HUÉSPEDES DEL ORBE, UN DISCO QUE REPITE UNA FÓRMULA YA PROBADA

Enjambre

Huéspedes Del Orbe

2012

EMI

Con base en un trabajo constante, y después de haber estado picando piedra durante algunos años dentro de la complicada escena del rock nacional, Enjambre ha logrado convertirse en un grupo reconocido, el cual, actualmente llena cualquier lugar en el que se presenta y cuenta con un gran número de fieles seguidores. Se podría decir que el punto más alto en la carrera de esta joven banda llegó con la salida de su disco anterior, Daltónico, que fue todo un éxito, tanto en ventas como con la mayoría de los medios especializados.

Se veía difícil igualar todo lo conseguido con Daltónico, pero, parece que Enjambre sí lo logrará -e incluso lo podría superar- con su nuevo álbum Huéspedes Del Orbe, del cual ya hemos podido escuchar su primer sencillo “Somos Ajenos”, un tema que marca el sonido del recién salido material, y que es el mismo a lo largo de los catorce tracks que lo componen.

Huéspedes Del Orbe abre con “Reflejo”, una canción que inicia con sonidos espaciales, para posteriormente darle paso a una marcada línea de bajo y a una veloz batería que nos anuncian que la música ha comenzado. Luego del primer tema, los demás suenan a lo mismo, salvo por cinco que logran sobresalir. “Viceversa” y “El Ordinario”, en los que se dan algunos cambios de ritmo, con respecto a las anteriores; “Del Orbe”, una breve pieza instrumental en la que los integrantes del grupo demuestran su calidad como músicos, pero que desgraciadamente dura poco tiempo;  “Alicia”, que es lo más rockero del disco con riffs de guitarra que recuerdan a “Ausencia De Cocina”, y “Egohisteria”, último track del álbum, en el que vuelven a aparecer los mismos sonidos espaciales del primer tema, regresando al principio y cerrando un círculo de manera idónea.

El cuarto material de estudio de Enjambre conserva el sonido rock-pop dramático y melancólico ya característico de la banda, que tan buenos resultados les ha dado hasta ahora, sólo que está más pulido y ha sido mejorado. Huéspedes Del Orbe no ofrece algo nuevo, tampoco se nota que se haya querido arriesgar a la hora de grabarlo, sólo se repite una fórmula ya probada, y es casi seguro que esto funcionará como ya lo ha hecho en el pasado. En general, se trata de un buen disco que será el deleite de los fans de la banda, la cual sigue y seguirá cosechando más éxitos.

Grizzly Bear: una promesa ininterrumpida

Grizzly Bear

Shields

Warp

2012

Este año ha sido distinguido por el regreso de la clase 2009 de Brooklyn, marcada por su glorificación a la psicodelia. Animal Collective y Dirty Projectors han vuelto en 2012, ambos con distintos desenlaces. En un escenario similar, llega Grizzly Bear, con su anticipado Shields.

La sensibilidad pop del cuarteto se ha identificado por pasar etapas, pero siempre con la misma melancólica sintonía. Si bien Horn of Plenty, la distorsionada y meditabunda visión freak-folk del 2004, fue un trabajo solista de Ed Droste - quien ahora comparte funciones de vocalista y composición con Daniel Rossen -, su secuela Yellow House, sentó las bases para la personalidad de la banda. Un influyente exponente del psych-folk moderno donde convivieron ambientes fantasmagóricos y arreglos orquestales por igual. Veckatimest significó su alteración sonora, pues aunque manteniendo sus facultades principales, se adentró en el indie rock más convencional: incrementó el uso de la distorsión en las guitarras, y se degradó la importancia de la orquestación, dándole un lugar como acompañamiento. De igual manera, éste funcionó como parteaguas a un público mucho más extenso, movimiento encabezado por su sencillo estrella, “Two Weeks”.

