Descartes a Kant estrena video

Descartes a Kant este año se ha presentado exitosamente en diferentes partes de la República Mexicana promoviendo Il Visore Lunatique, del cual ahora nos muestran el video del sencillo "La Belle Indifference" producido, diridigo y editado por Paty Green. Aquí vemos una recopilación de imágenes de estas presentaciones, con efectos visuales y con la banda portando el vestuario del diseñador mexicano Mauro Babún (del cual tuvimos una sesión fotográfica muy especial hace un par de meses).

The Used, entre el hardcore y la emotividad

Un concierto está plagado de primeras veces que vuelven a esa noche inolvidable. Quizá es la primera vez que suben en hombros a alguna chica o que un adolescente bebe una cerveza o se emborracha. En el concierto de The Used del sábado 20 de octubre, para muchos fue la primera vez que escucharon a la banda tocando en vivo.

Después de cinco años de haber visitado México por última vez, The Used regresó para presentar Vulnerable, su disco más reciente, y para grabar en la memoria de sus fans un concierto en el que el cariño fluía tanto de parte de la banda como del público. Aunque suene muy poco hardcore, fue una presentación verdaderamente emotiva.

La energía de los fans se hizo presente desde que se apagaron las luces del Auditorio Blackberry para que la banda subiera al escenario. The Used abrió con "Put Me Out", track perteneciente a su última grabación, pero que fue recibida por el público como si se tratara de uno más de sus éxitos consagrados. Si alguno de los asistentes desconocía el historial discográfico de The Used, bien pudo haber pensado que estaba en un concierto de greatest hits, porque los fans corearon absolutamente todas las canciones. La banda siguió con "Take It Away" y "The Bird and The Worm", dando una probadita de dos importantes éxitos de sus discos anteriores.

Bert McCracken, el sudoroso vocalista de la banda, saludó por primera vez a los asistentes después de la tercera canción (afortunadamente supo que estaba en ‘Mexico City’, no como Orlando Weeks, de The Maccabees, que saludó a “Southamerica” en su reciente presentación en el Corona Capital) y no dejó de hablar con los fans durante todo el concierto, mostrándose emocionado y agradecido de volver a tocar en la ciudad.

Como todo gringo simpaticón, Bert intercalaba el inglés y el español cuando platicaba entre canción y canción, ganándose los aplausos de los fans cada vez que decía “gracias”, o cualquier otra frase en el idioma de Cervantes.

The Used campechaneó canciones de sus cinco álbumes para no dejar sentido a nadie, ejecutando cada una de las rolas con la misma potencia con la que tocaban cuando inició su carrera hace exactamente una década, y mostrando por qué siguen sacando discos y ganando fans.

Pero la mención de honor se la llevaron los más de mil seguidores que corearon cada una de las canciones que tocó la banda, que mantuvieron sus brazos en el aire durante la casi hora y media que duró el concierto (¿por qué son tan cortos los conciertos en estos días?) y que saltaron sin parar sobre el piso de esponja del recinto que amortiguó cada paso y cada brinco.

Indudablemente, The Used brinda algo que hace sentir bien a los que se adentran en la filosofía de su música, tal vez los mejora, tal vez los alivia, o los alegra o les muestra algo de verdad. Algo dan a los fans para que estos les hayan agradecido de una manera tan entregada, enérgica, sincera y emocionada.

The Used sigue fiel a sus principios como banda, no se han vendido y seguramente no lo harán. Navegan con un low profile que los mantiene un tanto fuera del reflector y que no los vuelve la banda más conocida en el género alternativo/hardcore al que pertenecen, cosa que agradecen no solamente sus fans, sino todos aquellos que creemos que la música aún puede conservar su rasgo de salvadora de almas y que no es solamente un producto prefabricado. 

