Foro: El Plaza Condesa

Stereophonics en El Plaza Condesa

Las mejores noches comienzan con un concierto.

“Caught By The Wind”, la baja temperatura que nos abrazaba a las afueras de El Plaza Condesa se disipa con el primer acorde de Stereophonics y destellos azules, “C’est la Vie”, tuvimos que esperar demasiado tiempo para presenciarlos de forma estelar en la intimidad del mejor lugar para disfrutar un concierto en la ciudad, la estructura que resistió el embate de la naturaleza, la guarida perfecta para escuchar con fidelidad los mensajes subliminales: “I Wanna Get Lost With You”, el chico que no dejó de abrazar a su novia durante todo el concierto, el whisky necesario, las emociones discretas que se convirtieron en catarsis. “Madame Helga” ofreciéndonos un té earl gray mientras observamos el gélido panorama de Cynon Valley al sur de Gales, Kelly Jones nos transporta con su voz a su lugar de origen, sonríe y señala su bandera entre el público, a partir de ese momento no dejaría de decirnos que éramos un público increíble.

“Have a Nice Day”, el deseo de que conciertos como este nunca terminen, “Maybe Tomorrow” como el primer gran estallido de gargantas en un inmueble a gran capacidad que se volcó en amor y aplausos ante una de esas bandas que tal vez conoces por una o dos canciones, pero que al observar en el escenario te sorprenden con su obra discográfica, con su historia musical, haciendo lo que más aman en la vida, demostrando que “Superman” más allá de ser un concepto existencial o un súper héroe de historietas es nuestra ansiedad por ser siempre los mejores. Ellos tocaban y nosotros brindábamos por los acordes, la energía, los momentos que vendrán, las personas que se han ido.

“White Lies” y el baile discreto en pareja o en soledad, “Sunny” y su perfecto toque festivo, como musicalizar el andar de Garrett Bale frente a la portería, “All In One Night”, demasiadas emociones en tan poco tiempo, el relato de una relación extraña nos funciona para redimir y recordar, para entender que en una noche pueden suceder demasiadas cosas, y que Stereophonics y su impecable accionar en escena es tan solo el principio. “Chances Are” y tres galeses a mi lado que brindan, bailan y dicen sentirse en casa, “Catacomb” y su furiosa y delicada tónica, “Mr. Writer” como perfecto preludio a uno de los momentos musicales más gloriosos de la velada con “Graffiti on the Train”, de la tranquilidad al desato sonoro, Kelly Jones desmembrando las seis cuerdas, el final dramático, el piano como réquiem por lo que nos depara. “The Bartender and the Thief” y su energía y el estribillo que recuerda a Motörhead y “Ace Of Spades”, el perfecto entendimiento de que la banda flota entre la fuerza y la delicadeza en un perfecto equilibrio.

“You make me feel like the one” se escucha en los altavoces emanando de la voz al mando y todos respondimos al acorde de la guitarra acústica, comienza la secuencia de inicio y El Plaza Condesa vivió el zenit al compás de “Dakota”: el canto esperado, el sentimiento que estalla, las frases que esperaban ansiosas su fuga de nuestra garganta y del corazón: “I don’t  know where we are going now”, dónde terminaremos, por qué nos alejamos, cuándo recapacitaremos, cómo sobreviviremos. Las odiosas luces que anuncian el fin nos disiparon, pero felices emprendimos el camino a nuevas experiencias complacidos y felices, a tal grado que de camino a la fiesta, al despertar con resaca, y al relatar esta experiencia, siguen sonando los Stereophonics.

Carlos Sadness en El Plaza Condesa

La historia de amor que no quiere tener final: Carlos Sadness en El Plaza Condesa.

Mucho se habla de la relación que los mexicanos tenemos con los españoles, que si hay rivalidad o hermandad, eso depende de quién lo diga. Este año, el ibérico Carlos Sadness vino a reconquistar México, de una manera muy positiva pues, tras agotar dos fechas en el Lunario del Auditorio Nacional y presentarse en el Vive Latino 2017, abarrotó anoche El Plaza Condesa, con la promesa de llenar de amor papaya el escenario, así como interpretar las canciones de Ciencias Celestes y una que otra sorpresa para los fans.

