Foro: Teatro Metropólitan

Carlos Sadness en el Teatro Metropólitan

El cantante, compositor e ilustrador español Carlos Sadness regresa a la Ciudad de México.

Luego de su exitosa presentación en El Plaza Condesa el pasado 1 de diciembre de 2017, el cantautor español Carlos Sadness regresa a nuestro país con motivo de la presentación de su tercera producción discográfica titulada Diferentes tipos de luz (2018), material inspirado, escrito y compuesto a través de la luz.

En palabras del artista. “Muchos días amanecía con una luz y volvía a amanecer, de forma muy distinta y horas más tarde, en otra ciudad. La luz ha sido mi compañera en este viaje. Entrando por los grandes ventanales del l’Eixample de Barcelona o por el centímetro abierto de la ventanilla de un avión, volviendo lo que parecía opaco en transparente”.

Este show –en el que la luz será la protagonista– llegará el jueves 8 de noviembre al Teatro Metropólitan. La preventa se realizará los días 16 y 17 de abril. Mientras que la venta al público en general comenzará a partir del 18 de abril en las taquillas del inmueble y a través del Sistema Ticketmaster.

Una de las sorpresas que Carlos Sadness tiene para el show, es la presencia del compositor mexicano Siddhartha, quien cantará por primera vez con el español en su show el 8 de noviembre. El ukelele de Sadness se unirá con la armonía del tapatío, quien en septiembre llenó dos veces el Teatro Metropólitan con su gira "Al Aire". 

Precios:

Vip: 1,200
Preferente A: 1,000
Preferente AA: $850
Preferente B: $650
Preferente BB: $400
Balcón C: $550
Balcón D: $350
Balcón E: $300

*Los precios aquí mostrados NO INCLUYEN los cargos por servicio de Ticketmaster*

 

 

 

 

Javier Corcobado en el Teatro Metropólitan

Por segunda ocasión, el Teatro Metropólitan albergó la densa poesía sonora de Javier Corcobado.

Narro la experiencia tal y como fue ocurriendo.

20.30 H. ocupo mi asiento sin mayor problema. La promesa: A lo largo de la noche hemos de visitar los casi 30 años en la carrera de Javier Corcobado. Él se sumergirá sin miramientos, sin condescendencias, sin inútiles precauciones; se sumergirá para abismarnos junto a su cuerpo de adulto a esos paisajes obscuros que lo constituyen.

Casi a punto de iniciar el recital, trato de imaginarme lo que pasa tras bambalinas: La emoción palpitante de los últimos momentos, los abrazos mudos, las miles de escenas que como ráfaga les cruzan por la cabeza (Y es que, para un músico, una noche como ésta es un parteaguas indiscutible).

Tan solo un cuarto de hora más tarde de lo anunciado –21:15 H.– las luces de la sala palidecen. Mientras, “El Duque del Ruido” ocupa su sitio sobre el imponente escenario de un teatro que por poco, pudo estar totalmente lleno. A la cuenta de unas baquetas, acción:

  1. “Les falta amor” (Los estertores de la democracia, 2014)

Abre la velada un solo de trombón. El audio que de inicio suena desprolijo, poco a poco se va acomodando. Cabaret, poesía, obligados rabiosos, punk y lodo dulce. Javier canta "Les falta amor" lo dice con todo el cuerpo y se lanza al piso de rodillas.

  1. “Carta al cielo” (Arcoiris de Lagrimas, 1995)

“¡Buenas noches México!” Tras un intro de acordeón, los primeros valientes se despegan de sus asientos. En una versión un poco menos violenta que la grabación original, nosotros rugimos –junto con él– poesía:  “Querido cielo, las alas nievan rozando el aguardiente del amor. Querido cielo, el crepúsculo anuncia lo quirúrgico de tus silencios… Nadie me besará cuando yo muera”.

  1. “Por qué estoy tan triste” (A nadie, 2009)
  2. “Niña preciosita” (Mujer y Victoria, 2016)

Bossa nova de su último disco que coquetea con los sonidos rojizos del cabaret y en su jocoso movimiento esconde una lírica espesa como baba se camufla. Javier nos canta una oda a Lolita. Desde el balcón alguien lanza el primero de muchos aullido.

