The Cribs: los chicos malentendidos del rock británico

The Cribs comenzaron su carrera en el 2001, sin embargo, fue hasta el 2004 que la banda inglesa lanzó su primer álbum titulado The Cribs. La agrupación originaria de West Yorkshire está formado por los tres hermanos Jarman: Gary, Ryan y Ross. Su primer álbum obtuvo muy buenas críticas. Tan sólo un año después, lanzan en 2005 The New Fellas que apareció en el listado de la revista Q Magazine como uno de los “Álbumes del Siglo”.

Ya para 2007, lanzan Men’s Needs, Women’s Needs, Whatever que contiene uno de los sencillos más famosos de la banda Men’s Needs (mienten si dicen que no se acuerdan de la tonadita). Este sencillo alcanzó la posición más alta que han tenido en los charts ingleses.

The Cribs se han caracterizado por la comunicación con su público. De hecho hubo un tiempo en que la banda publicó sus números de teléfono para que los fanáticos los contactaran y tocaban a cambio de cervezas y gasolina, cabe mencionar que así consiguieron una gran base de fanáticos.

Ahora en 2012, lanzan su quinto álbum de estudio Into the Belly of the Brazen Bull (salió el 7 de mayo) bajo la misma disquera con la que sacaron los anteriores álbumes Wichita Records. Sólo les tomó dos años a la agrupación volver al mundo de la música, sin embargo, hasta ahora las críticas lo favorecen.

La revista inglesa NME afirma que está plagado de canciones “grandiosas” (realmente utilizaron la “f word” para describirlo). La placa producida por Dave Fridmann, quien trabajó con Mercury Rev y Flaming Lips y Steve Albini, quien colaboró con Nirvana y Breeders. Su primer sencillo Come on, Be a no-one, lanzado en abril pasado presenta una frase bastante pegajosa que te recordarán a las tonadas pegajosas y brillantes características de la banda.

Esta última placa discográfica tiene una vibra que recuerda a los 90, muy en su estilo lo-fi. Ryan Jarman, vocalista y guitarrista, dijo a la revista NME que “este álbum es más honesto y contiene cosas que están pasando  en mi vida”.  A pesar de las buenas críticas, siguen estando a la sombra de bandas como The Strokes y Franz Ferdinand.  Pero, bueno, no olvidemos que ellos siempre han estado comprometidos con su música, no por nada en Glastonbury dijeron la actitud de las bandas indie era un mayor problema que el calentamiento global.

Alva Noto & Ryuichi Sakamoto: Presente Divinidad

Mirándose fijamente los dos hombres sobre el escenario intercambiaron una mirada que pudo encerrar un millón de mundos e ideas, pero cuyo único propósito fue el de inaugurar la velada, donde cada uno sentado frente a su instrumento (por un lado una estación hiper-moderna que culminaba en una compleja plataforma electrónica y por el otro, un majestuoso piano de cola), uno pensaría que frente a frente entablarían una batalla por esclarecer quién merece más su espacio, sí la tradicional clásica o la contemporánea electrónica, pero no pudiendo estar más alejada esta concepción de su propuesta, Alva Noto y Ryuichi Sakamoto ejemplificaron la armoniosa y simétrica simbiosis del pasado y el presente.

Como si algo salido de la nada tomara a los presentes entre brazos y soplara un divino viento con razones por las que la humanidad puede aún ser considerada gestora de belleza, por más de hora y media y dos efusivos encores, la dupla mitad alemana, mitad japonesa, clausuró de prístina manera el Festival Aural que durante dos semanas se encargó de postrar en la ciudad a las figuras más vanguardistas y aventuradas de la música en todas sus facetas, y que una vez más coincidieron en un solo lugar pero ahora como audiencia, donde Thomas Ankersmit, Hernan Hetcht, Okkyung Lee y Phill Niblock desfilaron como audiencia y que por igual permanecieron ensimismados como al resto del quórum cuya mirada contemplaba únicamente el escenario del Teatro Metropólitan.