La producción a cargo de Chris Taylor, bajista de la banda, toma un papel estelar aquí, y proporciona calidad cristalina. Consciente del aumento de público, no se avergüenza de pulir en toda su superficie el LP, y promueve un aspecto más accesible y manteniendo el ambiente orgánico que distingue al proyecto.

Shields parece dividido en tres actos. Al inicio, un deslumbre de adrenalina y urgencia emocional por respuestas. Aprovechan el estado de desconcertación para propinar los 15 minutos más crudos y directos de la discografía de Grizzly Bear, entre ellos dos tracks ya lanzados como sencillos. "Sleeping Ute" escurre un blues diluido en una masa de guitarreos agresivos, identificable por la exageración en la voz de Droste, y “Yet Again”, una oda a la incomprensión amorosa, inundada de la obsesión de Droste por Fleetwood Mac y otros actos de rock clásico de los setentas.

En el segundo, retoman su fama de amantes de la repetición como formato de expresión. No es raro que hagan hincapié una y otra vez en algo si lo creen redituable a futuro, que es común desemboque en la culminación del crecimiento o una recompensa similar, una que permita sentir progresión. “A Simple Answer” luce como un corte rechazado de Arcade Fire: una letra predicante de la nostalgia y arrepentimientos de la juventud, con todo y Rossen en su mejor impresión de Win Butler, que termina por hundirse en su intrascendencia.

En lo que pareciera una disculpa a su falta de sustancia, la banda proporciona un intenso y dramático desenlace, donde no se miden consecuencias. Coros atronadores, puentes emocionales de piano, orquestas disonantes, percusiones explosivas. “Sun In Your Eyes” es una mini-ópera pop por sí sola, atragantándose con su propia sobredosis de emociones mientras se despide, “so bright, so long, I’m never coming back”.

La consistencia de sus extremos es contrastante, comparada con los momentos anti climáticos vividos en el resto del material. Grizzly Bear intenta demasiado ser grandioso, y en forma parcial, ese es un problema. Muchas veces lo visible no es el resultado, sino el esfuerzo exagerado por lograrlo, uno que altera los momentos, tanto, que a final de cuentas no los deja bien parados. El exceso de confianza se muestra denso, y su urgencia por dar una declaración final que resuma su existencia, es la misma que los detiene. Nos encontramos ante una promesa interrumpida, una que se tendrá que aceptar por lo que es.

Hello Seahorse, una banda que conserva su olor a indie

Hace meses, Denise, la voz de Hello Seahorse!, emprendió una búsqueda: “quería un olor que me remitiera a una experiencia que no quería olvidar. Me pareció que tener un olor era una forma de poder recordar eso y volver a ese espacio”, dijo. Entonces, encontró el aroma que buscaba, un perfume artesanal de nombre Arunima. Pasó el tiempo, y mientras componía, recordó aquella palabra en sánscrito: “me parecía muy bonito ponérselo a una de las canciones”. La palabra despertó el interés de sus compañeros, que al enterarse de su significado (el resplandor del amanecer) decidieron nombrar así su quinto disco.

Tras dos años sin lanzar material, Arunima marca el regreso del grupo: “ dijimos: ya es hora de hacer un disco nuevo. Lejos. No tan lejos salió en el 2010, ya llevábamos un rato de no estar componiendo. Nosotros componemos para el disco, no somos de esas bandas que se la pasan sacando rolas todo el tiempo (...) Estuvimos primero aquí en el DF , luego montamos un estudio en una casa de Palm Springs y  finalmente nos fuimos a terminarlo a  Sonic Ranch”, dijo Bonnz.

Para HS!, Arunima significa un camino nuevo,  uno que mezcla su eterna melancolía con una energía más dinámica.

Sobre sus letras un tanto depresivas, Denise comenta: “Hacer canciones es mi terapia, prefiero las que yo compongo porque es un acercamiento más fácil cantar algo que tú viviste y que puedes proyectar (…) en este disco hay soledad, hay amor. No todo es oscuro, aunque creo que nunca vamos a perder esa nostalgia, es nuestra esencia. Pero en este disco hay una gama más extensa de colores”.

