Y la necesaria frivolidad del pop.
La cantante, compositora y ahora productora Alison Goldfrapp presenta su álbum debut The Love Invention, a través del sello BMG. Luego de seis años del último disco de su banda, Silver Eye (2017) y algunas colaboraciones en el camino, Alison decide emprender su carrera en solitario y siendo la reina de la escena electropop por más de dos décadas no podría hacerlo de otra forma.
The Love Invention es un material que busca su lugar en este movimiento del new dance, que ya está permeando en las producciones de los artistas top del mainstream. Dando un manotazo sobre la mesa y defendiendo su sitio como uno de los pilares del género Goldfrapp nos trae un material lleno de sintetizadores, estribillos sensuales y luces de neón.
Algunos momentos que destacan son; “Love Invention” canción que da título al disco y que continua con el rush inicial del mismo. Es un susurro que te atrae a la pista de baile con sus coros etéreos y en la que colisionan el presente y el pasado de la música pop.
Por otro lado, está “Hotel (Suite 23)”, mucho más cargada a sonidos retro. Sugerente, intenta mantener una capa de misterio sobre sí, pero puedes ver a través de ella, ya que sólo está cubierta por un pedazo de tul rojo.
“So Hard So Hot” es menos discreta en sus intenciones, encontrando un balance entre los temas rítmicos y los ambientales. Con menor potencia, pero mayor consistencia, se recarga sobre la música electrónica de finales de los noventas e inicios del nuevo milenio.
Mientras que “SloFlo” es la consecuencia lógica de los 10 temas anteriores. Creando una atmosfera intimista, ofrece la interpretación más sentida de Goldfrapp. También, es una veta que pudo haber explorado todo el material, pero ese hubiese sido un paso seguro, cosa que Alison no suele dar.
Por último, mencionar los bonus tracks que acompañan al álbum, ya que son la idea germinal de este trabajo. Podemos escuchar mezclas, remezclas y hasta premezclas, dándonos la oportunidad de percibir la evolución sonora de este material, enseñándonos lo que pudo ser.
En conclusión, es un disco irregular, bien producido pero que deambula por todos los caminos que explora. Su indefinición, hace que se quede corto en sus intenciones y sin duda, la sombra de Goldfrapp (el grupo) es algo de lo que no se puede alejar, principalmente por las expectativas que crea y el querer escuchar nuevo material de la banda.
En definitiva, no es lo que se esperaba, pero tiene el factor sorpresa a su favor, un conocimiento profundo del género y un respeto grande por éste. Como muchas cosas en la vida, este disco se mueve entre lo que queremos y lo que necesitamos, y en esta ocasión como en las anteriores, confiemos en que Alison Goldfrapp nos dará lo segundo.