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ACL12: El último día en el Zilker Park

Tal como les platiqué en el post anterior, debemos hacer la tarea y conocer un poquito más de lo que vamos a escuchar para no estar perdiendo el tiempo en los festivales que tienen enormes carteles. Así que sin retraso alguno, llegué a ver a Alt-J que abría el escenario Barton Springs, ese stage que les platicaba que no sonaba bien de volumen. An Awesome Wave, es un disco que reseñamos en nuestro impreso #57 y aquí en la redacción tuvimos un gran gusto por él, así que era obligación degustar el show completito, un show que no me decepcionó porque Joe Newman, vocalista tiene una voz genuina y en conjunto con el tecladista, Gus Unger-Hamilton, crean armonías vocales muy bonitas; el tiempo de la batería y ciertos efectos son lentos pero muy atinados para darle ese punch a cada track. Una banda digna de coronarse como la mejor nueva propuesta en vivo (de éste festival). Otros ingleses que vimos a continuación, fueron The Boxer Rebellion, quienes comentaron que ya tenían casi medio año sin tocar y fue así como se entregaron a un pequeño público aún (era temprano y ellos abrian uno de los escenarios principales); una tranquila presentación con altas en las liras de Todd Howe, que gustó por rolas como “Spitting Fire”, “No Harm” y “Evacuate”, una grande en vivo fue "If You Run" (Los que hayan visto Going The Distance sabrán por qué).

Llegué a ver Moon Duo, otra buena banda de dos grandes músicos (y me refiero a grandes de edad) que apenas lanzaron a la venta el disco titulado "Circles" y que con su psicodelia o rock espacial, todo el público que los observaba en el Austin Ventures Stage quedó satisfecho. Interpretaron "Killing Time", "Mazes", "In the Trees" y no podía faltar su gran último sencillo "Speelwalker".  Esta es una banda que en lo personal, disfruté muchísimo no por su actitud sino porque logran muy bien el género. Continuando la escucha bajo un potente sol, se encontran al escenario Stars, Freelance Whales y luego Gary Clark Jr. (que no ha dejado de presentarse en casi todos los grandes carteles gabachos de este año).

De repente, emprendieron el show los chicos de Tennis, con rolas bien cursis y pegajosas. Un sonido vintage en la lira de Patrick Riley y la tierna voz de Alaina Moore, quienes fueron buenos ingredientes para poner de buen humor con "Marathon" y "Guiding Light", a esa hora, frente una tremenda cantidad de asistentes que gozaban de un sol intenso. Finalizando, se presentó Two Door Cinema Club cuando el calor era infernal, sin embargo no fue suficiente para que los integrantes de la banda se entregaran al público con mucha energía. Ya los habíamos visto en años anteriores pero definitivamente no sólo han madurado fisicamente, también en  sonido y performance. "What You Know", "Something Good Can Work", "Undercover Martyn" fueron canciones muy coreadas y también escuchamos tracks de su reciente material Beacon.

Continuando la agenda planeada, dirigí mi camino al stage donde se presentaba The Lumineers, pues mis colegas de prensa no dejaban de recomendar el gran acto en vivo que lograba esta banda folk. El paso era lento ante un festival to-tal-men-te lleno, trasladarme fue una batalla tremenda; la banda comenzó a tocar y la multitud texana o no texana comenzó a alborotarse. Esta agrupación sólo tiene un album homónimo y les puedo decir que son buenos músicos, de buena vibra, pero no soy la persona más indicada para hablarles de folk. Luego llegué al escenario principal a ver al legendario Iggy Pop con The Stooges, pero antes de comenzar me percaté que a un costado del escenario se encontraban en primera fila Natalie Portman y Michael Fassbender, pues algo que no he mencionado en estas reseñas es que en varias ocaciones me encontré a estos artistas (incluyendo Ryan Gosling) pues al parecer filmaban algo con Terrance Malick. La grandeza de Iggy and The Stooges apareció interpretando “Raw Power”, “Search and Destroy”“I Wanna Be Your Dog”, “Gimme Danger”, “Your Pretty Face is Going to Hell". Fue una tarde perfecta para ver a Iggy corriendo  y saltando de un lado al otro del escenario, ninguno de estos veteranos del rock paró.

Por la noche vi a los Peppers, con un show similar al que presenciamos en Lollapalooza del presente año. RHCP son de esas bandas que no hay mucho qué decir pues simplemente ver a Anthony, Flea y Chad tocando "Otherside", "Suck My Kiss", "Under the Bridge", "Californication" y "Give it Away" es, para mi y mi nostalgia de las buenas épocas del rock, joya.