Para abrir a Sadness, el músico Pehuenche subió a interpretar “Risueño”, “Camina” y su más reciente sencillo “Sin tu querer”, que puede encontrarse en plataformas digitales. La gente estaba expectante, se probaban las guitarras y no había señal del hombre de cabellera larga y barba masculina; sin más, el músico apareció en escena para dar comienzo con “Fue tan importante”, acompañado de un recibimiento caluroso y emociones a tope, con “Perseide”, de La idea salvaje, la gente comenzó a bailar y se preparaba para la noche llena de ritmo.

El catalán es un hombre lleno de talento, es ilustrador minimalista y escribe con una particularidad exquisita, su historia en la música comenzó con el rap y eso está en sus canciones. Para “Celeste”, con otro de sus talentos, tocar el ukelele, prendió a todos con un increíble solo energético. El cantante se notaba muy contento por esta presentación, por lo que en medio de “El día que hizo más viento que nunca”, no dudó en sacar su celular del bolsillo y filmar la buena vibra que los fans le estaban entregando. En “El gran momento”, hubo aplausos y vitoreos para recitar esta canción.

Con Carlos Sadness no hay medias tintas, su música establece una ley binaria intrínseca que te hace amar u odiar su trabajo; su producción más reciente “Volcanes dormidos” sonó y fue una de las más esperadas de la noche. El tiempo pasaba rápido y no se daba descanso alguno; por eso, cuando llegó el turno de Melissa Robles de la banda Matisse, para interpretar las románticas “Días impares” y “Amor papaya”, el ritmo bajó y el amor subió. Le siguieron “Amores flacos”, que no se había tocado en las presentaciones anteriores, “Miss Honolulu”, la canción de despedida “Au Revoir” y “Bikini”, con papelitos en color plateado, que crearon una linda postal.

Una despedida que no parecía cierta se dio, pero todos esperaban el encore, que finalmente llegó tras los cantos de “olé, olé, Carlos, Carlos”; un interludio calmo de casi dos minutos lo trajo de vuelta al escenario para cantar “Minuto en la lluvia”, con un cambio de vestuario, usando una camisa blanca a rayas y una chamarra negra de piel con flequillos. La canción para dedicar fue “Siempre esperándote”, que en sus letras asegura que ‘las despedidas nunca se dan y que esa chica que ahora duerme a un lado, nunca sabrá de tu existencia’.

La improvisación y la soltura son los adjetivos que describen esta agradable velada; un momento curioso se dio después de la alegre “Hoy es el día” y de “Groenlandia”, pues se interpretó “Fue tan importante”, canción con la que se abrió este repertorio, por lo cual, Sadness se excusó y explicó que no es afán de hacerlo, pero que tenía ganas de hacerlo. El español agradeció que se hayan vencido los miedos posteriores al sismo, para no cancelar esta fecha y cerró con “Que electricidad” y “Monteperdido”, con la promesa de volver el siguiente año.

Carlos Sadness en El Plaza Condesa

No te pierdas de este íntimo show en compañía de Carlos Sadness en la Ciudad de México.

El cantante español Carlos Sadness regresa a la capital de la ciudad para realizar una presentación bastante intima para sus fans. En sus primeras visitas a México, el también compositor, sorprendió por agotar en cuestión de minutos las fechas anunciadas.

En esta ocasión se presentará en El Plaza Condesa este 1 de diciembre como parte de su show Carlos Sadness y las Ciencias Celestes a las 21 H. Los boletos ya están disponibles en el sistema Ticketmaster y taquillas del recinto con precios que van desde los $586 hasta los $889 MXN.

Puertas: 19:00 Hrs

Carlos Sadness: 21:00 Hrs.

