El último video que vas a ver de Chairlift

Chairlift ha compartido el video de "Polyphorming", mientras, siguen con los pendientes de su separación.

A finales del año pasado, el dúo norteamericano anunció su separación tras doce años de carrera y una gran cantidad de material, incluidos tres álbumes de estudio y dos EPs. Aunque la separación se hará oficial el 22 de abril, el grupo quiere despedirse de sus fans con todo lo que tienen, es por esto que han revelado su último video.

El nuevo y terminante video de Chairlift es para “Polymorphing”, uno de los temas más sobresalientes de Moth, su más reciente disco. El álbum salió a la luz en enero del 2016. El audiovisual fue dirigido y editado por la vocalista Caroline Polachek, y fue grabado en su departamento con la ayuda de familiares y amigos.

Esto dijo la cantante sobre el clip: "Quería hacer un último video de Chairlift; y "Polymorphing" es uno de nuestros temas favoritos, quizás la canción más 'nosotros' de nuestro último álbum. Es el video menos conceptual que hemos hecho. No hay movimientos de baile o danza, ni traducción de lenguas extranjeras, sólo un brindis a nuestros fans, a nuestros amigos, a la ciudad y al constante cambio".

Debemos recordar que hace poco Polachek compartió su nuevo disco como solista. Carrera que inició en 2014 con su álbum debut Arcadia, bajo el nombre de Ramona Lisa.

Puedes ver el video de “Polymorphing” justo aquí:

#Ambulante2017: 'Oasis: Supersonic'

Oasis. El vertiginoso ascenso y caída de una legendaria banda.

Si existe alguna canción de Oasis que describa a la perfección su exitosa carrera, sería, sin duda, “Supersonic”. Además de ser el título de su primer sencillo, constituyó el primer escalón hacia un colosal -aunque un tanto efímero- estrellato.

De ello da cuenta el documental homónimo dirigido por Mat Whitecross (The Road to Guantanamo; The Shock Doctrine; Sex & Drugs & Rock & Roll). En la producción se involucraron tanto los propios hermanos Liam y Noel Gallagher, como el cineasta londinense Asif Kapadia -responsable de Amy, un trabajo sobre la malograda cantante y compositora británica Amy Winehouse-. El resultado de esta combinación fructificó en una obra que revisa a fondo la historia detrás del meteórico ascenso y caída de uno de los máximos exponentes del Britpop.

Partiendo de una recopilación de testimonios -siendo los de los Gallagher los predominantes-, el filme detalla cómo fue el vertiginoso trayecto de la banda hacia la cima. Pasaron rápidamente de tocar en pequeños clubes, a realizar giras internacionales y conciertos masivos alrededor del mundo. La cantidad de seguidores por todo el orbe se contaba por centenares de miles.

Oasis: Supersonic establece que ese acelerado éxito se generó gracias a la combinación de una serie de factores en un momento, lugar y tiempo idóneos. Su principal motor fue el genuino talento de los hermanos Gallagher para componer aunado a su carismática presencia en el escenario, respaldados por un sonido rock directo y rudo, pero de base melódica clásica con el cual conquistaron a una audiencia cansada de la música techno noventera y los raves. Vieron en Oasis (y en otras agrupaciones surgidas a mediados de los noventa) un digno representante para darle voz -y un soundtrack- a su generación.

Adicionalmente, la imagen particular irradiada por Liam y Noel dentro y fuera del escenario -una mezcla de frescura, diversión, desenfado y una seductora arrogancia- fue una de las bases de su apabullante éxito. A la larga, como la película enfatiza, sería también el lastre que haría precipitarse a la banda y mermaría la relación entre los dos hermanos. Aumentarían las fricciones existentes entre ellos desde su temprana infancia; las diferencias se acentuarían con las extenuantes giras, su persistente consumo de drogas, los problemas de garganta de Liam, las diferencias con los otros músicos quienes terminarían por abandonar el grupo -no siempre en buenos términos-, y una serie de problemas y escándalos difundidos por la prensa -sacando a la luz un sórdido pasado de violencia intrafamiliar-. Estas acciones, en conjunto, terminarían sustituyendo esa imagen fresca y divertida por la de un par de músicos pendencieros que se la pasaban peleando (verbal y físicamente) entre sí.