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ACL12: El segundo día

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Segundo día, los pies comienzan a doler un poco pero nada insoportable para seguir caminando entre 18 hectáreas de pasto y más de 70,000 personas que van de un escenario a otro. La mañana comenzaba con Wild Child, Dev, Bombay Bicycle Club, Zola Jesus y más, imagínense, esos eran los primeros del día; pero ver cachitos de todos no te acredita como conocedor de una banda, pues la magia de estos festivales reside en vivir toda la química que desprenden de principio a fin (por lo que es recomendable hacer una buena planeación y ¿por qué no? una estudiadita de lo que vas presenciar).

La pasiva voz del compositor Rufus Wainwright comenzó a sonar, acompañado de grandes músicos en vivo. Agradeció la existencia de Boxed Water (la marca de agua que dan detrás de bambalinas) por ser un gran producto portando un traje exuberante de rayas negras y blancas, pero eso no fue lo relevante, en general fue muy amena su presentación, presentó el sencillo de su renciente álbum "Out of the Game" y dio un speech sobre lo derechos de las mujeres y su apoyo a Obama. Por otra parte, tengo que recalcar la especial aportación a mi nuevo catálogo de bandas por parte de BMI, quienes curaron un pequeño escenario con bandas propuesta, ahí me encontré con los californianos Gardens & Villa, cinco integrantes con un shoegaze especial, flauta y percusiones electrónicas que decoran el buen sonido de estos muchachos.

Y a quien esperaba ver con ansias desde que vimos el sencillo "Nancy From Now On" era al proyecto solista de Joshua Tillman (ex Fleet Fox) mejor conocido como Father John Misty. Antes de comenzar el show, se reunió con sus músicos realizando una especie de rezo y apareció al frente, mostrándose con unos lentes de forma de corazón e interpretando "Funtimes in Babylon". Al terminar comentó, con tono ácido, que lo curioso de olvidar traer puestos ese tipo de lentes es ver cómo la gente comienza a reir de manera estúpida. El performance continuó, él interpretaba cada canción con movimientos y bailes dramáticos, comprobando la calidad de voz, composición y buen talento de los músicos que lo acompañaron esa tarde. Michael Kiwanuka, de corta carrera musical, se presentaba con un cielo amenazante de lluvia, interpretando "Home Again". Románticas canciones folk, conózcanlo. El violín de Andrew Bird continuó a la experiencia de aquel sábado, su singular silbido me hizo pasar un rato muy ameno, con aquellas rolas interpretadas siempre a lado un changuito en Converse recargado sobre unas bocinas Specimen giratorias de las que a veces utiliza para darle un efecto especial a su sonido.

Por fin llegó el momento de ver a Band of Skulls, iniciando el show con "Sweet and Sour", el público estaba prendidísimo con tremenda presentación de estos tres chicos hasta que la lluvia se soltó y los promotores decidieron suspender el show, por seguridad de todos. Al cabo de unos minutos se reestableció la presentación para que, con un público empapado, siguieran interpretando "Wanderluster", "Lies" y "You're Not Pretty But You Got it Goin' On". Luego me encontré con Kishi Bashi, que para mi sorpresa y gusto, fue una gran propuesta, con un fino juego de loops y sonidos generados desde el violín acompañado del banjo de Mike Savino (que al verlo no dejaba de pensar en Zach Galifianakis). ¡Increíble show!

Gotye era un must porque siempre es bueno conocer en vivo a los fenómenos masivos musicales y sobre todo, para mi es tratar de entender porqué llegan a serlo, ya los había visto en el Coachella de este año, pero aún sigo sin entenderlo; he de comentarles que sí disfruté de sus buenas percusiones y animaciones. Para mi gusto ese escenario (Barton Springs stage) continuaba teniendo problemas de volumen y eso no amarró mi atención. Finalmente, para concluir el día me permití ver a Jack White, a quien ahora sí logré tomarle fotos esta vez a lado del conjunto de chicas que tiene por músicos, The Peacocks. Geniales, simplemente los riffs del Sr. White a lado de la energía que desprenden estas mujeres no tiene madre. Cuando venga, quiero que todos vayan a verlo porque es gigante su show.

ACL12: Reporte del día 1

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Y mientras todos estaban en la euforia del festival Corona Capital de este último fin de semana, Indie Rocks! también tuvo la oportunidad de asistir nuevamente al festival hermano del Lollapalooza, organizado por la misma productora, con los mismos estándares de logística para su realización (impecables): Austin City Limits 2012. Ubicado en el parque ecológico Zilker en el corazón de Austin, Texas.

