SIMIAN MOBILE DISCO: Unpatterns

Cuando de romper patrones y de no repetir fórmulas se trata, nadie lo hace mejor que James Ford y Jas Shaw aka Simian Mobile Disco, uno de los dúos más dinámicos de la música electrónica británica. De ahí que hayan decidido llamar a su tercer y más reciente álbum de estudio, Unpatterns, el cual rompe radicalmente con el estilo de los anteriores, al grado  de parecer incluso que se está escuchando a una banda o artista diferente.

El house sigue siendo su línea de trabajo pero sin el uso tan frecuente de esas vocales poperas que hicieran de canciones como “Hustler”, “Hotdog” y “I Got This Down” (del aclamado Attack Decay Sustain Release, 2007) verdaderos himnos de las pistas de baile en ambos lados del Atlántico. Criticados por haber exagerado con el número de colaboraciones en su segundo álbum -Temporary Pleasure (2009)-, en esta ocasión SMD se olvidan de complacer a las audiencias grandes y ansiosas de mover el esqueleto y se meten de lleno en lo suyo, que es crear sonidos nuevos para los abiertos de mente y audaces de oído.

El disco abre con “I Waited For You” que balanceada y lentamente nos enlaza con la seductora “Cerulean”, la cual empieza con unos pitidos sueltos que progresivamente se transforman en un tejido de beats pegajosos y adictivos que hacen que el quedarse estático sea una tarea prácticamente imposible. Aunque uno esté sentado se tendrá que mover al ritmo de este rolón que no creo que paremos de escuchar en los antros este año en versiones mezcladas y remezcladas. Así, sin darnos cuenta aparece “Seraphim”, una de las canciones donde las raíces house del dúo se dejan ver a flor de piel. No es sino hasta con “Species Out of Control” e “Interference” que  nos damos cuenta de las verdaderas intenciones de Ford y Shaw. Son rolas poco melodiosas, algo ásperas y que llegan a provocar esa sensación de desasosiego que no las hace fáciles de digerir. Y eso no significa que sean canciones aburridas o sin chiste, al contrario, unos oídos bien calibrados (como diría un buen amigo)  no tendrán problema alguno en disfrutarlas. Ahora bien, si ésas dos rolas taladran un poco el oído, la magistral “Put Your Hands Together” salva el día fácilmente y rescata el interés de cualquiera. Al comienzo tiene unos tintes que recuerdan bastante a una rola de Leftfield llamada “ A Final Hit” (incluida en el soundtrack de la legendaria Trainspotting). La rola despega poco a poco y hasta la podemos imaginar sonorizando una noche de fiesta  dejándose escuchar y sentir y avanzando por las paredes  hasta tocar el techo, poniendo en evidencia que éste dúo además de ser productores, son DJ's, y su trabajo es ése, poner a bailar a la gente.

Las últimas tres canciones transcurren sin mucha novedad cerrando de manera casi ambiental el álbum, que aún en sus momentos más prendidos no alcanza a tocar -ni pretender hacerlo- el estilo ultra fiestero, mega bailable y super reventado de sus predecesores. SMD entregan con Unpatterns un disco que corrobora el indeleble sello underground del dúo y ofrecen una cátedra en cómo reinventarse exitosamente sin perder el estilo.

Si quieres conocer más acerca de éste talentoso dúo londinense, échale un ojo a esta entrevista donde hablan acerca de lo mucho que les gusta la ciudad de Tijuana, de “Jesús” y de su disco anterior Temporary Pleasures, entre otras cosas:

Holy Ghost! en el Plaza Condesa

Era con este concierto que Nick Millhiser y Alex Frankel vienen por segunda vez a nuestro país, su primera presentación fue en el One Music & Arts Festival, donde tuvieron una excelente actuación aunque para sorpresa de muchos sólo se trató de un DJ Set, lo que dejó a muchos - incluído yo -  con ganas de verlos interpretar sus canciones en vivo y no sólo escuchar como hacen un mix de ellas.

