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¿Y por qué Agustín?

¿Y por qué Agustín?

18/Sep/2012

Sin duda, la pregunta del millón para Natalia Lafourcade ha sido a lo que hace referencia el título de la nota ¿Por qué Agustín Lara?, esto se debe al hecho de que hoy sale a la venta su nueva producción Mujer Divina,  en la que garantiza un homenaje al compositor mexicano mejor conocido como "Flaco de Oro". La respuesta ante dicha incógnita tiene que ver con el eco que encontró Natalia en la música de Agustín: "me encantó cuando escuché su música, me enganchó durísimo y me sentí muy identificada. Tenía ganas de hacer algo diferente al Hu Hu Hu y estaba un poquito nerviosa de hacer otro disco, ya que ese fue muy especial, muy fuerte y muy libre; de  alguna manera me imponía hacer otro disco y no quería que acabara siendo un Hu Hu Hu  dos", comentó Natalia. " No sabía qué hacer hasta que después del Bicentenario, Alondra de la Parra me dijo que investigara sobre compositores y canciones que me gustaran. Encontré "Farolito" de Agustín, luego me puse a escuchar más de sus canciones y me encantó. Fue algo súper diferente que habría yo escuchado en compositores mexicanos. Así que él podía ser como mi inspiración del siguiente disco".

Desde hace dos años, Natalia se tomó un tiempo en una cabaña de Veracruz para tener su primer acercamiento con la selección de temas: "Las primeras canciones que encontré fueron "Azul", "La Fugitiva", "Limosna", "Amor de mis amores". De entrada agarré las primeras canciones en las que me dijera: '¡Claro, con esa yo me identifico, yo podría cantarla, yo podría hacer algo con ella! ' y empecé a separar".

Conforme el proyecto avanzaba, se unieron personajes como Vicentico, León Larregui (aportando su colaboración con "Imposible"), Kevin Johansen, Adanowsky, Jorge Drexler, Devendra Banhart, Meme, entre otros. Y así fue como el proyecto fluyó  y fue tomando su propio rumbo.

Una de las experiencias que Natalia nos compartió sobre las colaboraciones fue cuando se encontraba en Madrid con Jorge Drexler. Ahí se grabó "Oración Caribe" y aprovecharon para quedarse tiempo extra: "Fue la semana del orgullo gay. Entonces estuvo súper divertido grabar porque lo hicimos en un estudio ubicado en el barrio de Chueca (barrio gay). Abríamos las ventanas y se asomaba un mundo de gente - gritando - en la fiesta máxima durante una semana. Por lo que salir a despejar la cabeza, significaba salir a la calle, a la fiesta".

Este fue uno de los proyectos que más trabajo le costó terminar a Lafourcade; la diferencia entre ser cantautora e intérprete estuvo de manifiesto: "es muy diferente cuando son mis canciones porque haces lo que ésta necesita. De por sí uno se encuentra con esa inseguridad y ya con las composiciones de Agustín era una gran tarea porque sus canciones son bonitas; las melodías, las armonías pertenecen a una era de clásicos. Entonces, quitarle y ponerle no era tan sencillo; por lo menos sí me exigía cierta energía y cierta "cosa mental" creativa, me decía: '¿qué hago con esta rola? está increíble pero suena muy clásico. Estaría increíble darle un giro a esas palabras y esos versos, volverlos un coro. ¿Cómo la vuelvo más actual si no tiene un coro. Era como buscar despellejar las rolas y luego volverlas a armar súper bonitas, respetando la esencia de Agustín contra mi propuesta. Al final, en el proyecto sí hay una intervención de por medio, aunque no en todas".

Durante la producción de este proyecto Natalia tuvo un acercamiento distinto con la figura de la mujer, la redescubrió gracias una plática con Guadalupe Loaeza y a la empatía atemporal que logró con Agustín Lara. A través de él comprendió la complicidad que éste tenía con las mujeres, su amor por ellas, sin importar si pertenecían a la realeza o a los burdeles: "En esa época la mujer era una tumba de secretos, se mostraba como una mujer divina...perfecta, como si por dentro no pasara nada. Descubrí la hermosura de nosotras, la fuerza que nosotras tenemos; de cómo la belleza tiene colores diferentes, muchos sazones, muchas texturas".

Natalia ha cambiado, pues ya no es más la chica que solamente cantaba "En el 2000". Ahora vive otro momento en el que es capaz de llevar el hilo conductor del proyecto. Evidentemente hay cambios pero la esencia permanece, sigue siendo la mujer que ama lo que hace, pudiendo ejecutar sus tonos más lúdicos en una botarga de un pato cantando "Un pato" así como tocar su ukelele, cerrar los ojos y entonar algo así como: "no creas que tus infamias de perjura incitan mi rencor para olvidarte".