Surf, arena y destrucción.
Amiguis, el Wild O’Fest está de regreso y una vez más nos echamos un chapuzón al ya consolidado, único festival especializado en surf, garaje y psicodelia de la ciudad de México. Y hay que decirlo de una buena vez… Este año se aventaron un cartelazo ultra satisfactorio para los fans de las chamarras de cuero, playeras hawaianas y lentes oscuros.
Cálidas brisas de surf mexa
Hay que reconocerle al Wild O’Fest que desde su primera edición ha demostrado apoyo a las olas emergentes de surf nacional y es en esta edición en la que bandas como Thálasses y The Centellas, ambas de la CDMX, con tan poco tiempo de haber nacido ya están compartiendo escenario con pesos pesados del genero.
Además, muy bien pensado por parte de la organización cerrar el set de bandas mexas con dos nombres muy queridos como lo son Viv and the Sect y, con 18 años de recorrido surfer, Los Pegajosos.
Surf vintage vs garage vs surf fantasmal
Entre vídeos psicodélicos inundados de glitch, usando mini faldas de plata como si vinieran de Venus a conquistar la tierra con complicados peinados cincuenteros y agradables olas de surf provenientes de sus brillantes instrumentos…
Son The Surfrajettes, en realidad, provenientes de Toronto, comienzan la tanda de bandas internacionales. Haciéndonos bailar con grandes clásicos del rock y una interesante versión de “Toxic” de Britney Spears.
Desde es España, Dr. Explosión viene a hacer un cambio drástico tanto de sonido como de apariencia, mientras que The Surfrajettes se preocupa por cada detalle de su peinado, vestimenta y limpieza de sus instrumentos, los españoles se suben con el cabello desaliñado, playeras holgadas a sacudir a la gente con gritos desgarra-gargantas.
Bajando a ras de público en par de ocasiones, estos españoles, provocan histeria colectiva y haciendo tributo a Andrés Pajares, terminan de descontrolar al Wild O interpretando el “Dracula Ye Ye” y terminan su set con su baterista vomitándose antes de salir del escenario.
Para cerrar esta batalla de presentaciones, nos encontramos con algo muy fino, un surf con sonidos del mundo, algo como etno surf, sin ganas de inventar un nuevo genero, pero The Phantom Four introduce tantos sonidos de diferentes partes del mundo a su surf que nos provocan un baile interno sin mover el cuerpo y aún así empaparnos de sudor.
Estos ingleses sellados por Green Cookie Records llevaron el surf a otro nivel y por más complicado que suene lo que tocan, ellos simplemente lo hacen ver muy fácil. Pero al final, el único ganador de este vs fue la súper diversión.
Tres rounds in crescendo de garage
The Gories es la única banda del cartel que es naturalmente estridente, ya que en sus composiciones ellos tienen secciones disonantes y acordes irritantes sin tener que treparle al distor o poner el control del volumen hasta arriba, una combinación perfecta.
Con lentes oscuros como si no tuvieran temor alguno, esta banda de culto es el mejor inicio para la segunda ronda de bandas internacionales. Armónica lenta y oscura, ligados de guitarra y batería monótona nos mantienen en un perpetuo trance. Suprema la primera presentación de The Gories en México, ojalá no sea la última vez.
El “Menudo en drogas” ha regresado, después de ocho años de separación, Wild O’Fest aprovecha para que estos puertorriqueños se desintegren arriba del escenario y nos lleven consigo en un viaje de gritos, letras ultra coreables, solos de guitarra súper pegadizos, maracas sincopadas y pura diversión.
A está hora, ya con Dávila 666 tocando a toda potencia y todos bailando enérgicamente, los vendedores de cerveza son un completo estorbo, uno que no te deja disfrutar como se debe la reunión de una banda tan querida en México.
King Khan & The BBQ Show, empieza tan violento que en cuestión de microsegundos una turba iracunda puede absorberte y empapar de cerveza cada centímetro de tu cuerpo... Y aún no termina ni el intro de la primera rola, situación que en realidad pasó.
El punto más alto de este set fue el show de King Khan, que dedicó unos cuantos alaridos a Roky Erickson, una leyenda del garage que desafortunadamente pasó a otro plano hace unos cuantos días, un lindo homenaje que provocó un circle pit que enorgulleció a este duo de Quebec y seguro hubiera enorgullecido al gran Roky.
Potente double feature para terminar la noche
Desde los “felices” años 80, viene The Fuzztones por cuarta vez a México, esta banda es tan querida en nuestro país que su base de fans ya es fácil de identificar, para bien o para mal. El set de una hora estuvo lleno de varios clásicos, pero en su mayoría canciones nuevas.
Casi al terminar su set, Rudi Protrudi, la voz principal de la banda, promete que la próxima rola en tocar será la última canción nueva, para regresar al set de clásicos que tanto ama su público… pero es cuando el baterista se le acerca y le susurra que el tiempo ya se les acabó.
Se extendieron sin tener en cuenta el tiempo que les había dado y sin querer quedaron en deuda con su público y con ellos mismos. Seguro tenían un setlist más largo planeado, pero nunca sabremos que sorpresas nos esperaban.
The Mummies pisa suelo mexicano por primera vez, pero las momias son tan viejas como poderosas y pueden invocar toneladas de violencia que pueden asustar al público poco acostumbrado a tanto descontrol comunal y tanta autodestrucción.
La violencia, la agresión y las ganas de golpear nacen espontáneamente en el público, de repente las personas que estaban serenas se alborotan en instantes empujando gente esperando que les respondan la ofensa.
Ya todos contagiados de ira, desde abajo, comienzan a aventar basura al escenario haciendo enojar a las momias quienes al parecer respondieron subiéndole al máximo a la distorsión de sus instrumentos para responder la ofensa con solos más estridentes. Así es el rock&roll.
El fin de la gran ola
Muy bien ahí Wild O’Fest, ya te aventaste un cartelazo que ahora solo debe ser superado por el del próximo año o al menos seguir sobre el mismo nivel para seguir excitándonos hasta la espina con música de fiesta demencial.
Nos hiciste sacudir nuestras carnes, sudar toda la comida chatarra de nuestras arterias y bailar nuestros tatuajes de pin ups, monstruos, personajes de anime y calacas en flamas… Porque más que usar chamarras de cuero como símbolo de pertenencia, hay que reconocer que el surf y el garage unen a diferentes especies, razas y credos de ser humano.