El doble filo de la pluralidad sonora.
Tras consagrarse definitivamente con la composición del soundtrack para Birdman (2014), el músico capitalino se ha convertido en uno de los referentes a nivel mundial de la sónica mexicana, labrándose una carrera en solitario a base de su impecable labor como baterista, compositor y jazzista empedernido. Con todos los laureles merecidos por una trayectoria más que destacable, llega a nosotros su más reciente esfuerzo de estudio, uniendo, bajo el cobijo de Warner Music y el epílogo a su nada velada intención social, una marejada de colaboraciones, composiciones expresivas y un despliegue de drum kit tan intenso como era de esperar.
SHIFT (Bad Hombre, Vol.II) nace como continuación conceptual del larga duración de 2017 Bad Hombre, haciendo referencia a la terminología xenófoba del, entonces presidente, Donald Trump. Si bien la idea central es la misma, Sánchez resuelve de una manera drásticamente distinta a como lo hizo hace cinco años, llegando a esa sensación de comunidad a través de la pluralidad colaborativa, sampleos de su abuelo (e ícono) Ignacio López Tarso y explorando recursos de soundscape, ritmos fusión y libertad armónica general, destacando la participación del músico en cada etapa del recién estrenado material.
El tracklist nos guía por paisajes sonoros tan diversos como los artistas invitados en cada corte, agrupándose naturalmente en tracks con vocales delicadas y expansivas, suertes de contemporaneidad rebuscada y aquellas donde los featuring logran robar reflector al siempre presente despliegue percutivo.
En el primer bloque podemos incluir nombres de artistas como Becca Stevens, MARO, Meshell, Lila Downs y Silvana Estrada, siendo la labor de las mexicanas la más destacada aún cuando la línea sonora se mantiene en la medianidad, sobrecargando el ritmo del material.
Dave Matthews, Pat Metheny, Ana Tijoux, Thana Alexa, Nicole Zuraitis, Julia Adamy, Meshell Ndegocello y Kimbra nutren la paleta de sonidos con propuestas de western blues, rap, ritmos fusión, soul, reggae y art sound, cayendo en el doble filo de lo heterogéneo al sorprender continuamente pero sin un sentido de consistencia suficientemente claro. Si bien los graves redondos aunados a las frecuencias brillantes ubicadas principalmente en tarola y platillos, dan cohesión a todo el material, llegan a desfavorecer la diversidad musical de las colaboradoras al no encontrar un punto medio entre la identidad de SHIFT (Bad Hombre, Vol.II) y el género tratado, tocando su punto más bajo en “Mi Palabra”, pero funcionando extraordinariamente en cortes como “Doyenne” o “Suspended Animation”.
Si bien el virtuosismo instrumental de Sánchez se mantiene como foco central de cada composición, nombres como Trent Reznor y Atticus Ross en “I Think We’re Past that Now” o Rodrigo y Gabriela en “M-Power” logran fundirse al núcleo percutivo de cada composición elevándole a un terreno tan emocionante como innovador, funcionando excepcionalmente con el estilo garage ultra técnico del baterista, conformando así los puntos más altos de todo el álbum.
SHIFT (Bad Hombre, Vol.II) nos deja con una sensación de inconsistencia general con chispazos de ideas asombrosas perdidas entre pasaje y pasaje, bien por la ambiciosa labor colaborativa de Sánchez, bien por las decisiones de producción cuestionables. El mexicano se arriesgó al salir de manera tan pronunciada de su zona de confort y el riesgo será siempre aplaudido, pero por más instructivo, bien intencionado o ambicioso sea el tracklist, el LP no termina de funcionar. Esperemos este sea un pequeño desliz dentro de la asombrosa carrera del músico de quien, estamos seguros, tiene aún mucha música por delante, ya sea desde el jazz o de cualquier otro risco sonoro del que decida arrojarse.