Ahora, un año más tarde, el dúo de electro pop regresó a nuestro país para dar un concierto en el Plaza Condesa. Había grandes expectativas pues ahora si existía la oportunidad de verlos tocar las canciones de su álbum homónimo en vivo.

Desde las 8.30 de la noche la gente comenzaba a llegar al recinto de la Condesa, y pese a la media hora que faltaba ya había mucha gente en el lugar, ni parecería que se trataba de una banda tan nueva, lo que queda claro es que Holy Ghost! ha amasado una gran cantidad de seguidores.

Lamentablemente fue más la expectativa que había con la presentación de los neoyorquinos que la genialidad que tuviera el show, pues se trató de un concierto que tuvo la duración de poco más de una hora, y que apenas alcanzó para un encore de una canción.

No se puede decir que la actuación del dúo fuera mala, al contrario, a diferencia de muchas bandas, suenan tal cual y como se escuchan en el disco, y no es que uno no se sienta feliz y baile cuando suenan canciones como "Wait & See", "It’s Not Over" o "Hold My Breath", pero la falta de más sencillos y una hora de concierto fue lo que marcó la diferencia de lo que pudo ser una mejor noche.

{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}

Sigur Rós- Valtari

Habían pasado cuatro años desde que Sigur Rós, o la “Rosa de Victoria”  como es su traducción en español, no sacaban un álbum de estudio. Ahora, en el 2012, la banda de Islandia nos presenta su nuevo material titulado Valtari, un deleite musical de folk y minimalismo.

Sin duda Jonsi y compañía son de las pocas personas que pueden repetir la formula disco tras disco y no dejan de sonar mágicos, complejos,  e incluso, causarles viajes espirituales a más de uno. Pero aún siguen siendo difíciles de entender; en el mundo de Sigur Rós las cosas tienden a pasar muy lento, pero aún pueden ofrecer material que sorprende.

Pesé a ser un disco que ocupa la misma fórmula, Valtari (rodillo en español) sí es un disco diferente a sus antecesores, ya lo dirían Jónsi y Georg en varias entrevistas: es un disco más pesado, introvertido, “flotante” y pese a contar con más elementos electrónicos, no se trata de un disco bailable.

Hasta ahora la banda ha lanzado dos sencillos de este nuevo álbum, "Ekki Múkk" y "Ég Anda", canciones que sin duda son muy parecidas a lo que nos tienen acostumbrados los oriundos de Islandia, pero a mi parecer hay una que destaca de todo el material y esta es sin duda "Varúð", la cual desde que comienza sabes que no sonará a Sigur Rós, una pianola que suena vieja, y la voz de Jónsi son lo único que nos acompaña hasta que va subiendo de tono y pronto tenemos tambores, golpes más fuertes fuertes en la pianola y una canción que bien podría recordarnos el hundimiento del Titanic y las caras de miedo en aquella famosa versión de James Cameron.

Es un hecho que para los fans de Sigur Rós que este disco será lo que habían estado esperando por tanto tiempo, sin duda es un regreso que vale la pena escuchar, la fórmula a la que nos tienen acostumbrados estos músicos islándicos no había sido tan bella como lo hacen en Valtari.  Pero para aquellos que no están acostumbrados a los cantos etéreos o a estos paisajes musicales de pianos, atmósferas, cuerdas  y ecos de seis minutos o más, queda claro que no será un disco que los vuelva locos, o que vaya a ser más recordado que otros materiales de la banda, y si eres nuevo en este género del dream-folk, es mejor que primero escuches el Ágætis Byrjun, ya luego podrás apreciar la belleza de Valtari.

Los Paisajes Estelares de Mogwai...

Definitivamente el 05 de junio no fue un día ordinario.Los terrícolas pudieron presenciar, un fenómeno auspiciado por otros planetas, que muy probablemente nunca se volverá a repetir (al menos en esta vida), me refiero a la alineación de Venus, Mogwai, y la Tierra con el Sol, mismo que provocó una ola de euforia entre la multitud que se congregó esaa noche en el Plaza Condesa.

