Era el último día de Coachella 2014 y al parecer el sol lo sabía, por eso brilló con todo y nos despidió con un bronceado impecable. A eso súmenle tres días de caminata y la tormenta de arena del sábado y tenemos una receta para el cansancio perfecta, pero debíamos cumplir nuestro deber pues nos esperaba Beck, Arcade Fire y muchos más.

Comenzamos a las 4 con Frank Turner en la carpa Gobi, donde pasamos gran parte del día, para escuchar su mezcla de punk folk irlandés que nos hizo pensar que tal vez así suena Flogging Molly antes de tomarse sus cervezas. Mención aparté el bajista, quien en ningún momento deja de agitar o atacar su instrumento con intensidad.

Cada vez hay más mexicanos en Coachella. Ahora, si los juntas frente al Coachella Stage, tendrás a una de las multitudes más ruidosas que en esta ocasión estaba lista para recibir a Zoé con una euforia tal que parecía que no los hubiéramos visto hace un par de semanas.

León Larregui se percató del hecho de inmediato y no pudo dejar de sonreír durante todo su set. Los fans, escandalosos, con banderas de México, playeras de Zoé y de la selección, cantaban aún más fuerte para que la banda los escuchara. Aquellos que esperaban a Arcade Fire desde temprano no les quedó otra más que unirse al festejo aunque no supieran quien estaba en el escenario.

Cerca del final de la presentación de Zoé volvimos a la carpa Gobi para ver a Superchunk, gran influencia en la música indie desde los 90, quienes demostraron por qué tienen el lugar que se merecen. La banda aprovechó para presentar su nuevo disco, I Hate Music, lanzado el año pasado, además de una breve selección de su catálogo con una canción por disco prácticamente. Mientras tanto, The Naked and Famous trató de poner ambiente de vuelta en el escenario principal, pero cuando apenas comenzaba la gente a entonarse tuvieron que terminar su set debido al corto tiempo que se les había asignado.

A continuación vino uno de los mejores sets de todo el festival: The Toy Dolls, banda inglesa formada en 1979, que fue de las más divertidas en el escenario, más intensa y que podría desentonar un poco con el ambiente del festival o el resto del cartel, aunque no serían una buena banda de punk si no provocaran todo esto.

Olga, The Amazing Mr. Duncan y Tommy Goober, la alineación actual, le ponen un poco de coreografía, por decirlo de una forma, a las canciones, además de los obligatorios saltos, gritos y puños al aire. Aventaron guitarras y lanzaron un poco de nieve falsa... este set lo tuvo todo y nos quedamos con ganas de más.

Todo lo contrario ocurría en el Outdoor Theatre, donde era extremadamente difícil caminar debido a las hordas de adolescentes que esperaban a Lana del Rey, quién demoró un poco pero al comenzar bajó de inmediato a saludar a los afortunados fans que pasaron horas en esa barricada. El lugar estaba a reventar y en ocasiones escuchabas más a las fans que a la misma Lana. VIPs con celulares y chicas topless era algo de lo que se podía ver entre el público.

Se acercaba el final del festival y venía lo mejor de todo el lineup. Beck trae nuevo disco pero tocó únicamente "Blues Moon" y se encargó de comenzar su set con dos golpes directos: "Devil's Haircut" y "Loser", echándose al público en la bolsa. En adelante, presentó un breve repaso de su amplia discografía en el que no hubo tendencia hacia alguna etapa en especial; por un momento se volvió melancólico con "The Golden Age" y en segundos más animado con "Girl".

Escuchamos una versión alterna de "Gamma Ray" y al final sorprendió con un medley de "Where It's At", "One Foot in The Grave" y "High 5". Maldecimos a los creadores de festivales al dictar que alguien no pueda tocar todo el día, necesitábamos más de Beck y un set de festival es injustamente muy corto para un artista tan prolífico.

¡Motörhead! (léase en el tomo de Jackson Black en School of Rock). Vaya, esta banda nunca decepciona. También contaron con un set relativamente corto en el que lograron meter los hits repartidos para enganchar a los curiosos, los cortes profundos para satisfacer al fan y, al final, un regalo para todos con "Ace of Spades" y "Overkill" acompañados por el mismísimo Slash. Quédate con tus invitados Pharrell, aquí estamos bien.

Hacía el final del festival el escenario principal se comenzó a decorar con espejos. Al momento en que se apagaron las luces, el hombre con el traje de espejos que apareció en un B Stage anunció la llegada de Arcade Fire, que tocó un set similar al que vimos en el Vive Latino, incluso hicieron los mismos stunts de bajar del escenario y tomar la cámara de un fotógrafo durante "Flashbulb Eyes", pero fueron algunos detalles los que hicieron este set increíble y una gran forma de cerrar el primer fin de semana de Coachella.

Primero,"Rebellion (Lies)" debe ser declarada la mejor canción del grupo. Sí, el sing along de "Wake Up" es muy bonito y casi nadie se resiste, pero "Rebellion" tiene esa magia indescriptible que marca el primer momento del set que motiva a aquellos que están lejos a acercarse al escenario.