El documental -y los propios Gallagher- dejan claro que Oasis fue víctima de su propia y espontánea fama que les deslumbró y extasió. Les hizo perder el piso al dejarse envolver en todos los excesos propios del rockstar. Alimentó sus envidias y egos, con la cual fueron incapaces de lidiar. Para colmo, el mainstream empezó a tomar decisiones sobre el rumbo del conjunto y con ello se añadiría una raya más a ese glamoroso tigre que terminó por devorarles. El peso de dicha fama terminaría por resquebrajar y, finalmente, colapsar la relación entre los hermanos (musical y personalmente), marcando con ello el final de Oasis, y el inicio del fin de un período significativo en la historia del rock británico.

"Saint Ivy", lo nuevo de Beach Fossils

Beach Fossils acaba de compartir, a través de un video, "Saint Ivy", tema que se desprende del disco Somersault.

Desde que la banda estadounidense anunció su tercer álbum de estudio, sus seguidores no han parado con la emoción. No hemos visto nada nuevo de ellos desde 2013, cuando publicaron el notable Clash The Truth. Ahora, los de Brooklyn buscan mantener el entusiasmo de sus fans con un nueva canción.

El reciente estreno de Beach Fossils se titula “Saint Ivy”, es el tercero de once temas que componen el disco Somersault. Éste viene acompañado de un video dirigido por Joey Chriqui y Milah Libin. Esta última es conocida por su trabajo con Princess Nokia.

En el metraje podemos ver distintos paisajes de la ciudad de Nueva York, así como algunos personajes de la gran manzana. Muchos elementos destacan en las imágenes: los congestionamientos, los grandes edificios y los graffittis -resalta la frase: #NotMyPresident.

Esto fue lo que dijeron los directores sobre el proyecto: "En tiempos de incertidumbre, nos dirigimos a Nueva York con una mirada tranquilizante sobre la verdadera diversidad de este país. Nos propusimos crear una visión que demuestre una comprensión más honesta y matizada de lo que significa vivir aquí. Este video representa los lugares y personajes menos visibles que existen en una hermosa armonía tanto en esta ciudad como en América".

Somersault, el disco de Beach Fossils, saldrá a la venta el 2 de junio. Este será su primer lanzamiento a través de Bayonet Records, compañía cuyos dueño son el líder de la banda, Dustin Payseur y su esposa Katie García.

The xx en el Pabellón Cuervo

Anoche The xx confirmó su participación en la edición 2017 del festival Corona Capital.

Oliver –emocionado al borde de las lagrimas cuando finalizó el concierto– expresó el amor que el trío tiene por México y al ver de qué manera el público presente en el Pabellón Cuervo reaccionó a su música durante la noche, declaró que The xx regresará al Corona Capital, y eso los convierte en la primera banda confirmada de la edición 2017 del festival.

"Say Something Loving", "Crystalized", "Islands", "I Dare You", "Lips", "Sunset", "Basic Space", "Performance", "Brave For You", "Infinity", "VCR", "Dangerous", "Fiction", "Shelter", "Loud Places" (del In Colour de Jamie xx), "On Hold", "Intro" y "Angels", fueron tocadas en ese estricto orden. Comenzamos esta reseña dándoles el setlist porque es de lo que más le gustó a los fans anoche, a pesar de que algunos extrañaron temas del nuevo disco I See You, tales como "A Violent Noise" y "Replica".

La salida del grupo británico al escenario después de la introducción de Mylko –que cumplió, la música sonó decente, pero no hubo algo sobresaliente– llegó a las 10 en punto de la noche, con un retraso de 20 minutos pues se había anunciado que sería a las 9:40 pm. La gente estaba impaciente, chiflaba y gritaba. De repente, tres siluetas se vislumbraron en el escenario entre humo de colores. Oliver, Romy y Jamie regresaban por tercera vez a la Ciudad de México, ahora con su nueva placa y dentro de una enorme gira mundial que los ha tenido –y tendrá girando– a lo largo del año.

Todo iba bien, el ánimo era inigualable; sin embargo, cuando comenzaron a tocar, se notó que el audio no sería favorecedor para su música durante la noche. Los tres, con la mejor actitud y sonrisas en la cara, iniciaron con "Say Something Loving" y a pesar de que su I See You no tiene tanto tiempo de haberse publicado, como el caso de sus antecesores Coexist (2012) y XX (2009), los fans ya la coreaban y querían capturar todo con sus celulares.