Este cambio de energía no es coincidencia, es más bien, la consecuencia de su paso por festivales como el Vive Latino y Coachella: “Este ambiente se te va quedando, te das cuenta de que lo que quieres es bailar”, dijo Bonnz, quien además de ser miembro del grupo es Dj: “Mi faceta de Dj ha influido, pues te das cuenta del tiempo de las rolas, 130 es el beat que pone a bailar a la gente. Cuando estábamos componiendo pensaba: ¡130, 130!”. Y  es que la banda lo tenía claro,  querían canciones que fueran divertidas en vivo: “Cuando tienes una canción prendida haces vibrar más al público”, mencionó Denise.

Para lograr su cometido, contaron con un nuevo aliado: Camilo Froideval, productor del disco: “Nos entendimos muy bien con Milo, supo cómo llevarnos por el camino que queríamos, además de mostrarnos otras alternativas. Ha trabajado con muchas bandas de rock y entiende perfectamente la dinámica de qué ocurre cuando una banda está en el escenario”, contó Denise.

Otra de las aportaciones de Camilo fue el arduo trabajo de pre-producción: “Trabajamos las maquetas hasta encontrar todas las formas posibles (…) yo en lo particular llegué al estudio con una noción de lo que iba a hacer con mi voz en cada canción”, dijo Denise.

Ahora, la banda se prepara para ir de gira con Café Tacvba en el Rockampeonato: “Iremos a Hermosillo, nos emociona porque nunca hemos ido, queremos seguir llegando a lugares nuevos”, dijo Joe. A los concursantes Denise  les recomienda: “Trabajo y constancia. Defender tu bandera, porque si tú no lo haces nadie más lo hará”.

Pasar tanto tiempo juntos puede sonar cansado pero los miembros de la banda se consideran familia: “Hay una intimidad muy presente, sabemos cómo es cada persona y respetamos los espacios de cada uno. La pasamos muy bien toureando, por eso te mantienes aquí”, dijo Denise.  Y es que  los de Hello Seahorse! son  unos junkies del escenario: “Esto es una droga, entonces cuando no la tienes, te das de topes. De  finales de diciembre y todo enero, como no hay tantos eventos, los músicos la sufrimos cabrón, porque es una temporada donde no hay mucho trabajo (…) y dices: chale, extraño estar tocando", narró Denise.

La temporada baja se acerca, pero HS! encuentra en qué mantenerse ocupados y por ahora les interesa el mundo audiovisual: “Es una de nuestras ideas para este nuevo inicio, ver la forma de poder entrarle a la imagen”. Ya el tiempo dirá.

Hello Seahorse! recomienda:

Denise: Grizzly Bear, Helado Negro y The xx.

Joe: St. Vincent, David Byrne, Talking Heads.

Fernando: Pink Floyd y French Kicks.

Demdike Stare, los beats esotéricos y oscuros

Dos personajes con inquietudes similares pero diferentes escuelas musicales unieron sus habilidades para darle vida a uno de los proyectos de la música experimental y electrónica más definidos y mejores logrados de los últimos años, Demdike  Stare suena a un poco de techno, dubstep, jazz, dando como resultado música que construye paisajes oscuros, tétricos y sexuales, ideales para una película de terror o para crear atmósferas llenas de sombras y decadencia.

Demdike Stare  es un proyecto nacido en Manchester en el 2009 y está formado por Sean Canty y Miles Whittake, dos personajes ya conocidos en la escena por otros proyectos: Miles quien se presentaba bajo el seudónimo de MLZ  y era parte de Pendle Coven, y Sean quien por su parte trabajó en el sello Finders Keepers.

La tarjeta de presentación de esta pareja  fue Simbiosisun disco que ya dejaba ver una clara personalidad del proyecto. De ahí en adelante sus trabajos han ido evolucionando y cada vez han ido mejorando, Forest Of Evil, Elemental (entre otros) lo demuestran. La mayoría de sus trabajos están vinculados al sello Modern Love al que Demdike Stare los consideran sus mejores aliados por darles la libertad de hacer y deshacer lo que quieran en su trabajo.

