodelia, los efectos vocales que bien se trazaban entre la energía de la percusión, y una máscara de payaso observando el circo de la melé que comenzaba a darse entre el público que seguía atascando el Foro Indie Rocks!

Pero llegó al fin “The Power”, el gran estruendo al chocar las nubes grises, los tres dragones negros extendían sus alas y con una mano en el aire nos saludaban, los primeros zarpazos a las cuerdas y a nuestro pecho al descubierto, los enormes amplificadores Orange comenzando a efervecer, las amplias pedaleras dispuestas en el escenario comenzando a maquilar sonidos perfectos. “LOVE”, el afecto del trío hacia sus escuchas hecho feedback, el álgido respiro de un despertar al sentimiento, la voz que se pierde entre paredes, vitrales y la multitud absorta que solo mira antes que interactuar, que solo escucha antes que agetrearse. Momento de contemplación y calma, del lento headbanging, del trago de alcohol, de celebrar en silencio la majestuosa presencia de Boris de nueva cuenta en nuestra caótica ciudad. 

“To the Beach” y la aparente calma, “Akuma no Uta” para la introspección y el análisis furtivo: Wata cual violinista infernal acechando los tonos perfectos de oscura nostalgia, una suerte de sinfonía a modo ideal para la apreciación, un karma oscuro y a veces necesario, los golpes de Atsuo al gong cual destellos de vida en una noche de culto a la muerte, como las larvas que nacen de la fruta podrida, los devaneos de Takeshi en las seis cuerdas con el bajo adaptado, cual escopeta recortada de doble cañón disparando a discreción. El tan esperado sol naciente que emerge después de una noche siniestra. 

“Absolutego” y la catarsis absoluta, los cuerpos agitados y los oídos medianamente heridos, los bends más agudos y los cantos más desencarnados, el trepidante accionar de la batería que juega entre tiempos pero nunca pierde su potencia, el foro repleto y lleno de vida, no hay tiempo para la indiferencia cuando tanta maestría instrumental nos somete, inspira y acoge. “Melody” para recordar qué fue lo que te llevó a descubrir a la banda, tal vez la búsqueda entre cierto auge del post rock, hurgar en los huecos del drone, confiar en la depurada técnica japonesa en la ejecución musical de prácticamente cualquier género, o más recientemente, como recomendación de tu opción de streaming favorita. Como sea que hayas llegado al instante de presenciar su acto en vivo, ya sea por primera o segunda vez, la experiencia es gratificante. 

“Feedbacker” y nuestros tímpanos resentidos pero ansiosos, nunca es suficiente ruido, jamás podremos detenernos en esta suerte masoquista de arruinar nuestros sentidos. “Pink” para enaltecer los viejos tiempos y dejar lo que nos quedaba de furia ahogada en el slam, el presuroso desfogue y crowdsurfing, la interacción total con el ritmo frenético, las sombras cansadas que se juntan en las paredes que soportaron la fuerza de la vibración. Un encore más y la penosa despedida, “Farewell” cual elegía de una noche ideal, el último lamento antes de volver a la normalidad, otra espera que ojalá no sea tan larga, y la nostalgia absoluta por lo presenciado. Kampai Boris, esperamos volver a verte muy pronto.

PREMIERE: Apache O’Raspi estrena “FRONDA”

Checa aquí el lyric video del tercer sencillo de Apache O'Raspi.

Anterior a este estreno hemos escuchado "Rampante""El afecto afecta", dos bellos avances que nos han mantenido al pendiente de las novedades de Apache O’Raspi, este gran músico independiente de Torreón.

"FRONDA" es una hoja grande de helecho y el nombre de esta tercera entrega que formará parte de su siguiente quinto material. Bajo la producción de Chino Bolado, el track tiene la vibra perfecta para este mundo de caos, electrificado por sintetizadores y un toque de pop psicodélico que hace una mezcla perfecta con la letra.

"La canción describe a un personaje que al no querer adaptarse a la vida citadina opta por vivir en la copa de los árboles. En esta virtuosa necedad nuestro personaje disfruta de las cosas más sencillas como el viento y la recolección de frutos". Apache comenta que este personaje está inspirado en "El barón rampante", obra literaria de Italo Calvino, y en este tema en específico muestra un poco su fascinación a la jardinería y las convicciones que uno puede tener para mantener una forma de pensar.

Siendo uno de los artistas con más constancia en la independencia, calidad y enorme evolución en sus años de carrera, Apache O'Raspi prontodará más noticias sobre este quinto disco que también llevará por nombre FRONDA. Mientras tanto asistan al show en vivo que tiene armado para este sábado en el 316centro. Ampliamente recomendado.

The Mystery Lights en el Foro Indie Rocks!

Viv & The Sect, The Mystery Lights y la revelación del cartel ¡todos ganan en esta noche Hipnosis!