Era el primer día, estaba semi-nublado, caluroso y muy húmedo pues esta zona está rodeada por el lago Lady Bird, sin embargo todo el ambiente que presenciamos caminando hacia el lugar, pintaba excelente para ver al gran cartel de este festival de 8 escenarios. Aquí algunos detalles de lo que vimos y recomendamos conocer: arrancamos presenciando el acto en vivo de las guapas hermanas Söderberg, First Aid Kit; excelentes voces y acordes que generaron una gran conexión con el público concluyendo el set con "King of the World". En cuando terminaron, Delta Spirit se hizo presente en uno de los dos escenarios principales, la energía por parte de los intregrantes de la banda era altísima, Matt Vasquez, su frontman, de plano olvidó los monitores y cayó hacia atrás generando risas de todos los que vimos ese suceso. El muchacho, no tan muchacho, sonrojado siguió el show aunque cargaba una gran pena ya que poco antes había presentado al público a su madre que estaba presente a un costado del escenario. Buena ejecución en vivo pero algo aún no me terminó de convencer en su sonido. Por otro lado, The War On Drugs se presentó también en uno de los escenarios principales, aún con poca gente pero sonando bien con rolas como "Arms wiht Boulders" "Brothers" y "Baby Missiles".

Algo muy curioso de esta festival era ver a muchas familias dentro del festival, familias que incluso llevaban al abuelo, tíos, sobrinos; muchos instalados en varios de los escenarios cual día de campo familiar.

Una gran sorpresa para nuestros oídos fue la bajista Esperanza Spalding, quien con su voz, feeling y ensamble que la acompañaba, nos tuvo atrapados en un buen jazz, soul, funk que brilló por sí solo aunque el sonido del stage era un poco bajo para nuestro gusto. Una de esas bandas que ya teníamos en la mira para ver en vivo fue Wild Belle desde que conocimos su sencillo "Keep You" nos atrajo mucho, fue entonces que nos dimos a la tarea de verlos y en efecto, nos encantaron. La voz de Natalie Bergman es especial y, nos hace ruido ver que el sonido reggaesoso que tocan no checa con el outfit que portan, sin embargo su musica es relajante, alegre y pegajosa. Tegan and Sarah tuvieron una buena presentación, la gente las aclamó y las rolas fueron coreadas; Florence Welch incluso se encontraba entre el público que las observaba.

Brittany Howard de voz ronca muy característica, dio un gran show. "Aren't you gonna ask me how I'm doing?" preguntó al público y en cuanto preguntaron a voz unísona, ella simplemente contestó "Yes, I'm always doing alright!" Justo esa es la actitud de Alabama Shakes quienes irradian una gran vibra positiva con cada una de sus rolas. Weezer del otro lado del venue, comenzó el show con "My name is Jonas", la gente que vi hasta el frente portaba playeras de la banda, muchos de mi generación. La nostalgia de los 90's se hizo presente.

Thievery Corporation apareció en escenario tocando de una manera distinta a lo que vi hace un par de años en el festival Goliath; ya no tienen el mismo misticisimo que manejaban en sus antiguos shows (luces del ambiente, tiempos de ejecución, voces) pero la música no deja de ser buena, completa con sus músicos multinstrumentales y grandes invitados intérpretes. Finalmente The Black Kids cerraron el día, para esa hora era impresionante la cantidad de gente, estaba un lleno total que abarcaba tres escenarios del lugar, era un caos y sobre todo, la salida. Sin embargo, tuvieron éxito con las casi 20 canciones que interpretaron aquel día, la banda es amada en el gabacho.

Reporte del segundo y tercer día.

El vuelo de Dragonfly

Desde los rincones mas inhóspitos de Valencia, España, llega Dragonfly, una de las bandas del llamado metal sinfónico que más está dando de qué hablar: “Cuando empiezas nunca te imaginas a donde puedes llegar. Nuestras expectativas eran modestas porque hemos mantenido los pies en el suelo, pero hemos ido encarando uno a uno los retos que se nos presentaron y casi sin darnos cuenta hemos ido creciendo y superando en ocasiones las metas marcadas”, cuentan Pablo Solano y Juanba Nadal, vocalista y bajista de esta banda que esta por visitar nuestro país.