Miles ha declarado que para que este proyecto suene así, mucho se debe a que los dos son coleccionistas obsesivos de vinilos, definiendo a Demdike Stare como los registros de los discos que han comprado.  Y a pesar de que esta dupla lleva poco tiempo ha logrado ganarse un espacio y se han presentado en festivales como el Latitude o el famoso All Tomorrow's Parties.

Es tal vez  el proyecto más interesante que el MUTEK.MX trae a nuestro país y es la oportunidad de disfrutarlos.

Amanda Palmer y el teatro malvado (de la música)

Amanda Palmer and The Grand Theft Orchestra

Theatre Is Evil 

8 Ft. Records

2012

Siempre me he preguntado si la economía de la industria musical del llamado primer mundo es tan generosa que permite a los artistas que no son superestrellas llevar una vida decorosa cuando no están en gira o en promoción. ¿De verdad se gana lo suficiente como para sobrevivir durante las vacas flacas? No circula tanta información sobre lo que tienen que hacer los músicos para mantenerse cuando su oficio no aporta el dinero suficiente (España es una excepción; ventila muchos de los casos y se sabe que los artistas deben de laborar en actividades variopintas).

Ahora resulta que alguien como Amanda Palmer, con una larga carrera en el proyecto de cabaret punk llamado Dresden Dolls y luego en solitario, se metió en un auténtico lío después de vivir un rotundo caso de éxito en torno al llamado crowfounding. Ante la necesidad de recabar fondos para lo que sería Theatre Is Evil, su nuevo disco solista, sus fans le juntaron casi un millón 200 mil dólares a través de kickstarter.

Amanda dio cuentas de la manera en que repartió el dinero, los impuestos y demás gastos fijos. Al final se quedaría con sólo 100 mil libres. Pero más tarde solicitó a músicos actuar gratis para la presentación del álbum en Nueva York. Muchos se ofendieron y preguntaron: ¿Es que acaso no puede pagar honorarios a sus colegas (únicamente reclutaba a la sección de cuerdas)?.

El “sospechosismo” movió a ciertas investigaciones que más tarde plantearon la posibilidad de que hubiera aplicado en realidad unos 250 mil a pagar la hipoteca de su casa. La cantante dio marcha atrás y le pagó a todos los acompañantes. Reiteró que no había nada turbio, pero el daño ya estaba hecho. La polémica cayó sobre su trayectoria.

En lo personal, considero muy lógico que sí tenía una hipoteca urgente usará parte de ese dinero. ¿Qué artista puede trabajar a gusto ante la amenaza de perder su casa o ser desalojado? La cuestión es que lo hubiera hecho público  y con eso bastaba. Ahora el problema es que los dimes y diretes restan atención a una entrega notable por sí misma.

Palmer fue más allá del rollo fársico, oscuro y de folk siniestro de lo que hacía en Dresden Dolls y concibió un disco de rock de miras mucho más amplias. Theatre Is Evil me remonta a pasajes de Siouxsie and the Banshees y también a Anna Calvi. Es mucho más potente, las guitarras están más presentes y el manejo de voz es espléndido.

¿Un asunto mediático –válido o no- debe hacer mella en la apreciación de la obra? Quizá la autora se equivocó en ciertas decisiones, pero ello no está grabado en alguna de las 15 canciones que integran el trabajo. En mi caso, me enteré de los pleitos hasta mucho después de disfrutar en varias ocasiones del disco. Y les digo la verdad, el zipizape de redes sociales y diarios no me importó. Ni siquiera que un productor tan relevante como Steve Albini estuviera en contra de Amanda.