Luego de varias semanas de espera, por fin ocurrió el esperado evento que congregó a toda la comunidad psych en México. El festival Hipnosis reveló el resto de su line up y lo hizo a lo grande, ya muy a su manera, con una verdadera celebración de la psicodelia.

La cita –como siempre– fue en el Foro Indie Rocks!, lugar que desde hace un tiempo se ha convertido en un refugio del psych y el garaje gracias a los diferentes eventos que ha presentado el festival. La gente fue llenando el lugar poco a poco, pero sorprendía el hecho de que la gran mayoría se sentía como en su casa. Ya tenemos veteranos en la comunidad Hipnosis.

Caminando entre el público se escuchaban apuestas sobre el cartel y comentarios del show de esa noche. Debo decir, que muchos se transformaron en verdaderos adivinos con este line up. Pero lo que me llamó la atención fue que tal vez una tercera parte de los asistentes no estaba familiarizado con The Mystery Lights. Sin embargo, confiaban completamente en la selección de los organizadores. Esto es importante, pues la relación entre el público y el festival parece inmejorable.

Luego de revelar el cartel, la banda Viv & The Sect abrió el escenario del foro y dio comienzo a las celebraciones. La gente no esperó a dar sus comentarios del festival y en realidad se apresuraron en acceder al foro. Todo estaba puesto para este y supieron aprovechar la emoción del público. Debo decir que de todas las agrupaciones nacionales que han estado en los diferentes eventos de Hipnosis, esta fue la mejor por mucho, no solo porque logró cautivar a los asistentes, también por su innegable talento y desenvolvimiento en el escenario.

Viv & The Sect se despidió con aplausos, alaridos y otra gran victoria en lo que va de este año. Hay que tomarlos mucho en cuenta, pues son una de las bandas a seguir dentro de la creciente escena del garaje en México.

Al terminar, algunos fueron por su segunda o tercera cerveza de la noche y otros salieron al patio trasero para por fin hablar del line up. Nuestros queridos y respetados veteranos a penas y se movieron, invadiendo tal vez las primeras cuatro hileras de enfrente y todo el barandal de la parte de arriba.

La espera fue breve, más de lo normal, pero estuvo bien para no perder el impulso. Todo sucedió muy rápido y fue contundente, un pequeño saludo y explotaron los riffs. Headbangeo coordinado de parte de la gente, las melenas sudadas de los garageros se movían por todos lados, incluso con temas más calmados de The Mystery Lights, como “Watching The News, Gives Me The Blues”.

El show, pasada su primera mitad, había sido emocionante y superaba expectativas, pero entre los asistentes todavía no se perdía el respeto. Había saltos y pequeños empujones, pero faltaba el mosh pit. Todos estaban esperando la oportunidad correcta y se dio cuando la banda tocó “Melt”. Tanta energía acumulada hizo de ese mosh pit algo extenuante y una reacción que no se volvió a repetir.

The Mystery Lights es todo un espectáculo, sobre todo gracias a su frontman Mike Brandon que es una bestia arriba del escenario. Pero lo que hace tan especial a esta banda es que tiene la habilidad de convertir un foro de 500 personas en un concierto digno de una arena o estadio.

El grupo encantó con sus clásicos como “Too Many Girls”, “Follow Me Home” y “What Happens When You Turn The Devil Down”, pero sus nuevas canciones no se quedaron atrás y el disco Too Much Tension! no fue un extraño esa noche.

Por supuesto, la cereza del pastel fue el cover a “Dead Moon Night” de Dead Moon. La banda ya había cumplido, pero aún así nos dio más de lo que pedíamos. Gran elección por parte de Hipnosis, pues no había banda mejor para este festejo.

The Mystery Lights dio un show increíble, convenció al público y creo que se irá de México con un buen sabor de boca. La gente salió contenta por la banda y también gracias al line up. Hipnosis lo vuelve a hacer y nos entregaron una noche memorable en la que todo mundo ganó.

Entrevista con Nochenegra

Nochenegra: Vinilos y baile. 

Una de las afirmaciones más interesantes que se pueden encontrar en Retromania, el libro de Simon Reynolds dedicado a diseccionar la fascinación de la música con su pasado, es que los discos son fantasmas. “Un disco”, teoriza Reynolds. “Es la huella de un cuerpo musical, la post impresión de la respiración y el trabajo”. La oración tiene cierto sentido, sobre todo si se piensa en ese disco en forma de vinilo. Imaginar entonces que una colección es un desfile de espectros no parece tan descabellado.