“No creo que sea tan diferente la escena del metal en Argentina como en España, conocemos bandas de Argentina que hacen un excelente trabajo al igual que muchas bandas de aquí y el problema de la falta de apoyo de los grandes medios de comunicación es también común para ambos países”, cuenta Pablo. La historia de esta banda comenzó en Buenos Aires cuando el guitarrista Ariel Mittica y el baterista Chris “Vikingo” Scornaienchi decidieron probar suerte en las iberias formando Dragonfly, y tras dos álbumes de estudio regresaron a las tierras de los alfajores y el mate dejando el proyecto en manos de estos dos caballeros: “Supongo que en Argentina pasa como aquí en España, que parece que nos fijamos antes en el producto que viene de fuera antes que en el nacional, y eso es un error bajo mi punto de vista, ya que en ambos lugares encontramos grandes músicos y bandas que muchas veces son menospreciadas por el simple hecho de ser autóctonos. Si nos paramos a analizar su trabajo veremos que algunas de ellas no tienen nada que envidiar a bandas de otros países que tanto adoramos”.

Actualmente se encuentran promoviendo su tercera producción, Non Réquiem, la primera en traerlos a Latinoamérica. El sonido de la banda se puede equiparar con el de Stratovarious, Edguy, y Sonata Arctica, y claro está, que siendo todos músicos de escuela, hay claras influencias de la música clásica y de cámara en sus grandilocuentes melodías: “Estamos inmersos en la composición del siguiente álbum y queremos lanzarlo lo más pronto posible en cuanto volvamos de la gira, aprovechando que se cumplirán los 10 años de Dragonfly como banda, desde que se formó aquí en España”. Cuentan Juanba y Pablo, quienes en representación de la banda también administran su página de internet, sus cuentas en redes sociales y, más importante, editan su material de manera independiente bajo su propio sello Dragonfly Records: "la creación de una disquera, al igual que cualquier entidad legal aquí en España, necesita de miles de gestiones administrativas que me hacen recordar a aquella prueba que sufrían Astérix y Obélix en Las 12 pruebas de Astérix… un papeleo constante que te sumerge en un mar de locura y de interrogantes… aunque una vez consigues tu propósito, como bien dice Pablo, no lleva mucho más trabajo el gestionar todo que cuando lo hacíamos a través de sellos externos”.

Tras una gira que los llevó a distintas partes de Asia, la banda que ha tenido entre sus colaboradores a gente perteneciente de Mago de Oz, Megara, Hybris, Saratoga y Rata Blanca estará presentándose en varias ciudades de nuestro país, desde Ensenada hasta el Distrito Federal en el mítico y asfixiante multifloro Alicia. Dragonfly es una interesante propuesta ibérica que llega a nuestro país para aquellos que siguen de cerca el metal europeo o los que con oído curioso encaran una oportunidad de descubrir otra de las opciones en el mercado alternativo de hoy en día: “Los consumidores de Metal son gente que sabe lo que quiere y lo busca, por lo que el nivel de fidelidad es más alto que en otros géneros de música. Nunca nos ha preocupado mucho la piratería, porque no somos una banda que venda millones;  la gente ha compartido música toda la vida desde las cintas de cassette y, aunque ahora con Internet se le está dando más importancia, no valoran el hecho de que gracias a eso tu música puede llegar a lugares donde de otro modo sería imposible”.

Su mero Mole

Se presentó el Mole Quartet en la inauguración del Jazzbook.2, como parte de la Décimo Segunda Feria Internacional del Libro en el Zócalo. Sobre la plancha de la Plaza de la Constitución se instaló el Escenario Macondo, donde el cuarteto de jazz contemporáneo progresivo compartió su música con el público. El grupo presentó canciones de su más reciente producción, What’s The Meaning. La propuesta que presentó el Mole Quartet es una fusión de varios estilos musicales, como la tradicional comida mexicana de la que tomaron el nombre. Su mero mole es experimentar.