Un tema como “Smile (Pictures or It Didn't Happen)" me llevó a apreciar cierta influencia de Radiohead y My Bloody Valentine; “The Killing Type” se me hizo una experiencia plena de rock and roll al estilo PJ Harvey. ¿Se necesita más al momento de dejar correr un disco?

Como también la acusaron de apoyar a Neil Gaiman –su marido-, por sus nexos con la Cienciología, pues optó por tocar en la presentación del libro A Queer and Pleasent Danger de Kate Bornstein, en el que da cuenta de su amarga experiencia en la institución que tanto ama Tom Cruise. Así evidenció de cual lado está.

Amanda es una mujer sobrada de agallas. He allí esa paródica “Do It With a Rockstar”. Capacidad irónica no le falta y capacidad instrumental tampoco. Puede dejar explayarse a las guitarras, o volver a sus piezas de piano, como “Trout Heart Replica”. Además, aquellos que en el estudio integraron la Grand Theft Orchestra lucen a plenitud.

Su capacidad dramática, su sensibilidad compositiva y una voz que resuena como un cañón, la sitúan en un selecto círculo de artistas. Superior a Regina Spektor o a Florence, se encuentra en una etapa de plenitud creativa –como en la que anda Tori Amos-.  Su talento la saca a flote y no necesita probar nada más… ni siquiera a los fans que la han financiado.

ALIKA está prepARADA

Este viernes 28 de septiembre, Alika presentará de manera oficial su nuevo disco, Dub Your Self, en El Plaza Condesa frente a muchos de sus fans mexicanos; en un show en el que la cantante tendrá como invitados especiales a Bungalo Dub y Ziom Train.

Previo a su esperado concierto en El Plaza, Alika se tomó un tiempo para hablar con los medios acerca de lo que podremos ver ese día, su nuevo material y otros aspectos importantes de su carrera, así como de su manera de ver la vida.

Alika está sumamente emocionada por tocar una vez más en la Ciudad de México y esta vez en un foro más grande: “Este concierto tiene como objetivo principal presentar mi nuevo disco, Dub Your Self. Se tratará de un gran show que estará muy completo, ya tenemos varias cosas preparadas y habrá invitados sorpresa. Esa noche vamos a tocar bastantes canciones del nuevo disco y otras clásicas. Me gusta mucho estar en México, la experiencia de tocar acá siempre ha sido buena para mí”.

Otro factor importante por el que la cantante uruguaya está tan entusiasmada es que cada día crece el número de sus fans mexicanos, quienes le han demostrado su fidelidad en diferentes ocasiones: “La gente que se identifica con lo que dices te busca y te escucha. La respuesta de la gente en México ha sido muy buena, apenas se juntaron como mil personas en una firma de autógrafos en el Chopo y yo no me esperaba algo así, pero estoy feliz de que pase”.

En lo que se refiere a su nuevo álbum, Dub Your Self, Alika comentó: “Es un material compuesto por 17 tracks que son remixes de mis canciones. Experimentamos un poco con otros sonidos; dub, dubstep, jungle y drum & bass. Fue producido por Omar Dukas, 6 Blocc y Colonel Hattie, y cada uno le aportó algo distinto”. La respuesta del público a la salida de Dub Your Self ha sido bastante buena. Hasta ahora, esta placa sólo se ha vendido en algunos shows y en un par de semanas ya se podrá conseguir en diferentes tiendas.

Alika también aprovechó la ocasión para hablar de la escena musical independiente en México, a la cual ella ve muy bien, y de su colaboración hace un par de años con Mad Professor, a quien describió como un gran músico y de quien aprendió algunas cosas. La cantante dejó claro que seguirá haciendo música todo el tiempo que pueda, y que en cinco o diez años se ve a sí misma igual de satisfecha que ahora con su trabajo y feliz.

ESA NOCHE, LO IMPOSIBLE FUE POSIBLE

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The Smashing Pumpkins ofrece una velada de incontables emociones.