Si esto tiene algo de cierto, entonces una actividad como las fiestas de Nochenegra es algo parecido a una invocación de fantasmas al servicio de la pasión. Con poco más de dos años de existencia, Nochenegra se ha convertido en una parte importante de la vida nocturna de la Ciudad de México, en una opción de ensueño para los muertos vivientes de la madrugada. “Los discos son obras de arte, piezas de historia, de cultura y además la gente los baila y los disfruta”, asegura Carlos Mayoral a.k.a. Pocz, una mitad de lo que parece haberse convertido en una comunidad al paso del tiempo. La otra mitad es Mariana Maduro y ambos han convertido a Nochenegra en un homenaje a los discos y en una cita mensual a la que cada vez más personas acuden.

“Conocí a Mariana en México, en 2015, mientras yo ponía música. En ese tiempo me volví más coleccionista (de discos), empecé a clavarme en ritmos africanos, latinos, funky. Luego me invitó a tocar a una fiesta, hice un set afro-latino y la gente reaccionó súper bien”, asegura Pocz sobre los inicios de la fiesta. “Tenía un proyecto de Kickstarter de cerámica y prometí hacer una fiesta si se cumplía la meta. Se logró y entonces llamé a los únicos tres DJs que conocía. La única regla era que tocaran lo que quisieran, pero que fuera música negra”, dice Mariana. “No fue público, pero se llamó ‘La fiesta negra’, después nos juntamos formalmente y llegamos al nombre de Nochenegra”.

“Fue una fiesta muy punk en espíritu, pero salió muy bien. Ahí nació el proyecto. De ahí conectamos con El Babalú (el bar en Salón Ríos) en 2017 y fue una relación muy simbiótica y orgánica. Cada vez venía más gente e incluso, en la primera fiesta de 2018, se quedaron como 200 personas afuera, el lugar estaba lleno de gente”.

Desde entonces ambos –de origen venezolano) se– han dedicado a armar diferentes versiones de esa fiesta. Pero no lo hacen solos, Nochenegra es una especie de comunidad que no deja de aceptar miembros, es un esfuerzo colectivo en donde los invitados son esenciales. “No solo son DJs, hay de todo: diseñadores, artistas, amigos de todo tipo. Cuando nos conectamos con alguien de inmediato lo invitamos, este tipo de música va conectado también con una energía y una cultura de ritmo, de calor y de baile”, dice Pocz. “Dentro de este tipo de música y en el mundo del vinilo hay muchas coincidencias y eventualmente nos conocemos”, complementa Mariana.

Son esas coincidencias y amistades en el camino lo que ha llevado al proyecto a sobrevivir y crecer en una ciudad llena de fiestas. Hace no mucho tiempo celebraron su segundo aniversario con 12 horas de música en el Jardín Juárez de la mano de DJs como Gran Eme de la tienda de discos Revancha, Ruffy TNT de Discodelic y Ritmonzón de Sonido Gallo Negro, entre otros. “Fue una locura, pasaron 4000 personas en 12 horas, estuvo muy chido. Carlos tocó su live con dos percusionistas en vivo. Estuvo chido porque eran amigos de la casa, un DJ de Monterrey que estaba de paso y dos chicos de Toronto que conocimos hace poco”. Fue una celebración particular, producto de un esfuerzo basado meramente en la pasión.

“Estamos muy felices. Ha jalado muy bien en la ciudad. La vibra de la gente es cada vez más receptiva y abierta, se nos ha ocurrido cualquier cantidad de conceptos y la gente va a bailar con la mejor energía. La fiesta se mantuvo porque la gente pedía otra y otra fiesta más. Toda la gente que nos sigue es porque genuinamente le gusta el proyecto”.

¿Cuál es el secreto de su éxito? Realmente parece ser una especial atención a los detalles. Su cuidada curaduría de invitados. “Sí hace falta cierto tipo de nivel para tocar en Nochenegra, además de ser coleccionista tienes que saber tocar. No cualquier persona puede tocar”; su enfoque hacia la música misma. “El coleccionismo es algo muy de clavados, enamorados de la música, entonces a veces los sets son muy intelectuales. Son como investigaciones musicales” y, sobretodo, su constancia para perfeccionarlo todo. “Trabajamos mucho, Pocz es productor musical, yo (Mariana) hago producción, crowdfunding. La fiesta es un side project de ambos. Para nosotros, es la fiesta que queremos ir y que hacemos una vez al mes, invitamos a nuestros amigos y esos amigos a sus amigos”.

Pero Nochenegra también se ha enfrentado a los eternos prejuicios que inundan una ciudad como la nuestra. “Obviamente nos ven blancos o güeros y Latinoamérica es muy clasista, pero ha tocado Sonido Fascinación con nosotros, por ejemplo. Es decir, no es que estemos en contra de ir a Tepito a tocar, solo no es en donde nos movemos, pero si nos invitan vamos a ir”, aseguran. Ha sido una fiesta más cercana a círculos distintos a los que la música negra evoca, con covers que esa misma cultura vería altos, pero esos detalles también son pensados. “Si alguien no tiene dinero para pagar el cover, puede enviarnos un mensaje y le damos acceso. La verdad es que también queremos escalar la fiesta y queremos traer a más DJs internacionales, pero como no tenemos patrocinio, tenemos que reinvertir siempre”.