En su primera visita a nuestro país en 2016 logró ganarse a un séquito de fans. “Es diferente el público español al público mexicano, y eso es algo que me sorprendió, aquí es muy pasional. Tienen a los artistas como en España tenemos a los futbolistas, y eso es muy bonito, que la gente sitúe el arte y la cultura como en España se pone al deporte. Allá doy conciertos en salas igual de grandes que el Lunario y la gente también canta, pero es una pasión de diversión no es una pasión de vida o muerte como que se vive aquí”, declaró hace unos meses en entrevista para Indie Rocks!.

Sin duda una oportunidad para disfrutar de sus letras llenas de poesía, imaginación, metáforas y personalidad con sonidos vanguardistas. El originario de España ha declarado que sus influencias han sido Vampire Weekend, Crystal Fighters y Two Door Cinema Club.

Motorama en El Plaza Condesa

La coronación de Motorama en la Ciudad de México.

La banda rusa se ha hecho de una gran cantidad de seguidores en nuestro país y sus presentaciones siempre han sido un éxito. Es por esta razón que los de Rostov decidieron volver, como cada año, para dar una gira en México, siguiendo la promoción de su cuarto álbum de estudio, publicado en 2016.

La noche inició con Be Forest, conformada por los italianos Erica Terenzi, Costanza Delle Rose e Nicola Lampredi. El grupo fue recibido con cierta apatía por su sonido sencillo e inclinado al dream pop. Además de que causaron cierta desesperación y molestia entre los asistentes por su largo show, sin embargo esto nunca bajó los ánimos de los interpretes.

Después de una gran espera el trío apareció en el escenario, haciendo una entrada breve y dirigiéndose directo a sus instrumentos. A pesar de eso y dadas las circunstancias, fueron ovacionados desde el primer momento.

La gente se empezó a acumular con los estridentes gritos y las primeras notas de "By Your Side". Debido al poco espacio que había entre los seguidores de la agrupación rusa, bailar parecía más una danza torpe y agresiva. Sacar una fotografía sin estar encima de la persona de enfrente parecía imposible.

Tal vez fue la angustia que todos venían cargando o la sensaciones provocadas por el estruendo de la batería, pero el hartazgo se había apoderado de muchos. Con "Wind In Her Hair" dos personas comenzaron a discutir y llegaron a los golpes, dificultando el movimiento e incluso afectando a terceros.

Después de los altercados siguió "Ghost". Casi en todo momento los miembros del grupo se mantuvieron tranquilos e inexpresivos, pero fue aquí donde lograron un momento de energía y provocación, sobre todo por parte de su líder, Vladislav Parshin.

Pronto pudimos escuchar "Rose In The Vase" y "Heavy Wave". Aunque Motorama no hacía un gran esfuerzo por conectar con sus fanáticos, estos no dejaban de corear y saltar con cada uno de los temas.

Entre lo más sobresaliente estuvo "I See You" y "Alps", pues fueron pedidas al comienzo del show. Con paciencia y aguante terminamos siendo recompensados y respondimos con enorme exaltación.

Motorama se había despedido, pero sus fans seguían insatisfechos, exigían su regreso con enorme furor. Naturalmente los rusos salieron una vez más para deleitar a la gente con "Hard Times".

Tras la segunda salida del grupo y ya con las luces del recinto prendidas, nadie se quería ir y pedían más de los interpretes. A pesar de que parecía algo de lo más improbable, Motorama volvió al escenario una vez más para tocar "Corona" y consagrarse en El Plaza Condesa.

Onda Vaga se presenta en El Plaza Condesa

Disfruta del este show de Onda Vaga en la Ciudad de México.

***ACTULIZACIÓN***

El Plaza Condesa informa que el show de Onda Vaga programado para el Domingo 12 de Noviembre a las 19 hrs. ha sido CANCELADO, sin embargo el concierto se trasladará al bar Pata Negra, a un costado de El Plaza, en Tamaulipas 30 en la Colonia
Condesa. Este concierto se realizará el mismo domingo 12 de Noviembre con apertura de puertas a las 19 horas para dar inicio a las 21 horas. Es importante mencionar que este concierto será completamente gratuito, no obstante se dará prioridad de ingreso a las personas que muestren su boleto en un horario de 19 a 20 horas, después de este tiempo se dará acceso al público en general.