‘Believe in me as I believe in you’ es la frase que mejor describiría la relación entre Billy Corgan y sus fans mexicanos. La crítica ha atacado ferozmente sus trabajos posteriores a la separación de The Smashing Pumpkins en el año 2000, y no por ello ha perdido a los fans de nuestro país. Sin duda alguna, la agrupación jamás será la misma sin las guitarras de James Iha, la enigmática D'arcy Wretzky en el bajo y Jimmy Chamberlin tras la batería. Después de todo, fueron ellos quienes, junto a Billy, conquistaron los corazones adolescentes de varias generaciones. No obstante, Corgan sigue electrificando las almas de esos fans que aún creen en él, y le demostraron su apoyo durante la presentación en la Arena de la Ciudad de México.

No hay palabras que puedan describir lo que miles de sonrisas, gritos, ojos cristalinos y rostros melancólicos reflejaron la noche del sábado al ver a su ídolo en acción. Ése que abrió las puertas a nuevas dimensiones sonoras de la existencia. Quizá, todos los “Pumpkins lovers” conocen los desaciertos del controversial Billy, sin embargo, no apartan su respeto y fe en sus nuevos proyectos, y en los nuevos compañeros.

Como banda telonera estuvo A Band of Bitches, sociedad "secreta" que presentó temas de su álbum debut como "Track 3.14" y "Love In Gaza" sin olvidar la popular "Noreste Caliente", canción que rápidamente encendió el reciento.

Las luces se apagaron, las emociones eran incontables, al igual que indescriptibles. Una nube de excitación y melancolía cubría las instalaciones del recinto, podía sentirse la presencia oculta de un gran ícono del rock. Se iluminó el escenario y el cuarteto de Chicago apareció en posiciones. Pronto comenzó la presentación de Oceania, su más reciente producción. Deleitaron con los temas de un álbum conceptual que intentó volver a la magia de los Smashing Pumpkins. ¿Será? Definitivamente no, esa magia es muy distante de los nuevos Pumpkins. Billy ha perdido la teatralidad que agregaba a su voz, aquellos años en los que la obscuridad de la banda resultaban en un gran destello de luz. No obstante, aún hay quien cree en él y se derrite ante temas como "Quasar", "Panopticon" y “My Love is Winter”.

Atentos y respetuosos se mantuvieron los espectadores. Algunos comentaban que a pesar de no ser de los mejores discos, no consideraban que Oceania o Zwan (anterior banda de Corgan), hayan sido una porquería. No sé si se deba a que la idiosincrasia del mexicano tiende al conformismo y al olvido, o se deba  a su inigualable fidelidad. “Bullet with Butterfly Wings” permitió que todos los asistentes abandonarán la calma y enloquecieran entonando “The world is a vampire, set to drain…”, y saltando sin parar, mientras recordaban su adolescencia o juventud. Se transpiraba un ambiente de dicha al presenciar la vibra de ese recuerdo infantil.

Una enorme esfera colgando a mitad del escenario permitió que la luna de “Tonight, Tonight” nos transportara a otra época, recordándonos que los cambios son inevitables y que jamás volvamos a ser los mismos. The Smashing Pumpkins jamás serán los mismos, pero siempre serán símbolo de la belleza de la complejidad humana plasmada en canciones.

“1979” no podía faltar para satisfacer a los espectadores sedientos de esos potentes acordes de rock and roll. “Ava Adore" fue una de las emblemáticas rolas con la que  anticiparon el final de una gran noche, concluyendo así con “Cherub Rock” y demostrando que pese a la adversidad, The Smashing Pumpkins siguen vivos.

Pink Mammas demuestra que el rosa no solo es un color

Enfundadas en chamarras de piel, tacones altos, brillos y con mucha energía, cuatro guapas pero muy talentosas jóvenes se abren camino dentro de la escena del rock nacional haciéndose llamar Pink Mammas, nombre que empieza a ser escuchado por distintos puntos de la República. Indie Rocks! tuvo la oportunidad de hablar con Daya (voz), Rack (guitarra), Ele (bajo) y Pichi (batería) quienes nos hablaron de su paso por la música y la salida de su primer álbum.