Los etéreos sonidos emitidos por el extremo electrónico del entarimado, cómo si se tratara de latidos de corazón artificial, eran delicadamente envueltos por un cuerpo compuesto de un orgánico piano del otro extremo, desembocando en embelesadas proyecciones que matemáticamente sincronizadas por el mismo Alva Noto, ofrecían algo tangible y terrenal a piezas como Berlin, Inset, Forbidden Colours, y By This River, original de Brian Eno; una preciosa comunión entre artificial y natural conmocionó sin igual, que yendo más allá de un proyecto artístico, parecía esconder sutilmente un mensaje y, como si se tratara de una planta enredada en una reja de metal, la comunión entre orgánico e inorgánico desembocó en una flor,  demostrando que en lugar de desplazar o destituir cualquier rastro de vida natural, el presente y futuro pueden acoger al pasado, que por un momento esta icónica simbiosis suscitada sería imposible, pero ante nuestros ojos fue una preciosa realidad.

La naturaleza humana de crear

Desde su porte y expresión, Ryuichi Sakamoto contrasta de abrumante manera con el alemán sentado a su lado de nombre Carsten Nicolai, uno por un lado tiene una educación de piano clásico desde los tres años componiendo bandas sonoras y ganando globos de oro y oscares por ello, el otro ha montado instalaciones multimedia en los museos mas prestigiosos del mundo experimentando con sonidos emitidos por una computadora.

Esta dupla nació por mi interés de seguir quitándome barreras en la música, a pesar de mi educación clásica no puedo negar curiosidad por otros géneros” explica Sakamoto, ya que este no es su primer acercamiento a la electrónica siendo que formó parte de la agrupación pionera Yellow Magic Orchestra a finales de los setenta, y acomodando sus enormes lentes ataviando una presencia un tanto bonachona, extiende su brazo para posarlo alrededor del hombro de Nicolai, quien bajo el nombre de Alva Noto, agrega “Esta combinación de sonidos electrónicos y piano acústico es de un modo muy orgánico y natural, a pesar de yo no tener una educación tradicional como Sakamoto, la física y frecuencia del sonido logra mezclarse de manera democrática

Ambos músicos se presentaran esta noche el Teatro Metropolitan, ejecutando piezas de los cuatro álbumes que han creado en conjunto; la comunión entre dos estilos musicales, que parecen tan incompatibles como el agua y el aceite, han logrado mas de álbumes de larga duración. “La música es un placer, tanto escribirla como ejecutarla, y es bueno que aun haya cosas que inspiren, por eso ahora tras los desastres de Fukushima, voy organizando un festival musical en Tokio para crear conciencia sobre el peligro de las plantas nucleares‘ recalca Sakamoto sobre el poder del arte mientras Alva Noto bebe agua y sonríe de manera sobria a la efusividad y muestras de afecto de su compañero.

Esta en la naturaleza humana crear de la nada, y con la música se dan esos pequeños momentos en que por mas estudiado que estés, esta viene a ti por azares, y es luego que quieres repetir esos azares una y otra vez” narra Alva Noto sobre su proceso creativo, quien le sede la palabra a un emotivo Sakamoto que termina “Venimos de tocar en Argentina e hicimos escala en Perú, al ver desde el avión los Andes yo solo pude pensar que así ha de ser la perspectiva de Dios al crear, y bueno, podría yo decir que así es como se siente hacer música, es un regalo que viene desde afuera y a veces ni lo notas pero ya escribiste algo y tu pensabas que la hoja estaba en blanco

Perfume Genius: “No me llamarías cariño si me conocieras de verdad”

El video de “Hood” no llega a los dos minutos (1:59) pero es absolutamente conmovedor. Un tipo flacucho es abrazado y protegido por otro, musculoso y barbado. El débil es casi adolescente -o lo parece-. Su acompañante es tierno en sus maneras. Sólo llevan calzones y en una parte el fuerte peina y pinta los labios del flacucho con un billet rojo. Al final el pretexto es una fotografía. Ya se dijo, todo pasa en menos de 120 segundos y de fondo lleva una canción marcada por el piano y una letra triste… muy triste.

“Hood” habla del dolor y no tiene un videoclip especialmente escandaloso; no hay sexo, no hay violencia. Pero de entrada Youtube no lo recibió de buena gana (alegando que era inseguro para la familia). Quizá pudo más que el hombre rudo es Arpad Miklos, un actor de porno gay. El joven y flaco se llama Mike Hadreas, el cuerpo del que surge Perfume Genius, el proyecto musical que fue vetado temporalmente (ya puede verse sin problema).

