216030
Jack White y Cat Power en el Pepsi Center WTC

Jack White y Cat Power en el Pepsi Center WTC

Rodrigo Rojas
Cortesía OCESA

Cortesía
OCESA

10/Oct/2022

Detalles

Organización

Producción

Ambiente

Lugar

Pepsi Center WTC

Artista(s)

Todos los greatest hits de los proyectos de Jack White reunidos en un mismo concierto para demostrar que el rock sigue vivo.

De forma constante se advierte que el rock está muerto. A lo largo de las décadas se ha enfrentado a todo tipo de sonidos populares que suelen desaparecer con la misma velocidad con la que surgieron. Mientras que dentro de la generación actual destaca el trabajo de Jack White por su necedad de ejecutar la guitarra. Todavía no sucumbe ante el autotune ni el abuso de teclados para crear los próximos éxitos musicales.

No solo se trata de la mitad de The White Stripes sino también del visionario que supo invertir su dinero en la música en lugar de caer en los lujos innecesarios. Ahora es dueño de una de las tiendas de discos más famosas del mundo y de una de las plantas más populares que fabrican vinilos para artistas de todo el planeta.

Con este contexto, el regreso del nacido en 1975 a la Ciudad de México era un acontecimiento que no se podía dejar pasar. Además todo ocurre en uno de los mejores momentos de su carrera. Tiene dos álbumes recién publicados pero además sus últimas fechas se han convertido en un greatest hits de todos los proyectos en los que ha participado.

Sonidos refinados de ángeles caídos del cielo

Pero antes del plato principal siempre hay un aperitivo y en este caso Cat Power tuvo la responsabilidad de abrir el concierto. Su voz angelical le dio la bienvenida a todos los que acudieron con puntualidad al llamado. De forma lenta se conformó una masa de personas en el inmueble del sur de la CDMX.

Con un estilo que navega entre el folk y las canciones de cuna, Chan Marshall le dio paz y tranquilidad a todos los asistentes. La tenue iluminación del escenario fue el complemento ideal para generar un ambiente de relajación en donde el piano fue el instrumento central durante toda la velada.

Mostró su propia versión de “Bad Religion” de Frank Ocean y la llevó a los límites de la introspección, aunque el momento culminante llegó con “The Greatest”. Su música tiene el mismo poder del diazepam porque puede relajar hasta a los más ansiosos.

Rock energético como recibir una inyección de adrenalina

A pesar de las buenas intenciones lo cierto es que la mayoría del público iba a escuchar guitarrazos y gritos eufóricos. Por eso, después de algunos minutos de espera por fin salió Jack White mientras de fondo se escuchaba el clásico “Kick Out The Jams” de MC5 y fue cuando empezó el verdadero concierto de rock. A diferencia de sus etapas previas ahora se le vio más relajado y eso lo transmitió con su vestimenta. Quedaron en el pasado los trajes de diseñador y los sombreros de Willy Wonka porque ahora lució un look deportivo.

En este caso no fue necesario esperar para recibir la primera descarga de riffs porque de inmediato sonó “Taking Me Back”. El tema abre el primero de los dos LP’s publicados por el fundador de Third Man Records este 2022. Un ritmo básico acompañado de una guitarra distorsionada fue suficiente para provocar los primeros saltos de la noche.

No hubo fuegos artificiales ni excesos innecesarios, tan solo un juego de luces azules porque es el color predilecto del cantante para su etapa en solitario. Al mismo tiempo, aprovechó para recordar algunas de sus composiciones más antiguas. La furia se desató con el frenesí de “Black Math”. El rock de cochera provocó que incluso los que no eran adolescentes recordaran su época frente a la televisión para ver la última época dorada de MTV. El inicio del Siglo 21 trajo a una camada de agrupaciones que tenían en común que todas empezaban con “The” y su sonido tenía como elemento central a la guitarra eléctrica.

JackWhite_PepsiWTC (11)

Por su parte, Jack White aprovechó el concierto para hacer un recorrido por las distintas bandas que ha conformado. Una de las sorpresas llegó cuando interpretó “I Cut Like a Buffalo” de The Dead Weather. Aunque uno de los puntos más altos fue “Steady, as She Goes” de The Raconteurs. En ambos casos se apreció a un hombre que ha sabido envejecer con dignidad y combina su trabajo antiguo con sus nuevas composiciones para evitar vivir del recuerdo.

El momento más difícil siempre es la despedida aunque hay canciones que se han convertido en el emblema para poner punto final a un concierto. En el caso de Pearl Jam es casi obligatorio escuchar “Yellow Ledbetter” para dar por concluida una de sus presentaciones.

Mientras que con el originario de Detroit su arma más potente es “Seven Nation Army” y claro que la dejó hasta el final del recital. La pieza que pasó de ser un éxito del verano a un himno de los estadios de fútbol provocó la mayor estampida de la noche. Mientras la distorsionada guitarra sonaba en todo lo alto, el público se encargó de corear la melodía para crear una cofradía.

Fueron dos horas de repaso por la carrera de uno de los músicos más propositivos de la actualidad. Sus canciones son una poderosa inyección que no solo transmite energía sino que manda un mensaje todavía más importante. El rock no está muerto y falta mucho para que alguien lo pueda declarar sin vida. Durante una noche más se demostró el poder que tiene la guitarra eléctrica.

Rodrigo Rojas

REDACCIÓN:

Rodrigo
Rojas

Cortesía OCESA

FOTO:

Cortesía
OCESA