¿Cómo y cuándo nace Pink Mammas?

Empezó a finales del 2009 cuando Ele y Raquel empezaron a tocar covers, y ya luego se unió Pichi y Daya como un año después. La idea siempre fue hacer una banda con temas originales, los covers nos sirvieron para foguearnos en el escenario y para conocer al público pero sobre todo para conocernos. Pero nosotras seguimos componiendo y fue hasta que ya teníamos nuestras rolas que dijimos: 'ya no más covers' y fue cuando nos metimos al estudio de grabación con Rogelio Gómez.

¿Fue difícil que una banda de chicas que toca rock fuera aceptada?

No, al contrario. Creo que nos quieren más (risas). Yo creo que nos han abierto las puertas al igual que a cualquier banda que a la gente le gusta, no porque seamos chicas no dejen que toquemos.

¿Durante su carrera han tenido problemas todavía por la idea de que las mujeres no saben tocar rock?

Creemos que se acepta la música más no el género. Al final la música es lo que les gusta, a parte ya vemos a muchas chavas que tocan. Nosotras creemos que ya se rompió el estigma de eso, creemos que la gente ya se acostumbró a ver a chicas arriba del escenario, ya es muy común.

¿De donde proviene la inspiración para Pink Mammas?

Nuestra música es hard rock, tenemos influencias de bandas de rock clásico como AC/ DC, Led Zepellin. En si todas tenemos diferentes gustos musicales, lo cual nos gusta por que así cada quien aporta diferentes ideas.

Hablando de inspiración musical ¿qué nos pueden decir de su nuevo disco?

El disco contiene 10 temas y lo presentaremos el 10 de octubre en El Imperial, donde ya lo estaremos vendiendo. Las canciones las realizamos entre todas y hablan de fiesta, ánimo en el amor, cuando el amor se vuelve costumbre, en fin, son experiencias de nosotras y de gente cercana; son historias comunes pero muy directas.

Nuestro primer sencillo "Demente obsesión" lo escogimos por que nos representa, es una rola que tiene algo especial de cada una que muy pronto estará circulando.

¿Qué viene después de la presentación de su disco, están planeando una gira?

Sí, estamos pensando promocionar el disco sobre todo en el D.F, tal vez visitemos algunos estados de la República. Lo que queremos es llegar a los festivales grandes.

Sin duda la vida cambia al pisar un escenario y comenzar a ser reconocidas ¿qué les dice su familia y amigos?

Los queremos mucho por que siempre nos apoyan, van a todas nuestras tocadas y ya hay gente que nos conoce desde que tocábamos covers y nos ha seguido en Facebook. Es muy emocionante cuando te reconocen en la calle sin que los conozcas. Estamos teniendo nuestra primera experiencia de ser reconocidas y eso nos motiva.

¿La escena del rock mexicano está preparada para seguir brindando música nueva o ya se estancó?

Está regresando y se está modificando. Ya hay más foros nuevos y las bandas ahora ya tienen más oportunidades; los eventos son más masivos. Hay definitivamente otra cultura lo que ocasiona que los festivales se hagan cada vez más grandes.

Los esperamos en la presentación del disco que se llevará acabo el y no se pueden perder la salida del sencillo y del disco finalizaron.

México means Kupa

¿Alguna vez le han puesto atención a las melodías que traen sus videojuegos? Seguramente muchos de ustedes no le habían prestado atención y hoy, es turno de presentarles a un artista orgullosamente mexicano que estará presentándose el jueves 4 de octubre en el Auditorio Blackberry como parte de la programación de este festival y que además es capaz de lograr que te sientas dentro de un gameboy.

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Cristian Cárdenas, quien en sus inicios trabajaba bajo el seudónimo “Plug”,  vuelve a la escena de la música electrónica como Kupa, siendo el encargado de crear una mezcla electrónica que parte de un dubstep que pasa por un 8-bit y se combina con eso que llaman bass music.