Acariciados por los sonidos glaciares que arrojaba White Noise”, la banda evocaba a aquellas atmósferas casi inhóspitas de los ya desaparecidos “Tangerine Dream”, cuando de pronto comienzan a llover los acordes estridentes de “Rano Pano, el delirio se apodera de los terrícolas que agitan las cabezas en un baile sincopado y después, silencio... es el turno de Killing all the Flies , la voz aquosa de Barry Burns distorsionada por un “Vocoder” se anunciaba como la de un ser apocalíptico, que los transportaba nota a nota en uno de los más expresivos actos, fui testigo de cómo cada uno de l@s asistentes iba perdiendo sus máscaras y comenzaban a ser ell@s mism@s , contemplo inerte ese acto de hipnosis masiva que desnudaba a los habitantes de este planeta que se mecían entre los fluctuantes ritmos de “2 Rigths Make 1 Wrong”.

No podía faltar “Friend of the Night”, resultando casi imposible olvidar las imágenes tan clásicas en blancos que contrastan con los lacerantes carmines, que a su vez impregnan a esos seres tan finamente grotescos, que terminan convirtiéndose en escenas sutiles, junto con esas sugerentes sombras orgánicas, que con cierta ironía te invitan a un final feliz, como pudimos apreciar en su video producido en el 2006, pero finalmente cada quien ve lo que quiere ver, tal vez para much@s, sólo sean simples escenas de macramé gore.

Con “Mogwai Fear Satan” fuimos inducidos por los crudos riffs del bajo a una danza cósmica llena de caos, en un minucioso final, donde todo se convierte en lúcida calma impregnándose de una sobriedad casi ascética, Mogwai de pronto hace estallar las neuronas de los ya desorbitados terrícolas, no cabe duda que esa presentación derramó toda la sinestesia que llevamos dentro ¡Vaya manera de despedirse!

¿Se acabó la magia de Scissor Sisters?

Cuando un grupo va gradualmente diluyendo su personalidad, no se da cuenta que tiene un problema grave, porque no conoce cuáles son sus verdaderas fortalezas. Y es que si la banda de Jake Shears asimilara a plenitud que lo suyo es mantener viva la llama de la disco music no se decantaría por arrimarse al hip hop menos imaginativo.

El encanto de estos neoyorkinos pasaba por exhibir con orgullo la estirpe de Bee Gees, Donna Summer y ABBA, y ahora que los dos primeros han enfrentado en carne propia a la muerte, es cuando más podían serles atractivos a sus seguidores. De alguna manera oxigenar a la música disco y darle un sentido actual, una renovación.

En Magic hour (Universal, 2012) me parece que buscaron en rumbos que les son ajenos y en los que no se sienten cómodos. Si uno pudiera hacerles llegar una reclamación podría apelar a un contundente: menos rap y más dance.

Hay quien se pregunta cómo es que han transcurrido ocho años desde su inicial  “Take Your Mama” y seis desde una acertadísima "I Don’t Feel Like Dancin". No es poco tiempo, los conocemos bien y parece ser que perdieron el toque, que se agotó la magia. Duele decirlo, pero no queda de otra: no consiguen sorprendernos, ni siquiera con nuevos y variados productores del brazo.

En una estrategia que satisfacer a un público disímbolo y abarcarlo casi todo –en el panorama actual del pop- ficharon a lo que parecía un dream team: Calvin Harris, Diplo, The Neptunes, Boys Noize, Joan As Policewoman, Stuart Price y Pharrell Williams. Pensaron que lanzando dardos por doquier no había manera de no dar en el blanco y al final han errado todos los tiros.

¿Estarán ellos conformes del Frankenstein posmo que han creado? Ni siquiera encajó la presencia de una cantante con tanto charmé como Azealia Banks en “Shady Love”, porque acaba por devorarse el tema y hacerlo parecer suyo. ¿De cuándo acá los Scissors le dan al electro bounce? Ellos parecen los invitados haciendo coros.

