El regreso al estudio, en busca de un sonido más humano.

El proyecto escocés, Young Fathers, que sorprendió al mundo al ganar el Mercury Price en 2014, regresa de un hiatus de cuatro años para presentar Heavy Heavy, su cuarto álbum de estudio. Un retorno inesperado, pero que nos ha dejado a todos con ganas de escuchar el álbum completo después de reencontrarnos con ese sonido que tanto nos emocionó en la década pasada.

El pasado 11 de noviembre nos sentamos a conversar con Graham ‘G’ Hastings, para conocer más detalles de este regreso, junto a los elementos que conformarán a este material y lo sentimientos que se generan dentro del trío de Edimburgo después de un largo tiempo sin reunirse a tocar para ellos y todos sus seguidores.

Si algo sabemos de Young Fathers, es que debemos esperar lo inesperado, ya que su sonido caótico explora una gran variedad de ritmos y géneros, logrando crear una mezcla rítmica que hace bailar a cualquier persona que se deje llevar por su energía. Graham solo confirmó nuestra afirmación comentando:

Del álbum, supongo que podrían esperar lo que siempre hacemos, un material que pareciera construirse por accidente y pura suerte. Por años, siempre he dicho que, para algunos artistas, el crear un nuevo material es seguir una serie de pasos marcados. Para nosotros es todo lo contrario, nosotros solo apilamos y apilamos cosas hasta que completamos algo. Por eso llamamos al álbum Heavy Heavy, porque es algo muy denso y pesado, está totalmente retacado y créeme que pusimos de todo.”

Uno de los pasos dentro de la evolución del proyecto ha sido su búsqueda por sonidos cada vez más humanos, disminuyendo en gran manera la influencia de lo digital, en búsqueda de algo natural y acústico. Para este nuevo álbum, Graham junto a Alloysious Massaquoi y Kayus Bankole, decidieron explorar este elemento a mayor profundidad, con la intención de crear un álbum más orgánico aprovechando los ritmos vernáculos de la humanidad.

Son los aspectos más básicos de la música que se han usado a lo largo de toda la historia de la humanidad, y ahora nosotros los reinterpretamos a nuestra manera. Es interesante ver como la música es tan humana, que lo que se estaba haciendo en una parte del mundo, se asemejaba a algo en el otro extremo del mundo“.

Las pausas, son parte importante del proceso de crecimiento dentro de un proyecto musical. El tomar estos descansos en el momento adecuado, es necesario para mantener un ambiente calmado y sano dentro de los estudios de producción. Pese a crecer profesionalmente junto a tus amigos, algunas veces lo más sano resulta separarse por un momento. Esta fue una situación que acechó a Young Fathers durante un momento complicado de su carrera como grupo.

“Sí, ha pasado un tiempo desde la última vez que grabamos algo y nos tomamos este tiempo libre para descansar.  Cuando volvimos todo se sintió muy cómodo, nos conocemos muy bien y el producir cosas nuevas fue muy fácil. Gracias a la música todo lo demás fluye con normalidad, creo que cuando tocamos es cuando nos llevamos mejor”.

Esta relación refleja todos los años de trabajo en conjunto, junto a la confianza que se tienen como amigos y miembros de un proyecto musical. Una química que se ve plasmada dentro de sus maneras de trabajar, con jornadas que terminan siendo maratónicas debido a la gran satisfacción que el trío disfruta al tocar dentro de un estudio.

Cuando estamos en el estudio conseguimos ese sonido que no encontraríamos en ningún otro lado, y siento que los chicos se sienten de la misma manera. Pese a que luego peleamos y discutimos porque no concordamos en algunos temas; cuando llegamos a la música, estamos contentos, sabemos que no podríamos hacer lo mismo sin la persona que tenemos a un lado. Hay veces que no planeamos algo grande y aparece como arte de magia”.

Las constantes giras alrededor del mundo pueden llegar a ser lo máximo para algunos proyectos, o la condena para otros, siendo este el caso de Young Fathers. El comenzar a dar tours a una edad temprana, más el abultado número de presentaciones, deterioró la relación entre los miembros y los escenarios. Ante esto, el descanso de cuatro años resulto muy favorecedor, ya que ahora podremos disfrutar de una versión del grupo más madura y ambiciosa que se muestra deseosa por volver a pisar los escenarios del mundo.

Me encanta trabajar para que lo que se hace en el estudio, se viva de la misma manera en el escenario. Me gusta volverme raro, experimental y de alguna manera egoísta, ya que solo buscamos nuestra satisfacción en el escenario, guste o no, aunque tenemos la fortuna de que a muchos les encanta lo que hacemos de manera egoísta. Hemos hecho tours desde muy jóvenes y tuvimos una racha que se extendió hasta casi nueve años de giras continuas. Esto hizo muy difícil sentirnos cómodos en el escenario, pero eventualmente nos dimos cuenta lo mucho que significa estar sobre un escenario”.

Estamos muy felices con el regreso Young Fathers y nos mantenemos a la expectativa de lo que nos entregarán el próximo año con el lanzamiento del álbum Heavy Heavy. Además, esperamos verlos pronto por tierras latinoamericanas y formar parte del gran ritual que se generan dentro de sus presentaciones en vivo.