El tecladista Mark Aanderud y el baterista Hernán Hecht, fundadores del grupo, estuvieron acompañados por Benjamín García en el contrabajo y Mike Moreno en la guitarra. El cuarteto Mole representa uno de los principales temas del Jazzbook.2, las migraciones sonoras. Sus integrantes además de ser de nacionalidades distintas, viven a miles de kilómetros de distancia, sin embargo, esto no impide que se puedan conjugar increíblemente en el escenario. Estilos como jazz, funk, drum & bass, jungle y groove se fusionan en la propuesta del Mole Quartet.

Mientras caía el atardecer comenzó a llegar el público que se fue instalando en el foro, para luego exigir el inicio del show. En su mayoría, los visitantes no sabían qué esperar de los artistas, el nombre de Mole Quartet era una incógnita.

Ya en el escenario, los músicos empezaron a improvisar con sus instrumentos, creando lentamente una atmósfera para su primer tema. Cuando comenzó a sonar "PB", los músicos se notaban cómodos y entusiasmados. La batería y el contrabajo jugaban con la velocidad y el ritmo de la canción, mientras el teclado y la guitarra adornaban la pista con solos improvisados.

Durante las primeras canciones, el guitarrista estadounidense Mike Moreno tuvo problemas técnicos, pero estos fueron solucionados sin que se tuviera que parar el espectáculo.

La segunda canción, "Stones", comenzó con un teclado solitario que robaba la atención de los espectadores, para luego contagiar a los demás instrumentos. En la batería Hecht utilizaba distintos tipos de baquetas y brushes, dando variedad al ritmo. El público se mostraba muy atento y poco a poco fue intimando con los músicos. La energía de ese tema contrastó con la melodía nostálgica de "Balad", en la que resaltó el solo de contrabajo.

A continuación interpretaron "Greenland", donde destacaron los arreglos en conjunto que realizaron el teclado y la guitarra. El guitarrista invitado especial, Mike Moreno, deleitó al público y se mostró cómodo tocando en el Mole Quartet. El final llegó con la enérgica Grubenid, donde la batería tuvo la oportunidad de lucir con un solo que retaba al contrabajo a seguirle la pista. Los espectadores se contagiaron de la energía derrochada en el escenario del Jazzbook.2, llegando el final del show.

La presentación del Mole Quartet cumplió su misión de compartir la propuesta del grupo y acercar el jazz al público mexicano. La improvisación fue parte fundamental del espectáculo, pues estuvo presente en solos de todos los instrumentos. Como el chocolate y el chile en el platillo mexicano, los músicos del Mole Quartert se integraron de gran forma para presentar un buen show en el Zócalo capitalino. La fusión de jazz contemporáneo progresivo fue del agrado de los espectadores mexicanos, que si bien ya tenían predilección por el mole, ahora también la tienen por estos músicos grooveros.

Kasabian: La libertad de ser

Con cuatro exitosas placas en su haber, Kasabian , Empire , West Ryder Pauper Lunatic Asylum y Velociraptor! podemos decir que se han consagrado y alcanzando un nicho de culto entre todos aquellos que saben apreciar lo que está hecho con gran compromiso artístico y que rebasa las fórmulas del mainstream, donde el pop gobierna cruelmente. Sin embargo, eso no les ha mantenido marginados de la fama y el respeto, pues sus éxitos se han logrado colocar en los charts más importantes del mundo y sus fans agradecidos les han hecho llegar hasta donde están.

Kasabian es una banda británica formada en 1999 en el condado de Leicestershire, compuesta por el vocalista Tom Meighan, los guitarristas Sergio Pizzorno y  Jay Mehler, quien reemplaza Christopher Karloff (guitarra y compositor principal de las primeras canciones de la banda), el bajista Chris Edwards y el baterista Ian Matthews, quien finalmente se quedó con el puesto.

Kasabian tomó gran popularidad en 2004, pues desde sus comienzos ha contado con el apoyo de sus fans y gracias al éxito de sus temas "L.S.F. (Lost Souls Forever)", "Club Foot" y "Cutt Off" con los que además lograron colarse a las estaciones de radio de rock en los Estados Unidos en 2005 y desde entonces hasta la fecha se han mantenido dando de qué hablar entre los críticos y los fans.

