LOS TRES: LEYENDAS INTEMPORALES

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La noche del 30 de noviembre, algunos recordaron su juventud noventera no sólo con nostalgia sino también con energía, y aquellos cuya plenitud pertenece a esta década pensaron “esta sí es música, no como la de ahora”. Como es usual, los mexicanos expresaron su amor coreando las canciones en su totalidad y armando porras, pero pienso que hizo falta más locura. ¿Será que es tan intimidante, tan irremediablemente sangrona la colonia Condesa que muchos se sintieron cohibidos? Hizo falta el slam y los saltos multitudinarios. Sucede que la guitarra de Ángel Parra continúa tan limpia como hace 10 años, que el bajo de Titae Lindl sigue descarado y rocanrolero, y que en la voz de Álvaro Henríquez no se escuchan ni los estragos de la edad ni del alcohol. Sucede que tocaron sus éxitos no con el aburrimiento de quien cumple con el trabajo de complacer a su público. En su repertorio hay canciones que rebasan la categoría de hits e ingresan en ese nivel de obras maestras, y ellos lo saben, por lo que siguen explotándolas, ejecutándolas con fuerza como si se trataran de canciones nuevas que a penas se están presentando.

Tocaron “La Torre de Babel”: ahí es donde digo que hizo falta que mínimo alguien intentara subirse al escenario. La picardía en la guitarra de Ángel Parra fue confirmada y Titae tomó su contrabajo como los meros machos: con contundencia y precisión. Recorrieron algunos cortes de su más reciente producción Coliumo, como “Cárcel, Hospital y Cementerio”, canciones que normalmente son recibidas con impaciencia. Las ansias por escuchar a los clásicos pueden ser tan grandes, que no se le pone la suficiente atención al nuevo material que ofrece la banda. En el caso de Los Tres, sucedió todo lo contrario. A pesar de su difícil letra, el público no tuvo dificultades para hacerle segunda a Álvaro en “Hojas de Té”.

Para quienes se hayan consternado (aunque lo dudo) por el momento folclórico, en bandas como Los Tres son meras ramificaciones de lo que es su estilo. Álvaro Henríquez anunció a sus invitados como los que “mantienen vivo al folclor chileno”, y al escenario subieron Pepe Fuentes y María Esther Zamora, dos encantadores viejitos que cantaron a un lado de Los Tres algunas canciones tradicionales, un instante lleno de humor que no se quedó en la simple curiosidad.

Los asistentes se llevaron la mano al corazón con “Olor a Gas”, aquella extraña y agridulce canción. En “Amor Violento”, Álvaro exhortó a quienes llevaran pareja a que se pusieran eróticos, y yo vi a un jovencito derramando unas cuantas lágrimas, quiero pensar que recordaba a una ex novia. A la víspera de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto (y también a la víspera de los disturbios callejeros), tocaron “La Primera Vez”, una declaración de odio para Augusto Pinochet y toda su progenie, canción que provocó algunas rechiflas con el ya presidente mexicano. El homenaje a México por parte de Los Tres no se limitó a decir que nuestro país era muy bello y que esperaban regresar pronto. Presentaron su agradecimiento con “Jefe de Jefes”, un cover de Los Tigres del Norte e incluyendo un fragmento en “La Espada y La Pared” de “Aviéntame” de Café Tacuba.

Los Tres: leyendas intemporales. Músicos que abrieron nuevas brechas en Latinoamérica, homenajeados por bandas tan laureadas como Café Tacuba. Y sobre todo, muy por encima de las intelectualizaciones, músicos que dan grandes conciertos.

4,3,2,1,0

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La primera de las Noches Bacán (a cargo de Terrícolas Imbéciles) sucedió en el Pasagüero con los chilenos Pedro Piedra, Gepe y la invitada Soledad Vélez.

La noche fue breve, concisa, dinámica y llena de energía. Todo comenzó con Soledad interpretando canciones de su más reciente álbum, Wild Fishing, a lado de Jesús de Santos en la guitarra, y ella con su ukelele y esa grave voz que la caracteriza; Soledad sentada, Jesús de pie; ambos solemnes.