  1. “Canción del Puerto” (Mujer y Victoria, 2016)

De brasil, brincamos a lo embrujado de un bolero. Susurrante, la suma de nuestras voces conjura un hechizo de sombra. “Te escucharé atentamente pensando que ese soy yo, bebiendo y fumando música embrujado con tu voz, y la canción que no canto la escucho en tu corazón y si me dejas entrar te amaré mejor que Dios”.

  1. “Dientes de Mezcal” (Arco Iris de lagrimas, 1995)

Recordando los tiempos cuando Corcobado hacía dupla con Los Chatarreros de Sangre y Cielo, Javier levanta la base del micrófono en franca provocación y nos conduce obedientes hacia el ritmo de un tango afligido. Al fondo del escenario, una pequeña mesita llena de licor recibe la visita alternada de los músicos que rompen todo formalismo, es la noche de las confidencias ebrias. “Y en nuestro último beso mordimos el gusano del mezcal, y después nos suicidamos”.

  1. “Sangre de perro” (Agrio Beso, 1989)

Tan largo es el recorrido que daremos, que nos vamos al inicio y del Agrio Beso aullamos “Sangre de perro”. Los arreglos de las versiones se modifican y por un momento reconocerlas toma su tiempo, se mudan del punk, habitando en su re interpretación un espacio menos distorsionado, pero igual de violento, lo que resulta en aullidos desde los balcones, gritos, escalofrío entero en crescendo.

  1. “Orquesta de perros” (Editor de sueños, 2006)

Tras una pausa que deja oír nuestra inquieta emoción Javier se dirige a nosotros: “Quiero que nos ayudéis en esta canción, ¿Os gustan los perros? Pues por favor, ladrad” y ladramos para introducir la balada de aires frescos que nos hace aterrizar la catarsis convulsiva de hace un rato. “No sé dónde pero me duele mucho, me duele mucho” (Y sobre el escenario vestido de cortinas color sangre, Corcobado en verdad se estruja el corazón).

  1. “Secuestraré al amor” (Fotografiando al corazón, 2003)

Este sin duda no es un concierto para el baile, es un concierto de recitar poesía dolorosa y hemos venido a cantarla a todo pulmón.

En un intermedio, largo pero justo, Javier se toma el tiempo para presentar a sus secuaces musicales. Algunos como Oscar Aparicio (trombón, melódica, coros); Jaime Yakaman (guitarra) y Nacho Colis (batería y coros) son cómplices de varios años. El equipo se completa con sangre mexicana: Lola Barajas (sintetizador, theremin, melódica, acordeón coros) y Edgar Torres (guitarra).

  • “Yo no quiero saber” (Fotografiando al corazón, 2003)
  • “A nadie” (A nadie, 2009)
  • “Te estoy queriendo tanto” (Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad, 2011)

Homenajeando al gran Raphael, se antoja dar un sorbo de aguardiente mientras el nudo en la garganta nos deja cantar bajito “Te estoy queriendo tanto que te estoy acostumbrando mal” y se nos rasgan los ojos recordando esa gran mesa de apuestas que es el amor.

  1. “El jinete” (José Alfredo Jiménez)
  2. “Sin Corazón no hay nada” (Mujer y Victoria, 2016)

La canción anterior ha dejado como saldo un micrófono roto y los minutos corren lentos en lo que el desperfecto se soluciona. Sin audio, Javier camina el escenario de un lado a otro, agita sus manos, nos brinda y saluda a cada rincón del recinto. El audio no es tan bueno a veces, y parece no importar mucho al cantar un bolero doloroso y alcoholizado.

  1. “Canción del puerto” (Mujer y Victoria, 2016)

Aprovechando la libertad que le brinda Lola y su acordeón, Corcobado se sienta al filo del escenario como un niño que mira a ninguna parte. Una chica se acerca y tímida le da una nota que sin mirar se guarda en el saco para después levantarse y seguir con el bolero. El ritmo se acelera: vida, herida y cicatriz se gritan violentas de rodillas. Escarbar en la yaga de eso se trata. Cantar sucio y vulnerable.