El chiptune es la combinación de todos los sonidos creados con los chips de sonido de consolas y ordenadores antiguos de 8 bits, como el NES. Un género meramente ochentero que al paso de los años fue distanciandose de cierta forma que la esencia sigue ahí para hacer estas delicias posibles. Ruidos simples y a su vez chillones que al ser reproducidos de forma repetitiva logran secuencias y estructuras envolventes y fantásticas.

Eso es parte de lo que hace Kupa, un animador de la Ciudad de México y ademas responsable de crear lo que hoy es Vira Records, un proyecto que pretende promover la cultura del género a nivel internacional; cosa que no le ha sido del todo difícil, pues lo que genera la mezcla de estos ritmos es algo, en su mayoría, único y espectacular.

Este músico electrónico ha sido creador de sellos y colectivos como Vira, Nimbo y Filtro, conocida como la primer netlabel en la República; publicó su álbum Bit Pairat y desde ahí se ha dedicado enteramente a la producción de material audiovisual, experimentando con cada propuesta. Algunos proyectos que lo han llevado a escenarios grandes como lo son hoy el MUTEK.MX y el Interface en nuestro país.

Aquí les dejamos algo de este paisano que además de haber logrado llegar hasta oídos de Japón y la India, nos presenta un espectáculo audiovisual que incorpora un videojuego, mismo que él ha creado.

ARTO LINDSAY EN CINE TONALÁ

Es un privilegio de los viejos saber confundir a su público mientras convive con este mismo de una forma amable. Arto Lindsay no es un personaje importante que guarde una pedante distancia con sus espectadores, pero sin duda, continúa siendo un músico extraño.

¿Sabía usted que es una leyenda viva de la escena del downtown neoyorkino? ¿Que a lado de Lydia Lunch, James Chance y Glenn Branca estructuró una vanguardia musical: el No Wave? Su banda se llamaba DNA: tres personas que no tenían conocimientos profesionales de sus instrumentos, pero que sabían hacer ruido, mucho ruido. ¿Cómo es posible que un joven de esa categoría se haya convertido en el autor de un bossa nova elegante, de una electrónica intrincada pero escuchable?

La noche del viernes pasado convergieron en Cine Tonalá ambas formas de abordar la música en un concierto que significó un reto para el que apenas lo conocía y una emoción, una emoción en su más puro estado geek, para el fanático. Declaro: ha sido de los pocos conciertos a los que he asistido en los que es evidente una diferencia en el público, por un lado el bando de los que escuchaban con mucha veneración y una gran sonrisa, y por el otro el bando de los que comenzaban a bailar por no saber qué otra cosa hacer. La gente se comportaba así mientras Arto Lindsay saludaba a la chica de la cámara quien insistía en colocar el flash directo a sus ojos, hacía chistes sobre la decoración de la sala y saludaba a sus amigos que se encontraban entre los presentes.

Comenzó 40 minutos tarde, pero no importó. El ingeniero de audio hizo que Arto Lindsay perdiera el micrófono más de una vez, pero tampoco importó. La vanguardia en Arto Lindsay no se acaba. El público a veces no comprendía qué hacía, pero le seguía bien el paso.

Las distorsiones se colaron cuando fue el turno de tocar “Wall of Guitar”, además de "Erotic City", original de Prince.  “Horizontal” adquirió tintes punk, cortesía de las poderosas secuencias electrónicas y de los aporreos que Arto Lindsay le daba a su guitarra azul, cuya forma no dudo haya inspirado (o esté basada) a la Moonlander de Lee Ranaldo. Algunas melodías se dejaron tal cual, como en el caso de “Simply Beautiful”, de las bossa novas de su álbum O Corpo Sutil o de “Illuminated”, canción que abre el disco que en lo personal me parece su obra maestra: "Invoke".

Arto Lindsay dejó una constancia: sigue siendo un gran y complejo músico, un señor que se da el lujo del carisma.

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