Tema tras tema, el ambiente iba mejorando, pero el sonido se mantenía irregular. Entre los asistentes había desde aquellos llamados mirrreyes, fans con carteles para la banda, los que washabasheaban las canciones, y músicos como Bonnz! y Flor Capistrán. Es un hecho que muchos se quedaron con ganas de asistir a este show, ya que los boletos se acabaron muy rápido; sin embargo, los que lo logramos, podemos decir que fue una noche muy placentera.

Nos encantó ver a Oliver emocionado, llorando con las reacciones de su gente, expresando su amor por México y afirmando que este es uno de sus lugares –si no es que el más– favoritos para tocar. Romy, acercándose al público, con una enorme sonrisa, dando lo mejor de sí en la ejecución de "Performance", tema que para ella significa montones, y evidentemente para los asistentes también. Jamie xx, en todo su esplendor con su rol de productor, nos regaló unos momentos más de fiesta, con intervenciones en las versiones originales de "Shelter", "Loud Places" y "On Hold". Fueron instantes en los que el baile se apoderó de nuestros cuerpos que gozaban pero también regresaban a sus tristes recuerdos de corazones rotos con la música de The xx.

El setlist elegido recorrió sus tres materiales discográficos de manera versátil, con muy buen acomodo de cada canción. Las viejitas, fueron coreadas de pe a pá, ¿las nuevas? ¡TAMBIÉN! 18 temas en total, que nos hicieron experimentar de nuevo esa punzada que sentimos en el pecho cuando escuchamos por primera vez la música de The xx.

En general, el show fue muy bueno y contó con una  impecable ejecución de los británicos, además de que la cifra oficial de asistentes oficial arrojó ¡4 mil personas!; pero más allá de la actitud, hay cosas que el recién reinaugurado Pabellón Cuervo podría mejorar: acústica –sus láminas metálicas hacen que el sonido rebote y el volumen no es ideal para todos–, altura del escenario –en verdad no se veía un carajo si estabas en general–, disposición de las barras –comprar una cerveza era cuasi una misión de guerra–, etc.

Esperemos que The xx en el Corona Capital sea tan placentero como lo fue para nosotros, para aquellos que no pudieron verlos en solitario esta noche.

Gorillaz te invita a su 'Spirit House'

Explora el nuevo universo virtual de Gorillaz.

Gorillaz recientemente estrenó cuatro canciones, entre ellas, el tema "Saturn Barz" en colaboración con Popcaan que llegó acompañado de un video musical en 360º, el cual rompió un record debido a la enorme cantidad de visitas que tuvo tan solo en su estreno.

En el ya mencionado visual, podemos ver algunas áreas de una casa y ahora Gorillaz ha invitado a sus seguidores a su Spirit House, la cual llegará en forma de pop-up a tres ciudades –Nueva York, Berlín y Amsterdam– en abril y mayo

Este espacio virtual fue creada en una colaboración entre la agrupación y Sonos y ha sido descrita en un comunicado como "una experiencia inmersiva de alta fidelidad", donde los fans podrán experimentar música exclusiva a través de instalaciones y tecnología de proyección de mapping.

Para aquellos que tengan la oportunidad de viajar a los tres destinos ya mencionados, la entrada es gratuita y podrán hacer su reservación en este enlace.

No olvides que Humanz saldrá a la venta este 28 de abril, si deseas preordenar el álbum, haz clic en la imagen.

gorillaz humanz

Sun Kil Moon – Common As Light And Love Are Red Valleys of Blood

Sun Kil Moon es el proyecto sui géneris comandado por Mark Kozelek. 

Hace algunas semanas estrenó Common As Light And Love Are Red Valleys of Blood, su octavo disco de estudio, a través de Caldo Verde Records.

Siguiendo una metodología poco común en una época en la cual los procesos de composición y producción cada vez se vuelven más quirúrgicos, Kozelek germinó los dieciséis tracks que componen este disco en largas sesiones de improvisación. Ellas fueron editadas para estructurar temas que oscilan entre los seis y once minutos de duración.