Desperdician un track en un mensaje hablado que apenas sirve de transición para la llegada de tres remixes que sin materia prima en el fondo no desmerecen pero tampoco lucen. ¿Saben lo que en verdad pasó? Que Night Work (2010) –su álbum anterior- fue un fracaso de ventas y la disquera los presionó al máximo acercándolos a tantas luminarias, pero las combinaciones no fraguaron. De aquel disco hasta la gira promocional cancelaron.

¿Es tan tremendo el fiasco? Quizá no, pero en sus inicios demostraron talento, nos hicieron bailar hasta el amanecer y hoy día pueden sonar como el más intrascendente de los fondos de acompañamiento. Apenas y podemos recomendar “Inevitable”, con la colaboración de Pharrell, por aquello de un buen homenaje a los Bee Gees. Cierto, era la hora el magia para los Scissors Sisters, pero esta no llegó; quisieron ser Merlín o Harry Potter y se quedaron en una imitación de Beto "El Boticario."

Hello Seahorse! en El Plaza Condesa

A las 08:50 de la noche, las luces de El Plaza Condesa se apagaron para dar paso a los acordes de “Atardecer En Parapente”. Bonnz!, Oro de Neta, Joe y Lo Blondo salieron al escenario entre luces color  morado para deleitar a los más de 2 mil asistentes con su música. “Oso Polar” y “Día Siete” encendían el ambiente del recinto cuando Denise, quien vestía de jeans y blusa negra, se acercaba al público.

“Es un placer estar aquí esta noche, muchas gracias. Me da mucho gusto estrenar dos canciones”, expresó la vocalista como preámbulo para interpretar “Arumina” y “Casa Vacía”. Con pantallas de LED que inundaban el escenario de colores, le siguió “Que Nadie Sepa Mi Sufrir” y la nueva canción “No Te vayas Al Bosque”.

Tras interpretar “Recuerdo”, Lo Blondo comentó “Es hora de brindar, aunque un poco tarde les deseo un gran año 2012”.Posteriormente, la agrupación siguió con “Velo De Novia” y “Bestia”, mientras el escenario se pintaba azul y Denise aprovechaba el momento para hacer gala de su dulce voz.

Luego de dedicar “Buen viaje” a su hermana, quien se acaba de casar, el ritmo de “Criminal” y “No Es Que No Te Quiera” se hizo presente. La rubia vocalista de Hello Seahorse!, recordó los inicios de la banda con “Antes De Partir”.

La agrupación se despidió momentáneamente de su público con “Me Has Olvidado”, para regresar con “Luna”, del grupo Zoé incluida en el MTV Unplugged, y “Para Mi”, con la que cerraron su presentación, luego de diecisiete canciones y más de 90 minutos de concierto.

Los Punsetes han decidido subir la montaña del rock

Entre los que gustan y conocen del rock español ya viene siendo un lugar común decir que Los Punsetes son un grupo de esos a los que amas u odias radicalmente. Y vaya, no es que sean precisamente Manos de Topo -que si rayan en provocar reacciones extremas-, pero algo de cierto había, básicamente por dos razones: su amateurismo en cuanto a calidad de sonido (en disco), composición y actitud; además de la postura impávida de Ariadna, su vocalista durante sus directos. Ella era una estatua cantante y los músicos se dedicaban a lo suyo sin más. Casi parecían más un perfomance arty que una banda de rock. Pero con Una montaña es una montaña (Popstock, 2012), su tercer disco, nos dejan en claro que muchas cosas han cambiado y que su postura es ya mucho más ambiciosa en todos sentidos.

¿Alguien puede decir que les sienta mal asumirse un poco más adultos, aceptar que desean ser músicos profesionales y mejorar en todo lo que se pueda, actitud por delante? Por fortuna, han decidido dejar los clichés del underground y centrarse en lo que cualquier artista debe hacer –y que le da sentido- crear las mejores obras que les sea posible y para ello han aceptado muchas de las recomendaciones que Pablo Díaz-Reixa “El Guincho” les ha hecho.