Después de la presentación de la chilena residente en España, Pedro Piedra se apoderó rápidamente del escenario al ritmo del tema "Oh Oh", no había tantos espectadores  pero los que estaban se mostraban gustosos cantando y aprovechando cada chispazo de alegría que se desprendía de cada una de las rolas del compinche de Gepe. "Occidental" fue parte del set list así como "Las niñas quieren". Álvaro Díaz, director del programa 31 Minutos, pasó enfrente para interpretar "Mr. Guantecillo" a lado de Pedro Piedra. Algunos bailábamos como lo hacen los personajes del programa chileno.

Gepe apareció con toda la buena vibra. Presentó "En la naturaleza (4, 3, 2, 1, 0)" de su nuevo álbum, GP, y al contrario de lo que uno pensaría, Daniel Riveros se movía de atrás hacia adelante: en el micrófono, en las percusiones ( donde se le notaba más cómodo y enérgico), siempre acompañado de Pedro Piedra y Felicia Morales (coros, teclado y cello), de pronto un charango se asomaba en algunos temas. "Campos Magnéticos" se escuchó y fue coreada así como "Por la ventana" y "Alfabeto".

Todos los músicos se retiraron pero Gepe regresó para cerrar con la tranquilidad de "Un gran vacío".

2012 deja buen sabor de boca a Siddhartha

Si bien 2011 fue el año de salida de su último material, Náufrago, no queda duda de que 2012 ha sido el año de consolidación de Siddhartha. “Fue un año de recoger lo que hemos estado sembrando durante un tiempo, lo que me deja ganas de hacer más cosas, de tocar más, de hacer más discos. Me deja aprendizaje, experiencia, buen sabor de boca”. En entrevista para Indie Rocks!, Siddhartha platicó que “ya hay mucha más gente que tiene ubicado el proyecto en el mapa”.

Los números son contundentes, después de una expectativa no tan alta con la que se lanzó Náufrago, llega ahora a un tercer tiraje que motivó a una reedición especial del material del que se desprenden canciones como "Extraños", "Domingo" y "Color". “Vamos a sacar una edición especial que saldrá ahora en diciembre; tendrá un bonus track, lo que le da una razón de editarlo y no sólo reeditarlo por reeditarlo. Además tendrá un DVD con los videos del Náufrago”.

Con muchas “ganas de hacer cosas nuevas y […] diferentes; de soltar justo ese sentimiento de aprehensión que de pronto puedes tener con la música o con algunas canciones”, Siddharta vivirá un proceso creativo distinto al de sus primeros dos materiales. Habituado a trabajar solo, el proceso del tercer material será sumamente colaborativo. La primer colaboración, ya realizada, es con Chucho, tecladista de Zoé. “Hicimos una rola que no tiene mucho que ver con Siddhartha ni mucho que ver con Zoé, por lo que se puede decir que llegamos a un equilibrio”. Las demás colaboraciones están aún por confirmarse, pero se llevarán a cabo en una hacienda en un bosque de Michoacán, cercana al Lago de Zirahuén, donde se montará un estudio por un mes.

Sobre su trabajo como artista independiente, ya después de dos materiales lanzados de esa manera, Siddhartha afirma que lo que siente es una sensación de alivio: "Para poder hacer discos necesitas vivir de alguna manera de esto, así que debe de existir un ciclo; el hecho que de pronto se vaya a un lugar y haya tanta gente que se sepa tus rolas, creo que significa que quizá algo se ha hecho bien, sin embargo todo esto creo que es parte de un proceso interminable”.

El llegar a nuevos públicos, contar con herramientas tecnológicas más accesibles y el hecho de poder hacer un disco en casa son algunos de los aspectos positivos que Siddhartha considera al ser artista independiente. Sin embargo, “el avance que tienes en una herramienta es un retroceso en otra, ya que al final la música también se descarga gratis y hay mucho menor control acerca de cómo se vende. Y luego, para finalmente poder hacer un disco, poderte ir a algún lugar a grabarlo, tener los instrumentos para hacerlo, así como tener el tiempo, pues obviamente requiere recursos para realizarlo”.

A pesar de las dificultades, y en palabras del mismo Siddhartha, Náufrago logró ser un “proyecto muy natural porque no entraba en ninguno de los espacios de manera forzada, ni en los medios, ni en la radio, ni con la gente que colabora en él. Creo que desde esa perspectiva no tengo de qué quejarme”.