La verdad es que Put Your Back N 2 It (Matador, 2012), su segundo disco de estudio, no merece hacerse famoso por un pleito de internet que luego saltó a los medios. No es un álbum que suba la voz, ni que busque el escándalo. Todo lo contrario es un murmullo lleno de frases que lamentan la falta de buena fortuna, que desprecian la vida pero la enfrentan con una minúscula porción de esperanza. Esta iniciativa unipersonal es el vehículo mediante el cual su creador consigue escapar temporalmente de sus demonios. Así lo consiguió con Learning (Matador, 2010), que lo mantuvo ocupado laboralmente, con distancia de sus instintos autodestructivos y su adicción al alcohol y otras drogas. Mike tiene que tomar la vida como un entrar y salir. Va de Nueva York a Seattle, del bullicio a la calma, buscando un espacio para componer canciones frágiles y hermosas.

Para su segundo disco ya no repasa por lo que ha pasado (la típica historia de abuso infantil). Hace del presente su materia de trabajo y trata de auscultar las relaciones humanas. De allí surge “Hood” y su lapidaria aseveración: “No me llamarías cariño si me conocieras de verdad”. Afuera las apariencias y venga un poco de sinceridad. Aunque duela.

Pero tampoco se trata de que Perfume Genius valga porque se sume al clan de artistas gays. Lo suyo es completamente humano. Una paleta de sentimientos y sensaciones que nos implica a todos. No es viable ponerle género al arte.  Mike se planta delante de su piano, no necesita más. Toca y canta, apenas modificando las versiones durante el proceso de acabado, donde les agrega secuencias o una guitarra acústica y unas tímidas bases rítmicas.

Y es que no sólo “Hood” es llegadora –casi todo el álbum lo es-, pero resulta muy especial “Dark Parts” que dedica a su madre, ya que ella le preguntaba porque él no podía hacer algo “bonito” –según los preceptos maternos-. En el tema que ha resultado de aquel cuestionamiento se incluye una frase que estremece: “I will take the dark parts of your heart into my heart”.

Una vez que le ha arrojado la bolita a su progenitora, se concentra en sus obsesiones: el suicidio en “17” y el cine porno; “Awol Marine” alude a un filme de bajísimo presupuesto en que la tercia de protagonistas se cuenta sin reparos su vida –real- antes de pasar a la acción. El más viejo de ellos apunta que hará la escena porque necesita el dinero para pagar el tratamiento médico de su mujer.

Aunque no sólo se inspira en asuntos algo soeces, por ejemplo, toma  “Dirge, un  poema de Edna St. Millay Vincent, y le da un tratamiento, siempre en diálogo con su piano, instrumento que toca con suficiencia desde los siete años. Lo más obvio es acercarlo a lo que hacen Antony and the Johnsons y Rufus Wainwright. Es difícil evitar las comparaciones, pero también comparte estética con el Seven swans (2004) de Sufjan Stevens.

Acá no hay temas que estén de más –todo es nervio-; como el tema que da título al álbum, en la que Mike hace un dueto con su novio Allan; junto a “Take me Home” donde suelta otra joya poética: “Be like a shadow of a shadow of shadow for you”.

Put Your Back N 2 It se conforma de 12 canciones y apenas llega a los 30 minutos, pero no se guarda nada –se siente inagotable-. Rebosa de tragedia y belleza. Cierto, es flagelante pero seductor. Perfume Genius hace un segundo disco muy superior a su debut. No repite ni cambia radicalmente; se queda con lo que funciona y se exige como compositor, mientas el ser humano detrás de todo alcanza a vislumbrar las posibilidades del perdón. Un poco de redención no cae mal entre tanto sentimiento de culpa.

Chromatics & Glass Candy

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Pese a que Johnny Jewel dobleteó con Chromatics y Glass Candy en el Auditorio Blackberry no fungió como el protagonista de la noche. Siempre se mostró clavado y enérgico en los teclados, dando lo mejor de si para sacar adelante ambos proyectos.

