Foro: ex Fábrica de Harina

Conoce los detalles del Festival Flotante 2023

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En definitiva, los organizadores del Festival Flotante han aprendido a hacer las cosas bien, pues no por nada son dos las ediciones que han entregado a su público en los últimos años. Este 9 de septiembre, directo de la Ex Fabrica de Harina, su comunidad podrá disfrutar de la tercera edición del esperado proyecto, que este año recibirá algunos talentos como Frucola Frappé, Niño Viejo, Grito Exclamación y muchos más.

FF23_FULL FLYER OFICIAL

La venta de boletos se llevará a cabo en la boletera de Passline, con precios que van desde los $350 para las entradas adquiridas en la preventa, hasta los $550 en modalidad Familia Flotante, misma que ofrece beneficios como el acceso al #FF23, 1 de las prefiestas satelitales, 1 pieza de merch oficial #FF23.

Si te estás preguntando, ¿Qué son las prefiestas satelitales? te contamos que esta es una de las experiencias que la Comunidad Flotante ha creado con el paso del tiempo, y que son diseñadas para llevarse a cabo días antes de la fecha principal del festival. Dichos eventos son anunciados por medio de las redes sociales del Festival, así que síguelos y mantente atento a las actualizaciones exclusivas que tenemos para ti,

 Boletos ya a la venta

 

Festival MonkeyBee 2021

Echemos abajo la estación del pan.

La noche era nocturna, la calle era húmeda y mal iluminada…”. Nah, no es cierto; la verdad es que el día estaba bonito y el spot de la segunda edición del MonkeyBee estaba al mero punto. Los muros llenos de grafitis y los vestigios de una estructura industrial resaltaron la naturaleza underground y DIY del evento. Y, es más, hasta con una piñata decorativa se rifaron, la cual nos recordó que ese 18 de diciembre no solo estábamos celebrando la primera posada del año, sino también la resistencia del garage y el punk rock, y el triunfal regreso de uno de los festivales más prometedores de la Ciudad de México.

Pasaditas las dos de la tarde, The Outta Sorts dio los primeros guitarrazos del festival y The Bela Lugossips se rifó tremendo show con cinco músicos que dominaron el escenario cual estrellas masivas del rock. Pero, eso sí, no podíamos darnos un rol por el foro de la Ex-Fábrica de Harina sin quedarnos con nuestra dotación de Pan Blanco; por ello, esta banda le entró al quite sin guitarras, pero con un teclado, una batería y un frontman color rosa que inició un viaje a los sixties más desfachatados con “El fuzzte”, “Pez” y “Corredor callejero”. Solamente lamenté que en este bloque nos faltaran los Sex Sex Sex. No sé si llegaron tarde y les tocó tabla, pero… la verdad es que sí los extrañamos bien cañón.

En fin; ni modo, había que seguir celebrando. ¡Cuántas ganas ya tenía yo de ver a los méndigos Esquizitos! ¡Y por fin se me hizo, caray! Armamos el primer slam de la tarde con “Sólo chaser” y, por supuesto, con el clasicote dosmilero “Pum pum bang bang”, donde hasta un enmascarado andaba en el guateque. Ya, a partir de ahí, no le paramos con el mosh y los madrazos, como los que se armaron cuando Sgt. Papers tocó “No fui yo”, “Se siente bien”, “Échale campeón” y “Sándwich de monda”, rolas con las que me di cuenta de que esta es una de esas bandas que se escuchan —y se sienten, ouch— mucho mejor en vivo. Pero, sin duda, el culmen de este bloque fue el show de Cardiel; ahí sí abrimos un pit enorme donde nos tiramos casi a matar a punta de codazos y una furia que despertó con la frenética batería de Samatha Ambrosio. ¡Qué buen show dan estos compas! ¡Y qué difícil es durar en un slam con el cubreboca puesto! Qué aguante traen, chavos, la neta.