El resultado: loops de células rítmicas insistentes que, con sus pequeñas variaciones, bien pueden agruparse en una clara dualidad sonora. Por un lado están aquellos que ambientan discursos sarcásticos y llenos de crítica; constituidos, en su mayoría, por groves sólidos y rasposos. -El papel protagónico en cuanto a la instrumentación corre a cargo de las baterías de Steve Shelley (Sonic Youth) y el bajo sintetizado de Nick Zubeck-. Por el otro, aquellos que representan lo luminoso del ser humano, utilizando en su expresión agradables pasajes guitarrísticos y melancólicas estructuras que tienden a desarrollarse con mayor complejidad melódica y armónica.

Habiendo discutido sobre la cuestión musical -buscar ahondar en más detalles podría rayar en lo redundante-, es preciso decir que, abordar este disco desde una premisa de análisis musical convencional sería un error. Common As Light And Love Are Red Valleys of Blood alberga, en su interior, un sentido más profundo cuyo valor se encuentra más que nada en su proceso literario.

Durante los 160 minutos que componen este disco la música cumple la función anímica de enfatizar una larga reflexión en donde Kozelek va de lo contemplativo a lo anecdótico. Pasa, incluso, por lo onírico en la búsqueda de reflejar -a través de su realidad y los sucesos que cotidianamente la permean- un mundo contrastado en donde la violencia, la enajenación mediática y, las aspiraciones individualistas, han generado un alto nivel de descomposición social.

De forma paralela, es posible observar una larga serie de diatribas existenciales que nos dejan ver las preocupaciones y reflexiones propias de quien está a punto de alcanzar la mitad de un siglo.

Al leer lo antes dicho se podría pensar en una serie de relatos que se desarrollan con un principio y un fin establecido; sin embargo, cada canción es un caleidoscopio que contiene reflexiones que bien pueden gestarse en distintas historias dentro de un mismo espacio sonoro.

En cada letra, las descripciones son detalladas y hay una manipulación constante de la temporalidad y los personajes que ostentan la voz narrativa. Este cambio dramático de perspectiva sucede, incluso, en aquellos que pueden identificarse como los interlocutores.

De esta forma, es posible comenzar un track con el relato de un viaje en carretera y encontrar que por el camino, una construcción evocó un recuerdo que nos transportó a otro lugar. Una historia de la cual quizá se desprenda una reflexión existencial que muy probablemente nos llevará a otro sitio sin que imperiosamente exista un final a tal recorrido más allá del que la duración musical representa.

Atentados terroristas alrededor del mundo; el anticipado decreto del triunfo de Trump; la muerte de Mohamed Ali y Bowie; El chapo entrevistado por Sean Peen; las leyes que van en contra de los derechos transgénero; y, el internet como forma de control; son solo algunos de los temas a tratar.

Resaltan temas como "God Bless Ohio", “Lone Star”, "The Highway Song", "Early June Blues" y "Window Sash Weights".

Al final, escuchar este disco, es muy similar a leer a hurtadillas un “Querido diario”. Sumergirse en la experiencia voyerista de contemplar la intimidad ajena, esa en donde de manera multiforme se mezclan los sucesos del día con reflexiones existenciales que se gestan a partir de un estímulo inesperado –una noticia en la radio, la imagen de un extraño por la calle o un libro-, conviviendo, a su vez, con los más grandes miedos y deseos… Un diario, ese instrumento maravilloso que expone –en su ejercicio de asociación libre- el inconsciente de aquel que lo escribe.

En palabras de Clarice Lispector: “Escribir es un modo de no mentir el sentimiento”. Kozelek lo logra en su mejor forma. Common As Light And Love Are Red Valleys of Blood no es un álbum que pueda entenderse sin la disposición de escuchar; de ir sobre las diferentes capas narrativas que se encierran en sus largas e insistentes formas musicales. No es un álbum que puedas dejar corriendo mientras realizas otra actividad… o tal vez sí. Me atrevo a pensar que a quienes disfrutan de una fácil escucha no les parecerá para nada, digerible.

The Vacant Lots vuelve con el fallecido Alan Vega

The Vacant Lots estrenó mediante un video "Suicide Note", tema que pudo ser lo último de Alan Vega, líder de Suicide.