"Ready to Start" puede ser buen segundo lugar. Ya casi cerca del final, Régine bajó al B Stage para "It's Never Over (Oh Orpheus)" y de ahí comenzó una serie de sucesos que marcaron el gran final del set y del festival. A continuación invitaron a Debbie Harry de Blondie para un cover a "Heart of Glass y "Sprawl II". Dos canciones más y llegó el momento del cierre con "Wake Up", que no sólo es una fiesta por sí misma, sino que la banda bajó a los pasillos entre la gente y el VIP e invitaron a The Preservation Hall Jazz Band de Nueva Orleans a terminar la canción.

Fiesta, coros y confeti marcaron el final de tres días que también tuvo arena, rock, punk, mucha electrónica, fans en poca ropa, calor, un sol tremendo y las mismas ganas de volver el año que entra. Nos volveremos a ver, Coachella.

No te pierdas la reseña y galería del primer y segundo día.

El segundo día de Coachella lo podemos resumir en rock y arena, mucha arena. Empezamos con The Drowners y Temples en la carpa Mojave. Los primeros nos recordaron a The Vaccines pero con aún más actitud en el escenario, si eso es posible, y Temples, debutando en el festival, un poco menos agresivos y más brit pop, demostraron por qué son de los nuevos favoritos de Kasabian o Noel Gallagher.

Después fuimos a ver a Ty Segall y Cage the Elephant, dos bandas que marcaron que la tendencia del día de bajar a cantar con el público. El joven Segall fue un ataque de principio a fin. Aún no sonaba la primer canción y alguien bajó del escenario hacia la gente para armar el slam en la primera de muchas canciones de tres acordes hechas para gritar y agitar la cabellera... si la tienes.

Cage the Elephant hizo lo mismo con su propio repertorio en el escenario Coachella. Matt Shultz, vocalista, tomó la orilla del escenario para tratar de estar lo más cerca de los fans pero no fue suficiente y bajó al pasillo hacia la barricada a cantar con algunos de ellos.

Seguimos con algo un poco más tranquilo y fuimos a ver a Banks en el escenario Gobi tras la cancelación de su concierto a finales del año pasado en México. Lo de tranquilo es relativo ya que Jillian, su nombre de pila, se la pasó caminando rápido todo el tiempo sobre el escenario. Se acercaba, corría hacia atrás y a los lados, mostrando una impaciencia resultado de los nervios de presentarse por primera vez en el festival, tal como ella dijo al micrófono.

Una de las bandas más esperadas en el segundo día fue Chvrches y nos sorprendió que estuvieran temprano en el cartel pues congregaron a varios fans en el Outdoor Stage. Tocaron "Lies", apenas a la segunda canción y notamos algo curioso: la voz de Lauren Mayberry es directa y tierna a la vez, contrastando con su actitud tímida en el escenario, jugando con el cable del micrófono o tal vez peleando con este, mientras que Iain Cook y Martin Doherty son un poco más intensos en la medida que les permite sus estaciones de teclados. Resultó ser un set agradable para la tarde que se comenzaba a llenar de polvo y arena ante la amenaza de una tormenta que complicaría un poco las actividades del segundo día.

City and Colour no fue de los mejores recibidos. Esto no quiere decir que lo abuchearan o algo similar, pero su estilo era incompatible con los que esperaban ver a Kid Cudi, quien seguía en el mismo escenario. Lamentablemente, Dallas Green ya no toca nada de Sometimes, su primer disco como City and Colour, que era lo que esperábamos escuchar.

Julian Casablancas fue uno de los últimos artistas que se agregaron el cartel, apenas hace unos días, cuando se dieron a conocer los horarios. Desde que comenzó su set, Julian pidió una disculpa por tocar puro material nuevo y que si volverían la semana próxima tratarían de tocar algo más viejo, incluso "la canción de Daft Punk".

Las chicas de Warpaint también presentaron nuevo material pero con un setlist bien balanceado incluyendo una canción de su EP Exquisite Corpse. Desafortunadamente, el set empezó mal ya que durante los primeros segundos de "Keep It Healthy" tuvieron que detener la canción por fallas en la guitarra de Emily Kokal, quien se vio molesta ante esta situación.

Probablemente no sea el único que crea que MGMT ha caído un poco la irrelevancia después de tres discos. Empezaron de manera muy tranquila, desconcertando un poco al público que esperaba bailar, y fue hasta la tercer canción que por fin sonó "Time to Pretend" que logró que varios fans que merodeaban alrededor se acercaran a escuchar más. La banda continuó con más canciones del Oracular Spectacular que fueron las que funcionaban entre los asistentes; "Kids" y el final con "Electric Feel" fueron los momentos clave en un set que pasó sin pena ni gloria.

