Así nos fue en la presentación del nuevo disco de Tino El Pingüino.
Ya son años los que tiene Tino El Pingüino en la escena rap de nuestro país. Durante este tiempo, este MC ha sabido ganarse a un público que no tenía un acercamiento a los géneros urbanos. El hecho de tocar temas que le llegaban a la clase media, esa que no sufre de pobreza ni tiene que vender drogas para sobrevivir, lo ha convertido en uno de los referentes más importantes del hip hop en nuestro país.
Para la presentación de su nuevo disco, Tino escogió el SALA Corona, ubicado en la colonia Roma. Este es un venue chico pero apropiado para el rap. En él, se puede sentir la cercanía del artista con su público y aún así disfrutar de un buen audio y una producción decente.
El disco –De Vuelta en el Lodo– salió el mismo día de la presentación pero eso no impidió que tocara prácticamente todo el nuevo material y el público, a pesar de no conocer las nuevas canciones, las disfrutó. Tino hace esto cada que lanza un álbum nuevo, lo presenta antes de que salga, esto puede servir para medir las reacciones de sus fans aunque no parece que lo haga con ese propósito.
Pero lo nuevo no fue lo único que presentó, dentro de su set incluyó canciones de sus discos anteriores –Ego, Fui a Comer Regreso Pronto; Tu Antihéroe Favorito; Aquí Somos lo que Hacemos–, de hecho, de las más de dos horas de show más de la mitad fue dedicado a las viejas melodías mismas que poco a poco se han convertido en verdaderos clásicos del rap mexicano.
Una de las sorpresas de la noche fue cuando invitó a subir al escenario a Fermín, cantante y fundador de The Guadaloops, agrupación de la que también forma parte Tino desde hace ya unos años. Con él, interpretó canciones de su banda, lo cual fue una verdadera sorpresa para los asistentes que corearon cada una de las letras y disfrutaron de la voz de Fermín, la cual se complementa muy bien con el rap de Tino.
En total fueron más de 25 canciones las que sonaron en el SALA, destacando: “La asimetría según Cardín”, “Midori”, “He estado aquí”, “Morrigan (Regresa a mis brazos)” y “Telemaquía de los corazones locos”. Todas causaron furor en la gente y lograron poner los brazos de todos arriba, además consiguieron sacar rimas y coros a cada uno de los presentes.
El concierto de Tino El Pingüino demostró el crecimiento del rapero a lo largo de su carrera y lo posiciona como uno de los exponentes más importantes de su género. Sin ser barrio, ni vender drogas, mucho menos andar en peleas callejeras, logró adueñarse de un ritmo que, históricamente, es interpretado en nuestro país por artistas de origen humilde, llenos de resentimiento y letras provocadoras. El caso de Tino es el de un pionero, alguien que sin importar lo que le dijeran se adentró en un mundo hostil y salió triunfante, creando escuela y demostrando que un tipo con oportunidades, sin muchos problemas en la vida, también tiene mucho que decir a través de sus rimas.
Este disco fue presentado en el SALA, el pasado en el Foro Indie Rocks! y el anterior en el Bahía ¿Quién sabe?, tal vez el que siga lo llevará a El Plaza Condesa y el siguiente al Metropólitan, solo el tiempo dirá hasta qué punto puede llegar este rapero.
