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Gorillaz en el Palacio de los Deportes

Gorillaz en el Palacio de los Deportes

Cris Winters
Cynthia Flores

Cynthia
Flores

25/Oct/2018

Detalles

Organización

Producción

Ambiente

Lugar

Palacio de los Deportes

Artista(s)

Fotos Cynthia Flores

Gorillaz: Mexillaz, un amor correspondido.

Desde la tarde anterior al concierto comenzaron a surgir en las redes sociales pruebas fotográficas del paso de Damon Albarn y compañía por la Ciudad de México. Selfies afuera del Condesa DF, videos de la banda en los pasillos de la Arena México antes de disfrutar de un poco de lucha libre, mariachis, más selfies con fans... Los mexicanos son un público particularmente fanático de la agrupación británica y al parecer el amor es correspondido.

Sin embargo: la banda no había tocado en estas tierras en solitario desde el 2002. ¡16 años! Eso sí, Albarn vino con su proyecto de solista en 2014 para tocar en el Corona Capital y en 2017 fue visto paseando en distintos puntos de la ciudad como el ya mencionado Condesa DF y las trajineras de Xochimilco. Después, Gorillaz tocó en el Vive Latino de este mismo año para promocionar Humanz. Así, en agosto terminó la espera por el ansiado concierto, cuando la banda de personajes ficticios anunció a través de un video de mariachis tocando “On Melancholy Hill” que volvía al extinto DF para cerrar la gira Then Now Now World Tour.  La emoción no se hizo esperar. Este sería el último concierto de la banda en lo que en entrevista, Albarn anunció como un receso de 10 años. ¿Será?

Llegó el día y desde el inicio todo fue memorable. Alrededor de 20 o 22 mil personas comenzaron a llegar al Palacio de los Deportes, que para las 21 H. ya estaba abarrotado. Había padres con hijos pequeños en hombros, papás con hijos pre adolescentes, muchos treintañeros que crecieron escuchando “Clint Eastwood”, uno que otro miembro de la generación Z y celebridades como Leonardo de Lozanne (también acompañado de dos de sus hijos).

Para arrancar el ambiente, Jupiter & Okwess International agrupación del Congo hizo lo suyo y poco a poco sedujo a todos los asistentes con sus ritmos: las cabezas de la audiencia comenzaron a bailar de derecha a izquierda, mientras sus piernas seguían cada compás y sus rostros se iluminaban con sonrisas empáticas. Además, cuando el vocalista presentó a cada miembro del grupo, éstos  recibieron gritos y aplausos dignos de destacar para una banda telonera.

A las 21:30 H. en punto el escenario se pintó de verde mientras la palabra hola –en inglés y escrita en rosa– daba la bienvenida al show de Gorillaz que arrancó con “M1 A1”, seguida de “Tranz”. Para saludar, Albarn dijo “Buenas Noches” en español y agradeció a todos por estar ahí. También sonaron, “Last Living Souls”, “Tomorrow Comes Today”, “Every Planet We Reach is Dead”, “Magic City”. En algún punto, de la noche, mientras entonaba “19-200”Albarn se hizo de una bandera de México que rescató del público y jugó con ella con orgullo para luego dejarla colgando en la bolsa de su pantalón, en el cual también guardó lo que parecía ser un collar o rosario obsequiado por un fan.

 

 

Los aplausos incrementaban cada que Albarn cambiaba de instrumento, presentaba a uno de sus invitados –como De la Soul, Bootie Brown y Jamie Principle– o hacía señas para pedir que la gente bailara. Frente a su piano volvió a agradecer y destacó lo especial que era el público mexicano, apasionado, entregado. Damon parecía verdaderamente conmovido, al igual que cuando comenzó a sonar “On Melancholy Hill” e hizo una sonrisa pícara al ver la reacción de la gente –aunque suene a cliché– literalmente entregada a la música.

Entre las más aplaudidas, destacaron, obvio, las super coreadas “Feel Good Inc.”, y “Clint Eastwood”, la bellísima “Plastic Beach”, y la casi de culto “Latin Simone” (que formó parte del encore y contó con la participación de Abel Virelles González).

En total fueron 27 canciones las que hicieron a miles de personas bailar (por momentos se sentía que temblaba el piso, y por qué no, si nuestro festejo de un gol en México se plasmó en la escala de Richter, seguro nuestro amor por Gorillaz también) y así entre agradecimientos para quienes son su familia luego de dos años de gira, nostalgia, peticiones de aplausos para sus colaboradores en el escenario, visuales increíbles y apariciones vía video de personajes como Jack Black, Gorillaz y México volvieron a declararse amor mutuo. Ojalá no pasen 10 años para que una noche como esta se repita. Mientras tanto, una certeza: Damon Albarn es EL ÍCONO de más de una generación.

Cris Winters

REDACCIÓN:

Cris
Winters

Cynthia Flores

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Cynthia
Flores