Lunes por la tarde. Tom Meighan está evidentemente cansado tras la larga sesión de entrevistas, pues ha respondido una y otra vez las mismas preguntas que cada reportero le ha hecho. Comencé a conversar con él acerca de temas que le competen más como artista comprometido con su música, pues era evidente el cansancio en su voz, así como la expectativa triste de responder de nuevo a lo mismo. Decidí hablar de otras cosas, como el rumbo que tomarán tras la gira extensa que han llevado a cabo con su último álbum, Velociraptor.

“Oh, bueno, estamos en una encrucijada en el camino por ahora - dice Meighan aliviado de no escuchar lo mismo otra vez- nos enfocaremos en terminar el trabajo que implica este disco y después de un descansito volveremos al estudio, pues ya hay nuevos temas cocinándose y los demos y maquetas requerirán nuestro total enfoque (se ríe por lo bajo). Del rumbo musical que tomaremos, aún no lo sabemos, pero ten por cierto que no los defraudaremos, la calidad es uno de nuestros estándares; eso y la libertad de hacer lo que queremos y la música que amamos. Es retroalimentación pura el sabernos correspondidos por el público y debemos honrar ese compromiso”.

Meighan es un tipo divertido y sencillo, sin el comportamiento de los “rockstars” que a veces no lo son. Tras una pausa y sin pregunta expresa continuó en tono juguetón: “Estamos muy contentos de poder ir a tu país a tocar, bla, bla, bla, y lo que se te ocurra, pero quiero decirte que como artistas en verdad es una bendición poder viajar, conocer diferentes públicos y saber que la música trasciende las barreras del idioma, pues es un lenguaje universal que une a todos los pueblos sensibles y esa parte de nuestro trabajo es simplemente encantadora. Claro que daremos todo en el escenario cuando estemos en México”, ríe divertido de saber que no estará presionado por el set estándar de preguntas; así se lo prometimos.

Es entonces que le pedí un comentario en exclusiva, algo que no hubiera dicho antes para los medios. Ríe y responde: “Oh somos una banda muy libre, practicamos el amor libre” , ríe de nuevo, la teatralidad está presente en sus palabras. “Puedes pensar lo que quieras al respecto” (carcajada). Tras su comentario, decidimos que lo mejor es no preguntar, sino verlos en el escenario, que es donde sucede lo que más importa: Kasabian estará en México. El verdadero placer.

¡Tequila! ¡Cacahuate! ¡Cerveza! ¡Sex Mob!

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“¡Sex Mob!, ¡Sex Mob!, ¡Sex Mob!” Así fue como dio inicio uno de los más frenéticos y divertidos conciertos en el Centro Cultural Roberto Cantoral en la providencial delegación Coyoacán, de la airosa Ciudad de México.

Como si se tratara de una pista de baile, con todo el estilo y actitud que un jazzista de Nueva York pudiera tener, Steven Bernstein hizo gala con su horripilante traje a cuadros y su trompeta de varillas, para dar paso a Briggan Krauss en el saxofón, a Tony Scherr en el bajo, y Kenny Wollesen en la batería y percusiones.

Con una enorme sonrisa digna de un niño que sabía estaba a punto de portarse mal y se saldría con la suya, Bernstein dio inicio al recital de Sex Mob con una longeva y compleja pieza proveniente de su álbum Sex Mob does Bond, compuesto de desquiciadas versiones de temas provenientes de la filmografía de James Bond.

Ensordecedores (y a veces molestos) gritos por parte de la concurrencia fueron el recibimiento que las primeras notas sonadas en el recinto - que aunadas a berridos como “¡Mama!” o "¡Dirty!” - provocaron varias sonrisas en los músicos, que al sentir la calurosa y desenfrenada respuesta del público intensificaron su ejecución incluyendo piezas de Nino Rota (pertenecientes a las pistas sonoras de La Strada, Giulietta degli Spiriti, y La Dolce Vita y el clásico e inconfundible tema de James Bond… claro, en reconstruidas e intrigantes versiones que uno jamás se hubiera imaginado).

La maravilla del Festival Alterna Jazz es que con cada fecha parece convocar más y más gente, y como si la voz se corriera de que los músicos presentados son “aptos para todos gustos, credos, orígenes y edades” el quórum es cada vez mas variado, más joven, y entusiasta.