¿En qué consisten las mejoras? Comienzan por mayor concentración para componer, de allí proceden mejores canciones que fueron grabados del modo más óptimo posible y con una calidad absolutamente profesional; vamos, que buscaron un sonido grande y lo consiguieron. Hasta El Guincho asimiló que requerían de una mezcla lo más potente posible y que pusiera la voz en un plano comprensible, ya no más sumida en un batiburrillo con el resto de instrumentos (aunque hay momentos en que todavía pasa).

De esta manera, una de sus grandes fortalezas puede destacar sin obstáculos: las letras (escritas por Manu Sánchez). Siempre llenas de sarcasmo, burla social y nihilismo despatarrado, que cuaja como nunca en la que será una de las mejores canciones españolas del año: “Mis Amigos”, que es una continuación mejorada de “Tus Amigos”. Ahora es ella quien se queda sin palomilla debido a que sus novias los mandaron al carajo, fueron borrachos a la oficina, vomitaron en el despacho y los despidieron. Una costosa juerga que hará que no veamos más a la protagonista con sus amistades más cercanas.

Pero esta entrega no es avara ni díscola. Nos deja otras muy buenas canciones. Desde la inicial “Alférez Provisional”, a tope de guitarreo y con un teclado que tiene su parte delirante, además de la crítica hiriente que fortalece “Los Tecnócratas”. Recomendaría a sus detractores que escuchen el juego de guitarras de “Los Glaciares” en la parte musical y pongan atención a la lírica de “Alférez provisional” y “Tráfico de órganos de Iglesia”.

Con Una montaña es una montaña, Los Punsetes han dado un paso mayúsculo para ascender en el panorama del rock cantado en español. Su música sigue los pasos tanto de Sonic Youth como The Cure; no es que copien estilos sino que alcanzan estándares altos de ejecución.

Sobran quienes los consideran el relevo indie de Los Planetas. Ya ustedes decidirán, pero sus letras cínicas y filosas son algo que los distingue: “Si me llenarás la casa de mierda de perro, no sería peor de lo que acabas de hacer”.

Sébastien Tellier- My God Is Blue

Hace casi cuatro años que el mesías electrónico no nos deleitaba con su excentricidad. My God Is Blue es el cuarto álbum del artista francés, quien representó a su país en el Festival de Eurovisión en el 2008 con la canción "Divine",quedando en el lugar no. 18 y dejando a toda la audiencia perpleja con ese estilo tan peculiar que lo caracteriza y que no permite saber a ciencia cierta si el parisino nos está tomando el pelo a todos o, simplemente, no le gusta tomarse muy en serio la vida y mucho menos, su persona.

El álbum, que  salió a la venta el pasado mes de abril bajo el sello Record Makers, tiene un toque sereno y posee un sonido electrónico atemporal gracias al uso de coros, piano y una  batería lenta y cadenciosa que veces nos pone a bailar como en la magnífica "Cochon Ville" y a veces nos eleva a otro estado de conciencia como en "Pepito Blue", en la que esos coros evocan la música de iglesia ofreciendo una composición artística delicada y hermosa.

A pesar de haber recibido algunas críticas por no ser un álbum tan bueno como Sexuality (2008) -en el que participó como productor Guy-Manuel de Homem-Christo (miembro de Daft Punk),- My God Is Blue mantiene esa originalidad, genialidad y esas ganas de Tellier de demostrar que no tiene miedo de explorar y combinar sonidos que a otros artistas tal vez les parezcan impensables. El disco fluye tranquilamente y de una forma casi teatral llevándonos por todo tipo de atmósferas: desde las más sublimes en rolas como "Mayday" y "My Poseidon", hasta las más épicas, como "Russian Atractions". Desafortunadamente no todo el disco es una joya,  hay un par de canciones que rayan un poco en lo repetitivo y resultan aburridas y quizás hasta cursis, como "Against The Law" y "Yes, It's Possible". Pero en general, Tellier sigue sonando travieso, atrevido, sensual y romántico y bien vale la pena tomarse el tiempo de escucharlo, ya que es uno de esos discos que mientras más lo escuchas, menos te aburre y en cada escuchada le vas descubriendo cosas nuevas.