El dúo estadounidense ha mantenido un perfil bajo desde que publicó su disco debut, a mediados del 2014, pero hoy han sorprendido a más de uno tras compartir una nueva canción, que cuenta con la participación del fallecido artista neoyorquino.

Lo nuevo de The Vacant Lots se titula “Suicide Note”, un tema que se desprende de Departure, su segundo álbum de estudio, el cual, verá la luz a finales de este mes gracias al sello discográfico Sonic Cathedrals.

Alan Vega, integrante de la banda Suicide, participa en las vocales de este tema. Debemos recordar que el músico falleció a la edad de 78 años, durante el verano pasado. Según cuenta Jared Artaud, visitó al cantante en su departamento para cantar y escribir parte del sencillo, pero debido a que falleció de manera inesperada, usaron viejas grabaciones que agregaron tiempo después.

Esta canción viene además con un video, dirigido por Shane McKenzie y Sophie Blazey, esta última es una vieja colaboradora de The Vacant Lots, algo que demuestra manteniendo los colores neón y el estilo lo-fi de anteriores cintas.

Por su parte, el ex compañero de Alan Vega en SuicideMartin Rev, fue noticia hace poco tras su regreso como solista con el disco Demolition 9, que salió hace unos días.

Puedes ver el video de “Suicide Note” justo aquí:

Sigur Rós en el Auditorio Nacional

Sigur Rós: Historia de una noche desgarradora e impredecible.

La noche de ayer en el Auditorio Nacional fue perfecta en todos los niveles. Nos atrevemos a decir que Sigur Rós ofreció uno de los mejores conciertos que hayan sucedido en la historia de esta pluma que contará los detalles. Vale la pena mostrar una reseña extensa de lo sucedido. Canción tras canción, no solo a nivel técnico y musical, también, emotivo. Al final del día es lo que nos manda a casa con la sensación de haber presenciado algo irrepetible:

8.30 pm.

El escenario entre penumbras; tres islas que se iluminan poco a poco. El espacio entre las tres es reducido, deliberadamente han achicado la dimensión del escenario, una manera de enfatizar esta nueva forma medular y desnuda de tocar: primera gira de los islandeses sin músicos extra.

De fondo; mientras los asistentes ocupan sus asientos, un ambiente sonoro insistente nos instiga -con un sutil crescendo- al trance que dentro de poco nos absorberá totalmente. Apagando paulatinamente las voces cotidianas, aflojando el cuerpo, disponiéndolo por entero para la escucha.

Minutos antes de las 9.00 pm. Se apagan las luces:

  1. “Á”(río), canción del 2016.

Orri (batería/piano) es el primero en entrar al escenario en medio de un negro total que se ensucia con los flashes de aquellos que se niegan a existir fuera de las redes sociales. El audio es perfecto y a media luz las siluetas de Jónsi (guitarra/voz) y Goggi (bajo/sintetizador) completan la trinidad que sacudirá la noche.

  1. “Ekki Mukk”, Valtari (2012).

Enmarcados por una estructura multimedia de diseño impecable, iluminación y video, generan un espacio aparte que exalta los sentidos. La piel se eriza y paisajes multiformes nos atraviesan. Bien podríamos cerrar los ojos y ver miles de realidades distintas.

Orri deja por un instante la batería para entregarse al ánimo melancólico del piano, mientras que la voz de Jóni se ondula en un falsete de afinación impoluta, eléctrica.

  1. “E-Bow”, ( ) 2002.

Las pantallas laterales se encienden iluminando parcialmente la penumbra y un elemento artístico más se devela: con cámaras móviles rodeando a cada uno de los músicos, el circuito cerrado refleja en instante poético el detalle de tres figuras que existen por y para este único momento. No se extrañan los metales y violines que suelen acompañarles, sus sonidos llenan el espacio ataviados con altibajos sonoros de matices exquisitos.

Está claro que más allá del simple entretenimiento la apuesta está en que el espectador hurgue en sí mismo y se descubra de frente al sonido, dejándose envolver de lleno por la emoción que oscila de por medio.

  1. “Dauðalagið” (La canción de la muerte), ( ) 2002.

