Una energética ráfaga contra el frío.
Siempre que te digan que Ty Segall toca gratis tu tienes que decir sí a todo. Después de la gran noche de HIPNOSIS, este show era un toque de energía necesaria, el plan era perfecto para cerrar un fin de semana sensacional.
El músico californiano se presentó junto a The Mud Howlers y The Risin’ Sun en un establecimiento digno de una noche de rock, garage, slam y fiesta. Puntuales a la hora todos los asistentes entrábamos al lugar; un espacio para alrededor de 120 personas en donde solo una pequeña reja nos dividía del escenario, fue así como poco a poco la magia de rabioso comenzaba.
Entre las personas del lugar los ecos de la noche anterior seguían presentes, todos platicaban sobre lo hecho por Black Rebel Motorcycle Club y The Black Angels obviamente sin dejar atrás a GØGGS y a el poderoso y frenético Segall. Entre pizzas y cervezas desde sonora The Mud Howlers eran los encargados de abrir la jornada.
Nathan, Charlie, Norbit y Felipe lucieron emocionados y a través de sonido old school, el Swamp-A-Delic-Rock, manera en la que la banda define su música, se hizo presente con temas de su disco Timeliness. Con 45 minutos dentro del escenario la banda dejó el lugar para The Risin’ Sun.
Al filo de su presentación Pony, bajista de la banda, corría presuroso para subir al stage, pues gracias a esto la banda de la capital tuvo que esperar unos minutos más para comenzar su set. El mood de psych y rock 'n' roll fue el protagonista principal en el show; cada canción y riff era expresado de la mejor manera por Ro Desentis; mientras la batería sonaba seca y explosiva en cada golpe que Alex Weber le imprimía. Con un recorrido de sus dos trabajos de estudio The Risin’ Sun dejó todo caliente para Ty Segall.
Para describir este show todo es simple, es imposible no pensar el significado de la brutalidad al momento de la ver un show lleno de grandes riffs, un bajo ensordecedor y una batería ágil. Rápidamente la pequeña pista se desbordaba entre los empujones y slams que se estaban haciendo, esa reja que nos separaba del escenario cada vez lucía más frágil y la seguridad trataba a toda costa de reforzarla.
Mientras tanto el escenario cambiaba entre luces magenta y azules, Ty Segall lucía nuevamente todo de blanco y su banda lo acompañaba con esos outfits; detrás de ellos el bowl de skate lucía por momentos a algunos chichos hacer algunos trucos mientras el poder californiano nos seducía.
Con un set de nuevas y viejas canciones en las que pudimos escuchar algo diferente al set de HIPNOSIS, “Break a Guitar” fue el momento más explosivo de la noche. Los estadounidenses estaban conscientes del show que estaban realizando, es por eso que gracias a las ovaciones y aplausos la banda prolongó su set un poco más
Al filo de la medianoche todo acabo, el gran sabor de boca estaba hecho gracias a la dosis de rock y garage mostrada.
Entre el frió y la salida lenta algunos fans tuvieron la fortuna de tener un recuerdo del güero californiano que nuevamente nos dio una gran sesión de rock y calidad musical.