  1. “La Canción del viento” (A nadie, 2009)
  2. “La Libertad” (Tormenta de Tormento, 1991)

Los minutos crecen y Javier nos mira “Les voy a hacer una pregunta ¿Qué es la libertad?. Los amigos de se abrazan y a todo pulmón gritan: “La libertad es la cárcel más grande de todas las cárceles”.

  1. “La navaja automática de tu voz” (Tormenta de Tormento, 1991)

Aunque a la versión le falta distorsión y mugre, logra disparar el gatillo que nos lleva al clímax. El alcohol va haciendo su efecto y ya se miran las caras rojas, el equilibrio roto, la pura franqueza de un estado donde nada importa más que existir en ese momento.

  1. “Ella ya me olvidó, yo la recuerdo ahora" (Leonardo Favio)
  2. “La Bohème” (Mujer y Victoria, 2016)
  3. “Caballitos de anís” (A nadie, 2009)

Para este momento todo termina de estallar y sin excepción nos ponemos pone de pie para brincar, perder la compostura y celebrar la tragedia “Muerte, muerte, muerte” coreamos todos, mientras nuestro adalid baja del escenario a bailar entre la multitud. Y con eso, aparentemente finaliza la noche.

Encore:

  1. “Sombrero de Barcos” (Los Estertores de la Democracia, 2014)
  2. “La ladrada del afilador” (Tormenta de Tormento, 1991)

De pie en el centro de todo, Javier recita sus versos rojos con una mano metida en los bolsillos. Nos recorta el aliento y nos estruja los ojos con las imágenes que va narrando.

23.40 H. a más de dos horas de concierto el final nos alcanza y la multitud ruge por una última canción que nunca sucede. Javier le agradece a la noche de rodillas, acto seguido toma su botella de mezcal y se marcha lejos.

 

 

 

 

 

 

 

David Byrne en el Teatro Metropólitan

¿Apropiación cultural?

En los últimos años la sociedad occidental ha vivido una serie de condiciones en las cuales integrantes de una pseudo-burguesía artística han intentado hacerse del control de expresiones culturales de sociedades de las que no son participes social, económica, política ni, por supuesto, culturalmente. El objetivo de este grupo de personas es retomar lo curioso, lo que representa al otro y poseerlo para hacerlo pasar por propio.

El Teatro Metropólitan vivió una noche en donde se encontraron dos músicos que representan visiones diferentes sobre retomar la influencias artísticas y culturales de sociedades alrededor del mundo. Propuestas contrarias que demuestran que el arte es un compromiso político.

El Instituto Mexicano del Sonido fue el encargado de abrir la noche en el recinto del centro histórico. Media hora de show se vivió para un auditorio que se encontraba a la mitad de su capacidad se impacientara por la aparición del ex líder de Talking Heads.

Un minuto después de las 21:30 H. llegó al escenario David Byrne quien ataviado con su, ya clásico, traje gris tomo asiento en medio del escenario para comenzar su presentación. Una decoración sencilla, pero que al estar mezclada con los juegos de luces que durante la presentación jugaron un papel muy importante creó la atmósfera perfecta para un show con una teatralidad exacerbada.

Pasaron los minutos y poco a poco el ensamble de músicos que acompañan a Byrne en esta gira entraron al escenario, todos portando el mismo traje, descalzos y siguiendo a David en un acto cuasi religioso-musical. Con más de cuatro décadas en el mundo musical, Byrne ha creado una sólida base musical que en sus diferentes proyectos se ha ejecutado con su particularidad y con base en las condiciones de posibilidad de cada proyecto.

La selección que hizo David para este concierto incluyó canciones de su más reciente disco American Utopia, clásicos de Talking Heads y una selección especial de su colaboración con St. Vincent. Cada uno de estos proyectos solo se relacionan por la voz que lo caracteriza, pero sonoramente tienen pocos puntos de relación entre ellos, pues cada uno surge a partir de contextos diferentes.

El gran diferenciador de David Byrne es que retoma cada uno de sus proyectos, pero junto con su ensamble los reversiona para generar una presentación homogénea que hace disfrutar aún más el show porque ninguna canción se siente forzada y todas entran dentro del libreto que el director de escena Byrne se ha encargado de armar para dotar de cada una de ellas partes de una coreografía que hace sentido particularmente y en su unión global.

