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Tool, la unión musical de lo divino y lo mundano

Tool, la unión musical de lo divino y lo mundano

10/Sep/2019

Celebramos uno de los lanzamientos discográficos más importantes del año, Fear Inoculum, con una mirada artística y espiritual de Tool.

Creatividad. ¿De dónde viene la capacidad del ser humano de poder manifestar en esta dimensión las ideas? La variedad es infinita pero lo que Tool hace, llama mi atención para reformularme esa pregunta. Es una mezcla perfecta entre el corazón, la mente y el espíritu. Creo que el hecho de que no se atrape en las ideas de sacar sencillos, discos o hacer videos, como la mayoría de las bandas, les brinda una oportunidad para aprender y desarrollar su arte hasta poder masterizar cada uno sus instrumentos y la manera en que un tipo de energía se quiere expresar a través de ellos.

¿Cómo lograr la libre expresión de una energía que no es visible para nosotros pero que necesita un medio para manifestarse en esta dimensión?, como lo mencionó Maynard en una entrevista. En China existe una expresión relacionada con el budismo zen, "mushin", que implica en hacer las cosas "sin mente" lo cual se refiere a no intervenir con el proceso creativo que se quiere manifestar a través de cada ser humano. Cuando digo que no hay que intervenir, me refiero a esa parte de nosotros que comúnmente se le llama "ego" , que está relacionado con una parte que limita la expresión ya sea porque se juzga, por miedo o por una serie de factores más que impiden un flujo directo del mundo de las ideas. Muchos artistas podemos frenar ese flujo creativo pensando que no es tan bueno, que no es tan comercial o porque queremos seguir los pasos de alguien más. Pero cuando alguien se atreve a tomar su propio camino, como Tool, es cuando cosas maravillosas suceden. Es cuando la creatividad, sin miedo se funde con el intelecto que es nuestra manera de poder estructurar lo etéreo en una forma terrenal.

Tool no se queda con la primera idea y hacer discos en serie por el simple hecho de cumplir alguna especie de contrato o de satisfacer la demanda de sus fans, sino trata de buscar hasta dónde se puede estirar una idea… ¿Qué más hay detrás de la primera idea?, ¿Qué caminos puede tomar un "simple" riff?, ¿Hasta cuándo parar?

La primera canción que escuché de Tool fue "Stinkfist". A partir de ahí me metí a escuchar toda su música y, como músico, me pude deleitar con los diferentes quebrados rítmicos y polirritmias que utilizan. Poco a poco me fui adentrando en la profundidad de sus letras e investigando acerca de los símbolos a los que se refieren. Así fue como llegué a Thelema, un camino hacia la realización desarrollada y popularizada por Aleister Crowley, que se basa en la unión de la Estrella de David donde el triángulo que ve para arriba representa el principio masculino y lo divino, así como el triángulo apuntando para abajo representa el principio femenino y el mundano. Crowley hizo una estrella juntando los dos triángulos en un solo trazo, que representa la unión de lo divino con lo terrenal, la vida con la muerte, la luz y la oscuridad. Este símbolo lo vi detrás de Danny Carey en conciertos y en una foto donde sale meditando con un cráneo que simboliza la impermanencia de todo, la muerte como un proceso esencial para la vida. Otra de las más grandes aportaciones de Crowley fue la ley de "Do What Thou Wilt", la cual dice que hay que tener el valor de realizar lo que deseemos pero no desde el punto hedonista, sino de poder darnos cuenta de nuestras capacidades y hacer lo que vinimos a hacer sin excusas. Y eso es lo que Tool hace, se puso al servicio de la música sin dudar. ¿Quién más podría manifestar esas ideas en este plano?

La evolución de las letras de Tool comienza desde sus expresiones más viscerales hacia la humanidad y el ser, criticando a la sociedad y el comportamiento humano, hasta darse cuenta de que hay oscuridad en cada uno de nosotros y que tenemos que hacer lo posible en esta vida por trascender e integrar esa oscuridad dentro de nuestro ser, sin importar lo que cueste –un ejemplo de esto es "Jimmy", una experiencia traumática que tenemos que integrar a la actualidad–. Luego la banda pasa por una época en Lateralus donde muestra que ya ha llegado a entender que somos una sola mente y que la posibilidad de vivir en un mundo creativo y en armonía depende de nuestra capacidad de dejar que la luz que habita dentro de nosotros se exprese y dejar atrás nuestro ego, y con el, dejar atrás este mundo negativo, ciego y cínico.

13 años de evolución desde su último disco 10,000 days. Alan Watts decía que la única manera de lidiar con el cambio era sumergirse en el en total aceptación. 13 años de evolución de vida, musical y espiritual logran una expresión totalmente sincera y libre de poder conectar con ideas y sonidos que son más honestos y más meticulosos. Una unión en los sonidos que la podría describir como una cuarta dimensión auditiva, donde todos los sonidos comparten y nutren una cualidad sonora sin precedentes. Es una evolución donde cada integrante se pierde a sí mismo a favor de algo más grande, donde se demuestra que el todo es más que la suma de sus partes, tal y como lo expresó Aristóteles.

Desde el álbum del año 1996, Ænima, la banda claramente tuvo una gran influencia de Carl Jung, psicólogo y místico que hablaba de una “sombra” dentro de todos los seres humanos, y que al hacerla consciente e integrarla, abría paso a la evolución espiritual colectiva activando dos cromosomas más del ADN, como dice la canción “Forty Six & 2”. Carl Jung describía la oscuridad como el aspecto que existe dentro de todos, que no aceptamos  y permanece inconsciente, rigiendo nuestra vida diaria. En la oscuridad generalmente se pueden encontrar heridas o traumas, pero al integrarla despertamos nuestro verdadero poder a través de un incremento de energía creativa y sexual. Es el miedo a ir a donde no hemos querido ir y aceptar las cosas como son para poder quitar los bloqueos que impiden el flujo de la energía creativa a través de nosotros.

Tuve la oportunidad de conocer a Justin, Adam y Danny en Indianapolis en una clínica de música que dieron para 80 personas. Fue una noche muy especial en el salón egipcio. Antes de que salieran los tres –como si estuvieran en medio de tu sala– hubo un presentador y estuvo pasando el micrófono a las personas para compartir qué es lo que significaba Tool para ellos. Escuché historias extraordinarias como la de un veterano que pudo resistir la guerra gracias a la canción de "Rosetta Stoned"; otro comentó que gracias a ellos había podido superar la muerte de su madre enferma; otros más, hablaron de los momentos que han pasado con familiares con la música de Tool. Incluso, salió un despistado que solo asistió a la clínica porque había visto en un rave a alguien con una obra de Alex Grey que decía Tool, pero terminó por entender mucho la filosofía de la banda y apreció la música que tocaron ante 80 personas que corearon la voz de Maynard.

Durante el encuentro nos compartieron que su proceso de composición es muy parecido a la alquimia, como los místicos de antes podían transmutar cualquier piedra en oro, refiriéndose más a como podemos transmutar nosotros mismos. Teniendo todos los ingredientes (riffs e ideas), cada uno puede ir enriqueciendo los elementos y experimentando todas las posibilidades para encontrar lo que se quiere formar.

Este proceso inicia cuando uno de los integrantes lleva una idea, generalmente es Danny, él encuentra polirritmias más allá del riff inicial y los dirige matemáticamente a la canción para lograr. "Golpearte duro en la cara para después abrazarte y luego volverte a golpear en la cara", como lo mencionó Maynard cuando hablaba de la meta de crear música con Tool. Este ejemplo lo podemos escuchar en la segunda parte de la canción “Fear Inoculum”, donde Adam Jones toca un riff de 11/4, mientras  Justin y Danny tocan en 11/8, creando así un baile con la dosis adecuada.

Tool se caracteriza por experimentar con patrones rítmicos fuera de lo convencional. Casi toda la música popular esta en un compas de 4/4, mientras que esta banda juega con compases irregulares que nos desenlaza de la música popular y nos ofrece una oportunidad de expandir nuestros horizontes musicales.

Después de la clínica de música, los tres compartieron un momento con todos los fans y me agradó poder ver que, a pesar de la genialidad de su música y el evidente éxito profesional, son muy sencillos y alegres. Eso es algo que muestra su conocimiento y búsqueda del ser, más allá del cuerpo físico, de las apariencias y del reconocimiento del ego.

Los integrantes de la banda son personas que se han sumergido profundamente en el proceso del desarrollo humano como conciencias que existen en distintas dimensiones y se expresan en este mundo físico y material a través de su música, trayendo en sus letras mensajes que forman gran parte de nuestra cultura, tanto en el aspecto humano como el aspecto trascendental. Canciones como “Reflection”, “Forty Six & 2”, “Lateralus” y “Parabola”, nos dan un vistazo de su conocimiento acerca del ser.

El arte visual que adorna los discos es considerado arte visionario. Imágenes diseñadas para despertar en quien lo ve, un sentido trascendental del SER, mostrando realidades que no se ven a simple vista. Es decir, en las pinturas de Alex Grey, logra hacer visible desde lo más denso hasta lo más sutil, mostrando anatómicamente la estructura ósea, y los canales energéticos y sutiles que conforman a cada ser humano. Alex Grey es el artista que desarrolla, junto con Tool, este movimiento artístico espiritual que propone utilizar el arte como una herramienta para la evolución de la conciencia. Este torrente creativo que sostienen propone el equilibrio entre filosofía, arte, ciencia y espiritualidad.

Todos comparten la misión de crear el vinculo entre lo mundano y lo divino. Proponiendo que el ser humano tiene acceso a estados mucho más elevados de conciencia ya sea a través de sustancias psicoactivas o prácticas espirituales tales como la meditación, ejercicios de respiración o contemplación.

Lo que impide al ser humano llegar a una conexión con lo divino es el miedo que tenemos a nuestra propia sombra y querer proyectarla en el exterior. Como si todo estuviera "mal" fuera de nosotros. Tool, en su nuevo disco, nos regala una llave para salir de una locura colectiva y asumir nuestro poder para darnos cuenta que lo que nos impide realizarnos como seres espirituales, en una vida humana, es el miedo y desenmascararlo por lo que realmente es: un veneno. Un veneno atrapado en el subconsciente que, a su vez, es ilusorio e inyectado por la sociedad en la que vivimos. Esto genera miedo de conocernos a través de la respiración y de los otros, evita que nuestra luz interna brille. Tool nos comparte una especie de mantra, para exhalar y expulsar ese miedo de ir a lo profundo y aceptar nuestra totalidad.

Tool nos da esperanza y nos recuerda que todos tenemos el mismo origen y que al final, si la vida es un sueño o no, somos una sola respiración, una sola palabra, una sola mente capaz de lograr cosas inimaginables e inconcebibles.

Gracias a Tool por ser una herramienta para ayudarnos a danzar en la espiral divina y seguir siendo humanos.