Chromatics fue quien le dio comienzo a la función trás la proyección de un fragmento de la película de Charles Chaplin: The Great Dictator (con un discurso por demás cautivador). Iniciaron con el cover a Neil Young Into the Black y cerraron con Running Up The Hill de Kate Bush. Glass Candy le dio continuidad al show junto con Ida No, cerrando con una noche intensa.

Alva Noto: Informática Sonora

Amplia frente y cara ligeramente arrugada, el temple digno de un robot y un tono de voz catalogable como indiferente, caracterizan a quien ha sido llamado “artista de vanguardia” o “compositor multimedia”; Carsten Nicolai actualmente es considerado como la vanguardia en la electrónica, llámese performance o entiéndase como instalación: “Mi instrumento es la computadora y mis notas son información” dice sin titubear.

“El uso que le doy a una computadora es como un instrumento en sí, no imito guitarras o teclados, sino creo sonidos completamente nuevos, de origen totalmente digital y que verdaderamente suenen como sí estrictamente hubieran salido de un ordenador”

Nacido en lo que ahora se conoce como el Estado Libre de Sajonia en Alemania, Nicolai adopta el nombre de Alva Noto al momento de subir a un escenario y ejecutar sus creaciones mirando fijamente a la pantalla. No concibe la que tiene enfrente como una herramienta para procesar sonidos pregrabados o simular otros; Alva Noto es un alpha y un omega. No hay música y no hay canciones.

“Los sonidos con los que yo trabajo no son música, creo que es más allá de eso, trabajo más que nada con ondas sinusoidales, la música es sólo una pequeña parte que los sonidos pueden hacer… La composición y ejecución de mi trabajo es algo muy privado pero que llevo al espacio publico en un recital, lo interesante es que sigue siendo privado para mi ya que al estar frente a mi instrumento, la audiencia desaparece”

Este ecléctico artista regresa tras cuatro años de su último recital en nuestro país, ahora al lado del renombrado pianista y compositor Ryuchi Sakamoto, quién además de tener entre sus reconocimientos un Oscar y dos Globos de Oro, es de los compositores más versátiles de música clásica contemporánea, mezclando su piano de cola con la computadora de Alva Noto, presentarán en México su cuarto álbum en conjunto llamado Summvs.

“Los programas que utilizo en vivo están calculados en tiempo real y a las piezas que interpretaremos se le podrán hacer diferentes variaciones, no contemplamos una regla matemática o una línea de tiempo que nos retenga: habrá espacio para la improvisación incluso en los videos” aclara Nicolai, quien también es la persona detrás de las proyecciones cinemáticas que se verán en el recital, faceta que lo ha llevado al montar instalaciones interactivas en diferentes museos como el Tate Modern, el MOMA, y el Guggenheim,

El recital de esta dupla a realizarse dentro del Festival FMX promete ser la consumación de la música clásica y la electrónica contrastando la concepción de ambas, ya que por un lado, una se maneja con notas y partituras, y la otra se manipula con sonidos y datos, esto último traducido a “informática artística” de la mano del teutón, que cada paso dado se espera dicte lo que especula será el futuro del “arte sonoro”.

“Todos los sonidos y música ya son datos, al menos toda la música grabada hoy en día se está volviendo lenguaje digital, facilitando la experimentación y el aprendizaje con distintos programas para procesar esta información. No es el futuro, está pasando en este momento” concluyó Nicolai.

¡Oh No! ¡Es FAUST!

Desde el momento de entrar al recinto y divisar una imponente mezcladora de cemento, uno ya veía venir una alucinante noche de confusión sonora, desde lo que uno recordara de videos, reseñas e imágenes de lo que son y pueden ser los conciertos de FAUST, hasta lo que uno mismo pudiera imaginar al ver la tarima, pero una vez más, gracias a la propia creatividad del trío, y el impredecible elemento de la improvisación, nadie veía venir lo que -por momentos- pareció un enorme monstruo que venía a devorarnos.

Antes de que Jean-Hervé y Zappi le dieran rienda suelta a la bestia que tenían preparada, frente al ejercito de instrumentos mencionados, un particular sistema de percusiones esperaba silenciosamente para explotar; y el elemento que tanto necesitaba no se hizo esperar ya que bajo el nombre de Z’EV, el percusionista Stefan Joel Weisser golpeó sin piedad un enorme bombo rodeado de pequeñas piezas de metal meticulosamente microfoneadas, que durante cuarenta minutos no paró de estallar expidiendo desde pequeñas chispas de tintes metálicos que podrían incluso ser juguetonas, hasta ensordecedoras llamaradas que obligó a varios a cubrirse los oídos como si la guerra nuclear sucediera a pocos metros.