El escenario es un espacio que se transforma constantemente a partir del uso ingenioso de luces y proyecciones. Su diseño tiene que ver más con el teatro que con los convencionalismos vistos en un concierto. Hay profundidad en el espacio, texturas variadas. Estrobos bailan con la batería, efectuando la misión de exaltar aquello que inevitablemente nos arrebata un suspiro, un sentimiento de certeza en la pertenencia del momento. No existen los teléfonos afuera, quienes asistimos realmente estamos “aquí”(intactos o fracturados, exageradamente conscientes).

  1. “Glosoli”, Takk 2005.

Por primera vez la audiencia comienza a palmear; el impulso no dura mucho. Orri regresa al piano tocando una línea sencilla mientras mantiene el ritmo con el bombo. Un par de veces se sale un poco de tiempo ¿a quién le importa? Para este momento, el arco de cerdas rotas de Jónsi denota en su cabellera despeinada la intensidad que nos ha robado el aliento al correr de la noche.

  1. “Nidur”.

Es la primera vez que Jónsi se dirige a nosotros, nadie ha comprendido nada de lo dicho; sin embargo, la empatía logra que cada uno haga su interpretación de aquello cuyo significado es indescifrable. “Nidur”en su estructura de corte cuasi pop bajo la intensidad del recorrido, transportándonos hacia un día soleado, de cara al viento.

  1. “Smaskifa” lado B de Vaka, 2002.

En la pantalla trasera aparecen formas de luz, llegan y se van. Nada está definido, cada quien puede proyectarse en su movimiento de alas: aves en un alambre, estrellas, cometas, personas, espíritus incandescentes… son realmente hermosas.

En un gesto que pocas veces es visto, la voz de Jónsi se rasga, sucia y rasposa. Es un efecto hermoso que lo vuelve real, lo vulnera y lo acerca -a través de su imperfección- a los que estamos del otro lado del escenario.

El efecto creado a través de la iluminación y los visuales es tan arriesgado y perfecto que se vuelve cinematográfico. Y, cerrando la primera parte del show, la secuencia se queda sonando mientras Orri -sentado al piano- aparece en las pantallas laterales con un rictus rígido de absoluta concentración, misma que gradualmente se desenfoca hasta que su cara desaparece con el sonido.

INTERMEDIO de veinte minutos.

10.10 pm

  1. “Óveður”, nueva canción tocada por primera vez el año pasado en el Primavera Sound de Barcelona.

La banda regresa para situarse en medio del escenario. Una pantalla led nos separa de su imagen difusa.

El vj hace tomas hermosas, blanco y negro como si se tratara de un vouyerista que hurga al interior de una casa perfecta. La persiana se abre con la toma, muestra formas cada vez más claras, enmarcadas en una neblina cibernética. Nos preguntamos ¿cómo se verá de frente? En la pantalla de atrás se proyecta un rostro, pedazos de un cuerpo atravesado por barras (¿San Sebastián?).

  1. “Starálfur”, ágætis byrjun, 1999.

Canción recientemente incorporada a su set en vivo. Más de una década sin tocarla.

  1. “Sæglópur”, Takk, 2005.

La pantalla se levanta develando al trío que recibe otra gran ovación. Con cajas de ritmo estructuran un tejido perfecto. Por primera vez Jónsi deja la isla avanzando hacia el  frente  para vernos de cerca, reconocernos.

De vuelta a su lugar, la música detona al unísono con la pantalla: nebulosas constelaciones nos invaden la retina.  El vj hace un mapeo impresionante, millones de pequeñas luces forman los rostros y cuerpos de los músicos en las pantallas laterales. Es uno de los grandes clímax de la noche.

Hacía el final de la canción el cuerpo electrificado, poco a poco, regresa y se reconstruye. Alguien se levanta extasiado de su asiento y es censurado por aquellos que quieren observar sentados. Entre la obscuridad una voz anónima grita extasiada “estamos vivos”… y, es verdad, la emoción nos invade. En la colectividad somos conscientes de la vida y sus implicaciones.

  1. “Ny Batteri”, ágætis byrjun, 1999.
  1. “Vaka”, (), 2002.

Un sinnúmero de puntos luminosos llenan el escenario con su color escarlata. Es una estrella explotado; sangre corriendo entre las venas, un rostro que se forma/deforma al fondo.

Es imposible no pensar que en la era de los espectáculos que te dan todo resuelto -lo que tienes que ver, sentir, cantar- se agradece a aquellos que vuelven fértil tu propia voluntad creativa.