La banda de pop folk, Onda Vaga, se presentará en la Ciudad de México para celebrar sus 10 años de trayectoria con un show denominado OV IV (Onda Vaga Cuatro).

La cita para los fans de esta agrupación será este próximo 12 de noviembre en El Plaza Condesa a las 17 H. Los boletos ya están a la venta en el sistema Ticketmaster y en taquilla con un precio de $492 MXN en zona general.

Este grupo se formó en 2007 y desde entonces han dado a conocer su propuesta de una forma poco común, gracias a la publicidad de boca en boca que sus seguidores les han hecho. Este es el motivo por el que no han necesitado de una casa discográfica grande para difundir sus materiales: Fuerte y Caliente (2008), Espíritu Salvaje (2010), Magma Elemental (2013) y OV IV (Onda Vaga Cuatro) (2016).

Con siete giras europeas, presentaciones en cuatro continentes y un show en el festival Fuji Rock de Japón han logrado tocar en el mismo escenario que Radiohead, Stone Roses y Noel Gallagher.

Recientemente presentaron su sencillo "No es un Exceso" —un tema que mezcla sonidos andinos con una letra bastante romántica— acompañado de un lyric video en el que intercalan imágenes de películas de Bollywood, checalo a continuación:

Russian Red en El Plaza Condesa

Reencuentros y reafirmaciones con Russian Red.

Tres años, dos meses y veintiún días después de su última visita, Lourdes Hernández volvió a pisar un escenario mexicano. Tras cancelar las últimas fechas de la gira que acompañaba su disco más exitoso hasta el momento, Agent Cooper; y que se recluyera en Los Ángeles para redescubrirse a sí misma, la cantante española decidió volver a salir de gira, pero en esta ocasión bajo un formato sumamente especial.

Financiado por ella misma, el lanzamiento de Karaoke le brindó una nueva oportunidad de tomar su guitarra y reencontrarse con su público, uno de los más fieles, cariñosos y entregados que he visto jamás.

Con El Plaza Condesa casi en penumbra, cada uno de los integrantes de la banda fue tomando su lugar mientras saludaban a las personas sentadas en las primeras filas y tranquilamente se servían copas de vino. Finalmente, Lourdes salió al escenario con un vestido dorado y su guitarra para comenzar la noche con “It’s a Heartache”, original de Bonnie Tyler, y “Take My Breath Away” de Berlin.

Si bien siempre ha mantenido una estrecha comunicación con su audiencia durante los conciertos, sobre todo en México, en esta ocasión vimos a una Lourdes mucho más relajada y segura. Dirigió unas cálidas palabras al público y siguió con “Shout”, conocida por la mayoría de nosotros gracias a Tears For Fears; y “Everyday, Everynight”, de su segundo disco de estudio, Fuerteventura.

Recordando anécdotas de cuando era pequeña al lado de su hermana; o el sentimiento de mirarse tanto tiempo frente al espejo hasta no reconocerse a sí misma, siguieron “I Want To Break Free” de Queen, “Loving Strangers” y una versión recortada de “Casper” que hizo que varios se levantaran de la silla.

Con una introducción instrumental de “Fuerteventura”, Russian Red fue presentado uno a uno a los miembros de su banda, que incluía a su músico inseparable Brian Hunt y a su esposo. Le siguió su versión de “All That She Wants” de Ace of Base y un snippet de “La Vie en Rose”, durante el que su corista cantó un pequeño extracto en español.

Finalmente llegó el encore y tras dejar el escenario solo unos segundos, Lourdes volvió para regalarnos su versión de “Do You Really Want to Hurt Me” de Culture Club al lado de su banda completa y luego se quedó sola para tocar “A Hat”. Sin embargo, el público empezó a pedir “Todas Mis Palabras” y, sin más, tomó su guitarra y empezó cantarla, regalándonos el momento más entrañable de la noche.

