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A 40 años del ‘Sandinista!’ de The Clash

A 40 años del ‘Sandinista!’ de The Clash

12/Dic/2020

Todos los sonidos caben en un (triple) disco si se saben acomodar.

Todas las bandas importan pero algunas son más importantes que otras. Con apenas una década de existencia, The Clash consiguió un importante lugar dentro de la historia del rock por su visión de la música. Mientras otras apelan al purismo, en el caso del cuarteto británico siempre optó por una apertura a la mayor cantidad posible de géneros. Como resultado obtuvo un estilo en el que no existen las fronteras y todo se puede combinar. Mientras existan más ingredientes se obtendrá un sabor más atractivo.

Para 1980 el combo conformado por Joe Strummer (voz y guitarra), Mick Jones (voz y guitarra), Paul Simonon (bajo) y Nicky "Topper" Headon (batería) se encontraba en la cima musical. Su álbum anterior, London Calling (1979), había sido un éxito en ventas y crítica. Dejo satisfechos a fanáticos y periodistas por igual pero ahora era momento de pensar en el siguiente paso.

De un disco doble a uno triple

Si algo marcó al trabajo mencionado es que se trataba de un doble LP, algo muy poco común dentro del punk. Mientras que había mostrado que las guitarras aceleradas y los mensajes políticos podían hacer mancuerna que toda clase de ritmos y estilos. ¿Pero hacia dónde se sube cuando ya estás arriba?

Aunque un poco antes de iniciar las composiciones de su próximo material hubo un incidente desafortunado que al final fue benéfico. Aunque la CBS brindó apoyo total al grupo y acuñó la famosa frase “the only band that matters”, también fue la principal detractora a la idea de lanzar un disco doble con el argumento de que no sería redituable. Mientras que con Bruce Springsteen y su trabajo The River jamás hubo quejas, a pesar de que también constaba de dos vinilos.

Al observar el trato dispar el combo se enfocó en crear un triple LP, algo muy poco usual. La tarea fue titánica pero en poco más de medio año fueron compuestas y grabadas 36 canciones. Todo fue gracias a que la banda se encontraba en el punto máxima de su creatividad y tenía claro que deseaba romper paradigmas.

Por su parte, Strummer comenta en la autobiografía oficial del conjunto The Clash (Atlantic Books, 2008) que además fue necesario hacer grandes sacrificios a nivel financiero para que el álbum fuera lanzado a un precio económico para el público.

Eran tres vinilos de larga duración al precio de uno y tuvimos que hacer un gran esfuerzo para poder editarlo. Renunciamos a nuestros derechos de autor para que la compañía lo sacara. Muchas veces he debatido con la gente acerca de qué canciones debían figurar en él y qué canciones deberían haberse excluido, pero ahora, en retrospectiva, no puedo separarlo. Es como las capas de una cebolla: hay algunos temas estúpidos y otros brillantes. Lo único que puedo decir es que me siento orgulloso de él con todas sus imperfecciones”.

Riqueza musical con causa social

Finalmente, el 12 de diciembre de 1980 vio la luz el álbum triple y desde el título deja en claro su carácter político. El nombre hace referencia al Sandinismo, pensamiento de izquierda fundado por el rebelde Augusto César Sandino, quien luchó por la soberanía de Nicaragua contra las tropas americanas.

Como bienvenida se escucha “The Magnificent Seven”, en el que destaca el bajeo de Simonon con ciertas referencias al estilo de John Deacon de Queen pero también al entonces incipiente movimiento del hip hop. Parte de las grabaciones del material fueron hechas en Nueva York y ahí fue donde escucharon por primera vez a Sugarhill Gang y Grandmaster Flash. El impacto fue tan grande que intentaron hacer su propia versión de lo que habían descubierto.

Si algo distinguió al combo fue su interés por integrar el dub a su música. En trabajos anteriores se escuchan algunas piezas que resultan de dicha combinación pero aquí es más evidente. Parte de las canciones fueron grabadas en el estudio Channel One de Jamaica, por lo que los integrante estuvieron en contacto directo con los principales ejecutantes de este género. "Ivan Meets G.I. Joe", "Something About England" y "The Crooked Beat" son algunos ejemplos de esta integración.

Por otra parte, aunque la mayoría de los temas son autoría de los ingleses también hay algunas versiones. Dentro de ellas se encuentra una reinvención de “Junco Partner", originalmente un blues de James Waynes pero ahora convertida en una alegre pieza de rock & roll con toques de reggae y calypso.

Contrario a lo que podría parecer en primera instancia, la obra de magna duración no cansa ni se torna aburrida. Derivado de su riqueza musical y apertura a múltiples géneros es que se obtiene un resultado balanceado. Puede tener altibajos pero la valentía por arriesgarse a incorporar tantos elementos tan disímiles entre sí es una virtud que no muchos pueden presumir.