Retomando el título de este texto y la introducción del mismo, la apropiación cultural ocurre cuando la persona que se apropia del elemento artístico está desligado de la realidad donde surge éste. David Byrne es todo lo contrario a este tipo de apropiación cultural, porque el ensamble que ha conformado es el mejor ejemplo de la multiculturalidad y de conjuntamente crear una serie de sonidos que les pertenecen.

Byrne conoce las culturas afro-caribeñas, sudamericanas y de Asia-pacífico, por ello no duda en utilizar todo el aprendizaje adquirido de estas sociedades para transmutar su sonido y alejarlo de sus inicios en Nueva York para incluirlo en creaciones musicales donde la nacionalidad se difumina para dejar que el arte guíe las creaciones. Percusiones y cuerdas llevan cada una de las canciones interpretadas durante la noche, cada una es una versión única de la canción pues Byrne nunca se queda estático y busca innovar en todo momento hasta con esos elefantes blancos que han construido su carrera como “Once in a Lifetime” o “The Great Curve”.

Pocos músicos deciden salir de su status quo para seguir creando desligado de sus inicios, la mayoría de las carreras solistas es solo regenerar el sonido una y otra vez para nunca trascender y quedar atado a un sonido primigenio. Byrne rompe con ello y decide hacer música desde diferentes géneros y sociedades, por eso puede crear una comunidad como lo hizo en este concierto; la conexión con la gente demuestra que la música es un lenguaje universal y que no es necesario apropiarse de una cultura para usar sus sonidos, lo que si es necesario es conocer esa cultura, comprenderla y sumar a talentos de la misma para la creación.

En el siglo XXI muchas personas utilizan elementos de culturas que no comprenden para mantenerse en las tendencias en diferentes disciplinas, pero en un mundo donde eso ocurre, saber que existen músicos con compromiso político y social como David Byrne es un aliciente, pues él nos da una cátedra de integración, que en este momento no existe y busca eliminarse para volver a la otredad clásica y seguir juzgando sin conocer para, así, mantener los prejuicios.

La noche terminaba, tras el encore que incluyó una canción de Talking Heads y una puesta en escena musical filipina, el público sentía que era el final del concierto, había un sentimiento de satisfacción porque todos sabíamos que presenciamos un show que será irrepetible. Fue en ese momento cuando Byrne y su séquito tomaron de nueva cuenta el escenario para el momento más emotivo y político de la noche.

“Hell You Talmbout” de Janelle Monáe fue la última canción que interpretaron. Y lo hicieron con un claro mensaje para nosotros, no debemos olvidar a las personas que se encuentran desaparecidas porque ellas siguen ahí perdidas por la culpa de gente despiadada, personas a las que que la vida humana no les importa. “Say his name” se repitió en el escenario y en las butacas durante cinco minutos, mientras uno a uno los nombres de personas que no están con nosotros fueron recitados, silencio abismal mientras se hacía el recorrido de los nombres, desesperación de vivir en un mundo donde alguien más puede decidir tu destino porque ejerce un poder fáctico. David Byrne hace política, sí, hace política porque su arte y estilo de vida son un acto político ligado a una efervescencia por mejorar el mundo y no dejarlo perder.

Byrne representa nuestros sueños por rescatar a las sociedades de personajes que solo nos dañan. Bajo el contexto en que los mexicanos nos encontramos, la elección de la última pieza musical nos motiva a nunca dejar de luchar por nuestros ideales.

David Byrne se retira del escenario, ahora sí, el concierto ha terminado, pero nos llevamos un mensaje para no detenernos y seguir combatiendo por un mundo mejor. El Metropólitan queda como testigo mudo de una noche maravillosa donde se creó una comunidad gracias a la música.

Natalia Lafourcade en el Teatro Metropólitan

Foto Cortesía de la banda

Después de tres años de gira Natalia Lafourcade se despide de su público con un digno cierre en la CDMX.

ACTUALIZACIÓN: Debido al éxito y lograr otro sold out, se agregó una nueva fecha. 21 de junio.