Con “Cigarettes” llegó a su fin un íntimo concierto que todo el tiempo estuvo sumergido en una atmósfera de amor incondicional y cariño. En el que todos nos conectamos a través de las canciones y voz de Lourdes, y después del que quedó claro que pase lo que pase, nunca va a cambiar la relación que tiene Russian Red con México.

Tiger Army en El Plaza Condesa

De pasiones al compás del contrabajo: Tiger Army en El Plaza Condesa.

Un día, hace como diez años, descubrí a una banda llamada Rezurex. Estaba en una etapa de la vida en donde las referencias hacia lo mexicano llamaban poderosamente mi atención. Beyond the Grave era el disco, y ahí venía una canción llamada “Día de los muertos” y la escuché incontables veces. Eso no sería relevante, si no fuera porque gracias a Rezurex conocí ese género llamado: psychobilly. No sabía que 10 años más tarde mi regreso a ese lugar en donde tantas veces la he pasado bien —ese lugar que, después del 19 de septiembre del 2017, sonaba mucho en redes sociales y no precisamente por cosas buenas sino por supuestas fallas estructurales—, se produciría con una banda que hace, precisamente, psychobilly.

Menos de 15 minutos me tomó llegar a la esquina en donde está El Plaza Condesa. Patriotismo, Tamaulipas y listo. Llegas rapidísimo si es que todavía no empieza el tránsito pesado. Tenía más de un mes que no pisaba la Condesa. Ofrendas en la esquina de Laredo. Ofrendas enfrente de El Imperial. Personas que siguen con el trabajo altruista después de un sismo que cimbró los basamentos de nuestra sociedad. Tantas y tantas cosas… respiré profundo y entré al lugar.

Ahí, ya sobre el escenario, estaba un muchacho y su guitarra. A veces no se necesita tanto. El famosísimo cliché de menos es más. La verdad me llevé una sorpresa al reconocerle, pues no sabía que habría un acto abridor. Frank Turner y su conexión mágica. Son de esos tipos que no conoces, pero que ya te caen bien. Con los que quisieras tomar algunas cervezas mientras avanza la noche y, de vez en cuando, te acompaña con el talento musical que posee. Todavía cae mejor cuando un artista se toma la molestia de pronunciar tantito español. Frank hasta interpretó una de sus canciones así. Además dijo que el dinero de las camisetas que estaba vendiendo se iba a ir destinado a los Topos. Frank Turner, regresa cuando quieras que aquí seguiremos coreando junto a ti.

Con la presentación de Turner pudo ser suficiente para estar de buenas, pero faltaba el plato principal.

Hay determinados estilos musicales que despiertan pasiones particulares, el punk es un ejemplo claro. El psychobilly también tiene esta particularidad. Las camisetas abundan. Tiger Army por todos lados. Y eso es un fenómeno prodigioso en estos tiempos porque seguro que estos muchachos no tienen la proyección de Justin Bieber o Maluma. Ni los recursos, ni las intenciones y, no obstante, son capaces de generar vínculos con sus escuchas, de una forma que, al menos para mí, se siente mucho más honesta. Fraternal.

Tiger Army salió al escenario y la energía fue brutal. Tres individuos que son capaces de mover las fibras de cientos de asistentes. Ahí, con los rostros mitad calavera –por aquello del Día de Muertos– también tenían que decir algo sobre lo bien que se siente que México esté de pie. Y sí, de repente unas cuerdas del contrabajo no respondieron, pero los problemas técnicos son nimiedades cuando las pasiones enervan. Y cómo no, si sonaron cosas como “Ghost Tigers Rise”, “Cupid’s Victim” o ese final con “Under Saturn’s Shadow”.

Da gusto saber que existen bandas así. Probablemente nunca llenen un Palacio de los Deportes, o un Foro Sol, pero con dos Plaza Condesa tienen suficiente… quizá tienen mucho más que otras bandas que acumulan seguidores pero no corazones. El hechizo de amor de Tiger Army con México es uno especial, y por si hay alguien allá afuera que, como yo hace 10 años, es un despistado en algo como el psychobilly, sin lugar a dudas es un perfecto lugar para comenzar. Y por ahí nos veremos otra vez, quizá en la Condesa, quizá en otro lado, lo importante es que en México Tiger Army y las calaveras danzarán al compás del contrabajo.

Celebrating David Bowie en El Plaza Condesa

Disfruta de los éxitos de David Bowie interpretados por grandes músicos.

Celebrating David Bowie llegará por primera vez a México el 1 de marzo del 2018, se trata de una serie de conciertos creada y liderada por Angelo Budini con la ayuda de ex miembros de la banda de David Bowie, amigos, colaboradores y músicos de soporte en vivo y en estudio.

Invitados especiales:

Mike Garson, pianista conocido por su trabajo con Nine Inch Nails, David Bowie, Billy Corgan y The Smashing Pumpkins.

Earl Slick, es un guitarrista que colaboró con David Bowie, John Lennon, Yoko OnoRobert Smith, John Waite, Tim Curry y David Coverdale.

Gerry Leonard, guitarrista líder de David Bowie.

Carmine Rojas, bajista, director musical, compositor y productor, reconocido por su trabajo con los músicos David Bowie y Rod Stewart.

Bernard Fowler músico estadounidense, voz de soporte en estudio y shows en vivo de The Rolling Stones.

Gaby Moreno, cantautora y guitarrista guatemalteca radicada en Los Angeles.

Angelo Moore o "Dr. Madd Vibe", miembro fundador y vocalista de Fishbone.

Los boletos estarán disponibles a partir del 6 de noviembre a través del 5325-9000, en las taquillas del inmueble o www.ticketmaster.com.mx.

Sigue la conversación en redes sociales utilizando el hastag #CelebratingDavidBowieMx

Los Pericos en El Plaza Condesa

3000 (mexicanos) vivos.

Mucha experiencia para aguantar su rock & roll.

 

Tres décadas han pasado, su existencia no ha sido despistada o arrebatada. Los Pericos han demostrado que lo único que les ha dejado el paso de los años ha sido su completa y esencial madurez musical.

El pasado sábado 28 en el recinto al centro de la ciudad, El Plaza Condesa se llevó acabo la estelar presentación del grupo argentino Los Pericos con motivo de su maravilloso año de celebraciones por sus 30 años de trayectoria. 3000 Vivos es el nombre del disco con el que representaron el avance de su trayectoria; un  sello más. Dicho material fue disfrutado en su totalidad la noche de ayer.

Dando las 20:15 H el escenario iluminó a los músicos: Juanchi, Chapa, Moreira, Marcelo, Topo, y Guillermo regalaron, como el coctel de inicio, “Runaway” una manera muy inteligente de comenzar un show; la energía del público funciona como una válvula de emociones. Sin importar la ausencia considerable de asistentes, los embajadores del reggae argentino lograron entregar, de una manera sumamente exclusiva e íntima un concierto de aniversario.

Los temas no se hicieron esperar, la continuidad de estos lograron darle un cuerpo a la noche: “Complicado y aturdido”, “Nada que perder”, “Waitin'”.

“Buena noche Ciudad de México. Gracias a todos y por creer en nosotros; sabrán que las ganancias de esta noche serán donadas para los daños que sufrió su ciudad. Gracias a todos por su aguante”, inspiró Juanchi al dar el recibimiento a su público. Una noticia memorable donde demuestra la humanidad que los músicos expresan a la gente que los continúa admirando.

Vámonos al 94” , antes de dar pauta a “Mucha experiencia” y continuar con “Me late”, “Lindo día”, “Su galán” y la nueva versión de “Anónimos” donde en 3000 Vivos comparten escenario con Carla Morrison. El paso de sus temas en su historia ofreció a los presenten una amplia gama combinándola con su CD más reciente: “Cerca de m픓Cerca del cielo” y “Boulevard” dando espacio para colar individuales de guitarra, estruendos de saxofón y vibraciones de percusiones.

El control del tiempo se perdió, el consumo de cerveza y mezcal se mezclaba entre las innumerables caderas sueltas y minifaldas estrepitosas. Una noche de fiesta por supuesto, desde la plancha donde los bailes se hacían espacio, hasta la zona de mesas donde las mismas mesas quedaban sobrando. “Caliente” compartiendo escenario con Luisito. Y siguiendo por el mismo andar de fiesta, ¡tremenda fiesta! “Hace lo que quieras”, “Sin cadenas” y “Pupilas lejanas” hasta llegar al clímax, al éxtasis de la noche con sensacional ambiente: “Jamaica Reggae” y “No me pares” donde el miembro de Panteón Rococó, Dr. Shenka, compartió escenario con los argentinos; sorprendentemente con una energía exagerada y fue, quizá, la decadencia sobre la potencia de la noche.

“Cada vez nos sentimos más cerca de casa”, declaraba la voz de Los Pericos para dar paso a “Home Sweet Home”. Divina melodía para simbolizar un cierre. Un cierre prescindible pero inofensivo. Los Pericos demostraron nuevamente la completa madurez de su experiencia dando un cierre glorioso.

“Queridos amigos, gracias por todo. ¡Aguante Ciudad de México! Muchas gracias”.

Lucybell en El Plaza Condesa

La nostalgia y la vigencia de Lucybell.

Lejos está aquel 1995 cuando Lucybell se introdujo en la escena chilena con su primer álbum Peces, fue cuestión de tiempo para que las fronteras fueran rotas por la banda y su música llegara a México, el paso de los años los consolidó, y musicalizaron la vida de muchos, mismos que ayer fueron gustosos a El Plaza Condesa dispuestos a pasar un jueves por la noche con buena música.

Como el talento y las ganas de tocar son inagotables, el motivo principal del guateque de ayer fue la presentación del nuevo disco de la banda Magnético, esto significa que después de casi cuatro años los chilenos tienen música nueva, así que el menú era seductor, escuchar lo más reciente junto con lo que ya conocemos.

La noche fría era un buen marco para el recital, la gente llegaba con la firme convicción de encontrar un lugar cómodo, no sin antes al menos desviar la mirada al stand de merch de la banda que estaba en la entrada (hay que reconocer que le echaron ganas a tremendas playeras). El Plaza nunca presumió un lleno, sin embargo la entrada fue buena, y el público entregado desde el primer minuto, los adultos contemporáneos se adueñaron del lugar, dejando claro que hubo una generación que sí quedó marcada.

La cita era a las 21:00 H y el show empezó casi puntual, el quinteto se montó en sus respectivos instrumentos y dejaron sonar “Flotar es caer”, todo se transformó en gritos y felicidad, Claudio Valenzuela se limitó a agradecer cada que le era posible, si bien la interacción con el público no fue con mucho discurso, la conexión era más con las canciones, no había mucho que decir.

También sonaron de gran manera “Sálvame la vida”, “Piedad”, y canciones del Magnético como “Por amor”, que fue recibida de gran forma. Hubo un fragmento del show donde Cote Foncea abandonó la batería para tomar la guitarra, Claudio se sentó en la orilla del escenario y todos tocaron sobre secuencias, donde lograron construir una atmósfera íntima, después regresaron todos a su lugar para abandonar el escenario con “Cuando respiro en tu boca”.

La gente exigía más como es costumbre, ahora con un saxofonista invitado, la banda regresó y para sorpresa de muchos quienes esperaban un par de canciones, Lucybell tocó muchas más, fue un recorrido por toda su discografía, algo que el público agradeció, y también un buen termómetro para saber en qué momento está el grupo, y quedó claro que están para mucho más, estos cuatro años de ausencia no se sintieron, fueron potentes directos y muy buenos interpretando como es la costumbre.

Si bien la oferta actual de la música chilena es basta y muy talentosa, no eclipsa a quienes hace más de 15 años y bajo otro contexto llegaron para ser la banda sonora de mucha gente, y que hoy demuestran vigencia.