Mientras el mismo Z’EV recogía sus elementos de caos, se podía ver entre la gente personajes como Bruce McClure, y Phill Niblok, y a la chelista Okkyung Lee, quienes también dentro del Festival Aural, acribillaron neuronas valiéndose de sus propios medios, pero, todos por igual, al momento de que la mezcladora de cemento comenzó a girar siendo llenada de tezontle por Jean-Hervè, Zappi, Amaury Camuzat, y un invitado especial de nombre Luis, interpretando el “trapeador”, los histéricos aullidos del lado de la audiencia inauguraron más de dos horas de caos, que también contó con Daniel Zlotnik de Los Dorados en el saxofón y con ayuda del mismo público con panderos y panderetas provistas del mismo Jean-Hervé.

Literalmente taladrando contra piezas de metal, arañando bajos y guitarras, dejando atrás etiquetas de “psicodelia” o “progresión”, se dejaron escuchar clásicos como "C'est com...com...compliqué", "It’s a Rainy Day", "Sunshine Girl" y "Krautrock", aunadas a una serie de distorsiones y reverberaciones de las que no había escapatoria y que entre aplausos, sonrisas, pláticas y agradecimientos, un cataclismo musical que tardó más de cuarenta años en llegar a nuestro país, dejó libre a una audiencia de diversas generaciones que por igual fueron engullidos por una bestia de nombre FAUST.

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Domingo de reggae con Fidel Nadal

En una tarde de reggae nacional e internacional, se llevo a cabo el Festival Raíces y Cultura en el Salón Vive Cuervo de la Ciudad de México.

Un domingo nublado en la ciudad no evitó que los fans de la escena del reggae se dieran cita - en un sitio que se notaba cada vez más lleno conforme avanzaba la tarde - para ver a Fidel Nadal cerrar este gran show. Cuatro bandas de la escena mexicana fueron las que musicalizaron esa tarde ( Ganja, Natty Congo, Nognes, Dee J I Tal y Babuinos), destacando Ganja, quien al ritmo de su música, prendió a todo el público con sus más grandes éxitos y, a pesar de ello, la gente - no satisfecha- les pedía una más; un Shabu con su DJ que desde España- con su impecable voz y buen ritmo - prendió a un Vive Cuervo que esperaba con ansias la salida del músico argentino

Llegado el gran momento, Fidel Nadal no dejaba de transmitir su buena vibra. El tiempo no fue su dueño, y haciendo caso omiso a la gente de producción cuando le decían que era su última rola, Fidel seguía tocando aún sin importar que le apagaran las luces. Finalmente, cerró con su éxito "International Love", canción por la que toda la banda esperó hasta el final, prendiendo a un Salón Vive Cuervo.

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KTL + Tom Ankersmit + Phill Niblock + Mario de Vega

Más que un performance o una presentación como tal, el pasado jueves 10 de mayo fue una surreal experiencia que puso a prueba las capacidades sensoriales y cognitivas de los presentes al enclaustrar por mas de tres horas a cuatro arriesgados y transgresores proyectos del llamado “arte sonoro” que desde el momento en que se apagaron las luces, un limitado quórum se reunió alrededor del una serie de máquinas que desfilaron en un recinto cuya ambientación y colocación del sistema de audio fue meticulosamente posicionado para a su vez rodear a los espectadores.

El primero en embestir contra tímpanos y neuronas, fue el nacional Mario de Vega, ejecutando inenarrables e inclasificables piezas de audio que, debido a sus cualidades ultrasónicas, no falto él que escapara por oxígeno evitando sucumbir ante la sinestesia; permaneciendo en total penumbra y con menos de cinco minutos para asimilar lo acontecido, Tom Ankersmit instaló su pequeño gabinete electrónico de donde enormes pero intangibles olas de sonido envolvieron tanto a los que optaron por sentarse con ojos cerrados como los que permanecieron parados como inertes edificaciones atestiguando un huracán que, basado en la abstracción de sonidos procesados digitalmente, sin tregua o pausa alguna, fue inminentemente procedido por la proyección de Remo Osaka de la serie The Movement of People Working del aclamado y consagrado compositor Phill Niblock, quien encorvado y con mirada fija en su computadora, fue acompañado sin previo aviso por un Tom Ankersmit que elegantemente se deslizaba por los pocos centímetros libres en la habitación para hacer barritar cual elefante al saxofón que carga mientras imágenes de agricultores japoneses eran desplegadas frente a la catatónica audiencia.