“El prejuicio ha llevado a la gente a pensar que somos unos millonarios colombianos que hacemos una fiesta de salsa y nada más alejado de la realidad. Nos ha costado sudor y lágrimas, hemos trabajado muchas horas. No es una fiesta de salsa, eso es súper reduccionista. Hay muchos juicios injustos, pero hemos podido contra ellos”.

Cada una de esas decisiones tiene un trasfondo y todas ellas son a favor de una fiesta que se distinga del resto. Nochenegra también es distinta en su música, la protagonista de sus fiestas. “El warm up en la fiesta es muy importante. Para Nochenegra es esencial y no es solo para los DJs con menos experiencia”, asegura Mariana. “Uno tiene que tener empatía con la gente y con el dancefloor para vibrarlo. No importa que sea un disco muy raro, si no tiene la energía necesaria para la fiesta, entonces no funciona. Yo no conozco el 80% de los sets de los DJs que tocan en Nochenegra, siempre me sorprendo y eso es parte de la magia de la fiesta”.

Puede haber prejuicios siempre alrededor, pero una cosa es cierta: la música en las fiestas de Nochenegra siempre va a recompensar, los fantasmas nocturnos nunca dejan de impactar. “Cada DJ que invitamos toca algo distinto de su propia colección, es algo que solamente va a pasar esa noche, entonces es importante que se escuchen completos los sets”.

Todo el esfuerzo ha tenido recompensas y el futuro para Nochenegra se ve luminoso. “Queremos cambiar de venue y explorar la ciudad. No queremos quedarnos solo en Roma, Juárez o Centro. Queremos seguir haciendo la fiesta mensual y empezar a viajar por el interior de la República, a Estados Unidos, a Europa y empezar a llevar esto que durante dos años construimos. Nos equivocamos mucho, ya entendimos, ya sabemos cómo se hace y ya podemos hacerlo donde sea”.

Si los discos son “portales hacia tiempos y lugares remotos”, entonces las fiestas de Nochenegra también lo son. En estos tiempos y lugares han aparecido muchos fantasmas. “’Mestizo’ de Joe Bataan ha sonado muchísimo, hubo un tiempo que ponía mucho 'La niña fresa', 'Cumbia sobre el llano'. En alguna época sonaba mucho Ray Barretto, siempre hay una de Barretto que suena. He cerrado con Bob Marley, Fela Kuti. Hay una que han puesto todos los DJs y que por eso yo nunca la quiero poner. 'Tipit Hayed' de Wganda Kenya porque es una representación afrocaribeña, afrolatina de Colombia, representa mucho los tipos de ritmo de Nochenegra: es afrobeat con latin, con cumbia”. Es casi como si tiempo y espacio estuvieran al servicio de la pista de baile.

Después de mucho hablar de discos, le pido a Pocz y Mariana que sean ellos quienes cierren esta entrevista con una aproximación personal sobre lo que Nochenegra representa en realidad y sus respuestas, también, son detalles que le brindan importancia.

Mariana. “Nochenegra es un espacio abierto, completamente inclusivo, una fiesta con todos los colores, sabores, gustos, olores, de todo. Es para la gente que quiere ir a bailar y la quiere pasar bien. Para quien se quiera sorprender con música que nunca ha escuchado, salir bien sudado y rumbeado y con música que ni Shazam va a reconocer.”

Pocz. “Queremos que estén abiertos a escuchar todo tipo de música, que se den la oportunidad de escuchar estilos que expanden la mente. Nochenegra es ese homenaje a todas esas personas y compositores que poca gente conoce. Es un homenaje, también, a nuestro propio mestizaje. La música trasciende nacionalidades y fronteras, agenden el 3 de agosto porque llega la nueva fiesta”.

 Los fantasmas están listos. Ahí nos vemos.

 

Semana IR! 2019: Cuco + Wet Baes

El final ideal de la Semana IR! 2019.

Lo primero que uno puede notar cuando Cuco sube al escenario es que es alguien muy querido. Más allá de la música que le ha regalado al mundo, es alguien en quien la audiencia confía plenamente, un tipo que no titubea sobre el escenario y que recibe cada muestra de cariño con los brazos abiertos sin pestañear. Una semana dedicada a la música en vivo solo podía terminar con algo así: con una demostración de perfecta sincronía entre multitud y artista.

El día estaba diseñado para todo aquello. Antes de Cuco se presentó Wet Baes dentro del Foro Indie Rocks! solo para reafirmar un par de cosas que ya se sabían muy bien: es uno de los proyectos mexicanos más interesantes actualmente y han sabido hacerse de un séquito de fanáticos que parecen seguirlos a donde quiera que vayan. Con una nada modesta ejecución fueron los encargados perfectos para abrir una noche que solo podía terminar en éxito.