El viaje comenzó en marzo del 2015 con su disco Hasta la Raíz en una travesía que emprendió con el fin de mostrarse con un alma desnuda donde impregnó sus sentimientos en la música. Pero durante ese recorrido Natalia creó más, pues fue durante su gira cuando sacó Musas una folclórica creación latinoamericana. Para esta producción discográfica Lafourcade contó con la colaboración de Los Macorinos, conocidos por acompañar a Chavela Vargas en el final de su historia.

Por lo que la gira se alternó con ambos álbumes creando así una poderosa mezcla latina que tuvo un tour mundial, llegando a sitios de alto reconocimiento como el Lincoln Center en NY, el CCK en Buenos Aires, el Auditorio Nacional en la CDMX, Koko en Londres y El Bataclán en Paris. Han recibido su música programas como TinyDesk y Austin City Limits; y ha visitado la BBC de Londres, entre otros foros internacionales que dieron la bienvenida a la mexicana.

Durante este tiempo su trabajo fue galardonado con 7 premios Grammy Latinos y 1 Grammy Award. Además de coronarse como la segunda mexicana que canta en la gala de en los premios Oscar con el tema de la película de animación ganadora Coco.

Ahora como agradecimiento ha decidido dar cierre en uno de los emblemáticos lugares para ella que dan poder a su música con una serie de presentaciones que originalmente eran el 26, 27, 28 y 30 de junio, pero por la alta demanda se tuvo que abrir una fecha nueva. Tendrá invitados especiales y canciones nunca antes tocadas en vivo para dar el corazón en la despedida de su gira.

Los boletos ya salieron en preventa y se pueden adquirir en línea por medio de Ticketmaster o directamente en taquilla.

Ely Guerra en el Teatro Metropólitan

La potente voz de Ely Guerra en el Metropólitan.

Solo dos instrumentos necesitó Ely Guerra para hechizar a sus fieles seguidores: su voz y los sonidos seductores del pianista Nicolás Centella que la acompañaron ayer durante su show en el Teatro Metropólitan. Fue una noche íntima, donde celebró sus 20 años de carrera en la industria musical y el fin de su gira El Origen.

Las luces blancas del escenario se prendieron a las 20:50 H. e iluminaron a Ely Guerra haciendo que fuera el centro de atención del Metropólitan mientras ella le daba la bienvenida a los presentes con su dulce voz en “Para-tí”. Detrás de ella, se leía la frase que definiría la temática del concierto: “When I'm in love, I'm intense”debido a que, la cantante hablaría de las facetas del amor y las relacionaría con las canciones de su repertorio para lograr conectar con su audiencia.

Al comenzar de forma suave “Prometo ser”, se percibió lo cómoda que estaba sobre el escenario, como si fuera su segundo hogar, ya que se daba el privilegio de cantar acostada viendo la arquitectura del lugar sin importarle nada. Ely es una mujer que puede ser dulce, pero al mismo tiempo flamante, porque al cantar “Ángel de fuego” liberó toda la intensidad que había guardado dentro de ella para dejar al público admirado de su poderosa voz.

Entre los homenajes que se escucharon durante el concierto unplugged fueron: “El triste”“La llorona” y “Júrame”, donde todos cantaron con alegría las letras pegadizas. Dieron las 21:48 H. y Ely Guerra desapareció del escenario para dejar al frente al talentoso pianista Nicolás, quien se encargó de capturar la esencia de la noche a través de las notas armoniosas de su piano.

Después de uno minutos, Ely Guerra sorprendió al salir por los pasillos del Teatro cantando “Solamente una vez”, ahora con otra vestimenta y el cabello recogido. La gente no se resistió a acercarse a ella, darle la mano, saludarla y capturar el preciado momento en una fotografía.

Entre las canciones más coreadas que se escucharon en todo el auditorio fueron: “Colmena”, “Porque tendría que sufrir por ti”. “Mi playa", “Ojos claros, labios rosas” y “Quiéreme mucho”. La intérprete terminó su actuación cantando a capela  “Vale que tengas” con un sentimiento tan profundo que logró poner a todo el Metropólitan de pie y despedirla con gran admiración y cariño.