Gritos, aullidos, aplausos, ladridos y sobre todo brincos por parte del público fueron correspondidos con una pícara sonrisa de Bernstein masticando un horrendo español y pronunciando palabras al azar como “¡Tequila!”,” ¡Cacahuate!” e invitando a los talentosos tapatíos de Troker para un encore que constó de su confusa y marciana versión de La Macarena que puso a todos a aplaudir y a medio bailar de una graciosa y bizarra manera.  Una vez más el jazz vio, vino y venció.

Andy Mountains: De ñiños al abismo de la madurez

Crecer es una etapa difícil para todos, tal vez sea por el hecho de que obtienes más responsabilidades pero es aún más difícil cuando estás en una banda. Hace tres años Andrés (voz) y Pepe (batería) tenían guardadas muchas canciones de otro proyecto y decidieron formar una agrupación. Velez (teclados) llegó al poco tiempo, y luego de que estuvieran otros cuatro bajistas en la banda, se unió Mariana Sofía (bajo). Finalmente encontraron a Ernesto (guitarra) que tocaba canciones para niños, fue así como conformaron Andy Mountains.

Su primer EP: EPEP mostraba la naturaleza, la unión entre la música y la vida, así como ese ritmo “folk saltarín”. Pronto sacarán su primer LP que aún no tiene nombre “Ahora todo es más guerrero; tiene tambores y gritos de guerra pero sin llegar al metal o al greencore. En el EPEP era más bien como jugar y el sonido llegó después pero con este disco sí logramos generar un sonido propio”, nos comentó Andrés Acosta en entrevista con Indie Rocks!.

Las ocho canciones que conforman el disco mostrarán ese proceso de madurez que han tenido como banda y como personas. Además de que está basado en una teoría antropológica que seguramente te ayudará a vivir mejor:"Son canciones que tienen que ver con todos esos aspectos de la vida que van al inconsciente como los sueños, las figuras extrañas, abismos y cosas raras. Estas tienen que ver con una cosa que se llama: el camino del héroe, que es una teoría medio hippie que dice que toda historia en primitiva, ya sea la Guerra de las Galaxias, Batman o Harry Potter tienen una estructura que se comparte en todo el mundo, y sirve para poder superar cosas que parecieran insuperables", nos explicó Andrés.
Los integrantes de Andy Mountains  siempre han buscado la forma de conjuntar su vida cotidiana con el rock and roll: “En el disco hay una canción que se llama “Rock and Roll” y que habla sobre el abismo… Hay un momento en que todos los héroes deben caer en el y tienen que aceptar su destino para poder renacer”, comentó Andrés. También agregó que para ellos fue difícil sacar este disco porque todos los integrantes trabajan y estudian: “Es muy difícil tener una banda de rock and roll, el hecho de que pueda funcionar, pelearnos todo el tiempo en los ensayos, dejar el ego atrás y aprender a caminar solos en la vida. La idea del abismo es dejar a ese niño atrás y justo el EPEP es como un niño. No significa que este no sea divertido, sino que tiene más poder, más impacto, mucho más fuerza y mayor profundidad”.

Para ellos las palabras cuentan historias y tienen poderes, por eso en este nuevo disco hubo muchos cambios con la letra y se transformaron en el cuarto de ensayo. Andrés nos platicó que la que más trabajó les costó hacer fue la de “La Ciencia del Sueño”: “Está basada en la película del mismo nombre. Al principio no funcionaba pero todos buscamos la mejor forma para arreglarla y le hicimos un puente, una crecida y arreglos de voces”.

A pesar de que aún no está bien definido el nombre del disco, Catsup, ex de Zurdok, les está ayudando a producirlo. Además de que también contarán con la participación de Juan Pablo Villa y Daniel Gutiérrez, vocalista de La Gusana Ciega. También están buscando ser una banda un poco más cultural: “Mis bandas favoritas son de ese tipo… yo admiro mucho a Juan Pablo Villa que puede presentarse en el Vive Latino pero también en Austria. A mí me gustan mucho ese tipo de bandas pero la idea es poder pertenecer a esos dos mundo porque en sí, pertenecemos a ellos.” finalizó Andrés.

Para poder ver el crecimiento que han tenido cada una de sus canciones, ellos estarán tocando este sábado en el bar 246 junto a Lucas Trotacielos, Lady Lane y Ed Dinamita. El 10 de noviembre se presentarán en la Feria del Libro Infantil en el CNA y el 13 de diciembre en Vault de San Ángel.