Los locos del cono sur

La banda argentina no dio descanso al público que ya empezaba a estar ansioso durante la espera. La repentina llegada de Adrián “Dárgelos” fue acompañada de una ola de energía, que continuó ondeando con los coros de los fanáticos. Fue sin duda la unión de dos generaciones quienes llenaron El Auditorio Blackberry. La única pausa que dio Adrián fue para confesar su cariño por presentarse en la Ciudad de México.

A propósito, su última producción, contiene una renovación musical y una despedida para la banda, pues, es el primer disco que no cuenta con Gabriel Manelli como bajista, ya que el mismo falleció en el 2008, luego de haber luchado varios años con su enfermedad.
Temas recientes como “Tormento”, "Flora y Fauno”“, “Deshoras” y otros más, refrescaron al público. Aunque fue “Putita” la que unió al auditorio con la banda gaucha, la memorable canción fue coreada con entrega al unísono.

El conjunto que lleva diez álbumes de estudio desde 1992, no perdió oportunidad para bailar con el ferviente público. El extrovertido de Adrián tomó posesión de cada esquina del escenario, invitando al público a ser parte de las canciones, mientras su hermano, Diego “Uma”, mostró su versatilidad como músico al alternar entre bongos, guitarra y vocales.

Los Babasónicos consolidaron, una vez más, su ritmo y carisma peculiar.

A continuación les compartimos imágenes de su concierto.

{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}{{descripcion}}

El ‘cielo’ del indie rock en el nuevo álbum de The Walkmen

The Walkmen son una banda originaria de Washington, D.C., que en Estados Unidos ha estado en la escena musical desde hace más de una década (formalmente comenzaron a principios del nuevo milenio, en el año 2000). La agrupación está formada por Hamilton Leithauser, Paul Maroon, Walter Martin, Peter Bauer y Matt Barrick.

En 2002, lanzan su primer álbum titulado Everyone Who Pretended to Like Me is Gone, que obtuvo buenas críticas e hizo que se les comparara con actos que U2 y The Cure llevaban a cabo en el pasado. Ya para 2004 lanzan Bows+Arrows con una nueva disquera (Records Collection).

Quizá en este álbum se encuentra su canción más conocida, una que obtuvo grandiosas críticas alrededor del mundo y probablemente sea la canción más significativa de la banda: "The Rat". Este track apareció en las listas de las mejores canciones de ese año, y no sólo eso apareció como una de las mejores canciones de la década. El sitio web Pitchfork la nombró la mejor canción #20 dentro de la lista de las 50 mejores canciones de los 2000s. Además el álbum fue considerado uno de los mejores álbumes de la década de la revista NME.

Tan sólo dos años después, en 2006 presentaron A Hundred Miles Off  y Pussy Cats, el último fue un álbum de covers del disco de Harry Nilson que llevaba el mismo nombre, como una manera de despedirse de su disquera, y así dieron paso a  You & Me del 2008. The Walkmen no deja a sus fanáticos esperando mucho tiempo para sacar un nuevo disco, dos años después en 201o, sacaron Lisbon, que aparentemente terminaron en sólo cinco días en agosto de 2009 (se ve que trabajan duro).

Este 2012 al parecer nos trae muchísimos lanzamientos y uno de ellos es precisamente Heaven, que salió apenas el 29 de mayo, pero el sencillo (titulado igual que el álbum) salió el 16 de abril y ya ha generado muy buenas críticas, el mismo sitio Pitchfork lo nombró el “Mejor Track Nuevo” ese mismo día. El disco sigue teniendo el espíritu de la banda, pero se nota una madurez musicalmente hablando que dejara muy satisfechos a todos sus fans (y a los que apenas los están conociendo).

La gira actual no contempla a México, pero si quieren disfrutarlos pueden ir a darse una vuelta a España, Estados Unidos, Francia o Inglaterra, o más fácil escuchar su nuevo disco.