El 6 de diciembre Siddhartha compartirá escenario con Javiera Mena en el Lunario. Este show, además de otros dos (uno en León y otro en Guadalajara), serán parte de su cierre en vivo para este 2012. ¿Qué esperar de su último show de 2012 en el DF? “He estado durante el último mes preparando un show para el Lunario que incluye algunas versiones nuevas de temas viejos; algunas canciones que no hemos tocado en muchos de los conciertos. Vamos a llevar a un amigo, Shaboomy, que fue guitarrista del Why You?.  No habíamos tenido tanto tiempo de darle un giro al show, por lo que también hay versiones que nos entusiasma mucho tocar, además de las otras que ya forman parte de lo que teníamos montado”.

Además, como parte de su cierre de año, Siddhartha lanzará la mencionada reedición del Náufrago y una aplicación para dispositivos móviles, ambos contendrán el último tema grabado en estudio: "Fue", canción original de Soda Stereo, vivió una reversión de la mano del músico jalisciense. Sobre Soda Stereo, y en especial sobre Gustavo Cerati, Siddhartha compartió que uno de sus discos favoritos es sin duda Canción Animal. “A mi es uno de los artistas que más me han gustado del rock en español; digo, ya de entrada coverear un tema es difícil, pero pues también tiene una cuestión ahí de homenajear”.

Antes de finalizar la entrevista le leí una serie de palabras en donde le pedí que me mencionara lo primero que se le viniera a la mente. Esto fue lo que contestó.

  • Náufragos: 2012
  • La Primavera: Etapa de cambio
  • Canción: Soundtrack
  • Lunario: Fin de año
  • Indie: Forma de ser
  • Nunca es nunca: No repetir
  • Música: Lenguaje universal
  • Sentimiento: Expresión
  • Jorge: Mi primer nombre

La pasión de Dead Can Dance

Frente a la posible audiencia más entregada y devota que tienen, Dead Can Dance se presentó por tercera vez en nuestro país, presentación que posiblemente fue la más memorable y conmovedora. Donde la intelectualidad y la pasión ciega convivieron, el pasado jueves 29 de noviembre será recordado como la noche en que Dead Can Dance y México consumaron su relación con la pasión de dos amantes.

Para iniciar el recital, el dúo australiano fue antecedido por la presentación del percusionista David Kuckhermann, quien también formaría parte del ensamble de músicos que acompañó a Lisa Gerrard y a Brendan Perry durante la velada. Empleando instrumentos poco comunes como el Han, el Handpan y el Riq, Kuckhermann interpretó temas como “The Sound of Viborg”, “Han Solo” y “Khubananukh” de su álbum debut. La elegancia y sencillez de lo que vulgarmente se llamaría “Los Ritmos del Mundo” lograron que una audiencia que llegaba poco a poco, devorara a aplausos a este alemán cuya participación en el cartel no fue anunciada sino hasta el día del concierto.

La enorme convocatoria de Dead Can Dance en México (dos fechas en la capital, y una en Guadalajara) no se compone de esos intelectuales de izquierda que analizan el concierto como si se tratase de una película de algún director proveniente de un país olvidado por la mano de Dios, ni de encapuchados de la noche que se hacen llamar “Darks-Alternativo-Post-Punk-Experimental”, sino la enorme base de acólitos de Dead Can Dance en México son consumidores del llamado New Age. ¡Increíble, pero cierto! Aquellas personas de edad indistinta que ponen música para meditar, leer, hacer ejercicio, prender velitas, alinear sus chakras, volar los mantras, y esos viajes astrales que van de la mano con Clannad, Vangelis, y Kitaro, y que sobre todas las cosas: ¡Se desviven por estos músicos! Se desgarraron su garganta como si no hubiera un mañana y aplaudieron tan fuerte que sorprendería no terminaran con moretones. Dos horas interminables de gritos ensordecedores dejaron en claro que no es más que amor puro la relación que sostienen.

Desde la primer y última nota, fueran "Children of the Sun" y "Anabasis" de su más reciente álbum, Anastasis, o fueran clásicos como "The Ubiquitous Mr. Love Grove" o "The Host of Seraphim"una sucesión de agradecimientos tanto de Brendan como de Lisa fueron opacados por sus propias sonrisas que decían más que cualquier otra palabra pudiera expresar. Sobra decir que ambos artistas aun conservan el talento vocal y de ejecución que con toda la herencia de los ritmos griegos y orientales les demanda su música para ser interpretada con fidelidad. Es de resaltar que siendo el acto más taquillero y exitoso de la renombrada disquera 4AD, una disquera que les dio como congéneres a actos “góticos” como Bauhaus, The Birthday Party, y Clan of Xymox, la banda opta por prescindir de sus primeros álbumes (los únicos realmente equiparables al estilo de los mencionados), y se enfoca en su catálogo tardío mas “World Music” y sí, “New Age”.