  1. “Festival”, Með Sud eyrum í við spilum endalaust, 2008.

Silencio casi absoluto. Jónsi despliega el hechizo de su voz y no puede haber otro sonido, lanza un largo falsete que se mantiene estable y perfecto -como un equilibrista en la cuerda floja-… En un instante, el resto de la banda se suma y la multitud palmea al ritmo de la música que todo lo vuelve brillante. Queremos levantarnos a bailar porque “estamos vivos”.

  1. “Kveikur”, Kyveikur, 2013.

Sin duda, la segunda parte del set posee momentos de mayor estridencia. Hemos sido llevados por todos los caminos. El ingeniero de audio lo ha mezclado todo con perfección quirúrgica.

Algunos asistentes quizá no lo entiendan pero aquellos que crecimos en complicidad con el universo multiforme de Sigur Rós, volvemos una y otra vez sobre el recuerdo. Nos deslizamos por espacios turbulentos de mucho llanto y luego reímos como locos o nos quedamos quietos rechinando los dientes.

Los graves golpean duro, el cuerpo se cimbra, el ánimo se enciende, se excita entero. Noise, noise que nos desencaja, nos retumba en el asiento. Todo en rojo.

  1. “Fljótavík”, Með Sud eyrum í við spilum endalaust, 2008

La disonancia nunca ha sido tan hermosamente confeccionada. Es como estar en un sueño donde la perspectiva pierde el sentido y todo sucede de formas imposibles. Las luces se vacían y, como al inicio, solo tres reflectores alumbran todo. Yo no tengo palabras cuerdas, no quiero tenerlas. Me gusta sentirme de esta forma: flotando.

  1. “Popplagið”, () 2002.

Uno de los crescendos más devastadoramente emocionales de la banda. El clímax perfecto; los instrumentos son llevados al limite de sus posibilidades expresivas.

La noche está por terminar. Todos estamos exhaustos; es un cansancio bueno, de catarsis, de avalancha emocional, de compromiso mental y espiritual con aquel del escenario, con el sí mismo.

A las tres siluetas sobre el escenario no parece preocuparles el dominio técnico sobre sus instrumentos (la ejecución es perfecta, incluso cuando asoman pequeños detalles que se magnifican dentro de tanto control). Su motivación no proviene del virtuosismo, es claro, a ellos les ocupa existir en el instante, llevarse al límite de su propia emoción. Perder el control hasta salir con las manos en la cabeza, como un loco envuelto por el aullido de todos aquellos que lo reconocimos desnudo, verdadero. De pie, violentamente, la gente no para de aplaudir y, los islandeses regresan por una segunda ovación, con una gran sonrisa pintada en el rostro.

#Ambulante2017: The Rolling Stones, Olé Olé Olé!

Un viaje a través de América Latina con The Rolling Stones. Gratos recuerdos de sus Satánicas Majestades.

A finales del 2015, The Rolling Stones anuncian la América Latina Olé Tour. Una gira que -justamente- contempla varias fechas en países latinoamericanos como Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Colombia y México a celebrarse en 2016. Trasciende, además, que se estaba en negociaciones para cerrar el tour con broche de oro en La Habana, Cuba, con un recital especial del grupo, quien se presentaría allí por vez primera.

El transcurso, tanto de la gira, como de los preparativos para tan histórico concierto son los ejes de The Rolling Stones Olé Olé Olé!: un viaje a través de América Latina (The Rolling Stones Olé Olé Olé!: A Trip Across Latin America). Un documental del británico Paul Dugdale, quien no solo ya había trabajado previamente con ellos en 2013 al filmar The Rolling Stones: Sweet Summer Sun - Hyde Park Live, sino que además es un realizador especializado en conciertos y en elaborar documentales de orientación musical. Antes ha colaborado con artistas como Lenny Kravitz; Die Toten Hosen; Coldplay; Adele, entre otros.

Como el titulo señala, el filme versa sobre las experiencias en las naciones latinoamericanas por donde transcurre la gira, concentrándose en tres líneas temáticas: la crónica de lo acontecido en cada uno de los lugares a donde arriban sus Satánicas Majestades; las reflexiones y anécdotas que los integrantes del conjunto han tenido en cada uno de esos lugares a través del tiempo; y, las distintas dificultades a sortear conforme se acerca la fecha estipulada para el esperado concierto en la isla caribeña.