Después de que Wet Baes hiciera lo suyo, las personas respiraron aire fresco en un concierto especial. No solo la Semana IR! cerró con Cuco sobre el escenario, sino que lo hizo en el patio del foro, abierto a todas las edades y con un claro sentimiento de hermandad. La buena onda se respiraba por todos lados y cuando Cuco subió al escenario se creó una postal ideal de lo que esta semana representa: una pasión por la música que une personas.

Pero las sorpresas estaban por venir. En uno de los sets menos complacientes que se le hayan visto, Cuco y su grupo arrojaron muchas pistas de su primer disco que está próximo a salir. En sus manos la música nueva fue la mejor arma para un set que osciló entre la incertidumbre de la experimentación y la tradición de la familiaridad. Por cada éxito que el foro entero coreaba, había un par de canciones nuevas que se asomaban para sorprender. Si el disco es algo parecido a aquellas piezas, entonces poco hay que preocuparse por él.

Entre los momentos más icónicos del concierto estuvieron “DameLove” con todo y una Girl Ultra siempre infalible acompañándolo en el escenario, “Lover is a Day” con una nostalgia impulsada a niveles épicos por su banda, su nuevo éxito “Bossa No Sé” y una “Amor de Siempre” que retumbó en las paredes del lugar con fuerza, cantada al unísono por un público que la conoce a la perfección.

A final la tarde fue una perfecta resolución. Una Semana IR! más se agrega al historial de ediciones exitosas con un día que tuvo todo para ser recordado como se debe. Viene un Recovery Sunday para procesarlo todo y empezar a contar los días para la semana de 2020. Ahí nos vemos.

Semana IR! 2019: TR/ST (Late Show)

TR/ST extinguió nuestras almas en una noche de baile y euforia.

Cuando se trata de TR/ST se puede pensar en un ambiente oscuro lleno de baile, una liberación de energía donde la euforia y la pasión se pueden observar en los rostros y movimientos de Robert Alfons y compañía. Sin embargo, la segunda presentación que ofreció el artista en el Foro Indie Rocks! trascendió las barreras físicas, creando una una conexión única de cariño con sus fans y entregándose en cada canción, principalmente éxitos de su reciente disco The Destroyer — 1.

Los primeros sonidos alcanzaron nuestros oídos y ya se podían observar las cabezas de Esther Munits (sintetizadores) y Lia Braswell (batería) moviéndose de un lado a otro como un ejercicio de calentamiento, hasta que Robert Alfons apareció en el escenario para comenzar con “Bicep” e inaugurar una noche de destrucción. Alfons se observa libre brincando de un lado a otro sobre el escenario, sin temor, como si no existieran límites, controlando todo a partir de su mente. Después de un silencio, las luces apuntaron hacia su figura que se sujetaba con fuerza sobre el micrófono para dar paso a “Gone”.

La potencia con la que sonaba cada golpe en la batería se hizo evidente en “Bulbform”, mientras la velocidad del palpitar de unas luces rojas desaparecía con la silueta de Robert que emergía en diferentes lugares como si se tratara de un acto de magia. Uno de los momentos más intensos fue “Poorly Coward”, donde cada nota sonó como un estruendo que nos llevó a un delirio total, alucinación que se extendió con una de las más aplaudidas “Bloom”.

“Control Me” y “Are We Arc?” nos llevaron por un viaje de sonidos ambientales y espaciales, que sedujeron junto con la voz distorsionada de Alfons. Placer que se fue transformando en sombras que se retorcían mientras sonaba “Gloryhole”, en una sesión desenfrenada de baile y cuerpos desvaneciéndose entre el humo y sudor. Mientras que “Grouch” y “Unbleached” detonaron ese sonido electro goth que produce escenarios nebulosos de perdición.

La locura se desató en “Dressed for Space”, la materia de los cuerpos se transformó en diferentes formas, que tomaban su estructura original y volvían a sufrir cambios al compás de las voces que corearon cada verso de la canción. En este momento Robert Alfons agradeció la asistencia de su público, aunque ya lo había hecho repetidas veces. Después de la demencia vino un momento más tranquilo con “Destroyer”, sencillo que será incluido en The Destroyer — 2, un teclado relajado y una batería punzante resonaron mientras el cantante permaneció en el centro del escenario iluminado por una serie de luces blancas que erradicaron el misterio por unos momentos. “Sulk” fulminó con nuestros cuerpos entre vibraciones intensas y aplausos que se fueron difuminando en la lobreguez del recinto.

El encore constó de tres canciones: “Colossal”, “Wake With” y “Peer Pressure”. Los visuales dibujaban un contorno de fuego sobre Robert Alfons, eran las puertas de ese mundo infernal rodeado de colores sombríos y formas brumosas, donde eres arrastrado por sonidos densos y voces deformadas. Era el anuncio de que ‘el destructor’ tenía que regresar después de extinguir nuestras almas.

Semana IR! 2019: Cloud Nothings + El Shirota

Aquí y en ningún lugar: Cloud Nothings y El Shirota.

Si al día siguiente del jueves 7 de junio del 2019 tuvieron una plática de elevador, seguramente mencionaron la lluvia. Porque la lluvia es un catalizador de conversaciones sin sentido. “Qué fuerte estuvo ayer el agua, ¿no?”. “Híjole, acababa de lavar mi carro y ayer se cayó el cielo”. “Ayer llegué medio tarde a un concierto por la maldita lluvia”. Y sí, la ciudad se convierte en un caos pero hay cosas un poco más relevantes de las que se podría hablar. Porque justo ese jueves, era jueves de Semana IR!.

Poner etiquetas determinantes no es lo mejor siempre, pero si nos viéramos en la necesidad, el jueves era jueves de guitarras. En puerta estaba la presentación de una banda mexicana que goza de la privilegiada recomendación de boca a boca: El Shirota; y también el regreso a la CDMX de un proyecto que parece incansable: Cloud Nothings. Quizá esto sea una reflexión innecesaria, pero es muy reconfortante ver cómo el Foro Indie Rocks! se ha consolidado como uno de los lugares para ver a muchos artistas que, tal vez, en otro recinto no tendrían cabida. Y con las remodelaciones recientes, ha quedado mejor que nunca.

Podrás decir muchas cosas sobre El Shirota, pero nunca que son una banda sateluca. Para los hermanos habitantes de la zona de Tlalnepantla de Baz, hay ciertos códigos. Así como en los suburbios de zonas lluviosas o frías en Estados Unidos, muchos adolescentes se dedicaban exclusivamente a tocar y escuchar música en sus habitaciones para resguardarse de las inclemencias del clima, los muchachos de El Shirota parecen emular las prácticas, aunque yo lo ataño más a que para llegar a cualquier lugar en la CDMX desde allá, se necesitan por lo menos, 50 minutos de auto. De las escuchas, de los ensayos, El Shirota ha logrado consolidar un estilo que es difícil encontrar en las propuestas locales. En una entrevista reciente con Indie Rocks!, Nacho comentaba que sus gustos musicales van evolucionando, que no necesariamente tienes que gritar para ser honesto con tu música. Seguro que hay por ahí un “purista” que diga: “ya no son tan chidos como antes”. Pero también habrá 10 personas más que opinen que deben seguirle la pista. Sobre todo si se les ve en vivo. Son de esas bandas que, sin darte cuenta, has visto sin parpadear por más de cinco minutos. Enérgicos, buenos músicos y con mayor madurez, El Shirota y sus nuevos sencillos, están listos para dar un paso a la élite de la escena local.

Después de una vuelta por el patio buscando cervezas o algo para comer, se escuchó alguna voz dentro del Foro. Ya estaban sobre el escenario. Habían pasado algunos años desde que Cloud Nothings habían venido a México. Dentro de ese periodo, la banda de Ohio había sacado dos discos consagrantes. Tanto Life Without Sound y Last Building Burning, habían sacado lo mejor del proyecto de Dylan Baldi. Lo que comenzó como maquetas hechas en GarageBand, había culminado en Sonic Ranch, uno de los estudios con más reconocimiento a nivel mundial. La mano de productores se nota en canciones como “Modern Act” o “Leave Him Now”, en donde combinan lo mejor de la esencia de la banda. Una crudeza ligera, alboroto calculado, gritos desbordantes pero mesurados. Cloud Nothings es un proyecto que discurre en diferentes estilos y géneros musicales. A veces parecieran hermanos de Real Estate y a veces de Titus Andronicus. Los contrastes son necesarios.

En vivo se notan cohesionados. Con visuales de Adult Swim o sin ellos, con los monitores bajos para el baterista o hablando con una sola persona del público, no tienen muchos más aspavientos pero las canciones hablan por sí mismas. A veces pareciera que es la banda de tus amigos de la prepa evolucionada. Como si esa tocada en la que por fin pudiste besar a tu persona favorita después de aguas adulteradas se proyectara a un escenario profesional. Y eso es una virtud que a veces se pierde entre el creerse estrella de rock. Es obvio que Cloud Nothings no son Tame Impala o Muse, pero tampoco quiere serlo. La intimidad parece irle de maravilla. “On an Edge”, “The Echo of the World” o “Stay Useless” sonaron como deben sonar. Dijeron que les gustaba venir a México y a nosotros nos gusta que vengan. Son una banda que encumbra tiempos turbulentos pero disfrutables. Tiempos de cambios, de amigos que se van, de amores que no duran lo que se quisiera. Tiempos de descubrimientos, de decepciones, de gritos por las noches y aprendizajes que forjarán una personalidad.

