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Entrevista con Big Thief

Entrevista con Big Thief

La magia detrás de Big Thief.

La relación que se ha formado entre los integrantes de Big Thief es especial, inquebrantable. La naturaleza de la banda es transparente como el agua de un río, cuya corriente arrastra honestidad, vulnerabilidad y amor; y donde los brillantes destellos del sol sobre el agua representan la magia de cada pequeño detalle; esos que le dan una sensación diferente y de paz al momento en que dejas derramar las gotas sobre tu rostro. El poder de Big Thief radica en lo más esencial y puro, en crear conexiones y dejar que cada nota y palabra fluyan naturalmente, que se extiendan más allá de un espacio terrenal a algo cósmico. La banda representa el balance de cuatro mentes, de cuatro corazones que ahora forman parte una familia, una familia en la que los admiradores son bienvenidos, y cuya carta de invitación es su música, ahí es donde puedes encontrar las mentes de Adrianne Lenker (guitarra, vocalista), Buck Meek (guitarra), Max Oleartchik (bajo), y James Krivchenia (batería), los cuales a través de su sonido intentan “buscar algún punto de reunión debajo del caleidoscopio de emociones”. Y cuyo único objetivo como banda es acercarse entre ellos, sus fans y todo aquel que encuentre su música, de acuerdo con Meek, uno de los cuatro pilares que sostienen esta agrupación. 

Pareciera que el destino decidió trazar un camino en el que Lenker, Meek, Olearchik y Krivchenia tenían que conocerse y formar Big Thief. En la primera noche que Adrienne pasó en Nueva York después de dejar su natal Indianapolis, conoció a Meek en una bodega. Juntos comenzaron a hacer música y salieron de gira. Después un día caminando por las calles de NY se encontraron con Olearchik, quien ya conocía a Buck desde algunos años antes, ya que ambos acudieron a un programa de verano en el Berklee College of Music, al que curiosamente Lenker también había asistido. Por último, mientras grababan Masterpiece—su álbum debut—, Krivchenia trabajó en la mezcla del disco, y tras la partida del antiguo baterista (Jason Burger), él sugirió unirse a la banda y los demás aceptaron. Pero para Meek, esto no era una obra del destino, “estoy más en el campo de las intenciones, realmente creí que sucedería”, comentó refiriéndose a que sabía que Big Thief llegaría a ser algo más que un grupo de personas haciendo música o la “imagen prefabricada” de la típica banda de rock, se convertiría en la vida de ellos cuatro, en ese hilo que los une. La clave está en “realmente abrir nuestros corazones a las cosas”, concluyó. 

En mayo, la banda lanzó uno de los mejores discos de este año U.F.O.F., una obra maestra de rock en la que nos invitan a hacernos amigos de lo desconocido a través de dulces melodías que no necesitan de suntuosos arreglos para sentirse grandes, su esencia está en que son guiadas por el sentimiento y la pasión por la música. Ahora están por estrenar Two Hands, que de acuerdo al sencillo “Not” tendrá un sonido más desgarrador. Según Lenker, este álbum se “enfoca en la sangre, el tejido y las entrañas del ser humano, lo crudo y desnudo, sin demasiadas capas”, en oposición a U.F.O.F. que se basa más en lo espiritual, en lo que nos sobrepasa. Pero la realidad es que ambos forman parte de una colección de años de composición, afirmó Meek, “ella siempre está escribiendo”, continuó refiriéndose a Adrienne. “Teníamos alrededor de 50 canciones y fuimos dentro de una cabaña—el estudio Bear Creek en Washington—e hicimos los arreglos de las 50 canciones y estos dos discos surgieron de ahí naturalmente”. Por esencia, como un pergamino al caer se fueron reflejando los colores, las letras, las texturas y los sonidos que tomaron forma en cada una de las canciones, en cada nota de la cálida y sensible voz de Adrienne o de las rasgadas y armónicas guitarras que puedes sentir rozar en tu cuerpo junto con los suaves golpes en la batería. Eso es lo que hace sentir a Big Thief eterno. 

Meek creció en Wimberley, Texas; cerca de la frontera de nuestro país, por lo que admite que tiene cierta conexión con México. “Realmente deseo tocar en México pronto, me gustaría tener una gira, es muy hermoso. Pienso que tocaremos en la Ciudad de México en algún punto del próximo año”, comentó, esperando pronto podamos ser parte de su magia en un show en vivo.