"The Host of Seraphim" fue el tema de mayor edad en el repertorio, además de dos canciones provenientes del álbum debut de This Mortal Coil (Song To The Siren y Dreams Made Flesh), que recayendo en el tipo de gente que convocaba, no ofrecieron una ovación o respuesta comparable con la dada a cortes de álbumes como Spiritchaser o Into The Labyrinth.

Dead Can Dance es una bella y grandilocuente experiencia en vivo, y más en un país como el nuestro donde el público aún se entrega como es famoso por hacerlo. Un concierto donde resaltaron los gritos - y no los celulares en mano -, espectadores inmóviles con la mirada fija. Los presentes dejaron que todo lo bueno, bello y verdadero que puede haber en un arte tan expresivo como la música, iluminara la velada para la posteridad, incluidos los músicos quienes fielmente representados por Lisa Gerrard se despidieron con un perfecto español: “Los quiero. Muchos besos, bonitos”

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Japandroids: Celebration Rock

Japandroids

Celebration Rock

Terrícolas Imbéciles

2012

Japandroids suena a esas fiestas a las que uno llega por accidente, con una caja de cervezas y sin conocer a nadie. Donde de repente una banda empieza a tocar sin un PA profesional, con micrófonos amarrados a sus stands con cinta y amplificadores con las bocinas tronadas sonando sobre el pasto del jardín, donde el slam se baila entre alcohol, lodo y amigos coreando hasta el amanecer.

Japandroids suena a una adolescente cantando, bailando y brincando en la cama de su cuarto tapizado de pósters y fotos sobre esa mezcla de música punk con letras pop para después escribir 598 veces el nombre de su novio en las hojas de un cuaderno que ella misma decoró con estampas y plumones.

Japandroids suena a la energía y la inocencia de tu primera banda de rock. Cuando ensayabas a escondidas de tus papás y los ruidos que salían de tu amplificador molestaban a los vecinos. Pero a ti no te importaba por que cerrabas los ojos y te imaginabas tocando en un estadio frente a miles de personas.

Japandroids suena a un cassette reventando en las bocinas de tu auto decorado con stickers de Dinosaur Jr, The Posies, That Dog, Nada Surf y Teenage Fanclub un viernes en la tarde  saliendo de la escuela. Sin planes, sin preocupación, sin un mañana en tu cabeza.

Japandroids suena a jeans rotos, botas viejas, pelo largo y una playera con el logo de Nirvana que lleva días sin lavarse.

Japandroids suena a nostalgia que quiere reinventarse, suena a un CD en la época del mp3. A un virus análogo queriendo destruir a la amenaza digital.  Suena a un niño haciendo berrinche en medio de la reunión socialité de su madre. Suena a rebelión.

Japandroids suena a rock sin pretensiones, a rock divertido, rock sin etiquetas y sin futuro que lo único que busca es sonar fuerte, melódico y degenerado ¡AHORA!

Japandroids suena a esas fiestas a las que uno llega sin conocer a nadie y pero cuando acaban uno se siente amigo de todos los que estaban ahí.

Pa’l Norte Rock Festival

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Con más de 37 mil asistentes y con un cartel de más de 15 bandas de México y Latinoamérica, Pa’l Norte Rock Festival 2012 se llevó a cabo en Monterrey, específicamente en el Parque Diego Rivera para vivir más de 15 horas de música continúa.

Planeado para que así sucediera, y con un lineup que apostó por el talento nacional y los nuevos artistas emergentes,la primera edición de este festival- con un clima menos frío, dos escenarios temáticos y un inesperado final - dejó satisfechos a todos los que esperaban ansiosos su presentación.

Impermeables, botas de hule, paraguas y sombreros bastaron; así empezó todo en punto de la 1:30 de la tarde con Finde, banda originaria del DF que se presentó en uno de los dos escenarios principales (denominado Pa’ Allá), y que con singular energía y desenfreno por parte del vocalista, esta banda arrancó la tarde ante los pocos asistentes que muy puntuales habían llegado al parque, por aquello de ver a sus bandas favoritas.