Cardiel_MonkeyBee Festival_David Durán (2)

The Shivas nos dio un descansito psicodélico —y un flashback del festival Hipnosis— con rolas más tranquilas como “Please Don’t Go” y “You Make Me Wanna Die”, que todos coreamos en un momento de comunión hippie. The Schizophonics no nos metió de regreso al slam, pero sí nos dio un buen subidón con los movimientos del frontman Pat Beers, quien no dejaba de presumir su condición física —o sus clases de pilates— a partir movimientos bruscos de su cuerpo, su guitarra y su micrófono. Algo así como un Mick Jagger, pero con acento de California. Ya hasta se nos había olvidado que ese grupo entró al cartel de última hora para suplir a The Spits. Y, aunque sí sentimos la ausencia de este último, dudo que hubiera superado lo que estaba a punto de ocurrir…

Cuando Electric Six salió al escenario con “Mr. Woman”, mi mente regresó ipso facto al espíritu de los años 2000, al rock bailable y a las películas de Brendan Fraser. Estaba muy joven para contarlo, pero apenas puedo creer que la última visita a México del grupo ocurrió hace casi 20 años, en el extinto Salón 21 durante 2003. Por ello, el show de los de Michigan se sintió como una fiesta tan voraz como nostálgica a la vez, donde seis hombres en vestimentas elegantes comandaron un momento de baile y euforia con viejos y nuevos clásicos de su discografía. Sentí bien bonito cuando un centenar de almas brincamos y cantamos al unísono el coro de “danger! Danger! High Voltage! When we touch, when we kiss”. Y me cae que ni Cardiel ni Sgt. Papers armaron un mosh pit tan intenso como el que explotó en “Gay Bar”. Tanto así que hasta Miguel Servín (organizador del festival) y Andrés Loza (de The Bela Lugossips) le entraron al quite, y una botarga antropomorfa se subió al escenario con los seis eléctricos para rifarse con el stage diving. La presentación —la mejor de la noche, a mi gusto— culminó con el cántico colectivo de “¡Oeee, oe, oe, oeee! ¡Eleeectric Siiix!” y… ¿Qué les digo? Me llenó de nostalgia encontrarme finalmente con la versión en vivo de las canciones que musicalizaron mi etapa de preparatoria. De solo acordarme hasta se me hace un nudo en la garganta, canijos.

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Frankie & the Witch Fingers cerró la jornada con más guitarrazos y un porte misterioso que le hizo honor a su hombre. Acá ocurrió el último mosh pit de la noche y… Bueno, la neta yo ya no aguantaba otro, para qué les miento. Aún así, me tomé el tiempo para descansar y apreciar lo que había vivido en las últimas 12 horas: MonkeyBee cumplió con ser ese “reencuentro con el rock y con una energía que no habíamos sentido en mucho tiempo”, tal cual vaticinó la organizadora Jasmina Hirschl en una entrevista para este medio. Es cierto que el evento no fue perfecto; un par de actos se bajaron del barco y, en ocasiones, se les escaparon errores de audio o de tiempo. Sin embargo, es justo por eso que MonkeyBee comienza a destacar en la escena de festivales mexicanos, por su honestidad, su fidelidad al espíritu DIY y su muestra de valor para crear un evento así de ambicioso en una época de dificultades post-pandémicas. MonkeyBee pinta para convertirse en uno de los mejores eventos de 2021, así como en un referente para los festivales de nicho en México con apenas dos ediciones bien queridas por todos. Y, bueno, ¿qué más puedo agregar? ¡Aguante Electric Six, aguante el MonkeyBee, aguante el garage y aguante los festivales de nicho! El presente y el futuro del rock en México se quedan en buenas manos con ustedes.

Pospuesto: Channel One Sound System llegará a CDMX

Directo del Reino Unido, Channel One Sound System se presentará en México para una noche de reggae.

Más de 40 años de carrera abordan a Channel One Sound System, a través de la que ha llevado la fiesta a distintas partes de todo el mundo, consolidándose como uno de los proyectos de reggae más importantes del mundo. Esta ocasión visitará la Ex Fábrica de Harina, ubicada en Azcapotzalco para una noche única traída por Onda Mundial.

La cita ya estaba pactada para el próximo 20 de marzo, sin embargo tras la etapa de cuarentena provocada por el Coronavirus, este evento se realizará en el segundo semestre de 2020. La fecha aún está por confirmarse.

Se espera que en estos días sea reprogramado el evento, que además tendrá como invitados a Spiritual Sons & Om Mani Padme Hum, Badsista, Cami Layé Okún y Omaar. La preventa es de $280, y el día del evento el costo ascenderá a $350.

En caso de querer adquirir boletos puedes visitar la página de Boletia y en cuanto se habiliten nuevamente comprarlos. Además podrás solicitar algún reembolso en caso de que la nueva fecha no te sea conveniente.

Cannel One Sound System ha dado noches épicas durante años en todo el mundo, su visita a México es una ocasión que no puedes desperdiciar. Te invitamos a conocer más de ellos y su legado dando clic aquí.