Tras una ronda de aplausos de parte de caras oscilando entre el éxtasis y la confusión, el dueto Kindertoteliender, llamado comúnmente “KTL”, dejaron ver la primer y única guitarra en la noche de la mano de Stephen O Malley, quien alternando con la computadora de Pita, clausuraron con enormes masas de sonido con una única y longeva pieza que desfasándose de la etiqueta de drone que persigue a estos artistas, sus propiedades fueron delicadas y que de igual manera en que el viento puede acariciar cabelleras, su naturaleza pudo ser la de un maremoto que arremetía una y otra vez contra los cuerpos de la asistencia que al terminar, más que una cara de satisfacción o placer, deambularon sin expresión alguna sin saber realmente que les pegó.

Jean-Hervé Péron & Faust: Cuando el Futuro se Vuelve Presente

Con más de sesenta años encima Jean-Hervé Péron deja en claro una cosa sobre su persona y sobre su vida, mientras se recoge el cabello y ajusta los lentes, declara que sí hay algo definitivo en Faust, es la búsqueda de lo nuevo, de lo diferente.

Catalogada dentro de los anales de la música como “krautrock”, Faust es descrita como una de las bandas más aventuradas y extremistas en la historia, al grado que reconstruyendo el término como tal fueron los primeros en incorporar a su show grabaciones de escenarios cotidianos como una calle o un jardín, además de valerse en escena de objetos como sierras eléctricas y mezcladoras de cemento.

“Durante los 60’s estaba esta urgencia de crear algo verdaderamente nuestro en Alemania, que no fuera anglo-rock americano o británico, y los dos factores más importantes que nos inspiraron a crear las cosas que hoy se conocen como nuestros álbumes, fue la herencia de la guerra y la revolución musical del 68”,

Este vigor y honestidad en sus palabras dejan en claro porqué Faust sigue vigente con más de 40 años de carrera en la música experimental. La constante reinvención producto de un estado de urgencia por innovación le ha valido al proyecto un estatus de culto mundial, estando la clave, de acuerdo a Jean-Harve, en no tomarse muy en serio a sí mismos. Disfrutar lo que hace se hace independiente a la retórica o justificación artística.

“La razón porque nuestra música le interesa a los jóvenes es porque cuando la concebimos, realmente estaba adelantada a su tiempo, era la vanguardia, y ahora es cuando por fin se encuentra en una posición adecuada con su entorno, increíble como algo concebido entre 1965 y 1975 gana apenas contemporaneidad ¿no, crees?” pregunta el multi-instrumentista alemán quién, junto a Werner “Zappi” Diermaier, forma parte de los únicos dos miembros restantes de la alineación original,

“Hubo un tiempo en que fui renuente a los medios digitales porque se me hacían estériles, pero con el tiempo me di cuenta que una computadora es muy conveniente para las “cirugías nucleares“ que hacemos en el estudio. Antes tardábamos siglos recopilándolos, y ahora podemos reproducirlos fácilmente con una pequeña computadora, pero aclaro, es el único elemento digital que utilizamos, todos los sonidos son 100% reales”

Jean-Harve confiesa estar muy emocionado por su primera vez en México, por la que él y Zappi se han estado preparando por semanas y han reclutado a su viejo amigo Amaury Cambuzat, de la banda experimental francesa Ulan Bator para darle vida al monstruo que es Faust en vivo, y que contarán con el renombrado percusionista Z’EV como acto telonero.

“Tocaremos canciones completamente nuevas y exclusivas, clásicos, improvisaremos, integraremos pintores y escultores locales, mezcladoras de cemento, y sobre todo ese elemento fluxus que tanto nos hace sentir vivos. Gracias por su interés en nuestro arte”.