Bengala presentó parte de sus dos discos anteriores, y algunos temas de tu tercer álbum de estudio Sigue, el cual supone un ajuste en su sonido y una faceta más fresca de la banda. Después llegó turno de Play & Móvil Project,  Los Concorde (Dj Set), Los Liquits, Technicolor Fabrics, Enjambre, los Bunkers y Carla Morrison.

Sussie 4 tuvo que parar y empezar de nuevo con su presentación, debido a algunas fallas técnicas de audio y sonido, lo que causó molestia y desesperación entre el público. Aunque fue "Fly", el tema con el que reaparecieron en el escenario y que hizo se olvidará de todo retraso alguno.

“Buenas noches Monterrey, nos da nostalgia estar aquí otra vez después de 10 años” fueron las palabras de Gil Cerezo, vocalista de Kinky; banda que después de casi una hora de presentación y que con rolas como "Inmóvil", "Intoxícame","Más","Después del After", "Ejercicio #16" pusieron a bailar a todos los regios - y no tan regios - que decepcionados por la falta de ver actos más grandes fue "¿A Dónde Van los Muertos?" con la que los asistentes detonaron y no dejaron de cantar. Seguido de A Band of Bitches, Nortec Collective y Zoé. 

Y porque es imposible verlo y no pasarla bien, llegó el turno de Toy Selectah - pionero de la música electrónica y creador de un nuevo híbrido contemporáneo-  quien con su ritmo guapachoso puso a todos bailar.

Pero sin duda Calle 13 era uno de los headliners más esperados, que con "Vamo’ A Portarnos Mal", "No Hay Nadie Como Tú " y "Baile de los Pobres"éxitos de su más reciente material Entren Los Que Quieran, causaron conmoción entre sus seguidores.

Ya era la 1:09 am y Calle 13 seguía tocando, mientras tanto los Amigos Invisibles estaban listos y ansiosos en el otro escenario para iniciar su presentación (lo cual causó decidia). Finalmente, estos venezolanos cerraron el festival dejando satisfechos a la mayoría de los asistentes.

En cuanto a la producción del festival todavía hay muchos detalles que afinar tales como el espacio entre los dos escenarios (ya que entre tanta gente después de un rato era incómodo), así como la venta descontrolada de comida y cervezas.

La elegancia sonora de Altocamet

La banda argentina Altocamet se encuentra en nuestro país por primera vez. Actualmente, la agrupación está formada por Adrián “Canu” Valenzuela en voz y guitarras, Pedro Moscuzza en la batería, Mariana Monjeau en los teclados y coros, además, como músico invitado estará Fernando Nalé quien fue bajista de Gustavo Cerati. Indie Rocks! tuvo la oportunidad de platicar con ellos sobre sus expectativas en México y una parte de su historia.

“Varios amigos nos han comentado cómo es el público mexicano y creemos que vamos a ser bien recibidos. Nos han dicho que son muy cálidos, y quizá nuestra propuesta pueda llegar a interesarles, así que vamos a brindar lo mejor de lo nuestro”, explicó Canu.

En cuanto a su sonido, es difícil de encasillar pero ellos así tratan de definirlo  “Es una mezcla de rock, pop y electrónica con otros subgéneros. Al principio hacíamos un poco de drum & bass, trip hop; nos gusta el ambient, el dub, también bandas de rock tradicionales, es una mezcla de todo lo que escuchamos.”

Altocamet es una agrupación con más de quince años y los cambios son inevitables en cualquier aspecto de la vida, Pedro nos cuenta un poco cómo han sobrevivido a ellos: “Siempre hemos estado los tres (Pedro, Adrián y Mariana) pero hemos tenido varias formaciones. Con Canu estamos desde el primer ensayo, Mariana llegó en el primer disco; nos hemos peleado, separado. Cuando uno es mucho más joven que ahora, piensa ¿Llegaremos al segundo disco?, y hoy tenemos esa tranquilidad de saber que queremos seguir haciendo esto.” Mariana es la única mujer dentro de la banda y lo disfruta: “La relación es muy buena, es lindo, antes estaba Loló que hacía coros pero ahora soy la única" rememoró  entre carcajadas.

Dulce calor es su más reciente producción y recuerdan el proceso para llegar a él con una sonrisa: “Fue un disco al que le dedicamos mucho tiempo y mucha pasión, es un material que tiene mucha sofisticación musical y sonora pero se buscó una simplificación en cuanto al mensaje. En cuanto a las formas líricas, es un disco que habla de amor” mencionó Canu para que en seguida Pedro profundizará sobre la grabación: “Trabajamos con un productor inglés (Graham Sutton) con el que ya habíamos colaborado en el disco anterior, Mitad del Viento, pero en esta grabación ya éramos amigos, ya había confianza y se logró un mejor sonido.”