Jorge Drexler en el Teatro Metropólitan

Tres horas en el punto ciego de la pena.

Este es uno de esos conciertos a los que asistes dispuesto a permitir que se llenen tus sentidos y tu corazón. Él lo sabe y, apenas entrar al escenario, se entrega de rodillas ante un Teatro Metropólitan lleno hasta las lámparas. No es necesario ponerse de pie, no es necesario distraer ningún esfuerzo para perderse en una canción, en una historia, en un momento que se presume inmune a toda la pena del mundo.

Jorge Drexler tiene algo de teatral sobre el escenario. La música es la protagonista, sin duda, pero todo lo demás suma; los músicos, las luces, su manera de presentar sus canciones y contar sus historias, hace que te gusten desde antes de escucharlas, construye una complicidad y te va permitiendo dejar el mundo fuera y recibir el abrazo, recibir el amor.

Salvavidas de hielo, el nuevo disco que lo trajo a la Ciudad de México, es uno de sus mejores materiales y se nota cuando es difícil diferenciar la reacción del público ante una de esas y ante una de las que ya son favoritas. “Este disco prácticamente fue grabado en esta ciudad y siento que está contento de regresar aquí”, contó sorprendido el uruguayo en medio de la que mencionó como la primera vez en su vida que agotaba entradas en nuestra ciudad.

Drexler ya tenía ganado al público desde antes de comenzar a cantar, pero fueron los invitados quienes redondearon la noche. La primera que sumó al encanto de romance en el que se había sumido el teatro fue Mon Laferte, quien acompañó al compositor en “Asilo”. A media luz, parecía que todos conteníamos la respiración mientras los mirábamos bailar despacito sobre el escenario; él con la guitarra a las espaldas y ella con la cabeza recargada en el hombro de él.

Después vino a quien Drexler llamó el gentlemex, El David Aguilar, el silbador. “Horas”, uno de los clásicos suaves y románticos del uruguayo, se escuchó a dos voces y una guitarra. “No queríamos dormir, nos queríamos comer a besos” y el puente musical silbado por el sinaloense, nos hicieron cerrar los ojos y desear.

La segunda noche de febrero que Drexler presidió en el Teatro Metropólitan fue también un homenaje a los músicos. Leonard Cohen, Tom Petty y Joaquín Sabina fueron todos parte de algún momento en aquél concierto en que las frases más emblemáticas se anunciaban antes de llegar y cada canción parecía que te llevaba a algún lugar, a algún momento o hacia algún recuerdo, hacia alguien.

Para el encore, las más de dos horas y media que habíamos pasado en nuestros asientos dejando viajar a nuestra memoria, no aguantaron más. Vinieron “Bailar en la cueva”, “La luna de Rasquí” y “Todo se transforma”. De un momento a otro, nadie permanecía más en su butaca, se había venido la fiesta, se habían empezado a mover las caderas, a entrelazar las manos y a llenar los pasillos. A mi lado, una mujer joven y bonita abrazaba su vientre de embarazada mientras cerraba los ojos y se movía al ritmo de la música. Todo era baile, cuerpos, sonrisas, amor.

Javier Corcobado en el Teatro Metropólitan

Conoce los detalles de la visita de Javier Corcobado a la CDMX.

El músico y compositor nacido en Alemania y nacionalizado Español regresa a México para presentarse –por segunda ocasión– en el Teatro Metropólitan (Av. Independencia #90, Col. Centro). La fecha pactada es el próximo 6 de abril, noche en que seremos testigos de un espectáculo en el que nos mostrará su amplio repertorio de sus casi tres décadas de carrera musical junto a una orquesta formada por músicos españoles y mexicanos.

Los precios de los boletos estarán disponibles muy pronto y podrás conseguirlos en las taquillas del Teatro Metropólitan y a través del sistema Ticketmaster y al teléfono 5325-9000.

El reciente álbum de Javier Corcobado se publicó a finales del 2016 y se titula Mujer y Victoria. Además, realizó el proyecto "Canción de amor de un día", una pieza musical de 24 horas de duración, en la que trabajó desde el 2004 junto con 62 artistas.