Pixies, otro de los grupos que mágicamente apareció al anunciar los horarios, tuvo una convocatoria aceptable en el escenario Mojave. Probablemente fue porque Foster the People estaba en un escenario y Fatboy Slim en otro, así que sólo aquellos verdaderos seguidores se dieron cita para ser recibidos con una muestra de Indie Cindy, su nuevo álbum y el primero después de 23 años, integrada por una selección de sencillos que modestamente la banda presumía con títulos como "Uppercut", "Another Uppercut", "Kick to the Groin" y similares tipos de golpes en un setlist falso que pudimos ver al lado del baterista David Lovering,

El escenario Outdoor ya se empezaba a llenar. Algunos de los miles que llegaron a ver a Lorde se quedaron a sacarse de onda con Sleigh Bells ante los primeros guitarrazos del grupo. Curiosamente, después de tomar fotos salí de nuevo hacia la gente y varios se habían retirado, otros más lograron colarse al frente para esta única presentación y otros más esperaban pacientemente para ver a Pharrell y su exótico sombrero.

Mientras tanto en el escenario principal era tiempo de una de las cartas fuertes del festival. Queens of the Stone Age simplemente no lo hace nada mal. Comenzaron con "No One Knows" y "Feel Good Hit of the Summer", dejando claro que este no sería un set para los débiles.

Josh Hommecomentó "Bienvenidos a mi hogar" y mientras parecía que la banda

jugaría de local, el viento les jugó una mala broma y tiró algunos amplificadores durante "My God is the Sun", apenas la tercera canción del setlist. Eventualmente todo mejoró y llegó la parte tranquila con "Make It Wit Chu", tras la cual llegó el cierre fue perfecto con "Go With the Flow" y "A Song for the Dead".

Mogwai, por su parte, convertía la carpa Mojave en un espacio fuera del festival por unos momentos. Sólo era cuestión de escuchar y dejarse llevar para sentir que estabas en otro lado y que no había tormenta de arena por la cual preocuparse. Como siempre, destacaremos "Mogwai Fear Satan" como el mejor momento del set, ya que la canción es perfecta. Incluso los breves espacios de silencio que provocaban que se colara un poco el ruido de otros escenarios dejaron de ser importantes.

Nos acercábamos al final y Pharrell fue el encargado de dar la nota para la mayoría de los medios al anunciar que sería un set plagado de invitados por los cuales "había invertido mucho dinero". No, no hubo robots franceses, pero en el escenario lo acompañaron Snoop Dogg, Nelly, P Diddy, Gwen Stefani, Tyler the Creator, Diplo y Busta Rhymes. Pharrell cantó "Blurred Lines", pero solo, y un par de sus canciones del Random Access Memories, pero sin robots.

Mientras mucha gente se disponía a salir del festival, Muse estaba apunto de salir al escenario ante muy poca gente, lo cual nos recordó la situación de The Stone Roses el año pasado. El set comenzó con "Stockholm Syndrome", dando esperanzas de que sería una lista de canciones intensa, con algunas rarezas y, sobre todo, un concierto muy bueno, tal como la banda nos tiene acostumbrados, pero los problemas de voz de Matthew Bellamy lo aquejaron desde el inicio y se le veía visiblemente molesto.

El problema fue que no sólo Matt parecía ser el único sin voz, ya que la gente de igual manera no cantaba cuando se le pedía. Todo iba bien con "Hysteria" pero poco a poco la gente se fue perdiendo y dejaba de poner atención, de igual manera, el resto de la banda se veía un poco fuera de forma y el sonido iba y venía.

Únicamente quienes estaban cerca de la barricada pudieron presenciar un espectáculo similar al que la banda manejó durante la gira de estadios del año pasado. Una ejecutiva caminando por los pasillos que terminaba ahogada por el chorro de un tanque de gasolina apareció por ahí pero muy pocos pudieron verlo, ya que la producción del festival bajó las pantallas en todos los escenarios debido a la amenaza de tormenta y los constantes vientos.

Muse volvió a tocar el cover de "Lithium" de Nirvana, logrando rescatar un poco a la gente que de inmediato perdió con "Butterfles & Hurricanes", una de las joyas de Absolution cuyo único problema fue no ser sencillo.

Una chica preguntó si ya habían tocado "Madness" y ahí quedó todo claro: el público sólo iba por esos sencillos y fueron recompensados con una cadena que incluyó "Madness", "Time is Running Out" y "Starlight". Incluso "Plug in Baby" fue un poco ignorada y qué decir de "Agitated".

Sí, la "media" persona fue Matt, quien todo el tiempo estuvo recortando frases, evitando todos los agudos posibles y dejando los coros a los pocos fans que se las supieran. No sabemos si fue la frustración o la canción fue un recuerdo de los viejos tiempos de la banda, pues al final Matt estrelló una de sus guitarras y la lanzó hacia el backstage.

Con "Uprising" y "Knights of Cydonia" terminó este set que no será recordado como el mejor de la banda y, en verdad, esperamos que la salud de Matt mejore para el próximo fin de semana.

Aquí también lee la reseña y galería del primer y tercer día.