La crónica de lo ocurrido en su gira, desde su inicio en el cono sur hasta llegar a México es un colorido lienzo en el cual queda claramente plasmado el fenómeno de la Stonemania vigente hasta nuestros días. Así, mientras se ven escenas de las presentaciones donde ejecutan en vivo canciones como “Start Me Up”, “Paint It, Black”, “Miss You”, “Wild Horses” y “Jumpin' Jack Flash”, el documental se acerca a las diversas expresiones de este fenómeno. Pasa con los Rolingas, una tribu urbana de la Argentina caracterizada por una desbordante devoción hacia el grupo, o un paseo por las favelas brasileñas siguiendo a un joven hasta llegar a su casa donde se pone a escuchar “Sympathy for the Devil”.

Mención aparte merece el segmento de su paso por México, en donde aparecen a cuadro veteranos rockeros nacionales como Javier Bátiz -hablando de las dificultades en la escena musical mexicana durante los sesenta y setenta-; Alex Lora, quien se abraza con Mick Jagger y Keith Richards mientras juegan una partida de billar; y, Armando Molina, organizador del legendario festival de rock de Avándaro -para algunos, el equivalente mexicano al festival de Woodstock-. Este último narra como este evento aterrorizó a tal grado a las autoridades y las buenas conciencias de esos años, que la difusión masiva del rock estuvo vetada de los medios, los conciertos estuvieron prácticamente prohibidos y la cultura rockera en general fue censurada y -no pocas veces- reprimida en los siguientes años. Así hasta mediados de la década de los ochenta.

Complementando esta línea argumental, están los testimonios de la banda -principalmente los de Jagger y Richards- quienes comparten sus reflexiones y narran sus vivencias al haber visitado con anterioridad esos países (ya fuera en un concierto previo o como meros turistas). Divulgan algunos hechos curiosos, como que la canción “Honky Tonk Women” nació mientras estaban vacacionando en São Paulo -y la esencia de una samba se oculta en ella-, o el curioso ritual celebrado por Richards, quien previo a cada concierto usa un palo "supuestamente" para ahuyentar la lluvia, y cuya ejecución infunde confianza y tranquilidad a su crew.

Finalmente, se da seguimiento a todo el proceso para concretar el concierto en Cuba. Un proceso que no solo se encontró con obstáculos de planeación (equipo, escenario, alojamientos para los artistas, etc.), sino, también, con otros de índole política, como la inesperada visita del entonces presidente Barack Obama a ese país justo en la víspera de su show. Acarreando consigo otra serie de problemas que desquiciaron a los organizadores e hicieron por momentos tambalear la empresa. Todo logra resolverse satisfactoriamente al final. El concierto se efectúa, volviéndose un evento de trascendencia nacional para los cubanos, y, un acontecimiento de especial significado para la historia del rock.

Fleet Foxes revela un video para sus seguidores

Fleet Foxes compartió una cinta para seguir con el anuncio de Crack-Up, además agregó más fechas a su gira de este año.

La banda originaria de Seattle ha revelado un tráiler promocional para su nuevo disco, el cual, saldrá en poco más de un mes. Esto llega después de que estrenaron hace unas semanas el primer adelanto, con el tema “Third of May/ Ōdaigahara”.

Este metraje en formato blanco y negro fue dirigido por Sean, hermano del líder y vocalista de la agrupación. En el, podemos ver a los integrantes de Fleet Foxes ensayar con sus instrumentos. Sin embargo, lo que destaca es el audio, ya que podemos escuchar fragmentos de algunos de las once canciones que componen este material.

Además el grupo agregó más fechas en su gira mundial, la cual, inició en mayo con cuatro shows íntimos en Estados Unidos y otros cuatro el Sydney Opera House de Australia. También tendrán algunas presentaciones junto a Animal Collective y Beach House.

Crack-Up, el tercer álbum de estudio de Fleet Foxes y sucesor de Helplessness Blues, será lanzado el 16 de junio a través del sello discográfico Nonesuch Records (Dan Auerbach, The Magnetic Fields). México ni ningún país de América Latina está considerado en esta gira que recorrerá tres continentes.

Puedes ver el tráiler promocional de Crack-Up justo aquí: