Foro: Pepsi Center WTC

Regresa Limp Bizkit a México

Después de todo un año de haberlos visto en en festival de Hell & Heaven Fest 2014, Limp Bizkit regresa a México en marzo.

Hace un día publicaron a través de su cuenta de twitter: "Mexico City, see you soon". La cita será en el Pepsi Center al 26 de marzo.

La preventa Scotiabank se llevará a cabo los días 23,24 y 25 de Enero del 2015 a través del sistema Ticketmaster y taquillas del Pepsi Center, Los boletos estarán disponibles para todo el público a partir del 26 de Enero.

Precios:

General A: $690, Box Superior $990, Sección C: $690 Discapacitados: $690

LOUNGE: $2,000

 

Los Caligaris en el Pepsi Center

A unos meses de su última visita como parte del festival Vive Latino, Los Caligaris anunciaron su regreso a nuestro país para presentarse de nueva cuenta en el Pepsi Center, lugar en el que colgaron el letrero de sold out hace apenas un año.

Los cordobeses volverán a suelo mexicano para presentar de forma oficial su más reciente producción, Circología. Los boletos saldrán a la venta el lunes 22 de diciembre.

Cultura Profética: La diferencia entre vender y venderse

La vida la es registrada como una película y para ello necesita una gran orquesta de fondo. ¿Qué mejor que Cultura Profética en vivo como selección?

Sin importar lo helado que era el clima, la cantidad de gente que se dio cita en el Pepsi Center WTC el pasado domingo 8 logró que el ambiente se volviera cálido gracias a que esa noche hubo reggae en casa.

En punto de las 21:15 horas, Cultura Profética abarcó el escenario. Uno, dos, tres baquetazos sonaron para dar la señal que el espectáculo estaba por arranar. Este ritmo que pesa fue el tema para dar inicio. En posiciones exactas Cultura Profética abrazan el escenario, colocados como es costumbre, con Willy (voz, bajo) al frente de ellos portando un bajo color verde agua.

Continuaron con La complicidad, Sube el humo y Para estar, selectos éxitos para poner el calor en el auditorio. Los aromas entre la multitud se consumían deliciosamente: fragancias de amor, paz, libertad y un poco de cannabis eran la mezcla perfecta mientras de fondo Boris Bilbraut (batería y voz) interpretaba Amante de luz.

Los coros se zarandearon con las excites al escuchar a Rodríguez corear “hay tanto pop que vomitar…” de la canción Nadie se atreve. Y así, continuamos deleitándonos de las fantasías que transmiten sus percusiones, de la energía que explotaba en sus dos hermosas coristas y de los solos, pero bien acompañados, ritmos que soltaba aquella guitarra verde. Hasta el momento en que llegamos al popurrí que palomearon en dedicación a la madre de Willy así como en honor a su disco “La Dulzura” con temas memorables como Donde no alcanza mi verso, Un deseo y De antes.

Los cuerpos se sentían derretir cuando las pasiones de los espectadores detectaron el inicio de Ilegal tema de mejor pretexto para que las parejas se dejaran llevar por el desliz y el placer que provocaba esta poesía.

La fiesta se calentaba cada vez más y principalmente al escuchar Saca, prende y sorprende, tema en el que se unieron voces con la finalidad de unificar la aceptación de la marihuana: “la medicina le tiene miedo a la marihuana” decía el vocalista mientras en el escenario se sumaba Portavoz así como Banda Bastón, y juntos con el coro del público, evocaban la esencia de hierba.

La clásica despedida de ir y regresar fue aplicada por los puertorriqueños, en donde al regresar, alteraban a su público interpretando “Baja la tensión”.

En solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa, Willy, sujetando fuerte su bajo, tiró unas pegarías por los desaparecidos y sin esperarlo, todos y cada uno de los presentes, corearon juntos, con euforia, rabia y fortaleza de 1 al 43.

Con esta unión de vibra, energía, libertad y entrega, Cultura Profética da cierre a este glorifico espectáculo concluyendo con un tributo a Bob Marley con el tema “Bufalo Soldier” en voz de Boris.

Cultura Profética en el Pepsi Center

Directamente desde Puerto Rico, Cultura Profética regresará a nuestro país con un nuevo sencillo bajo el brazo, "Saca, Prende y Sorprende", para presentarlo de manera oficial ante el público mexicano que siempre los recibe con los brazos abiertos.

Los boletos ya están disponibles a través de Ticketmaster.

Con esta visita, Willy Rodríguez y compañía también se presentarán en Guadalajara y Monterrey.

The Alan Parsons Live Project: Una receta de nostalgia

No, no es The Alan Parsons Project. Esa banda casi no tocaba en vivo, o mejor dicho, nunca; el grupo original compuesto por Alan Parsons y Eric Woolfson solo tuvo una presentación en vivo durante su trayectoria inicial, de 1975 a 1990. Woolfson falleció en el 2009, nunca compartiendo escenario con Parsons (estaba en la consola tras bambalinas en mencionada presentación). Ahora, el señor Parsons revindica sobre el escenario el legado del grupo original.

Un público maduro, conformado por muchas parejas que en su momento pudieron disfrutar el apogeo del grupo en los 70 y 80, tuvo la oportunidad de deleitarse con los teloneros de Boston. Fran Cosmo y sus chicos prendieron el abarrotado Pepsi Center del World Trade Center con sus éxitos, incluyendo la conocida “More Than A Feeling”.

Los roadies de Alan Parsons se tardaban en alistar el equipo una vez que se bajó Boston, hasta cuarenta y cinco minutos pasaron, provocando algunos rechiflos y quejas; pero todo quedó olvidado una vez que The Alan Parsons Live Project subió a interpretar “Luciferama” (una amalgama de las rolas “Lucifer” y “Mammagamma”). Por mi parte estaba listo para aventarle dinero al escenario al hombre que ayudó a grabar los álbumes Abbey Road y Dark Side Of The Moon e irme a casa, sin embargo quedaba todo un concierto por disfrutar.

Parsons interpretó los éxitos, “Damned If I Do” y “Don’t Answer Me”, antes de entrarle a la rola más deprimente del mundo, “Time” de 1980; algunos ojitos de los miembros del público que se habían humedecido pronto se secaron, y hasta quedaron cuadrados, cuando Aleks Syntek subió a cantar “Nothing Left To Lose” y luego le partió en la madre a su keytar (teclado al hombro) en “Games People Play”, demostrando una destreza como el mejor de los músicos de Parsons.

Bienvenido fue un concierto con nueve músicos (más una orquesta), tocando como verdaderos maestros de sus instrumentos, en un presente donde un artista se sube a picarle botones a una consola. Hace diez años uno hubiera pensado que el concierto de un grupo con campanas de viento iba a apestar, hoy en día puede ser indicio de un show espectacular.

Parsons le escarbó a su repertorio de once álbumes con números más rebuscados como “The Raven”, del álbum debut, inspirado en los trabajos de Edgar Allan Poe y presentó su nueva canción, “Fragile”. Otro estandarte fue “Sirius”, donde esperaba que saltara al escenario la alineación titular de los Toros de Chicago, sin embargo la conectaron perfectamente con otro éxito, “Eye In The Sky”.

Un espectáculo bien logrado por verdaderos músicos. The Alan Parsons Live Project logró reconectar con su público mexicano.

The Kooks en el Pepsi Center

A través de Twitter, The Kooks confirmó que volverá a México tras su participación en el Corona Capital para ofrecer dos shows en solitario: uno para la Ciudad de México y otro para Guadalajara.

De acuerdo con la banda, los boletos estarán disponibles a partir del lunes 10 de noviembre.

Deftones: Un último show después de la tormenta

Tláloc, el dios cuya efigie seguramente apreció Deftones en su visita al Museo de Antropología, no desató su furia la noche de ayer, al menos no como en Guadalajara, donde su presentación tuvo que ser cancelada debido a la tempestad; la catarsis no sería interrumpida y el Pepsi Center WTC comenzó a ocuparse desde temprano.

La serpiente de gente se disipó en el interior del inmueble y Chino Moreno hizo brillar sus "Diamond Eyes"; aquí nada provocaría que los gritos se ahogaran en agua, que las fuerzas de la naturaleza disolvieran la multitud. Se escuchó el grito de guerra "guns, razors, knives" de "Rocket Skates" y la carrera apenas comenzaba.

"Be Quiet And Drive”, porque el camino es vida como decía Jack Kerouac, auguraba que muy lejos iba a llevarnos este viaje astral y eufórico. "Tempest" para calmar los ánimos y apreciar la nueva música del mensaje de amor inesperado en japonés: Koi No Yokan. "Swerve City" para enaltecer esta obra, la más reciente de Deftones que siempre es recibido con entusiasmo en estas lejanas tierras.

Finalmente, dos recuerdos del galope del pony blanco: "Feiticeira" y "Digital Bath", para sentirnos supremos; "Poltergeist", porque tanta furia nunca es suficiente: "I love you to death"; "Rosemary", para dedicar a almas ausentes. Gritos de mariachi de Chino y Sergio antes de "Passenger" y posteriormente "Change (In the house of flies)", porque no somos los mismos desde que Chi Cheng durmió para siempre, con "Around the Fur" que fue dedicada a su memoria y "Head Up" para que nuestras almas siguieran volando.

Y que el ser supremo al que le prendemos veladoras, ignoramos o rezamos mantras, quien quiera que sea bendiga a aquellos que nos ofrecen odas como "Minerva" seguida de "Root" para acercarnos al réquiem:"7 Words", el ímpetu adolescente y rabioso que sobrevive y necesitan desfogues con la guitarra de Stephen Carpenter acuchillando las sienes, con los impactos precisos de Abe Cunningham en la batería, los ambientes desoladores de Frank Delgado, con el entusiasmo y buen karma de Sergio Vega, y con la voz, el filo, el comando de Chino Moreno, quien refirió que se trataba del último show de la banda antes de meterse de nuevo al estudio.

Solo nos queda esperar por más música necesaria, mientras tanto nos quedaremos con este recuerdo que superó una tormenta, con las canciones de esta banda que quiebra distancias y con noches como esta, en las cuales nuestras penas se quedaron como ecos entre la multitud. Como bien lo dicta el hashtag: #Deftonesporvida.

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Con el alma renovada: Travis

Ayer por la noche, el tan aborrecido Pepsi Center no hizo de las suyas en cuanto a las fallas de audio, más que algunas poco perceptibles que se atenuaban con los gritos del público que a pesar de la lluvia, el tráfico infernal y que se trataba de inicio de semana se dieron cita para recibir de nueva cuenta a Travis en la Ciudad de México.

Tras la presentación del proyecto tapatío Technicolor Frabrics, puntualmente, uno a uno salieron al escenario Dougie, Neil, Andy y finalmente Fran Healy, quienes comenzaron sin mayor preámbulo con "Mother", tema incluido en su último disco. Inmediatamente, "Selfish Jean" desató el furor de las miles de personas reunidas bajo ese techo, que cantaron, brincaron y aplaudieron como si no hubiera mañana.

Siempre se agradece cuando un concierto está lleno de verdaderos fanáticos de la banda estelar, lo que van a quedarse sin voz y no a tomarse fotos con el escenario de fondo, y esta no fue la excepción. Tras interpretar "Moving", el combo "Love Will Come Trough" y "Driftwood" logró que se le erizara la piel a más de uno, que abrazara a quien tenía más cerca y hasta que enjugara algunas lágrimas tímidas.

Posteriormente, "Re-Offender" fue coreada a una sola voz, trayendo devuelta consigo recuerdos de hace más de una década. ¿Quienes éramos entonces y quienes somos ahora? El concierto siguió su curso y tras revelar que había escrito ese tema para su hijo, Fran Healy comenzó a interpretar "Reminder", que fue seguida por tal vez las canciones más esperadas de la noche: "Writting To Reach You", "Side", "Closer" y "Sing".

Sin duda se trató del punto más alto de la noche, hecho que se pudo constatar con los ensordecedores gritos y ovaciones que inundaron el Pepsi Center. Con cada canción se podía sentir como los problemas y angustias que amargaban nuestro corazón y nos asfixiaban el alma se desprendían uno a uno, dejando a su paso sólo paz y tranquilidad.

Tras más de una hora de concierto se presentía que el final estaba cerca y la banda regaló una emotiva "Slideshow", seguida de "Blue Flashing Lights" y "Turn", para continuar con "Happy" y una versión acústica de "Flowers in the Window", en la que únicamente estuvieron acompañados por una guitarra y un pandero.

Finalmente, el show cerró con "All I Want To Do Is Rock" y "Why Does It Always Rain On Me?" dejando claro que el mundo en el que la gente escucha y canta las canciones de Travis no puede ser tan malo y que el día en que la voz de Fran Healy se extinga, éste será un lugar muy triste.

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Metric: Es Frío Cálido

Quien haya dicho que los canadienses son personas frías, inexpresivas y hasta casi sin sentimientos de ningún tipo, seguramente no estuvo presente en el Pepsi Center la última noche de febrero para tumbar ese viejo mito. Con un arsenal de cinco discos bajo el brazo y una historia que han venido escribiendo durante los últimos 15 años, se plantaron sobre el escenario cuatro individuos que, con un descaro digno de admirarse, llegaron a arrebatar los gritos apasionados de los asistentes; cual ladrón que le quita una paleta a un niño. Así de fácil.

 

Se escucharon las primeras notas de una tempranera "Artificial Nocturne”, al mismo tiempo que se le unían cada vez más gargantas que iban elevando el momento, creándose una tensión que evidentemente iba a reventar en euforia. Una figura estilizada casi perfecta, con movimientos calculados milimétricamente al estilo cheerleader, era personificada por Emily Haines, quien al mismo tiempo tocó sus gloriosos sintetizadores mientras el reflector principal la iluminaba.

Quizá sea ese cabello rubio ondeándose de arriba abajo, o esos bailes ensayados una y otra vez lo que hace que no apartes tu mirada de la que probablemente es una de las frontwomen que mayor energía destila sobre el escenario. Lo cierto es que todos esos atributos ordenan un conjunto perfecto que se antoja suficiente hasta para el asistente más lejano a ella.

En cualquier otro recital, podría decirse que se encuentra todo tipo de gente: los que van porque los invitaron, los fans de hace cinco minutos, los que están ahí nomás por estar; pero si algo podemos decir de los fans de Metric, es que en realidad se entregan a la banda y se desgarran las vestiduras por los canadienses.

Canciones ligadas una tras otra empezaron a formar una suerte de rave que todos agradecíamos y que iba in crescendo hasta llegar a una punta casi inalcanzable. Justo en ese momento, llegó “Dead Disco”, que dio la entrada para por fin escuchar las primeras palabras de Emily a su público, un seco pero inexplicablemente fraternal: “Hello Mexico City”. Cinco minutos fueron suficientes para cargar pila y regresar con una potente “Black Sheep”, ligada a una “Monster Hospital” que bien supo hacer lo suyo.

No todo puede mantenerse siempre con la adrenalina hasta arriba. Eso lo sabía bien Metric y nos regaló un caramelito: “Gimme Sympathy” en versión acústica. Un momento necesario de reflexión, introspección y sobre todo, de relajación. Con este sabor de excitación-relajación nos quedamos luego de 1 hora con 27 minutos.

La próxima vez que siquiera piensen que los canadienses no saben cómo divertirse, recuerden a Metric y tráguense sus propias palabras.

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