Con lluvia o sin ella, la Semana IR! 2019 tuvo otra noche que en algunos años se recordará con una sonrisa y no solo como una plática de elevador. También, dentro de esos años quizá haya nuevos discos y canciones de dos bandas que, sin lugar a dudas, valen las reproducciones que se les dediquen.

Semana IR! 2019: Inner Wave + Boson de Higgs

Inner Wave nos sedujo con introspección y dulces ritmos para bailar.

La Semana IR! no afloja en su velocidad e intensidad, ya que la noche de ayer volvimos a tener una perfecta presentación con talento nacional e internacional. Además de la increíble música, las instalaciones del Foro Indie Rocks! volvieron a ser remodeladas, brindando ahora un espació aún más cómodo y moderno. Cada vez, más y más, el venue se convierte en un espacio sin igual; la mejor sensación para describirlo es como llegar y ser recibido por la calidez de tus amistades con la cerveza más fría del mundo.

Si algo definió la jornada de ayer, fueron las mezclas de géneros. La banda telonera en esta ocasión fue la capitalina Boson de Higgs, con una deliciosa combinación de synth pop con lo-fi. Durante cerca de media hora nos deleitó con canciones como la movida “Géminis”, la tierna “El Observador” y la romántica “Duele y lo sabes”, además de otras canciones de su primera producción discográfica: Años Luz (2019), próxima a salir. Al concluir, fueron increíblemente despedidos por los presentes, mientras aventaban unas playeras para la audiencia.

Todavía esperamos unos minutos para empezar a disfrutar a Inner Wave, banda que ha empezado a tener un ascenso en su carrera gracias a su calidad musical. Además de talentosos, tres de los integrantes: el frontman Pablo Sotelo, el bajista Jean Pierre Narvaez y el guitarrista Elijah Trujillo, se conocen desde secundaría, teniendo una singular conexión que se ve en sus canciones y en el escenario.

Los gritos empezaron desde antes que saliera formalmente Inner Wave, ya que al ser todavía una “banda pequeña”, no tienen roadies o ayudantes para hacer el setup del escenario por lo que los integrantes salieron a hacerlo ellos mismo. Después de unos minutos, oficialmente regresaron y abrieron con la eclética “Why'd You Have To Act Like That Though” y la tranquila “Oof”, ambas de su más reciente EP, wya (2019).

Los fans de la banda, tanto en el primer y segundo piso del foro, se sumieron inmediatamente en una espiral hipnótica por la letra de las canciones, así como suaves melodías. Continuaron algunas piezas de su salvaje disco Underwater Pipe Dreams (2017), que tienen casi 20 canciones. Disfrutamos esta etapa de la banda que mezcla synth wave con beats latinos y hasta R&B, con “Song 3” y sus salvajes riffs en la guitarra, la alegre “Jerry”, y “Bower”, con su coro pegajoso.

Después tuvimos un momento sin igual, ya que tocaron un divertido cover de “La negra Tomasa”, de Guillermo Rodríguez Fiffe, y con esto, se ganaron en definitiva el corazón de todos sus fans. La noche continuó brindando música desde para bailar con emoción hasta para quedarse quieto disfrutando mientras uno cerraba los ojos.

Posteriormente, llegó el momento de tocar algunas de las canciones más antiguas, por lo que nos deleitaron con la mágica “Diamond Eyes”, que nos arropa y nos lleva por un viaje interestelar mientras acariciamos el cosmos. O la intensa “American Spirits”, cargada de energía y ritmo acelerado.

Con decenas de canciones a espaldas de la banda, los fans pedían continuamente por sus favoritas. Una chica todo el concierto estuvo gritando por “Blacklight”, que desafortunadamente no la tocaron, y tampoco, el clásico encore. Aún así, el concierto no pudo terminar mejor complaciendo a absolutamente todos con dos piezas que nos revitalizaron.

La primera fue “1 4 2” con su genial armonía que va creciendo con todos los instrumentos en una explosión con toques de psicodelia. Y la segunda, la que posiblemente todos esperábamos: “Eclipse”, con esa melodía en la guitarra que te derrite con las primeras notas mientras entra en contrapunto la voz con ‘Try it's right there for your eyes’. Y así, los integrantes de Inner Wave se despidieron mientras los fans solicitaban a gritos más música.

Con esto terminamos el tercer día de la espectacular Semana IR!, que sigue proporcionando una gran curaduría de música para todos los gustos y proporcionando un abanico de emociones.

Semana IR! 2019: Lee Fields & The Expressions + Orestes Gómez

Cómo incendiar el alma con el poder de una voz.

Si por algo se ha caracterizado la Semana IR! es por ofrecer un abanico de propuestas que no siguen una línea de género o época. Cada año son capaces de complacer quizá al fan que creía que su artista no pisaría tierras mexicanas o también, hay quienes depositan su confianza en la selección y van para disfrutar y conocer.