Javier Corcobado visitó México el año pasado para presentarnos su nuevo poemario Dios perdona a Satanás (Huerga y Fierro Editores) y ahora regresa como parte de la gira por Europa y América que comenzó en el 2017 promocionando su reciente trabajo Mujer y Victoria.

No te puedes perder este gran show.

Jorge Drexler en el Teatro Metropólitan

El compositor uruguayo, Jorge Drexler regresa a nuestro país a deleitar a sus fans con sus reconocidas composiciones.

Jorge Drexler a lo largo de su carrera se ha consagrado como uno de los mejores compositores que ha dado latinoamérica y esto se ve reflejado en sus numerosos reconocimientos entre los que destacan Latin Grammys y un premio Oscar. Ahora, regresa a México para promocionar su disco Salvavidas de hielo, el próximo 22 y 23 de febrero en el Teatro Metropólitan.

El tour –cuyo nombre es el mismo de su material discográfico– ya ha sido presentado frente a más de 40 mil asistentes en diversas ciudades del mundo y tendrá una parada en la Ciudad de México. Los boletos ya están disponibles en el sistema Ticketmaster y taquillas del recinto ubicado en la colonia Centro.

En su trayectoria ha tenido la oportunidad de participar en soundtracks de filmes, así como colaborar con cantantes latinoamericanos de la talla de Mercedes Sosa, Pablo Milanés y Adriana Varela, pero también con artistas mainstream como son Ana Torroja y Shakira.

El sucesor de Perfume está conformado por 11 canciones y cuenta con las colaboraciones de Julieta Venegas, Mon Laferte y Natalia Lafourcade. Dale play a continuación y prepárate para cantar durante este show:

Caloncho se presentará en el Teatro Metropólitan

Como parte de la promoción de su Bálsamo, Caloncho volverá a la Ciudad de México.

El oriundo de Obregón, Sonora lanzó hace algunos meses su más reciente material discográfico Bálsamo, esto luego de dos años de no tener novedades musicales y emprender una gira junto a Mon Laferte. Ahora, el también compositor, regresará a la capital del país para presentarse en el Teatro Metropólitan.

La cita es el próximo 27 de abril y los boletos ya están disponibles en el sistema Ticketmaster y taquillas del recinto ubicado en la Colonia Centro. Puedes encontrar accesos desde los $315 MXN a los $1,295 MXN (cargos incluidos).

En este show Caloncho mostrará un sonido completamente nuevo y más experimental en cuanto a géneros, pero sin perder la esencia y manteniendo los elementos que tanto lo han caracterizado en su exitosa carrera como músico.

Recientemente, Óscar Alfonso Castro, presentó el videoclip de "Equipo", cuya grabación se dio en Oakland, California y fue producido por Mateo Lewis.  De Bálsamo se desprenden “Optimista” y“Hedonista" como sencillos oficiales, temas en los que fiel a su estilo nos transmite las emociones que este experimentó en la creación de su placa.

Escuchalo a continuación y apréndete las letras para su show en la ciudad:

David Byrne viene a México

Sicario Music, 8106 y OCESA presentan: David Byrne en la Ciudad de México.

Hace algunos días, David Byrne compartió a través de su sitio web las fechas del tour que daría por Norteamérica y Europa y para cumplir los deseos de muchos, México estaba incluido en esa lista.

Ahora se ha confirmado que el legendario músico se presentará el 3 de abril en el Teatro Metropólitan en CDMX, dos días más tarde en el Auditorio Pabellón M en Monterrey y el 7 de abril en el festival Corona Capital Guadalajara. Cabe mencionar que esta gira viene en apoyo a su nuevo álbum American Utopia, que saldrá a la venta el próximo 9 de marzo.

David Byrne

La preventa exclusiva para tarjetahabientes Citibanamex será los días 29 y 30 de enero. El público en general podrá adquirir sus entradas a partir del 31 de enero a través del sistema Ticketmaster o bien en las taquillas del recinto. Checa a continuación los precios -sin cargos extras-.

A: 1,320
B: $1,100
BB/C: $880
D: $620
E: $440

De American Utopia, que será editado por las disqueras TodomundoNonesuch Records, ya pudimos escuchar un primer sencillo titulado “Everybody’s Coming To My House”.