Major Lazer en la Ex Fábrica de Harina

Perreo en tiempos de coronavirus.

Por Twitter las noticias anuncian que en alguna ciudad de provincia la gente apanicada compra tapabocas y desinfectantes en gel. Mientras tanto en la capital mexicana, 800 personas partimos hacia la Ex Fábrica de Harina para compartir fluidos sudorosos y rozar las pieles perreando al ritmo de la música de Major Lazer, trío que vino al extinto D.F. para presentarse en el EDC y ha aprovechado para dar tres conciertos secretos, que ahora sabemos tendrán como escenario el venue mencionado, Leonor y Bar Oriente.

Antes de que la banda apareciera, se hace notar la primera falla de la noche: el sitio del evento solamente acepta efectivo. Pero la fiesta sigue a pesar del contratiempo. Así, minutos después, entre muchas paredes pintadas y escasas luces láser, Diplo aparece con una gorra negra y una actitud buena onda que mantendrá toda la noche. “Ha pasado mucho tiempo desde que estuvimos aquí. Ya había olvidado lo loco que es México”

En respuesta la gente grita. Él baila y posa para una cámara de video con la que su equipo documenta el evento. Su palabra recurrente será Mexico City o cualquier alusión a la identidad nacional. “Si están orgullosos de ser mexicanos pongan las manos en el aire”, grita en inglés. 

El público obedece y el recinto se llena de manos arriba. Los hits seguirán sonando, destacando temas como “Qué calor”, su muy coreada colaboración con J. Balvin y “Lean On”. En algún punto de la noche incluso sonó un remix de “La Cucaracha” y en otro momento todos cantaremos: “Jump”

Otros momentos destacados de la noche fueron cuando sonó “Con altura” de Rosalía, cuando todos los asistentes coraron la clásica porra “Olé, olé, olé, olé, Major, Major” como si se tratara de un partido de fútbol y cuando sonó “X” de Nicky Jam y J. Balvin. Aunque quizá lo mejor fue cuando Diplo crowdsurfeó entre la gente.

Decir que la velada fue energética será la atenuación del año, pues no hubo momento en el concierto secreto en el que la gente no gritó, movió el culo o grabó historias en Instagram. La gente fue realmente feliz.

A Taste of Sónar 2018

La noche que la CDMX desapareció en una fábrica de harina.

Baile, música, creatividad y tecnología, esos son los estandartes de un festival que se creó en 1994 en Barcelona y que ahora llegará a México. Es único en su tipo, ya ha pisado otras ciudades como Bogotá, Hong Kong, Reykjavik y por supuesto no podría faltar la CDMX.

Para celebrar su llegada se anunció A Taste of Sónar, encabezada por nada más y nada menos que por el DJ Laurent Garnier. Se llevó a cabo en la ex Fábrica de Harina, en Azcapotzalco.

El venue era particular en sí mismo, una fábrica abandonada, repleta de murales y graffiti por todas partes. Luces que iban del rojo, al azul, pasando por el naranja. Mientras el ambiente iba calentándose poco a poco a medida que caía la noche.

Era el lugar idóneo, al entrar parecía por un segundo que estabas fuera de la ciudad, que entrabas en una escena de alguna película. Lo que ocurría adentro, salía por completo del caos y de todo lo que vivimos afuera.

BBY JSS comenzó, la gente comenzaba a llegar, recorría el lugar y se adaptaba al ambiente, después, Iñigo Vontier sacudía los cuerpos que cada vez se veían más y más juntos, al mismo ritmo y en la misma sincronía.

Sónar es un festival que siempre ha salido de ser solo un encuentro musical, expande sus horizontes a la creatividad y el arte. Y la ex Fábrica de Harina a pesar de ser pequeña y ser sólo una fiesta de celebración englobaba todo aquello y la gente, lo sabía.

Alrededor de las 23:00 Metrika salió detrás de unas luces rojas y de pronto, algunas luces caían del techo al suelo, eran reflejadas hacia otros puntos por espejos y así, las cosas se pusieron aún mejor.

El momento estelar de la noche llegó cuando Laurent Garnier, el DJ francés tomó el control de la noche, las luces eran espesas y era complicado verlo detrás de la tornamesa pero no era necesario, la gente bailaba por igual y se desconectaba de un mundo que parecía seguir a fuera.

A Taste of Sónar fue solo una cucharada de lo que será el Festival Sónar por primera vez en México, sinceramente, no considero que haya manera de que nos defraude.