En la línea del soul y funk, así como en 2018, se lucieron con la noche engalanada por Curtis Harding, esta vez el encargado fue Lee Fields y su banda The Expressions. Una presentación que, teniendo en cuenta todo lo dicho, estuvo colmada de presentes ilusionados con sentir vibras genuinas de esta música que tuvo su auge allá en los 70, y qué mejor que con un personaje que labró sus comienzos en esos mismos años.

Para inaugurar la noche, el productor y percusionista venezolano Orestes Gómez tomó el escenario, ahí, al centro, con su batería, pad y demás herramientas. Aunque no fue la mejor combinación por lo que estaba por venir con el acto principal y que también, Gomez sufría de los primeras señas de las fallas de audio que se avecinaban, resultó interesante tener una propuesta tan diferente como parte de los invitados a la Semana IR!. Dicho sea de paso, que no se acompañara de más músicos y que algunos instrumentos fueran pistas grabadas, le restó espectáculo. A veces no se distinguía bien lo que sonaba; lo bello, virtuoso, ambiental y hasta atmosférico que llega a ser su música en el stream y en las versiones de estudio, difícilmente se pudo igualar la noche del 4 de junio. Nos quedamos con ganas de escuchar en esplendor pistas como “Naua”, “Mala Maña” o “Calma Indefinida”.

Pasadas las 22:00 H y con las ansias a tope, salió la banda para hacer acto e ir moldeando el ambiente entre acordes y golpes de vientos de trompeta y saxofón. Benny Trokan, su guitarrista, presentó de manera estelar a: Mr. Lee Fields quien, con un saco de brillantes, se robaba toda la atención sobre el escenario.

La noche prometía pero... Comenzaron los inconvenientes. Desde la primera canción ("I'm Coming Home") se escucharon algunas fallas en el audio, algunos instrumentos más altos que otros, faltaba algo de claridad en lo que salía de los altavoces y, lo más importante, el micrófono de Lee no transmitía casi nada de sonido, lo cual, fue identificado por todos los presentes que a pesar de la gran y potente voz del nacido en Carolina del Norte, no se escuchaba más allá de los primeros metros del escenario. La banda continuaba con su set, pero las cosas no mejoraban, y eso que el público aplaudía al ver la entrega de Fields al mismo tiempo que reclamaba las fallas.

Después de pasar sin mucha emoción una de las que más se querían escuchar en la noche ("It Rains Love"), el show se tuvo que suspender unos minutos para arreglar los inconvenientes, mismos que afortunadamente después de algunos cambios, fueron mitigados. The Expressions repitió un acto de introducción y de nuevo presentó al mítico hombre del soul a tiempo de "You're What's Needed In My Life". De Inmediato las cosas se fueron al éxtasis, la ardiente voz de Lee erizaba la piel, estremecía las emociones, no perdió más tiempo y entonces soltó algunos de sus más grandes hits; "Ladies", "Will I Get Off Easy", "Wake Up" (este último par de su más reciente álbum) y coronar la primera parte de su set con una versión descomunal de "Faithful Man", que llevó las sensaciones del caos a la calma, de la serenidad a la locura, y todo conducido por la voz más espectacular de toda la noche en la que Lee no se guardó absolutamente nada.

La gente siguió ahí, fiel y esperando por más. Parecía que esto no había durado nada con todo y ese medio tiempo tomado para solucionar los problemas con el sonido. Porras y aplausos no faltaron en el encore y la banda salió de nuevo para lucir una ejecución exquisita y deliciosa de "All I Need", dejando ver que parte de la magia también era causada por sus intachables instrumentos. La joya de la corona fue puesta con "Honey Dove", no la pieza más álgida de su repertorio pero sí una de esas que queman a fuego lento y donde de nuevo, el frontman iba exponer de lleno su voz, y así fue. Por si fuera poco, llevando la pieza de estudio a niveles insospechados para lograr un final más que épico donde Fields prácticamente desgarraba su garganta sin restricción.

Desafortunados aquellos que no tuvieron la paciencia para esperar a la reanudación del show, si ya habíamos esperado por uno de los bastiones del soul más de 20 años, esperar unos minutos más no era nada. Para todos los que aguardaron ahí, fueron totalmente recompensados y más, quizá, en el recuento final Lee Fields quedó a deber algunas canciones de su primera época porque prácticamente todas las canciones de la noche abarcaron sólo sus últimos 10 años de carrera; de My World (2009) a It Rains Love (2019). Quizá al ver la conexión y magnifico recibimiento que tuvo en la Ciudad de México, vuelva pronto para seguir repasando su catálogo con sus fans mexicanos, para hacer que llueva amor (literalmente porque fue parte de los diálogos de la noche), para encender almas con el poder de su voz.