Los futuros planes de Altocamet  son varios: “Tenemos planeado hacer un disco de remixes de Dulce Calor, es algo que hacemos con todos los discos. Está en camino un DVD que es una especie de antología de todos nuestro videoclips, junto con un CD compilando temas de todos los discos. También ya están grabadas varias canciones como para un disco nuevo que iremos desarrollando a lo largo del año que viene. “

Por último la banda mandó un mensaje al público mexicano: “Queremos invitar a todos que vengan a escucharnos, ojalá les guste la música que hacemos. Hace diecisiete años que queremos venir a México, estamos muy contentos y ojalá disfruten el show.”

Altocamet se estará presentando este sábado 1 de diciembre en el Tiangui Cultural "El Chopo".

Slash: ¿un ícono desgastado?

Hace alrededor de 20 años, el fervor que causaba Guns N' Roses era inaudito. Se trataba de una banda que apelaba a todo lo que un adolescente podría convertir en un imaginario contra el aburrimiento: además de sus letras explícitas, un look glam descomunal y canciones de agresividad posmoderna, sus riffs de guitarra parecían preñados tanto por Jimmy Page como por Syd Viscious o Joe Perry.

No sé cuántos caímos bajo el hechizo, pero en mi caso, fueron 20 años los que pasaron para escuchar a Saul Hudson, mejor conocido como Slash, en directo. Apenas bajando del metro, era evidente que hasta los comerciantes de piratería intuían que, ese martes, se presentaba no una estrella consagrada, sino un ícono del que podría vender incluso réplicas tepiteñas de su sombreo de copa. Apenas crucé la pista del Palacio de los Rebotes, recordé que 20 años atrás, mi edad me prohibió asistir al único concierto que los Guns ofrecieron en Mexico, cuando OCESA apenas esbozaba que los conciertos serían un negocio interminable.

Con una chela caliente y espumosa en mano, vi aparecer a Slash al frente de sus Marshalls Signature, con su Les Paul bien ajustada debajo de la cintura, su sombrero de copa y una banda que apenas competía con él en carisma. Sinceramente, desconozco los temas del disco que interpreta junto a Myles And The Conspirators. A pesar de que Slash es el hombre responsable de que yo sea guitarrista, hace mucho le perdí la pista, quizá cuando lanzó el aún disfrutable Slash's And The Snake Pit. Sin embargo, todos a mi alrededor estaban actualizados y parecía disfrutar del nuevo repertorio.

En lo personal, comencé a retorcerme hasta la llegada de "Nightrain", canción de vena zepelinezca que viene en Appetitte For Destruction, su obra maestra. Y así ocurrió la noche: dos o tres canciones del nuevo proyecto, intercaladas con himnos generacionales que retorcían los cuellos de todo tipo de personajes: Godínez, metaleros atemporales, pubertos, cougars, nostálgicos de vanguardia, familias y hasta el desprestigiado Kalimba, que bailaba con las escalas pentatónicas de Saul.

Entre las poco afortunadas composiciones de los Myles, lo que valió la pena fue escuchar las canciones del Appetite, como "Roquet Queen" (con un solo de guitarra que se extendió por varios minutos),  o "Mr. Brownstone", esa apología de la heroína que tanto gustaba a Dave Mustaine antes de limpiar sus venas. Entre los puntos álgidos, resaltaría lo predecible: Slash adaptando su Gibson en una extensión de Nino Rota, con la clásica versión de El Padrino, esa que nos estremecía en los noventa, cuando nos asombraba cualquier intromisión del rock en terreno ajeno.

Sinceramente, las canciones de los conspiradores sonaban muy poco inspiradas, o mejor aún, como meros émulos del heavy ochentero, con riffs predecibles, letras eternas sobre lo mismo y poses impuestas por el alcalde de LA. Como fan irredento de Slash, su presentación me pareció un tanto aburrida, pues los íconos se desgastan, no así los clásicos, como fue el caso de "Welcome to the Jungle", cantada muy bien por el bajista, "Sweet Child O' Mine", canción que Slash odiaba a muerte desde su nacimiento, y la canción por la que empecé a tocar la guitarra: "Paradise City", himno post country que, para bien, envenenó mis dedos hace dos décadas, cuando ser músico, parecía una empresa realmente independiente.

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nuevo video de Apolo

Apolo presenta el video oficial de "Guajura", el cual fue dirigido por Paco Ibarra y grabado en el parque ecológico Los Dinamos.

El video desarrolla el mito de una tribu indígena de Chihuahua, Guarijí, en el que está inspirada la canción: "Se trata de la historia de 'Wuajura' quien en algún tiempo vivió en el cuerpo de una mujer bella y seductora. Como castigo, un hechizo cayó sobre ella convirtiéndola en serpiente y condenándola a vivir en el fondo del río que abastece de agua a los Guarijíos (en el Río Mayo). La leyenda cuenta que cuando los nativos de esta tribu se acercan al río o pozo para beber agua, la mujer Wuajura de nuevo cobra forma y usa sus dotes para encantar y seducir; de este modo, formando un gran remolino los envuelve como serpiente llevándoselos al fondo del agua eternamente con ella."

El Reverendo ya no da miedo

A mediados de los noventa, Marilyn Manson nadó contra corriente para encender las alarmas y alertar al mundo entero sobre el estado de coma en el que parecía estar la sociedad en general. Adoptó el papel de un reverendo que, tras reflexionar en las palabras dictadas por la cristiandad, decidió enfrentarlas, juzgarlas y evidenciar la falsedad que se escondía en ellas.

Su discurso era muy claro: que la gente destruyera sus ataduras mentales y comenzara a pensar por sí mismo. Por supuesto las alarmas fueron encendidas, y la sociedad le tuvo miedo, mucho miedo.

Durante la segunda mitad de la década, Marilyn Manson contó con la inteligencia y creatividad suficiente para darle un vuelco a la industria musical y de paso sacudir más de un conciencia. La lucidez y subversión propias de sus tres primeros álbumes no dejaban duda de que Bryan Warner (nombre que indica su registro de nacimiento), sabía lo que hacía con la firme convicción de traspasar los límites de lo políticamente correcto para develar la hipocresía social que se vive en nuestra sociedad actual.

Sin embargo, para el nuevo siglo las cosas cambiaron. Los discursos transgresores habían perdido filo y su trascendencia se acortó considerablemente. The Golden Age of Grotesque marcó el inicio de la espiral descendente de la creatividad. Eat Me, Drink Me , y The High End of Low  continuaron la espiral de un Marilyn Manson alejado del ingenio y la iluminación que se le conocían. Todo parecía indicar que ya no tenía nada que ofrecer y que todo había quedado dicho y hecho.

Sin embargo, para este año Manson decidió voltear a sus orígenes y lanzar un nuevo álbum que rescatara el sello característico de la casa; y con ello recuperar algo de lo que se había perdido en los últimos años. Born Villain, lanzado bajo el sello Hell, etc, fundado por él mismo, es la placa con la que el Reverendo intentó recobrar su forma y regresar a los tiempos de la agresividad  y provocación inteligente.

Aunque en definitiva Born Villain no alcanza los niveles logrados con discos como Antichrist Superstar o Mechanical Animals (aunque a estas alturas eso ya parece imposible), es de aplaudir el regreso que tiene al sonido industrial bajo el que nació el concepto de Marilyn Manson: "Hey, Cruel World" y "Overneath The Path Of Misery" son grandes muestras de esto. Aunado a ello, a lo largo del disco se pueden distinguir ciertos riffs resonantes que, en conjunto con algunos coros melódicos y la voz más en forma del propio Manson, recuerdan aquellas viejas glorias del grupo: para prueba "The Flowers Of Evil" y "Slo-Mo-Tion".

Born Villain no es un mal disco. De hecho es agradable y disfrutable, sin embargo el mayor problema es que no hay nada nuevo detrás de él y al escucharlo se tienen bastantes déjà-vu y la sensación de que lo que estamos oyendo ya lo hizo alguien más. Es un buen disco, pero hay mucha fórmula y sabores que ya se han probado. Sin embargo se reconoce en él un intento (tal vez un tanto mediocre, pero intento al final) de volver a los inicios y retomar las riendas perdidas. Cuando eso suceda tal vez afirmemos que Marilyn Manson ha recuperado su lucidez y peligrosidad, pero hoy está más que claro que, a diferencia de antaño, “El Reverendo” ya no da miedo.